El autor de este artículo es Ramón Fernández Palmeral
La vida del universal poeta oriolano 
Miguel Hernández no sólo nos interesa a los hernandianos a través de su 
obra, sino que también nos es aprovechable la vida de sus familiares 
directos o afines, amigos y allegados.
Todo ello sirve al propósito de ampliar 
diferentes puntos de vista que nos acerquen a conocer zonas oscuras, 
dudosas o circunstancias aleatorias que enriquezcan la vida del 
poeta/miliciano. En este caso, la aclaración de diversos errores que 
algunos críticos han cometido con el suegro del poeta, de quien poco o 
nada se conoce y, por lo general, aluden a él despectivamente como el 
padre de Josefina o el padre de la novia.
Con este artículo pretendo aclarar 
documentalmente los malentendidos existentes en torno a la identidad de 
este importante personaje que influyó decisivamente en el cambio de 
parecer de su hija en lo concerniente a las relaciones de ésta con el 
poeta. En definitiva, llevar la investigación a un razonamiento 
objetivo, sin tomar partido por ninguno de los dos personajes: suegro y 
yerno.
Quiero aproximarme al expediente militar
 del guardia civil de segunda clase MANUEL MANRESA PAMIES (con acento 
átono en la a), suegro de Miguel Hernández, por los documentos que me 
han llegado gracias a la generosa aportación del Jefe de los Servicios 
de Estudios Históricos de la Guardia Civil, así como indagar en la 
filiación de Manuel y en las razones que llevaron a Josefina a negar la 
pertenencia de Miguel al Partido Comunista, según los artículos de Ramón
 Pérez Álvarez recientemente publicados por la Fundación Cultural Miguel
 Hernández y Asociación Cultural Empireuma (Hacia Miguel Hernández, 
edición, prólogo y notas de Aitor L. Larrabide y José Luis Zerón, 
epílogo de César Moreno, 2003). De este modo, podremos razonar los 
frecuentes viajes de Miguel Hernández al pueblo de Cox.
Manuel Manresa Pamies nació en Cox 
(Alicante) el 6 de julio de 1889. Hijo de Juan Manresa Almarcha y de 
Gertrudis Pamies Berná, que sepamos tenía dos hermanos José y Juan, y 
una hermana, Gertrudis. Cuando fue filiado como quinto por el cupo de 
Cox en el reemplazo de 1910 para servir como soldado durante un tiempo 
de doce años. En la ficha correspondiente figura como jornalero, y en el
 pertinente acto de entrar en Caja o «ser medido» el 1 de agosto de 1910
 se le leyeron las leyes penales según las ordenanzas militares. Como 
testigo figura el Alcalde constitucional de Cox, Manuel Cuenca.
Ingresó como soldado en el Regimiento de
 Infantería San Fernando número 11 de Alicante el 5 de marzo de 1911. 
Fue destinado a Melilla y sirvió durante tres años en el Protectorado 
español de Marruecos en el Rif, donde se llevaron a cabo encarnizadas 
luchas contra las cábilas del temido jefe rifeño Ahmed Rasuni. Por su 
muestras de probado valor recibió la Medalla de la Campaña de Melilla, 
creada por Real Orden de 20 de Mayo de 1910 (después de la visita que 
Alfonso XIII realizó a Melilla en enero de 1910). Por ese periodo de 
guerra, y como premio, le fueron abonados un año, dos meses y siete días
 de servicio en campaña (recordemos que estos tiempos abonados servían 
para acumularlos a la hora del retiro). Es decir, nos encontramos ante 
un héroe de guerra. El 1 de marzo de 1914 pasó a la situación 
administrativa de reserva activa, situación en la que permaneció un año y
 cinco meses.
El 4 de marzo de 1915 se casó con Josefa
 Marhuenda Ruiz natural de Cox. El 1 de agosto de 1915 ingresó como 
guardia 2º en el Instituto General de la Guardia Civil, estuvo destinado
 en Quesada (Jaén) donde nació Josefina el 2 de enero de 1916, en calle 
Ángel, casa-cuartel de la Guardia Civil de Quesada. Después fue 
destinado a San Miguel de las Salinas (donde nació el hijo Manuel), a 
Dolores (nacieron tres hembras, salió unos meses concentrado para 
Melilla porque se ganaba 50% más de paga) y a Orihuela (estuvo nueve 
años). En el año 1935 llevaba veinte años de servicio, por lo que se le 
concedió la gratificación de efectividad del 4º quinquenio y el uso de 
los tres galones de distinción, ya que con los abonos acumulados se le 
consideró como si llevara 25 años de servicios efectivos. Hallándose 
destinado en Orihuela figura en su ficha la siguiente anotación: «El día
 29 de diciembre de 1935 salió para Cox con permiso urgente por 
enfermedad grave de su padre, y regresó el 2 de enero del año 
siguiente». La casa familiar estaba situada en la calle Santa Teresa 
número 15, de Cox, donde tantas carta mandara Miguel a Josefina.
