Sinopsis:
Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com
lunes, 19 de octubre de 2015
viernes, 16 de octubre de 2015
Video promocional de "El cazador del arco iris". edital AMAZON
Libro digital e impreso en AMAZON
http://www.amazon.es/El-cazador-del-arco-iris/dp/1517221919/ref=sr_1_3?s=books&ie=UTF8&qid=1441555797&sr=1-3&keywords=el+cazador+del+arco+iris
Autor del libro Ramón Fernández Palmeral
Autor del libro Ramón Fernández Palmeral
jueves, 1 de octubre de 2015
domingo, 27 de septiembre de 2015
viernes, 25 de septiembre de 2015
Conferencia magistral de Carmen Alemany: "Presencia de Pablo Neruda en el proceso creativo de Miguel Hernánde"
miércoles, 23 de septiembre de 2015
lunes, 14 de septiembre de 2015
Artículo crítico de Joaquín Santo matas sobre la obra de Palmeral y la interrrelación con Miguel Hernández.
![]() |
(Joaquín Santo Matas) |
Heurística en el intelecto del artista
No puedo desligar la figura de
Ramón Fernández pintor, de la de Miguel Hernández poeta. Hasta su nombre
artístico ‘Palmeral’ me recuerda al excelso escritor oriolano –“Alto soy de
mirar a las palmeras”-, inicio de su Silbo
de afirmación en la aldea que resulta una exaltación de la tierra natal
agraria y ganadera frente a la masificación impersonal del Madrid de comienzos
de los años 30 de la pasada centuria que se inhibió de su primer libro y rióse
de su aspecto labriego, revestido con alpargatas y pantalón de pana.
Así, enlazo con dos cuadros hernandianos de su actual tendencia
plástica y conceptual que ha definido como ‘Intelectualismo’: Peritoenlunas y Las alpargatas del poeta. En ambos quedan bien patentes los
derroteros por los que camina la pintura de Palmeral, aplicando la heurística
como arte del descubrimiento a través de técnicas indagatorias donde el
intelecto sirve para plasmar sobre el lienzo sus propias memorias, sin
necesidad de copiar del natural.
Por ello, estas obras poseen una
profunda carga onírica plena de simbolismos donde se atisban trazas cubistas,
geometrismos y combinaciones de figuración con abstracción, en la línea del
Palmeral ensayista que deduce la simbología secreta de Perito en lunas y
muestra la desnudez material compungida y calzada de alpargatas de quien, como
Machado, marchó ligero de equipaje.
La colección inmersa en este
Intelectualismo nos trae también una seductora y a menudo lujuriosa presencia
femenina, arabescos de Al-Ándalus y muchos guiños a su Alicante de adopción,
traspasado de Mediterráneo en palabras de Gabriel Miró y de cuya luz y talante
asume colores vivos, rojos y verdes como los tomates de la huerta que aparecen
al pie de estos óleos de inspiración lucentina que definen un estilo personal,
una culminación a una trayectoria que seguro buscará nuevas tendencias.
Si existe un movimiento
filosófico llamado intelectualismo socrático, al fin y al cabo, parafraseando
al gran sabio heleno que vivió y murió pobre como tantos de los grandes, sólo
sabemos que no sabemos nada pero intentamos que esa nada sea inferior a lo
pretencioso circundante
Y Dios dirá, que está siempre
callado.
JOAQUÍN SANTO MATAS
Crítico de arte. Historiador.
Académico.
domingo, 6 de septiembre de 2015
"El cazador del arco iris". Libro impreso. Venta en Amazon. Ramón Fernández Palmeral
(Portada del libro. Un arco iris sobre Cerro Lucero)
Autor Ramón Fernández Palmeral
“El
cazador del arco iris” es una obra narrativa con elementos poéticos y
cierto realismo mágico, es la saga de familia de “Los Simontes”, unos
vecinos de Acebumeya (Málaga), la aldea donde suceden cosas extrañas,
rodeadas de un mundo mágico y supersticiones, alcanza cotas de un
lirismo inusual en estos tiempos de literatura de consumo. Combina
curiosas anécdotas con reflexiones filosóficas y análisis subjetivos de
un tiempo pasado, donde no existían medios de comunicación como los
teléfonos móviles, ni electricidad, ni otras comodidades actuales.
