Sinopsis:

Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com

sábado, 31 de marzo de 2012

Foto de familia de hernandianos en Orihuela


(Lucía Inzquierdo ayudand a pintar la paloma de la paz de Pepe Azorín en el Basrrio de trabajadores de san Isidro de Orihuela).

(Paloma de la paz de Pepe Azorín)



(D. Carlos Candela, Ana Mas, María Moreno Soriano, Lucía Izquierdo, mujer Manuel Parra, Manuel Parra Pozuelo y Ramón Fernández Palmeral)

Orihuela 31 de marzo 2012 en el Colegio de San Isidro de Orihuela



(Lucía Izquierdo con los pintores Castejón y Pepe Azorín.

Aval expedido por el falangista Juan Bellod a favor de Miguel Hernández

Aval del falangista Juan Bellod Salmerón a favor de Miguel Hernández de fecah 24 de mayo de 1939, icmprensiblemente se incorporado al Procedimiento Sumarisimo de Urgencia 4.487 iniciado en Orihuela, en octubre de 1939. Juan Bellod le debía el aval a Miguel Hernández, que sin duda le salvó de los fusiles cuando estuvo preso en Orihuela. Y se los debía porque en agosto de 1936, Juan Bellod fue detenido por el Frente Popular e ingresado en la cárcel Jesús María de Orihuela (colegio de religiosas convertido en cárcel), Miguel le visitó en varias ocasiones antes de irse a Madrid al Quinto Regimiento, y estas visitas evitaron el "paseillo" de Juan, de los contrario hubiera sido pasado por las armas como el acalde de Orihuela Francisco Díe Losada. Y otro en diciembre del 36 de Alicante. Por eso luego, en 1939 Miguel exige y le pide a Juan que sea su abogado en el Consejo de Guerra, Juan no acude está de vacaciones en Torrevieja. Y en las memorias de Juan Bellod, adjudicará el salvamento de su cabeza a Agusto Pescador Sarte, socilaista.

Estos avales debían se ratificados en el juzgado ante el juez, pero Bellod no fue a Madrid, quizá pro eso el juez lo desestimó, y a aparece en el segundo sumario.

viernes, 30 de marzo de 2012

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El poeta oriolano Carlos Fenoll ganó un 1º Premio de Poesía en 1942




Revista Llibret homenaje a la Bellea del Foc, de Alicante de junio de 1942, donde se publicó el poema de Carlos Fenoll con el Primer Premio, al madrigal "A la mujer Alicantina". Enmarcado con una ilustración a plumilla de pintor Melchor Aracil.
Localizada por el director de esta web en el Archivo Municipal de Alicante, de calle Labradores, gracias a las indicaciones de Gaspar Peral Baeza, en la mañana del 30 de marzo.

IR A LA PÁGINA DE CARLOS FENOLL-CENTENARIO.

Gaspar Peral Baeza trabajando en su oceánico archivo hernandiano





El bibliófilo Gaspar Peral Baeza trabajando en su oceánico archivo hernandiano en Alicante (fotos de Palmeral).

jueves, 29 de marzo de 2012

Charla-conferencia. "Cárceles y muerte de un poeta". Miguel Hernández



Charla-conferencia que ofreció Ramón Fernández Palmeral, en el acto organizado por el Grupo NUMEN de poesía en Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Alicante, el 28 de marzo en homenajes a Miguel Hernández el el 70 aniversario de su muerte.

LA HUELGA DEL 29-M: UN ÉXITO DE DIGNIDAD Y LIBERTAD


(Fulgencio Martínez)

Para la libertad, sangro, lucho, pervivo...

Miguel Hernández


A las 5. 30 de la mañana de un 28 de enero de 1942 moría en la enfermería del Reformatorio de Adultos de Alicante Miguel Hernández, el poeta de la emancipación, de la libertad, el poeta del pueblo. Tardará mucho en nacer, si es que nace -digo, parafraseando a García Lorca- un poeta español tan claro, tan rico de futuro.
Un 29 de marzo, setenta años después, se celebró en España una huelga general contra la reforma laboral que quiere imponernos un gobierno antiespañol y una clase de grandes empresarios tan mezquina y pequeña como la que tenemos en España, y que aquí, en Murcia, encabeza el dirigente de la CROEM, el señor Del Toro.
Sea cual sea el porcentaje exacto de seguimiento, o la valoración sobre el desarrollo de la huelga del 29 de Marzo, hay una cosa clara: el mismo hecho de que, en democracia, se pueda realizar una huelga, ejercer el derecho a huelga, que es uno de los derechos básicos, es ya un éxito. A pesar de la imposición desproporcionada de servicios mínimos, a pesar de los cutres piquetes empresariales que coaccionaron en muchas empresas a los trabajadores, sobre todo, a los jóvenes y a los contratados temporales, amenazándoles con el despido, y ejerciendo una violencia denunciable contra la dignidad humana y del trabajador, y a pesar de la impresión de estado de excepción que calculadamente quiso dar el Gobierno ese día, con la excesiva presencia policial en las plazas donde se concentraban sindicalistas, en las puertas de centros de enseñanza, hospitales y fábricas – otra forma nada sutil que tienen las instituciones gubernamentales de coaccionar e intentar desactivar la movilización y la protesta-; y a pesar de las llamadas de la beligerante Esperanza Aguirre, confundiendo con terroristas o violadores a los piquetes informativos sindicales, conminando a la ciudadanía a que grabe su presencia con teléfonos móviles o cualquier otro tipo de tecnología defensiva; y por ultimo, a pesar de todos los santos patronos y de ese Losantos (Federico), que incitó al crimen accidental: a que atropellara a los piquetes sindicales un coche de policía; yo y muchos más españoles hemos hecho huelga.
Yo he hecho huelga por mí, por mi derecho a hacer huelga, y por mi hija de 27 años que trabaja en una empresa de telecomunciaciones y a la que se le ha impedido hacerla bajo la amenaza de despido. Precisamente la reforma laboral que pretende el Gobierno favorece eso, el que no se trate de amanezas morales, sino reales, pues dota a los malos empresarios cutres (quiero pensar que existen, como en toda profesión, los legales) de un instrumento para el despido sin más razón que el ordeno y mando.
Dos argumentos exhibió el gobierno para desactivar la huelga contra su reforma laboral: una, que la huelga daba mala imagen (argumento que caló en los empresarios como el señor del Toro) y otra: que la reforma favorecería a los parados y la creación de empleo. Al contrario, la reforma a lo que se dirige, con total coherencia con su filosofía neoliberal, es a la creación en potencia de un ejército masivo de parados, que en potencia somos todos, incluso los españoles que actualmemte tenemos trabajo. Mano de obra intercambiable, de usar y tirar, que rotativamente es utilizada y devuelta a la cloaca cuando convenga al empresario. Y, por supuesto, una fuerza de trabajo atemorizada de antemano, no reivindicativa, privada de dignidad y de conciencia de clase.
Cuando se habló de que la huelga daba mala imagen, hemos sabido por fin ante quién. Ante los inversores extranjeros, se ha dicho. Ya sabemos algo más de los gustos de esos invisibles inversores: les gusta un pais de eunucos, de castrados, de esclavos, con una salud laboral y una dignidad humana y de clase por los suelos. La imagen que tienen de los trabajadores occidentales, en el siglo XXI, no es ni siquiera la de los chinos (a los que se ha puesto de ejemplo) sino la de los antiguos egipcios que picaban piedra para las pirámides, en el esclavismo profundo.
Independimente de lo que se opine sobre si servirá o no esa huelga para cambiar o mejorar, al menos, las condiciones que la reforma laboral impone al trabajador, yo la hice para que quede claro que no me voy a callar mientras me quitan la dignidad. Qué triste es oír a quienes no la hicieron por no perder cien euros (¡como si un derecho no valiera más!l) o a los que han subido un peldaño en la escala laboral empresarial, a los jefes, pobrecitos que ganan unos euros más, a costa de perder su dignidad humana y laboral.
Es justo felicitar a los sindicatos. El trabajador solo, es un cero a la izquierda, todo lo ha conseguido colectivamente. Desde el siglo XIX hasta hoy, si se han conseguido mejoras y derechos, ha sido por los sindicatos de trabajadores. Miguel Hernández no murió en vano.


Fulgencio Martínez
Profesor de Filosofía y escritor

Versos que vencen al tiempo



Por Manuel Parra Pozuelo en Diario "Información", 28 de marzo 2012


La vida de Miguel Hernández, que ya hace setenta años que no está con nosotros, nos ha dejado muy abundantes huellas, señales y testimonios de su acontecer no solo en sus versos, sino también en sus cartas, que, cuando se cumplen los setenta años de la inicua extinción de su persona, consideramos obligado rememorar, siquiera indiciaria y brevemente.
En cuanto a la identidad de emociones y acontecimientos presentes en sus poemas y en sus cartas son elocuentes y clarificadoras las palabras que incluye en la escrita en junio de 1936, cuando dice a Josefina Manresa que todavía era su novia: "Ya te mandaré versos, me parece una tontería mandarte con las cartas porque ya te digo lo que siento en cada una de ellas".

Para constatar la común inspiración, el idéntico magma del que brotan los poemas y las cartas de Miguel Hernández basta reparar en dos de los títulos de sus poemarios, el de su primer libro efectivamente publicado, Perito en lunas, y de otro que no llegó a ser más que un borrador, El silbo vulnerado, y tener en cuenta que, en el primer caso, la huerta era la generalizada ocupación de los oriolanos del tiempo en el que estuvo inmersa la juventud de Miguel, hasta tal punto que constituyó el motivo y la poética y metafórica dedicación que refleja el titulo de su primer poemario, y sobre el rótulo del libro que solo fue un proyecto, constamos que es, sin ninguna duda, una hermosa y sugestiva alusión a la forma de llamar a su novia, hasta tal punto real que Josefina, dirá en su memorias: "Al día siguiente silbó en la placeta y yo mandé a una de mis hermanas a que le diera las cartas y retratos".
Las expresiones y las ideas de Miguel son, en muchas ocasiones idénticas o parecidas en sus versos y en sus cartas. Una evidente prueba de esta analogía la encontramos en la carta que el 10 de diciembre de 1934 escribe a Josefina, en la que podemos leer: "Ni voy al cine ni al teatro, ni a ninguna clase de espectáculos. De mis asuntos a mi casa y de mi casa a mis asuntos", con evidente semejanza con el verso del sexto terceto de la Elegía a Ramón Sijé, en el que leemos: "Ando sobre rastrojos de difuntos/ y sin calor de nadie y sin consuelo/ voy de mi corazón a mis asuntos".

