Sinopsis:

Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com
Mostrando entradas con la etiqueta Ramón Fernández Palmera. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ramón Fernández Palmera. Mostrar todas las entradas

miércoles, 10 de febrero de 2016

Entrevista a Ramón Fernández Palmeral, la revista "El Eco Hernandiano" Fundación Miguel Hernández de Orihuela


RAMÓN FERNÁNDEZ PALMERAL

¿Qué le acercó a ubicar su residencia en tierras levantinas? Por razones laborables vine a Alicante desde Almería en el verano del año 1990, y ya me afinqué en estas tierras levantinas, porque además mis hijos se hicieron mayores y también tomaron asiento al terminar sus carreras. Alicante ha sido para mí un nuevo despertar a la literatura, al mundo hernandiano y azoriniano, donde he hecho nuevos amigos y donde me encuentro muy a gusto.
Aunque nací en Piedrabuena (Ciudad Real) y soy manchego de nacimiento, soy andaluz por sangre, alicantino por adopción y español por convencimiento. He residido en nueve o diez ciudades españolas, tengo una visión global de España en la unidad y no autonómica como un puzzle, por ello no tengo una patria chica, aunque tendré que buscarme una.

¿Cómo descubrió a Miguel Hernández? Descubrí a Miguel Hernández estudiando el BUP Nocturno en el curso 1980 a 1981 en Castellón de la Plana. ¿Cómo tan tarde?. El primer Bachiller Elemental que hice en Málaga no lo acabé, me quedé en cuarto curso con tres o cuatro asignaturas suspensas, y mi padre me puso a trabajar a los 14 años como auxiliar administrativo en un almacén de pasas y luego con una Agente de Aduanas. Por eso hice dos bachilleres: el antiguo (a medias) y el moderno, más un Acceso a la Universidad. El libro de texto en que descubrí a Miguel, fue uno de la Editorial Anaya, en la edición de Fernando Lázaro Carreter y Vicente Tusón que había sido aprobado por el Ministerio de Cultura en 1976, creo que fue la primera vez que apareció nuestro poeta en libros de texto. En este libro se decía de Miguel: «poeta militante en la España republicana». Venía la foto del dibujo de Buero Vallejo, y el análisis profundo y exhaustivo del soneto 23, «Como el toro...», de El rayo que no cesa, que la profesora de Lengua nos obligó a aprendernos de memoria, soneto que aún recito hoy en día. Luego me aprendí otros sonetos más, por simple placer.

Usted es un hernandiano de calle. ¿Qué opinión recoge de ella? ¿Cree que la figura y obra de Miguel Hernández es un tema de interés público y actual? Más que un hernandiano de calle creo que soy hernandiano convencido de que la imagen del poeta oriolano es la de un hombre del pueblo comprometido con sus ideales, fueren los que fueren, y gusten a quienes gusten, y nos da el mensaje que cada individuo, persona intelectual, o ente político, debe defender sus ideas con claridad y hasta las últimas consecuencias. No como se ve hoy en día esos cambios de chaqueta vergonzantes y vergonzosos en la política como un medio de vida y de poder.
Yo pertenezco al Grupo Poético Literario del Instituto Miguel Hernández, de Alicante, cuya directora es Rosario Salinas, la sobrina del poeta de Callosa Francisco Salinas, que tiene muy buena acogida porque estamos siempre dando y participando en recitales, tanto en Alicante como en Elche. Nuestro fortín está en Ámbito Cultural de El Corte Inglés. Y ello nos lleva a palpar constantemente el empuje que tiene la nueva poesía alicantina, y lo que se le quiere a Miguel, y se le admira y los seguidores que tiene. La Sede de la Universidad de Alicante que dirige Manuel Alcaraz organiza cada año el aniversario de la muerte de nuestro poeta, coincidiendo con la Senda, por marzo, y cada vez son más los jóvenes participantes. Y esto va a más.
En este grupo literario tenemos a un poeta de Orihuela: Manuel-Roberto Leonís. Otros hernandianos como José Antonio Charques, Maruchi Marcos, Virginia Pina, Rafaela Lax, María Dolores García, María Dolores Carretero, Luis Taza, Consuelo Franco, y más nombres que ahora no recuerdos, que se esfuerzan por mantener viva la memoria del poeta con sus trabajos y actividades.