El narrador es un vecino que ha vuelto a la vida de los sentidos y al recuerdo de su biografía desde su nacimiento hasta su vejez, poeta de la palabra, pero también es un historiador ocasional que nos aproxima a los moriscos que vivieron en Acebumeya y Frigiliana del S. XVI, repasando la Guerra del Norte de África en el Rif y Melilla, la II República, la dictadura de Franco y la dura posguerra vivida por un Guardia Civil, el maquis, y la democracia de las luces en color al final de terribles años en blanco y negro.
Con un estilo ameno y prosa de fácil lectura, el narrador nos va sorprendiendo continuamente en un mundo propio donde nada es lo que parece, ni parece lo que es. Dilata al máximo su capacidad de percepción de la realidad y de la observación llevando a cabo un análisis de su entorno familiar y mental con una investigación profunda de las posibilidades del lenguaje y los giros narrativos donde aparecen otros narradores, lo que da a la obra una segunda perspectiva.
Ramón Fernández es un gran seguidor de las obras de Gabriel García Marquez, Juan Rulfo, Julio Cortázar, José Luis Borjes, Mario Vargas Llosa y del realimso mágico hispanoamericano. Así como de Juan Benet. Aldecoa, Ana María Matute, Miguel Delibes, Julio Llamazares... De tos estos autores hya referencias.
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Arco iris, camino mágico, camino de dioses. Itinerario sagrado por el
que desciende Iris, la mensajera de Hera, diosa del cielo y mujer de
Zeus para hacer llegar a los hombres los mensajes de los dioses.
Al igual que Iris, y utilizando su arco, sendero por el que descendía
la hermosa y joven virgen con alas doradas y vestida con su refulgente
túnica multicolor para desplazarse desde la morada de las divinidades y
del más allá, y atravesando de uno a otro lugar los confines del mundo a
la velocidad del viento, con la sutileza de una diosa, así es como un
vecino de Acebumeya (Málaga) despierta de la muerte y recuerda a través
de varios narradores el tiempo en que sus antepasados habitaron en ese
mágico lugar con la intención de que vuelva a ser recordado y no caiga
en el olvido.
Este vecino, el guardia civil José Ramón Fernández, ha regresado y despertado del más allá para traer su propio mensaje y transmitirlo a su hijo Ramoberto, quien cuenta la historia de ese lugar que el padre le hace traer al presente para que sea recordado.
Acebumeya, localidad transmutada en aldea de ficción por el autor para evitar implicar a los vecinos reales del lugar que realmente se describe y en el que se entra dentro de lo profundo de los seres humanos que allí habitaron de los cuales aún quedan descendientes o testigos de hechos o de familiares que vivieron en primera persona sucesos que aquí se narran.
En algunos momentos de esta obra se ven impregnados los textos de la
sensibilidad poética que Palmeral, de su crisol de artista polifacético,
del que extrae con la dignidad y sinceridad de autor con las que es
conocido y reconocido por el mundo de artistas que lo rodean. Pues con
esta misma sinceridad nos hace llegar en este libro las leyendas
creadas, a caballo entre la realidad y la fantasía popular, por las
gentes de aquellos tiempos, de aquel lugar…, las supersticiones, prisma
ocular con el que se veían y se juzgaban antaño los hechos, y las
historias que sucedían en una realidad espaciotemporal de otras épocas
en las que habitaban espíritus que podían influir en la propia vida de
los habitantes de la zona y que se iban transmitiendo de padres a hijos
hasta crear su propio mundo fantástico-real en el que los habitantes
creían como creían en su propia razón de la existencia.