Aspectos escatológicos o crudas expresiones presentes en la obra poética del genial oriolano, como la tan conocida "me duelen los cojones del alma", del poema Los cobardes, con la que manifiesta su enojo y su dolor ante los hombres que no aceptaban la necesidad de luchar a favor de la República, no estaban tampoco ausentes de sus cartas , y en una de la más curiosas, la de 29 de abril de 1940, también encontramos una referencia al dolor que siente en sus masculinos atributos, aunque, en este caso, no es un padecimiento moral el que lo causa, sino algo tan material y prosaico como la estrechez de unos calzoncillos, cosidos por su esposa, que le lleva a decir: "Josefina, como los calzoncillos que me has hecho sean como los que tengo aquí no me los pondré. Tú no sabes el tomento que me dan en la huevera".

En la parte del corpus epistolar escrito desde las cárceles es evidente, al igual que en los poemas de esta etapa, un concentrado dramatismo y una mayor intimidad, que ya había sido intuida y anunciada por el poeta en una composición titulada precisamente Carta, incluida en su libro El hombre acecha, que había sido escrito cuando no habían finalizado los combates, y Miguel no estaba en la cárcel, si bien es cierto que sus palabras ya anticipan la ansiedad y la angustia que caracterizarían su estancia en prisión diciendo : "Cartas, relaciones, cartas / tarjetas postales, sueños/ fragmentos de la ternura, /proyectados en el cielo, / lanzados de sangre a sangre/ y de deseo a deseo".
Las merecidamente conocidas y alabadas "Nana de la cebolla" constituyen un ejemplo paradigmático e incontestable de las interrelaciones entre sus cartas y sus poemas, los versos responden, en este caso, a una carta de Josefina, en la que le informaba de su alimentación exclusivamente a base de pan y cebolla, y en su respuesta, una carta del poeta, escrita el 12 de septiembre de 1939, ya anticipa una de las metafóricas elaboraciones de su celebérrima nana, cuando dice: "Estos días me los he pasado cavilando sobre tu situación, cada día más difícil. El olor de cebolla que comes me llega hasta aquí, y mi niño se sentirá indignado de mamar y sacar sumo de cebolla en vez de leche. Para que lo consueles le mando estas coplillas que le hecho". En estas palabras transcritas, los límites entre la realidad a la que se refieren y la poesía que los refleja desaparecen, y cuando Miguel escribe en esas coplillas para su hijo, "con sangre de cebolla se amamantaba", la estremecedora expresión es correlato de la real situación de carencias alimenticias en las que se encontraban su esposa y su hijo. Del mismo modo, algunos rasgos físicos de su segundo hijo Manuel, aparecen en sus cartas, como, por ejemplo, cuando, en la del 5 de agosto de 1939 dice: "Ayer fue su cumplemeses y si hubiera podido le hubiera felicitado. Manolillo mío, hijo, aunque tarde te felicito en tu octavo cumplemesesÉ Tengo unas ganas muy grandes de oírte nombrarme y de verte y comerte esos dientes, esos cinco dientes que ya tienes", y está refiriéndose a una entrañable circunstancia que afectaba a su hijo y que en las mismas nanas expresará poéticamente cuando escriba: "Al octavo mes ríes/ con cinco azahares/ con cinco diminutas/ ferocidades./ Con cinco dientes/ como cinco jazmines/adolescentes".

Un muy interesante y debatido aspecto de la vida de Miguel Hernández es el de su firmeza ante las reiteradas invitaciones del régimen franquista para que mostrase, al menos, su resignada aceptación del orden político impuesto tras la guerra, a este respecto en las cartas a Josefina Manresa se encuentran referencias a Don Luis Almarcha, sacerdote que, como es sabido, llegó a ser obispo de León y fue uno de los primeros en considerarlo como poeta y jugó un decisivo papel en la última etapa de su vida, que son, sin duda, clarificadoras de la firme actitud del poeta ante tan tentadoras invitaciones a su retracción. Así se constata en su carta del 26 de abril de 1941, cuando dice a su esposa: "Almarcha y todas las personas de su especie que se guarden muy bien de intervenir en mis asuntos", afirmando además: "Ya te contaré y comprenderás que no es posible aceptar nada que venga de la mano de tantos Almarchas como hay en el mundo. Sería una verdadera vergüenza".

Sus palabras adquieren un inequívoco sentido si las ponemos en relación con lo manifestado por su hermano Vicente el cual afirmó que, cuando seis meses después de finalizada la guerra, ante su solicitud de ayuda para Miguel el prelado respondió que Miguel no le hizo caso cuando le propuso rectificar sus ideas y sus escritos, y en esa situación le resultaba imposible hacer nada por él.

Estas reiteradas tentativas para conseguir de Miguel Hernández una conveniente adaptación al nuevo régimen no cesaron hasta la finalización de su vida, y las tensiones que, en ocasiones, aparecen en sus cartas y en sus últimas notas, y es a las presiones de "Almarcha u otras personas de su especie", a las que debemos atribuir los enfados de Miguel con Josefina, que motivan su carta de 31 de octubre de 1941, en la que, justificando su negativa a recibir la visita de su esposa, afirma sentir haber dado su negativa a la visita que tuve por ti, afirmando, además, que siempre había sabido lo que habría de ocurrirle.
Tampoco parece arriesgado suponer que las exigencias del prelado están presentes en la voluntad del poeta de contraer matrimonio religioso en los últimos momentos de su vida, y en otra de sus notas, afirma textual y sinceramente: "De lo que me dices sí es por voluntad mía o no te digo que no".

Finalmente señalar que las últimas palabras de su última nota son "Da besos a Manolillo", constatando así que fue su hijo el que ocupó sus postreros pensamientos, del mismo modo que había puesto de manifiesto en sus versos el deseo de depositar en su hijo sus amorosos ósculos, aunque prisiones y calabozos lo impedían tal como reflejó al decir: "No puedo olvidar/que no tengo alas,/ que no tengo mar,/vereda ni nada/ con que irte a buscar". No obstante, en tan adversas circunstancias, es también su hijo el que le permite superarlas y escapar en sus versos de tan aciaga situación, cuando le dice: "Con dos años dos flores/ cumples ahora, niño radiante:/ va tu sangre contigo/ siempre adelante" y aún más es el niño, su entrañable Manolillo, el que permitirá y posibilitará su poética victoria que le lleva a exclamar:
"Herramienta es tu risa,/luz que proclama/ la victoria del trigo/ sobre la grama/. Ríe. Contigo/ venceré siempre al tiempo/ que es mi enemigo".
Y ciertamente, Miguel Hernández, sus poemas, sus cartas, sus huellas, han vencido a los setenta años que hace que nos dejó, y nunca el tiempo podrá borrarlas.


Información de Alicante

Clamoroso éxito del homenaje a Miguel Hernández en Alicante





(Fotos realizadas por Justo Soriano)

Charla conferencia de Ramón Fernández Palmeral, y recital de "El Rayo que no cesa" por los componentes del Grupo Numen de Alicante. Presidido por Diego Zambrano y Rafaela Lax. Con asistencia de numeroso público entusiasta de nuestro poeta. Hemos logrador que Alicante ciudad sea un emporio hernandiano.
HOMENAJE DE ALICANTE EN LE 70 ANIVERSARIO DE SU MUERTE.


Videospalmeral

miércoles, 28 de marzo de 2012

Recuerdos a Miguel Hernández en la Sede de la Universidad de Alicante a cargo de Manuel Parra





En la tarde del 27 de mayo se celebró en la Sede de la Universidad de Alicante un recital de los premiados en el concurso de poemas dedicados a los 1o años de la Sede. Presentado por la directora de la Sede Catalina Iliescu. Asi como una alocución del profesor Manuel Parra Pozuelo en recuerdo del 70 aniversario de la muerte de Miguel Hernández.

lunes, 26 de marzo de 2012

In Memoriam: a Miguel que muere solo

Así dedicó el profesor italiano Antonio Fantucci, profesor de la Universidad de Murcia, su poema 'Mane, Domine, Nobiscum' inspirado por la muerte del gran poeta español Miguel Hernández. Publicado en la revista "Momento" de Semana Santa de 1942, el Domigno de Ramos, un día después de la muerte de Miguel.

Años más tarde, el Sumo Pontífice Juan Pablo II publica su Carta Apostólica MANE DOMINE NOBISCUM al Episcopado, al Clero y a los fieles para el Año de la Eucaristía 2004-2005.

En su introducción comienza: “Quédate con nosotros, Señor, porque atardece y el día va de caída» (cf.Lc 24,29). Ésta fue la invitación apremiante que, la tarde misma del día de la resurrección, los dos discípulos que se dirigían hacia Emaús hicieron al Caminante que a lo largo del trayecto se había unido a ellos. Abrumados por tristes pensamientos, no se imaginaban que aquel desconocido fuera precisamente su Maestro, ya resucitado”.

Escribo estas notas a pocos días de la Pascua, luego de conocer que en Orihuela - su pueblo - la Casa natal de Miguel Hernández se encuentra en estado de abandono, pese a los anuncios sobre su restauración, y a las intenciones de fundaciones y otras instituciones.

Un extraño documento de la Prisión de Alicante donde falleciera Miguel a los 31 años cuenta que los médicos no pudieron cerrar sus ojos después de muerto.¿Estarán cerrados los nuestros?
No soy español, no me considero por tanto juez del abandono de los tesoros de esa nación, pero como persona, como ser humano considero que todos aquellos que día a día vemos con espanto como la guerra, el terrorismo y la miseria siguen asolando el planeta tenemos la obligación de manifestar nuestro dolor ante la pérdida cultural que representa.

