Sinopsis:

Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com

sábado, 31 de marzo de 2012

Foto de familia de hernandianos en Orihuela


(Lucía Inzquierdo ayudand a pintar la paloma de la paz de Pepe Azorín en el Basrrio de trabajadores de san Isidro de Orihuela).

(Paloma de la paz de Pepe Azorín)



(D. Carlos Candela, Ana Mas, María Moreno Soriano, Lucía Izquierdo, mujer Manuel Parra, Manuel Parra Pozuelo y Ramón Fernández Palmeral)

Orihuela 31 de marzo 2012 en el Colegio de San Isidro de Orihuela



(Lucía Izquierdo con los pintores Castejón y Pepe Azorín.

Aval expedido por el falangista Juan Bellod a favor de Miguel Hernández

Aval del falangista Juan Bellod Salmerón a favor de Miguel Hernández de fecah 24 de mayo de 1939, icmprensiblemente se incorporado al Procedimiento Sumarisimo de Urgencia 4.487 iniciado en Orihuela, en octubre de 1939. Juan Bellod le debía el aval a Miguel Hernández, que sin duda le salvó de los fusiles cuando estuvo preso en Orihuela. Y se los debía porque en agosto de 1936, Juan Bellod fue detenido por el Frente Popular e ingresado en la cárcel Jesús María de Orihuela (colegio de religiosas convertido en cárcel), Miguel le visitó en varias ocasiones antes de irse a Madrid al Quinto Regimiento, y estas visitas evitaron el "paseillo" de Juan, de los contrario hubiera sido pasado por las armas como el acalde de Orihuela Francisco Díe Losada. Y otro en diciembre del 36 de Alicante. Por eso luego, en 1939 Miguel exige y le pide a Juan que sea su abogado en el Consejo de Guerra, Juan no acude está de vacaciones en Torrevieja. Y en las memorias de Juan Bellod, adjudicará el salvamento de su cabeza a Agusto Pescador Sarte, socilaista.

Estos avales debían se ratificados en el juzgado ante el juez, pero Bellod no fue a Madrid, quizá pro eso el juez lo desestimó, y a aparece en el segundo sumario.

viernes, 30 de marzo de 2012

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El poeta oriolano Carlos Fenoll ganó un 1º Premio de Poesía en 1942




Revista Llibret homenaje a la Bellea del Foc, de Alicante de junio de 1942, donde se publicó el poema de Carlos Fenoll con el Primer Premio, al madrigal "A la mujer Alicantina". Enmarcado con una ilustración a plumilla de pintor Melchor Aracil.
Localizada por el director de esta web en el Archivo Municipal de Alicante, de calle Labradores, gracias a las indicaciones de Gaspar Peral Baeza, en la mañana del 30 de marzo.

IR A LA PÁGINA DE CARLOS FENOLL-CENTENARIO.

Gaspar Peral Baeza trabajando en su oceánico archivo hernandiano





El bibliófilo Gaspar Peral Baeza trabajando en su oceánico archivo hernandiano en Alicante (fotos de Palmeral).

jueves, 29 de marzo de 2012

Charla-conferencia. "Cárceles y muerte de un poeta". Miguel Hernández



Charla-conferencia que ofreció Ramón Fernández Palmeral, en el acto organizado por el Grupo NUMEN de poesía en Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Alicante, el 28 de marzo en homenajes a Miguel Hernández el el 70 aniversario de su muerte.

LA HUELGA DEL 29-M: UN ÉXITO DE DIGNIDAD Y LIBERTAD


(Fulgencio Martínez)

Para la libertad, sangro, lucho, pervivo...