Es usted un hernandiano comprometido. ¿Podría sintetizarnos su labor como tal? Más que comprometido soy un admirador de la obra hernandiana, y creía que hacía falta ilustrar su obra, como los grandes poetas y escritores del Renacimiento: Dante, Cervantes o…. Entiendo que una obra ilustrada aporta otros caminos de investigación y el punto de vista de una obra, por ello empecé a trabajar con El hombre acecha, luego con Simbología secreta de El rayo que no cesa y Simbología secreta de Perito en lunas. Luego con estas tres obras hice una trilogía encuadernada en un solo volumen de lujo. Esta labor de investigación me llevó a tener la necesidad de documentarme en su muy extensa bibliografía, y acabé escribiendo artículos sueltos, que me publicó Orihuela Digital, también en El Eco Hernandiano y en El “iaio”, que terminó en otro libro Doce artículos hernandianos y uno más. Cuatro libros que he publicado en mi modesta editorial PALMERAL. Con las ilustraciones de los tres libros creé una galería de dibujos que se pueden ver en http://ramonfernandez.album.ijijiji.com/ Es un portal de gran calidad de imágenes y ampliación de detalles. Solamente hay que tener un poco de paciencia para descargar el programa.
Porque estos trabajos tan libres como los míos, no se pueden hacer a capricho o intereses de las editoriales, ellos quieren invertir sobre seguro y no sobre experimentos, que es en realidad lo que hago. El tiempo dirá si yo estaba o no en el buen camino. Porque, como sabes, el tiempo es el más veraz de los testigos. Por ahora no siento valorada mi obra porque nadie habla de ella, ni se hacen referencias ni citas, a pesar de que yo siempre estoy nombrando a los hernandianos en mis numerosos artículos. Uno sospecha que está fuera del círculo hernandiano oficial. No sé si me explico. Creo que hay un círculo de prestigiosos hernandiano: filólogos, doctores y profesores, y otro aparte para los seguidores aficionados, aunque esta palabra me horroriza.
Ahora soy el coordinador de la revista PERITO (Literario-Artístico), el título sugiere hernandismo, cuya directora es la poeta Rosario Salinas Marcos, un proyecto cultural arriesgado sin ningún tipo de ayudas institucionales ni de Fundaciones o Centros, por nuestra cuenta y riesgo, por amor al arte, una revista muy hernandiana que toma el pulso a los trabajos de investigación tanto sobre Miguel como poetas de la Vega Baja o alicantinos. Orihuela Digital nos ha ayudado a difundir en sus páginas la versión virtual de la revista, ya que esta revista se edita en papel y por versión digital en http://www.revista-perito.com/. (Desde esta página también se puede acceder a la versión digitalizada de mis artículos y libros hernandianos). Hemos entrado con buen pie, porque hasta ahora todos quieren publicar aquí, pienso que será porque tiene calidad. Hay que aprovechar las nuevas tecnologías, que para eso están.
Las actividades hernandianas son siempre altruistas te gustan o no te gustan y no hay más, has de poner tu tiempo y tu dinero en circulación sin esperar nada a cambio.