Perito en Lunas, así titulo Hernández a su primer trabajo, más tarde describiría magistralmente las miserias de la guerra fraticida, el hambre con que su mujer alimentaba a su hijo, la desesperanza de un cuerpo “tiznado” por la pena. “Cuanto penar para morirse uno”

No conozco Orihuela y tal vez nunca pueda hacerlo, pero reclamo por el derecho de mis hijos y del resto de las personas de esta Tierra a preservar la memoria de aquellos que cómo Miguel Hernández iluminaron con su arte las épocas más oscuras. Permitamos a Miguel quedarse con nosotros o mejor quedémonos con él.

Homenaje a Miguel Hernández, 28 de marzo Ámbito Cultural de El Corte Inglés Alicante

MARZO HERNANDIANO 2012 en ORIHUELA

MARZO HERNANDIANO 2012
INAUGURACIÓN DEL SANTO SEPULCRO
• 27 de marzo. Exposición: “Antonio Gades. Viento del Pueblo”. De Antoni Miró. Concierto de Guitarra de Andrés Hernández. Inauguración del Centro Cultural del Santo Sepulcro (C/Armengola) a las 20:00 h. Del 27 de marzo al 27 de abril.

RECUPERACIÓN DE LOS MURALES DE SAN ISIDRO. 1976/2012
ACTOS PROGRAMADOS
VIERNES 30 de MARZO
• 16:30 h. Inauguración en la plaza de San Isidro
• 17:00 h. Distribución de materiales y fachadas a pintores y colectivos.
• 17:30 h. REM. Rapsodia En Movimiento. Montaje poético dramatizado a partir de poemas de MH y otros poetas. Teatro Universitario UMH. Director Adán Martínez. Animación callejera desde Orihuela hasta San Isidro.
• 18:00 h: Presentación del libro “Espinas de un viento poeta. Miguel Hernández” de Mª Consuelo Franco Gútiez. Presentan: Joan Pamies. Primer Director de la Fundación Miguel Hernández y Profesor de Economía e Ignacio González López, Profesor de Lengua y Literatura en el IES Leonardo Da Vinci de Alicante. (Salón de actos del Colegio Jesús Mª de San Isidro)
• 18:30 h. Recitales y música a cargo del Centro Ocupacional Oriol, alumnado del Colegio Jesús Mª de San Isidro, “Círculo” del IES Tháder, Rafael Lozano, Michael Sade, Asociación de Mujeres para la Libertad y la Vida, guitarrista Pedro Aguilera, Laura Moñino. (En la plaza)
• 19:30 h. Presentación del libro “La recuperación de la memoria histórica en Alicante”. A cargo de Francisco Moreno, coordinador de la publicación. (Salón de actos del Colegio Jesús Mª de San Isidro)
• 20:15 h. Presentación del libro del cantautor Manuel Gerena “A Contracorriente. Por la dignidad”. (Salón de actos del Colegio Jesús Mª de San Isidro)
• 21:00 h. Concierto de Manuel Gerena. Plaza de San Isidro.

SÁBADO 31 DE MARZO
• De 10:00 a 19:00 h. Actuación de los pintores y pintoras. Pintura de murales.
• 10:15 h. Presentación: Recuerdo de las actividades de 1976 y de los organizadores del Homenaje de los Pueblos de España a Miguel Hernández. (Salón de actos del colegio Jesús Mª de San Isidro).
• Estreno del corto sobre la vida de MH. Retazos del alma. Vega Berdón y María Reyes. (Salón de actos del colegio Jesús Mª de San Isidro).

• Exposición fotográfica “Retazos” sobre Miguel Hernández. (Colegio Jesús Mª de San Isidro).
• 12:00 h: Conferencia-coloquio “Trabas legales sobre la petición de anulación de la pena de muerte contra Miguel Hernández. A cargo de Carlos Candela. Abogado de la familia del poeta y miembro de la Comisión Cívica y Manuel Parra. Miembro de la Comisión Cívica. (Salón de actos del Colegio Jesús Mª de San Isidro)
• 12:30 h. Taller de poesía. Foro Social. (Colegio Jesús Mª de San Isidro).
• 17:00 h. Ponencia. “Mujeres en la Vida de Miguel Hernández”. Asociación de Mujeres Clara Campoamor. (Salón de actos del colegio Jesús Mª de San Isidro).
• 17:45 h. Intervención de Marcos Ana. Presentación del libro “Poemas de la prisión y de la vida”. y de la obra de teatro “Sino Sangriento”. (Salón de actos del colegio Jesús Mª de San Isidro).
• 18:15 h. Teatro “Sino Sangriento”. Presentación por parte del autor Marcos Ana. Representada por Desván, grupo de teatro independiente. (En la Plaza de San Isidro).
• 19:00 h. Lectura Manifiesto de pintores y poetas. Por los pintores Pepe Azorín y Pepe Aledo y el poeta José Luis Zerón. (En la Plaza de San Isidro)
• 19:15 h. Recitales y Música: Coral Aleluya del Raiguero de Bonanza. Mª Antonia Guil, Asociación Universitaria Oriol, concierto del guitarrista Andrés Hernández. Manuel Roberto Leonís y Trinitario Rodríguez. Rudi y Rosana de la Asociación Alumnos Escuela de Adultos. Guitarrista y cantaor de la Asociación de Vecinos de San Isidro. (En la Plaza de San Isidro)
• 22:00 h. Concierto de Paco Ibáñez en el Teatro Circo.

 DOMINGO 1 DE ABRIL

• De 10:00 h. a 13:00 h. Actuación de los pintores y pintoras. Pintura de murales.
• 10:15 h. Presentación: Recuerdo de las actividades de 1976 y de los organizadores del Homenaje de los Pueblos de España a Miguel Hernández. (Salón de actos del colegio Jesús Mª de San Isidro).
• Estreno del corto sobre la vida de MH. Retazos del alma. Vega Berdón y María Reyes. (Salón de actos del colegio Jesús Mª de San Isidro).
• Exposición fotográfica “Retazos” sobre Miguel Hernández. (Colegio Jesús Mª de San Isidro).
• 13:00 h. Clausura y entrega de los certificados de participación a los pintores y pintoras.

Organiza: Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Orihuela
Comisarios:
Pepe Aledo y Pepe Rayos
Colaboración y participación especial:
Comisión Cívica de Alicante para la Recuperación de la Memoria Histórica
Plataforma Proyectos San Isidro
Colegio Jesús Mª de San Isidro


LIBRO "Simbología secreta de Viento del Pueblo", en LULU

domingo, 25 de marzo de 2012

Llegada de la Senda del Poeta al cementerio de Alicante




15 de marzo a las 18 horas.
Videsopalmeral.Alicante

La Senda del Poeta llegó al cementerio sobre las 18 horas.



En la foto: Pablo Sandoval Concejal Delegado de Juventud del Ayuntamiento de Alicante;Marcos Sanchis, del Institut Valencià de la JoventutGeneralitat Jove (IVAJ), y Ramón Fenández Palmeral. En el cementerio de Alicante, tarde el 25 de marzo, junto al mausuleo de Miguel Hernández.

Homenaje del Grupo Anuesca de El Campello, a Miguel Hernández en El Rincón del Poeta en Alicante.


En la mañama del 25 de marzo, un grupo de poemas de Anuesca y otros poetas invitados hemos decidado un emotivo homenaje al universal poeta en "El Rincón del Poeta" de Alicante.






jueves, 22 de marzo de 2012

"Vientos del pueblo" recita Ramón Palmeral



A Miguel Hernández en el 70º aniversario de su muerte.

Ver mi ensayo "Simbología secreta de Viento del pueblo"

El explotador que se enriquecío en la herida. Huelga 29 de marzo

El el poema "Aceituneros" de Miguel Hernández en marzo de 1937, sigue vigente en algunos aspectos, aunque con ciertos cambios. Donde el explotador se convierte en empresario protegido por la leyes del Gobierno que no quiere negociar con los sindicatos.

Vuestra sangre, vuestra vida,
no la del explotador
que se enriqueció en la herida
generosa del sudor.

No la del terrateniente
que os sepultó en la pobreza,
que os pisoteó la frente,
que os redujo la cabeza.


Algo ha cambiado aunque con los empleos basura y el precario empleo el abuso continúa. Los empresarios quieren que España sea como China: trabajo de 24 horas, salarios por la comida, sin sidicatos, sin ocio y esfuerzo sumo, para que el amo gane mucho y se haga multimillonario.
Sin embargo, es una realidad que situación del empleo en España depende de Europa y de la econonimía global.
Pensamos que los sindicatos ha del luchar por la defensa del trabajador, pero también, deben actualizarse, y no pueden seguir con la mentalidad del pasado, sino que ha de adaptarse a los tiempos con nuevos sistemas de presión. La mayoría del trabajo está en la PYMES, y la grandes empresas, ésta a su vez lo dejan en manos de subcontrata de pocos empleados.

Relación de Eduardo Llosent y Miguel Hernández

Creo que Miguel no estuvo en Madril durante los días 20 a 22 de abril de 1939. El salvoconducto expedido por el Gobierno Militar de Orihuela era para Sevilla, Jérez y Cádiz, no para Madrid, expdido el 18 de abril. Además la carta a José María de Cossió de 19 de abril del 39, es evidente "Yo salvo para Sevilla segurante, y pronto". Ya tenñia en su poder el salvoconducto expedio el 18 de abril en Orihuela, y las 200 pesetas que le había dejado su hermano Vicente.
Como bien acertó Juan Guerrero Zamora, Eduardo Llosent estaba en Sevilla y no en Madrid.
Víctor González, se equivocó al recorcar esta fecha.
Tampoco hay carta de Miguel a Josefina des de Madrid, sino desde Alcázar de San Juan, nudo ferroviario donde hay que hacer transbordo. Por eso estuvo unos días aquí, con los tíos y los primos de Josefina.
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AMISTAD DE EDUARDO LLOSENT Y MIGUEL HERNÁNDEZ





Eduardo Llosent Marañón y Miguel Hernández se habían conocido durante una de las Misiones Pedagógicas. Director de la revista Mediodía de Sevilla, Redactor jefe Joaquín Romero Murube.

