Sinopsis:

Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com

viernes, 30 de marzo de 2018

Miguel Hernández lejos del cliché del poeta-pastor. Alejandro Duque Amusco.

Tal día como hoy hace 76 años, el poeta moría en una cárcel de Alicante castigado por la represión, enfermedad y la desnutrición

Miguel Hernandez
Miguel Hernández, en una imagen sin datar.
Un día como hoy moría Miguel Hernández en la prisión de Alicante. La enfermedad, la desnutrición y las represivas condiciones carcelarias de la inmediata postguerra acabaron con él, a la edad de 31 años. No se cumple hoy una cifra redonda ni de su muerte ni de su nacimiento, y quizás por ello tenga más valor y sentido el recordarlo aquí y ahora, pues dudosa memoria es aquella que solo responde al capricho aritmético de las conmemoraciones.
La corta vida de Miguel Hernández se vio marcada por dos grandes pasiones: por su amor a la naturaleza y, en el plano literario, desde muy joven, por su atracción por la palabra poética. Y conste que no decimos por la poesía, sino, en términos más amplios, la palabra poética, ya que la primera vocación suya fue la de ser autor teatral, no poeta. Con el teatro pensaba que podría ganarse la vida. Lo primero que Miguel Hernández escribió fue precisamente una pieza teatral, Quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras, en la línea de los autos sacramentales de nuestra Edad de Oro.
Volviendo sobre su pasión por la naturaleza, Miguel fue como una criatura surgida de ella –“elemental naturaleza desnuda”, lo llamó Juan Ramón Jiménez–, todo vitalidad, todo entusiasmo, y en el secreto íntimo de lo que es la tierra: sus floraciones, sus frutos, el nombre de cada árbol, el canto de los innumerables pájaros, que él sabía imitar como nadie. El muchacho de Orihuela se sentía hijo de la naturaleza, con clara conciencia de lo que eso suponía. Un don terrenal, una forma elemental de sabiduría que se tiene pero que no se aprende. Sentía fascinación por el agua y, a poco que pudiera, se iba al río a bañarse o, si llovía, se exponía gozosamente al caer de las gotas hasta empaparse de aquel maná purificador y sagrado. Aleixandre lo recuerda echándose de bruces al agua de los arroyos para beber. Y le gustaba trepar a los árboles y lo solía hacer, para sorpresa de los amigos que iban con él, en plena ciudad. “¿Dónde está Miguel?”, se preguntaban. Y Miguel se había encaramado a la copa de un árbol y desde allí imitaba el canto de un jilguero.

Estereotipos

De Miguel Hernández circuló durante muchos años un estereotipo que poco tenía que ver con su realidad biográfica. Se le vio como de familia pobre y poco cultivado, porque –se decía– apenas había podido ir al colegio de niño. Lejos de la verdad, como su biógrafo José Luis Ferris pone de manifiesto en su excelente libro Pasiones, cárcel y muerte de un poeta, ese cliché del poeta-pastor, al que el propio Hernández contribuyó en buena medida, ha enturbiado la clara imagen de su persona y lastrado el reconocimiento de su poderosa y siempre emocionante poesía. Para empezar a desmontar esa falsa imagen hemos de decir que no fue un niño pobre, sino un niño de familia modesta, pero con recursos para salir adelante en la España deprimida de comienzos del XX. Y no casa tampoco con la verdad que fuera un joven sin formación. Fue a la escuela hasta los 14 años, lo que pocos niños del medio rural podían permitirse entonces. Pasó por tres colegios distintos, y el último, el de Santo Domingo, un colegio privado de los jesuitas. En él Miguel estudió gracias a la “generosidad interesada” de los profesores, conscientes de su talento, y con la expectativa de poderlo orientar hacia su seminario. La imagen de un poeta algo “asilvestrado” no se corresponde por tanto con la realidad.
El cliché del poeta-pastor, al que el propio Hernández contribuyó en buena medida, ha lastrado el reconocimiento de su poderosa y siempre emocionante poesía
En lo físico era un joven fibroso, delgado, de estatura media; su rostro, siguiendo la descripción de Neruda, tenía algo de patata en su hechura, con pómulos marcados, ojos verdes claros, y coronada la cabeza por escaso pelo, que él además se empeñaba en llevar muy corto. Le atraía el esfuerzo y el ejercicio al aire libre. Y si lo hacía en compañía de amigos, la delicia era para él completa. Jugar a la pelota era su deporte favorito. En su equipo del pueblo se le conocía, según cuenta Ferris, por “el Barbacha”, que quiere decir “caracol”, porque, aunque buen jugador, era algo lento en sus movimientos. Algún poema temprano escribió sobre el fútbol.
Cuando llegó a Madrid a finales de 1931 pocos poetas de su edad tenían una formación literaria más sólida y completa que él. Conocía bien a Virgilio, fray Luis de León y San Juan de la Cruz, a Góngora y Quevedo. El teatro de Lope y de Calderón le eran familiares. También Verlaine y Gabriel Miró vendrían a conformar su gusto. Pero Miguel se da cuenta de que sus tentativas poéticas resultaban algo trasnochadas si se comparaban con lo que estaban escribiendo por entonces los poetas del 27, generación a la que él por estricta cronología pertenece.