¿En qué situación cree que se encuentran actualmente los trabajos hernandianos? Creo que muy bien, como lo demuestra las Actas de II Congreso Internacional, o la reciente visita de un grupo de trabajo a Rusia, recordando el viaje que Miguel hizo representado a la República en el V Festival de Teatro Ruso, o las traducciones en lenguas orientales o el documental de Jesucristo Riquelme. Creo que el Instituto Cervantes también se está interesando en la figura de Miguel. Porque la familia hernandiana es más grande de lo que parece, yo he tenido la suerte de cartearme y conocer a muchos de ellos, es como un círculo de amigos incondicionales y atentos. Y además la extraordinaria labor que hace la Fundación de Orihuela y el Centro Estudios Hernandianos de Elche. La Universidad de Elche lleva su nombre pero desconozco la actividad hernandiana que desarrolla.
En cambio, la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, de la Universidad de Alicante, aquí en la tierra del poeta, con su poder mediático y difusor en Internet no contiene en su portal la obra de Miguel. En este IV Centenario lo ha hecho con Azorín y Cervantes, esperemos que también lo haga con nuestro poeta.

Usted ha seguido la huella de los lugares y monumentos que llevan el nombre de nuestro poeta Miguel Hernández en Alicante. Bajo su criterio, ¿dónde más evocaría su nombre? En Alicante capital, el nombre de Miguel Hernández se lleva con pesar más que una suerte, sobre todo, creo, por cuestiones políticas. El Ayuntamiento de Alicante es del PP, y no mueve un ápice por Miguel. Lo mismo le pasa al Instituto Juan Gil-Albert, espero que la cosa cambie, y si miento que nos digan cuántas obras o trabajos sobre su figura se han publicado en esto últimos años (el último creo que es de 1998, el libro sobre el «amor cortés», de Antonio Gracia). No tiene Miguel en Alicante una avenida como en Elche (PSOE), que eleva su nombre y su figura universal. El actual monumento dedicado a Miguel en los Juzgados de Benalúa (donde estuvo la Enfermería) fue iniciativa privada del Asociación de Estudios Miguel Hernández de Alicante, que actualmente no sé qué actividades realiza, no me llegan sus noticias. La actividad hernandiana de la Diputación de Alicante y del Ayuntamiento son, actualmente, cero, cambiará cuando cambie la política. Lamentablemente, todavía existe discriminación por tener unas ideas. Aunque hace tiempo que me considero apolítico e independiente.

Como hernandiano, ¿qué opina de las actividades de la Fundación? ¿Tiene alguna propuesta? Las actividades de la Fundación que dirige Juan José Sánchez Balaguer son muy elogiables, tanto del Centro de Estudios como de la Sala de Exposiciones. Sobre todo es muy positivo el Taller de Empleo y los premios anuales tanto de poesía como el de Periodismo.
Particularmente creo que la Fundación es localista, sus actividades casi no salen de Orihuela y su entorno, mucha gente, fuera de Orihuela, no saben que existe la Fundación. La Sala de Exposiciones debería tener proyección nacional. La publicidad en televisión tanto regional como nacional es necesaria porque la gente ve por la pantalla pequeña. Una revista como El Eco Hernandiano en papel de 8 páginas es insuficiente. Hay que fomentar la investigación hernandiana y las letras alicantinas con becas. Estimular a los estudiantes de bachillerato con premios, publicaciones, dibujos o recitales.
Ya sé que todo depende de los presupuestos de la Generalitat Valenciana, pero es lo que yo pienso sinceramente.

Creo que Cartas a Alicante es su próxima publicación. ¿Para cuando? ¿Podría adelantarnos algo sobre este libro? Cartas a Alicante o Cartas alicantinas es un libro de prosa poética de creación propia en la que tomo a la ciudad de Alicante como destinataria de mis cartas, es mi amor platónico, irá ilustrado y va para largo. Creo que si deseamos esperar un buen resultado del trabajar bien hecho, hay que echar muchas horas, lleva tiempo. La labor de investigación es un complemento de la labor de creación muy a tener en cuenta. Es mi parecer que la investigación de los demás escritores eleva a quien lo hace, y es siempre una plataforma para presentar la obra propia, porque hay tanta competencia y tan buenos escritores que uno siempre queda en el anonimato.
Aprovechando el IV Centenario de la publicación de la I Parte de El Quijote, este año jubilar de 2005 he ilustrado dos libros: Encuentros en el IV Centenario y Buscando a Azorín por La Mancha, los cuales ya se pueden leer por Internet, un medio muy divulgativo, pero no sustituirá al libro, el libro es cuerpo físico, tangible, palpable y duradero. Un portal puede venir a la quiebra y todo se va al garete.