Existe confusión sobre la fecha del encuentro entre Eduardo Llosent Marañón y Miguel Hernández en Madrid. No se sabemos con exactitud si lo fue a primero de marzo de 1939, o a finales de abril del mismo año en Sevilla. Entre los biógrafos existen discrepancias. Nuestro análisis es el siguiente:

Si Miguel obtuvo un salvoconducto en el Gobierno Militar de Orihuela, expedido el 18 de abril de 1939, para Sevilla, Jerez y Cádiz, ¿cómo es posible que se fuera a Madrid? sin el salvoconducto pertinente para esta ciudad tomada por los tropas de Franco, su situación era muy delicada y precaria como para arriesgarse y ser descubierto y detenido. En los trenes iban escoltas de guardias civiles que junto con el revisor pedían documentación a todos los viajeros. Por ello es improbable que se arriesgara tanto, porque era seguro que lo detenían.


Salió para Sevilla con 200 pesetas que le había dejado su hermano Vicente.
Se comente el error de decir que Ismael Terrés, marido de su hermana Encarnación era quine el facilitó el salvoconducto para su viaje a Sevilla, lo cual no es cierto. Puesto que este salvoconducto como podemos ver está expedido el 24 de marzo en Alcoy para que se traslade a Orihuela con caducidad hasta el 10 de abril, por que da a entender que Miguel en Cox se trasladó a Alcoy para hablar con su cuñado, que estaba en el CRIM de Alcoy.



Por ello, lo más que se acercó a Madrid fue en la parada obligada de Alcázar de San Juan, donde el 23 de abril le escribe una carta a Josefina. No existen cartas de esta breve estancia en Madrid. De Alzar de san Juan se fue a Sevilla y no a Madrid. Víctor González Gil se equivocó de fecha al recordarlo muchos años después. Ni tampoco se entrevistó con Eduardo Llosent que, según los biógrafos le expide carta de recomendación para Joaquín Murube en Sevilla, más un salvoconducto para Sevilla, documento éste que no ha aparecido, y además no le había falta porque poseía el de Orihuela.
Por consiguiente, pesamos que en marzo re refugia en la casa de Víctor González Gil el encuentro con Eduardo debió suceder en la primera semana de marzo -días del golpe de Casado-, y además fue a la Embajada de Chile, visita a la casa de José María Cossío y salida por la ciudad Lineal hacia Cox, es lógica. Y que Eduardo le expidiera un salvoconducto parta Orihuela, es lógico. Y no hubo carta de recomendación para Romero Murube, alcaide del Alcázar de Sevilla. Porque en marzo todavía no pensaba ir a buscar refugio en Sevilla.

Juan Guerrero Zamora, analizando el contenido de una carta desde Sevilla -sin fechar- escribe a Josefina "Esto es el paraíso, ahora que con jamón y mujeres en vez de manzanillas", no es posible probar el jamón sin la ayuda de algún amigo; y en otra carta desde Rosal de la Frontera, escribe "Escríbeme en la dirección que pongo en el sobre: San Vicente, 22 Sevilla, a nombre de Eduardo LLosent que me mandara la carta". Es evidente que Eduardo estaba en Sevilla y no en Madrid. Y por lo tanto la presentación de Miguel ante Murube es de la mano de Eduardo que está en Sevilla y es quien se lo presentó. Murube no pudo hacer nada por ocultarlo, a pesar de que años después verbalmente comentó que lo tenía de jardinero. Años después por la mente novelesca de Joaquín Ezcurra, es quien cuenta un imposible encuentro y saludo de Franco con Miguel, en los jardines. Franco no estaba allí por esas fechas, aunque sí era el lugar palaciego donde se alojaba cuando iba por allí.

Tampoco estaba en Sevilla Jorge Guillén, pues se marchó de España en julio del 38.

Es decir, que nuestras conclusiones son que Miguel y Eduardo se encontraron en Madrid a primeros de marzo y no en abril, porque Miguel se fue desde Cox a Sevilla directamente.
Víctor González Gil, no tuvo en cuenta las fechas de la veces que Miguel se alojó en su casa-taller de la calle Garcilaso,10. La primera vez pudo ser en marzo del 39, la segunda ya en septiembre de 1939, cuando salió de la cárcel de Torrijos, no por error burocrático, sino por la Orden promulgada de que tenían que excarcelar a todos aquellos que aún no habían sido juzgados, posiblemente por el exceso de presos y la exceso de juzgados.
Además acude a la Embajada de Chile -ahora estaba Germán Vergara y no Morla Lynch-, donde no fue asilado, ni ahora ni antes, porque no estaba en la lista de los Alberti cuando huyeron al aeródromo de Elda para salir hacia Orán.

..................
Al pasar de Sevilla a Portugal por la carretera de Huelva a su paso por Valverde del Camino no pudo pasar a ver al abogado Diego Romero -como afirmó el prio abogado-, porque en estas fechas no era abogado suyo, será después cuando fue detenido y se lo buscará José María de Cossío en la prisión de Torrijos.

Alicante, 22 de marzo 2012.

lunes, 19 de marzo de 2012

La prensa de Madrid durante la guerra civil


(En "El Mono Azul" nº 19 de 10 de junio del 1937 publicó Canción del Esposo Soldado", y le anuncian la proxima aparición de "Viento del pueblo" (Valencia. Socorro Rojo)


Durante la guerra se publicaron en Madrid varios tipos de periódicos: los grandes diarios vinculados a la empresa privada, periódicos y revistas de los partidos republicanos de izquierda y la nueva prensa surgida con la guerra.

Las publicaciones periódicas en la España republicana se caracterizaron por su gran diversidad. Diversidad que respondía a la heterogeneidad del mismo Gobierno, y de los partidos y organizaciones que respaldaban al Gobierno de la República.

Con el estallido de la guerra se produjo la incautación de periódicos de derechas, conservadores y monárquicos. Y otros pasaron a organizaciones sindicales y partidos de izquierda como "ABC", "El Siglo Futuro", "La Epoca", "Ya", "El Debate", "Ahora", etcétera.

Junto a éstos seguían publicándose los diarios republicanos de izquierda vinculados a grupos empresariales, como "Heraldo de Madrid", "Diario de la Noche", "El Sol", "Diario de la Mañana del Partido Comunista", "La Voz", "El Liberal", "La Libertad", y otros muchos.

Había otras publicaciones que eran los portavoces de sindicatos y partidos de izquierda: "Política", "Semanario Republicano de Izquierdas", órgano del partido de Izquierda Republicana liderado por Manuel Azaña; "Mundo Obrero", órgano del Partido Comunista; "El Socialista", del PSOE; "CNT", entre otros.

Entre las publicaciones de la nueva prensa de guerra (que se encargó de la información sobre los frentes y de la formación política de los soldados y civiles, y al tiempo estimuló la moral y la conciencia de victoria) destacaron: "Milicia Popular", diario del Quinto Regimiento de Milicias Populares, en el que escribieron entre otros Luis de Tapia, Ramón J. Sénder, José Bergamín, Rafael Alberti, José Herrera Peteré, Miguel Hernández y Antonio Machado; "Octubre", Boletín de los batallones Octubre y Largo Caballero; "Joven Guardia", Boletín del Regimiento Pasionaria de Madrid, etc.

Otras publicaciones eran de las Brigadas Internacionales: "A l'Assuat", "Noi Passaremo!", etc.

Entre las revistas culturales hay que mencionar dos: "El Mono Azul" y "Hora de España". La primera nació en agosto de 1936. Era la Hoja Semanal de la "Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de Cultura". La formaban Rafael Alberti, José Bergamín, Rafael Dieste, Ramón J. Sénder, Ramón Gaya, Mª Teresa Zambrano y muchos más de la Alianza de Intelectuales Antifascistas. A través de ella los escritores y artistas se identificaban con la causa del pueblo. La segunda revista, "Hora de España", fue publicada en enero de Valencia por los intelectuales que abandonaron Madrid en noviembre de 1936, para huir a Valencia, la nueva capital republicana. Apareció en enero de 1937 y se publicó hasta noviembre de 1938. Sus ensayos fueron escritos por Antonio Machado, León Felipe, Dámaso Alonso, María Zambrano, José Bergamín, Díez-Canedo, J. Xirau y otros. Los poemas fueron realizados por Miguel Hernández, Luis Cernuda, Emilio Prados, Serrano Plaja, Gil-Albert, Manuel Altolaguirre, Rafael Alberti, etc.


TOMADO DE LA PÁGINA GUERRA CIVIL

sábado, 17 de marzo de 2012

Dos años después de la muerte de Hernández le conmutaron la pena de 30 años por 20 años



(Documento del Archivo General Militar de Guadalajara)

Cual no sería el desastre burocrático en la Justicia franquista y el odio visceral hacia el poeta Miguel Hernández que casi dos años después de su muerte el 28 de marzo de 1942 le conmutaron la pena de treinta años por la de veinte años y un día de reclusión mayor, el 4 de enero de 1944 por el entonces Ministro del Ejército general José Enrique Varela Iglesias; según vemos este este documento en poder del investigador Ramón Fernández Palmeral.

viernes, 16 de marzo de 2012

Senda del Poeta 2012, Orihuela-Alicante

En la mañana del 23 de marzo 2012 sale desde Orihuela y que posteriormente se partirá hacia Redován, Callosa de Segura, Cox, Granja de Rocamora, San Isidro, Crevillent, Elche y Alicante, donde la Senda del Poeta tiene su final el domingo 25 por la tarde, donde habrá un acto de homenaje.

Una avenida de Orihuela se llamará "Viento del Pueblo"

Avenida “Vientos del Pueblo”

El paseo que atraviesa la avenida Marqués de Molins pasará a llamarse paseo “Vientos del Pueblo”. No obstante, las direcciones postales de los vecinos que viven en la mencionada vía no sufrirán ninguna modificación. El acto de inauguración del paseo tendrá lugar el próximo 28 de marzo, día en que se conmemora el 70 aniversario de la muerte del poeta oriolano Miguel Hernández.

