Sinopsis:

Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com

miércoles, 15 de diciembre de 2010

MIGUEL HERNANDEZ - EUSEBIO OCA

MIGUEL HERNANDEZ - EUSEBIO OCA
 
Los "Dos Cuentos Para Manolillo" son el origen de mi interés por ordenar los muchos comentarios, los diálogos, las historias, terribles historias, que tanto mi padre como Eusebito el de Barcelona o su esposa, la tía Isabelita habían repetido tantas y tantas veces a lo largo mi infancia y juventud y que tenían como colofon los largos relatos de la tia Magdalena, madre de Eusebio. Eusebio vivió cuatro años de cárcel tras el levantamiento y la victoria de los traidores a España en 1936. Eusebio era maestro, periodista, dibujante y sindicalista.




















(Eusebio Oca Pérez dibujado de Melchor Aracil)













Eusebio Oca Pérez era primo hermano de mi madre Magdalena Oca Pérez. Tenia tres años más que ella. La coincidencia de apellidos tiene su origen en que los padres de ambos eran hermanos. Julio Francisco y Arturo. Pero además concurre otra circunstancia. La madre de Eusebio y la de Magdalena son primas hermanas. Magdalena Pérez y Concepción Pérez. Más adelante, mi madre casa con Miguel Pérez Pérez, Capitán del Leal Ejercito de la República Española. Militar profesional y hombre de honor que lucha por la República y por la democracia contra el fascismo. Motivo por el que Miguel Pérez tras cinco meses de campos de concentración, coincide con Miguel Hernandez en Conde de Toreno donde practicamente uno sale y otro entra y posteriormente en Ocaña y en Alicante.

Es aquí donde Miguel reencuentra a Eusebio Oca. Eusebio Oca, Ricardo Fuente, Abad Miró, etc se consideran "Socios Fundadores" del Reformatorio de Adultos de Benalua. Ricardo y Miguel Abad salen antes del fallecimiento de Miguel Hernandez. Mi padre también sale semanas antes. Abad y Fuentes junto a Josefina Manresa, Vicente y Elvira Hernandez además de una vecina de esta, recepcionan el cuerpo de Miguel de manos de los empleados de la funeraria en la pequeña puerta de la Cárcel en la calle perpendicular situada a la derecha de la fachada principal. En una entrevista, Ricardo Fuente comenta que escucha una marcha fúnebre. El coro de la cárcel solo llevaba en marcha una decena de días según la sentencia de Ramón Pérez Alvarez que obra en mi poder. Me consta que no existía banda de música en la Cárcel. El tema no está claro.



Dibujo de Eusebio Oca hecho a un compañero de cárcel. Es la primera vez que se hace público y si observamos la foto contigua veremos a quien corresponde. La forma de los ojos, las orejas, labios, etc se corresponden con la foto de Miguel, mucho más joven y con los dibujos de Miguel muerto que veremos más abajo. Eusebio aprovecha para practicar el pastel, la acuarela y el gouach. Varios de estos dibujos están expuestos en Elche en estos momentos.

El objeto de este trabajo tiene por objeto dar a conocer una recopilación de dibujos e historias que implican a mi familia con Miguel Hernandez. Eusebio Oca fallece en 1985. De niño padece una tuberculosis ósea que se manifiesta tras un accidente en las tapias del Colegio de los Salesianos. Permanece encamado más de un año y es visitado por los mejores especialistas médicos de España dado que es sobrino del Doctor Ramón Oca. Durante este tiempo puede continuar sus estudios gracias a un hombre excepcional. El Padre Recaredo de los Ríos. Asesinado en su pueblo natal, Villareal, junto a otros cuatro salesianos. Eusebio acompañó a Elíseo Gomez Serrano cuando, en 1931 iba a ser ahorcado el padre Recaredo tras el incendio del Convento y Colegio Salesiano de Alicante.

Si algún día se da a conocer el trabajo del nieto de Eusebio Oca, Sergio Oca, sobre Miguel Hernandez y el "grupo" o como él les llama "los hermanos de celda", podremos encontrar decenas de inéditos dibujos, escritos, fotos de aquella terrible época carcelaria en que lo mejor de Alicante estaba entre cuatro paredes.