Actualmente, ¿está trabajando en algún libro? Actualmente publico mucho para Internet (Orihuela Digital, Monóver punto com, Mundo Cultural Hispano y otras web). Creo en Internet, pero después, como ya te he comentado, hay que pasarlo a formato de libro. Llevo varios proyectos de libros a la vez, porque normalmente no se trabaja en un único proyecto; estos trabajos míos son lentos sobre todo por las ilustraciones que, por lo general, un dibujo no sale a la primera, sino que hay que romper mucho papel. La decadencia de la flauta y el reinado de los fantasmas es un libro de Ramón Sijé, que me tiene muy paralizado, es decir, que lo tomo y lo dejo, porque es uno de los libros más difíciles con los que me he encontrado, pero son siempre retos que a uno le estimulan, porque después que acabe con Ramón Sijé, creo que pocos ensayistas más lo va a tomar.
También me gustaría empezar con Viento del pueblo, y tenerlo acabado para el I Centenario del nacimiento de Miguel Hernández, siembre que alguna editorial o Fundación me anime a ello.
También tengo entre manos una novela corta de intriga, bastante avanzada, que de momento he titulado El Lápiz de Miguel, que trata sobre la aparición de un diario inédito de Miguel Hernández, vendido en una subasta de libros antiguos en Madrid, y que tras las investigaciones oportunas por la policía judicial de Alicante para averiguar la autenticidad del diario y la muerte de una persona acabará solucionando el enigma, que evidentemente no puedo revelar.

Otras de sus aficiones son las ilustraciones. ¿Cuáles son los motivos que le inspiran a dibujar? ¿Tiene algo que ver en ellas la poesía de Miguel Hernández? Yo soy pintor desde hace muchos años, ha sido siempre mi segunda actividad, mi gran afición junto a la literatura, por ello a mí el dibujo se me ha dado siempre muy bien desde que estudié Artes y Oficios en el Colegio San José Obrero, de Málaga. Tener inspiración para ilustrar a un autor como Miguel, además de un privilegio, es una forma de expresión muy alentadora. Ilustrar es una forma de ampliar y abrir nuevas ventanas a la obra de un autor. No todos se prestan a ello.
Dibujar para mí es una forma de evasión, un medio de expresarme, todos los días dibujo algo y siempre estoy metido en proyectos. Lo último ha sido poder acabar por fin mi página web de artes plásticas cuya dirección es http://www.revista-perito.com/galeria.htm
Los poemas de Miguel Hernández me sugieren mundos cercanos a mi forma plástica de ver el mundo, del compromiso de entender la vida, de mi mundo imaginario y posible, porque todos tenemos nuestras fantasías, nuestra cosmovisión propia, nuestras ilusiones y ambiciones secretas, y no sé exactamente la razón de que cuando leo un poema hernandiano a la vez se forma en mi cabeza una imagen, me evoca una visión que luego materializo en papel, y luego me siento muy satisfecho por haber podido materializar una idea, un sueño o una fantasía.
 Tengo encargos para ilustrar varios libros de amigos. Preparo exposiciones. Tengo entre mis mejores obras el cuadro al óleo titulado El lápiz de Miguel, que ilustra algunos libros míos y páginas web. Ahora para el 70 aniversario de la publicación de El rayo que no cesa (1936), estoy pintando al óleo algunos de mis dibujos, adelantando trabajo por si se hace alguna exposición y tengo la oportunidad de que cuenten con mi trabajo. Yo no creo en el golpe de suerte ni en los premios, tú tienes que tener trabajo hecho, cuantos más mejor y ya llegará la oportunidad de que te llamen, como decía mi paisano Picasso, que la inspiración me coja trabajando. Inspiración y transpiración es algo que los pintores tenemos muy en cuenta.

