Sinopsis:
Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com
domingo, 31 de enero de 2010
“LA HIGUERA DE MIGUEL”
Asociación Cultural Orihuela 2m10
Actividad escolar enmarcada en el
Centenario de Miguel Hernández
“LA HIGUERA DE MIGUEL”
Con motivo de la conmemoración del Año Hernandiano y, puesto que el próximo 31 de enero se celebra el Día Mundial del Árbol, la asociación Cultural Orihuela 2m10 ha propuesto a los centros escolares de Orihuela, costa y pedanías, la realización de una actividad escolar multidisciplinar que consistirá en:
Plantar una Higuera en los Patios de todos los Centros Escolares.
Ya se han sumado a esta iniciativa los cuatro IES: Tháder, Las Espeñetas, Gabriel Miró, El Palmeral y los colegios Miguel Hernández, Virgen de los Desamparados, La Aparecida, Jesús María de San Isidro, Guardería Infantil El Palmeral, Villar Palasí y el colegio Antonio Sequeros.
Deseamos que las raíces de las higueras se alimenten de la misma tierra que tanto amó Miguel.
Para más información abre el archivo adjunto.
Un cordial saludo,
Amparo Pomares
Secretaria de Orihuela 2m10
www.2m10.com
jueves, 28 de enero de 2010
"Imagen de tu huella" exposicion de artistas cubanos
Programa "Pasión por el poeta"
José Luis Ferris, estuvo ayer en el Consell Valencià de Cultura (CVC)
El biógrafo de Miguel Hernández afirma que Lorca le tenía alergia
José Luis Ferris subraya que se ha recuperado al símbolo de la izquierda, pero no al poeta
Foto de Manuel Molines
ALFONS GARCIA VALENCIA.- José Luis Ferris (Alicante, 1960) publicó en 2002 Miguel Hernández. Pasiones, cárcel y muerte de un poeta, la última biografía sobre el autor de Orihuela, del que se celebra este año el centenario de su nacimiento. "Recuperé al Miguel Hernández oculto bajo una hojarasca de etiquetas", explica el también poeta, que mientras espera la nueva edición actualizada de la biografía (Temas de Hoy), estuvo ayer en el Consell Valencià de Cultura (CVC) para limpiar la figura de Miguel Hernández de algunos de esos tópicos, como, pongamos por caso, su idílica relación con la generación del 27.
"Sufrió el desprecio de muchos intelectuales de la época, empezando por Federico García Lorca", aseguró Ferris a Levante-EMV. ¿Un ejemplo? El autor de Poeta en Nueva York dio "órdenes expresas de que no le dejaran entrar donde él acudía". El desprecio era literario y personal, afirma. "Lorca tenía alergia a Miguel Hernández, porque no soportaba a los rústicos, a aquellos que no se cuidaban y no mostraban un aspecto burgués. No soportaba sus pantalones de pana. Luis Buñuel contaba que a él no dejó que lo acompañara a una visita por no llevar corbata", asevera el experto.
En el terreno poético, Lorca era el epicentro en Madrid, abunda, "y Miguel llega lleno de vitalidad y llamaba la atención sin hacer nada. Eso causó también cierta manía, aunque no por su obra, aun no difundida". Incluso se puede hablar de una alergia política, apunta el biógrafo, porque durante la Guerra Civil "Rafael Alberti quiere ser el poeta del pueblo y realmente lo era Hernández".
Después de su muerte en 1942 vino el silencio y la ocultación, asegura, su "infravaloración" como poeta. Tanta que, después de los 50, cuando lo rescatan, incluso su mujer, Josefina Manresa, se sorprende. Pero esta reivindicación, lamenta Ferris, es sólo "como símbolo de la izquierda". Y así, "en los 70, se elige lo más beligerante de su obra y no lo mejor construido. Aún hay aspectos del Miguel Hernández poeta que están por recuperar", sentencia.
El filólogo elogia la organización del centenario y se aleja de la postura de la familia: "Dicen que no se cuenta con ellos, pero se han desmarcado más ellos. No puede estar todo el mundo en contra de alguien, cuando eso pasa algún fallo debe de cometer éste".
miércoles, 27 de enero de 2010
Orihuela declara ilegítimo un informe municipal de 1939
Orihuela declara ilegítimo un informe municipal de 1939 que se usó para condenar a Miguel Hernández
«Dí a mi padre que vea a don Luis Almarcha y le pida un documento sobre mi conducta anterior a la guerra, si es posible firmado, además de por él, por algunas otras personas más... También sería oportuno otro del Ayuntamiento de Orihuela». Así escribía Miguel Hernández a su esposa, Josefina Manresa, el 8 de agosto de 1939. Lo que no sabía entonces el poeta, encarcelado, era que el informe del Ayuntamiento de su pueblo ya estaba hecho días antes y en él ni mucho menos se le intentaba ayudar a lo que él pretendía, anular su condena. En el texto firmado por el alcalde oriolano el 14 de julio de 1939 se decía que la actuación del escritor en la ciudad desde la proclamación de la República había sido «francamente izquierdista, más aún marxista, incapaz por temperamento de acción directa en ningún aspecto, pero si de activísima (sic) propaganda comunistoide».
El Ayuntamiento de Orihuela dio ayer un paso en la solicitada reparación de la memoria histórica de Miguel Hernández y declaró ilegítimo este informe a propuesta de Los Verdes. Sólo el grupo de Centro Liberal Renovador se abstuvo por una discrepancia en la terminología que muchos no entendieron debido a que se trataba de un gesto simbólico por parte del Consistorio que en su día pudo haber contribuido a condenar a quien es ahora uno de sus más ilustres ciudadanos. El concejal de Los Verdes Manuel Culiáñez, encargado de defender la moción, aseguró que lo que pretendía era «reparar esa injusticia» ya que sólo se habla de ideas y propaganda y nunca de una conducta fuera de lugar. En todo caso, indicó que este informe solicitado por el juzgado especial de la prensa, fue clave para la condena de Miguel Hernández primero a muerte y después conmutada a cadena perpetua por la mediación de Luis Almarcha, canónigo de la Catedral del Salvador.
«Lo que queremos es que ningún oriolano tenga que sufrir esto», aseguró Culiáñez, quien contó con el apoyo tanto del grupo popular como del PSOE, cuya edil Ana Mas replicó a Mancebo diciéndole que desde la perspectiva de la ética, el declarar ilegítimo el texto era perfectamente correcto.
«Dí a mi padre que vea a don Luis Almarcha y le pida un documento sobre mi conducta anterior a la guerra, si es posible firmado, además de por él, por algunas otras personas más... También sería oportuno otro del Ayuntamiento de Orihuela». Así escribía Miguel Hernández a su esposa, Josefina Manresa, el 8 de agosto de 1939. Lo que no sabía entonces el poeta, encarcelado, era que el informe del Ayuntamiento de su pueblo ya estaba hecho días antes y en él ni mucho menos se le intentaba ayudar a lo que él pretendía, anular su condena. En el texto firmado por el alcalde oriolano el 14 de julio de 1939 se decía que la actuación del escritor en la ciudad desde la proclamación de la República había sido «francamente izquierdista, más aún marxista, incapaz por temperamento de acción directa en ningún aspecto, pero si de activísima (sic) propaganda comunistoide».
El Ayuntamiento de Orihuela dio ayer un paso en la solicitada reparación de la memoria histórica de Miguel Hernández y declaró ilegítimo este informe a propuesta de Los Verdes. Sólo el grupo de Centro Liberal Renovador se abstuvo por una discrepancia en la terminología que muchos no entendieron debido a que se trataba de un gesto simbólico por parte del Consistorio que en su día pudo haber contribuido a condenar a quien es ahora uno de sus más ilustres ciudadanos. El concejal de Los Verdes Manuel Culiáñez, encargado de defender la moción, aseguró que lo que pretendía era «reparar esa injusticia» ya que sólo se habla de ideas y propaganda y nunca de una conducta fuera de lugar. En todo caso, indicó que este informe solicitado por el juzgado especial de la prensa, fue clave para la condena de Miguel Hernández primero a muerte y después conmutada a cadena perpetua por la mediación de Luis Almarcha, canónigo de la Catedral del Salvador.
«Lo que queremos es que ningún oriolano tenga que sufrir esto», aseguró Culiáñez, quien contó con el apoyo tanto del grupo popular como del PSOE, cuya edil Ana Mas replicó a Mancebo diciéndole que desde la perspectiva de la ética, el declarar ilegítimo el texto era perfectamente correcto.
Miguel Hernández recibirá el homenaje que se merece de su Madrid
El escritor procedente de Orihuela siempre consideró a Madrid como su casa ‘Eres mi casa, Madrid: mi existencia’ escribió el genial autor. Madrid se dispone a agradecérselo hermanada con Orihuela y todas las ciudades que se quieran unir.
26/01/2010 SosiedadDigital.
La Comisión que dirigirá los actos de homenaje a Miguel Hernández se ha puesto ya en marcha para devolverle el cariño que siempre demostró hacia la ciudad de Madrid. El Círculo de Bellas Artes de Madrid ha acogido la primera reunión de la comisión en homenaje al poeta y que durante un año dedicará sus esfuerzos a recordar la memoria y obra del genial poeta y escritor.
Representantes de varias instituciones culturales y educativas se han reunido en torno al presidente de la comisión, Antonio Albarrán Cano y el Secretario General del Círculo de Bellas Artes, Ignacio Amestoy. Para el presidente de la Fundación de amigos del poeta y patrono de la Fundación Cultural Miguel Hernández, Francisco Esteve, es muy importante que Madrid le dedique este homenaje porque es allí ‘donde el poeta encontró el apoyo necesario para desarrollar su producción literaria y donde desarrolló su compromiso en defensa de la justicia y de la libertad’. Seguramente, según Esteve ‘si no hubiera salido de Orihuela hoy no estaríamos hablando de él’ porque es Madrid donde consigue despegar como persona y desarrollar todo su potencial creativo.
La primera actividad programada para homenajear al poeta se llevarán en el propio Círculo de Bellas Artes, en el que estarán, entre otros, cantautores como Luís Pastor o Esmeralda Grao. En Mayo llegará la llamada ‘Ruta hernandiana’ con visitas organizadas a los lugares que marcaron la vida y obra del autor, pensiones donde residió, monumentos, e incluso a los antiguos penales de Torrijos y Conde de Toreno, donde permaneció preso.
Entre el resto de actividades que ya están programadas se encuentran también estrenos teatrales de sus obras, exposiciones itinerantes, recitales de su obra, e incluso un concurso de graffiti y el reparto de 5.000 libros gratuitos.
26/01/2010 SosiedadDigital.
La Comisión que dirigirá los actos de homenaje a Miguel Hernández se ha puesto ya en marcha para devolverle el cariño que siempre demostró hacia la ciudad de Madrid. El Círculo de Bellas Artes de Madrid ha acogido la primera reunión de la comisión en homenaje al poeta y que durante un año dedicará sus esfuerzos a recordar la memoria y obra del genial poeta y escritor.
Representantes de varias instituciones culturales y educativas se han reunido en torno al presidente de la comisión, Antonio Albarrán Cano y el Secretario General del Círculo de Bellas Artes, Ignacio Amestoy. Para el presidente de la Fundación de amigos del poeta y patrono de la Fundación Cultural Miguel Hernández, Francisco Esteve, es muy importante que Madrid le dedique este homenaje porque es allí ‘donde el poeta encontró el apoyo necesario para desarrollar su producción literaria y donde desarrolló su compromiso en defensa de la justicia y de la libertad’. Seguramente, según Esteve ‘si no hubiera salido de Orihuela hoy no estaríamos hablando de él’ porque es Madrid donde consigue despegar como persona y desarrollar todo su potencial creativo.
La primera actividad programada para homenajear al poeta se llevarán en el propio Círculo de Bellas Artes, en el que estarán, entre otros, cantautores como Luís Pastor o Esmeralda Grao. En Mayo llegará la llamada ‘Ruta hernandiana’ con visitas organizadas a los lugares que marcaron la vida y obra del autor, pensiones donde residió, monumentos, e incluso a los antiguos penales de Torrijos y Conde de Toreno, donde permaneció preso.
Entre el resto de actividades que ya están programadas se encuentran también estrenos teatrales de sus obras, exposiciones itinerantes, recitales de su obra, e incluso un concurso de graffiti y el reparto de 5.000 libros gratuitos.
"Miguel Hernández y yo" de Paco de Díe
Acabo de recibir el estupendo libro "Miguel Hernández y yo" de Francisco de Díe, que acaba de editar la Fundación Cultural Miguel Hernández. Orihuela. 2010. Introducción y selección de textos de Francisco de Díe y Rogel (hijo de Paco de Díez) y Edición y presentación de Aitorl L. Larrabide. Cotiene ilustraciones de Paco de Díe. Computo de 124 páginas. Mangífica encuadernación de Espagrafic. Depósito Lega: A-1106-2009
lunes, 25 de enero de 2010
El soneto "El Nazareno". ¿Realidad o ficción?.-
El soneto El Nazareno. ¿Realidad o ficción?.-
Por Manuel-Roberto Leonís Ruiz
Anoche viví entre la convulsión y la pasión de mi corazón la caudalosa, nutrida, ardentísima, procesión de la Hermandad del Silencio con su excelso paso del Stmo. Cristo del Consuelo(esculpido por José Puchol en 1795) entre sombras, penumbras y rayos de luz de dos filas de fanales que colgaban de las manos de los cofrades, iban con sus vestiduras marrones fraileñas, de vez en cuando barría el silencio un golpe seco de timbal o el tétrico y grave sonido de una bocina. Qué tiene eso de peculiar -se preguntará el lector - un hecho que tiene lugar con periodicidad anual. Lo voy a aclarar: Ante quienes estábamos expectantes y sobrecogidos por tal solemnidad, nos sorprendió enormemente ver que un nazareno descalzo que cargaba una cruz, salió del caudal procesional de penitentes hábitos capuchinos que transcurre entre sombras y etéreos y asustadizos destellos, rompió nuestra fila y apoyó –con mucho cuidado- el denso madero sobre la pared, todos quedamos absortos mirándole, esperando averiguar por qué había hecho algo tan inusitado y excepcional, acto seguido, sacó de su bolsillo interior un cuaderno y un lápiz y estuvo un corto espacio de tiempo escribiendo –durante el cual- el resto que ocupaba mi fila volvió a mirar la procesión, mas yo, no pude resistir la atracción que sentía por aquel nazareno y lo que estaba haciendo, cuando dejó de escribir rasgó la hoja y la dejó caer, caía muy lentamente con un pequeño balanceo..., –como si fuese una diminuta pluma de ave- cuando acabó su caída -en ese mismo instante- como tres voces unísonas y disonantes, partieron el silencio: un golpe seco del timbal, el sonido grave de la bocina, y el chispazo extrañísimo que produjo la hoja cuando tocó el suelo. El enigmático nazareno con sus grandes manos tomó su cruz y se encaminó hacia un escaparate penetrándolo sin romperlo y allí desapareció. Yo asombrado -inclusive vacilante- prendí intrepidez suficiente para ir a recogerlo y lo arrebujé en el bolsillo.
Esta mañana he despertado con un fuerte sobrecogimiento en mi costado izquierdo, he cogido el espray y bajo la lengua por dos veces he pulverizado su líquido que alivia el gasto cardiaco y, tras haber permanecido un minuto inmóvil, he tomado la hoja escrita que estaba sobre mi mesilla, era –sin duda- la que recogí del suelo anoche -al instante- en ella he reconocido el soneto EL NAZARENO.
Lo insólito, insondable, arcano es, que anoche no era Jueves Santo, sino lunes 28 de marzo de 2005, (a las 5:30 se cumplía el Sexagésimo cuarto aniversario de la muerte de Miguel Hernández). Me pregunto: ¿Acaso no puede ser que la fuerza atávica, impenitente hacia su tierra y la inmensa devoción cristiana a su Patrono, que sin duda sentía Miguel, le hayan hecho volver del más allá introduciéndose en mi sueño, cumpliendo una fehaciente realidad, si no es así. ¿Será quizá una premonición, de un deseo que en vida tuvo Miguel?. Cómo explicar que estuviese sobre mi mesilla el papel de puño y letra, rúbrica y fecha del propio poeta que canta así:
EL NAZARENO.-
SE HORRORIZAN los ancianos, se conmueven las doncellas
enseñando las pupilas tras los mantos y los velos
anegadas por el llanto. Y las masas por los suelos
caen mostrando, de temores y dolor en la faz, huellas.
Enmudecen los clarines, no se escuchan las querellas
y tristísimas saetas, ni la voz de los abuelos
que pidiendo van por Cristo. Y en el rostro de los cielos
como lágrimas enormes se estremecen las estrellas.
Reina un hórrido silencio que es tan sólo interrumpido
por redobles de tambores y algún lúgubre gemido
que se sube hasta los labios de un pecho de fe lleno...
Y entre mil encapuchados con mil llamas de mil cirios,
con las carnes desgarradas aún más pálidas que lirios
y la cruz sobre los hombros, cruza, humilde, el Nazareno.
Miguel Hernández(1930).
(28 de marzo de 2005).
RAMÓN SIJÉ- MIGUEL HERNÁNDEZ: UNA RELACIÓN MITIFICADA
RAMÓN SIJÉ- MIGUEL HERNÁNDEZ: UNA RELACIÓN MITIFICADA
Por Eutimio Martín
Universidad de Provenza
A Ramón Pérez Álvarez que tan generosamente me ha abierto su archivo.
Biógrafos y exégetas de Miguel Hernández han insistido tanto sobre la importancia de su relación con Ramón Sijé, han acentuado hasta tal punto la influencia del segundo sobre el primero que se impone en la bibliografía hernandiana un detenido examen de tamaño ascendiente. Es tarea ésta tanto más ineludible cuanto que sin Ramón Sijé -según sus panegiristas- Miguel Hernández no figuraría en los manuales de literatura.
Paradigmática es, a este respecto, la opinión de Vicente Ramos para quien Sijé «hombre de excepcional talento, clarísima y rápida intuición, fabulosa asimilación y asombrosa capacidad intelectual»1 fue «el verdadero revelador de la gigantesca personalidad poética de Miguel Hernández, y no sólo descubridor, sino su guía, su Virgilio, su hermano espiritual»2.
En una palabra: Miguel Hernández ha de ir arropado por Ramón Sijé, como hechura suya que es. Ahora bien, el análisis de los escritos, públicos y privados, de uno y otro más bien nos inducen a opinar lo contrario: sin Miguel Hernández, Ramón Sijé no perviviría hoy más que en el nomenclátor callejero de la ciudad de Orihuela. Si Virgilio hubiera sido efectivamente Sijé para Hernández, si éste último hubiera aceptado a ciegas su guía, hubiera quedado para siempre extraviado en la selva oscura de la más ramplona mediocridad literaria. Porque, lejos de revelarle su «gigantesca personalidad», el presunto Virgilio le había fijado como meta literaria e ideológica asegurar el relevo de Gabriel y Galán. E intelectualmente lo tenía predestinado a la mísera condición de acólito de una permanente ceremonia de la teocracia en la que él, Ramón Sijé, oficiaba de Sumo Sacerdote.
La hagiografía de Ramón Sijé
El relato de las hazañas intelectuales de Ramón Sijé comienza en la niñez cuando, a los 12 años, gana un certamen literario a escala nacional. La leyenda ha llegado hasta estos mismos días en que conmemoramos el cincuentenario de la muerte del poeta. En el catálogo de la exposición «Miguel Hernández, poeta», que acompaña a la celebración del I Congreso Internacional cuyas actas tiene el lector en sus manos, leemos (págs. 59-60):
En marzo de 1926 -contando con sólo 12 años de edad— consigue José Marín un premio por su artículo «España, la de las gestas heroicas», que aparece publicado en el número 41 de la revista madrileña Héroes, convocante de este concurso literario en homenaje a los aviadores participantes en la hazaña del «Plus Ultra». Esta precoz activida literaria (...).
En efecto, firmado por Pepito Marín Gutiérrez, acompañado de su foto y con la mención «doce años» aparece en la citada revista el artículo mencionado. Pero este trabajo no suponía precocidad ninguna porque se trataba de un concurso en el que, según rezaban sus bases, solamente podían participar «los niños españoles e hispanoamericanos menores de dieciséis años». El envío del retrato formaba parte de los requisitos exigidos para la admisión de originales. El niño Pepito Marín mereció los honores de la cláusula 7.a: «La Redacción seleccionará los trabajos que reciba e irá publicando los que crea dignos de ello, con los retratos de sus autores». Quizá se hubiera llevado el premio pero lo cierto fue que no hubo fallo, probablemente por falta de candidatos (solamente otro niño de 12 años -otro Pepito- aparece como concursante en el n.e 42 del 30 de abril. A partir del n.Q 43 ya no se habla más del concurso de marras y ni siquiera se publica el cupón para participar en él).