Con el trasfondo de los miembros de la familia de los Simontes, se consigue una distraída saga en la que aparecen extraños personajes con anécdotas sorprendentes, propias de gentes ingenuas y, en cierto modo, ignorantes, y donde se van introduciendo diferentes tiempos históricos en los que se hace referencia a distintos hechos acaecidos en el lugar o de repercusión en esta región en donde se ubica esta historia narrativa, como pueden ser la batalla del Peñón de Frigiliana en 1569, la Guerra del Norte de África, en la que aparece con nombre propio el héroe de Nador y su desaparición en 1923… la cotidianidad de los maquis y su influencia en los habitantes con los que éstos tenían contactos, así como otros acontecimientos históricos que han ido marcando el pulso de nuestra historia de la España reciente.
Es una obra entre la realidad y la ficción, en la que se crea un mundo que invita al lector a reconocer unos sucesos históricos que el mismo lector ha podido vivir o ha conocido por la experiencia de quienes se los han contado.
El final de este magnífico conglomerado de historias, que como red de afluentes alimenta al río principal de la narración, se cierra con una revelación sorprendente y con la marcha del espíritu del guardia civil que regresa otra vez al más allá, haciendo uso de las radiaciones multicolor que se generan en el arco iris por medio de la energía que proporcionaron los dioses para crear ese formidable nexo de unión entre el cielo y la tierra, eslabón entre su magia y la humanidad, entre la fantasía y el mundo real.
Ramón Fernández “Palmeral” ha sabido conjugar estos elementos para crear esta entrañable experiencia narrativa acercándonos a un mundo de valores como son el respeto y la obediencia a los mayores, la humildad, el temor de Dios y el amor a la Naturaleza, el valor de la palabra dada, etc., que impregnaban a los entrañables personajes que van apareciendo a lo largo de esta saga familiar. Unos valores que primaron en las conciencias, en las vidas, en las costumbres y usos de las gentes de una época que hace tiempo empezó a desaparecer tratando de arrastrar al olvido esos principios que regían la convivencia humana y que hoy en día se están echando en falta.
Autor Ramón Fernández Palmeral
5.5" x 8.5"
(13.97 x 21.59 cm)
Black & White on Cream paper
410 pages/ páginas
Black & White on Cream paper
410 pages/ páginas
ISBN-13:
978-1517221911
(CreateSpace-Assigned)
ISBN-10: 1517221919
BISAC: Fiction / Biographical
COMENTARIO EN LA CONTRAPORTADA
ISBN-10: 1517221919
BISAC: Fiction / Biographical
COMENTARIO EN LA CONTRAPORTADA
El narrador es un vecino que ha vuelto a la vida de los sentidos y al recuerdo de su biografía desde su nacimiento hasta su vejez, poeta de la palabra, pero también es un historiador ocasional que nos aproxima a los moriscos que vivieron en Acebumeya y Frigiliana del S. XVI, repasando la Guerra del Norte de África en el Rif y Melilla, la II República, la dictadura de Franco y la dura posguerra vivida por un Guardia Civil, el maquis, y la democracia de las luces en color al final de terribles años en blanco y negro.
Con un estilo ameno y prosa de fácil lectura, el narrador nos va sorprendiendo continuamente en un mundo propio donde nada es lo que parece, ni parece lo que es. Dilata al máximo su capacidad de percepción de la realidad y de la observación llevando a cabo un análisis de su entorno familiar y mental con una investigación profunda de las posibilidades del lenguaje y los giros narrativos donde aparecen otros narradores, lo que da a la obra una segunda perspectiva.
Ramón Fernández es un gran seguidor de las obras de Gabriel García Marquez, Juan Rulfo, Julio Cortázar, José Luis Borjes, Mario Vargas Llosa y del realimso mágico hispanoamericano. Así como de Juan Benet. Aldecoa, Ana María Matute, Miguel Delibes, Julio Llamazares... De tos estos autores hya referencias.
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El cazador del arco iris, de Ramón Fernández “Palmeral”
Juan Antonio Urbano
Miércoles 4 de mayo de 2016Este vecino, el guardia civil José Ramón Fernández, ha regresado y despertado del más allá para traer su propio mensaje y transmitirlo a su hijo Ramoberto, quien cuenta la historia de ese lugar que el padre le hace traer al presente para que sea recordado.