A la zaga

Cuando vuelve a Orihuela decide cambiar y ponerse al día, y lo hace subiéndose al tren del neogongorismo, sin darse cuenta de que ese tren era ya cosa del pasado. El problema de Miguel Hernández es que va siempre a la zaga de los movimientos estéticos dominantes: desemboca en el gongorismo (Perito en lunas,1933) cuando había dejado de ser un acto reivindicativo y se había convertido en reliquia; luego se dedica al soneto y al arte medido (El rayo que no cesa, 1936) cuando lo que imperaba era el verso libre, y pasará por el surrealismo en sus odas a Neruda y Aleixandre, lo menos personal de su poesía, cuando la avanzadilla del 27 empezaba a dejar atrás ese estilo.
Hernández es quizás de los poetas que con mayor vigor ha exaltado la sexualidad desde la poesía
Durante la guerra escribirá dos libros en los que empieza a percibirse una gradual depuración expresiva: Viento del pueblo (1937) y El hombre acecha (1939), pero no será hasta Cancionero y romancero de ausencias, editado póstumamente en 1958 –para la crítica, hoy, su mejor y más auténtica obra–, cuando la voz del poeta se afine, se adelgace y pierda todo el formidable artificio retórico que la había caracterizado. Llega Miguel entonces a la máxima desnudez y a la mayor eficacia expresiva. Son poemas muchos de ellos compuestos en la cárcel, en condiciones lamentables. Abatido y vuelto de muchas cosas (al enterarse de que Stalin había firmado un pacto con Hitler se encoleriza), se repliega en lo más hondo de su intimidad: su esposa, su nuevo hijo, el recuerdo de su tierra natal, de sus antepasados, que parecen convocarle desde el más allá a perpetuar su sangre.
Porque Hernández es quizás de los poetas que con mayor vigor ha exaltado la sexualidad desde la poesía, y no por el placer erótico, sino por su fatalidad instintiva, su necesaria obligación y obediencia al mandato bíblico de “creced y multiplicaos”. Del sexo tiene un sentido primordial, genesíaco, como si fuera un regalo más de la naturaleza que él tanto amó, y de la que saltará, como una simiente, la viva chispa del hijo. El beso en la noche de los esposos tiene su perfecta encarnación en el hijo.
De ahí, de ese amor primario por la vida, nace el Cancionero y romancero. Bellísimas canciones que no recuerdan en absoluto ni a las de Lorca ni a las de Alberti, escollo que supo evitar admirablemente, y en las que Miguel Hernández ha sabido convertir su dolor y su desaliento en la mejor y más perdurable poesía.

miércoles, 28 de marzo de 2018

¿Sabías que Miguel Hernández murió con los ojos abiertos?, por Ramón Fernández Palmeral

 

 

                 (Dibujo de Eusebio Oca en el Reformatorio de Adultos)

 

Miguel Hernández murió con los ojos abiertos (76º aniversario de mu muerte)

