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Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com

miércoles, 19 de noviembre de 2025

Peligros en la la dejadez de la casa de Viente Aleixandre en Madrid

 

El archivo de Vicente Aleixandre: más de tres años de advertencias ignoradas y un BIC en condiciones deficientes

Los informes técnicos urgían a intervenir desde 2022, pero ni la Comunidad de Madrid ni los titulares del inmueble han cumplido las obligaciones que la ley impone para garantizar la conservación del patrimonio.
cartas vicente aleixandre
Cartas de Vicente Aleixandre. (Imagen: @AleixandreMerlo)
 

Los informes técnicos del expediente previo a su protección como Bien de Interés Cultural (BIC) ya alertaban en 2022 del mal estado del archivo de Vicente Aleixandre: cajas de plástico inadecuadas, acidez, humedad, clips metálicos y un desorden generalizado. La Comunidad de Madrid niega medidas concretas y se refugia en declaraciones vagas mientras el legado del Nobel permanece vulnerable.

El Gobierno regional insiste en que la declaración como BIC, aprobada en 2022, constituye la principal garantía para su protección. Pero la documentación oficial demuestra lo contrario: desde junio de ese año existe un informe técnico detallado de la Dirección General de Patrimonio Cultural que advierte de problemas graves de conservación y presenta recomendaciones urgentes.

Con más de 5.000 manuscritos, cientos de cartas, ediciones únicas, documentos personales y la biblioteca, el archivo del poeta sigue almacenado en condiciones inadecuadas

Pese a ello, la Comunidad no ha puesto en marcha ninguna de las actuaciones preventivas recomendadas, como reconoce implícitamente en sus respuestas parlamentarias: no hay medidas aplicadas, ni calendario ni plan técnico concreto. Hoy, el archivo del poeta, más de 5.000 manuscritos, cientos de cartas, ediciones únicas, documentos personales y su biblioteca, sigue almacenado en condiciones inadecuadas y sin intervención de la Administración que lo declaró BIC.

El Informe Técnico del expediente identifica con claridad los problemas estructurales del archivo. Entre los aspectos más relevantes destacan que los manuscritos y libros se guardan en contenedores de plástico “totalmente inadecuados” para documentos de archivo; la ausencia de contenedores profesionales de pH neutro, imprescindibles para la conservación a largo plazo; la presencia de clips metálicos en varios manuscritos, que pueden oxidarse y deteriorar el papel; libros dispuestos de manera que provocan daños materiales y deformaciones; impresos con suciedad, acidez, cubiertas desprendidas, camisas rasgadas y restos de humedad —indicadores de riesgo de hongos—, además de la falta de organización archivística, descripción y clasificación uniforme. Un archivo valioso tratado como un fondo menor.

Este diagnóstico desmonta por completo la afirmación política de que el archivo está “en buen estado general”.

Las conclusiones del trabajo de campo realizado por los técnicos eran claras y tajantes: ya en 2022 reclamaban una intervención inmediata por parte de profesionales de conservación, sustituyendo los contenedores y materiales inadecuados como paso previo a reorganizar todo el fondo, clasificarlo y describirlo correctamente. Resultaba imprescindible establecer un plan de conservación preventiva, dado que muchas piezas presentaban signos de deterioro físico acumulado que anticipaban un deterioro progresivo e irreversible.

Las conclusiones del trabajo de campo realizado por los técnicos eran claras y tajantes: ya en 2022 reclamaban una intervención inmediata por parte de profesionales

Tal es el estado del archivo que la Comunidad considera inconveniente permitir el acceso de investigadores, al entender que el lugar donde se encuentra no ofrece garantías de seguridad. Se sugiere un traslado temporal a una institución pública, algo desaconsejado por los técnicos al considerar que “en caso de que se saque algún documento del archivo, no se sabrá a qué caja corresponde reintegrarlo”. Un razonamiento increíble e inaceptable.

La desidia de la propietaria accidental en el cumplimiento de sus obligaciones respecto a un BIC y la pasividad de las autoridades autonómicas provocan no solo que el deterioro continúe, sino también que no se cumpla la legislación que garantiza el acceso público y el disfrute del patrimonio cultural, especialmente por parte de los investigadores, e incluso la posibilidad de ordenar el depósito temporal del bien en instituciones públicas cuando su integridad corre peligro, como es el caso y ha reclamado acertadamente la Asociación de Amigos de Vicente Aleixandre, entidad que sin lugar a duda ha estado siempre liderando la reivindicación por recuperar y conservar el legado de nuestro insigne poeta.

Estas conclusiones no eran recomendaciones opcionales: eran obligaciones derivadas de la declaración BIC. Sin embargo, hoy en día no se ha ejecutado ninguna medida efectiva.

Ante las preguntas parlamentarias, la respuesta de la Comunidad resulta grotesca: reproduce exactamente las líneas más benévolas del informe (“en líneas generales los materiales se encuentran en buen estado de conservación”) y omite todas las advertencias técnicas graves.

Todo lo relativo a humedad, acidez, contenedores inadecuados, clips, daños por disposición incorrecta o deterioros físico-materiales desaparece del discurso oficial.

El legado del Nobel no puede seguir esperando ni necesita más declaraciones institucionales: necesita intervención técnica real, recursos y voluntad política, hasta ahora inexistente

Pese a esta situación, y a que el informe reclamaba medidas urgentes, más de tres años después el estado de conservación del archivo, situado entre el deterioro y la falta de intervención tanto de la propiedad como de la Comunidad, evidencia que no se ha hecho nada.

La Administración se limita a afirmar que está realizando “gestiones oportunas”, pero sin especificar cuáles, cuándo, cómo o quién.

A esta falta de intervención se suma la política de máximos y mínimos en la compra del archivo: la Comunidad establece un techo de 4,5 millones sin un inventario completo y sin haber aplicado ninguna de las actuaciones preventivas urgidas por sus propios técnicos. Señalar un supuesto precio máximo y contratar la tasación en un procedimiento sin alternativas ni competencia, que deriva en un informe sin estudio directo del archivo, solo puede considerarse negligencia técnica, falta de transparencia y desinterés patrimonial.

Hablar de “protección” mientras se deja el archivo en condiciones deficientes durante más de tres años es una incoherencia administrativa y cultural.

El legado del Nobel no puede seguir esperando ni necesita más declaraciones institucionales: necesita intervención técnica real, recursos y voluntad política, hasta ahora inexistente.

Diego Cruz Torrijos