El 7 de febrero de 1936 le fue otorgado 
por el Ministerio de la Guerra un abono de tiempo de servicio efectivo 
de 3 meses y 19 días el estado de guerra declarado en la provincia de 
Alicante desde el 6 de octubre de 1934 al 24 de enero de 1935.
El 12 de abril de 1936 hicieron el 
traslado a Elda. Hallándose ya destinado en Elda, el día 13 de agosto de
 1936, fue muerto, así lo recoge la ficha personal: “fue muerto este 
guardia como igualmente un Cabo y cinco guardias más...”. No nos dice 
por quién o quiénes, ya que la anotación fue escrita el 31 de diciembre 
de 1936 en el 15º Tercio de la Guardia Nacional Republicana (nuevo 
nombre dado a la Guardia Civil en la zona gubernamental o republicana), 
en Murcia. El crimen sucedió: «En las proximidades del Cine Coliseo, 
cerca de la carretera de Madrid a Alicante», según anota Odón Betanzos 
en su tesis doctoral, bloque 3, capítulo IV: El soldado poeta, y que 
pertenece, según este autor, a Manuel Muñoz Hidalgo. Le pegaron un tiro 
en la cabeza que lo dejó desfigurado.
Estas muertes resultan un tanto 
extrañas. Puesto que tanto la Guardia Civil de Alicante como los 
Carabineros y Regimientos no se sublevaron sino que estuvieron siempre 
al lado de la República hasta el fin de la guerra civil, incluso a las 
órdenes del Gobernador Civil Valdés Casas y del diputado Vicente Sol, 
llegando a cercar, atacar y apresar a sus propios compañeros sublevados 
en la provincia de Albacete en los cargueros fondeados en el puerto de 
Alicante, con trágico final. Josefina Manresa en su muy de agradecer 
libro Recuerdos de mi vida con Miguel Hernández (Ediciones de la Torre, 
Madrid, 1980, p. 64) apunta las causas:
«Contaban que ese día, 13 de agosto de 
1936, tuvo orden la guardia civil del puesto de Elda, más los 
concentrados que se encontraban esos días allí, de marchar al frente de 
Madrid. En la calle se encontraban cuatro guardias, y un cabo. (El cabo 
Marcos, concentrado, que era de Callosa de Segura). Un tal Esteve, de 
Albatera (guardia civil de caballería, también concentrado allí) le dijo
 a los milicianos que la guardia civil de Elda, al llegar a no sé que 
punto, se iba a sublevar (...) Mi padre había salido a poner un 
telegrama a un hermano suyo [José], empleado electricista en la estación
 de Alcázar de San Juan...»
Manuel Manresa dejó esposa y cinco hijos
 (cuatro hembras y un varón). Cuenta Josefina (1980,78) «Mi padre le 
dijo a mi madre: “No seas desconfiada, que son gente buena”. Se refería a
 los milicianos, que hacían vida en el cuartel junto con los guardias 
civiles en aquellos primeros días de la guerra». Entre los huérfanos 
quedaba Josefina, la mayor, tenía 20 años, y que se casaría por lo civil
 con Miguel Hernández el día 9 de marzo de 1937 en Orihuela. Según 
Josefina, «no había forma de celebrarlo por la Iglesia», actuando como 
testigos dos grandes amigos del poeta: Carlos Fenoll y Jesús Poveda.
El 5 de marzo de 1937 el ya difunto 
Manuel obtuvo un ascenso póstumo al empleo de Cabo en atención a las 
circunstancias de su fatal desenlace, como puede leerse en su Hoja de 
Servicios. El sueldo mensual era de 258 pesetas más los complementos de 
antigüedad. La familia no cobró indemnización alguna, tan sólo les 
fueron pagados los meses correspondientes hasta finalizar el año 1936, 
es decir, un total de 1.540 pesetas con 37 céntimos. A la muerte de 
Manuel, su esposa y huérfanos se trasladan a Cox, donde vivían los tíos 
paternos que podían ayudarles, al verse obligados a abandonar la Casa- 
Cuartel. Por eso, cuando Miguel Hernández fue puesto en libertad en 
Madrid sin explicación ni cargos el 17 de septiembre de 1939, se 
trasladó a Cox a ver a su mujer e hijo, aunque tuvo la fatalidad de ir a
 ver a los padres de Ramón Sijé en Orihuela el día 29 de su onomástica, 
según me contó una tarde mi amigo Manuel- Roberto Leonís. La suegra de 
Miguel falleció el 22 de abril del 37 en Cox, vinieron él y Josefina 
desde Jaén al entierro, él compró un ataúd que le costó 40 pesetas. «La 
familia criticó la pobreza del ataúd» según cuenta Josefina Manresa ya 
mencionado libro, injustamente, llamado por Guerrero Zamora: 
«desmemoriados Recuerdos de la viuda de Miguel Hernández, p.66). Libro 
que ha servido para completar en este artículo.