El decreto de Alcaldía que recoge la nueva denominación, señala que “en atención a relevancia de la obra de Miguel Hernández, su personalidad y legado moral que atestiguan los numerosos nombramientos otorgados por numerosas instituciones y entidades” y considerando que “Orihuela sigue teniendo una deuda de gratitud y de respeto para con sus versos y la ejemplaridad de su vida”, ya que no hay ninguna calle que lleve el nombre de alguno de sus poemas, se ha puesto el nombre de “Vientos del Pueblo” al paseo.

“Con este gesto damos cumplimiento al compromiso que adoptó al anterior Corporación en al acto de homenaje al monumento de Miguel Hernández, el 28 de marzo de 2011”, ha comentado la concejala de Cultura, Ana Mas, quien ha recordado que en ese acto, el anterior concejal de Urbanismo aseguró que la avenida en la que se ubica la estatua del poeta se llamaría Miguel Hernández. Sin embargo, una ley prohíbe que diferentes calles de un municipio lleven el mismo nombre. Por eso, y porque en Orihuela existen siete calles y plazas que llevan el nombre del poeta oriolano, el paseo llevará el nombre de uno de los poemas más conocidos y reconocidos de Hernández. “Con esto, cerramos el círculo y creamos un entorno hernandiano de claras connotaciones”.

"Nana de la cebolla", Miguel Hernánde en la cárcel de Torrijo


(Nana de la cebolla", obra de Palmeral. Colección de la pintora Mbelssen).


NANAS DE LA CEBOLLA

La cebolla es escarcha
cerrada y pobre:
escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla:
hielo negro y escarcha
grande y redonda.

En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.

Una mujer morena,
resuelta en luna,
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te tragas la luna
cuando es preciso.

Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en los ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que en el alma al oírte,
bata el espacio.

Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.

Es tu risa la espada
más victoriosa.
Vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.

La carne aleteante,
súbito el párpado,
el vivir como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!

Desperté de ser niño.
Nunca despiertes.
Triste llevo la boca.
Ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.

Ser de vuelo tan alto,
tan extendido,
que tu carne parece
cielo cernido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!

Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.

Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.

Vuela niño en la doble
luna del pecho.
Él, triste de cebolla.
Tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre.

jueves, 15 de marzo de 2012

IX Jornadas Viento de pueblo de Orihuela



Conferencia "La poética comprometica de Miguel Hernández: la incidencia hispanoamericana"
Presentado por Aitor Larrabide
Impartida por José María Balcells

Viernes 16 de marzo a las 20 horas en el Ateneo Viento del Pueblo de orihuela
..............
Sábado 31 de marzo a las 12 hroas en el cementerio de Alicante, lectura de un manifiesto

lunes, 12 de marzo de 2012

Domingo 25 en el Rincón Poetico de Alicante


En el marco de los domingos poético musicales en Alicante, ANUESCA tiene el honor y el placer de invitarle a participar en el acto del 25 de marzo con la lectura de un poema de Miguel Hernández.
Atentamente le saluda:
Harmonie Botella
Presidenta de ANUESCA

domingo, 11 de marzo de 2012

"Las dos muertes de Miguel Hernández". Premio de Periodismo Miguel Hernández 2012


El investigador leonés afincado en México, Santos Escarabajal, desmonta por primera vez documentalmente, las diversas versiones que hasta hoy han circulado sobre la muerte y sepelio del poeta oriolano, escritas por sus compañeros de la prisión de Alicante
Hemos reunido los cinco artículos publicados en La Crónica de León, para dar mayor faccilidad a nuestros lectores.


........................ I

Miguel Ángel Nepomuceno /La Crónica León

Tener la conciencia tranquila es síntoma de mala memoria”, dice Santos Escarabajal (Posadilla de la Vega, León 1951), cuando se refierea la ingente mitología levantada en torno a la muerte y posterior sepelio de Miguel Hernández, el 28 de marzo de 1942 en la prisión Reformatorio de Adultos de Alicante. “Unos hechos, señala, que han sido tergiversados, amañados e inventados por los propios amigos del poeta que ‘dicen’ le acompañaron en sus últimas horas, lo amortajaron y lo velaron, incluso hubo alguno que, momentos antes de su fallecimiento, lo vio escribir unos fallidos versos en la paredde la enfermería. Testimonios orales, que la mayoría de las veces han alimentado la fértil imaginación de personas que si bien eran compañeros de cárcel, adornaron, tras su muerte y de manera poco rigurosa, las últimas horas de un hombre que sólo deseaba recuperarse y poder abrazar a su esposa e hijo”.
Sin embargo, nada de eso consiguió, pese a los denodados esfuerzos de sus amigos íntimos Cossío, Neruda, Morla Lynch, Gabriela Mistral, Aleixandre... Su integridad y firmes convicciones estaban por encima de los intereses de familiares, amigos, sacerdotes, vicarios y personas afectas al régimen, que intentaron por todos los medios que se retractase de sus escritos. El poder de la mitra no consiguió doblegar la voluntad de un moribundo, aunque muchos, tras su deceso, intentaron cambiar la historia, incluida su esposa Josefina Manresa, que alteró los hechos de su “casamiento obligado, in artículo mortis”, sólo por evitarse problemas con el que fuera obispo de León [en 1944], Luis Almarcha Hernández, con el fin de tratar de obtener un precario medio de subsistencia para ella y su hijito, Manuel Miguel, algo que no conseguiría jamás, dada la inflexible decisión tomada por Almarcha de no prestarla ayuda sino era a cambio de retirar las ediciones de sus poemas en América [Lo de retirar la edición de Viento del pueblo aquí y en América se lo dijo a Josefina, señor García Roger director de la Caja de Ahorros para que Manolillo estudiara interno en Santo Domingo(libro de Josefina 1980: 151].

Largo calvario. A las 5,30 de la madrugada del 28 de marzo de 1942, Miguel Hernández Gilabert, agonizaba en soledad en la enfermería de la prisión Reformatorio de Alicante. Tenía 31 años y un largo calvario de torturas y malos tratos por las más duras prisiones españolas.
A esa temprana hora de la madrugada la tenue luz del alba se derramaba tímida desde el alto ventanal de la enfermería del penal, pugnando, inútilmente, por cerrarle sus redondos ojos garzos, ya sin vida. Instante ineluctable de una inmortalidad que por méritos propios nadie podía arrebatarle ya. Moría el hombre, nacía el poeta. Y con él toda una serie de leyendas urbanas que se extendieron como la pólvora para salpicar las biografías, estudios y trabajos quea lo largo de estos sesenta y nueve años han ido apareciendo en torno a esas últimas horas en diferentes versiones, y con distintos narradores.

Trabajo inédito. A partir de estos documentos, que ven ahora por primera vez la luz y que han sido extraídos de archivos del Reformatorio de Adultos de Ocaña, del Gobierno Civil de Alicante, de la Auditoría de Guerra y del Hospital Provincial de la misma ciudad, así como del Reformatorio de Adultos alicantino, la estancia de Miguel Hernández en ese penal desde el 29 de junio de 1941 hasta el 28 de marzo de 1942, fecha de su deceso, así como las últimas horas en la enfermería y su posterior sepelio, deberán volver a ser revisadas, rectificadas y puestas al día en sus biografías.
La documentación contrastada que acompaña a la totalidad del texto despeja cualquier duda sobre los días finales de un hombre al que la ‘hagiografía’ le ha hecho tener dos muertes y un solo destino final, el nicho 1.009 del cementerio provincial de Alicante [Virgen del Remedio].


Las dos muertes de Miguel Hernández.

El investigador leonés afincado en México, Santos Escarabajal, desmonta por primera vez documentalmente, las versiones que hasta hoy han circulado sobre la muerte y sepelio del poeta oriolano, escritas por sus compañeros de la prisión de Alicante Josefina Manresa y Miguel Hernández en Cox mecanografiando los últimos escritos del poeta. ARCHIVO Miguel Ángel Nepomuceno /León Tener la conciencia tranquila es síntoma de mala memoria”, dice Santos Escarabajal (Posadilla de la Vega, León 1951), cuando se refierea la ingente mitología levantada en torno a la muerte y posterior sepelio de Miguel Hernández, el 28 de marzo de 1942 en la prisión Reformatorio de Adultos de Alicante. “Unos hechos, señala, que han sido tergiversados, amañados e inventados por los propios amigos del poeta que ‘dicen’ le acompañaron en sus últimas horas, lo amortajaron y lo velaron, incluso hubo alguno que, momentos antes de su fallecimiento, lo vio escribir unos fallidos versos en la paredde la enfermería. Testimonios orales, que la mayoría de las veces han alimentado la fértil imaginación de personas que si bien eran compañeros de cárcel, adornaron, tras su muerte y de manera poco rigurosa, las últimas horas de un hombre que sólo deseaba recuperarse y poder abrazar a su esposa e hijo”. Sin embargo, nada de eso consiguió, pese a los denodados esfuerzos de sus amigos íntimos Cossío, Neruda, Morla Lynch, Gabriela Mistral, Aleixandre... Su integridad y firmes convicciones estaban por encima de los intereses de familiares, amigos, sacerdotes, vicarios y personas afectas al régimen, que intentaron por todos los medios que se retractase de sus escritos.El poder de la mitra no consiguió doblegar la voluntad de un moribundo, aunque muchos, tras su deceso, intentaron cambiar la historia, incluida su esposa Josefina Manresa, que alteró los hechos de su “casamiento obligado, in artículo mortis”, sólo por evitarse problemas con el que fuera obispo de León, Luis Almarcha Hernández, con el fin de tratar de obtener un precario medio de subsistencia para ella y su hijito, Manuel Miguel, algo que no conseguiría jamás, dada la inflexible decisión tomada por Almarcha de no prestarla ayuda sino era a cambio de retirar las ediciones de sus poemas en América. Largo calvario. A las 5,30 de la madrugada del 28 de marzo de 1942, Miguel Hernández Gilabert, agonizaba en soledad en la enfermería de la prisión Reformatorio de Alicante. Tenía 31 años y un largo calvario de torturas y malos tratos por las más duras prisiones españolas. A esa temprana hora de la madrugada la tenue luz del alba se derramaba tímida desde el alto ventanal de la enfermería del penal, pugnando, inútilmente, por cerrarle sus redondos ojos garzos, ya sin vida. Instante ineluctable de una inmortalidad que por méritos propios nadie podía arrebatarle ya. Moría el hombre, nacía el poeta. Y con él toda una serie de leyendas urbanas que se extendieron como la pólvora para salpicar las biografías, estudios y trabajos quea lo largo de estos sesenta y nueve años han ido apareciendo en torno a esas últimas horas en diferentes versiones, y con distintos narradores. Trabajo inédito. A partir de estos documentos, que ven ahora por primera vez la luz y que han sido extraídos de archivos del Reformatorio de Adultos de Ocaña, del Gobierno Civil de Alicante, de la Auditoría de Guerra y del Hospital Provincial de la misma ciudad, así como del Reformatorio de Adultos alicantino, la estancia de Miguel Hernández en ese penal desde el 29 de junio de 1941 hasta el 28 de marzo de 1942, fecha de su deceso, así como las últimas horas en la enfermería y su posterior sepelio, deberán volver a ser revisadas, rectificadas y puestas al día en sus biografías. La documentación contrastada que acompaña a la totalidad del texto despeja cualquier duda sobre los días finales de un hombre al que la ‘hagiografía’ le ha hecho tener dos muertes y un solo destino final, el nicho 1009 del cementerio provincial de Alicante.