Acebumeya, localidad transmutada en aldea de ficción por el autor para evitar implicar a los vecinos reales del lugar que realmente se describe y en el que se entra dentro de lo profundo de los seres humanos que allí habitaron de los cuales aún quedan descendientes o testigos de hechos o de familiares que vivieron en primera persona sucesos que aquí se narran.
Con el trasfondo de los miembros de la familia de los Simontes, se consigue una distraída saga en la que aparecen extraños personajes con anécdotas sorprendentes.
Con el trasfondo de los miembros de la familia de los Simontes, se consigue una distraída saga en la que aparecen extraños personajes con anécdotas sorprendentes, propias de gentes ingenuas y, en cierto modo, ignorantes, y donde se van introduciendo diferentes tiempos históricos en los que se hace referencia a distintos hechos acaecidos en el lugar o de repercusión en esta región en donde se ubica esta historia narrativa, como pueden ser la batalla del Peñón de Frigiliana en 1569, la Guerra del Norte de África, en la que aparece con nombre propio el héroe de Nador y su desaparición en 1923… la cotidianidad de los maquis y su influencia en los habitantes con los que éstos tenían contactos, así como otros acontecimientos históricos que han ido marcando el pulso de nuestra historia de la España reciente.
Es una obra entre la realidad y la ficción, en la que se crea un mundo que invita al lector a reconocer unos sucesos históricos que el mismo lector ha podido vivir o ha conocido por la experiencia de quienes se los han contado.
El final de este magnífico conglomerado de historias, que como red de afluentes alimenta al río principal de la narración, se cierra con una revelación sorprendente y con la marcha del espíritu del guardia civil que regresa otra vez al más allá, haciendo uso de las radiaciones multicolor que se generan en el arco iris por medio de la energía que proporcionaron los dioses para crear ese formidable nexo de unión entre el cielo y la tierra, eslabón entre su magia y la humanidad, entre la fantasía y el mundo real.
Ramón Fernández “Palmeral” ha sabido conjugar estos elementos para crear esta entrañable experiencia narrativa acercándonos a un mundo de valores como son el respeto y la obediencia a los mayores, la humildad, el temor de Dios y el amor a la Naturaleza, el valor de la palabra dada, etc., que impregnaban a los entrañables personajes que van apareciendo a lo largo de esta saga familiar. Unos valores que primaron en las conciencias, en las vidas, en las costumbres y usos de las gentes de una época que hace tiempo empezó a desaparecer tratando de arrastrar al olvido esos principios que regían la convivencia humana y que hoy en día se están echando en falta.
viernes, 28 de agosto de 2015
La falacia de reloj de oro de Miguel Hernández
Vicente Aleixandre había comprado el reloj en una relojería de su tío joyero situada en la Gran Vía de Madrid, frente al edificio de la Telefónica, joyería que ya no existe. Nunca dijo que fuera de oro, esto es una falcia más de las que hay.
De hacer sido de oro, pienso qaue como milicianos, jornaleros o niños yunteros, no iba a ir con el reloj de oro, se hubiera comentado. En la URSS lo hubieran detendio por capitalista.
Josefina hace alusión al reloj en las paginas 18 y 121 de sus memorias "Recuerdos de la viuda de Miguel Hernández" 180, reloj de pulsera, y fin.
Jose Luis Ferris en la pagina 370 de su libro biográfico dice que era de oro. Yo hice referencias al reloj en el articulo sobre la amistad de ambos y también en Miguel por Andalucia.Un error mío.
Hay referencia al reloj de oro por otros autores como Eva Diaz, Ruben Esquitino...
Es muy posible que este reloj tuviera grabada algunas iniciales o dedicatorias, y aparecie el reloj valdría una fortuna.
Ramón Fernández Palmeral
28 de agosto 2015
miércoles, 26 de agosto de 2015
Un joyero portugués denuncio a Miguel Hernández. Un invento más de los speudobiógrafos.