Bajo el signo de la precocidad se nos presenta igualmente su carrera universitaria. Manuel Molina -por no citar más que a uno de los más facundos cronistas hernandianos escribe: «A los diecinueve años era ya abogado»3. No es lo que consta en el expediente académico del alumno de la Facultad de Murcia José Marín Gutiérrez: terminó la carrera en enero de 1935, el mismo año de su muerte. La muerte brutalmente súbita del joven Sijé, recién cumplidos los 22 años, provocó un caudal irrestañable -aún hoy día-de delirio laudatorio que más tiene que ver con la mística que con la crítica literaria. Su amiga, la futura Académica de la Lengua, Carmen Conde, lamentó una pérdida literaria que equiparó a la de Gabriel Miró: «Gabriel Miró se ha muerto otra vez». Carmen Conde tampoco se paraba en barras a la hora de ensalzar las cualidades humanas del amigo difunto y tras proyectar sobre él la imagen del mismo Jesucristo
Al pie de Jesús, sólo, en su monte de los Olivos de Orihuela, Ramón Sijé aprendió cosas sublimes,
le atribuía un interlocutor que no suele estar al alcance del escritor medio: el Espíritu Santo:
(...) con una mirada de locura sostenida, impávida que era su denuncia ante el Espíritu Santo4.
Aún en 1987 el catedrático Jesús Alda Tesan vuelve a traer a colación, a propósito de Ramón Sijé, a Cristo redentor extrañándose de que en la muerte de su amigo «no tembló la tierra ni se produjo ningún fenómeno catastrófico»5.
Hasta 1973 los escritos de Ramón Sijé no fueron conocidos más que por un estrecho círculo de allegados, paisanos suyos. En este año el Instituto de Estudios Alicantinos publicó el ensayo, hasta entonces inédito, La decadencia de la flauta o el reinado de los fantasmas, y el Ayuntamiento de Orihuela la edición facsímil de la revista El gallo crisis a cargo de José Muñoz Garrigós. El profesor Muñoz Garrigós editó también -en 1987- una recopilación del resto de la obra, dispersa en periódicos y revistas, la mayoría locales o regionales. Entretanto, en 1985, José A. Sáez Fernández publicaba una colección crítica de Textos sobre Ramón Sijé6.
Cabe preguntarse cómo se ha tardado tanto en poner al alcance del lector medio el corpus textual y la crítica suscitada por un autor que goza de una consideración tan insólita. Recuérdese que el propio Miguel Hernández inició las primeras gestiones para editar la obra de su amigo inmediatamente después de su fallecimiento. Valedores -y de talla- no le faltaban. En el seno de la todopoderosa Iglesia Católica de la época franquista, el entonces obispo de León y capitoste del Régimen, Luis Almarcha escribió al abogado oriolano Antonio García-Molina la siguiente carta fechada en León, 14 de febrero de 1961:
Muy estimado amigo: la revisión-de la obra de Sijé produce la impresión esperada. Victoriano Crémer, uno de los mejores poetas actuales ha publicado en radio León las adjuntas cuartillas. El chantre de la catedral, Luis López Santos, director del Instituto de C.M. y Director del Centro de Estudios e Investigaciones San Isidoro me acaba de dar su buena impresión y cree que debe publicarse. Hace falta un ajustamiento de la copia con el original pues hay errores de copia. Veré de conseguir un estudio muy necesario por marcar esta obra un momento muy interesante de la literatura española. Conviene reunir todo el material publicado e inédito de Sijé. Decidme vuestras impresiones y propósitos a fin de concordar con este grupo de literatos la colaboración que convenga.
Ignoramos por qué razones hubo que esperar aún 12 años para que el proyecto comenzara a llevarse a cabo. Lo importante es que hoy estamos ya en condiciones de emitir un juicio pertinente sobre la obra del infortunado oriolano para poder hablar, con conocimiento de causa, de su impacto sobre Miguel Hernández. Por mi parte, tengo que agradecer, además, a Ramón Pérez Álvarez el acceso a la documentación que obra en el archivo Ramón Sijé, en posesión de José Torres López, su cuñado y albacea literario.
El problema de fondo ideológico
Vicente Ramos y José Garrigós han utilizado también el archivo Torres López y conocen, obviamente, todos sus documentos. Ni uno ni otro admiten que Sijé profesara ideas ultraconservadoras. Vicente Ramos afirma no haber «encontrado ningún texto de Ramón Sijé, que pruebe la más leve inclinación en favor de las teorías fascistas» (pág. 76); muy al contrario: «siempre mantuvo una postura democrática» (pág. 75). Refuerza Muñoz Garrigós la posición de V. Ramos arremetiendo contra los que no comparten su veredicto: «algunos de los que han creído haber descubierto la clave de la ideología de Sijé han cometido los errores más abultados, y han dicho las sinrazones más sorprendentes y menos justificadas» ya que «existen discrepancias entre su propuesta [de Sijé] y las que mantenían Giménez Caballero y Ramiro Ledesma» (pág. 76)7.
Pasemos por alto la endeblez de tal argumento: por esa misma regla de tres habría que eximir a Ramiro Ledesma o a José Antonio Primo de Rivera de toda etiqueta fascista dada la feroz enemistad personal y política que mediaba entre ambos. Los tiros del profesor Muñoz. Garrigós van contra sus colegas Cecilio Alonso y Agustín Sánchez Vidal. Al primero le bastó la lectura de los seis números de El Gallo Crisis para poner de relieve un «fascismo inconsciente» por parte de Sijé. Sánchez Vidal abuda en el mismo sentido cuando lo sitúa «en los aledaños del fascismo»8. Es para preguntarse si quienes sostienen tesis tan opuestas han leído los mismos textos.
Nuestra intención con el presente trabajo es reforzar la tesis de los profesores Alonso y Sánchez Vidal, añadiendo a lo ya dicho por ellos que Ramón Sijé no se contentó con ser un filofascista teórico sino que fue fascista militante, camarada reconocido de Ernesto Giménez Caballero. Y, lo que a nosotros más nos importa, que, aprovechándose de su ascendiente socio-editorial sobre Miguel Hernández y en condiciones éste último de mínima resistencia por las circunstancias de crisis personal que atravesaba, le contagió su ideología ultraconservadora. Cuando Miguel Hernández se apercibió de que por la vía del nacional-catolicismo se negaba a sí mismo, como hombre y como escritor, rompió para siempre con amigo de tan nefasta compañía. En realidad, nada les unía salvo una misma conciencia de la propia valía intelectual y una férrea determinación a conseguir el estatus social de escritores a que sus capacidades literarias les hacía acreedores.
Una situación desesperada
En carta del 30 de mayo de 1933, desde Orihuela, Hernández le hace una sorprendente confesión a Federico García Lorca: «Soy, sin ser nada, comunista y fascista». El confusionismo ideológico en que se debate viene agravado por una desesperante impotencia cultural: «No puedo leer por no tener libros, escribir por no leer». García Lorca establecería, sin duda, una relación de causa a efecto entre esta carta y la recibida mes y medio antes, el 10 de abril, también desde Orihuela: «en mi casa soy el cristo de los cinco sampedros: me niegan la mitad del pan; me niegan, padre y madre y tres hijos, como hijo de aquéllos, como hermano de éstos; les avergüenza el que haga versos (...) le \ escribo esto desesperado, desesperado».
La desesperación, en realidad, ha hecho presa en él desde la vuelta, con las orejas gachas, de su primer viaje a Madrid, el 19 de mayo de 1932. Durante el verano de este año 1932 sale lo menos posible a la calle. Apenas le ven los Fenoll en la tahona. Hasta Sijé tiene que ir al huerto de donde se empeña en no salir. Y cuando su amigo Pepito se ausenta de Orihuela en el mes de agosto para asistir a un campamento universitario, Miguel le comunica su profundo desaliento:
Querido Sijé poeta: te escribo en donde he recibido tu carta al mediodía: en nuestro huertecillo (...) Como casi siempre estoy melancólico. Como casi siempre: solo. (...) No he salido de mi huerto desde que te fuiste. No he visto un periódico. Me avergüenza ir por Orihuela con mi vieja y señera y vieja indumentaria.
La carta está escrita en renglones ondulados que obligan a los ojos del lector a seguir un movimiento de ola. No puede ser accidental este curioso trazado. ¿Quiere significar con ello que envía un verdadero mensaje de náufrago? ¿Le recuerda sus apremiantes deseos de evadirse de Orihuela solicitando el cumplimiento del servicio militar en la marina?
Sijé, en todo caso, debió de sentirse doblemente halagado: por el vacío que causaba su ausencia y por el título de poeta que le otorgaba, con evidente generosidad, su desmoralizado amigo. Esta concesión, a todas luces injustificadas, traslucía un mal disimulado oportunismo. Miguel halagaba sin recato a quien, desde su regreso a Orihuela, se había convertido en su agente literario. Sin su emprendedor amigo -bien relacionado-Miguel estaba condenado a contentarse con publicar en la prensa provinciana. Pero esta etapa ya la ha dado por definitivamente clausurada. Ahora lo que le interesa es alcanzar una audiencia nacional e integrarse en la nómina de poetas españoles de la manera más eficaz: publicando un libro. Y sin los buenos oficios de Ramón Sijé este objetivo está fuera de su alcance. Sijé ha comenzado de hecho a desempeñar este cometido con tanto interés como eficacia. El 10 de julio de 1932 «el periódico La Verdad de Murcia insertaba la siguiente gacetilla:
UNA GRATA VISITA
El otro día estuvo en nuestra redacción el poeta oriolano Miguel Hernández. Es muy joven: los años de su niñez los pasó cuidando cabras; hace muy bellos versos y quiere ser marino «para cantar al mar».
Le acompañó en su silencio de breñal el culto escritor Ramón Sijé, también oriolano y joven, que nos contó la vida interesante del poeta y nos dio un recital de sus versos. Una visita de grato recuerdo.
En la misma página nos enteramos de la razón de la visita:
La revista Sudeste (...) nos anuncia la inmediata edición (...) de una recopilación de poesías del joven poeta oriolano Miguel Hernández.
No podía pasar desapercibido al lector de La Verdad el extraño dúo que forman los dos oriolanos: uno no abre la boca y el otro habla por los dos. Miguel Hernández, atrincherado «en su silencio de breñal», ni siquiera recita sus propios versos. Diríase un explorador, Ramón Síjé, presentando en la redacción de un periódico al abominable hombre de las nieves que ha descubierto con un cuaderno de versos bajo el brazo. ¿Timidez o comedia, por parte del poeta? Porque Hernández -mucho menos ingenuo de lo que se nos quiere hacer creer- no desdeñará para el logro de sus ambiciones literarias sacar a relucir, cuando lo considere propagandísticamente provechoso, una condición de pastor de la que huye precisamente.
Perito en lunas no salió de las prensas de La Verdad (donde se tiraba también Sudeste y su colección de poesía) hasta enero de 1933 porque periódico e imprenta fueron clausurados por la censura desde el 10 de agosto hasta el 7 de octubre como consecuencia de la sanjurjada. Cuando reapareció acusó al gobierno de abuso de poder y clamó su inocencia en un amplio editorial exculpatorio. Ignoramos si las sospechas gubernamentales de apoyo al fallido pronunciamiento de Sanjurjo estaban fundadas o no. Lo cierto era que el periódico de Murcia, como El Pueblo de Orihuela donde Miguel se estrenó como poeta, era órgano de los Sindicatos Católicos. Pero La Verdad no disimulaba una tendencia antisemita y profascista9 que no debía incomodar mayormente a Ramón Sijé. Por fuerza tenía que desteñir sobre el autor de Perito en lunas la ideología totalitaria de sus padrinos literarios. Más aún, su desamparo afectivo y el desvalimiento económico le inducirán a pedir al canónigo Luis Almarcha, sin resultado, una recomendación, el 10 de octubre de 1932, para ponerse al servicio de Gil Robles ingresando en la escuela de periodismo de El Debate.
La militancia fascista de Ramón Sijé
Hay que reconocerle a Ramón Sijé innegables dotes de niño prodigio en su precocidad fascista de signo católico. Junto con Giménez Caballero se merece el título de pionero del nacional-catolicismo o teocratismo, el único fascismo viable en España, como se demostró a su tiempo. Precisamente la amistad o relación Sijé-Hemández nace con la primera andadura netamente totalitaria de Sijé: el periódico Voluntad. ¿Cuándo y cómo se conocieron? En un manuscrito inédito el propio Ramón Sijé contesta a esta pregunta:
¿Cuándo conocí a Miguel Hernández? Primero un vago recuerdo, luego una fecha cierta, más tarde una franca amistad.
1 °) Un vago recuerdo: tiempos borrosos del colegio.
2.º] Una fecha cierta: «Voluntad», el pastor poeta. ¡Tengo quince años y soy redactor-jefe (...)!
3.º] Una franca amistad: «Destellos» (...) El poeta viene a mi casa. Intercambio de lecturas y conversaciones10.
El nº 1 del periódico Voluntad lleva la fecha 15 de marzo de 1930. Ramón Sijé falleció el 24 de diciembre de 1935. La relación entre ambos, por consiguiente, no cumplió los seis años. Miguel Hernández redondea excesivamente la cifra cuando en enero de 1936 le habla a Juan Guerrero Ruiz de la muerte de su «hermano hace diez años». El impacto emocional del trágico suceso le lleva a desorbitar tanto la duración de la relación como su intensidad afectiva. Nadie mejor que el propio Juan Guerrero Ruiz sabía que la amistad entre Hernández y Sijé tenía muy poco de fraterna ya que mal puede calificarse de fraterna una amistad en la que no se comparte la misma actitud vital ni la misma ética. Es lo que ocurría desde junio de 1935 en que Miguel declara tajantemente * al Cónsul General de la poesía:
(...) ni tengo nada que ver con la política católica y dañina de Cruz y Raya, ni mucho menos con la excerbada y triste revista de nuestro amigo Sijé.
En el último número aparecido recientemente de El Gallo Crisis sale un poema mío escrito hace seis o siete meses: todo en él me suena extraño. Estoy harto y arrepentido de haber hecho cosas al servicio de Dios y de la tontería católica (...) estaba mintiendo a mi voz y a mi naturaleza terrena hasta más no poder, estaba traicionándome y suicidándome tristemente11.
¿Sobre qué bases podía cimentarse el menor asomo de auténtica amistad? Jesús Poveda concluye en buena lógica el testimonio de su amistad con Sijé: «Yo era y soy de izquierdas, y él lo fue de derechas, muy católico, apostólico y romano. (...) Cuando Sijé muere, finalizando el año 35, yo estaba ya bastante distanciado de él, al extremo de que a veces nos saludábamos en la calle y a veces no. A Miguel le pasó lo mismo» (subrayado por nosotros)12.
Voluntad fue una publicación quincenal de la que probablemente no aparecieron más que doce números (el duodécimo y último que hemos podido consultar lleva la fecha de 31 de agosto de 1930). La cabecera muestra ya en el propio título una agresividad sospechosa: los caracteres góticos de Voluntad adoptan en la L y la T la forma de sendas espadas. Para esta empresa, de indudable signo bélico, su joven capitán, el redactor-jefe José Marín (aunque no tenga 15 años -como él dice- sino 16 bien cumplidos) adopta, como nombre de batalla el anagrama Ramón Sijé. El hallazgo de «Sijé» (alma, en griego) dentro de su propia identidad civil le produce tal satisfacción (su nombre parece abocado a ser alma de toda empresa) que eleva el seudónimo a la categoría de heterónimo: el propio Miguel Hernández debe escribirle no a nombre de José Marín sino de Ramón Sijé, aunque con ello dificulte el cartero su cometido.
José Marín se fundirá en su anagrama (la lápida de su tumba reza escuetamente: SIJÉ) y no admitirá jamás en actividad alguna de equipo ningún papel secundario. Ramón Sijé se considerará siempre un jefe nato y obrará en consecuencia. Voluntad será el primer banco de prueba de su vocación de mando.
No se ha matriculado aún en la universidad (cursará primer año de derecho a partir de octubre de 1930) y ya se erige en líder de la juventud seria («ajena a juegos e insensateces») de Orihuela para prepararla «a la vida pública». El editorial del n.s 1 (firmado La Redacción pero escrito por su redactor-jefe) hace alarde de «VOLUNTAD tenaz e inquebrantable» para jutificar el título. Y, obviamente, no es de derechas ni de izquierdas: políticamente «no pertenecemos a bando alguno».
Nunca la extrema derecha consideró (la siempre derecha, tampoco) que hacer política ultraderechista sea hacer política: los fascistas «hacen patria». Su único programa: la violencia contrarrevolucionaria. Ante la agitación universitaria de finales del curso 1929-30, Ramón Sijé (que, no lo olvidemos, no es universitario todavía) propugna la dialéctica de la estaca:
A la famosa Constitución del 12, al enumerar los derechos de los españoles (...) le faltó una cosa. ¿La adivináis? Pues el derecho a la estaca. (...) ¿Qué quieren los estudiantes? ¿Una España o un caos? (N.9 5, 15-V-1930).
Conviene no perder de vista que quien así saca el pecho mide 1'62, no llega a 50 kilos de peso y que los 74 cm. de perímetro torácico le van a librar de la mili.
O, quizá por eso. ¿Hasta qué punto no pretendía con su exhibicionismo intelectual compensar la endeblez de un cuerpo canijo afectado de macrocefalia. En este descabala-miento fisiológico precisamente va a encontrar la justificación de su propia genialidad. A propósito de Gabriel Miró, escribe:
(...) estaba enfermo, gravemente enfermo de genialidad. Y el genio, -como ha dicho Gustavo Pittaluga- es consecuencia de la suma de determinados «defectos bioquímicos». El genio nace de un desequilibrio (...) de una facultad predominante y de otras facultades defectuosas (...) «el poder creador» es hijo de una falta, de una pérdida de factores fisiológicos, llamados por los biólogos «factores epistáticos»13.
«Voluntad no se define» remacha el editorial del 30-IV-1930. Y añade que su objetivo no es otro que preparar a «la juventud que va a entrar de lleno en la vida de Orihuela» para conseguir una «Orihuela nueva, feliz, sana». Aunque, eso sí, se puntualiza el 30-V-1930, «tenemos muchas ideas cristianas cimentadas en una educación sin límites. Escrita por y para «quienes vamos a ser el porvenir de España» (15-V-1930) no disimula Sijé su pretensión de erigirse en unificador de las derechas oriolanas:
LAS «FUTURAS» DERECHAS ORIOLANAS
Las derechas oriolanas no se han formado, están por formarse (...) No basta ser derechista, ser buen católico. (...) Católicos, gracias a Dios, hay en Orihuela. Derechas, no. (30-V-1930).
Y ¿bajo qué bandera propone Voluntad que deben unirse las derechas oriolanas? Bajo la albiñanista. En este mismo artículo Voluntad propone que cuando José María Albiñana venga a Orihuela, las derechas oriolanas tengan la valentía de «salir a la calle, proclamarse derechista y luego acompañar al derechista más derechista español». Porque, concluye sin apelación posible: «o eres de las derechas o de la acera de enfrente».
El médico valenciano acababa de fundar, en abril de 1930, el Partido Nacionalista
Español. Sus huestes se denominaban «legionarios de España» (sus primeros adeptos
fueron excombatientes del Tercio Extranjero) y en el manifiesto programa del PNE se
definían como «el voluntariado ciudadano con intervención directa, fulminante y expeditiva en todo acto atentatorio o despreciativo de la patria». Ramiro Ledesma Ramos, perito en la materia, calificó al albiñanismo de «gesticulación reaccionaria, al servicio descarado de la aristocracia terrateniente y de los núcleos más regresivos del país». Y únicamente lo considera digno de «figurar en una historia del pintoresquismo político y picaresco de entonces»14. La mayoría de sus adeptos tiñeron de un azul menos celeste el uniforme paramilitar, guardaron la corbata negra y el saludo a la romana, cambiaron la cruz de Santiago por el yugo y las flechas y se pasaron a Falange Española cuando ésta se fundó, el 29 de octubre de 1933.
Miguel Hernández no contribuyó con su colaboración poética en Voluntad a la difusión del albiñanismo sino simplemente del «oriolanismo», es decir, del provincianismo más grotesco. No podía permitirse el lujo de despreciar ninguna plataforma y menos la que le brindaba Voluntad cuyos hilos movía el sacerdote Luis Almarcha, es decir, los inevitables Sindicatos Católicos.
Otro de los prohombres de Orihuela, José María Ballesteros le consagró al «pastor-poeta» toda una página que no debió producir excesivo entusiasmo en el interesado por cuanto que se le asignaba in aeternum la aborrecida condición de pastor: «El pastor poeta oriolano, es un pastor de cabras; nació pastor, continúa siendo pastor y morirá tal vez pasturando su rebaño».
Para huir precisamente de este determinismo estamental colaboraba Miguel Hernández en las páginas del periódico con la firme intención de abandonar un día el estatuto de pastor-poeta por el de poeta, a secas.
Ramón Sijé y Ernesto Giménez Caballero
El doctor Albiflana era, políticamente, un cantamañanas. No así Ernesto Giménez Caballero cuya impenitente logorrea no ha sido obstáculo para que los más prestigiosos historiadores de la Falange vean en él al promotor del fascismo en España. Para Herbert R. Southworth, «sabía lo que era el fascismo y en sus obras consiguió una de las más claras exposiciones de esta doctrina»15.
Giménez Caballero y Sijé se conocieron haciendo Derecho, ambos por libre, en la Universidad de Murcia. Sijé, desde Orihuela, estaba mejor informado y le ponía al corriente a su condiscípulo enviándole a Madrid textos y apuntes. Fue el origen de una amistad de cuyo alcance e implicaciones políticas podemos juzgar a través de la correspondencia dirigida por el «Robinson Literario» a su compañero de Orihuela.