...................................II

¿Han contado la verdad los ‘amigos’ de Hernández?

Miguel A- Nepomuceno. / La Crónica de León

Vicente Hernández, hermano de Miguel, en una entrevista con el periodista francés Claude-Couffon en abril de 1962 dice: “Pude verlo tres veces. La primera el verano de 1941. Yo había conseguido obtener un permiso de visita. Él estaba apiñado con muchos otros presos en una celda prevista para una sola persona. Su pobre ropa estaba hecha jirones. Su aspecto revelaba un total abandono, se veía que no disfrutaba de ningún aseo. Pero conservaba la tranquilidad, la energía, el ánimo que yo le había conocido siempre…”.
Vicente,posiblemente obtuvo un permiso especial que daban una sola vez para visitar a su hermano y debió de ser a mediados de julio o principios de agosto. Lo visitó en la celda 22 de Periodo no de la 4ª galería como han apuntado algunos biógrafos y compañeros. Como sabemos, Miguel, fue ingresado en el Reformatorio alicantino el 29 de junio y como era habitual, tuvo que pasar la cuarentena, cosa que hizo por los testimonios escritos de su esposa y hermano, entre otros. También ha quedado documentado que lo recluyeron en la celda nº 22 de Período y una vez cumplida la cuarentena lo pasaron a la 4ª galería, 4º dormitorio.

   Así, José Ramón Clemente Torregrosa supuesto “amigo” del poeta dice que Miguel Hernández pregunta por alguno de los presos amigos o conocidos, más o menos vinculados con el mundo de la cultura y consiguen lo instalen en la celda 22 de la 4° galería junto a su paisano Luis Fabregat Terrés, el pintor comunista Ricardo Fuente Alcocer, Rigoberto Martín Lloret, Luis Jiménez Esteve y el abogado José Ramón Clemente Torregrosa. Sin embargo, Hernández no estuvo en esa celda como vamos a demostrar. Existen varios documentos de la prisión y del Hospital Provincial expedidos por el gobernador de Alicante y por el director del Reformatorio en los que se puede comprobar que en esas fechas Clemente Torregrosa no se encontraba en el Reformatorio ya que se hallaba convaleciente de una fuerte bronquitis en el Hospital Provincial de Alicante, donde ingresa el 11 de febrero y permanece allí siete meses, hasta el 11 de septiembre de 1941 que es reintegrado al Reformatorio de Alicante.
    Por mucho que se esfuercen sus biógrafos que no hacen más que repetir lo queel propio Ramón Clemente ha dicho y escrito, insistiendo en que Miguel estuvo encerrado en la celda22, lo cierto es que no. Según el documento de la enfermería publicado ayer en este periódico, hemos vistoque Miguel estaba en la 4ª galería 4º dormitorio. Lo que echa por tierra las primera de las afirmaciones de uno de “sus amigos y compañeros” del penal.
    Lo que sí ocurrió es que el poeta se veía con ello salir al patio general, por otra parte algo natural, ya que allí se reunían diariamente los presos dos veces al día, pero no en la celda porque no estuvo allí.
La segunda de las contradicciones de Clemente Torregrosa se produce cuando fallece el poeta el 28 de marzo de 1942. Él señala que fue el encargado de mecanografiar el expediente que se abrió al respecto, pero tampoco eso es posible porque el día 6 de marzo de 1942 Clemente ingresa en el grupo artístico del coro de la prisión y allí no tenían maquinas de escribir en las celdas. Cuando pudo haberlo hecho es en el mes de noviembre de 1942 al abandona el coro y entrar a trabajar en las oficinas de Régimen, pero entonces ya habían pasado ocho meses de la muerte del poeta. Luego la fecha del encargo demecanografiar el expediente hay que revisarla.

Todavía otro dato curioso: Miguel Hernández nunca solicitó por instancia un destino para la redención de pena como hicieron otros reclusos, por ejemplo el pintor Gastón Castelló Bravo, quien una vez concedido lo rechaza porque no tenía relación alguna con su profesión. Existe un documento de su expediente que lo ratifica: “Gastón Castelló Bravo recluso en el Establecimiento de su digna dirección, donde extingue la condena de 6 años y un día, expresa que presenta su renuncia al desempeño de destinos en este Reformatorio. Alicante, 30 de abril de 1940. Firmado G. Castelló”. Más abajo Castelló apostilla con su letra: “Mi renuncia se debe a que ninguno de los destinos ofrecidos tienen relación con mi profesión”. Gastón Castelló fue sentenciado a 6 años de prisión, después de algunos meses, el 10 de agosto de 1940, sale en libertar atenuada,gracias a la intervención del entonces ministro del ejercito general, Enrique Valera, el mismo que ayudó a Miguel Hernández.


Reencuentro de Pérez Álvarez con Miguel Hernández


Ramón Pérez Álvarez ingresa en el Reformatorio de Alicante el 13 de diciembre de 1939 procedente de la prisión de Orihuela, no sabemos que hizo desde su ingreso hasta el 6 de mayo de 1941, a partir de esta fecha empieza su odisea. El fiscal jurídico militar solicita para Ramón la pena de muerte y lo trasladan al edificio de Periodos donde se encontraban los que tenían petición fiscal de pena de muerte y los ya sentenciados a muerte. Ramón Pérez permanecerá recluido en ese lugar hasta el 12 de agosto de 1941 en ques e le juzga y es condenado a 30 años de prisión mayor. No sale del enclaustramiento hasta mediados de octubre. Cuando sale de Período, viene a su encuentro, según sus palabras, Miguel Hernández y Luis Fabregat con el fin de ayudarlo a llevar sus pertenencias hasta el lugar que le habían asignado. No sabemos a qué galería lo envían.
“Después de muchas vicisitudes,- dice Ramón refiriéndose a Miguel-,fue trasladado al Reformatorio de Adultos de Alicante, donde llegó el mes de junio de 1941. Terminado el periodo de aislamiento de la cuarentena, pudimos estar juntos hasta el 12 de agosto, en que fui por segunda vez condenado a muerte, situación en que permanecí hasta mediados de octubre. En aquel momento Miguel y Luis Fabregat acudieron para ayudarme a llevar mis pertenencias hasta el lugar que se me había destinado”.
A partir de este hecho pudo ver al poeta en el patio general. Sin embargo, no creemos que Hernández tuviera mucho contacto con la gente de Orihuela después de ser detenido y encarcelado en su propio pueblo donde nadie le ayudo ni tan siquiera su padre.
La Fundación Cultural Miguel Hernández publicó un libro en 2003 titulado ‘Hacia Miguel Hernández’ con las declaracionesde Ramón Pérez. En uno de sus escritos el autor dice: “Miguel estaba entonces en el tercer dormitorio, junto a su mejor amigo carcelario, el antiguo compañero de pastoreo y miembro de las Juventudes Socialistas, Antonio Ramón Cuenca. Allí enfermo de tifus, a los pocos días, fue trasladado a la enfermería”. Según hemos visto anteriormente, Hernández fue trasladado el 1 de diciembre de 1941 a la enfermería, pero no al tercer dormitorio con Ramón Cuenca, Miguel estaba en el 4° dormitorio, cuarta galería. Nada de celda 22.


............................III
¿Por dónde se sacó el cadáver de Miguel?

Santos E. / M. Nepomuceno
El relato de Luis Fabregat, cuñado de Vicente Hernández, hermano de Miguel, al igual que el del recluso Bernardo López García, que debían compartir celda en ese tiempo, presenta serias contradicciones y un afán de protagonismo demasiado notorio para no levantar sospechas. A Fabregat sólo le faltó decir “lo saqué a hombros con mis compañeros”. Como consta en el certificado de defunción, Miguel Hernández falleció a las 5.30 horas de la madrugada del día 28 de marzo, pero hasta las 18.15 de la tarde no se organizó el sepelio.
    D. José María Pérez Miralles, médico del Reformatorio de Adultos de Alicante, certifico: Que Miguel Hernández Gilabert, de 30 años de edad, hijo de Miguel y de Concepción, casado con Josefina Manresa Marhuenda, natural de Orihuela y vecino de Cox, ha fallecido en la enfermería de este establecimiento a las cinco horas treinta minutos del día de hoy, a consecuencia de una Fimia pulmonar. Y para que conste expido el presente en Alicante a veintiocho de marzo de mil novecientos cuarenta y dos.
Firmado
El Médico del Reformatorio.