Un joyero portugués delató a Miguel Hernández
Un nuevo libro revela el periplo carcelario que sufrió el poeta alicantino tras huir de España
El poeta Miguel Hernández junto a su mujer Josefina, en una fotografía tomada en Jaén
En Portugal, a 30 kilómetros de la frontera española, Miguel Hernández
intentó vender un reloj de oro que le había regalado el poeta Vicente
Aleixandre y el propio joyero le denunció a la policía de frontera [esto lo ha supuesto el autor sin documentación]. Así
comienza el periplo de 11 días que el poeta alicantino protagonizó entre
distintas cárceles de Huelva y que el periodista Rafael Moreno recoge
en su libro Perseguidos.
Obra del periodista onubense Rafael Moreno, el libro, apoyado en abundante material gráfico y documental, revela información sobre los interrogatorios y las torturas de las que el poeta fue objeto en estas cárceles y que él ocultó en las cartas que desde ellas escribió a su mujer Josefina. En ellas le pedía que informara y solicitara ayuda a gente cercana para que lo reclamaran en Orihuela.
Cuando le detuvieron el poeta oriolano no tenía dinero encima, /llevaba 25 escudos/ se lo había gastado en su huida hacia Portugal para intentar embarcarse rumbo a América, según ha explicado este martes Moreno en la presentación de su libro en Huelva, editado por la CGT con la colaboración de la Junta de Andalucía. Los soldados que lo apresaron recibieron cinco pesetas por su logro.
Tres días después, las autoridades franquistas condujeron a Miguel Hernández al depósito carcelario de Rosal de la Frontera (Huelva),la primera parada de un viaje tortuoso. Allí permaneció hasta el 9 de mayo, día en que fue trasladado hasta la Prisión Provincial de Huelva, un centro que abandonaría dos días más tarde para ingresar en el de Madrid.
Fueron "once días agitados, repletos de miedos, acechanzas, traiciones, que abrieron la puerta de un rosario de traslados a presidio que tiene 2.300 kilómetros de recorrido por los cerrojos de media España, hasta que muere el 28 de marzo de 1942 en la enfermería del Reformatorio para Adultos de Alicante", ha relatado el autor.
Moreno, a través de testimonios de personas que vivieron de cerca la realidad del poeta, ha trazado la historia de Miguel Hernández tras su detención, además de otras que se recogen en el libro". Dos de ellas son las de Tomás Gento y Emilio Fernández Seisdedos, quienes en primera persona vivieron los "horrores" del campo de concentración en el que en 1939, tras la caída de Cataluña, se convirtió la isla Saltés, una zona de marismas ubicada frente a Punta Umbría (Huelva).
Y una última repasa la biografía del republicano José Domínguez El Sastre, cuyo testimonio, recogido en un manuscrito, ayuda a "arrojar luz" sobre el asesinato de 15 mujeres en la Puebla de Guzmán, que han pasado a la historia como Las Rosas de Guzmán.
Obra del periodista onubense Rafael Moreno, el libro, apoyado en abundante material gráfico y documental, revela información sobre los interrogatorios y las torturas de las que el poeta fue objeto en estas cárceles y que él ocultó en las cartas que desde ellas escribió a su mujer Josefina. En ellas le pedía que informara y solicitara ayuda a gente cercana para que lo reclamaran en Orihuela.
Cuando le detuvieron el poeta oriolano no tenía dinero encima, /llevaba 25 escudos/ se lo había gastado en su huida hacia Portugal para intentar embarcarse rumbo a América, según ha explicado este martes Moreno en la presentación de su libro en Huelva, editado por la CGT con la colaboración de la Junta de Andalucía. Los soldados que lo apresaron recibieron cinco pesetas por su logro.
Tres días después, las autoridades franquistas condujeron a Miguel Hernández al depósito carcelario de Rosal de la Frontera (Huelva),la primera parada de un viaje tortuoso. Allí permaneció hasta el 9 de mayo, día en que fue trasladado hasta la Prisión Provincial de Huelva, un centro que abandonaría dos días más tarde para ingresar en el de Madrid.
Fueron "once días agitados, repletos de miedos, acechanzas, traiciones, que abrieron la puerta de un rosario de traslados a presidio que tiene 2.300 kilómetros de recorrido por los cerrojos de media España, hasta que muere el 28 de marzo de 1942 en la enfermería del Reformatorio para Adultos de Alicante", ha relatado el autor.