Son doce las cartas que se conservan en el archivo de José Torres López y abarcan desde enero de 1932 a septiembre de 1935. Como Sijé murió tres meses más tarde podemos afirmar, ya de entrada, que las relaciones no se interrumpieron nunca.
Ya en la segunda carta (7 de junio de 1932) «Gecé» habla de la aparición inminente de su Genio de España «que causará -vaticina- si no me engaño, conmoción en la juventud nueva». Ramón Sijé debió de contestarle a vuelta de correo y sin escatimar íntimas confidencias por cuanto que de cinco días más tarde (12-VI-1932) fecha una nueva carta de Giménez Caballero en la que éste se solidariza con las inquietudes de su atormentado corresponsal y le recomienda, como terapéutica para su estado de angustia, la lectura de Genio de España. «Es un libro -especifica su autor- para ser predicado más que para ser leído». Era ésta una observación que no podía por menos de hacer mella en quien, como Sijé, no tenía bien definidos los límites entre política y religión. Cuando el 2 de octubre de 1932 Sijé presida la ceremonia de inauguración del busto a Miró en Orihuela (Giménez Caballero, invitado de honor, aprovechará la ocasión para predicar su fascismo militante) concluirá su alocución calificándola de «sermón triste». Posiblemente fuera un guiño de complicidad dirigido al apóstol azul. Era sin duda, la más lúcida definición de toda su obra.
En 1933 Ernesto Giménez Caballero se presenta a las elecciones legislativas por Murcia, dentro del bloque de las derechas patrocinado por Gil'Robles y Goicoechea. A través de Sijé (carta del 10-X-1933) pide la colaboración de sus amigos de Orihuela. Ignoramos en qué términos contestó Sijé, pero podemos deducir por la reacción del candidato que la proposición no fue acogida con hostilidad:
Madrid, 17 de octubre de 1933
Querido Sijé: ¡Qué carta sana, reconfortante, pura limpia, la suya. Así lo quiero, Sijé, encendido, ilusionado, exigente, intransitable. No tema, no tema nada por su amigo Ernesto. Le conoce poco si cree que eso de la diputación podrá ser su impurificación o bastardeamiento. (...) espero seguir en ese trozo de tierra viva de España lo que inicié en Orihuela una tarde de octubre del año pasado. Y si llego [a diputado] haré algo más que predicar.
La correspondencia concluye con una tarjeta fechada en setiembre (¿del 1 ? ¿del 9?) que dice así:
Querido Sijé: muchas gracias por su última carta que contestaré a viva voz cuando pronto vaya por ahí. Abrace a los amigos. Suyo: Giménez Caballero.
Ernesto Giménez Caballero dejó, pues, sembrada en Orihuela, en octubre de 1933 la simiente del fascismo y Ramón Sijé no se mostró indiferente a la labor proselitista de su compañero de clase. ¿Hasta dónde llegó concretamente su compromiso con la ideología totalitaria? Giménez Caballero siempre ha incluido a Ramón Sijé y a Miguel Hernández entre los fascistas oriolanos. Pero «Gecé» desbarra cuando afirma: «Miguel Hernández conmigo y Ramón Sijé y alguien más iniciamos un saludo de mano abierta ante el busto inaugural de Gabriel Miró»16. Si a Sijé o a Miguel se les hubiera ocurrido hacer el saludo romano ante el busto de Miró, Carmen Conde y su marido Antonio Oliver, allí presentes, ambos republicanos de izquierda, no les hubieran dirigido nunca más la palabra. (Precisamente Antonio Oliver desencadenó un alboroto que terminó momentáneamente en comisaría cuando interrumpió el discurso de Giménez Caballero tratándole de «embustero»). Fue, al contrario en ese acto cuando se consolidó entre murcianos y oriolanos una amistad que no desfallecería nunca por ninguna de las partes.
Ramón Sijé, de todos modos, tenía un concepto de su propia valía lo suficientemente elevado como para no ponerse a las órdenes de nadie. Y, menos aún, de un Giménez Caballero al que debía de envidiar en su fuero interno por cuanto que, desde la fundación de La Gaceta Literaria, en 1927, se había convertido en el personaje que más actividad desplegaba para ocupar el primer plano de la vanguardia política tras haber prácticamente dirigido, desde La Gaceta, la vanguardia literaria. El ansia de medro político-social era, en uno y otro, igualmente desaforada, pero, contrariamente a José Marín que pertenecía a la clásica familia burguesa del «quiero y no puedo», Giménez Caballero no conocía apuros económicos e incluso podía disponer personalmente de la imprenta familiar. Todo ello explica el tono de superioridad y condescendencia con que, desde las páginas del provinciano La Verdad trata Sijé a su supuesto amigo:
«Ernesto Giménez Caballero es un chulito; un mocito antieuropeo (...) un verbenero intelectual»17.
Pero existía una indudable confluencia ideológica. Porque ambos compartían un visceral antiliberalismo. El 30 de setiembre de 1932 desde la tribuna de la Universidad Popular de Cartagena, en la conferencia sobre Gabriel Miró a la que ya hemos aludido, sentencia:
«el sentido común es la virtud de los mediocres, la virtud de las democracias».
No hay oposición, como vemos, en el comportamiento de ambos compañeros de clase: hay competencia. Pocos días después de tratar al protofascista español de manera tan poco respetuosa, en las páginas del mismo periódico (1-1-1933) expresaba el siguiente concepto de la cultura: «la cultura es un haz [haz = fascio] que con función totalizadora tiende hacia la unidad o Dios». Era la lección que el discípulo respondón le daba al maestro. Del nacional-catolicismo predicado por Giménez Caballero a Sijé no le interesaba más que la dimensión teocrática. No tenía por qué desembocar en la satisfacción de las apetencias económico-imperialistas del autor de Genio de España. La satisfacción de las reivindicaciones del proletariado externo que abastecería la conquista de un imperio colonial le tenía a Sijé sin cuidado. Ramón Sijé padecía de paranoia teocrática. Su obsesión era hacer del cristianismo un istmo político. Para él, ni comunismo, ni socialismo, ni fascismo: Cristianismo. En apuntes, inéditos, para una presentación pública de Miguel Hernández, leemos.
El gran ejemplo de la historia hispánica: reconciliación del ESTADO con CRISTO I por lo que pudiéramos llamar ESTATIFICACIÓN DE CRISTO.
España es -en su época clásica- como la SANTÍSIMA VOLUNTAD DE CRISTO I HECHA NACIÓN, CRISTIANISMO. (Las mayúsculas son del original).
Ramón Sijé no se limitó a la especulació a la especulación política de signo totalitario. Excepcionalmente podía lanzarse a la arena política reforzando las filas del fascio español. Ello ocurrió, efectivamente, en fecha tan señalada como un lº de mayo. Ramón Pérez Alvarez, testigo del suceso, nos refiere:
El 1 de mayo de 1934, Ramón Sijé, acompañado del falangista Juan Bellod, secretario de El Gallo Crisis, se metieron en una manifestación obrera y comenzaron a repartir octavillas fascistas. Un camarero socialista se metió con Bellod echándole en cara su reciente militancia socialista. La situación se volvía amenazadora para los dos propagandistas. Yo, personalmente, me llevé de allí a Sijé para evitarle posibles riesgos.
Sijé era falangista militante. Me lo confirmó el propio Bellod a quien llegué a interrogar a este respecto.
«¿Te acuerdas, Juan -le dije- el lío que tuviste con «el Rízao» en la manifestación del 1 de mayo? ¿Recuerdas que Sijé iba contigo repartiendo un manifiesto, o algo así, de Falange?». «Me acuerdo perfectamente -me contestó Bellod-. Recuerdo que el manifiesto fue escrito por Sijé en mi despacho de la plaza de Santiago donde yo vivía. Allí estaba la dirección de El Gallo Crisis. Recuerdo aún una frase de Gonzalo de Berceo que Sijé coló en el texto.
Y concluye Ramón Pérez Alvarez:
Me recitó Bellod la frase de Berceo que siento ahora no poder repetirle porque la he olvidado18.
No fue Juan Bellod Salmerón el único amigo y admirador de Ramón Sijé en dar testimonio de su militancia fascista. Tomás López Galindo, miembro también de la redacción de El Gallo Xrisis, escribió en el periódico Acción con motivo del homenaje que este periódico rindió al oriolano, recién fallecido, el 30 de diciembre de 1935:
Aceptó [Ramón Sijé] sincera, auténtica y honradamente, las teorías del Estado totalitario.
Por lo que leemos en este número de Acción, la falange de Orihuela consideraba a Sijé como uno de los suyos. José María Olmos, bajo el título Un aspecto de Sijé lamenta que Sijé haya muerto sin poder ver «la nueva España» que él «ha visto porque lo ha pensado».
La muerte prematura de Sijé nos impide concluir en la confirmación o invalidación de la actitud teórica y prácticamente profascista de Ramón Sijé ya que el revelador, en el sentido fotográfico del término, de la verdadera personalidad política de cada uno fue la guerra civil y no sabremos nunca qué partido hubiera tomado tan complejo personaje a partir del 18 de julio.
No perdamos el tiempo en profecías y volvamos al grano planteándonos la pregunta que se impone:
¿Qué repercusión tuvo en Miguel Hernández la militancia fascista de Sijé?
En la biblioteca de un correligionario de Giménez Caballero hay un ejemplar dedi
cado por su autor en estos términos:
Para (...) en recuerdo de cuando en Orihuela nació el movimiento con nuestra semilla azul, con la semilla de Miguel Hernández, Ramón Sijé y otros camaradas y yo.
E.G.C., Semana Santa de 1972
Si las declaraciones públicas de Giménez Caballero merecen ser puestas en tela de juicio dada su manía de endosar la camisa azul a todo personaje que le sale al encuentro \ ianto más de actualidad, mejor), esta dedicatoria de carácter privado y a un testigo de la éooca no puede ser desechada, sin más. Máxime cuando viene seguida, en la portadilla del mismo libro, de otra a modo de rúbrica de la primera:
«Para (...) y la Orihuela donde Miguel Hernández y Ramón Sijé se ungieron de azul».
Miguel Hernández militó en las filas del fascismo español. Su mentor fue Ramón Sijé que le tenía asignado a perpetuidad el papel de poeta campesino del imperio. Para El Gallo Crisis escribía Sijé a Juan Guerrero «Miguel Hernández está desde luego conmigo» y añadía:
Precisamente publicaremos en el primer número una magnífica «Profecía sobre el campesino», tono civil, alta poesía imperial (...) Hernández debe ser nuestro primer -y único- poeta bucólico 19.
El auto sacramental Quien te ha visto..., es el máxime exponente del nacional-catolicismo sijeano, donde un haz de espigas y racimos eucarísticos reemplaza al yugo y las flechas falangistas. Y eso que la versión que ha llegado hasta nosotros ha sido amputada de excrecencias reconocidas como fascistas por su editor, José Bergamín quien declaraba en diciembre de 1969 a Marie Chevallier:
El catolicismo de Ramón Sijé, influenciado por Giménez Caballero, sufría inclinaciones filofascistas que llegaron hasta transparentarse en los escritos de Miguel Hernández. Fue una etapa breve muy inauténtica en él. Cuando me presentó en 1934 el auto sacramental Quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras tuve que hacer yo el «censurable censor» y hacerle quitar algunas tiradas por fascistas. Fue poco lo que tuvimos que suprimir, algunas tiradas, unos versos. Miguel lo aceptó sin dificultades20.
Pero Ramón Sijé fue más que mentor fascista de Miguel Hernández. Cuando escribía a García Lorca: «Soy, sin ser nada, comunista y fascista», se consideraba militante a sus órdenes. En dicha carta a Lorca le habla también del poema «Elegía a la novia-lunada» que acaba de escribir y que quiere ver publicado en El Sol. Pues bien, en el archivo de Ramón Sijé figura un texto de este poema, a máquina, pero en copia autorizada por la siguiente dedicatoria, de puño y letra de Miguel Hernández:
A mi jefe y amigo, Miguel.
Conclusión
La mente de Ramón Sijé estuvo más cerca de la Religión que de la Literatura o la Política. Del galimatías barroco de sus escritos se desprende (quizá sea lo único claro) un antiliberalismo a ultranza sobre el que asienta un teocratismo obsesivo.
Ramón Sijé era presa fácil del fascismo desde el momento en que, miembro de una familia burguesa en vías de proletarización, se consideraba un desclasado. Aquí reside la «profunda hermandad espiritual» con Miguel Hernández. Tantas ganas tenía uno de perder de vista la tienda de tejidos como el otro su rebaño de cabras. Ambos eran alumnos brillantes y consideraban que sus capacidades intelectuales les hacían acreedores a un estatus social más elevado. Pero Orihuela no ofrece más ocasión de medro que la vía eclesiástica. Y cuando la lucha política se hace inevitable, el nacional-catolicismo, los dos amigos se necesitaban mutuamente. Hernández no podía, sin Sijé, introducirse en el engranaje editorial católico, único posible en Orihuela. Sijé pensaba servirse del talento literario de Miguel para utilizar el necesario ingrediente poético de su ambicionado proyecto teocrático. Un pastor-poeta le suministraba el fermento irracional de la poesía y el nada despreciable argumento político del proletario recuperado.
Podrá objetarse, en pro de la sincera amistad, sin trastienda alguna de egoísmo, que unía a ambos oriolanos, la famosa elegía de Miguel Hernández a la muerte de su amigo, tan unánimemente apreciada por la crítica. No es este el espacio apropiado para disertar sobre la sinceridad en literatura. Contentémonos con señalar al lector que en el epígrafe que encabeza el poema, Hernández no ha escrito «Ramón Sijé, a quien tanto quería» sino «Ramón Sijé, con quien tanto quería». Es decir: «con quien tantas cosas quería».
Nada les unía tanto como una misma ambición de triunfo literario, y, por ende, social. El astuto Bergamín no se explicaba qué podía unirles: «Parece increíble porque no hay entre los dos la menor analogía» -confesó el director de Cruz y Raya a Jesús Manuel Alda Tesan21. No era el único en hacer pública su extrañeza ante una amistad entre dos seres tan dispares. Jesús Poveda, que conocía muy bien a ambos, escribe:
Eran dos polos muy opuestos. Uno era como un soñador de un Renacimiento Cristiano, apologético y con visiones celestiales de una España que tenía que regresar a su pasado histórico; rebuscador de frases hechas (...) Miguel Hernández, en cambio, era como un pedazo de la tierra de España, como un surco de su huerta: naturaleza viva todo él, todo su mundo, toda su gente. Este forcejeo ideático entre estos dos amigos llegó hasta donde tenía que llegar: hasta el establecimiento definitivo de Miguel en Madrid, respirando otros aires, otras ideas. (...) La amistad de Miguel con Sijé sólo duró cinco años: de 1930 a 193522.
La muerte prematura de su «agente literario» dejó al descubierto una deuda que Miguel Hernández intentó pagar del modo más justo: intentando a su vez publicarle, aunque fuera a título postumo, todo o lo esencial de su obra. No pudo y sólo quedó indeleble la huella de la verdadera motivación de aquella desparejada amistad: «Ramón Sijé, con quien tanto quería».
Mucho ambicionaron ambos, en efecto. Miguel Hernández consiguió su propósito y hoy lo celebramos como un clásico de la Literatura. Ramón Sijé perdió su vida en el intento pero Miguel hizo que no se perdiera su nombre en el olvido.
NOTAS
1 ] Vicente Ramos: Miguel Hernández. Madrid, Gredos, 1973; pág. 43.
2] V. Ramos en «Ramón Sijé y Miguel Hernández, tándem de amistad y poesía» En La Estafeta literaria, n.º 356,5-Xl-1966;pág. 14.
3] M. Molina: «Llegada de Ramón Sijé». En Primera Página de Alicante, 31-VTII-1968.
4] C. Conde: «Al adolescente de Orihuela». En Textos sobre Ramón Sijé (Ed. de José A. Sáenz Fernández) Almería, 1985; págs. 87-89.
5] En Ramón Sijé: luces y sombras. Caja de Ahorros de Alicante y Murcia, 1987; pág. 30.
6] Cf. supra, nota 4.
7] Citamos de: Vicente Ramos: Miguel Hernández (Cf. nota 1) y José Muñoz Garrigós: Vida y obra de Ramón Sijé. Universidad de Murcia/Caja Rural Central de Orihuela, 1987.
8] En A. Sánchez Vidal: Introducción a Poesías Completas. Madrid, Aguilar, 1979; pág. LV. C. Alonso: «Fascismo, catolicismo y romanticismo en la obra de Ramón Sijé». En Camp de i Arpa, mayo 1974.
Recogido por J.A. Sáez Fernández (op. cit) por donde citamos.
9] Valgan los dos ejemplos siguientes: la entusiasta reseña de la traducción en español de Los Protocolos de los sabios de Sión (3-VII-1932) y la apología del fascismo en el artículo «Diez años de fascismo» (14-XII-1932).
10] Archivo de Ramón Sijé. (Cortesía de R. Pérez Álvarez).
11] Cf. O.C.: T. III; págs. 2344-2345.
12] J. Poveda: «Amistad con Ramón Sijé». En Batarro, n.° 2, enero-abril 1990; pág. 22.
13] R. Sijé: «Oleza, pasional Natividad estética de Gabriel Miró». Ed. de J.A. Sanz Fernández. Cuadernos de Batarro, n.q 1, 1990; pág. 13.
14] R. Ledesma Ramos: Escritos políticos. Madrid, 1988; pág. 55.
15] H.R. Southworth: Antifalange. París, Ruedo Ibérico, 1967; pág. 63.
16] E.G. Caballero: Memorias de un dictador. Barcelona, Planeta, 1979; pág. 62.
17] La Verdad de Murcia (18-XII-1932).
18] Testimonio oral de R. Pérez Álvarez.
19] Cf. facsímil en Ramón Sijé: luces y sombras (op. cit.; págs. 33-34).
20] M. Chevallier: Tesis doctoral en L'homme, ses oeuvres et son destín dans la poésie de Miguel Hernández. Tesis doctoral en francés. Lille, 1973; pág. XXVII, n.f.
21] J.M. Alda Tesan en Introducción a Vida y obra de Ramón Sijé (op. cit., pág. 9).
22] J.Poveda: Vida, pasión y muerte de un poeta: Miguel Hernández. México, ediciones Oasis, 1975; págs. 38-3
Como el rayo (Alicante,2006)
Texto de Eutmio Martín
NOTA: Publicado con autorización del autor.
(El texto se publicó en Miguel Hernández, cincuenta años después. Actas del I Congreso Internacional. Comisión homenaje a Miguel Hernández, Alicante/Elche/Orihuela/1992).
Por Eutimio Martín
Universidad de Provenza
A Ramón Pérez Álvarez que tan generosamente me ha abierto su archivo.
Biógrafos y exégetas de Miguel Hernández han insistido tanto sobre la importancia de su relación con Ramón Sijé, han acentuado hasta tal punto la influencia del segundo sobre el primero que se impone en la bibliografía hernandiana un detenido examen de tamaño ascendiente. Es tarea ésta tanto más ineludible cuanto que sin Ramón Sijé -según sus panegiristas- Miguel Hernández no figuraría en los manuales de literatura.
Paradigmática es, a este respecto, la opinión de Vicente Ramos para quien Sijé «hombre de excepcional talento, clarísima y rápida intuición, fabulosa asimilación y asombrosa capacidad intelectual»1 fue «el verdadero revelador de la gigantesca personalidad poética de Miguel Hernández, y no sólo descubridor, sino su guía, su Virgilio, su hermano espiritual»2.
En una palabra: Miguel Hernández ha de ir arropado por Ramón Sijé, como hechura suya que es. Ahora bien, el análisis de los escritos, públicos y privados, de uno y otro más bien nos inducen a opinar lo contrario: sin Miguel Hernández, Ramón Sijé no perviviría hoy más que en el nomenclátor callejero de la ciudad de Orihuela. Si Virgilio hubiera sido efectivamente Sijé para Hernández, si éste último hubiera aceptado a ciegas su guía, hubiera quedado para siempre extraviado en la selva oscura de la más ramplona mediocridad literaria. Porque, lejos de revelarle su «gigantesca personalidad», el presunto Virgilio le había fijado como meta literaria e ideológica asegurar el relevo de Gabriel y Galán. E intelectualmente lo tenía predestinado a la mísera condición de acólito de una permanente ceremonia de la teocracia en la que él, Ramón Sijé, oficiaba de Sumo Sacerdote.
La hagiografía de Ramón Sijé
El relato de las hazañas intelectuales de Ramón Sijé comienza en la niñez cuando, a los 12 años, gana un certamen literario a escala nacional. La leyenda ha llegado hasta estos mismos días en que conmemoramos el cincuentenario de la muerte del poeta. En el catálogo de la exposición «Miguel Hernández, poeta», que acompaña a la celebración del I Congreso Internacional cuyas actas tiene el lector en sus manos, leemos (págs. 59-60):
En marzo de 1926 -contando con sólo 12 años de edad— consigue José Marín un premio por su artículo «España, la de las gestas heroicas», que aparece publicado en el número 41 de la revista madrileña Héroes, convocante de este concurso literario en homenaje a los aviadores participantes en la hazaña del «Plus Ultra». Esta precoz activida literaria (...).