28.03.2018 | 04:14 Hoy en el Diario Información de Alicante
 
Un amigo hernandiano me preguntaba hace unos días qué actos había previstos para el aniversario de los 76 años de la muerte de Miguel Hernández. Yo le respondí que ya pasó la vorágine cultural del 75º aniversario con el acreditado IV Congreso Internacional celebrado en Orihuela, Alicante y Elche, y miles de otras actividades. Ahora, un año después no parece mediáticamente ni oportuno hablar del 76º aniversario de la muerte del universal poeta, acaecida en el 28 de marzo de 1942, sábado anterior a un Domingo de Ramos en la enfermería del Reformatorio de Adultos de Alicante, donde hoy se encuentran los juzgados de Benalúa. Le respondí también que la única actividad interesante en Alicante es la próxima llegada de la Senda del Poeta al Cementerio Nuestra Señora del Remedio de Alicante, el domingo, 15 de abril, por la tarde, de unos cientos de senderistas que vienen caminando desde Orihuela, en un heroico camino que dura tres días.

Retomando el tema del título de este artículo, he de recordar que fue mi amigo hernandiano, Gaspar Peral Baeza -qepd-, quien en nuestro primer encuentro de marzo de 2002, me lo contó en el cementerio de Alicante, esperando a la Senda. Yo por aquel entonces no me dedicaba al estudio de la vida y obra del poeta oriolano y me sorprendió el hecho de morir con los ojos abiertos. Luego lo investigué en algunas biografías.

Miguel Hernández murió a las 05.30 horas y lo llevaron al sótano donde Eusebio de Oca, minusválido y maestro, le hizo el famoso dibujo de Miguel amortajado con los ojos abiertos. Sobre este dibujo hubo una polémica que aclaró Eusebio Pérez Oca.

A las 18.15 horas del día 28 recogió el cadáver dentro de una humilde caja de pino, el encargado de las Pompas Fúnebres por la puerta trasera del sótano. Sanidad no había dejado verlo a la familia en el sótano de la cárcel. Un coche de caballos llevó el féretro al depósito de cadáveres del cementerio Nuestra Señora del Remedio, detrás y andando, acompañado por cinco personas: Josefina Manresa, Elvira Hernández, Ricardo Fuente, Miguel Abad y Consuelo, una vecina de Elvira que vivía entonces en calle Pardo Jimeno, 15, de Alicante. La familia no pudo velarlo tampoco en el depósito del cementerio y lo hicieron esa noche en casa de Elvira.

Antes de enterrarlo, el día 29 de marzo, las 10 de la mañana, abrieron la caja para verlo por expreso deseo de la familia y amigos presentes (llegaron de Orihuela Gabriel Sijé y Vicente Hernández) y observaron que tenía los ojos abiertos y los dientes color azafrán y el cuerpo esquelético. No se los pudieron cerrar, porque según el médico oficial del Reformatorio, señor José María Pérez Miralles, decía en su informe: «No pudieron cerrarle los párpados por los medios mecánicos corrientes, ya que en vida dicho individuo recluso padecía un síndrome típico de hipertiroidismo con sus facies de terror (síndrome de Kaus) con su triada de fijeza, insistencia y resplandor en la mirada».

Hecha esta aclaración, pienso que en este 76º aniversario de la muerte del autor de El rayo que no cesa o Vientos del pueblo, el mejor homenaje que le podemos hacer al poeta del pueblo es releer su obra.



Impreso en Información


 

martes, 20 de marzo de 2018

Al actriz Rosario Pardo, por medio de un monólogo se pone en la piel de Josefina Manresa. Los días de la nieve.





 




Teatro del Barrio recupera a Miguel Hernández desde la memoria de su viuda con ‘Los días de la nieve’ de Alberto Conejero.

27 febrero, 2018
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El próximo mes de Abril llegará al Teatro del Barrio, Los días de la nieve, el texto escrito por Alberto Conejero, inspirado en Josefina Manresa, viuda del poeta Miguel Hernández, protagonizado por Rosario Pardo, bajo la dirección de Chema del Barco.
Con motivo del 75 aniversario de la muerte de Miguel Hernández, la Diputación de Jaén puso en marcha este proyecto para rendir homenaje a la figura del poeta a través de su viuda, Josefina Manresa; gracias a ella hoy podemos conocer su figura más allá del poeta.
La producción estrenada en Quesada (Jaén) el 28 de marzo del pasado año, fecha en la que falleció el poeta, pone en escena un instante en el que la memoria de Josefina, a veces alegre, a veces dolorosa, recupera la figura de su marido, a través de poemas, conversaciones y reflexiones que reavivan el recuerdo del hombre del que ella se enamoró, con sus virtudes, pero también con sus defectos, y desde ahí ofrecérselo al espectador.
La lírica del teatro de Conejero se posa sobre la figura de Josefina Manresa, para adentrarnos en lo profundo de la memoria y escuchar, tras las cortinas del recuerdo, sobre el amor y el dolor de una hija, madre y esposa atrapada por los sentimientos, la abnegación y las contradicciones; situación involuntariamente enmarcada en unos hechos históricos que dejan entrever todo un país y que resultan determinantes para el destino de su relación.
Los días de la nieve es el retrato de la mujer en un momento concreto de nuestra historia; porque no sólo es un homenaje a Miguel Hernández, además pretende ser un ardiente y sentido reconocimiento a la figura de la mujer, de todas las Josefinas y su memoria.
Texto José Antonio Alba