Miguel Hernández


A las 5. 30 de la mañana de un 28 de enero de 1942 moría en la enfermería del Reformatorio de Adultos de Alicante Miguel Hernández, el poeta de la emancipación, de la libertad, el poeta del pueblo. Tardará mucho en nacer, si es que nace -digo, parafraseando a García Lorca- un poeta español tan claro, tan rico de futuro.
Un 29 de marzo, setenta años después, se celebró en España una huelga general contra la reforma laboral que quiere imponernos un gobierno antiespañol y una clase de grandes empresarios tan mezquina y pequeña como la que tenemos en España, y que aquí, en Murcia, encabeza el dirigente de la CROEM, el señor Del Toro.
Sea cual sea el porcentaje exacto de seguimiento, o la valoración sobre el desarrollo de la huelga del 29 de Marzo, hay una cosa clara: el mismo hecho de que, en democracia, se pueda realizar una huelga, ejercer el derecho a huelga, que es uno de los derechos básicos, es ya un éxito. A pesar de la imposición desproporcionada de servicios mínimos, a pesar de los cutres piquetes empresariales que coaccionaron en muchas empresas a los trabajadores, sobre todo, a los jóvenes y a los contratados temporales, amenazándoles con el despido, y ejerciendo una violencia denunciable contra la dignidad humana y del trabajador, y a pesar de la impresión de estado de excepción que calculadamente quiso dar el Gobierno ese día, con la excesiva presencia policial en las plazas donde se concentraban sindicalistas, en las puertas de centros de enseñanza, hospitales y fábricas – otra forma nada sutil que tienen las instituciones gubernamentales de coaccionar e intentar desactivar la movilización y la protesta-; y a pesar de las llamadas de la beligerante Esperanza Aguirre, confundiendo con terroristas o violadores a los piquetes informativos sindicales, conminando a la ciudadanía a que grabe su presencia con teléfonos móviles o cualquier otro tipo de tecnología defensiva; y por ultimo, a pesar de todos los santos patronos y de ese Losantos (Federico), que incitó al crimen accidental: a que atropellara a los piquetes sindicales un coche de policía; yo y muchos más españoles hemos hecho huelga.
Yo he hecho huelga por mí, por mi derecho a hacer huelga, y por mi hija de 27 años que trabaja en una empresa de telecomunciaciones y a la que se le ha impedido hacerla bajo la amenaza de despido. Precisamente la reforma laboral que pretende el Gobierno favorece eso, el que no se trate de amanezas morales, sino reales, pues dota a los malos empresarios cutres (quiero pensar que existen, como en toda profesión, los legales) de un instrumento para el despido sin más razón que el ordeno y mando.
Dos argumentos exhibió el gobierno para desactivar la huelga contra su reforma laboral: una, que la huelga daba mala imagen (argumento que caló en los empresarios como el señor del Toro) y otra: que la reforma favorecería a los parados y la creación de empleo. Al contrario, la reforma a lo que se dirige, con total coherencia con su filosofía neoliberal, es a la creación en potencia de un ejército masivo de parados, que en potencia somos todos, incluso los españoles que actualmemte tenemos trabajo. Mano de obra intercambiable, de usar y tirar, que rotativamente es utilizada y devuelta a la cloaca cuando convenga al empresario. Y, por supuesto, una fuerza de trabajo atemorizada de antemano, no reivindicativa, privada de dignidad y de conciencia de clase.
Cuando se habló de que la huelga daba mala imagen, hemos sabido por fin ante quién. Ante los inversores extranjeros, se ha dicho. Ya sabemos algo más de los gustos de esos invisibles inversores: les gusta un pais de eunucos, de castrados, de esclavos, con una salud laboral y una dignidad humana y de clase por los suelos. La imagen que tienen de los trabajadores occidentales, en el siglo XXI, no es ni siquiera la de los chinos (a los que se ha puesto de ejemplo) sino la de los antiguos egipcios que picaban piedra para las pirámides, en el esclavismo profundo.
Independimente de lo que se opine sobre si servirá o no esa huelga para cambiar o mejorar, al menos, las condiciones que la reforma laboral impone al trabajador, yo la hice para que quede claro que no me voy a callar mientras me quitan la dignidad. Qué triste es oír a quienes no la hicieron por no perder cien euros (¡como si un derecho no valiera más!l) o a los que han subido un peldaño en la escala laboral empresarial, a los jefes, pobrecitos que ganan unos euros más, a costa de perder su dignidad humana y laboral.
Es justo felicitar a los sindicatos. El trabajador solo, es un cero a la izquierda, todo lo ha conseguido colectivamente. Desde el siglo XIX hasta hoy, si se han conseguido mejoras y derechos, ha sido por los sindicatos de trabajadores. Miguel Hernández no murió en vano.