Pero eso requeriría de mucho espacio y debe ser Sergio, con la ayuda incondicional de todos los que le queremos, quien lo publique. Solo añadir que no se trata de un trabajo exclusivamente gráfico, si no de un montaje mezcla de audiovisual, textos, material didáctico, etc organizado por él.

Lo que si me creo en la obligación es que a modo de fe de erratas o como complemento a lo dicho hasta ahora sobre Miguel, contar, aclarar, dar a conocer parte de lo que hace más de un año anuncie en Alicante Vivo que estaba en poder de Isabelita Masanet, viuda de Eusebio Oca. De siempre sabíamos de los escritos de Miguel hechos sobre papel higiénico. Corresponden a cuatro cuentos para Manolillo.

En el extraordinario Centro de Congresos de Elche podemos ver gracias a José Carlos Rovira y en una vitrina diversos documentos originales. Dos de ellos están firmados por Miguel y enmarcan a los originales de dichos cuentos. Podemos comprobar la letra de Miguel en todos los casos.



No os lo perdáis. Pero vamos a facilitar algunos datos más.
En 1988, Juliete Oca, Hijo mayor de Eusebio Oca trabajaba en Madrid y en una librería encontró unos libros, facsimil de los originales de los "Dos Cuentos Para Manolillo. Para cuando sepa leer". De inmediato reconoció el estilo de los dibujos y de la letra. Eran idénticos a los de un librito que conservaba desde niño y que se llamaba "Petete Pintor"

Aquí es cuando se me parte el alma. Los borrones azules correspondes a las lágrimas de Manuel Miguel.
Antes de entrar en comparaciones con "Petete Pintor" deseo mostrar una imagen deliciosa tras la que se encierra un gran drama. Petete, Julio Oca, entrega a la Tía Mari, nombre que recibe la esposa aún viva del gran Miguel Abad Miró, una pequeña concha de color blanco. Mientras Isabelita Masanet los contempla sentada en la arena del Postiguet.


 Petete era uno de los tres hijos nacidos en el espacio del tiempo transcurrido entre el comienzo del año 39 y el final de la Guerra
y cuyos padres eran presos por su actuación en el transcurso de dicha Guerra. Los padres habían tenido diversa suerte pero los hijos de edad similar no eran olvidados. Eran tres niños de nombre Julio Oca Masanet, Ricardo Fuente Caamaño y Manuel Miguel Hernandez Manresa.


Los presos convertidos en seres carentes de derechos, encerrados entre cuatro paredes, con la cabeza rapada, como niños faltos de padre, decidieron no solo aquellos que tenían hijos esperando fuera, si no todo "el Grupo", crear nexos entre ellos y los "Hijos de Todos". Un verdadero ATENEO de hombres libres por principio aunque encerrados a la fuerza por el que no tiene razón para hacerlo, comienzan a crear. Cuentos, felicitaciones de cumpleaños, nanas, dibujos, retratos. Recomendaría ver el libro "Arte Preso" de Ricardo Fuente. Allí podemos encontrar parte de esta obra de amor para con los que esperan afuera.

Petete, Juliete o como le llaman ahora Julio Oca, guardo con esmero este librito de dibujos parejos. Uno coloreado y el de la derecha en blanco. Petete, muy niño, los colorea mientras piensa en su padre. Eusebio Oca contrae matrimonio religioso ya en la cárcel con tal de recibir la visita de su compañera e hijo. Mi madre, Magdalena Oca describe las visitas clandestinas que hacia a mi padre. Ella entraba con el pase de su prima María Magdalena Oca Pérez. El pase contenía el nombre pero no la foto. Los visitantes pasaban a un pasillo por el que transcurría un par de muros de poco más de un metro de altura y distanciados dos metros. Entre los muros y el techo habían unas rejas y entre ellas circulaba un vigilante. Los ventanales que daban al patio se encontraban tras los presos. Practicamente veían al ser amado a contraluz.
Josefina Manresa accede tres veces a ver a Miguel desde la llegada de este a Alicante. Es en uno de estos breves momentos cuando Miguel trata de hacer llegara Manolillo el cuento. No alcanzan las mano a juntarse y es un guardián quien lo coge de las manos de Miguel y lo entrega a Manolillo. Lo mismo ocurre en otra ocasión entre Eusebio y Petete.