En efecto, firmado por Pepito Marín Gutiérrez, acompañado de su foto y con la mención «doce años» aparece en la citada revista el artículo mencionado. Pero este trabajo no suponía precocidad ninguna porque se trataba de un concurso en el que, según rezaban sus bases, solamente podían participar «los niños españoles e hispanoamericanos menores de dieciséis años». El envío del retrato formaba parte de los requisitos exigidos para la admisión de originales. El niño Pepito Marín mereció los honores de la cláusula 7.a: «La Redacción seleccionará los trabajos que reciba e irá publicando los que crea dignos de ello, con los retratos de sus autores». Quizá se hubiera llevado el premio pero lo cierto fue que no hubo fallo, probablemente por falta de candidatos (solamente otro niño de 12 años -otro Pepito- aparece como concursante en el n.e 42 del 30 de abril. A partir del n.Q 43 ya no se habla más del concurso de marras y ni siquiera se publica el cupón para participar en él).
Bajo el signo de la precocidad se nos presenta igualmente su carrera universitaria. Manuel Molina -por no citar más que a uno de los más facundos cronistas hernandianos escribe: «A los diecinueve años era ya abogado»3. No es lo que consta en el expediente académico del alumno de la Facultad de Murcia José Marín Gutiérrez: terminó la carrera en enero de 1935, el mismo año de su muerte. La muerte brutalmente súbita del joven Sijé, recién cumplidos los 22 años, provocó un caudal irrestañable -aún hoy día-de delirio laudatorio que más tiene que ver con la mística que con la crítica literaria. Su amiga, la futura Académica de la Lengua, Carmen Conde, lamentó una pérdida literaria que equiparó a la de Gabriel Miró: «Gabriel Miró se ha muerto otra vez». Carmen Conde tampoco se paraba en barras a la hora de ensalzar las cualidades humanas del amigo difunto y tras proyectar sobre él la imagen del mismo Jesucristo
Al pie de Jesús, sólo, en su monte de los Olivos de Orihuela, Ramón Sijé aprendió cosas sublimes,
le atribuía un interlocutor que no suele estar al alcance del escritor medio: el Espíritu Santo:
(...) con una mirada de locura sostenida, impávida que era su denuncia ante el Espíritu Santo4.
Aún en 1987 el catedrático Jesús Alda Tesan vuelve a traer a colación, a propósito de Ramón Sijé, a Cristo redentor extrañándose de que en la muerte de su amigo «no tembló la tierra ni se produjo ningún fenómeno catastrófico»5.
Hasta 1973 los escritos de Ramón Sijé no fueron conocidos más que por un estrecho círculo de allegados, paisanos suyos. En este año el Instituto de Estudios Alicantinos publicó el ensayo, hasta entonces inédito, La decadencia de la flauta o el reinado de los fantasmas, y el Ayuntamiento de Orihuela la edición facsímil de la revista El gallo crisis a cargo de José Muñoz Garrigós. El profesor Muñoz Garrigós editó también -en 1987- una recopilación del resto de la obra, dispersa en periódicos y revistas, la mayoría locales o regionales. Entretanto, en 1985, José A. Sáez Fernández publicaba una colección crítica de Textos sobre Ramón Sijé6.
Cabe preguntarse cómo se ha tardado tanto en poner al alcance del lector medio el corpus textual y la crítica suscitada por un autor que goza de una consideración tan insólita. Recuérdese que el propio Miguel Hernández inició las primeras gestiones para editar la obra de su amigo inmediatamente después de su fallecimiento. Valedores -y de talla- no le faltaban. En el seno de la todopoderosa Iglesia Católica de la época franquista, el entonces obispo de León y capitoste del Régimen, Luis Almarcha escribió al abogado oriolano Antonio García-Molina la siguiente carta fechada en León, 14 de febrero de 1961:
Muy estimado amigo: la revisión-de la obra de Sijé produce la impresión esperada. Victoriano Crémer, uno de los mejores poetas actuales ha publicado en radio León las adjuntas cuartillas. El chantre de la catedral, Luis López Santos, director del Instituto de C.M. y Director del Centro de Estudios e Investigaciones San Isidoro me acaba de dar su buena impresión y cree que debe publicarse. Hace falta un ajustamiento de la copia con el original pues hay errores de copia. Veré de conseguir un estudio muy necesario por marcar esta obra un momento muy interesante de la literatura española. Conviene reunir todo el material publicado e inédito de Sijé. Decidme vuestras impresiones y propósitos a fin de concordar con este grupo de literatos la colaboración que convenga.
Ignoramos por qué razones hubo que esperar aún 12 años para que el proyecto comenzara a llevarse a cabo. Lo importante es que hoy estamos ya en condiciones de emitir un juicio pertinente sobre la obra del infortunado oriolano para poder hablar, con conocimiento de causa, de su impacto sobre Miguel Hernández. Por mi parte, tengo que agradecer, además, a Ramón Pérez Álvarez el acceso a la documentación que obra en el archivo Ramón Sijé, en posesión de José Torres López, su cuñado y albacea literario.
El problema de fondo ideológico
Vicente Ramos y José Garrigós han utilizado también el archivo Torres López y conocen, obviamente, todos sus documentos. Ni uno ni otro admiten que Sijé profesara ideas ultraconservadoras. Vicente Ramos afirma no haber «encontrado ningún texto de Ramón Sijé, que pruebe la más leve inclinación en favor de las teorías fascistas» (pág. 76); muy al contrario: «siempre mantuvo una postura democrática» (pág. 75). Refuerza Muñoz Garrigós la posición de V. Ramos arremetiendo contra los que no comparten su veredicto: «algunos de los que han creído haber descubierto la clave de la ideología de Sijé han cometido los errores más abultados, y han dicho las sinrazones más sorprendentes y menos justificadas» ya que «existen discrepancias entre su propuesta [de Sijé] y las que mantenían Giménez Caballero y Ramiro Ledesma» (pág. 76)7.
Pasemos por alto la endeblez de tal argumento: por esa misma regla de tres habría que eximir a Ramiro Ledesma o a José Antonio Primo de Rivera de toda etiqueta fascista dada la feroz enemistad personal y política que mediaba entre ambos. Los tiros del profesor Muñoz. Garrigós van contra sus colegas Cecilio Alonso y Agustín Sánchez Vidal. Al primero le bastó la lectura de los seis números de El Gallo Crisis para poner de relieve un «fascismo inconsciente» por parte de Sijé. Sánchez Vidal abuda en el mismo sentido cuando lo sitúa «en los aledaños del fascismo»8. Es para preguntarse si quienes sostienen tesis tan opuestas han leído los mismos textos.
Nuestra intención con el presente trabajo es reforzar la tesis de los profesores Alonso y Sánchez Vidal, añadiendo a lo ya dicho por ellos que Ramón Sijé no se contentó con ser un filofascista teórico sino que fue fascista militante, camarada reconocido de Ernesto Giménez Caballero. Y, lo que a nosotros más nos importa, que, aprovechándose de su ascendiente socio-editorial sobre Miguel Hernández y en condiciones éste último de mínima resistencia por las circunstancias de crisis personal que atravesaba, le contagió su ideología ultraconservadora. Cuando Miguel Hernández se apercibió de que por la vía del nacional-catolicismo se negaba a sí mismo, como hombre y como escritor, rompió para siempre con amigo de tan nefasta compañía. En realidad, nada les unía salvo una misma conciencia de la propia valía intelectual y una férrea determinación a conseguir el estatus social de escritores a que sus capacidades literarias les hacía acreedores.
Una situación desesperada
En carta del 30 de mayo de 1933, desde Orihuela, Hernández le hace una sorprendente confesión a Federico García Lorca: «Soy, sin ser nada, comunista y fascista». El confusionismo ideológico en que se debate viene agravado por una desesperante impotencia cultural: «No puedo leer por no tener libros, escribir por no leer». García Lorca establecería, sin duda, una relación de causa a efecto entre esta carta y la recibida mes y medio antes, el 10 de abril, también desde Orihuela: «en mi casa soy el cristo de los cinco sampedros: me niegan la mitad del pan; me niegan, padre y madre y tres hijos, como hijo de aquéllos, como hermano de éstos; les avergüenza el que haga versos (...) le \ escribo esto desesperado, desesperado».
La desesperación, en realidad, ha hecho presa en él desde la vuelta, con las orejas gachas, de su primer viaje a Madrid, el 19 de mayo de 1932. Durante el verano de este año 1932 sale lo menos posible a la calle. Apenas le ven los Fenoll en la tahona. Hasta Sijé tiene que ir al huerto de donde se empeña en no salir. Y cuando su amigo Pepito se ausenta de Orihuela en el mes de agosto para asistir a un campamento universitario, Miguel le comunica su profundo desaliento:
Querido Sijé poeta: te escribo en donde he recibido tu carta al mediodía: en nuestro huertecillo (...) Como casi siempre estoy melancólico. Como casi siempre: solo. (...) No he salido de mi huerto desde que te fuiste. No he visto un periódico. Me avergüenza ir por Orihuela con mi vieja y señera y vieja indumentaria.
La carta está escrita en renglones ondulados que obligan a los ojos del lector a seguir un movimiento de ola. No puede ser accidental este curioso trazado. ¿Quiere significar con ello que envía un verdadero mensaje de náufrago? ¿Le recuerda sus apremiantes deseos de evadirse de Orihuela solicitando el cumplimiento del servicio militar en la marina?
Sijé, en todo caso, debió de sentirse doblemente halagado: por el vacío que causaba su ausencia y por el título de poeta que le otorgaba, con evidente generosidad, su desmoralizado amigo. Esta concesión, a todas luces injustificadas, traslucía un mal disimulado oportunismo. Miguel halagaba sin recato a quien, desde su regreso a Orihuela, se había convertido en su agente literario. Sin su emprendedor amigo -bien relacionado-Miguel estaba condenado a contentarse con publicar en la prensa provinciana. Pero esta etapa ya la ha dado por definitivamente clausurada. Ahora lo que le interesa es alcanzar una audiencia nacional e integrarse en la nómina de poetas españoles de la manera más eficaz: publicando un libro. Y sin los buenos oficios de Ramón Sijé este objetivo está fuera de su alcance. Sijé ha comenzado de hecho a desempeñar este cometido con tanto interés como eficacia. El 10 de julio de 1932 «el periódico La Verdad de Murcia insertaba la siguiente gacetilla:
UNA GRATA VISITA
El otro día estuvo en nuestra redacción el poeta oriolano Miguel Hernández. Es muy joven: los años de su niñez los pasó cuidando cabras; hace muy bellos versos y quiere ser marino «para cantar al mar».
Le acompañó en su silencio de breñal el culto escritor Ramón Sijé, también oriolano y joven, que nos contó la vida interesante del poeta y nos dio un recital de sus versos. Una visita de grato recuerdo.
En la misma página nos enteramos de la razón de la visita:
La revista Sudeste (...) nos anuncia la inmediata edición (...) de una recopilación de poesías del joven poeta oriolano Miguel Hernández.
No podía pasar desapercibido al lector de La Verdad el extraño dúo que forman los dos oriolanos: uno no abre la boca y el otro habla por los dos. Miguel Hernández, atrincherado «en su silencio de breñal», ni siquiera recita sus propios versos. Diríase un explorador, Ramón Síjé, presentando en la redacción de un periódico al abominable hombre de las nieves que ha descubierto con un cuaderno de versos bajo el brazo. ¿Timidez o comedia, por parte del poeta? Porque Hernández -mucho menos ingenuo de lo que se nos quiere hacer creer- no desdeñará para el logro de sus ambiciones literarias sacar a relucir, cuando lo considere propagandísticamente provechoso, una condición de pastor de la que huye precisamente.
Perito en lunas no salió de las prensas de La Verdad (donde se tiraba también Sudeste y su colección de poesía) hasta enero de 1933 porque periódico e imprenta fueron clausurados por la censura desde el 10 de agosto hasta el 7 de octubre como consecuencia de la sanjurjada. Cuando reapareció acusó al gobierno de abuso de poder y clamó su inocencia en un amplio editorial exculpatorio. Ignoramos si las sospechas gubernamentales de apoyo al fallido pronunciamiento de Sanjurjo estaban fundadas o no. Lo cierto era que el periódico de Murcia, como El Pueblo de Orihuela donde Miguel se estrenó como poeta, era órgano de los Sindicatos Católicos. Pero La Verdad no disimulaba una tendencia antisemita y profascista9 que no debía incomodar mayormente a Ramón Sijé. Por fuerza tenía que desteñir sobre el autor de Perito en lunas la ideología totalitaria de sus padrinos literarios. Más aún, su desamparo afectivo y el desvalimiento económico le inducirán a pedir al canónigo Luis Almarcha, sin resultado, una recomendación, el 10 de octubre de 1932, para ponerse al servicio de Gil Robles ingresando en la escuela de periodismo de El Debate.
La militancia fascista de Ramón Sijé
Hay que reconocerle a Ramón Sijé innegables dotes de niño prodigio en su precocidad fascista de signo católico. Junto con Giménez Caballero se merece el título de pionero del nacional-catolicismo o teocratismo, el único fascismo viable en España, como se demostró a su tiempo. Precisamente la amistad o relación Sijé-Hemández nace con la primera andadura netamente totalitaria de Sijé: el periódico Voluntad. ¿Cuándo y cómo se conocieron? En un manuscrito inédito el propio Ramón Sijé contesta a esta pregunta:
¿Cuándo conocí a Miguel Hernández? Primero un vago recuerdo, luego una fecha cierta, más tarde una franca amistad.
1 °) Un vago recuerdo: tiempos borrosos del colegio.
2.º] Una fecha cierta: «Voluntad», el pastor poeta. ¡Tengo quince años y soy redactor-jefe (...)!
3.º] Una franca amistad: «Destellos» (...) El poeta viene a mi casa. Intercambio de lecturas y conversaciones10.
El nº 1 del periódico Voluntad lleva la fecha 15 de marzo de 1930. Ramón Sijé falleció el 24 de diciembre de 1935. La relación entre ambos, por consiguiente, no cumplió los seis años. Miguel Hernández redondea excesivamente la cifra cuando en enero de 1936 le habla a Juan Guerrero Ruiz de la muerte de su «hermano hace diez años». El impacto emocional del trágico suceso le lleva a desorbitar tanto la duración de la relación como su intensidad afectiva. Nadie mejor que el propio Juan Guerrero Ruiz sabía que la amistad entre Hernández y Sijé tenía muy poco de fraterna ya que mal puede calificarse de fraterna una amistad en la que no se comparte la misma actitud vital ni la misma ética. Es lo que ocurría desde junio de 1935 en que Miguel declara tajantemente * al Cónsul General de la poesía:
(...) ni tengo nada que ver con la política católica y dañina de Cruz y Raya, ni mucho menos con la excerbada y triste revista de nuestro amigo Sijé.
En el último número aparecido recientemente de El Gallo Crisis sale un poema mío escrito hace seis o siete meses: todo en él me suena extraño. Estoy harto y arrepentido de haber hecho cosas al servicio de Dios y de la tontería católica (...) estaba mintiendo a mi voz y a mi naturaleza terrena hasta más no poder, estaba traicionándome y suicidándome tristemente11.
¿Sobre qué bases podía cimentarse el menor asomo de auténtica amistad? Jesús Poveda concluye en buena lógica el testimonio de su amistad con Sijé: «Yo era y soy de izquierdas, y él lo fue de derechas, muy católico, apostólico y romano. (...) Cuando Sijé muere, finalizando el año 35, yo estaba ya bastante distanciado de él, al extremo de que a veces nos saludábamos en la calle y a veces no. A Miguel le pasó lo mismo» (subrayado por nosotros)12.
Voluntad fue una publicación quincenal de la que probablemente no aparecieron más que doce números (el duodécimo y último que hemos podido consultar lleva la fecha de 31 de agosto de 1930). La cabecera muestra ya en el propio título una agresividad sospechosa: los caracteres góticos de Voluntad adoptan en la L y la T la forma de sendas espadas. Para esta empresa, de indudable signo bélico, su joven capitán, el redactor-jefe José Marín (aunque no tenga 15 años -como él dice- sino 16 bien cumplidos) adopta, como nombre de batalla el anagrama Ramón Sijé. El hallazgo de «Sijé» (alma, en griego) dentro de su propia identidad civil le produce tal satisfacción (su nombre parece abocado a ser alma de toda empresa) que eleva el seudónimo a la categoría de heterónimo: el propio Miguel Hernández debe escribirle no a nombre de José Marín sino de Ramón Sijé, aunque con ello dificulte el cartero su cometido.
José Marín se fundirá en su anagrama (la lápida de su tumba reza escuetamente: SIJÉ) y no admitirá jamás en actividad alguna de equipo ningún papel secundario. Ramón Sijé se considerará siempre un jefe nato y obrará en consecuencia. Voluntad será el primer banco de prueba de su vocación de mando.
No se ha matriculado aún en la universidad (cursará primer año de derecho a partir de octubre de 1930) y ya se erige en líder de la juventud seria («ajena a juegos e insensateces») de Orihuela para prepararla «a la vida pública». El editorial del n.s 1 (firmado La Redacción pero escrito por su redactor-jefe) hace alarde de «VOLUNTAD tenaz e inquebrantable» para jutificar el título. Y, obviamente, no es de derechas ni de izquierdas: políticamente «no pertenecemos a bando alguno».
Nunca la extrema derecha consideró (la siempre derecha, tampoco) que hacer política ultraderechista sea hacer política: los fascistas «hacen patria». Su único programa: la violencia contrarrevolucionaria. Ante la agitación universitaria de finales del curso 1929-30, Ramón Sijé (que, no lo olvidemos, no es universitario todavía) propugna la dialéctica de la estaca:
A la famosa Constitución del 12, al enumerar los derechos de los españoles (...) le faltó una cosa. ¿La adivináis? Pues el derecho a la estaca. (...) ¿Qué quieren los estudiantes? ¿Una España o un caos? (N.9 5, 15-V-1930).
Conviene no perder de vista que quien así saca el pecho mide 1'62, no llega a 50 kilos de peso y que los 74 cm. de perímetro torácico le van a librar de la mili.
O, quizá por eso. ¿Hasta qué punto no pretendía con su exhibicionismo intelectual compensar la endeblez de un cuerpo canijo afectado de macrocefalia. En este descabala-miento fisiológico precisamente va a encontrar la justificación de su propia genialidad. A propósito de Gabriel Miró, escribe:
(...) estaba enfermo, gravemente enfermo de genialidad. Y el genio, -como ha dicho Gustavo Pittaluga- es consecuencia de la suma de determinados «defectos bioquímicos». El genio nace de un desequilibrio (...) de una facultad predominante y de otras facultades defectuosas (...) «el poder creador» es hijo de una falta, de una pérdida de factores fisiológicos, llamados por los biólogos «factores epistáticos»13.
«Voluntad no se define» remacha el editorial del 30-IV-1930. Y añade que su objetivo no es otro que preparar a «la juventud que va a entrar de lleno en la vida de Orihuela» para conseguir una «Orihuela nueva, feliz, sana». Aunque, eso sí, se puntualiza el 30-V-1930, «tenemos muchas ideas cristianas cimentadas en una educación sin límites. Escrita por y para «quienes vamos a ser el porvenir de España» (15-V-1930) no disimula Sijé su pretensión de erigirse en unificador de las derechas oriolanas:
LAS «FUTURAS» DERECHAS ORIOLANAS
Las derechas oriolanas no se han formado, están por formarse (...) No basta ser derechista, ser buen católico. (...) Católicos, gracias a Dios, hay en Orihuela. Derechas, no. (30-V-1930).
Y ¿bajo qué bandera propone Voluntad que deben unirse las derechas oriolanas? Bajo la albiñanista. En este mismo artículo Voluntad propone que cuando José María Albiñana venga a Orihuela, las derechas oriolanas tengan la valentía de «salir a la calle, proclamarse derechista y luego acompañar al derechista más derechista español». Porque, concluye sin apelación posible: «o eres de las derechas o de la acera de enfrente».
El médico valenciano acababa de fundar, en abril de 1930, el Partido Nacionalista
Español. Sus huestes se denominaban «legionarios de España» (sus primeros adeptos
fueron excombatientes del Tercio Extranjero) y en el manifiesto programa del PNE se
definían como «el voluntariado ciudadano con intervención directa, fulminante y expeditiva en todo acto atentatorio o despreciativo de la patria». Ramiro Ledesma Ramos, perito en la materia, calificó al albiñanismo de «gesticulación reaccionaria, al servicio descarado de la aristocracia terrateniente y de los núcleos más regresivos del país». Y únicamente lo considera digno de «figurar en una historia del pintoresquismo político y picaresco de entonces»14. La mayoría de sus adeptos tiñeron de un azul menos celeste el uniforme paramilitar, guardaron la corbata negra y el saludo a la romana, cambiaron la cruz de Santiago por el yugo y las flechas y se pasaron a Falange Española cuando ésta se fundó, el 29 de octubre de 1933.
Miguel Hernández no contribuyó con su colaboración poética en Voluntad a la difusión del albiñanismo sino simplemente del «oriolanismo», es decir, del provincianismo más grotesco. No podía permitirse el lujo de despreciar ninguna plataforma y menos la que le brindaba Voluntad cuyos hilos movía el sacerdote Luis Almarcha, es decir, los inevitables Sindicatos Católicos.
Otro de los prohombres de Orihuela, José María Ballesteros le consagró al «pastor-poeta» toda una página que no debió producir excesivo entusiasmo en el interesado por cuanto que se le asignaba in aeternum la aborrecida condición de pastor: «El pastor poeta oriolano, es un pastor de cabras; nació pastor, continúa siendo pastor y morirá tal vez pasturando su rebaño».
