Sinopsis:

Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com

jueves, 28 de septiembre de 2023

Miguel Hernández creador de cuentos y de juguetes. En Biblioteca Nacional

 

La Biblioteca Nacional mira al Miguel Hernández creador de cuentos y de juguetes con una exposición

La institución cultural inaugura el próximo 5 de octubre una muestra que recoge los originales manuscritos en papel higiénico de los cuatro relatos dedicados a su hijo y artilugios que el poeta construyó

El carro realizado por Miguel Hernández para su hijo.

El carro realizado por Miguel Hernández para su hijo. Biblioteca Nacional

«Hoy he acabado el carro y el caballo: un juguete muy bonito para mi Manolillo. ¿Y tú, qué dices, hijo? Me dirás si te gusta ese caballo, y eso que te digo para tu cumpleaños. Pero te gustará muchísimo más el carro con el caballo de serrín que voy a enviarte dentro de poco, si no se pierde por el camino, como el perro».

Lo escribía Miguel Hernández en enero de 1941 desde la cárcel de Ocaña, donde se dedicó a hacer juguetes para su hijo que no siempre llegaban. Ese afán por ver al pequeño Manuel Miguel, de dos años y medio, fue el detonante para que el poeta oriolano escribiera a finales de ese mismo año, ya desde el Reformatorio de Adultos de Alicante, cuatro cuentos dedicados a su retoño. Lo hizo a lápiz, en trece hojas de papel higiénico cosidas, ya que no le daban acceso a otro material, y allí dejó plasmados El potro oscuro, Un hogar en el árbol, El conejito y La gatita Mancha.

Poco podía imaginar entonces el poeta que iban a ser, casi con total seguridad, las últimas palabras que escribiría. En 2013 estos documentos pasaron a manos de la Biblioteca Nacional, como uno de sus tesoros documentales, y ahora, tal como aparece en la web de esta institución, ha organizado la exposición El poeta que hacía juguetes, que se inaugura el 5 de octubre y se podrá ver hasta el 7 de enero de 2024, con José Carlos Rovira como comisario.

El facsímil de la edición de los cuentos realizada por Octavio Oca.

El facsímil de la edición de los cuentos realizada por Octavio Oca. Biblioteca Nacional

Dos de estos textos, los titulados El potro oscuro y El conejito, que en realidad son una metáfora sobre la libertad, los recopiló en un libro artesanal Eusebio Oca, compañero carcelario que trabajaba en enfermería, tras transcribirlos e ilustrarlos, ya que era un gran dibujante. Ese librito es también un referente de esta exposición.

Miguel Hernández, en una carta a su mujer, Josefina Manresa, que se estima que fue escrita entre finales de 1941 y enero de 1942, afirmaba que eran «dos cuentos que le he traducido del inglés», algo que descarta Rovira, al considerar que con ello pretendía evitar los controles de la cárcel.

Referencia en cartas

Referencias a los juguetes que construyó para su hijo hay varios en diferentes cartas. Como una de febrero de 1941: «Al caballo le metí en la barriga una sorpresa que saldrá en cuanto lo rompas si no se pierde en el camino».

Precisamente el comisario de la exposición editó un facsímil de aquellos cuentos en 1988. Y fue en 2009 cuando Julio Oca, hijo del compañero del poeta en la cárcel, le certificó que el librito ilustrado con los dos cuentos de Hernández era cosa de su padre.

La muestra, cuyo montaje expositivo firma Ángel Rocamora, habitual de la exposiciones del MARQ, incluye esas hojas originales en papel higiénico en las que escribió los cuatro cuentos para su hijo y también el facsímil del libro editado por Eusebio Oca.

Manuscrito de los cuentos realizado en papel higiénico.

Manuscrito de los cuentos realizado en papel higiénico. Biblioteca Nacional

Se muestra también un manuscrito del Cancionero y romancero de ausencias, propiedad de la Biblioteca Nacional. Es un documento muy deteriorado que contiene dos sonetos en alejandrinos que proceden también del periodo carcelario. Según las investigaciones de José Carlos Rovira, podría tratarse de alguno de los poemas que hacía llegar a Josefina Manresa en el interior de la lechera en la que ella le llevaba comida.