 Ver artículo de Palmeral en Mundiario

 

Una primavera para descubrir Los días de la nieve

La obra sobre Josefina Manresa protagonizada por Rosario Pardo se estrena el 28 en Quesada
  • INTERPRETACIÓN. La actriz jiennense Rosario Pardo caracterizada como Josefina Manresa en el cartel de la obra.
    INTERPRETACIÓN. La actriz jiennense Rosario Pardo caracterizada como Josefina Manresa en el cartel de la obra.












Una máquina de coser, un maniquí, un baúl y dos sillas. Es toda la escenografía que requiere Los días de la nieve: el resto lo ponen el texto del dramaturgo vilcheño Alberto Conejero y la interpretación de la jiennense Rosario Pardo, bajo la dirección del villacarrillense Chema del Barco. El montaje basado en la vida de Josefina Manresa, una extraordinaria reunión de talento jiennense, se estrenará el próximo martes, 28 de marzo, en Quesada. Será el día que se cumplen 75 años de la muerte del poeta y en el lugar en el que nació su amor, su musa y la defensora de su legado. Este montaje, que impulsa la Diputación de Jaén, será, de esta forma, el eje central de la conmemoración de este aniversario. Los días de la nieve recorrerá, después, gran parte de la provincia y será representado en al menos veinte municipios a lo largo de toda la primavera.
El montaje fue presentado oficialmente por el diputado de Cultura y Deportes, Juan Ángel Pérez; el alcalde quesadeño, Manuel Vallejo, y Francisco Zaragoza, coordinador de este proyecto. “Rosario Pardo se mete en la piel de Josefina Manresa, reviviendo esos días de luces y de sombras que le tocó vivir con Miguel, recoge sus vivencias, sus idas y venidas de la cárcel, hasta su muerte”, explicó el diputado. Esta obra, tras su estreno, girará por la provincia, gracias a que forma parte del Circuito Provincial de Artes Escénicas, “Jaén Escena”, que impulsa la Diputación. Llegará a municipios de todos los tamaños y el montaje, como destacó Zaragoza, se ha estudiado mucho para que se adapte a todos los espacios escénicos. Juan Ángel Pérez resaltó la gran demanda que se está registrando para esta obra. De hecho, están previstas solo veinte funciones y, dependiendo de las solicitudes globales de Jaén Escena cuando se cierre el plazo el día 31, estudiarán si fuera posible sumar alguna fecha más. Pero hasta ese momento, aunque ya se están cuadrando posibles fechas por la agenda de la actriz, como aseguró Francisco Zaragoza, no hay nada cerrado.
Quesada será la primera parada de esta obra, que se estrenará el mismo día en el que falleció Miguel Hernández. “Es un acierto comenzar estos actos con su mujer. Sin Josefina Manresa no hubiera existido Miguel Hernández, ya que gracias a ella se pudo conservar su obra”, destacó Manuel Vallejo, que resaltó la faceta de Miguel Hernández como dramaturgo, un aspecto “ensombrecido” por su obra poética. Para la función del estreno, habrá un aforo de 250 butacas, que ya están a la venta. “Va a ser un éxito”, defendió el alcalde.
Las memorias de la quesadeña Josefina Manresa, unidas a su correspondencia con Miguel Hernández y la propia poesía del autor constituyen la base de esta obra. “Vamos a descubrir a una Josefina Manresa que vivió a la sombra de este hombre, una mujer muy sacrificada, que luchó contra el hambre”, destacó Zaragoza. “El texto está escrito desde una perspectiva de género”, resaltó. E insistió: “No es una obra sobre Miguel Hernández, la protagonista es Josefina”. “Miguel no era un hombre perfecto y ella lo sabía, tejió un manto de silencio. Esta relación compleja está sobre el escenario”, añadió. Adelantó, además, que es una obra muy “actual”: “Su sacrificio lo va a entender muy bien el público y, sobre todo, las mujeres”. En este sentido también se expresa el dramaturgo en el programa: “Durante la escritura descubrí la sencilla fuerza de una superviviente de las peores tristezas, que aprendió a amar en las palabras y por las palabras. De su mano, me he acercado también a mi madre, a mis abuelas, y a todas las mujeres que atravesaron, con una fuerza infinita, los años oscuros de nuestra historia reciente. Con dignidad, con luz, con esperanza aun en los días de la nieve”.
Francisco Zaragoza recordó la génesis del proyecto, hace exactamente un año. Fue en Peal, en la reinauguración de su teatro. Allí, junto a Rosario Pardo, inició este camino con el reto de ponerle delante un papel femenino dramático, más alejado de sus habituales registros cómicos. Poco después se cruzó Conejero y, al tiempo, Chema del Barco. También enumeró al resto de componentes del equipo: el diseño gráfico de Xtóbal, la fotografía de Javier Mantrana, la producción de Manuel Ramos y la labor como ayudante de dirección de Juan Vinuesa. Zaragoza quiso destacar la “generosidad” de todos los profesionales implicados.
“Este proyecto nace de uno de esos encuentros fortuitos y maravillosos”, explicó el dramaturgo a Diario JAÉN recientemente. “El material del que se nutre, fundamentalmente, son las memorias de Josefina Manresa, su epistolario y la poesía de Miguel”, destaca. “He descubierto una mujer apasionante y fundamental”. El texto, como reconoce, era imposible no abordarlo desde una perspectiva de género, hablar de la mujer en el franquismo. Se fija, especialmente, en su “resistencia callada”. Le tocó vivir, relata el dramaturgo, la muerte de su padre, la condena de Miguel y conservó su legado durante todo el franquismo: “Soportó en silencio ese estruendo con una fortaleza y una resistencia heroica”.