Para huir precisamente de este determinismo estamental colaboraba Miguel Hernández en las páginas del periódico con la firme intención de abandonar un día el estatuto de pastor-poeta por el de poeta, a secas.
Ramón Sijé y Ernesto Giménez Caballero
El doctor Albiflana era, políticamente, un cantamañanas. No así Ernesto Giménez Caballero cuya impenitente logorrea no ha sido obstáculo para que los más prestigiosos historiadores de la Falange vean en él al promotor del fascismo en España. Para Herbert R. Southworth, «sabía lo que era el fascismo y en sus obras consiguió una de las más claras exposiciones de esta doctrina»15.
Giménez Caballero y Sijé se conocieron haciendo Derecho, ambos por libre, en la Universidad de Murcia. Sijé, desde Orihuela, estaba mejor informado y le ponía al corriente a su condiscípulo enviándole a Madrid textos y apuntes. Fue el origen de una amistad de cuyo alcance e implicaciones políticas podemos juzgar a través de la correspondencia dirigida por el «Robinson Literario» a su compañero de Orihuela.
Son doce las cartas que se conservan en el archivo de José Torres López y abarcan desde enero de 1932 a septiembre de 1935. Como Sijé murió tres meses más tarde podemos afirmar, ya de entrada, que las relaciones no se interrumpieron nunca.
Ya en la segunda carta (7 de junio de 1932) «Gecé» habla de la aparición inminente de su Genio de España «que causará -vaticina- si no me engaño, conmoción en la juventud nueva». Ramón Sijé debió de contestarle a vuelta de correo y sin escatimar íntimas confidencias por cuanto que de cinco días más tarde (12-VI-1932) fecha una nueva carta de Giménez Caballero en la que éste se solidariza con las inquietudes de su atormentado corresponsal y le recomienda, como terapéutica para su estado de angustia, la lectura de Genio de España. «Es un libro -especifica su autor- para ser predicado más que para ser leído». Era ésta una observación que no podía por menos de hacer mella en quien, como Sijé, no tenía bien definidos los límites entre política y religión. Cuando el 2 de octubre de 1932 Sijé presida la ceremonia de inauguración del busto a Miró en Orihuela (Giménez Caballero, invitado de honor, aprovechará la ocasión para predicar su fascismo militante) concluirá su alocución calificándola de «sermón triste». Posiblemente fuera un guiño de complicidad dirigido al apóstol azul. Era sin duda, la más lúcida definición de toda su obra.
En 1933 Ernesto Giménez Caballero se presenta a las elecciones legislativas por Murcia, dentro del bloque de las derechas patrocinado por Gil'Robles y Goicoechea. A través de Sijé (carta del 10-X-1933) pide la colaboración de sus amigos de Orihuela. Ignoramos en qué términos contestó Sijé, pero podemos deducir por la reacción del candidato que la proposición no fue acogida con hostilidad:
Madrid, 17 de octubre de 1933
Querido Sijé: ¡Qué carta sana, reconfortante, pura limpia, la suya. Así lo quiero, Sijé, encendido, ilusionado, exigente, intransitable. No tema, no tema nada por su amigo Ernesto. Le conoce poco si cree que eso de la diputación podrá ser su impurificación o bastardeamiento. (...) espero seguir en ese trozo de tierra viva de España lo que inicié en Orihuela una tarde de octubre del año pasado. Y si llego [a diputado] haré algo más que predicar.
La correspondencia concluye con una tarjeta fechada en setiembre (¿del 1 ? ¿del 9?) que dice así:
Querido Sijé: muchas gracias por su última carta que contestaré a viva voz cuando pronto vaya por ahí. Abrace a los amigos. Suyo: Giménez Caballero.
Ernesto Giménez Caballero dejó, pues, sembrada en Orihuela, en octubre de 1933 la simiente del fascismo y Ramón Sijé no se mostró indiferente a la labor proselitista de su compañero de clase. ¿Hasta dónde llegó concretamente su compromiso con la ideología totalitaria? Giménez Caballero siempre ha incluido a Ramón Sijé y a Miguel Hernández entre los fascistas oriolanos. Pero «Gecé» desbarra cuando afirma: «Miguel Hernández conmigo y Ramón Sijé y alguien más iniciamos un saludo de mano abierta ante el busto inaugural de Gabriel Miró»16. Si a Sijé o a Miguel se les hubiera ocurrido hacer el saludo romano ante el busto de Miró, Carmen Conde y su marido Antonio Oliver, allí presentes, ambos republicanos de izquierda, no les hubieran dirigido nunca más la palabra. (Precisamente Antonio Oliver desencadenó un alboroto que terminó momentáneamente en comisaría cuando interrumpió el discurso de Giménez Caballero tratándole de «embustero»). Fue, al contrario en ese acto cuando se consolidó entre murcianos y oriolanos una amistad que no desfallecería nunca por ninguna de las partes.
Ramón Sijé, de todos modos, tenía un concepto de su propia valía lo suficientemente elevado como para no ponerse a las órdenes de nadie. Y, menos aún, de un Giménez Caballero al que debía de envidiar en su fuero interno por cuanto que, desde la fundación de La Gaceta Literaria, en 1927, se había convertido en el personaje que más actividad desplegaba para ocupar el primer plano de la vanguardia política tras haber prácticamente dirigido, desde La Gaceta, la vanguardia literaria. El ansia de medro político-social era, en uno y otro, igualmente desaforada, pero, contrariamente a José Marín que pertenecía a la clásica familia burguesa del «quiero y no puedo», Giménez Caballero no conocía apuros económicos e incluso podía disponer personalmente de la imprenta familiar. Todo ello explica el tono de superioridad y condescendencia con que, desde las páginas del provinciano La Verdad trata Sijé a su supuesto amigo:
«Ernesto Giménez Caballero es un chulito; un mocito antieuropeo (...) un verbenero intelectual»17.
Pero existía una indudable confluencia ideológica. Porque ambos compartían un visceral antiliberalismo. El 30 de setiembre de 1932 desde la tribuna de la Universidad Popular de Cartagena, en la conferencia sobre Gabriel Miró a la que ya hemos aludido, sentencia:
«el sentido común es la virtud de los mediocres, la virtud de las democracias».
No hay oposición, como vemos, en el comportamiento de ambos compañeros de clase: hay competencia. Pocos días después de tratar al protofascista español de manera tan poco respetuosa, en las páginas del mismo periódico (1-1-1933) expresaba el siguiente concepto de la cultura: «la cultura es un haz [haz = fascio] que con función totalizadora tiende hacia la unidad o Dios». Era la lección que el discípulo respondón le daba al maestro. Del nacional-catolicismo predicado por Giménez Caballero a Sijé no le interesaba más que la dimensión teocrática. No tenía por qué desembocar en la satisfacción de las apetencias económico-imperialistas del autor de Genio de España. La satisfacción de las reivindicaciones del proletariado externo que abastecería la conquista de un imperio colonial le tenía a Sijé sin cuidado. Ramón Sijé padecía de paranoia teocrática. Su obsesión era hacer del cristianismo un istmo político. Para él, ni comunismo, ni socialismo, ni fascismo: Cristianismo. En apuntes, inéditos, para una presentación pública de Miguel Hernández, leemos.
El gran ejemplo de la historia hispánica: reconciliación del ESTADO con CRISTO I por lo que pudiéramos llamar ESTATIFICACIÓN DE CRISTO.
España es -en su época clásica- como la SANTÍSIMA VOLUNTAD DE CRISTO I HECHA NACIÓN, CRISTIANISMO. (Las mayúsculas son del original).
Ramón Sijé no se limitó a la especulació a la especulación política de signo totalitario. Excepcionalmente podía lanzarse a la arena política reforzando las filas del fascio español. Ello ocurrió, efectivamente, en fecha tan señalada como un lº de mayo. Ramón Pérez Alvarez, testigo del suceso, nos refiere:
El 1 de mayo de 1934, Ramón Sijé, acompañado del falangista Juan Bellod, secretario de El Gallo Crisis, se metieron en una manifestación obrera y comenzaron a repartir octavillas fascistas. Un camarero socialista se metió con Bellod echándole en cara su reciente militancia socialista. La situación se volvía amenazadora para los dos propagandistas. Yo, personalmente, me llevé de allí a Sijé para evitarle posibles riesgos.
Sijé era falangista militante. Me lo confirmó el propio Bellod a quien llegué a interrogar a este respecto.
«¿Te acuerdas, Juan -le dije- el lío que tuviste con «el Rízao» en la manifestación del 1 de mayo? ¿Recuerdas que Sijé iba contigo repartiendo un manifiesto, o algo así, de Falange?». «Me acuerdo perfectamente -me contestó Bellod-. Recuerdo que el manifiesto fue escrito por Sijé en mi despacho de la plaza de Santiago donde yo vivía. Allí estaba la dirección de El Gallo Crisis. Recuerdo aún una frase de Gonzalo de Berceo que Sijé coló en el texto.
Y concluye Ramón Pérez Alvarez:
Me recitó Bellod la frase de Berceo que siento ahora no poder repetirle porque la he olvidado18.
No fue Juan Bellod Salmerón el único amigo y admirador de Ramón Sijé en dar testimonio de su militancia fascista. Tomás López Galindo, miembro también de la redacción de El Gallo Xrisis, escribió en el periódico Acción con motivo del homenaje que este periódico rindió al oriolano, recién fallecido, el 30 de diciembre de 1935:
Aceptó [Ramón Sijé] sincera, auténtica y honradamente, las teorías del Estado totalitario.
Por lo que leemos en este número de Acción, la falange de Orihuela consideraba a Sijé como uno de los suyos. José María Olmos, bajo el título Un aspecto de Sijé lamenta que Sijé haya muerto sin poder ver «la nueva España» que él «ha visto porque lo ha pensado».
La muerte prematura de Sijé nos impide concluir en la confirmación o invalidación de la actitud teórica y prácticamente profascista de Ramón Sijé ya que el revelador, en el sentido fotográfico del término, de la verdadera personalidad política de cada uno fue la guerra civil y no sabremos nunca qué partido hubiera tomado tan complejo personaje a partir del 18 de julio.
No perdamos el tiempo en profecías y volvamos al grano planteándonos la pregunta que se impone:
¿Qué repercusión tuvo en Miguel Hernández la militancia fascista de Sijé?
En la biblioteca de un correligionario de Giménez Caballero hay un ejemplar dedi
cado por su autor en estos términos:
Para (...) en recuerdo de cuando en Orihuela nació el movimiento con nuestra semilla azul, con la semilla de Miguel Hernández, Ramón Sijé y otros camaradas y yo.
E.G.C., Semana Santa de 1972
Si las declaraciones públicas de Giménez Caballero merecen ser puestas en tela de juicio dada su manía de endosar la camisa azul a todo personaje que le sale al encuentro \ ianto más de actualidad, mejor), esta dedicatoria de carácter privado y a un testigo de la éooca no puede ser desechada, sin más. Máxime cuando viene seguida, en la portadilla del mismo libro, de otra a modo de rúbrica de la primera:
«Para (...) y la Orihuela donde Miguel Hernández y Ramón Sijé se ungieron de azul».
Miguel Hernández militó en las filas del fascismo español. Su mentor fue Ramón Sijé que le tenía asignado a perpetuidad el papel de poeta campesino del imperio. Para El Gallo Crisis escribía Sijé a Juan Guerrero «Miguel Hernández está desde luego conmigo» y añadía:
Precisamente publicaremos en el primer número una magnífica «Profecía sobre el campesino», tono civil, alta poesía imperial (...) Hernández debe ser nuestro primer -y único- poeta bucólico 19.
El auto sacramental Quien te ha visto..., es el máxime exponente del nacional-catolicismo sijeano, donde un haz de espigas y racimos eucarísticos reemplaza al yugo y las flechas falangistas. Y eso que la versión que ha llegado hasta nosotros ha sido amputada de excrecencias reconocidas como fascistas por su editor, José Bergamín quien declaraba en diciembre de 1969 a Marie Chevallier:
El catolicismo de Ramón Sijé, influenciado por Giménez Caballero, sufría inclinaciones filofascistas que llegaron hasta transparentarse en los escritos de Miguel Hernández. Fue una etapa breve muy inauténtica en él. Cuando me presentó en 1934 el auto sacramental Quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras tuve que hacer yo el «censurable censor» y hacerle quitar algunas tiradas por fascistas. Fue poco lo que tuvimos que suprimir, algunas tiradas, unos versos. Miguel lo aceptó sin dificultades20.
Pero Ramón Sijé fue más que mentor fascista de Miguel Hernández. Cuando escribía a García Lorca: «Soy, sin ser nada, comunista y fascista», se consideraba militante a sus órdenes. En dicha carta a Lorca le habla también del poema «Elegía a la novia-lunada» que acaba de escribir y que quiere ver publicado en El Sol. Pues bien, en el archivo de Ramón Sijé figura un texto de este poema, a máquina, pero en copia autorizada por la siguiente dedicatoria, de puño y letra de Miguel Hernández:
A mi jefe y amigo, Miguel.
Conclusión
La mente de Ramón Sijé estuvo más cerca de la Religión que de la Literatura o la Política. Del galimatías barroco de sus escritos se desprende (quizá sea lo único claro) un antiliberalismo a ultranza sobre el que asienta un teocratismo obsesivo.
Ramón Sijé era presa fácil del fascismo desde el momento en que, miembro de una familia burguesa en vías de proletarización, se consideraba un desclasado. Aquí reside la «profunda hermandad espiritual» con Miguel Hernández. Tantas ganas tenía uno de perder de vista la tienda de tejidos como el otro su rebaño de cabras. Ambos eran alumnos brillantes y consideraban que sus capacidades intelectuales les hacían acreedores a un estatus social más elevado. Pero Orihuela no ofrece más ocasión de medro que la vía eclesiástica. Y cuando la lucha política se hace inevitable, el nacional-catolicismo, los dos amigos se necesitaban mutuamente. Hernández no podía, sin Sijé, introducirse en el engranaje editorial católico, único posible en Orihuela. Sijé pensaba servirse del talento literario de Miguel para utilizar el necesario ingrediente poético de su ambicionado proyecto teocrático. Un pastor-poeta le suministraba el fermento irracional de la poesía y el nada despreciable argumento político del proletario recuperado.
Podrá objetarse, en pro de la sincera amistad, sin trastienda alguna de egoísmo, que unía a ambos oriolanos, la famosa elegía de Miguel Hernández a la muerte de su amigo, tan unánimemente apreciada por la crítica. No es este el espacio apropiado para disertar sobre la sinceridad en literatura. Contentémonos con señalar al lector que en el epígrafe que encabeza el poema, Hernández no ha escrito «Ramón Sijé, a quien tanto quería» sino «Ramón Sijé, con quien tanto quería». Es decir: «con quien tantas cosas quería».
Nada les unía tanto como una misma ambición de triunfo literario, y, por ende, social. El astuto Bergamín no se explicaba qué podía unirles: «Parece increíble porque no hay entre los dos la menor analogía» -confesó el director de Cruz y Raya a Jesús Manuel Alda Tesan21. No era el único en hacer pública su extrañeza ante una amistad entre dos seres tan dispares. Jesús Poveda, que conocía muy bien a ambos, escribe:
Eran dos polos muy opuestos. Uno era como un soñador de un Renacimiento Cristiano, apologético y con visiones celestiales de una España que tenía que regresar a su pasado histórico; rebuscador de frases hechas (...) Miguel Hernández, en cambio, era como un pedazo de la tierra de España, como un surco de su huerta: naturaleza viva todo él, todo su mundo, toda su gente. Este forcejeo ideático entre estos dos amigos llegó hasta donde tenía que llegar: hasta el establecimiento definitivo de Miguel en Madrid, respirando otros aires, otras ideas. (...) La amistad de Miguel con Sijé sólo duró cinco años: de 1930 a 193522.
La muerte prematura de su «agente literario» dejó al descubierto una deuda que Miguel Hernández intentó pagar del modo más justo: intentando a su vez publicarle, aunque fuera a título postumo, todo o lo esencial de su obra. No pudo y sólo quedó indeleble la huella de la verdadera motivación de aquella desparejada amistad: «Ramón Sijé, con quien tanto quería».
Mucho ambicionaron ambos, en efecto. Miguel Hernández consiguió su propósito y hoy lo celebramos como un clásico de la Literatura. Ramón Sijé perdió su vida en el intento pero Miguel hizo que no se perdiera su nombre en el olvido.
NOTAS
1 ] Vicente Ramos: Miguel Hernández. Madrid, Gredos, 1973; pág. 43.
2] V. Ramos en «Ramón Sijé y Miguel Hernández, tándem de amistad y poesía» En La Estafeta literaria, n.º 356,5-Xl-1966;pág. 14.
3] M. Molina: «Llegada de Ramón Sijé». En Primera Página de Alicante, 31-VTII-1968.
4] C. Conde: «Al adolescente de Orihuela». En Textos sobre Ramón Sijé (Ed. de José A. Sáenz Fernández) Almería, 1985; págs. 87-89.
5] En Ramón Sijé: luces y sombras. Caja de Ahorros de Alicante y Murcia, 1987; pág. 30.
6] Cf. supra, nota 4.
7] Citamos de: Vicente Ramos: Miguel Hernández (Cf. nota 1) y José Muñoz Garrigós: Vida y obra de Ramón Sijé. Universidad de Murcia/Caja Rural Central de Orihuela, 1987.
8] En A. Sánchez Vidal: Introducción a Poesías Completas. Madrid, Aguilar, 1979; pág. LV. C. Alonso: «Fascismo, catolicismo y romanticismo en la obra de Ramón Sijé». En Camp de i Arpa, mayo 1974.
Recogido por J.A. Sáez Fernández (op. cit) por donde citamos.
9] Valgan los dos ejemplos siguientes: la entusiasta reseña de la traducción en español de Los Protocolos de los sabios de Sión (3-VII-1932) y la apología del fascismo en el artículo «Diez años de fascismo» (14-XII-1932).
10] Archivo de Ramón Sijé. (Cortesía de R. Pérez Álvarez).
11] Cf. O.C.: T. III; págs. 2344-2345.
12] J. Poveda: «Amistad con Ramón Sijé». En Batarro, n.° 2, enero-abril 1990; pág. 22.
13] R. Sijé: «Oleza, pasional Natividad estética de Gabriel Miró». Ed. de J.A. Sanz Fernández. Cuadernos de Batarro, n.q 1, 1990; pág. 13.
14] R. Ledesma Ramos: Escritos políticos. Madrid, 1988; pág. 55.
15] H.R. Southworth: Antifalange. París, Ruedo Ibérico, 1967; pág. 63.
16] E.G. Caballero: Memorias de un dictador. Barcelona, Planeta, 1979; pág. 62.
17] La Verdad de Murcia (18-XII-1932).
18] Testimonio oral de R. Pérez Álvarez.
19] Cf. facsímil en Ramón Sijé: luces y sombras (op. cit.; págs. 33-34).
20] M. Chevallier: Tesis doctoral en L'homme, ses oeuvres et son destín dans la poésie de Miguel Hernández. Tesis doctoral en francés. Lille, 1973; pág. XXVII, n.f.
21] J.M. Alda Tesan en Introducción a Vida y obra de Ramón Sijé (op. cit., pág. 9).
22] J.Poveda: Vida, pasión y muerte de un poeta: Miguel Hernández. México, ediciones Oasis, 1975; págs. 38-3
Como el rayo (Alicante,2006)
Texto de Eutmio Martín
NOTA: Publicado con autorización del autor.
(El texto se publicó en Miguel Hernández, cincuenta años después. Actas del I Congreso Internacional. Comisión homenaje a Miguel Hernández, Alicante/Elche/Orihuela/1992).
Lucía Izquierdo critica la programación prevista y la considera "insuficiente"
La nuera de Hernández dice que los actos de homenaje al poeta son ´muy de pueblo´
Lucía Izquierdo critica la programación prevista y la considera "insuficiente" pese a que Orihuela acogerá más de 500 eventos en el Año Hernandiano
Diario Información
REDACCIÓN.- Los actos programados hasta ahora por varias instituciones públicas para 2010 con motivo del centenario del nacimiento de Miguel Hernández son "muy de pueblo" y sin "nivel nacional", en opinión de la nuera del poeta, Lucía Izquierdo.
La familia de Hernández confía en que esta situación sea remediada con una futura película con reparto internacional sobre la vida del escritor, ya que ven la programación prevista hasta hoy "insuficiente para un poeta universal".
Izquierdo ha explicado que los familiares del poeta se sienten "desbordados" por la efeméride y, al mismo tiempo, "desencantados" porque "se podría haber hecho mucho más para celebrar este aniversario". Y, por ejemplo, ha sugerido que se podría haber realizado otro disco, aparte del presentado esta misma semana por Joan Manuel Serrat, y un musical, "pero no se han llevado a cabo por apatía, falta de financiación y tiempo", señala.
Izquierdo ha recordado que hace cuatro años comenzó a organizar estos festejos y que hizo un informe que envió "a todos los ayuntamientos de España", para "hacer un centenario a la altura de Miguel Hernández, algo para un poeta de su categoría y que ya no vamos a volver a celebrar". "Ninguna administración respondió, nadie ha hecho nada de lo que pedíamos y han preferido ir por libre, sin consultar a los familiares", lamenta la viuda de Manuel Miguel Hernández, segundo hijo del poeta.