Cecilia Espinosa /El Eco Hernandiano/Miguel Hernández, victual

domingo, 14 de julio de 2013

"El hambre". Miguel Hernández. Poeta social.



Miguel Hernández pionero de la poesía social

    Este movimiento nace con este nombre en los años 1950 en España, cuando las cicatrices de la Guerra Civil Española (1936-1939) no se han cerrado. A resultas de aquel conflicto se instaura en el país una dictadura (1939-1977) regida por el general Francisco Franco hasta su muerte en 1975. Aunque el verdadero impulsor fue Miguel Hernández, con poemas relacionados con el hambre, el trabajo y la explotación de los más débiles, como en el poema "El niño yuntero", "Aceituneros" jornaleros explotados por el "terrateniente que os sepultará en la pobreza". El hambre", "Nanas de la cebolla",  con versos tremendos diluidos en dolor "En la cuna del hambre mi niño estaba/con sangre de cebolla de amamantaba".
   La poesía social es un compromiso con los seres más débiles de la sociedad a los que aluden los poemas para protegerlos, no olvidarlos, que se hable de ellos.
Hoy día más que nunca ante el abuso de los ricos y empresarios, o mejor dicho por su egoísmo y avaricia envía sus capitales a Suiza o aparaísos fiscales, para hundir al trabajor, jornaleros en la pobreza, y reducriles la cabeza. En españa está pasando éstos. Más ricos, más pobres, más parados, más Cáritas.
La poesía social convive con una Ley de prensa muy restrictiva, redactada en 1938 y vigente hasta 1966, ley que permite la censura previa. Todo lo escrito ha de pasar por un censor antes de su publicación. Las reivindicaciones de libertad de los integrantes del movimiento habrán de pasar por la mesa de los funcionarios del régimen, que no dudarán en mutilar o condenar a la no publicación las obras no afectas al régimen.
     La poesía social tendrá un importante peso sobre la cultura española tanto de finales del Franquismo como de la transición. Hemos vuelto al franquismo trasnochado de la censura, cuando un presidente de gobierno como Mariano Rajoy no quiere acudir al Congreso a dar explicaciones de los sobres a un PP que cobraba hasta la gaviota.
l poma de "El hambre" es del 1939, y es actual, porque la poesía de Miguel Hernández está vigente es estos tiempos de abusos de dolor y mis laurel con voz de luto. "Me duele este niño hambriento como una grandiosa espina" [clavada en el corazón o en la cabeza como una corona de espinas de Cristo].
La poesía social aflora el conocimiento directo de la realidad, del chabolismo, de la inmigración, del asalto de la frontera de melilla por los subsajarianos, por no decir hombres de color sin futuro. La poesía social es la voz prestada a los que no saben o no pueden hacerse oír.

VER dos libros fundamentales sobe Miguel Hernández en AMAZON, por Ramón Fernández Palmeral

    En Miguel afloraba la sangre obrera, "sufría al ver el barbecho tan grande bajo su planta". Su poesía se dirige hacia la clases más desfavorecidas, para él la poesía era un NECESIDAD, lor los valores puros del pueblo y denuncia la falta de Justicia y Libertad, en una anticipada Teología de l Liberación.  Su poesía estaba dedicada al pueblo de una forma franca y noble. Este poeta del pueblo y de la revolución dio su vida por sus ideales, en la guerra estuvo al lado de la República de los trabajadores, por ello los que defiende a los trabajadores en España, no nos pueden defraudar en una democracia que cojea cada vez más por una mayoría al más puro absolutismo del Borbón Fernando VII, que abolió la Constitución de 1812.Esto quisieran muchos mudos y ciegos reyes, ya no luchan por un palmo más de tierra sino por unos euros en Suiza.