Además se puede ver el carro que hizo para su hijo, al que hace referencia en las cartas. Y también algunas pinturas originales de los pintores que rodearon a Miguel Hernández en la cárcel, como es el caso del artista Ricardo Fuentes, además de algunos objetos relacionados con el poeta.

Los manuscritos de los cuentos realizados en papel higiénico pasaron a manos de la Biblioteca Nacional en 2013, una vez fueron expuestos en la muestra organizada en esa institución en 2010, por el centenario del nacimiento del poeta.

miércoles, 27 de septiembre de 2023

LA FUNDACIÓN MIGUEL HERNÁNDEZ Y AURALARIA HARÁN ENTREGA DEL PREMIO INTERNACIONAL DE POESÍA “MIGUEL HERNÁNDEZ” 2023

 


Pedro Flores. Luisa Pastor. Carolina Llanes. Eva García Lorca

LA FUNDACIÓN MIGUEL HERNÁNDEZ Y AURALARIA HARÁN ENTREGA DEL PREMIO INTERNACIONAL DE POESÍA “MIGUEL HERNÁNDEZ” 2023

Orihuela, 27-09-23

Este próximo sábado día 30 de septiembre tendrá lugar, a partir de las 20:30horas, en el Auditorio Municipal de la Lonja de Orihuela, el acto de entrega del Premio Internacional de Poesía “Miguel Hernández-Comunidad Valenciana” 2023, convocado por la Fundación Cultural Miguel Hernández de Orihuela y el Patronato que lleva el nombre del poeta oriolano.

En esta edición el poemario premiado ha sido “Tocar de oído”, del poeta canario Pedro Flores, que ha obtenido 8.000 euros y la publicación en la editorial Devenir. Como en los años anteriores, Auralaria amenizará la gala.

Actuarán, en la apertura y cierre del acto, Luisa Pastor (voz), Carolina Llanes (piano y voz) y Eva García Lorca (acordeón y voz). La presentación correrá a cargo de Ángeles Vidal Guevara. Al acabar la velada, el autor firmará los ejemplares del poemario obsequiados a los asistentes.

lunes, 25 de septiembre de 2023

La revisua Auca de las letras Homenajea José lusi Ferris, 29 de septiembre, Casa Bardín

 

LA REVISTA «AUCA DE LAS LETRAS» HOMENAJEA A JOSÉ LUIS FERRIS

Con participación de un plantel de hernandianos José Luis Rico, Txus Amat, Pilar Tèbar, Jorge Hurtado. Rosa Monzó, Joaquín Juan Penalva, Carmen Alemany, A´Ángel Luis Prieto de Paula, Aitor Le Larrabide, Mariano Sánchez Soler, Ramón Palmeral, Juan Antonio Urbano, y otros, la revista Auca de las letras dedica su número 56 al experto hernandiano José Luis V. Ferris.. Número que será `presentado el 29 de septiembre a las 18:30 en Casa Bardín (Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert), C/ San Fernando, 44, Alicante.

Este merecido homenaje contará, a buen seguro con una gran asistencia de hernandianas y hernandianos que tienen en el autor alicantino, Ferris, una gran referencia para conocer al poeta oriolano

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sábado, 23 de septiembre de 2023

Un día como hoy 23 de septiembre de hace 50 años murió el poeta Pablo Neruda

En homenaje a Pablo Neruda os adjunto el poema "Debil de alba" de Pablo Neruda en la voz de Ramón Palmeral https://www.youtube.com/watch?v=o3VpNfxIzr8 

..............................Otro..................

Hoy 23 de septiembre José Carlos Rovira, profesor emérito de la Universidad de Alicante, publica un articulo en Opinión del diario de Información de Alicante en recuerdo de los 50 años de la muerte de Pablo Neruda, o dejo el enlace.

 https://www.informacion.es/opinion/2023/09/23/23-septiembre-1973-50-anos-92434033.html

viernes, 22 de septiembre de 2023

MIGUEL ABAD MIRÓ, INTÉRPRETE PLÁSTICO DE MIGUEL HERNÁNDEZ.