Hemos podido ver la similitud del dibujo y de las letras de los dos trabajos. Pero aún hay más. Miguel puede sentar sobre sus rodillas a Manolillo el día de la festividad de Nuestra Señora de la Merced. Miguel estalla de alegría. Mientras, Petete corre por el patio sin control. ¡Por fin puede ver a su padre sin rejas por en medio!. Emocionado grita: ¡Mi padre tiene piernas. Mi padre tiene piernas!.

Eusebio ha confeccionado el cartel de dicha festividad. De nuevo encontramos el estilo de letra y vemos los números que este maestro de escuela encarcelado hace. Aquí los presos aparecen con algo de pelo. Un detalle importante contado por Eusebio Oca. A veces, cuando se hacia un retrato a un compañero, se le añadía el pelo pues periódicamente eran rapados por cuestión de higiene.

Tras esta visita, la cuarta desde el 29 de junio del mismo año, Josefina no puede acceder a ver a Miguel. Es en esta época cuando Isabelita Masanet en compañía de Elvira y cambiando a Juliete por Manolillo, visita a Eusebio y a Miguel. Miguel empieza a resentirse de la antigua enfermedad que en 1938 le llevo a que se le extrajera en Orihuela y del pulmón izquierdo (véase mi articulo en Alicante Vivo "Miguel Hernandez visto por un hipocondriaco") y que se agrava con su estancia en Palencia, donde también padece congelaciones en ambos pies.




A principios de marzo de 1942, Miguel contrae matrimonio con Josefina Manresa. Solo muy poco antes vuelve a permitirsele recibir visitas de esta y de Manolillo. Miguel confiesa a sus amigos en octubre que tiene miedo. Ha recibido muchas presiones del Padre Vendrell. Hombre perverso y contradictorio. Mi padre era católico practicante y odiaba la mezquindad de aquel repugnante personaje. En sus cartas de 1990, Ramón Pérez Alvarez cuenta a Guerrero Zamora las tendencias sexuales de dicho Padre. Lo repite Eutimio Marín. Esto viene a certificar lo relatado por mi tío y mi padre. Al entrar el Padre Vendrell, acompañado de varios jovencitos falangistas en el patio, una voz alertaba: ¡Padre Vendrell, Padre Vendell!. Desde otra punta se contestaba dando el enterado: ¡Obri l´ull !. Era entonces cuando alguien gritaba como colofon: ¡I tanca el cul!

Miguel muere solo. Acompañado de once enfermos más. Tiene como compañero de cama a un paisano operado de un ojo. Joaquin Ramón Rocamora. Él le cuenta a Josefina como lo abanicaba en los momentos de máxima fiebre. Joaquin queda tullido de por vida por culpa de las palizas y torturas que recibe. Los presos que atendían a los enfermos volvian a sus celdas a la hora de la "cena" y no volvían hasta las 8,30 del día siguiente. Así encontraron la cama de Miguel vacía y a este en las duchas. Lo acicalaron y vistieron entre algún funcionario y varios compañeros, entre ellos su amigo Eusebio Oca. Acuerdan pedir permiso para hacer una máscara. Tiene allí al mejor. Melchor Aracil. Pintor, escultor, constructor de hoguera y comunista como Eusebio o el propio Miguel. No prospera la idea por problemas burocráticos. Mientras un guardián vigila, Eusebio Oca toma apuntes. Varios compañeros pasan por las duchas. Ramón Pérez Alvarez entra un momento valiéndose de su responsabilidad como coordinador del recién fundado coro. Allí no pueden permaneces nadie salva los carceleros, los enfermeros y los presos destinados en la enfermería. Aún así muchos compañeros se interesan y visitan el cuerpo de Miguel. Un preso destinado en las oficinas, Miguel Signes declara en la II Asamblea Comarcal de Escritores en Orihuela, 1972 que es Eusebio Oca el autor de los dibujos. Sanchez el fotógrafo entrega al Archivo Municipal del Ayuntamiento de Alicante e indica que los negativos de Miguel amortajado son de su amigo Eusebio Oca. En 1980 hablo con el otro Eusebio, mi tío. El me cuenta detalladamente como falta gasa y algodón. Como debe limpiar la pus que mana del pulmón izquierdo de Miguel con papel, dejando la poca gasa para la herida, cuando hay. Como utilizan un trapo húmedo para limpiar la cara de Miguel y como después este trapo, una toalla de lino es rota a lo largo y doblada con el fin de cerrar la boca de Miguel así como el intento de cerrar los ojos con dos monedas, "como hacían los griegos". Los dos intentos resultan imposibles. Me relató como vistieron a Miguel, como hacían periódicamente con otros fallecidos. Era normal no ponerles zapatos. Escaseaban.