En un certificado del Comisario de 
Guerra de Alicante firmado por Federico Montero, de 25 de octubre de 
1939, aparece la siguiente nota literal: «Que de los antecedentes que 
obran en esta Oficina, resulta que el Guardia que fué (sic) de esta 
Comandancia, MANUEL MANRESA PAMIES, falleció en Elda de esta Provincia 
el día 13 de Agosto de mil novecientos treinta y seis, asesinado por 
elementos marxistas de aquella localidad y sus herederos percibieron 
hasta Diciembre de dicho año, únicamente, los devengos de aquel...», es 
decir, los devengos se refiere al salario hasta final de la partida 
presupuestaria de ese año. Por ello desde enero de 1937 a marzo de 1939,
 la viuda no cobró salario ni indemnización de la República, sino que 
fue dado de baja sin más trámites al final de diciembre de 1936.
En copia de una instancia que obra en mi
 poder, cedida por el Servicio Histórico de la Guardia Civil, Juan 
Manresa Pamies, hermano mayor del difunto Manuel, nombrado tutor de los 
huérfanos por la muerte de su cuñada el 22 de abril de 1937, solicitó el
 10 de octubre de 1939 al Ministro de la Gobernación que le fueran 
abonados los devengos no percibidos en la fecha ya citada (entre enero 
de 1937 a marzo de 1939). (Se adjunta fragmento de la instancia). Esta 
precariedad económica debió afectar, sin duda alguna, a la familia 
Manresa. Así se explicaría el lamentable suceso del fallecimiento de 
Manuel Ramón el 19 de octubre de 1938, primogénito de Miguel Hernández y
 Josefina, por falta de alimentos y medicinas. O que en enero de 1939 
naciera el segundo hijo en un ambiente familiar falto de recursos 
económicos, en el que recordamos las célebres «Nanas de la cebolla», que
 escribiera Miguel «al recibir una carta de su mujer en que le decía que
 no comía más que pan y cebolla. Miguel, desde la prisión de Torrijos 
(Madrid), le envía en respuesta el 12 de septiembre de 1939», según la 
nota de Juan Cano Ballesta pág. 218, Cátedra, El hombre y su poesía, 
Madrid, 1991. La primera estrofa dice así:
| 
La cebolla es escarcha 
cerrada y pobre: 
escarcha de tus días 
y de mis noches. 
Hambre y cebolla: 
hielo negro y escarcha 
grande y redonda. | 
| 
(Fragmento de «Nana de la cebolla» de M.H.) | 
Esta peculiar y hermosa nana ha sido 
considerada por Concha Zardoya, recientemente fallecida, como la más 
trágica canción de cuna de la historia de la poesía española.
A la muerte de Juan Manresa, hermano de 
Manuel, fue Gertrudis la que se hizo cargo de la tutoría de los cinco 
huérfanos. El 7 de mayo de 1941 se expidió certificado por el jefe del 
Detall de Murcia para documentar instancia destinada al ingreso de los 
huérfanos menores en el Colegio de Huérfanos de la Guardia Civil. Como 
nos narra Carmen Manresa, según entrevista de Nuria Illescas en El Eco 
Hernandiano (nº 6, septiembre 2003): «Cuando Miguel murió estábamos 
nosotras [se refiere a otra hermanas, no a Josefina] en Valdemoro en un 
colegio que tenían allí» [la Guardia Civil, debe añadirse al artículo]. 
También cuenta Carmen que a la muerte de Miguel Hernández salieron del 
colegio de Valdemoro y marcharon a vivir a Elda. Al año siguiente, 13 de
 mayo de 1942, se extiende un certificado para documentar las Clases 
Pasivas del Estado, es decir, una pensión de orfandad.
Esta nueva situación económica, sin duda
 alguna, mínima y precaria de la tutora Gertrudis y de Josefina, que 
ganaba algún dinero cosiendo de día y de noche, debió influir en el 
ánimo de esta última para negar la afiliación de su marido al Partido 
Comunista y la destrucción del carné, como dejó escrito Ramón Pérez 
Álvarez: «Miguel era un activo comunista. Josefina Manresa lo ha negado y
 ello, según creía, había motivado la enemistad que me profesaba (...) 
ordené sus papeles entre los cuales estaba El torero más valiente cuya 
existencia negó durante años Josefina (...) de ahí la insistencia de 
Josefina en negar la militancia de Miguel» (Hacia Miguel Hernández, 
cit., pp.25-26).