 


MIGUEL ABAD MIRÓ,
INTÉRPRETE PLÁSTICO DE MIGUEL HERNÁNDEZ.

Aproximación y valoración estética del artista


Por
ADRIÁN ESPÍ VALDÉS
Universidad de Alicante


I. - Proemio
La intensa amistad -corta físicamente, en vida- que Miguel Abad Miró dispensó a
Miguel Hernández se transforma con prontitud en un auténtico fervor, en emoción profunda
por el hombre y por su poesía.
Miguel Abad Miró es arquitecto -no lo era todavía- y es pintor extraordinario, por
aquel entonces buen dibujante, de sesgo expresionista en tanto en cuanto que su obra
trata de exteriorizar un cierto neorromanticismo no carente de alguna carga trágica, aunque
nunca angustiada y, ni mucho menos, existencialista.
Su pintura desemboca las más de las veces en una valoración y exaltación a la vez
plástica y estética de las ideas personales, lo que le da o presta, sin duda, un notable
valor étnico.
La acentuación colorista a lo largo y lo ancho de su dilatada obra, su grafismo, nos
llevan a considerar que su arte es, esencialmente, el resultado de la percepción visual
convertida o traducida a forma libre, con carga psíquica evidente, emocional y subjetiva.
Aunque en el caso de este pintor de Alcoy no hay que insistir en una deformación de
la realidad para llegar a la expresión de los sentimientos. La belleza plástica emerge, en
todo caso, y la precisión y robustez de un lenguaje esencialmente profundo. 


II. - Cómo, cuándo y dónde conoce el pintor al poeta
Aunque se ha publicado en diversos medios, el propio pintor lo ha dicho en conversaciones
y entrevistas, es menester insistir en ello: «Yo conocía a Miguel Hernández
sólo de oídas, como un poeta que se destacaba... en una ocasión un periodista amigo me
invitó a participar en la tarea de ilustrar un libro con mis dibujos, era Poesía de la
Guerra. Había varios poemas y yo elegí Canto a Méjico, de Machado, y Las manos, de
Miguel. El poema de Miguel Hernández me impresionó mucho, y a su autor le impresionó
también mi dubujo. Así nació nuestra fugaz amistad. Las cuatro o cinco veces que
vino a Alicante estuvimos juntos; eran visitas con prisas y urgencias...»1.
En efecto: al pintor se le ofrece la oportunidad de interpretar gráficamente al poeta
de Orihuela. Es el poema fechado en Madrid en 15 de febrero de 1937:
Dos especies de manos se enfrentan en la vida,
brotan del corazón, irrumpen por los brazos
saltan y desembocan sobre la luz herida
a golpes y a zarpazos.
La lectura, aún hoy, de estas tremendas palabras le impresionan a Miguel Abad.
Idea, en efecto, dos manos, una de espaldas, escorzada, curtida y cortada por mil eventualidades,
fuerte y viril, musculosa, que entiende que es la mano del obrero, del trabajador;
la otra, en contraposición, resulta blanda, fofa, está cuajada de joyas, diseñada
incluso con blandura, como de «relicario», afirma el propio autor. Es la mano que es
«herramienta del alma», las «laboriosas manos de los trabajadores», las manos que
«caerán sobre vosotros con dientes y cuchillos», la mano que le llena plenamente.
Los orígenes más remotos y más cercanos de toda esta experiencia artística, hay
que situarlos en torno a la figura de Antonio Blanca Pérez, director de «Nuestra
Bandera», diario del P.C. que se tiraba en unos talleres de la calle Quintana donde
luego, a partir de mayo del 39 se tiraría el periódico «Información». Blanca era también
secretario del «Ateneo», ubicado entonces en un edificio muy cercano al
Ayuntamiento.