Fulgencio Martínez
Profesor de Filosofía y escritor

Versos que vencen al tiempo



Por Manuel Parra Pozuelo en Diario "Información", 28 de marzo 2012


La vida de Miguel Hernández, que ya hace setenta años que no está con nosotros, nos ha dejado muy abundantes huellas, señales y testimonios de su acontecer no solo en sus versos, sino también en sus cartas, que, cuando se cumplen los setenta años de la inicua extinción de su persona, consideramos obligado rememorar, siquiera indiciaria y brevemente.
En cuanto a la identidad de emociones y acontecimientos presentes en sus poemas y en sus cartas son elocuentes y clarificadoras las palabras que incluye en la escrita en junio de 1936, cuando dice a Josefina Manresa que todavía era su novia: "Ya te mandaré versos, me parece una tontería mandarte con las cartas porque ya te digo lo que siento en cada una de ellas".

Para constatar la común inspiración, el idéntico magma del que brotan los poemas y las cartas de Miguel Hernández basta reparar en dos de los títulos de sus poemarios, el de su primer libro efectivamente publicado, Perito en lunas, y de otro que no llegó a ser más que un borrador, El silbo vulnerado, y tener en cuenta que, en el primer caso, la huerta era la generalizada ocupación de los oriolanos del tiempo en el que estuvo inmersa la juventud de Miguel, hasta tal punto que constituyó el motivo y la poética y metafórica dedicación que refleja el titulo de su primer poemario, y sobre el rótulo del libro que solo fue un proyecto, constamos que es, sin ninguna duda, una hermosa y sugestiva alusión a la forma de llamar a su novia, hasta tal punto real que Josefina, dirá en su memorias: "Al día siguiente silbó en la placeta y yo mandé a una de mis hermanas a que le diera las cartas y retratos".
Las expresiones y las ideas de Miguel son, en muchas ocasiones idénticas o parecidas en sus versos y en sus cartas. Una evidente prueba de esta analogía la encontramos en la carta que el 10 de diciembre de 1934 escribe a Josefina, en la que podemos leer: "Ni voy al cine ni al teatro, ni a ninguna clase de espectáculos. De mis asuntos a mi casa y de mi casa a mis asuntos", con evidente semejanza con el verso del sexto terceto de la Elegía a Ramón Sijé, en el que leemos: "Ando sobre rastrojos de difuntos/ y sin calor de nadie y sin consuelo/ voy de mi corazón a mis asuntos".

Aspectos escatológicos o crudas expresiones presentes en la obra poética del genial oriolano, como la tan conocida "me duelen los cojones del alma", del poema Los cobardes, con la que manifiesta su enojo y su dolor ante los hombres que no aceptaban la necesidad de luchar a favor de la República, no estaban tampoco ausentes de sus cartas , y en una de la más curiosas, la de 29 de abril de 1940, también encontramos una referencia al dolor que siente en sus masculinos atributos, aunque, en este caso, no es un padecimiento moral el que lo causa, sino algo tan material y prosaico como la estrechez de unos calzoncillos, cosidos por su esposa, que le lleva a decir: "Josefina, como los calzoncillos que me has hecho sean como los que tengo aquí no me los pondré. Tú no sabes el tomento que me dan en la huevera".