Lucía Izquierdo considera que la situación habría podido ser distinta si el político Alfonso Guerra hubiera sido el comisario del centenario. "Cuando fui a la Fundación Pablo Iglesias para pedirle que ejerciera esa función, Guerra aceptó encantado, aunque me dijo que era pronto para empezar a preparar nada", aunque finalmente el ex vicepresidente del Gobierno "no ha ejercido de comisario y no sabemos por qué", señala la nuera del poeta de Orihuela.
Lucía Izquierdo critica la programación prevista y la considera "insuficiente" pese a que Orihuela acogerá más de 500 eventos en el Año Hernandiano
Diario Información
REDACCIÓN.- Los actos programados hasta ahora por varias instituciones públicas para 2010 con motivo del centenario del nacimiento de Miguel Hernández son "muy de pueblo" y sin "nivel nacional", en opinión de la nuera del poeta, Lucía Izquierdo.
La familia de Hernández confía en que esta situación sea remediada con una futura película con reparto internacional sobre la vida del escritor, ya que ven la programación prevista hasta hoy "insuficiente para un poeta universal".
Izquierdo ha explicado que los familiares del poeta se sienten "desbordados" por la efeméride y, al mismo tiempo, "desencantados" porque "se podría haber hecho mucho más para celebrar este aniversario". Y, por ejemplo, ha sugerido que se podría haber realizado otro disco, aparte del presentado esta misma semana por Joan Manuel Serrat, y un musical, "pero no se han llevado a cabo por apatía, falta de financiación y tiempo", señala.
Izquierdo ha recordado que hace cuatro años comenzó a organizar estos festejos y que hizo un informe que envió "a todos los ayuntamientos de España", para "hacer un centenario a la altura de Miguel Hernández, algo para un poeta de su categoría y que ya no vamos a volver a celebrar". "Ninguna administración respondió, nadie ha hecho nada de lo que pedíamos y han preferido ir por libre, sin consultar a los familiares", lamenta la viuda de Manuel Miguel Hernández, segundo hijo del poeta.
Lucía Izquierdo considera que la situación habría podido ser distinta si el político Alfonso Guerra hubiera sido el comisario del centenario. "Cuando fui a la Fundación Pablo Iglesias para pedirle que ejerciera esa función, Guerra aceptó encantado, aunque me dijo que era pronto para empezar a preparar nada", aunque finalmente el ex vicepresidente del Gobierno "no ha ejercido de comisario y no sabemos por qué", señala la nuera del poeta de Orihuela.
domingo, 24 de enero de 2010
Presentación de 500 actos para el Centenario de Miguel
Hoy domingo 24, se presentó en Orihuela los 500 actos se que van a celebrar con motivo del I Centenario del Nacimiento de Miguel Hernández. Presentó el acto Fernándo Sanchez Dragó (que tuvo el detalle de llevar una corbata rosa-roja) y la soprano Lola Montenegro.
Leer todo mal información en OrihuelaDigital
Labrando el aire, recordando a Miguel
Labrando el aire. 26 de enero de 2010, 20 h.
Por el grupo AURALARIA.
Montaje escénico en homenaje a Miguel Hernández.
Dentro del ciclo de actividades organizadas por Orihuela 2m10 con la Universidad de Murcia por el Centenario del poeta Miguel Hernándesz.
Sala Isidoro Máiquez del Colegio mayor Azarbe. Murcia
Adaptación de textos, dirección e idea original:
Luisa Pastor
Interpretan:
Luisa Pastor
Álvaro Giménez
Lectura y recitado:
Fuensanta Estremera
Manoli García
Consuelo López
Fco. Javier Pastor
Santiago Romero
Atanasio Díe
Luisa Pastor
Acompañamiento:
Guitarra: Pablo Mogica
Asesoramiento musical: Eva García
Coreografía: Sara López y Mario Muñoz
Canción de primavera en invierno por Miguel Hernández y Gioconda Belli.
Los versos de la poetisa nicaragüense Gioconda Belli acompañan a la poesía hernandiana en un diálogo que ensalza la primavera en complicidad con la pasión humana.
Semblanzas, textos de Álvaro Giménez, Fco. Javier Pastor y Atanasio Díe.
Se combinan la prosa y el verso en esta parte para
trazar un retrato del artista oriolano desde distintos ángulos.
Algunos de estos textos han sido creados “ex profeso” para esta ocasión.
Habla Miguel
Esta selección de poemas de Miguel, con la que hoy se pretende homenajearle, intenta recoger las distintas calidades de su voz, sus facetas más representativas.
A unos ojos
Diálogo amoroso a partir de la adaptación dramática de varios poemas hernandianos, cuyo eje temático es la mirada.
Recordando a Miguel
Montaje audiovisual evocando los momentos biográficos más representativos del poeta.
Por el grupo AURALARIA.
Montaje escénico en homenaje a Miguel Hernández.
Dentro del ciclo de actividades organizadas por Orihuela 2m10 con la Universidad de Murcia por el Centenario del poeta Miguel Hernándesz.
Sala Isidoro Máiquez del Colegio mayor Azarbe. Murcia
Adaptación de textos, dirección e idea original:
Luisa Pastor
Interpretan:
Luisa Pastor
Álvaro Giménez
Lectura y recitado:
Fuensanta Estremera
Manoli García
Consuelo López
Fco. Javier Pastor
Santiago Romero
Atanasio Díe
Luisa Pastor
Acompañamiento:
Guitarra: Pablo Mogica
Asesoramiento musical: Eva García
Coreografía: Sara López y Mario Muñoz
Canción de primavera en invierno por Miguel Hernández y Gioconda Belli.
Los versos de la poetisa nicaragüense Gioconda Belli acompañan a la poesía hernandiana en un diálogo que ensalza la primavera en complicidad con la pasión humana.
Semblanzas, textos de Álvaro Giménez, Fco. Javier Pastor y Atanasio Díe.
Se combinan la prosa y el verso en esta parte para
trazar un retrato del artista oriolano desde distintos ángulos.
Algunos de estos textos han sido creados “ex profeso” para esta ocasión.
Habla Miguel
Esta selección de poemas de Miguel, con la que hoy se pretende homenajearle, intenta recoger las distintas calidades de su voz, sus facetas más representativas.
A unos ojos
Diálogo amoroso a partir de la adaptación dramática de varios poemas hernandianos, cuyo eje temático es la mirada.
Recordando a Miguel
Montaje audiovisual evocando los momentos biográficos más representativos del poeta.
sábado, 23 de enero de 2010
Inauguración "Imagen de tu huella"
El lunes se inaugura en la Fundación Miguel Hernández la muestra "Imagen de tu huella", homenaje desde Cuba al poeta oriolano
Redacción, 22 de enero de 2010
El lunes 25 se inaugura a las 19 horas en la sede de la Fundación Cultural Miguel Hernández, en el Rincón Hernandiano, la muestra multidisciplinar “Imagen de tu Huella”, con obras de los artistas cubanos Iliana Alonso (grabados), Lis Mir (diseño y audiovisual), Yoselín Echevarría y Carmen Mir (pinturas), Yadira Sanz (fotografías), David Abad y José Fuster (esculturas). La prestigiosa trovadora Heidi Igualada musicalizará diversos poemas hernandianos durante la inauguracion de la exposición, que incluye un audivisual en el que se reúnen fragmentos de la vida del poeta mezclados con imágenes de la guerra civil. La coordinación corre a cargo de Carmen Mir.
“Imagen de tu Huella” supone la continuación en la colaboración cultural de la Fundación que lleva el nombre del poeta oriolano con artistas cubanos de reconocido prestigio, como la exposición de carteles “Miguel Hernández.Viento del pueblo”, que se exhibió en la Sala del Rincón Hernandiano entre los meses de abril y mayo pasados.
La muestra, que también se ha exhibido en la Academia de Artes de San Alejandro en La Habana, en mayo, podrá contemplarse en la sede de la Fundación oriolana hasta el domingo 14 de febrero, en horario de lunes a viernes, de 9 a 14 horas y de 16 a 19 horas.
Redacción, 22 de enero de 2010
El lunes 25 se inaugura a las 19 horas en la sede de la Fundación Cultural Miguel Hernández, en el Rincón Hernandiano, la muestra multidisciplinar “Imagen de tu Huella”, con obras de los artistas cubanos Iliana Alonso (grabados), Lis Mir (diseño y audiovisual), Yoselín Echevarría y Carmen Mir (pinturas), Yadira Sanz (fotografías), David Abad y José Fuster (esculturas). La prestigiosa trovadora Heidi Igualada musicalizará diversos poemas hernandianos durante la inauguracion de la exposición, que incluye un audivisual en el que se reúnen fragmentos de la vida del poeta mezclados con imágenes de la guerra civil. La coordinación corre a cargo de Carmen Mir.
“Imagen de tu Huella” supone la continuación en la colaboración cultural de la Fundación que lleva el nombre del poeta oriolano con artistas cubanos de reconocido prestigio, como la exposición de carteles “Miguel Hernández.Viento del pueblo”, que se exhibió en la Sala del Rincón Hernandiano entre los meses de abril y mayo pasados.
La muestra, que también se ha exhibido en la Academia de Artes de San Alejandro en La Habana, en mayo, podrá contemplarse en la sede de la Fundación oriolana hasta el domingo 14 de febrero, en horario de lunes a viernes, de 9 a 14 horas y de 16 a 19 horas.
muestra de grabados sobre 'Perito en lunas'
La Fundación Miguel Hernández exhibe una muestra de grabados sobre 'Perito en lunas'
Ángel López Monsalvo interpreta en 42 obras el primer libro del poeta oriolano, en una muestra que data de 1977 con prólogo de Buero Vallejo
23.01.10 - 00:19 -
JOAQUÍN ANDREU | ORIHUELA.
La sala de exposiciones de la Fundación Cultural Miguel Hernández, situada en el Rincón Hernandiano de Orihuela, ha abierto la temporada expositiva con una muestra de gran valor, por la calidad de la obra en sí y por lo que representa. Se trata de la presentación de 'Perito en lunas', del artista Ángel López Monsalvo. Con dicha colección de grabados, basada en el primer libro del autor oriolano la entidad cultural inicia la programación de actividades plásticas ligadas al Centenario del nacimiento del poeta.
Ángel López Monsalvo exhibió la exposición por vez primera en la sala Puente Cultural de Madrid en marzo de 1977, y en el catálogo que la acompañaba Antonio Buero Vallejo dejó escrito que en la sucesión de sus estampas se intuye «la totalidad de un singular destino humano contemplado desde sus orígenes, pero también desde la muerte que lo cierra».
El propio Monsalvo recordó estas palabras en la presentación de ayer tarde y emocionado por el tiempo transcurrido y el hecho de encontrarse en la ciudad natal del poeta de la calle de Arriba, describió que el dramaturgo le indicó que no prologaría su muestra «si no le gustaba la colección de estampas grabadas», pero que al poco apareció con una carpeta en la que le aportó el prólogo, no sin antes indicarle que «no se dejaría caer por la inauguración, porque a otros amigos no les había dedicado un elogio», dijo con voz trémula Monsalvo. Asimismo indicó que la obra, tanto la suya como la hernandiana en el año 77 era difícil de ser vista con los ojos con los que se mira ahora, debido a los cambios a los que se enfrentaba el país, en plena Transición.
'Perito en lunas' se compone de 42 grabados inspirados en los otros tantos poemas que integran el primer libro hernandiano, del que se cumplen ahora los 77 años de su aparición. La muestra que podrá contemplarse hasta el domingo 21 de febrero exhibe los dibujos del escritor, que él mismo define como basados en «el poeta más puro, el más natural».
El artista además defendió la obra hernandiana más precoz y negó que fuese tan difícil de leer, ya que opina que dibuja en sus versos las realidades cotidianas más cercanas a su experiencia vital.
También explicó que el propio Hernández se mostró escéptico ante ella, pese a estar orgulloso de haberla escrito, debido a la escasa aceptación que tuvo entre los lectores y que el propio Federico García Lorca tuvo que animarle a continuar con su trabajo literario y no desistir ante el desaliento, lo mismo que hizo ante el público presente, al que animó a seguir indagando en esta obra y soslayar la fama de libro oscuro que acarrea.
Ángel López Monsalvo interpreta en 42 obras el primer libro del poeta oriolano, en una muestra que data de 1977 con prólogo de Buero Vallejo
23.01.10 - 00:19 -
JOAQUÍN ANDREU | ORIHUELA.
La sala de exposiciones de la Fundación Cultural Miguel Hernández, situada en el Rincón Hernandiano de Orihuela, ha abierto la temporada expositiva con una muestra de gran valor, por la calidad de la obra en sí y por lo que representa. Se trata de la presentación de 'Perito en lunas', del artista Ángel López Monsalvo. Con dicha colección de grabados, basada en el primer libro del autor oriolano la entidad cultural inicia la programación de actividades plásticas ligadas al Centenario del nacimiento del poeta.
Ángel López Monsalvo exhibió la exposición por vez primera en la sala Puente Cultural de Madrid en marzo de 1977, y en el catálogo que la acompañaba Antonio Buero Vallejo dejó escrito que en la sucesión de sus estampas se intuye «la totalidad de un singular destino humano contemplado desde sus orígenes, pero también desde la muerte que lo cierra».
El propio Monsalvo recordó estas palabras en la presentación de ayer tarde y emocionado por el tiempo transcurrido y el hecho de encontrarse en la ciudad natal del poeta de la calle de Arriba, describió que el dramaturgo le indicó que no prologaría su muestra «si no le gustaba la colección de estampas grabadas», pero que al poco apareció con una carpeta en la que le aportó el prólogo, no sin antes indicarle que «no se dejaría caer por la inauguración, porque a otros amigos no les había dedicado un elogio», dijo con voz trémula Monsalvo. Asimismo indicó que la obra, tanto la suya como la hernandiana en el año 77 era difícil de ser vista con los ojos con los que se mira ahora, debido a los cambios a los que se enfrentaba el país, en plena Transición.
'Perito en lunas' se compone de 42 grabados inspirados en los otros tantos poemas que integran el primer libro hernandiano, del que se cumplen ahora los 77 años de su aparición. La muestra que podrá contemplarse hasta el domingo 21 de febrero exhibe los dibujos del escritor, que él mismo define como basados en «el poeta más puro, el más natural».
El artista además defendió la obra hernandiana más precoz y negó que fuese tan difícil de leer, ya que opina que dibuja en sus versos las realidades cotidianas más cercanas a su experiencia vital.
También explicó que el propio Hernández se mostró escéptico ante ella, pese a estar orgulloso de haberla escrito, debido a la escasa aceptación que tuvo entre los lectores y que el propio Federico García Lorca tuvo que animarle a continuar con su trabajo literario y no desistir ante el desaliento, lo mismo que hizo ante el público presente, al que animó a seguir indagando en esta obra y soslayar la fama de libro oscuro que acarrea.
viernes, 22 de enero de 2010
´LA OBRA DE MIGUEL HERNÁNDEZ ES MUY APTA PARA LA MÚSICA´, según Eduarto Aute
´LA OBRA DE MIGUEL HERNÁNDEZ ES MUY APTA PARA LA MÚSICA´
AUTE ESTRENA ESTA NOCHE EN ORIHUELA LA VERSIÓN MUSICADA DE "TRISTES GUERRAS" DEL POETA
02:25
Luis Eduardo Aute estrena la versión musical del poema "Tristes guerras" de Miguel Hernández en Orihuela BALLESTEROS (EFE)
BORJA CAMPOY. Alolargo de su carrera ha ejercido casi todas las profesiones posibles relacionadas con el arte (música, pintura, cine, poesía...). Confiesa que donde más libre se siente es pintando y que el término cantautor no le entusiasma. Esta noche [22 de enero], Luis Eduardo Aute ofrece un concierto en el Teatro Circo de Orihuela, donde repasará canciones de toda su trayectoria y estrenará la versión que ha musicado del poema "Tristes guerras" de Miguel Hernández. De esta forma, ofrece su particular homenaje dentro del Año Hernandiano.
- ¿Por qué cree que tantos poemas de Miguel Hernández se han convertido en canción?
Porque es un gran poeta y fue un proscrito durante la época de Franco. Ponerle música a su poesía es una forma de recuperarla. Además, su obra pertenece a la cultura popular, con una estructura muy apta para musicarla. Son poemas muy claros que se entienden bien, no son oscuros.
- Reconocido dentro del género de la canción de autor, ¿qué papel cree que tienen hoy los cantautores en la música?
¡Cantautores son todos! Todo el mundo que escribe una canción es cantautor: The Beatles, los Rolling, Springsteen... El 95 por ciento de la gente que hace música es cantautor. Los raperos lo son, son los novísimos cantautores. Quitando a los que salen de los programas televisivos, que sólo son intérpretes, el resto somos cantautores.
Leer toda la entrevista
AUTE ESTRENA ESTA NOCHE EN ORIHUELA LA VERSIÓN MUSICADA DE "TRISTES GUERRAS" DEL POETA
02:25
Luis Eduardo Aute estrena la versión musical del poema "Tristes guerras" de Miguel Hernández en Orihuela BALLESTEROS (EFE)
BORJA CAMPOY. Alolargo de su carrera ha ejercido casi todas las profesiones posibles relacionadas con el arte (música, pintura, cine, poesía...). Confiesa que donde más libre se siente es pintando y que el término cantautor no le entusiasma. Esta noche [22 de enero], Luis Eduardo Aute ofrece un concierto en el Teatro Circo de Orihuela, donde repasará canciones de toda su trayectoria y estrenará la versión que ha musicado del poema "Tristes guerras" de Miguel Hernández. De esta forma, ofrece su particular homenaje dentro del Año Hernandiano.
- ¿Por qué cree que tantos poemas de Miguel Hernández se han convertido en canción?
Porque es un gran poeta y fue un proscrito durante la época de Franco. Ponerle música a su poesía es una forma de recuperarla. Además, su obra pertenece a la cultura popular, con una estructura muy apta para musicarla. Son poemas muy claros que se entienden bien, no son oscuros.
- Reconocido dentro del género de la canción de autor, ¿qué papel cree que tienen hoy los cantautores en la música?
¡Cantautores son todos! Todo el mundo que escribe una canción es cantautor: The Beatles, los Rolling, Springsteen... El 95 por ciento de la gente que hace música es cantautor. Los raperos lo son, son los novísimos cantautores. Quitando a los que salen de los programas televisivos, que sólo son intérpretes, el resto somos cantautores.
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"playas y la Vega Baja" de Miguel Hernández en la Vuelta de 2010
Ciclismo
Alicante mostrará las "playas y la Vega Baja" de Miguel Hernández en la Vuelta de 2010
ALICANTE, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -
Alicante mostrará "las playas y la Vega Baja" en la que nació el poeta Miguel Hernández, del que se celebran en 2010 el centenario de su nacimiento, en las tres etapas de la próxima edición de la Vuelta ciclista a España, presentadas hoy en la Feria Internacional de Turismo (FITUR) en el recinto de IFEMA de Madrid.
La 65 edición de la Vuelta recorrerá la provincia de Alicante en las etapas Murcia-Orihuela, Villena-Xorret de Catí y Calpe-Alcoy los días 3, 4 y 5 de septiembre. En total, la ronda española pasará por 52 municipios de la provincia, según informó hoy la Diputación de Alicante.
El presidente de la Diputación, José Joaquín Ripoll, presentó hoy en el stand del Patronato de Turismo de la Costa Blanca en FITUR las tres etapas de la Vuelta en un acto al acto asistieron también el Director General de la Vuelta, Javier Guillén, los alcaldes de Orihuela, Mónica Llorente, Villena, Celia Lledó, Calpe, Josep Joaquim Tur, y Alcoy, Jorge Sedano, así como la directora general del Patronato de Turismo Costa Blanca, Gema Amor, y el ex ciclista y actual Director Técnico de la Vuelta, Abraham Olano.
Ripoll destacó que la provincia quiere ser "el referente de la Comunidad Valenciana, ya que la Vuelta sólo pasa por la provincia de Alicante, con tres etapas", por lo que será "el exponente deportivo de la Vuelta y también quien vista con el maillot rojo al campeón hasta el final de la prueba, como sucedió el pasado año en Xorret de Catí (Alicante)".
"En la primera etapa se mostrará los encantos de la Vega Baja y de Orihuela, aprovechando los actos conmemorativos del centenario del nacimiento de Miguel Hernández, así como del Vinalopó; en la segunda etapa Villena, en la antesala de sus fiestas de Moros y Cristianos, se vestirá de gala para acoger la carrera, que saldrá del corazón del municipio, y finalmente en la tercera etapa se mostrará el sol y la playa con Calp y varios municipios de las Marinas, para terminar en Alcoi, un referente importantísimo de esta prueba", señaló Ripoll.
La carrera recalará en Alicante el viernes 3 de septiembre a la ciudad de Orihuela, que se estrena en la ronda española con una llegada de etapa. Esta etapa, la séptima y de 170 kilómetros, recorrerá la comarca de la Vega Baja y formará parte de los actos programados con motivo del centenario del nacimiento del poeta oriolano Miguel Hernández. Ripoll también ha avanzado que en Orihuela se rendirá un homenaje al ciclista Fernando Ruiz.