En septiembre de 1937 el estudiante todavía de arquitectura Miguel Abad va a
Alicante, y es cuando Blanca informa al alcoyano que el Socorro Internacional solicita
la colaboración de dibujantes para ilustrar un libro de poesía de guerra para ser lanzado
con un sentido más bien propagandístico, incluso «panfletario». Es el libro del que se
hace cargo «Modernas Gráficas Gutemberg»: «Acabóse de imprimir esta colección de
versos de nuestra Guerra, / en Alicante a 1 de Diciembre / de 1938...», y en esta breve
antología, perfectamente seleccionada, en la que también figuran ilustraciones de
Manuel González Santana, Melchor Aracil, Manuel Albert, Tomás Ferrándiz, que firmaba
en tal época como «Mus» -de «Tomus»-, y poemas de Gabriel Baldrich,
Leopoldo Urrutia, etc., se dice del ilustrador de Las manos'. «De Abad Miró lo poco que
vamos conociendo nos lo revela como un artista de inspiración pura: libre de influencias,
descentrador, de los últimos movimientos artísticos y técnicos, en las artes plásticas;
en su dibujo, en este libro (pág. 22) hay vigor expresivo y una matización de modulaciones
varias que, no obstante la diversidad de gesto, aparecen unidas por esta
característica: su actitud contenida, sofrenada, de refinada concentración íntima en su
caliente expresión»2. Un barroco discurso, sin duda, quizá la primera crítica que se le
hace al pintor, pero crítica que apunta, precisamente, hacia esos parámetros de la expresividad
y el expresionismo que más arriba hemos indicado.


-III. Se incrementa la amistad Hernández-Miró. «El rayo que no cesa»
Blanca hace las presentaciones de Miguel Hernández y Miguel Miró un día. «Eran
visitas con prisas y urgencias». Miguel Hernández tiene un hijo, pequeño y desnutrido,
y, sin embargo, por su carácter y manera de ser es incapaz de pedir ayuda. Abad le
acompaña a «Socorro Rojo». Leche en polvo, acaso unas galletas, productos de primera
necesidad para un niño. Es éste un contacto directo, tremendamente humano. Luego,
vinieron otros, esos «cuatro o cinco» que el pintor señala. El más inmediato vuelve a
tener por interlocutor a Antonio Blanca, en el domicilio de éste. Era una tertulia reducida
en donde se recitaban versos y se hablaba de música. Allí acudía Rodríguez Albert,
el periodista Eusebio Oca. Y en el transcurso de una de estas reuniones Miguel
Hernández declama unos versos de su poemario El rayo que no cesa.
Dice Abad Miró que todos quedaron como «helados por la emoción». La musa erótica
del poeta de Orihuela fluía, aparecía y se desvanecía en aquel ambiente culto y
sosegado de una España en guerra, y en guerra consigo mismo, contienda perversa
como asegurara mucho tiempo antes el humanista Juan Luis Vives: «La guerra entre
hermanos es perversa, y va contra toda ley».
Abad apunta que tales versos son absolutamente plásticos, enormemente pictóricos.
Rodríguez Albert insiste en la musicalidad de los mismos, y Blanca propone una
edición ilustrada por Miguel Abad, como dibujante, y por Rodríguez Albert de forma
musical. Las circunstancias hacen que, ocasionalmente, Rafael Alberti esté en Alicante.
Se asegura que va a ser designado ministro de propaganda de la República, el primer
ministro al frente de esta parcela tan decisiva en la guerra civil, ya que hasta entonces
no existe sino una dirección general. A él se le expone la idea, que acepta de inmediato.
El proyecto, sin embargo, queda en mero proyecto sin posibilidad de convertirse en
realidad, dado que a los pocos días Alberti sale de Alicante acompañando a Pasionaria.
Acaso serían los primeros días del 39.
No obstante El rayo que no cesa no para en absoluto de latir, de estar presente en el
subconsciente de Miguel Abad. No es éste ni aquél poema en concreto. Son todos. Años
después el pintor ingresa en el Reformatorio alicantino -celda 41, primera galería- y allí
continúa martilleándole el poemario de Hernández. No ha coincidido con él en la cárcel,
pero recordando aquella reunión en el domicilio de Antonio Blanca, acariciando aquél
proyecto fallido de una edición con dibujos suyos, en 1942 Miguel Abad realiza unos
bocetos a lápiz -dibujos pequeños- que se configuran en una ilustración dinámica y simbólica
a la vez. El dibujo, es menester señalar, es producto también de diecinueve días de
incomunicación total a causa del piojo verde y el tifus exentemático: 4.000 presos, doce
en cada una de las celdas que estaban capacitadas únicamente para cobijar a uno.


