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Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com

sábado, 12 de octubre de 2019

La amistad en medio de la tragedia. Miguel Hernéndez y José María de Cossío.

La amistad en medio de la tragedia

Itinerario de publicaciones y ediciones a partir de los tesoros bibliográficos y manuscritos de José María Cossío

MARIO CRESPO LÓPEZ
Carta. Miguel Hernández envió esta tarjeta postal, fechada en junio de 1939, a José María de Cossío desde la cárcel de Torrijos (Madrid), solicitándole ayuda. ::                             DM/
Carta. Miguel Hernández envió esta tarjeta postal, fechada en junio de 1939, a José María de Cossío desde la cárcel de Torrijos (Madrid), solicitándole ayuda. :: DM
A partir de los tesoros bibliográficos y manuscritos conservados por Cossío, desde la Casona de Tudanca se han podido editar obras como el conjunto autógrafo de 'El silbo vulnerado', del propio Miguel Hernández. De los manuscritos han surgido otro tipo de publicaciones como la colección facsimilar titulada Miguel Hernández: 'Las cartas a José María de Cossío' (con un estudio preliminar de Vicente Aleixandre y prólogo y notas de Rafael Gómez, Santander, 1985).
A las Ediciones de la Casona de Tudanca le han seguido otras publicaciones trascendentes, como 'El hombre acecha' (Santander, 1981), libro de la tragedia, entre el combate entusiasmado y el dolor afligido y latente. Se trata de un facsímil de la edición que quiso hacerse en 1939. Apunto las circunstancias terribles en que la primera tirada del libro fenece prácticamente entera: destruida por las tropas llamadas nacionales en la Tipografía Moderna de la calle Avellanas, 9, Valencia. Si pocos ejemplares («capillas», en puridad) se salvan de aquella, uno llega a las manos de José María de Cossío; otro, a las de Antonio Rodríguez Moñino.
El proyecto original de Hernández, que es supervisado por algunos amigos del poeta, como Ramón de Garciasol y Antonio Aparicio, va a contar con una portada de Eduardo Vicente de la que poco o nada se sabe. La guerra y la tristeza consecuente traslucen en estos versos; la llamada sincera a la lucha, pero también una reflexión profunda sobre este llanto constante y trágico.
Raimundo Reyes, poeta murciano, ha presentado a ambos, Miguel Hernández y José María de Cossío, seguramente a principios de 1935. Desde entonces, el poeta de Orihuela trabaja como secretario del erudito, ayudándole, entre otras cosas, en la redacción de la célebre enciclopedia Los Toros. Tratado técnico e histórico, que dirige Cossío para Espasa-Calpe. Pronto, no obstante, la correspondencia cruzada entre ellos tiene tintes cada vez más dramáticos. El joven poeta viaja de Madrid a Orihuela, pendiente de su trabajo pero sobre todo de su mujer, Josefina Manresa, de su familia... En 1936 escribe Félix Ros a Miguel Hernández una carta que se guarda en el archivo de Tudanca, porque Hernández sin duda se la entrega a Cossío, ya que Ros ha añadido una post data para él: espera que le envíe el libro Poesía española. Notas de asedio, que le servirán para las oposiciones a cátedras de secundaria (en septiembre de 1941 ya encabeza sus cartas desde Barcelona como 'catedrático').
Hernández recomienda a alguno de sus amigos (Jesús Poveda, por ejemplo) bajo la protección de Cossío, confía en él antes que en nadie.
Líneas desesperadas
Desde su ciudad natal, el 19 de septiembre de 1939, Hernández manda a Cossío estas líneas desesperadas: «Querido Cossío: Desde ayer en Cox, no me queda otro remedio que recurrir inmediatamente a nuestra vieja amistad y a sus no muy viejas proposiciones de resolución de la situación mía. Libre de aquella carga que pesaba sobre mí en Madrid, ahora me encuentro atado a la vida de mi libertad frente a mi indefensa familia. Como no me encuentro bien de salud, ya que mi cabeza se resiste a mejorar, no me será posible dedicarme a un trabajo como el que hacía en Espasa-Calpe a su lado. Pienso en su tierra de Tudanca, y estoy dispuesto a trabajar en ella, a pastorear sus vacas, a lo que sea un trabajo manual, con tal de sacar mi familia, numerosa y necesitada, adelante. Si puede enviarme algún anticipo, o como quiera llamarle, por mi futuro trabajo en su tierra, hágalo sin demora, porque el hambre apremia, y me he encontrado a mi familia bastante agotada de salud y de recursos».
Son varias las cartas entre ellos; un total de diecisiete se conservan de Hernández. Cossío interviene directamente en las negociaciones para la conmutación de la pena capital que pesa sobre Hernández en 1940 a través del General José Enrique Varela, ministro del Ejército. Y lo consigue. El libro de Juan Guerrero Zamora, Proceso a Miguel Hernández, lo deja bien claro, a raíz del descubrimiento del Sumario 21.001 del poeta.
Confesiones
En 1975 Cossío confesó: «Lo que nadie sabe es que me tuve que levantar una noche a las dos o las tres de la madrugada y hablar con (aquí el nombre de un ministro, el de un general...) para que no lo fusilaran al día siguiente... Pablo Neruda sí que pudo haber hecho algo por él, recogerlo en la Embajada de Chile...». Un informe privado de abril de 1939 ha recomendado que Hernández se asile en la Embajada. Dirá Cossío al periodista José María Doñate: «Miguel, al llegar de su Orihuela natal a Madrid solo, empezó a trabajar tranquilo en mi despacho. Podría contarle muchas cosas que prefiero callar. Lo lanzó inopinada y tristemente a la política Pablo Neruda».
La enfermedad aqueja al poeta, que muere en el penal de Alicante dos años más tarde. Otra pérdida más a consecuencia de la terrible contienda. Nunca olvidará Cossío a Hernández: en 1949 edita 'El rayo que no cesa' en la colección Austral; y en 1967 escribe para 'La Estafeta Literaria' una emocionada semblanza de su amistad.

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Nota. Este artículo ganó en 2011 em Premio Internacional de Periodismo Miguel Hernández en Orihuela. Dotado con 8.000 €

Este premio dejó de fallasrs por falta de fondos de la Generalitat Valenciaan por los recortes presupuestarios.