Alicante mostrará las "playas y la Vega Baja" de Miguel Hernández en la Vuelta de 2010
ALICANTE, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -
Alicante mostrará "las playas y la Vega Baja" en la que nació el poeta Miguel Hernández, del que se celebran en 2010 el centenario de su nacimiento, en las tres etapas de la próxima edición de la Vuelta ciclista a España, presentadas hoy en la Feria Internacional de Turismo (FITUR) en el recinto de IFEMA de Madrid.
La 65 edición de la Vuelta recorrerá la provincia de Alicante en las etapas Murcia-Orihuela, Villena-Xorret de Catí y Calpe-Alcoy los días 3, 4 y 5 de septiembre. En total, la ronda española pasará por 52 municipios de la provincia, según informó hoy la Diputación de Alicante.
El presidente de la Diputación, José Joaquín Ripoll, presentó hoy en el stand del Patronato de Turismo de la Costa Blanca en FITUR las tres etapas de la Vuelta en un acto al acto asistieron también el Director General de la Vuelta, Javier Guillén, los alcaldes de Orihuela, Mónica Llorente, Villena, Celia Lledó, Calpe, Josep Joaquim Tur, y Alcoy, Jorge Sedano, así como la directora general del Patronato de Turismo Costa Blanca, Gema Amor, y el ex ciclista y actual Director Técnico de la Vuelta, Abraham Olano.
Ripoll destacó que la provincia quiere ser "el referente de la Comunidad Valenciana, ya que la Vuelta sólo pasa por la provincia de Alicante, con tres etapas", por lo que será "el exponente deportivo de la Vuelta y también quien vista con el maillot rojo al campeón hasta el final de la prueba, como sucedió el pasado año en Xorret de Catí (Alicante)".
"En la primera etapa se mostrará los encantos de la Vega Baja y de Orihuela, aprovechando los actos conmemorativos del centenario del nacimiento de Miguel Hernández, así como del Vinalopó; en la segunda etapa Villena, en la antesala de sus fiestas de Moros y Cristianos, se vestirá de gala para acoger la carrera, que saldrá del corazón del municipio, y finalmente en la tercera etapa se mostrará el sol y la playa con Calp y varios municipios de las Marinas, para terminar en Alcoi, un referente importantísimo de esta prueba", señaló Ripoll.
La carrera recalará en Alicante el viernes 3 de septiembre a la ciudad de Orihuela, que se estrena en la ronda española con una llegada de etapa. Esta etapa, la séptima y de 170 kilómetros, recorrerá la comarca de la Vega Baja y formará parte de los actos programados con motivo del centenario del nacimiento del poeta oriolano Miguel Hernández. Ripoll también ha avanzado que en Orihuela se rendirá un homenaje al ciclista Fernando Ruiz.
miércoles, 20 de enero de 2010
Un tributo al poeta Miguel Hernández abrirá los actos a Ciudad Literaria
Un tributo al poeta Miguel Hernández abrirá los actos para optar a Ciudad Literaria de León
20/01/2010 cristina fanjul | Diario de león
La actividad para que León se convierta en una de las ciudades creativas de la Unesco sigue su curso. Así, la concejala, Evelia Fernández, destacó ayer que uno de los proyectos de su departamento es celebrar este año el aniversario del fallecimiento del poeta Miguel Hernández. Será en marzo, mes en el que se cumplen 68 años de la muerte del escritor oroliano. El Ayuntamiento de León inició el año pasado este proyecto, que quiere convertir León en Ciudad de las Letras de la Unesco, distinción que tan sólo ostentan Edimburgo, Iowa y Melbourne.
En principio, la ciudad cumple buena parte de los requisitos de elegibilidad sostenidos por la Unesco. Entre ellos, hay que subrayar la existencia de una potente industria editorial, la gran cantidad de literatos leoneses o el hecho de que León es ante todo un espacio creativo. Es el caso de Petavonium, de Antonio Colinas, o el universo de Celama de Luis Mateo Díez. Otro de los eventos que más interés literario ha despertado en los últimos meses ha sido el que ha coronado al Filandón como tesoro inmaterial sólo por detrás de la Semana Grande de Bilbao.
20/01/2010 cristina fanjul | Diario de león
La actividad para que León se convierta en una de las ciudades creativas de la Unesco sigue su curso. Así, la concejala, Evelia Fernández, destacó ayer que uno de los proyectos de su departamento es celebrar este año el aniversario del fallecimiento del poeta Miguel Hernández. Será en marzo, mes en el que se cumplen 68 años de la muerte del escritor oroliano. El Ayuntamiento de León inició el año pasado este proyecto, que quiere convertir León en Ciudad de las Letras de la Unesco, distinción que tan sólo ostentan Edimburgo, Iowa y Melbourne.
En principio, la ciudad cumple buena parte de los requisitos de elegibilidad sostenidos por la Unesco. Entre ellos, hay que subrayar la existencia de una potente industria editorial, la gran cantidad de literatos leoneses o el hecho de que León es ante todo un espacio creativo. Es el caso de Petavonium, de Antonio Colinas, o el universo de Celama de Luis Mateo Díez. Otro de los eventos que más interés literario ha despertado en los últimos meses ha sido el que ha coronado al Filandón como tesoro inmaterial sólo por detrás de la Semana Grande de Bilbao.
martes, 19 de enero de 2010
Poesía urgente o de guerra en Miguel Hernández
("Llamo al toro de España", dibujo de Palmeral)
Poesía urgente o de guerra en Miguel Hernández
Por Ramón Fernández Palmeral.
La guerra civil supuso un revulsivo para toda la poesía española, tanto de uno como de otro bando, sacándola del oscuro surrealismo en que se hallaba, tras la muerte de las vanguardias, puesto que cuando la tragedia cae sobre los poetas aparece el hombre bajo los signos de la creación, le lleva a pensar en los problemas de la existencia, en la patria histórica, en la crueldad de los más bajos instintos del ser humano, a pensar en el prójimo, en las víctimas y en los más débiles, aparece la poesía revolucionaria y comprometida. Es momento de absorber las conquistas de las generaciones precedentes, acudir a los supervivientes, toda ayuda es poca, y todos, salvo los desterrados o los que huyeron, ponen los pies o silla en la tierra. No olvidemos que en Llamo a los poetas, Miguel invoca a los poetas más reconocidos para que se unan con su voz y presencia a la lucha, que pongan “silla en la tierra”, es decir, que se salgan de sus bibliotecas, cátedras y mundos irreales, para tomar contacto con lo real bélica, cierta y real.
Al inicio de la guerra civil, el Gobierno de la República a través de la Junta de Defensa y sus mecanismos de propaganda, se apresura a poner en marcha actividades culturales para demostrar normalidad en la zona republicana y que dar a entender que la situación es optima y satisfactoria, lo que, sin duda, induciría a mejorar la moral de la gente. Se multiplican las actividades culturales en el 1937: Exposición Internacional de París en la Casa de España; el II Congreso Internacional de Intelectuales Antifascistas por la Defensa de la Cultura, en Madrid y Valencia; la Alianza de Intelectuales Antifascistas, «pocos días después del levantamiento fascista reunió a todo sus poetas proponiéndoles la creación inmediata, urgente, del Romancero de la guerra civil... Se quiere esgrimir la poesía como evidente fuerza comunicativa, tal y como si fueran invisibles armas bélicas. A la salida de este romancero se recibieron miles de colaboraciones en la redacción.
Durante la guerra civil la maquinaria de la propaganda de la II República se puso en marcha a través de la Subsecretaría de Propaganda del Ministerio de Instrucción Pública, y edita el ya referido Romancero de la guerra civil... que contiene 35 romances de diferentes poetas, reconocidos, jóvenes autores, milicianos y «espontáneos cantores populares humanos e intensamente unidos por y contra la guerra», con una fuerza expresiva de hondeo calado en la mortal de combatientes y civiles.
En el índice de los autores de este Romancero..., Santoja, introductor, ya apreció el error de que Beltrán Logroño aparece dos veces, una como Logroño y la otra como Beltrán Logroño. Cuyo índice recoge: Manuel Altolaguirre. Lorenzo Varela. Vicente Aleixandre. R. Beltrán Logroño. Herrera Petere. Luis Pérez Infante. Mariano G. Fernández. Pedro Garfías. José Bergamín. Rafael Alberti. Rafael Dieste. Antonio García Luque. Plá y Beltrán. Emilio Prados. Miguel Hernández. V. de Boda. Antonio Aparicio. Arturo Serrano Plaja . Ramón Gaya. Felipe C. Ruanova y José María Quiroga. El libro se divide en: Romances heroicos, burlescos, de moros, líricos, de la defensa de Madrid y varios.
En el índice onomástico del libro aparece otro error, el nombre de Antonio Valera por el de Lorenzo.
Un poeta muy polémico y comprometido con la causa republicana fue el gaditano Rafael Alberti, afiliado al partido comunista De un momento a otro (1934-1939). Son dignos de recordar los poemas o romances beligerantes, A las Brigadas Internacionales. El último duque de Alba. Radio Sevilla, del que recojo una estrofa:
¡Que honor ir al herradero
del ronzal! ¿Qué insigne gracia
recibir en mis pezuñas,
clavadas con alcayatas,
las herraduras que Franco
ganó con arrojo en África!
Uno de los romances más satíricos de este libro son los del madrileño José Bergamín, El mulo de Mola. El traidor Franco, recojo una estrofa de este romance:
¡Traidor Franco, traidor Franco
tu hora será sonada!
Como una máscara del pueblo
te tira el nombre a la cara,
descubriendo la traición
que en tu nombre se amparaba.
Otro libro imprescindibles de poemas de la guerra civil, es el de Ediciones Españolas Madrid-Valencia 1937, que editó Poetas en la España leal. En cuya índice aparecen: Antonio Machado, Rafael Alberti, Manuel Altolaguirre, Luis Cernuda, Juan Gil-Albert, Miguel Hernández, León Felipe[ ], José Moreno Villa[ ], Emilio Prados, Arturo Serrano Plaja y Lorenzo Varela.
Recojo la nota aclaratoria existente al final del libro:
«El orden adoptado en el texto para la inserción de nombres, es el alfabético con una sola excepción, Antonio Machado, que preside estas páginas.
»Lo poemas que figura en «POETAS EN LA ESPAÑA LEAL» han sido recopilados, con un prólogo, por la redacción de Hora de España.
»Por no haber podido comunicar hasta ahora con Juan Ramón Jiménez, su nombre no figura aquí junto al de Antonio Machado. En cuanto a Vicente Aleixandre, enfermo en Madrid, ha tenido que suspender su labor literaria y con ella el poema que dedicaba a esta colección».
Es interesante conocer cómo la nota excusa al ínclito Juan Ramón Jiménez, por no aportar un poema, dicen el editor que no habían podido comunicar con él, y no podían comunicarse con él, porque no estaba en España, cito un párrafo de Ricardo Gullón[ ]:
«(...) La guerra, y más la guerra civil, tenía que herir como hirió al poeta: en las primera semanas de la contienda estableció y atendió en Madrid, con su mujer, una pequeña guardería infantil, pues nada le conmovió tanto como la repercusión de la lucha sobre los niños; después, el Gobierno republicano le alejó de la lucha designándole agregado cultural honorario en Estados Unidos. En septiembre de 1936 Zenobria y Juan Ramón regresaron a este país (Cherburgo a New York, trasatlántico Aquitania (..) En 1939 los Jiménez fueron a Florida, instalándose en Coral Gable (...)»
Vicente Aleixandre no fue un auténtico poeta de guerra, aunque participara con el poema El Fusilado en el Romancero de la guerra civil..., a pesar de que se le disculpa en este libro por su enfermedad. No aparece en nada suyo en los libros ya nombrados. Pasión de la tierra, fue publicado en México en 1935, y ya no es hasta Sombras del paraíso en 1944 cuando aparece obra nueva. Después de la guerra es notable la influencia surrealista de Aleixandre sobre la poesía joven, comparable a la de Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado.
Sin embargo, es curioso cómo a estos dos poetas se les concedió el Premio el Premio Nobel de Literatura, evidentemente la Academia Sueca no iba a conceder un premio de tan relevante prestigio mundial a poetas o escritores si sospechaban que pudieran estar manchado de sangre.
De este poemario Poetas en la España Leal, es digno de destacar al zamorano León Felipe, con los romances Un perro negro duerme sobre la luz. La insignia, de cuyo romance extraigo una estrofa:
El Evangelio no es más que una manera lírica de
hablar.
Metáforas,
metáforas retóricas.
Retórica todo.
Metáforas hechas sólo para adornar el sermón
melifluo y dominical de los predicadores
elegantes.
El erudito, filólogo y académico Dámaso Alonso, a pesar de pertenecer a la General del 27, no figura entre los autores de romances o poemas de la guerra civil. Hay un lapso de tiempo entre el pliego suelto, Sí, de 1925 hasta Hijos de la Ira. Revista de Occidente en 1944.
Un poeta injustamente olvidado, por pertenecer al bando nacional es el gaditano José María Pemán, que publicó en Zaragoza, 1938, un fragmento de Poema de la Bestia y el Ángel. Tres cantos que a su vez se subdividen en poemas monotemáticos. Otro libro imprescindible y antológico para conocer la poesía de la guerra civil española, tanto de un bando como del otro, es el de César de Vicente Hernando, Poesía de la guerra civil española (1936-1939) AKAL-Nuestros Clásicos.1994, donde el autor apunta «en toda escritura subyace una poética y una matriz ideológica y es posible, por lo tanto, rastrear su genealogía política-estética».
He leído muchos poemas sobre la guerra civil, pero a toro pasado, o sea, publicados con posterioridad a 1939. Un interesante poema del valenciano Guillermo Palomar , publicado en Silbo, Alicante, 1990, se titula El Alba (1939), con influencia de Miguel en Canción Primera:
Ay! miseria humana...
girones que arrancan al solado muerto
llevan en las garras...
Otros escritores extranjeros y que lucharon en las Brigadas Internacionales, o el socorrido periodista Ernest Hemingway y su alegato contra la guerra Adiós a las Armas, Por quién doblan las campanas. El hispanista Gerald Brenan, El laberinto español.
Me gustaría anotar que Azorín, alicantino de Monóvar, de la Generación del 98, periodista, novelista, no poeta y sí crítico literario, anarquista en su periodo juvenil valenciana, y Académico de la Lengua en 1924, pertenecía a la Agrupación de Intelectuales al servicio de la República, personaje muy influyente, residente en Madrid, no tuvo contactos con su paisano Miguel Hernández. En octubre de 1936 Azorín salió para París con su mujer Julia Guinda, donde conoció a Marañón, Menéndez Pidal, Ortega y Gasset, Pérez de Ayala, Baroja y otros intelectuales exiliados Su silencio sobre los acontecimientos de España es total. En agosto de 1939, regresa a Madrid, escribe cuentos y sus memorias[ ]. José Payá Bernabé posee mucha información, y José Ferrándiz Lozano, especialista en Azorín, es autor de «La relación entre Azorín y Franco fueron inexistentes»:
«¿Cobarde o patriota? Los acercamientos al último tercio de la vida de Azorín, desde 1936 a su fallecimiento en 1967, han sido muchas veces parciales. Para los opositores a Franco fue un cobarde acomodaticio al régimen. Para los franquistas era un patriota. Salvo excepciones muy contadas, los investigadores de las dos últimas décadas han eludido incluso el estudio de esta época en la biografía del escritor. Ramón F. Llorens, profesor de la Universidad de Alicante, ha puesto en entredicho algunos tópicos sobre este período en su libro El último Azorín (1936-1967).»
Es de lamentar, que también hubo poetas del pueblo que no llegaron a publicar o que las tropas franquistas destruyeron sus obras en los registros a que sus domicilios fueron sometidos.
Poetas extranjeros también escribieron poemas sobre la guerra civil española. El libro “Poesía anglo-norteamericana de la guerra civil española”, de Ramón López Ortega, Salamanca. Junta de Castilla y León, 1986. recoge a autores como Valentine Ackland, George Barker, Clive Branson, Ray Fuller, Bill Harrington, A.M. Elliot.
Por el bando nacional se publicó “Cancionero de la guerra”, editado por Edición Española, 1939, edición de José Montero Alonso, se recogen los siguientes nombre: Marquina, Ricardo León, Fernando Ardanin, José María Pemán, Emilio Camére, los hermanos Álvarez Quintero, Antonio Machado, Felipe Sessona, Agustín de Foxá, José Mª Alfaro, Manuel de Góngora, Gerardo Diego, José del Río Saínz, Tomás Borrás, Mariano Tomás, Urrutia, etc.
Otro de los libros donde colaboró Miguel fue en el libro Versos en la guerra. Miguel Hernández, Gabriel Baldrich, Leopoldo Urrutia, prólogo de C.[arlos] Schneider, ilustraciones de M.[anuel] González Santana, Manuel Albert, [Miguel] Abad Miró [ ], Melchor Aracil, Tomás Ferrándiz, Alicante, C.[omité] P.[rovincial] de Socorro Rojo Internacional, 1938, 64pp., 16x11cm.
Dice Abab Miró “Conocía a Miguel Hernández de oídas, pero mi primera reunión fue a raíz de que el Socorro Rojo me pidiera que ilustrara dos poemas de un libro – “Versos en la guerra” – que se iba a editar; elegí “Las manos” de Miguel y “Canto a Méjico” de Antonio Machado. Es así como tomé contacto con su poesía”.
Escribió Mario Candela en el diario Información, de Alicante, el 12 de marzo de 1992, que el primer contacto personal entre ambos se produjo en plena calle, al tropezarse con Antonio Blanca, secretario del Ateneo de Alicante y director de Nuestra Bandera -diario del Partido Comunista-, que iba acompañado por un “soldado con el cabello rapado e inequívoco aspecto de campesino”, según recordaba Abad Miró. En esta primera entrevista, el oriolano elogió el dibujo que el de Alcoy había hecho para este libro, una publicación que se acabó de imprimir el 1 de diciembre de 1938. (Óscar Moreno y Antonio Peñalver. «MIGUEL ABAD MIRÓ-MIGUEL HERNÁNDEZ: Un oasis de amistad en un desierto de ausencia», El Eco Hernandiano)
« La edición que comentamos, casi desconocida, fue mencionada por primera vez en el documentado libro de Vicente Ramos y Manuel Molina. En dicho estudio se puede leer: “en 1937, el doctor Schneider pide a diversos pintores alicantinos- Miguel Abad, Melchor Aracil, Gastón Castelló, Manuel González Santana...- dibujos propios para ilustrar el libro Poesía de guerra [sic], publicado sin tardanza por el Socorro Rojo Internacional. Abad ilustró el poema hernandiano “Las manos”, y nos consta que al poeta le agradó muchísimo esta colaboración” (p.61). Más adelante, Vicente Ramos y Manuel Molina afirman que Miguel Abad Miró establece amistad con Miguel Hernández a finales de 1937.» (Comentado por Aitor Larrabide en los números 2 y 3 de la revista PERITO (Literario-Artístico)
Poesía urgente o de guerra en Miguel Hernández
Por Ramón Fernández Palmeral.
La guerra civil supuso un revulsivo para toda la poesía española, tanto de uno como de otro bando, sacándola del oscuro surrealismo en que se hallaba, tras la muerte de las vanguardias, puesto que cuando la tragedia cae sobre los poetas aparece el hombre bajo los signos de la creación, le lleva a pensar en los problemas de la existencia, en la patria histórica, en la crueldad de los más bajos instintos del ser humano, a pensar en el prójimo, en las víctimas y en los más débiles, aparece la poesía revolucionaria y comprometida. Es momento de absorber las conquistas de las generaciones precedentes, acudir a los supervivientes, toda ayuda es poca, y todos, salvo los desterrados o los que huyeron, ponen los pies o silla en la tierra. No olvidemos que en Llamo a los poetas, Miguel invoca a los poetas más reconocidos para que se unan con su voz y presencia a la lucha, que pongan “silla en la tierra”, es decir, que se salgan de sus bibliotecas, cátedras y mundos irreales, para tomar contacto con lo real bélica, cierta y real.
Al inicio de la guerra civil, el Gobierno de la República a través de la Junta de Defensa y sus mecanismos de propaganda, se apresura a poner en marcha actividades culturales para demostrar normalidad en la zona republicana y que dar a entender que la situación es optima y satisfactoria, lo que, sin duda, induciría a mejorar la moral de la gente. Se multiplican las actividades culturales en el 1937: Exposición Internacional de París en la Casa de España; el II Congreso Internacional de Intelectuales Antifascistas por la Defensa de la Cultura, en Madrid y Valencia; la Alianza de Intelectuales Antifascistas, «pocos días después del levantamiento fascista reunió a todo sus poetas proponiéndoles la creación inmediata, urgente, del Romancero de la guerra civil... Se quiere esgrimir la poesía como evidente fuerza comunicativa, tal y como si fueran invisibles armas bélicas. A la salida de este romancero se recibieron miles de colaboraciones en la redacción.
Durante la guerra civil la maquinaria de la propaganda de la II República se puso en marcha a través de la Subsecretaría de Propaganda del Ministerio de Instrucción Pública, y edita el ya referido Romancero de la guerra civil... que contiene 35 romances de diferentes poetas, reconocidos, jóvenes autores, milicianos y «espontáneos cantores populares humanos e intensamente unidos por y contra la guerra», con una fuerza expresiva de hondeo calado en la mortal de combatientes y civiles.