En la parte del corpus epistolar escrito desde las cárceles es evidente, al igual que en los poemas de esta etapa, un concentrado dramatismo y una mayor intimidad, que ya había sido intuida y anunciada por el poeta en una composición titulada precisamente Carta, incluida en su libro El hombre acecha, que había sido escrito cuando no habían finalizado los combates, y Miguel no estaba en la cárcel, si bien es cierto que sus palabras ya anticipan la ansiedad y la angustia que caracterizarían su estancia en prisión diciendo : "Cartas, relaciones, cartas / tarjetas postales, sueños/ fragmentos de la ternura, /proyectados en el cielo, / lanzados de sangre a sangre/ y de deseo a deseo".
Las merecidamente conocidas y alabadas "Nana de la cebolla" constituyen un ejemplo paradigmático e incontestable de las interrelaciones entre sus cartas y sus poemas, los versos responden, en este caso, a una carta de Josefina, en la que le informaba de su alimentación exclusivamente a base de pan y cebolla, y en su respuesta, una carta del poeta, escrita el 12 de septiembre de 1939, ya anticipa una de las metafóricas elaboraciones de su celebérrima nana, cuando dice: "Estos días me los he pasado cavilando sobre tu situación, cada día más difícil. El olor de cebolla que comes me llega hasta aquí, y mi niño se sentirá indignado de mamar y sacar sumo de cebolla en vez de leche. Para que lo consueles le mando estas coplillas que le hecho". En estas palabras transcritas, los límites entre la realidad a la que se refieren y la poesía que los refleja desaparecen, y cuando Miguel escribe en esas coplillas para su hijo, "con sangre de cebolla se amamantaba", la estremecedora expresión es correlato de la real situación de carencias alimenticias en las que se encontraban su esposa y su hijo. Del mismo modo, algunos rasgos físicos de su segundo hijo Manuel, aparecen en sus cartas, como, por ejemplo, cuando, en la del 5 de agosto de 1939 dice: "Ayer fue su cumplemeses y si hubiera podido le hubiera felicitado. Manolillo mío, hijo, aunque tarde te felicito en tu octavo cumplemesesÉ Tengo unas ganas muy grandes de oírte nombrarme y de verte y comerte esos dientes, esos cinco dientes que ya tienes", y está refiriéndose a una entrañable circunstancia que afectaba a su hijo y que en las mismas nanas expresará poéticamente cuando escriba: "Al octavo mes ríes/ con cinco azahares/ con cinco diminutas/ ferocidades./ Con cinco dientes/ como cinco jazmines/adolescentes".

Un muy interesante y debatido aspecto de la vida de Miguel Hernández es el de su firmeza ante las reiteradas invitaciones del régimen franquista para que mostrase, al menos, su resignada aceptación del orden político impuesto tras la guerra, a este respecto en las cartas a Josefina Manresa se encuentran referencias a Don Luis Almarcha, sacerdote que, como es sabido, llegó a ser obispo de León y fue uno de los primeros en considerarlo como poeta y jugó un decisivo papel en la última etapa de su vida, que son, sin duda, clarificadoras de la firme actitud del poeta ante tan tentadoras invitaciones a su retracción. Así se constata en su carta del 26 de abril de 1941, cuando dice a su esposa: "Almarcha y todas las personas de su especie que se guarden muy bien de intervenir en mis asuntos", afirmando además: "Ya te contaré y comprenderás que no es posible aceptar nada que venga de la mano de tantos Almarchas como hay en el mundo. Sería una verdadera vergüenza".

Sus palabras adquieren un inequívoco sentido si las ponemos en relación con lo manifestado por su hermano Vicente el cual afirmó que, cuando seis meses después de finalizada la guerra, ante su solicitud de ayuda para Miguel el prelado respondió que Miguel no le hizo caso cuando le propuso rectificar sus ideas y sus escritos, y en esa situación le resultaba imposible hacer nada por él.

Estas reiteradas tentativas para conseguir de Miguel Hernández una conveniente adaptación al nuevo régimen no cesaron hasta la finalización de su vida, y las tensiones que, en ocasiones, aparecen en sus cartas y en sus últimas notas, y es a las presiones de "Almarcha u otras personas de su especie", a las que debemos atribuir los enfados de Miguel con Josefina, que motivan su carta de 31 de octubre de 1941, en la que, justificando su negativa a recibir la visita de su esposa, afirma sentir haber dado su negativa a la visita que tuve por ti, afirmando, además, que siempre había sabido lo que habría de ocurrirle.
Tampoco parece arriesgado suponer que las exigencias del prelado están presentes en la voluntad del poeta de contraer matrimonio religioso en los últimos momentos de su vida, y en otra de sus notas, afirma textual y sinceramente: "De lo que me dices sí es por voluntad mía o no te digo que no".

Finalmente señalar que las últimas palabras de su última nota son "Da besos a Manolillo", constatando así que fue su hijo el que ocupó sus postreros pensamientos, del mismo modo que había puesto de manifiesto en sus versos el deseo de depositar en su hijo sus amorosos ósculos, aunque prisiones y calabozos lo impedían tal como reflejó al decir: "No puedo olvidar/que no tengo alas,/ que no tengo mar,/vereda ni nada/ con que irte a buscar". No obstante, en tan adversas circunstancias, es también su hijo el que le permite superarlas y escapar en sus versos de tan aciaga situación, cuando le dice: "Con dos años dos flores/ cumples ahora, niño radiante:/ va tu sangre contigo/ siempre adelante" y aún más es el niño, su entrañable Manolillo, el que permitirá y posibilitará su poética victoria que le lleva a exclamar:
"Herramienta es tu risa,/luz que proclama/ la victoria del trigo/ sobre la grama/. Ríe. Contigo/ venceré siempre al tiempo/ que es mi enemigo".
Y ciertamente, Miguel Hernández, sus poemas, sus cartas, sus huellas, han vencido a los setenta años que hace que nos dejó, y nunca el tiempo podrá borrarlas.