Tu corazón una naranja helada...
Mi corazón una febril granada...
Toda la hondura -y el gran contraste- de estos versos están inspirando el dibujo.
Acaso la amargura del poeta enamorado, su furor amatorio resbalando ante la mujer
-objeto de su propia poesía- que no entendía o no alcanzaba los ardores del amante.
La alegoría3 ofrece una lectura relativamente fácil por la utilización gráfica de unos
símbolos, cinco en concreto, que mantienen una perfecta unión e interrelación entre sí, y
son perfectamente asequibles. Intentemos la descripción y numeremos tales elementos:
1. - El árbol.
2. - La mujer.
3. - El caballo.
4. - El toro.
5. - La pareja de enamorados.
L- Es un árbol enhiesto, de pie, recto, poblado de verdor y con las raíces fuertemente
hundidas en la tierra esponjosa y fértil. A él queda unido, atado por las bridas, un
caballo de hermosa estampa.
2. - La mujer -su mujer Josefina Manresa- constituye la figura central de la composición.
También de pie, un tanto impávida, envuelta en su túnica talar y su vesta mediterránea.
No entiende, no sabe, no se identifica con nada ni con nadie. Está en la escena
pero acaso, desgraciadamente, no participa en ella.
3. - El corcel, trotador, en posición de «corveta», intenta la huida pero amarrado al
árbol no puede zafarse de sus ataduras. Es la estampa de la libertad, del aire puro, frenada
aquélla, contaminado éste.
4. - El toro que muge se doblega, no obstante, rodeando a la mujer -la musa- que
parece asustada. Es el «eros» de Miguel, es el propio poeta, su corazón «de exasperadas
fieras».
-5. Una cierta función didáctica ofrece el abrazo, apasionado, de la joven pareja, en
un plano muy secundario, a lo lejos, que contempla toda esta disposición tan cercana al
mundo de la mitología y del simbolismo, y que no es otro, sin embargo, que el mundo
en el que triunfa el amor o en el que el amor lo es y lo configura todo.
La ilustración de Miguel Abad no es pues sino una visión del mundo hernandiano,
de ese amor que ni cesa ni se interrumpe, ni disminuye ni acaba. Varios sonetos -todo el
libro- estaba entonces como todavía lo está hoy en la mente, el corazón, los labios de
Miguel Abad. No se trata de un poema en concreto, éste o aquél, pero quizá unos versos
más que otros parece que marcan indeleblemente, indefectiblemente el proyecto del
artista y conducen su lápiz. Veámoslo:
No cesará este rayo que me habita
el corazón de exasperadas fieras...
...como espadas y rígidas hogueras
hacia mi corazón que muge y grita.

martes, 19 de septiembre de 2023

"El vulnerado silbo indestructible" de Manuel Parra Pozuelo, ganó el Primer Premio Manuel Molina del Ateneo en 2002

 


 

"Hay intensidad en este juego intertextual con Hernández y Molina: el poeta señala motivos, versos de Hernández, y los glosa en sus poemas hasta el punto de articular una historia personal y literaria de la escritura del oriolano".
José Carlos Rovira

 

 

   Día que se presentó en Sala Altamira de la Sede de la Universidad de Alicante/ Foto Palmeral

lunes, 18 de septiembre de 2023

Fotos inédita de la inaguración Congreso Miguel Hernández Centernario en Orihuela 2010/ Por Ramón Palmeral

 

                            ( La Lonja de Orihuela: Gaspar, Leonís, Palmeral, Etimio Martín)




















Fotos inéditas de la Clausura del Congreso de Miguel Hernández en Elche el 30-10-2010/ Por Ramón Palmeral