En el índice de los autores de este Romancero..., Santoja, introductor, ya apreció el error de que Beltrán Logroño aparece dos veces, una como Logroño y la otra como Beltrán Logroño. Cuyo índice recoge: Manuel Altolaguirre. Lorenzo Varela. Vicente Aleixandre. R. Beltrán Logroño. Herrera Petere. Luis Pérez Infante. Mariano G. Fernández. Pedro Garfías. José Bergamín. Rafael Alberti. Rafael Dieste. Antonio García Luque. Plá y Beltrán. Emilio Prados. Miguel Hernández. V. de Boda. Antonio Aparicio. Arturo Serrano Plaja . Ramón Gaya. Felipe C. Ruanova y José María Quiroga. El libro se divide en: Romances heroicos, burlescos, de moros, líricos, de la defensa de Madrid y varios.
En el índice onomástico del libro aparece otro error, el nombre de Antonio Valera por el de Lorenzo.
Un poeta muy polémico y comprometido con la causa republicana fue el gaditano Rafael Alberti, afiliado al partido comunista De un momento a otro (1934-1939). Son dignos de recordar los poemas o romances beligerantes, A las Brigadas Internacionales. El último duque de Alba. Radio Sevilla, del que recojo una estrofa:
¡Que honor ir al herradero
del ronzal! ¿Qué insigne gracia
recibir en mis pezuñas,
clavadas con alcayatas,
las herraduras que Franco
ganó con arrojo en África!
Uno de los romances más satíricos de este libro son los del madrileño José Bergamín, El mulo de Mola. El traidor Franco, recojo una estrofa de este romance:
¡Traidor Franco, traidor Franco
tu hora será sonada!
Como una máscara del pueblo
te tira el nombre a la cara,
descubriendo la traición
que en tu nombre se amparaba.
Otro libro imprescindibles de poemas de la guerra civil, es el de Ediciones Españolas Madrid-Valencia 1937, que editó Poetas en la España leal. En cuya índice aparecen: Antonio Machado, Rafael Alberti, Manuel Altolaguirre, Luis Cernuda, Juan Gil-Albert, Miguel Hernández, León Felipe[ ], José Moreno Villa[ ], Emilio Prados, Arturo Serrano Plaja y Lorenzo Varela.
Recojo la nota aclaratoria existente al final del libro:
«El orden adoptado en el texto para la inserción de nombres, es el alfabético con una sola excepción, Antonio Machado, que preside estas páginas.
»Lo poemas que figura en «POETAS EN LA ESPAÑA LEAL» han sido recopilados, con un prólogo, por la redacción de Hora de España.
»Por no haber podido comunicar hasta ahora con Juan Ramón Jiménez, su nombre no figura aquí junto al de Antonio Machado. En cuanto a Vicente Aleixandre, enfermo en Madrid, ha tenido que suspender su labor literaria y con ella el poema que dedicaba a esta colección».
Es interesante conocer cómo la nota excusa al ínclito Juan Ramón Jiménez, por no aportar un poema, dicen el editor que no habían podido comunicar con él, y no podían comunicarse con él, porque no estaba en España, cito un párrafo de Ricardo Gullón[ ]:
«(...) La guerra, y más la guerra civil, tenía que herir como hirió al poeta: en las primera semanas de la contienda estableció y atendió en Madrid, con su mujer, una pequeña guardería infantil, pues nada le conmovió tanto como la repercusión de la lucha sobre los niños; después, el Gobierno republicano le alejó de la lucha designándole agregado cultural honorario en Estados Unidos. En septiembre de 1936 Zenobria y Juan Ramón regresaron a este país (Cherburgo a New York, trasatlántico Aquitania (..) En 1939 los Jiménez fueron a Florida, instalándose en Coral Gable (...)»
Vicente Aleixandre no fue un auténtico poeta de guerra, aunque participara con el poema El Fusilado en el Romancero de la guerra civil..., a pesar de que se le disculpa en este libro por su enfermedad. No aparece en nada suyo en los libros ya nombrados. Pasión de la tierra, fue publicado en México en 1935, y ya no es hasta Sombras del paraíso en 1944 cuando aparece obra nueva. Después de la guerra es notable la influencia surrealista de Aleixandre sobre la poesía joven, comparable a la de Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado.
Sin embargo, es curioso cómo a estos dos poetas se les concedió el Premio el Premio Nobel de Literatura, evidentemente la Academia Sueca no iba a conceder un premio de tan relevante prestigio mundial a poetas o escritores si sospechaban que pudieran estar manchado de sangre.
De este poemario Poetas en la España Leal, es digno de destacar al zamorano León Felipe, con los romances Un perro negro duerme sobre la luz. La insignia, de cuyo romance extraigo una estrofa:
El Evangelio no es más que una manera lírica de
hablar.
Metáforas,
metáforas retóricas.
Retórica todo.
Metáforas hechas sólo para adornar el sermón
melifluo y dominical de los predicadores
elegantes.
El erudito, filólogo y académico Dámaso Alonso, a pesar de pertenecer a la General del 27, no figura entre los autores de romances o poemas de la guerra civil. Hay un lapso de tiempo entre el pliego suelto, Sí, de 1925 hasta Hijos de la Ira. Revista de Occidente en 1944.
Un poeta injustamente olvidado, por pertenecer al bando nacional es el gaditano José María Pemán, que publicó en Zaragoza, 1938, un fragmento de Poema de la Bestia y el Ángel. Tres cantos que a su vez se subdividen en poemas monotemáticos. Otro libro imprescindible y antológico para conocer la poesía de la guerra civil española, tanto de un bando como del otro, es el de César de Vicente Hernando, Poesía de la guerra civil española (1936-1939) AKAL-Nuestros Clásicos.1994, donde el autor apunta «en toda escritura subyace una poética y una matriz ideológica y es posible, por lo tanto, rastrear su genealogía política-estética».
He leído muchos poemas sobre la guerra civil, pero a toro pasado, o sea, publicados con posterioridad a 1939. Un interesante poema del valenciano Guillermo Palomar , publicado en Silbo, Alicante, 1990, se titula El Alba (1939), con influencia de Miguel en Canción Primera:
Ay! miseria humana...
girones que arrancan al solado muerto
llevan en las garras...
Otros escritores extranjeros y que lucharon en las Brigadas Internacionales, o el socorrido periodista Ernest Hemingway y su alegato contra la guerra Adiós a las Armas, Por quién doblan las campanas. El hispanista Gerald Brenan, El laberinto español.
Me gustaría anotar que Azorín, alicantino de Monóvar, de la Generación del 98, periodista, novelista, no poeta y sí crítico literario, anarquista en su periodo juvenil valenciana, y Académico de la Lengua en 1924, pertenecía a la Agrupación de Intelectuales al servicio de la República, personaje muy influyente, residente en Madrid, no tuvo contactos con su paisano Miguel Hernández. En octubre de 1936 Azorín salió para París con su mujer Julia Guinda, donde conoció a Marañón, Menéndez Pidal, Ortega y Gasset, Pérez de Ayala, Baroja y otros intelectuales exiliados Su silencio sobre los acontecimientos de España es total. En agosto de 1939, regresa a Madrid, escribe cuentos y sus memorias[ ]. José Payá Bernabé posee mucha información, y José Ferrándiz Lozano, especialista en Azorín, es autor de «La relación entre Azorín y Franco fueron inexistentes»:
«¿Cobarde o patriota? Los acercamientos al último tercio de la vida de Azorín, desde 1936 a su fallecimiento en 1967, han sido muchas veces parciales. Para los opositores a Franco fue un cobarde acomodaticio al régimen. Para los franquistas era un patriota. Salvo excepciones muy contadas, los investigadores de las dos últimas décadas han eludido incluso el estudio de esta época en la biografía del escritor. Ramón F. Llorens, profesor de la Universidad de Alicante, ha puesto en entredicho algunos tópicos sobre este período en su libro El último Azorín (1936-1967).»
Es de lamentar, que también hubo poetas del pueblo que no llegaron a publicar o que las tropas franquistas destruyeron sus obras en los registros a que sus domicilios fueron sometidos.
Poetas extranjeros también escribieron poemas sobre la guerra civil española. El libro “Poesía anglo-norteamericana de la guerra civil española”, de Ramón López Ortega, Salamanca. Junta de Castilla y León, 1986. recoge a autores como Valentine Ackland, George Barker, Clive Branson, Ray Fuller, Bill Harrington, A.M. Elliot.
Por el bando nacional se publicó “Cancionero de la guerra”, editado por Edición Española, 1939, edición de José Montero Alonso, se recogen los siguientes nombre: Marquina, Ricardo León, Fernando Ardanin, José María Pemán, Emilio Camére, los hermanos Álvarez Quintero, Antonio Machado, Felipe Sessona, Agustín de Foxá, José Mª Alfaro, Manuel de Góngora, Gerardo Diego, José del Río Saínz, Tomás Borrás, Mariano Tomás, Urrutia, etc.
Otro de los libros donde colaboró Miguel fue en el libro Versos en la guerra. Miguel Hernández, Gabriel Baldrich, Leopoldo Urrutia, prólogo de C.[arlos] Schneider, ilustraciones de M.[anuel] González Santana, Manuel Albert, [Miguel] Abad Miró [ ], Melchor Aracil, Tomás Ferrándiz, Alicante, C.[omité] P.[rovincial] de Socorro Rojo Internacional, 1938, 64pp., 16x11cm.
Dice Abab Miró “Conocía a Miguel Hernández de oídas, pero mi primera reunión fue a raíz de que el Socorro Rojo me pidiera que ilustrara dos poemas de un libro – “Versos en la guerra” – que se iba a editar; elegí “Las manos” de Miguel y “Canto a Méjico” de Antonio Machado. Es así como tomé contacto con su poesía”.
Escribió Mario Candela en el diario Información, de Alicante, el 12 de marzo de 1992, que el primer contacto personal entre ambos se produjo en plena calle, al tropezarse con Antonio Blanca, secretario del Ateneo de Alicante y director de Nuestra Bandera -diario del Partido Comunista-, que iba acompañado por un “soldado con el cabello rapado e inequívoco aspecto de campesino”, según recordaba Abad Miró. En esta primera entrevista, el oriolano elogió el dibujo que el de Alcoy había hecho para este libro, una publicación que se acabó de imprimir el 1 de diciembre de 1938. (Óscar Moreno y Antonio Peñalver. «MIGUEL ABAD MIRÓ-MIGUEL HERNÁNDEZ: Un oasis de amistad en un desierto de ausencia», El Eco Hernandiano)
« La edición que comentamos, casi desconocida, fue mencionada por primera vez en el documentado libro de Vicente Ramos y Manuel Molina. En dicho estudio se puede leer: “en 1937, el doctor Schneider pide a diversos pintores alicantinos- Miguel Abad, Melchor Aracil, Gastón Castelló, Manuel González Santana...- dibujos propios para ilustrar el libro Poesía de guerra [sic], publicado sin tardanza por el Socorro Rojo Internacional. Abad ilustró el poema hernandiano “Las manos”, y nos consta que al poeta le agradó muchísimo esta colaboración” (p.61). Más adelante, Vicente Ramos y Manuel Molina afirman que Miguel Abad Miró establece amistad con Miguel Hernández a finales de 1937.» (Comentado por Aitor Larrabide en los números 2 y 3 de la revista PERITO (Literario-Artístico)
Conferencia "La imagen mítica de Miguel Hernández"
Actividad organizada por Orihuela 2M10
en colaboración con la Universidad de Murcia
Actos conmemorativos del Centenario de Miguel Hernández
Conferencia:
"La imagen mítica de Miguel Hernández"
Por D. Luis Mariano Abad Merino
Miércoles 20 de enero, 19 h
Hemiciclo de la Facultad de Letras. Murcia
Un cordial saludo,
Amparo Pomares
Secretaria de Orihuela 2m10
www.2m10.com
en colaboración con la Universidad de Murcia
Actos conmemorativos del Centenario de Miguel Hernández
Conferencia:
"La imagen mítica de Miguel Hernández"
Por D. Luis Mariano Abad Merino
Miércoles 20 de enero, 19 h
Hemiciclo de la Facultad de Letras. Murcia
Un cordial saludo,
Amparo Pomares
Secretaria de Orihuela 2m10
www.2m10.com
lunes, 18 de enero de 2010
MIGUEL HERNÁNDEZ SIGUE CONDENADO POR REBELIÓN
MIGUEL HERNÁNDEZ SIGUE CONDENADO POR REBELIÓN MILITAR
La familia del escritor pidió ayer al Ministerio de Justicia que anule el juicio que le condenó a muerte // El Movimiento golpista le sentenció en 1940 por "tener una intensa actividad literaria".
Público.es/DIEGO BARCALA - MADRID - 28/10/2009
La familia del poeta Miguel Hernández (Orihuela 1910, Alicante 1940) pidió ayer al Gobierno que anule el proceso que le condenó a muerte por rebelión contra el Movimiento franquista. La demanda recae sobre el Ministerio de Justicia.
La familia del escritor vivió en la oscuridad durante toda la dictadura, sin llamar la atención de los represores. "Vivieron muy asustados, aún en la noche del 23-F aparecieron anónimos en el buzón de casa", recuerda Lucía Izquierdo, nuera del escritor y portavoz de la familia.
"Es la teoría de la rebelión invertida. Le acusan de izquierdista e incluso de tener una intensa actividad literaria. De hecho, sigue condenado", explica el portavoz de la Comisión Cívica de Alicante para la Recuperación de la Memoria Histórica, Manuel Parra.
Este colectivo acompañó ayer a la familia a la subdelegación del Gobierno de Alicante. Allí entregaron el escrito en el que piden la anulación del sumario 21.001 del Juzgado Militar de Prensa y el certificado de reparación moral que la Ley de la Memoria Histórica 52/2007 otorga a los que sufrieron la persecución injusta de los sublevados en 1936.
"La ley es coja y débil. Le falta mucho argumento. Por eso creemos que esta petición es una oportunidad maravillosa para recordar a Miguel de cara a su centenario, en 2010", señala la viuda del único hijo que el poeta tuvo con su mujer, Josefina Manresa.
Los herederos de Miguel Hernández denunciaron en un comunicado "la ausencia de iniciativas del Gobierno autonómico, estatal y de otras instituciones [...] para rehabilitar la trayectoria de Miguel Hernández, sobre el que pesa una injustificable condena a muerte".
Crueldad franquista
El consejo de guerra sufrido por Hernández refleja toda la crueldad de la dictadura franquista. "Estuvo seis meses sin saber que le habían conmutado la pena por 30 años de prisión y en todo momento rechazó contundentemente todos los intentos de su conversión", recuerda Parra...
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La familia del escritor pidió ayer al Ministerio de Justicia que anule el juicio que le condenó a muerte // El Movimiento golpista le sentenció en 1940 por "tener una intensa actividad literaria".
Público.es/DIEGO BARCALA - MADRID - 28/10/2009
La familia del poeta Miguel Hernández (Orihuela 1910, Alicante 1940) pidió ayer al Gobierno que anule el proceso que le condenó a muerte por rebelión contra el Movimiento franquista. La demanda recae sobre el Ministerio de Justicia.
La familia del escritor vivió en la oscuridad durante toda la dictadura, sin llamar la atención de los represores. "Vivieron muy asustados, aún en la noche del 23-F aparecieron anónimos en el buzón de casa", recuerda Lucía Izquierdo, nuera del escritor y portavoz de la familia.
"Es la teoría de la rebelión invertida. Le acusan de izquierdista e incluso de tener una intensa actividad literaria. De hecho, sigue condenado", explica el portavoz de la Comisión Cívica de Alicante para la Recuperación de la Memoria Histórica, Manuel Parra.
Este colectivo acompañó ayer a la familia a la subdelegación del Gobierno de Alicante. Allí entregaron el escrito en el que piden la anulación del sumario 21.001 del Juzgado Militar de Prensa y el certificado de reparación moral que la Ley de la Memoria Histórica 52/2007 otorga a los que sufrieron la persecución injusta de los sublevados en 1936.
"La ley es coja y débil. Le falta mucho argumento. Por eso creemos que esta petición es una oportunidad maravillosa para recordar a Miguel de cara a su centenario, en 2010", señala la viuda del único hijo que el poeta tuvo con su mujer, Josefina Manresa.
Los herederos de Miguel Hernández denunciaron en un comunicado "la ausencia de iniciativas del Gobierno autonómico, estatal y de otras instituciones [...] para rehabilitar la trayectoria de Miguel Hernández, sobre el que pesa una injustificable condena a muerte".
Crueldad franquista
El consejo de guerra sufrido por Hernández refleja toda la crueldad de la dictadura franquista. "Estuvo seis meses sin saber que le habían conmutado la pena por 30 años de prisión y en todo momento rechazó contundentemente todos los intentos de su conversión", recuerda Parra...
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Sobre el Centenario de Miguel Hernández
Sobre el Centenario de Miguel Hernández
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EL problema no es qué vamos a hacer en este centenario, sino sus razones. Tres valores explican el sentido de esta conmemoración: «Miguel Hernández, poeta universal, poeta necesario y poeta de la memoria».
Lo de poeta universal tiene que ver con el papel principal que cada creador asume ante sus contemporáneos y la posteridad. Y Hernández es sin duda una lección de universalidad por múltiples razones. Sabemos que no es un poeta de formación reglada; es un autodidacta que mantiene con la escuela una relación fugaz; muy pronto se vincula al mundo cultural de Orihuela. Antes de que vaya a Madrid, en 1931, antes de que conozca un ambiente propicio para presentarse y acrecentar su poesía, el joven Hernández está queriendo ser poeta y hace todo lo posible para serlo, a trompicones con el lenguaje y los versos, en paciente aprendizaje, en sorprendida lectura de contemporáneos, los más inmediatos, y clásicos.
De aquel esfuerzo que va desde 1925 a 1933 ó 1934 surge un poeta afincado en el clasicismo virgiliano, en el renacimiento de San Juan de la Cruz, en la tradición de Góngora y Quevedo, en el barroco teatral de Calderón y, más tarde, en la imitación de Lope de Vega. A través de estos autores va afirmando su clasicidad originaria, al tiempo que mira a los más próximos: de Rubén Darío a Juan Ramón Jiménez y Jorge Guillén, hay un impetuoso aprendizaje de lo clásico y lo contemporáneo. Perito en lunas fue en 1933 la primera sorpresa literaria.
La modernidad la alcanzará en Madrid en contacto con autores que se llaman Vicente Aleixandre o Pablo Neruda, mientras escribe un poemario que fue su primer aldabonazo literario: El Rayo que no cesa. Aterriza en el lenguaje de las vanguardias, mientras los acontecimientos históricos perfilan una nueva creación que tendrá la historia más desdichada de este país como base y lamento, como impulso épico y atenuación del mismo por el dolor, en el tránsito de Viento del pueblo, a El hombre acecha, donde creo que encuentra la mejor poesía de la guerra civil, en la que Hernández adquiere el rasgo de poeta necesario.
Lo de poeta necesario se lo tomo prestado a Antonio Buero Vallejo, quien decía: «para mí es Miguel Hernández un poeta necesario...
Ler completo en ABC.es /domigno 17 de enero
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EL problema no es qué vamos a hacer en este centenario, sino sus razones. Tres valores explican el sentido de esta conmemoración: «Miguel Hernández, poeta universal, poeta necesario y poeta de la memoria».
Lo de poeta universal tiene que ver con el papel principal que cada creador asume ante sus contemporáneos y la posteridad. Y Hernández es sin duda una lección de universalidad por múltiples razones. Sabemos que no es un poeta de formación reglada; es un autodidacta que mantiene con la escuela una relación fugaz; muy pronto se vincula al mundo cultural de Orihuela. Antes de que vaya a Madrid, en 1931, antes de que conozca un ambiente propicio para presentarse y acrecentar su poesía, el joven Hernández está queriendo ser poeta y hace todo lo posible para serlo, a trompicones con el lenguaje y los versos, en paciente aprendizaje, en sorprendida lectura de contemporáneos, los más inmediatos, y clásicos.
De aquel esfuerzo que va desde 1925 a 1933 ó 1934 surge un poeta afincado en el clasicismo virgiliano, en el renacimiento de San Juan de la Cruz, en la tradición de Góngora y Quevedo, en el barroco teatral de Calderón y, más tarde, en la imitación de Lope de Vega. A través de estos autores va afirmando su clasicidad originaria, al tiempo que mira a los más próximos: de Rubén Darío a Juan Ramón Jiménez y Jorge Guillén, hay un impetuoso aprendizaje de lo clásico y lo contemporáneo. Perito en lunas fue en 1933 la primera sorpresa literaria.
La modernidad la alcanzará en Madrid en contacto con autores que se llaman Vicente Aleixandre o Pablo Neruda, mientras escribe un poemario que fue su primer aldabonazo literario: El Rayo que no cesa. Aterriza en el lenguaje de las vanguardias, mientras los acontecimientos históricos perfilan una nueva creación que tendrá la historia más desdichada de este país como base y lamento, como impulso épico y atenuación del mismo por el dolor, en el tránsito de Viento del pueblo, a El hombre acecha, donde creo que encuentra la mejor poesía de la guerra civil, en la que Hernández adquiere el rasgo de poeta necesario.
Lo de poeta necesario se lo tomo prestado a Antonio Buero Vallejo, quien decía: «para mí es Miguel Hernández un poeta necesario...
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