Eusebio repetía una frase que tarde años en comprender. Vino de Barcelona tras la muerte de un familiar. Yo era un niño y él comentó: "Cuando me muera no me pongáis el pañuelo del picaor. Mejor cerrar la caja." Años después, al ver el dibujo de Miguel comprendí el horror de aquel recuerdo. Miguel, su compañero y amigo desde el año 1933, con el que compartió noches en casa de Blanca, el director de Nuestra Bandera, con el que vivió momentos de creatividad,estaba muerto por la gracia del Obispo Almarcha y sus turiferarios. Eusebio hablo poco de aquello. Como digo, conmigo y sobre el tema de Miguel, en 1980, sentados en Peret, en la Explanada y con una horchata por medio.

Fue en 1990 cuando Ramón Pérez Alvarez escribe a Juan Guerrero Zamora. Podemos leer estas cartas en la Fundación Miguel Hernandez, en Orihuela. Es entonces cuando "revela" el nombre del autor de los retratos de Miguel. Torregrosa Juan. Hombre del Regimen, cuñado de un ministro de Franco llamado Aunoz. Tengo en mis manos el proceso carcelario de Ramón Pérez en que se certifica que es condenado a 30 años y un certificado garantizando que no hay ninguna otra condenas ni proceso. Ramón es un gran conocedor de Miguel Hernandez y cuenta mucha e interesantes cosas sobre él. ¿Por que espera a que tanto Torregrosa como Eusebio Oca hayan fallecido para decir esto si él solo asomó la cabeza por las duchas? Lo desconozco. Otra duda sobre lo contado por este hombre es el tema de la salida de los dibujos, el Carné del Partido Comunista de Miguel y nueve poesías. Tenemos en la familia una entrevista inédita con Maruja Fabregat en que cuenta como saca los dibujos en la famosa capaza. Ramón se desdice varias veces sobre el famoso carné que de haber llevado encima Miguel habría sido su sentencia de muerte. Ruego lean esta versiones a lo largo de las diversas entrevistas que concede Ramón. Quiero indicar de forma muy firme que lo que cuento sobre Ramón son sólo opiniones y que creo que se ha bebido mucho de una sola fuente. Creo, como dije en su día a José Carlos Rovira, que la relación entre Alicante capital y sus amigos en ésta, están por investigar. Me consta que alguien está haciendo su trabajo al respecto y solo pretendo instigar dicho trabajo.

Petete. Modelo del segundo cartel hecho por su padre en la festividad de la Merced. 1942. Julio en 2009 ante la tumba de la familia de Miguel Hernandez. Poco después falleció su madre, Isabelita y comenzó el proceso de dar a conocer la obra carcelaria de Eusebio Oca. Un detalle a tener en cuenta. La fecha del cartel tiene varios números que coinciden con las fechas de los retratos mortuorios de Miguel Hernandez. Están hechos por la misma mano. Fijaros.


Petete Pintor.



Miguel Angel Pérez Oca, mi hermano y Sergio Oca, nieto de Eusebio Oca e hijo de Petete.


EUSEBIO PÉREZ OCA. 15-12-2010.

Tomado del blog. "Carne Talada. Eusebio Pérez Oca" En este blog se puede ver más imágenes.