 












                       (Cecilio Alonso,señora, Gaspar Peral Baeza y Ramón Palmera/ Elche,30-10-2010)

Manuel Parra: la educación y la poesía [o el sindicalista poeta]

 

Manuel Alcaraz/ Opinión de Información

Manuel Parra: la educación y la poesía

Manuel Parra, recibiendo el I Premio en memoria de Ramiro Muñoz

Manuel Parra, recibiendo el I Premio en memoria de Ramiro Muñoz Pilar Cortés

 Manuel Parra Pozuelo, Manolo Parra siempre, ha muerto. Hace años se adentró en una senda dolorosa de silencio y olvido, privando a su familia, a sus muchos amigos y compañeros, de su palabra, a menudo llena de fervor, siempre repleta de convicciones y compromiso. Ayer le dije a su nieto, arrasado en justas lágrimas, que debería siempre sentirse orgulloso de su abuelo. Esta es la verdad esencial. Como tantos nos sentimos ahora orgullosos de haberle conocido, de haber gozado de sus magisterios.

Este manchego de Socuéllamos, tras viajes y aprehensiones de otras culturas, llegó a Alicante y se incorporó con decisión a las raíces de su vida: su militancia comunista –PCE y EUPV- y sindical en CC.OO. Allí supimos de la luminosidad de sus ideas, de lo infatigable de su vehemencia y aprovechamos sus experiencias en las victorias y en las derrotas. Dos recuerdos. Uno: su afán por convencer, que tantas veces le llevaba a repetir: “A ver si me entiendo yo”, acompañado de un gesto con la mano que se levantaba hasta la cabeza. Y nos solía entender y convencer. Otro: la noche del referéndum de la OTAN habíamos sido vencidos “los del no”; en medio de la lógica tristeza alcanzó a levantar el ánimo con una afirmación sorprendente: “Voy a beber sistemáticamente”. No recuerdo lo que bebimos pero, otra vez, recordó que de nada sirve prolongar las penas.

Pero para mí Manolo es, sobre todo, el sindicalista de la enseñanza. Más allá de organizar secciones sindicales –incluida la de la UA- había una profunda, evidente pasión porque se reconociera la fuerza transformadora de la educación, la capilaridad humanística del saber. La educación, en la mente de Manolo Parra, era la condición necesaria para que las personas, la sociedad democrática misma, alcanzaran una dignidad digna de tal nombre. Se hizo merecedor de muchos premios, pero, me parece, ninguno le agradó más que el primer premio “Ramiro Muñoz”, porque llevaba el nombre de su amigo entrañable, siempre indispensable, y, también, porque premiaba el valor de sus aportaciones en defensa de la educación pública.

Y luego, o, mejor, siempre, la poesía, sin menoscabo de otras obras sobre memoria histórica o crítica literaria. Poesía como empeño de la razón y los sentidos, poesía como tarea, como vínculo con el pasado y con el futuro. Hernandiano de pura cepa, estudió al poeta de Orihuela con pasión irrefrenable y no ocultó su deseo de –junto a otros autores- parafrasearlo, de apropiarse de su enjundia y sus frutos. Poesía de raigambre hernandiana como propuesta ética: un saber y una belleza a difundir que no ignora las circunstancias históricas y biográficas del autor.

Este es el sindicalista poeta dicho en tan pocas palabras que, desde luego, no alcanzan a retener una vida plena en la que muchos tuvimos la suerte inmensa de participar. Sirva esta estrofa para una imposible despedida:

“Sueño de tierra en vientos sacudido.

Árbol de paz en tarde fenecida.

Arista por mis ansias recorrida.

Presencia de la luz en el olvido”.

Así él, que nos deja sacudidos, en paz, recorridos de sus desvelos y luz intensa, faro inacabable en la memoria. Que en paz goce de una nube de banderas rojas, de pupitres y lápices y de todos los versos del mundo.

....................... Video: Manuel Parra Pozuela presentó la exposición Miguel Hernández, el el corazón, En el Corte Inglés.