A esa hora todos los reclusos estaban en el patio general. Sacar el cadáver por ese lugar hubiera sido demasiado provocador dada la situación en la que estaban la mayoría de los detenidos, unos esperando la muerte y otros intentando no empeorar su situación de enfermos o en camino de serlo. Por lo tanto, el ataúd de Miguel debía ser sacado fuera del recinto por otro itinerario menos transitado y sobre todo menos visible y llamativo. Dado que la enfermería se encontraba muy próxima al muro que rodeaba el Reformatorio y a unos 50 metros del portón por donde metían los víveres desde la carretera que llevaba al cementerio, un empleado de pompas fúnebres, junto a un funcionario de prisiones, lo llevaron por la orilla de la pared hasta el rastrillo de salida donde esperaban al féretro los familiares del poeta: su esposa Josefina Manresa, su hermana Elvira, una vecina llamada Consuelo, Miguel Abad Miró y Ricardo Fuentes.

Relatos románticos
Desde que muere Miguel Hernández hasta que llega la funeraria transcurren trece horas. Su deceso, como ya hemos señalado, ocurre a las 5:30 de la madrugada del 28 de marzo y los empleados de la funeraria se hacen cargo del féretro a las 18:15 de la tarde según documento oficial del expediente penitenciario del poeta.
Recordemos que en la cárcel en aquellos momentos había alrededor de 3.000 a 3.500 presos, por lo que la versión de que se le hizo un homenaje paseando el féretro ante los ojos de los reclusos no deja de ser una visión demasiado romántica repetida una y otra vez por “sus amigos”, pero jamás escrita ni corroborada por su esposa ni hermana. El motivo de no hacerlo, cruzando el patio general, era, sencillamente, evitar un motín ante el hecho de que los mismos reclusos podían pensar que ellos también tenían la posibilidad de salir de igual modo, con los pies por delante. Pero escuchemos al recluso Bernardo López García en una entrevista al diario Información de Alicante del 8 de mayo de 1992:
“Yo vi salir el ataúd en el que iba Miguel Hernández sobre la hora del mediodía, cuando todos los reclusos estábamos encerrados en nuestras celdas y dormitorios respectivos, asomado en los ventanales acristalados y enrejados en el departamento en que pernoctábamos los deportistas del cuadro de gimnasia artística”.

Bernardo López, como deportista que era, se encontraba en la segunda galería, segundo dormitorio del segundo piso, desde donde podía divisar la puerta de la enfermería y por lo tanto ver pasar el ataúd del poeta. Lo mismo sucede con Luis Fabregat Terrés, que al pertenecer al grupo gimnástico también se encontraba en el mismo lugar que Bernardo López y pudo haber visto cómo sacaban el cuerpo de Miguel. Sin embargo, como sabemos, el féretro fue sacado de la enfermería a las 18:15, no a la hora del mediodía como dice Bernardo López, y a esa hora de la tarde tampoco lo hubieran podido ver porque los presos estaban todos en el patio general (13). Además existía un muro que separaba ese patio de la enfermería, lo que hacía imposible ver la puerta de salida de la citada enfermería.

Con Ramón Pérez Álvarez pasó lo mismo, al igual que con Antonio Ramón Cuenca y Luis Fabregat. Contra lo que han manifestado una y otra vez en entrevistas, escritos, charlas…, ninguno de ellos estuvo en el entierro del poeta ni lo vio pasar porque, como ya hemos señalado, a esa hora, 18.15, estaban en el patio general.
   El caso de Ramón Pérez Álvarez es concluyente. El 6 de marzo de 1942, antes de que muriera el poeta, es destinado a la agrupación artística y coro situado en el primer piso de la segunda galería. Desde este primer piso no se puede ver la puerta de la enfermería; sin embargo, desde el segundo, donde se encontraban Fabregat y Bernardo López, sí podían ver pasar el ataúd. En cambio, Ramón Pérez nos dice que el ataúd fue llevado a hombros entre Ramón Cuenca, Luis Fabregat, Ambrosio y Monera y él.
   ¿Qué hay de verdad en todo esto?
   Veamos. En abril de 1968, Antonio Ramón Cuenca, que era el encargado de la limpieza del poeta, dice a la revista Oleza, entre otras cosas: “En la guerra no nos vimos. Nos encontramos en la cárcel de Alicante en diciembre de 1939. Llegó cuatro días después de haber ingresado yo. Dormíamos en la celda uno al lado del otro. En voz baja, como si rezara, me recitaba versos suyos hasta que ya muy avanzada la madrugada se dormía”. Pregunta del periodista ¿Estuvo bien atendido en la cárcel? “Si, había cinco médicos detenidos que lo cuidaban a todas horas. No le faltaba fruta, leche, ni huevos, pues el grupo de Orihuela hacíamos una colecta diaria. Yo lo veía todos los días porque desde que ingresó en la enfermería, como ya he dicho, era el encargado de su limpieza. Pese a ello no podía entrar cuando quería”. ¿Cuándo fue la última vez que lo vio? “Dos días antes de morir. En la enfermería me dijeron: ‘¿no sabe que su enfermedad es contagiosa?’. Todos los presos le rindieron el último tributo con un respeto impresionante. Tenía como mortaja una sábana blanca. Todos sus compañeros de cárcel estábamos en el patio cuando se llevaron su féretro y la banda de música interpretó marchas fúnebres”. En esta entrevista Ramón Cuenca ya lo dice muy claro: “Todos sus compañeros de cárcel estábamos en el patio cuando se llevaron su féretro”, y deja muy claro que el ataúd no fue sacado al patio general ni tampoco que lo llevara en hombros hasta el rastrillo en compañía de Ramón Pérez, Luis Fabregat, Ambrosio y Monera.



.............................IV

La banda que nunca tocó

Santos Escarabajal. / Miguel A. N.
    Ramón Pérez Álvarez envía una carta a Juan Guerrero, con fecha 15 febrero, (suponemos que del año 1990), en la que dice, “Yo le autorizaré a utilizar cuanto considere de sus interés para su biografía, con tan solo una condición: la de que quede bien sentado que los dibujos que se le hicieron a M.H. muerto, se le hicieron por mi exclusiva decisión y que su autor, no mencionado hasta ahora, porque yo no le he dicho a nadie, es José María Torregrosa, escultor [abogado], amigo de Miguel y mío y que ambos nos jugamos la celda de castigo, al contravenir las ordenes de la dirección de la prisión, que nos lo había prohibido”.
   En otra del 27 de febrero 1990 dirigida al mismo destinatario, Ramón Pérez dice: “Sobre Pepe Torregrosa (José María Torregrosa) perdí la pista absolutamente, al ser trasladado en 1943 a Almería y posteriormente a Sevilla, desde donde salí en 1946. Le sugiero que escriba a Ramos y le pregunte por José Ramón Clemente y por Miguel Abad Miró. Ellos como alicantinos, deben tener alguna pista de él. Yo no sé ni de donde era. Mi relación con el era por el deporte y su condición de artista. José Ramón, fue conmigo encargado de deportes del Reformatorio y debe guardar recuerdos de él. Lo difícil es que viva. Era algo mayor que yo, que en aquel momento tenía 23 años”.

    La contradicción surge de modo inmediato. José Ramón Clemente no era encargado de deportes del Reformatorio como señala Pérez Álvarez ya que con fecha 6 de marzo de 1942 Clemente había sido llamado para entrar a formar parte de la agrupación artística-corodel Reformatorio con el fin de poder redimir condena. En esa misma fecha también fue elegido para la misma agrupación, Ramón Pérez. Por su parte Antonio Ramón Clemente, el 20 de noviembre de 1942, renuncia a pertenecer al grupo del coro para ingresar en las oficinas de Régimen de la prisión. Ni Ramón Pérez ni Antonio Ramón Clemente fueron encargados de los deportes en el Reformatorio. Ambos sí estaban juntos en la segunda galería donde estaba el coro. De ahí que aún sea más extraño que siendo compañeros Ramón diga en esa entrevista. “Yo no sé ni de donde era” y “lo difícil es que viva”. ¿Eran amigos, estaban juntos y no sabía de donde era, ni si había muerto? Muy extraño.

¿Cómo era el Reformatorio de Adultos alicantino?

En los planos del Reformatoriode Alicante, podemos ver la cárcel al completo y los diferentes pabellones donde hacían sus actividades los reclusos, en estos planos se explica de qué forma estaban situados los distintos alojamientos. Desde el patio general no se podía entrar a la enfermería, para ir a la ella, tenías que pasar obligatoriamente por el centro de servicios o rotonda de cristal que se encontraba en el centro de la prisión, desde este lugar se podía vigilar todas las entradas y salidas de todas las dependencias de la cárcel. En la rotonda se encontraba el jefe de servicios desde donde dirigía la cárcel. En la tercera galería estaba la puerta de salida a la enfermería, ésta era la única salida que había para llegar a ella. En el año 1926 en la galería tercera existía un taller para trabajar los presos, por eso hicieron una puerta que daba a la enfermería. Según esta distribución era imposible que a Hernández lo introdujeran por esta puerta pasara por el centro de servicios y lo sacaran al patio general. No estaba permitido meter ningún ataúd en ningún pabellón de la cárcel y mucho menos pasearlo por el centro de servicios.
Enplano que hizo Ramón Pérez Álvarezen el libro editado por la Fundación Miguel Hernández de Orihuela en 2003, “Hacia Miguel Hernández”, podemos ver que la pared que divide la enfermería del patio general no se ve, pero si la que existe entre los edificios números. La única puerta de salida al patio general estaba frente al centro de servicios o rotonda de cristal.