EL HAMBRE
I

Tened presente el hambre: recordad su pasado
turbio de capataces que pagaban en plomo.
Aquel jornal al precio de la sangre cobrado,
con yugos en el alma, con golpes en el lomo.

El hambre paseaba sus vacas exprimidas,
sus mujeres resecas, sus devoradas ubres,
sus ávidas quijadas, sus miserables vidas
frente a los comedores y los cuerpos salubres.

Los años de abundancia, la saciedad, la hartura,
eran sólo de aquellos que se llamaban amos.
Para que venga el pan justo a la dentadura
del hambre de los pobres aquí estoy, aquí estamos.

Nosotros no podemos ser ellos, los de enfrente,
los que entienden la vida por un botín sangriento:
como los tiburones, voracidad y diente,
panteras deseosas de un mundo siempre hambriento.

Años del hambre han sido para el pobre sus años.
Sumaban para el otro su cantidad los panes.
Y el hambre alobadaba sus rapaces rebaños
de cuervos, de tenazas, de lobos, de alacranes.

Hambrientamente lucho yo, con todas mis brechas,
cicatrices y heridas; señales y recuerdos
del hambre, contra tantas barrigas satisfechas:
cerdos con un origen peor que el de los cerdos.

Por haber engordado tan baja y brutalmente,
más abajo de donde los cerdos se solazan,
seréis atravesados por esta gran corriente
de espigas que llamean, de puños que amenazan.

No habéis querido oír con orejas abiertas
el llanto de millones de niños jornaleros.
Ladrábais cuando el hambre llegaba a vuestras puertas
a pedir con la boca de los mismos luceros.

En cada casa, un odio como una higuera fosca,
como un tremante toro con los cuernos tremantes,
rompe por los tejados, os cerca y os embosca,
y os destruye a cornadas, perros agonizantes.

II

El hambre es el primero de los conocimientos:
tener hambre es la cosa primera que se aprende.
Y la ferocidad de nuestros sentimientos,
allá donde el estómago se origina, se enciende.

Uno no es tan humano que no estrangule un día
pájaros sin sentir herida en la conciencia:
que no sea capaz de ahogar en nieve fría
palomas que no saben si no es de la inocencia.

El animal influye sobre mí con extremo,
la fiera late en todas mis fuerzas, mis pasiones.
A veces, he de hacer un esfuerzo supremo
para acallar en mí la voz de los leones.

Me enorgullece el título de animal en mi vida,
pero en el animal humano persevero.
Y busco por mi cuerpo lo más puro que anida,
bajo tanta maleza, con su valor primero.

Por hambre vuelve el hombre sobre los laberintos
donde la vida habita siniestramente sola.
Reaparece la fiera, recobra sus instintos,
sus patas erizadas, sus rencores, su cola.

Arroja sus estudios y la sabiduría,
y se quita la máscara, la piel de la cultura,
los ojos de la ciencia, la corteza tardía
de los conocimientos que descubre y procura.

Entonces solo sabe del mal, del exterminio.
Inventa gases, lanza motivos destructores,
regresa a la pezuña, retrocede al dominio
del colmillo, y avanza sobre los comedores.

Se ejercita en la bestia, y empuña la cuchara
dispuesto a que ninguno se le acerque a la mesa.
Entonces sólo veo sobre el mundo una piara
de tigres, y en mis ojos la visión duele y pesa.

Yo no tengo en el alma tanto tigre admitido,
tanto chacal prohijado, que el vino que me toca,
el pan, el día, el hambre no tenga compartido
con otras hambres puestas noblemente en la boca.

Ayudadme a ser hombre: no me dejéis ser fiera
hambrienta, encarnizada, sitiada eternamente.
Yo, animal familiar, con esta sangre obrera
os doy la humanidad que mi canción presiente.

 MIGUEL HERNÁNEZ
(De ‘El hombre acecha’, 1939, edición destruida por los fascistas a su entrada en Valencia)