Moreno, a través de testimonios de personas que vivieron de cerca la realidad del poeta, ha trazado la historia de Miguel Hernández tras su detención, además de otras que se recogen en el libro". Dos de ellas son las de Tomás Gento y Emilio Fernández Seisdedos, quienes en primera persona vivieron los "horrores" del campo de concentración en el que en 1939, tras la caída de Cataluña, se convirtió la isla Saltés, una zona de marismas ubicada frente a Punta Umbría (Huelva).
Y una última repasa la biografía del republicano José Domínguez El Sastre, cuyo testimonio, recogido en un manuscrito, ayuda a "arrojar luz" sobre el asesinato de 15 mujeres en la Puebla de Guzmán, que han pasado a la historia como Las Rosas de Guzmán.
El legado de Miguel Hernández en Jaén.
Miguel Hernández y Jaén: tres meses, toda una vida
5.600 documentos y objetos integran el legado que la viuda del poeta logró esconder del régimen franquista.
La Diputación de Jaén ha asumido su custodia después de que el Ayuntamiento de Elche revocara su acuerdo con la familia.
El Museo Zabaleta acogerá una exposición permanente de los fondos.
La Diputación de Jaén ha asumido su custodia después de que el Ayuntamiento de Elche revocara su acuerdo con la familia.
El Museo Zabaleta acogerá una exposición permanente de los fondos.
04/05/2013 -
23:45h
Francisco Escudero y Marcelino Sánchez ante el archivo que contiene los documentos del legado
Miguel Hernández pasó en Jaén apenas tres meses de
su vida. Pero los "vínculos emocionales, afectivos, culturales y
sociales con Jaén", explica Francisco Escudero, gestor cultural del
legado del poeta alicantino, "son muchos". Tantos que, cuando el
Ayuntamiento de Elche revocó el acuerdo con los herederos del escritor
alegando razones económicas, la Diputación de Jaén solicitó la tutela de
los fondos. En noviembre pasado, el Instituto de Estudios Giennenses
(IEG) terminó de inventariar los 5.600 documentos que integran la
herencia del poeta alicantino que, durante meses, había permanecido en
la caja de seguridad de un banco. Ahora se ultiman los detalles del
convenio entre la familia del poeta y la Diputación Provincial que
permitirá catalogar, restaurar, mostrar e investigar toda la información
que atesora. Este verano podría comenzar el proceso de catalogación,
conservación, restauración y difusión de la herencia hernandiana.
Será, si no hay contratiempos, el final del trayecto para los fondos
que Josefina Manresa, la viuda del escritor, logró proteger de la
represión y el olvido. A la muerte de Miguel Hernández, en 1942, el
círculo más íntimo (Neruda, Aleixandre...) le aconsejó ocultar todos los
documentos fuera de la casa familiar. Los amigos que tenía en Cox
(Alicante), el municipio al que Josefina había huido al abandonar para
siempre Orihuela, escondieron bajo tierra los documentos que la Guardia
Civil buscaba en los registros con los que atosigó a la viuda después de
la muerte del escritor. "Una obra como la suya era muy peligrosa para
el régimen en esos momentos", apostilla Francisco Escudero.
Los 5.600 documentos incluyen desde las primeras
ediciones de los libros de Hernández a la correspondencia personal, los
artículos escritos como corresponsal de guerra, fotografías o dibujos,
como el que le hizo Buero Vallejo en la cárcel o el que realizó el
pintor Eusebio Oca, su compañero de celda, momentos después de que el
poeta muriese. Unos trazos rápidos que muestran a Hernández con la
mandíbula sujeta por un pañuelo y los ojos abiertos de par en par. "No
pudieron cerrarle los ojos", cuenta Escudero de forma casi alegórica.
Foto: Paco Navas
Todo aquello que es susceptible de mostrarse irá parar a
Quesada, el pueblo natal de Josefina Manresa, y se alojará en el Museo
Zabaleta. El pintor y el poeta nunca se conocieron y, sin embargo, sus
obras comparten una misma realidad: el medio rural, los jornaleros, la
tierra… Y en breve, el mismo espacio. El proyecto museográfico está
terminado y, en cuanto se ultimen los detalles de cesión del legado, se
organizará la exposición permanente.
