EN LA CAÍDA
DE LA TARDE UN RECUERDO IMBORRABLE. RAMON PALMERAL EN ORIHUELA. VEINTINUEVE DE
OCTUBRE DE 2019
He vuelto una vez más a Orihuela. Frecuento mi pueblo, pero
sólo cuando la ocasión lo merece. Y mi amigo Ramón Fernández Palmeral,
Palmeral, se lo merece todo. Esta tarde he estado con él en un día memorable. Ramón
cuando habla, su acento no puede ocultar que viene de Andalucía, la que pudo
llamarse “Castilla la Novísima”, antes de retomar su origen secular de “Al
Ándalus”, y ser llamada así, Andalucía. Pero Ramón, sin dejar de lado su ser de
la tierra de los Califas, de Córdoba y de los reyes de Granada, de la tierra de García Lorca, y de la tierra de
Enrique Morente, de Paco de Lucía y de Carlos Cano, llegó un día a Alicante, e
hizo a Alicante toda suya, cuando vio que la “Cara del Moro le sonreía. Desde
lo alto de Aitana, a la Cruz de la Muela, ningún acento alicantino le será
ajeno. Y será todo suyo. Y también sus gentes. Y tan es así, que pensara, y nos
dirá que no está en ninguna parte:
“Aquí, en ninguna parte, en la nada,
estoy aquí, ¿no me ves?
soy la ausencia, quebrada de mis pies, suelto de
manos,
en el aire, en medio del aire, sobre el aire valiente,
y un olvido certero y airado,
bajo el cuchillo caníbal, rápido y caliente”.
Y es que tiene razón Palmeral en sus versos publicados en su
memorable libro “Antología Abierta”. Es tantas cosas, Ramón, que yo una vez
más, tengo que decir que mi amigo Palmeral, es un hombre del Renacimiento.
Pero Ramón, que ha escrito sobre tantos autores y poetas, es
fundamentalmente Hernandiano. Y un Hernandiano comprometido. Comprometido con la poesía de
Miguel Hernández, comprometido con su vida terrena, y comprometido con la
verdad de su historia.
“Miguel Hernández. El Poeta del Pueblo (Biografía en 40
artículos)” editado por ECU es el título de su último libro. El que hoy nos ha presentado. Sin
ambages: Es un libro fundamental para saber sobre Miguel Hernández y sus
circunstancias. No hay hombre sin circunstancias, y Ortega y Gasset con su
famosa frase no hizo más que confirmar una realidad. Yo creo que cuando una
madre nos trae al mundo, nos trae a un mundo de incertidumbres que hemos de
tener que llenar. Y vamos a encontrar, también,
contrariedades, frustraciones y malos momentos a todo lo que sin remedio
debemos superar y seguir en el camino, pues como dijo el gran poeta andaluz en
su Castilla eterna, “se hace camino al
andar”. Miguel Hernández vivió y sufrió mucho. Pero fue libre hasta el final.
Fue consecuente consigo mismo. Creo que es lo que hay que ser, eligiendo el
camino. Decía Zubiri que la libertad es “la potencia hecha posibilidad”.
A lo largo de sus 40 artículos, Palmeral nos va a contar toda
la vida de Miguel Hernández, de su juventud a sus primeros libros, a la época
de la guerra civil, a su proceso y a su muerte, acompañados de otros estudios del autor de libro que van desde La Cruz de la Muela, “el monte que domina Orihuela”, a las
conclusiones de un centenario en 2010.
Y es un libro que hay que leer. Yo que desde que he podido he
ido adquiriendo las biografías de Miguel Hernández, que al socaire de los
tiempos y de los estudiosos e investigadores de su vida, se han escrito, he comprobado que las mismas han
marchado por sendas sólo aparentemente coincidentes, y creo que los tengo casi
todos, y al leer los artículos de Palmeral, he visto como contiene más de una
corrección de esas biografías, guiada por la lógica y por las serias
investigaciones de Palmeral. Y creo que
Palmeral en más de una cosa que nos escribe, pone orden. Esclarecer la verdad
es misión del escritor e investigador. Como lo es de los Jueces, compartiendo
lo que es un deber sagrado.
Sin propaganda en absoluto, pero haciendo justicia, tarea que
conozco bien, hay que leer a Palmeral en sus 40 artículos.
Asistí a la memorable presentación en la Librería “Codex” de
Orihuela el día 29 de Octubre. Palmeral, hablo como siempre, con la sinceridad
salida de su noble alma, y entre otras cosas, evocó a Gaspar Peral Baeza. Y con
cariño y admiración. Yo conocí a Gaspar Peral de la mano de Palmeral. Estuvimos
con nuestro querido amigo y escritor oriolano Antonio Colomina Riquelme, en "La Torre de las Águilas”, una tarde larga y tierna de muchas horas. Allí, en su
inmenso archivo y biblioteca descomunal, parecía oírse al fondo la voz de
Miguel Hernández.
Esa voz, que nunca se apagara a pesar de su desgarradora
muerte.
Y Ramón Fernández Palmeral, Palmeral, fiel a sus sentimientos,
seguirá junto a Miguel:
“Hoy visito tu tumba en el alicantino cementerio,
heladas piedras recuerdan que aquí yace tu cuerpo,
Segué los cardos silvestres, los matojos secos y
los jazmines negros
tomé tus manos frías y las puse en mi pecho
y supe que no estabas muerto”.
Enhorabuena por tu nuevo libro, querido amigo.
Y como decís en Andalucía, no es el último, siempre habrá un
penúltimo.
Alicante, para Orihuela y para Ramón Palmeral, en la fecha,
ut supra, que decían los latinos.
JULIO
CALVET BOTELLA
Escritor y poeta oriolano
31 de octubre de 2019
Julio Calvet leyendo un poeta de Miguel Hernánde |
(José Luis Zerón, Juan José Sánchez Bañaguer, Julio Calvet, manoli García y Aitor Larrabide)