Una banda fantasma

Otra de las muchas falacias que han dicho y que pueblan las numerosas biografías que se han escrito sobre el poeta era que a Miguel le rindió honores la banda de música del Reformatorioal salir el féretro, mientras la población reclusa se ponía de pie para darle su último adiós.Ante todo,el lector debe saber que en la prisión de Alicante nunca hubo una banda de música ni antes, ni después de la guerra. La prueba es que no existe documento alguno que lo acredite, de serasí habría algún documento de algún recluso que fuera destinado a la banda de música para redimir condena, sin embargo, no existe tal documento que lo avale, sencillamente porque no había banda.
Ramón Pérezdice al diario Informaciónde Alicante el 8 de mayo de 1992: “La banda de música de los reclusos, dirigida por el que lo había sido de la municipal de Torrevieja, interpretó la ‘Marcha fúnebre’ de Chopin”.
En aquellos tiempos había en Torrevieja una banda de música municipal dirigida por Jesús Vergel Leal, quien estuvo al frente de ella ininterrumpidamente desde 1927 a 1947. Según hemos podido comprobar, Vergel nunca estuvo preso en ninguna cárcel de España en aquella época ni después. En el Reformatorio lo que siempre hubo fue un recluso encargado de tocar diana para levantarse con el cornetín. Lo hacíaa las siete de la mañana, los presos bajabanal patio para hacer recuento y tomar el desayuno. A la una de la tarde otro toque de recuento, a la una y media fajina para ir a comer, a las dos y media de la tarde otra diana para subir a las celdas y dormitorios a dormir la siesta hasta las cinco de la tarde, de las cinco en adelante bajaban al patio para pasar recuento hasta las siete y media, pasar a “cenar” y a dormir; a las nueve treinta de la noche toque de silencio, se apagaban todas las luces y hasta el día siguiente. Este era el régimen que llevo el Reformatorio de Alicante hasta que cerró.
Cuando el poeta muere a las 5´30 de la madrugada, sólo había un preso, que era el que hacía cada noche la imaginaria y lo relevaban cada dos horas. El día que muere Miguel otro preso también agonizaba. Al día siguiente que entierran a Miguel, 29 de marzo, muere en la enfermería de la prisión el anarquista de Villena José Bañón López a los 73 años, y es conducido al cementerio municipal de Alicante el mismo día 29 a las 17´10 de la tarde. Tenían prisa por sacar a los muertos. Bañón tenía una sentencia de pena de muerte que fue conmutada por 30 años de prisión. En abril de 1952 su familia trasladada sus restosal cementerio de Villena.




...................V
El nicho 1.009


Santos Escarabajal. / Miguel A. Nepomuceno.
En el tiempo que estuvo Miguel Hernández en la enfermería de la prisión había entre 80 y 90 enfermos, muchos de ellos contagiosos. El lugar que estaba el poeta era reducido pero podían caber muy bien de 10 a 15 camas. Debido al temor al contagio estaba prohibido que los demás presos entraran a la enfermería sin permiso del oficial de prisiones. Los enfermos terminales permanecían aislados de los demás para evitar contagiarse.
Ramón Pérez, en declaraciones al diario Información de Alicante el 8 de abril de 1992, señala: “Muerto Miguel, lo amortajé, recogí sus últimos trabajos, le hice confeccionar los dos dibujos muerto al escultor José María Torregrosa, (como hemos visto fue Eusebio Oca quien los hizo), le saqué ante la población reclusa formada en el patio general dejando una calle en el centro, a hombros, en compañía de Antonio Ramón, Luis Fabregat, Ambrosio y Monera, hasta el recinto exterior”.
De nuevolas afirmaciones quedan muy lejos de la realidad. Tanto Ramón Pérez Álvarezcomo Antonio Ramón Cuenca, Luis Fabregat y Ambrosio Moreno Soriano tenían 30, 20, 12 y 20 años de prisión, respectivamente. Francisco Monera Martínez fue fusilado el 17 de junio de 1942. A ninguno de ellos se les dio permiso ni para hacer la mascarilla, ni para velar el cuerpo del poeta, ya que los condenadosa muertey a penas mayores no gozaban de ningún privilegio. Por otro lado, el único de todos ellos que dice que velaron el cuerpo del poeta es Luis Fabregat Terrés, los otros jamás dijeron que el cuerpo fuera velado.
En entrevista realizada por el periodista Pedro Soler del diario La Verdad de Alicante, el 30 de octubre de 2010, a María Moreno Soriano, hermana de Ambrosio , esta dice:
“Nosotros vivíamos en Alicante, porque a mi hermano lo enviaron allí. Fue cuando encerraron a Miguel en la prisión de Benalúa. Como no había comida, los miembros de la familia le enviábamos un “tarrico” de leche, un chusco de “cebada”, otra cosa. Uno de mis hermanos y mi primo Ambrosio, que también estaban en esa cárcel, no sabían nada de él, porque estaba aparte, dormía en el suelo. No le daban de comer, no le llegaban nuestras cosas y enfermó”.

Olor a primavera
La madrugada del 28 de marzo de 1942 fue más fría que las anteriores. Pero Miguel Hernández apenas lo notaba. Tendido en aquel hediondo camastro de la enfermería, salpicado de sangre y pusy con la bolsa de drenaje derramándose por las mugrientas baldosas, el poetase asfixiaba. Un preso le daba aire con un cartón pero a sus anegados pulmones no llegaba más que una leve bocanada de esa brisa matutina que ya olía a primavera. A las 5.30, sus ojos garzos quedaron fijos mirando a la nada. Le ataron un paño bajo la barbilla y llamaron al funcionario de guardia. Alguien le envolvió en una sábana mientras Oca lo pintaba de memoria. Permanece en la misma cama hasta las 8 de la mañana esperando la llegada del médico titular de la prisión que vivía en su domicilio fuera del centro, los únicos que vivían dentro de los muros del penal eran el director y el subdirector. El cuerpo del poeta no se podía levantar hasta que no llegara el médico, lo certificara y diera orden a los enfermeros para su traslado a las duchas con el fin de adecentarlo y entregarlo a la funeraria unas horas después.
A las 18.15 un breve cortejo lo recogió en el portón de atrás y lo acompañó hasta el cementerio. Josefina Manresa, su hermana mayor, Elvira, una vecina, Consuelo, Miguel Abad Miró y Ricardo Fuentes. Al paso del féretro por los bancales los campesinos hacían la señal de la cruz y se descubrían. Al llegar al cementerio no lo pudieron enterrar porque esa noche iban a fusilar allí a varias personas. Dejaron a Miguel en una pequeña sala y se fueron.Lo velaron sin estar el cuerpo presente en casa de su hermana Elvira. A las 10 horas del día siguiente, lo introdujeron en el nicho 1.009 con la cabeza hacia afuera. Josefina no tenía dinero para pagarlo y lo alquiló por 600 pesetas para 10 años. En 1987, los restos fueron trasladados a la rotonda central del cementerio con los de su esposa e hijo, Manuel Miguel.
Sobre los dibujos del poeta muerto debemos insistir en que no se hicieron con el cuerpo presente ya que estaba totalmente prohibido. La teoría más fiable es que el recluso Eusebio Oca Pérez, dibujante y maestro nacional que en aquellos días se encontraba internado en la enfermería por su invalidez para caminar, viera el cuerpo del poeta muerto y posteriormente lo dibujara. Pérez Álvarez habla de un escultor, José María Torregrosa, y dijo que nunca pudo localizarlo. En realidadse llamaba José María Torregrosa Juan, era abogado y, según los datos que hemos podido encontrar sobre él, sabemos que estuvo empleado en la industria de la madera de Vicente Sales Asín, de Alicante, vivía no muy lejos de Orihuela en San Juan, en la finca ‘Villa Carmen’, era cuñado de Eduardo Aunós Pérez, ministro de Justicia en la dictadura de Franco entre los años 1943 a 1945. Torregrosa vivió toda su vida en San Juan de Alicante y fue el encargado de hacer todos los años los pregones del Ayuntamiento de esa localidad para las fiestas. Falleció en el año 2000.

¿Quién llevó a hombros el cadáver?
Como hemos apuntado arriba, ningún recluso tenía permiso de las autoridades de la prisión para acercarse a un enfermo contagioso y menos para trasportarlo a hombros por el patio y llevarlo hasta el rastrillo de salida. Miguel estaba considerado como enfermo contagioso por la Fimia pulmonar que padecía, es decir por tuberculosis, lo que hacía totalmente imposible que unos reclusos lo trasladaran ni se acercaran al cadáver. Por otro lado, hemos visto que cada uno de los que dicen que lo llevaron sobre sus hombros tenían penas graves de decenas de años y como es lógico la dirección del penal no iba a correr el riesgo de que se les escapara alguno de estos presos peligrosos sólo por permitir trasladar el cuerpo de Miguel hasta el rastrillo de salida. La misma Josefina Manresa dice en su libro ‘Recuerdos de la viuda de MH’: “propusimos sacarlo a velarlo y nos dijeron que no lo autorizaba Sanidad”. En declaraciones de Miguel Abad Miró dice: “Salimos y, a la hora establecida, estábamos ante la puerta del reformatorio. Antes, propusimos la posibilidad de velar el cadáver, pero Sanidad dijo que no. Mientras esperábamos en la puerta, escuchamos una marcha fúnebre, interpretada por una banda de presos”. Y de nuevo la pregunta, ¿Por qué Josefina Manresa nunca dijo que escucharon una banda de música?, sencillamente porque nunca hubo banda de música alguna en el Reformatorio.
Respecto al homenaje que dicen se celebró en honor del poeta en el Reformatorio, no hubo tal, como sabemos. Respecto al velatorio, la posibilidad de hacerlo en el sótano de la sala de duchas, como dice Fabregat, tampoco sucedió. La sala de duchas estaba en el sótano que había en la enfermería y cuando moría algún recluso, después de certificarlo el médico titular, los enfermeros lo bajaban al sótano para adecentarlo y ponerle alguna ropa limpia que la familia pudiera llevarle. Si nadie lo hacía y no tenía con qué amortajarlo, como fue el caso de Miguel, que al fallecer de noche no dio tiempopara ello, lo envolvían en una sábana hasta que llegara el empleado de la funeraria con la caja. Al sótano no dejaban bajar a nadie, salvo a los enfermeros de confianza, al oficial de prisiones y al empleado de la funeraria con el fin de dar fe de que el cadáver era introducido en la caja, no fueran a meter al vivo y dejaran al muerto. El ataúd eratrasladado hasta la calle por los enfermeros que les quedaba poca condena. Allí esperaba la carroza en compañía del oficial de prisiones y el encargado de la funeraria. Al final el poeta de la libertad fue abandonado por todos, hasta por su propio padre.

Premio de Periodismo Miguel Hernández 2012

Centenario de Carlos Fenoll