Su máquina de
escribir (una Underwood), la maleta con la que viajó a Madrid para
consolidar su carrera literaria, la lechera que entraba en la cárcel con
caldo y volvía a casa con versos. Un pequeño mundo de documentos y
objetos que compone "todo lo que Josefina pudo guardar y lo que la
familia ha ido adquiriendo más tarde" hasta reconstruir mucho más que
los escasos 31 años de vida de Hernández: un universo de principios por
recuperar. "Esta crisis se lo va a llevar todo por delante y el legado
de Miguel Hernández puede ser una herramienta para trabajar los valores,
para formar mejores personas, por su espíritu de lucha y por su sentido
de la justicia social", argumenta Escudero.
Foto: Paco Navas
Pero el legado no sólo reivindica al poeta. "Josefina es
la guardiana, el tesón y la custodia de su memoria personal, como
esposa y amante, pero también del valor de su obra literaria", cuenta
Marcelino Sánchez, gerente del IEG. Y es su conexión afectiva con Jaén,
una provincia a la que Miguel Hernández recuerda en sus cartas como el
lugar donde vivió "algunos de los mejores momentos de mi vida". Pero
también la tierra que lo acoge en marzo de 1937, en plena luna de miel,
como enviado del mando republicano al 'Altavoz del Frente Sur' y donde
asiste al bombardeo de la capital en abril.
Su episodio vital en Jaén es corto. El 11 de junio 1937 está fechada la
última carta en la provincia, en la que anuncia su traslado al frente
extremeño. Pero de esos tres meses quedan muchos testimonios: muchos de
los poemas de Viento del pueblo –cuyos beneficios sirvieron para mantener comedores sociales- se escriben aquí, entre ellos Aceituneros que se ha convertido en la letra del himno de la provincia.
El depósito de su legado en Jaén no es producto del azar. La voluntad
de la Diputación de Jaén, de la que depende el Instituto de Estudios
Giennenses, es establecer lazos que permitan "la promoción, la
investigación y la conservación del legado, pero también la divulgación
desde el punto de vista de la crítica, el conocimiento y la valoración
de la obra de Miguel Hernández", apostilla el gerente del IEG, de la que
entiende que existen muchas vertientes por investigar y por ello
anticipa "una relación que se prevé a largo plazo" entre la provincia de
Jaén y Miguel Hernández. Estos lazos ya están rindiendo frutos, aún
antes de la catalogación la herencia. En Quesada ha comenzado el trabajo
en los centros educativos para recuperar y difundir el legado de un
escritor al que su compromiso con la vida no le permitió establecer
fronteras con su obra.
Las cartas de Aleixandre
Cuando Miguel Hernández intentó huir a Portugal, meses después de que finalizara la guerra, la policía lusa lo detuvo a pocos kilómetros de la frontera. La ropa desgarrada, cansado, hambriento, indocumentado... La única posesión de valor que llevaba encima era el reloj de oro que Vicente Aleixandre le había regalado en marzo de 1937, cuando se casó con Josefina Manresa. Pensaron que era un ladrón y lo devolvieron a España.A lo largo de su vida, Miguel Hernández estableció relaciones epistolares con los autores más populares de su época. Pero entre las más de 1.700 cartas que se conservan había un pequeño grupo sin inventariar: las que intercambió con uno de su mejores amigos, el premio Nobel de Literatura Vicente Aleixandre. El profesor Jesucristo Riquelme, de la Universidad de Alicante va a compilar la correspondencia entre los dos escritores y también las cartas, incorporadas al legado, que Aleixandre intercambió con Josefina.
El poeta sevillano mantuvo una estrecha relación con la familia más allá de la muerte de Hernández. Tanto es así que, en los años de penuria que siguieron a la guerra, “durante bastante tiempo le pasa una asignación a Josefina”, explica Escudero. Estas cartas son el testimonio de aquella amistad.
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