Información de Alicante

Clamoroso éxito del homenaje a Miguel Hernández en Alicante





(Fotos realizadas por Justo Soriano)

Charla conferencia de Ramón Fernández Palmeral, y recital de "El Rayo que no cesa" por los componentes del Grupo Numen de Alicante. Presidido por Diego Zambrano y Rafaela Lax. Con asistencia de numeroso público entusiasta de nuestro poeta. Hemos logrador que Alicante ciudad sea un emporio hernandiano.
HOMENAJE DE ALICANTE EN LE 70 ANIVERSARIO DE SU MUERTE.


Videospalmeral

miércoles, 28 de marzo de 2012

Recuerdos a Miguel Hernández en la Sede de la Universidad de Alicante a cargo de Manuel Parra





En la tarde del 27 de mayo se celebró en la Sede de la Universidad de Alicante un recital de los premiados en el concurso de poemas dedicados a los 1o años de la Sede. Presentado por la directora de la Sede Catalina Iliescu. Asi como una alocución del profesor Manuel Parra Pozuelo en recuerdo del 70 aniversario de la muerte de Miguel Hernández.

lunes, 26 de marzo de 2012

In Memoriam: a Miguel que muere solo

Así dedicó el profesor italiano Antonio Fantucci, profesor de la Universidad de Murcia, su poema 'Mane, Domine, Nobiscum' inspirado por la muerte del gran poeta español Miguel Hernández. Publicado en la revista "Momento" de Semana Santa de 1942, el Domigno de Ramos, un día después de la muerte de Miguel.

Años más tarde, el Sumo Pontífice Juan Pablo II publica su Carta Apostólica MANE DOMINE NOBISCUM al Episcopado, al Clero y a los fieles para el Año de la Eucaristía 2004-2005.

En su introducción comienza: “Quédate con nosotros, Señor, porque atardece y el día va de caída» (cf.Lc 24,29). Ésta fue la invitación apremiante que, la tarde misma del día de la resurrección, los dos discípulos que se dirigían hacia Emaús hicieron al Caminante que a lo largo del trayecto se había unido a ellos. Abrumados por tristes pensamientos, no se imaginaban que aquel desconocido fuera precisamente su Maestro, ya resucitado”.

Escribo estas notas a pocos días de la Pascua, luego de conocer que en Orihuela - su pueblo - la Casa natal de Miguel Hernández se encuentra en estado de abandono, pese a los anuncios sobre su restauración, y a las intenciones de fundaciones y otras instituciones.

Un extraño documento de la Prisión de Alicante donde falleciera Miguel a los 31 años cuenta que los médicos no pudieron cerrar sus ojos después de muerto.¿Estarán cerrados los nuestros?
No soy español, no me considero por tanto juez del abandono de los tesoros de esa nación, pero como persona, como ser humano considero que todos aquellos que día a día vemos con espanto como la guerra, el terrorismo y la miseria siguen asolando el planeta tenemos la obligación de manifestar nuestro dolor ante la pérdida cultural que representa.

Perito en Lunas, así titulo Hernández a su primer trabajo, más tarde describiría magistralmente las miserias de la guerra fraticida, el hambre con que su mujer alimentaba a su hijo, la desesperanza de un cuerpo “tiznado” por la pena. “Cuanto penar para morirse uno”

No conozco Orihuela y tal vez nunca pueda hacerlo, pero reclamo por el derecho de mis hijos y del resto de las personas de esta Tierra a preservar la memoria de aquellos que cómo Miguel Hernández iluminaron con su arte las épocas más oscuras. Permitamos a Miguel quedarse con nosotros o mejor quedémonos con él.

Homenaje a Miguel Hernández, 28 de marzo Ámbito Cultural de El Corte Inglés Alicante