Llego a la conclusión de que resulta 
razonable el hecho de que Josefina negara la pertenencia de Miguel al 
Partido Comunista por temor a que le retiraran o denegaran la pensión 
del padre en el nuevo régimen franquista, en 1942 cobraba una pensión de
 orfandad concedida y, además, tenía a dos hermanas en el Colegio de 
Huérfanos (Valdemoro, El Juncarejo).
Josefina fue una mujer fiel a la memoria
 de su padre y a la de su esposo. Dentro de su corazón debía de existir 
un conflicto interno por ser hija de un asesinado por milicianos, 
milicianos como su esposo y padre de su hijo. Aitor L. Larrabide recoge 
en su tesis doctoral (Miguel Hernández y la crítica, Universidad de 
León, 1999, p.294) lo siguiente: «pregunta cómo se haría perdonar MH 
aquel hecho [él no tuvo nada que ver, los responsables fueron unos 
milicianos exaltados, afirmamos nosotros]».
Conclusiones:
Me quedan algunas preguntas en el 
tintero: ¿quería Manuel Manresa a Miguel como yerno, un hombre de dudoso
 porvenir que no aseguraba el bienestar de su hija casadera y además 
había sido detenido en enero de 1936 en San Fernando del Jarama cuando 
contemplaba los toros con Maruja Mallo?. Como guardia civil debió tener 
constancia de este hecho porque todos los hechos delictivos de un 
individuo se vertían a la ficha policial obrante en el pueblo de 
nacimiento. Los novios se casaron a la muerte del padre. Durante el 
noviazgo hubo entre ellos épocas de distanciamiento o desamor, era «de 
una castidad pueblerina», según apunta José Luis Ferris. Yo creo que era
 un mujer recatada como la mayoría en aquellos años. Y me pregunto: ¿se 
dejaba llevar Josefina por el desfavorable parecer de padre?, ¿qué 
relación tenía Miguel con el padre de su novia? ¿se lamentó de su 
muerte? Durante el mes de agosto de 1936 Miguel Hernández estaba en 
Orihuela, ¿asistió al entierro en Elda, la de manicomio como solía 
llamar a esta localidad?
Fragmento de 'Doce artículos hernandianos y uno más'.
Nota.- Con fecha 9 de 
agosto 2007 hemos recibido desde Quesada, por parte de Juan Antonio 
López Vílchez, Concejal del Cultura de esta localidad Acta de Nacimiento
 de Josefina Manresa, por este documento nº 14.082 sabemos que era nieta
 por línea paterna de Juan Manresa Almarcha y Gertrudis Pamies Berná: 
línea materna de Carmelo Marhuenda Zambrana y de Josefa Ruiz Marín, los 
testigos fueron Víctor Fernández Torrrecilla y Francisco Ruiz Corral. 
Por este documento sabemos que con fecha 6 de octubre de 1936, se pidió 
una certificación para casamiento, es decir, que Miguel y Josefina en 
octubre del 36, ya pensaban casarse.
Nuevos datos sobre el suegro de Miguel Hernández
Llegan nuevos documentos, una anotación 
de los guardias y nombre del cabo que fueron asesinados por los 
marxistas en Elda (Alicante). Todo es relavante para la Memoria 
Histórica.
La anotación hecha por el 15º Tercio de 
la Guardia Nacional Republicana (nombre que se le dio a la Guardia Civil
 en el bando republicano), es la siguiente, se refieren a Manuel 
Manresa.

Anotación en Hoja de Servicios del guardia civil Manuel Manresa Pamies..
Transcripción del texto manuscrito:
1936.- En igual situación.- En 2 de 
enero regresó del permiso urgente expresado en la nota anterior (se 
refiere a enfermedad grave de su padre). Por orden del Ministerio de la 
Guerra de la 7 ... se le concede 3 meses y 19 días de abono para todo 
los efectos, por el tiempo abarcado en estado de guerra en la provincia 
de Alicante, desde el 6 de octubre de 1934, al 24 de enero de 1935,. En 
los sucesos ocurridos en Elda el día 13 de agosto, fue muerto este 
guardia, como igualmente un Cabo y cinco guardias más, quedando unido a 
continuación copia de la ... (comunicación) del Señor Jefe de la 
Comandancia de Alicante, en que participaba dicho suceso, por cuyo 
motivo y según relación de alta y baja emitida por el primer Jefe de la 
Comandancia...
Durante los años de la guerra civil 
fallecieron en la provincia de Alicante por distintas razones unos 
cuarenta guardias civiles cuya relación adjunto tomadas del Boletín 
Oficial de la G.C. de 1 de agosto de 1940.

Uno de los guardias asesinados junto Manuel Manresa, se llamaba Manuel Morales León.


 