jueves, 15 de marzo de 2018

Presentación del libro: "Isidro. Relato del campo de concentración de Albatera", de Isabel María Abellán

Presentación del libro dia 22 de marzo a las 20 horas en la libería 80 Mundos.

Participan:
Isabel María Abellán. Autora del libro
Damián Sabater. Alcalde San Isidro
Francisco Esteve. Pte. de la Asociación de Amigos de Miguel Hernández

miércoles, 14 de marzo de 2018

Senda del Poeta 2018. El domingo 15 de abril llega al cementerio de Alicante.

La senda del poeta 2018

#SendadelPoeta


La senda del poeta es una actividad que en los últimos años ha batido todos los récords y expectativas tanto en participación como en difusión de la obra y vida del poeta Miguel Hernández.
La senda se ha consolidado como una de las citas del senderismo con mayor repercusión cultural, incluso a nivel internacional. ¿Quieres participar?.

Fechas de realización

Días 13, 14 y 15 de abril de 2018

Inscripción

GRUPO
INDIVIDUAL

La senda del poeta

En los últimos años el Institut Valencià de la Joventut, en colaboración con los ayuntamientos por los que pasa la senda, y de la Diputación de Alicante, viene desarrollando este encuentro que discurre por los lugares más singulares de la vida y obra del poeta. Se trata de una actividad senderista de carácter cultural, turístico y medioambiental, que promueve valores tales como la participación y la convivencia intergeneracional dirigiéndose especialmente a jóvenes de la Comunitat Valenciana.
La salida será desde Orihuela, ciudad del nacimiento del poeta Miguel Hernández.
La senda comprende tres etapas que discurren por la senda internacional GR-125, realizando paradas en cada localidad de la ruta. En ellas se descansará, y se deleitará con diversos actos culturales de poesía, teatro y música realizados principalmente por jóvenes estudiantes de las poblaciones por las que discurre la senda.
En todo momento la senda contará con varios monitores-guía que, a lo largo de la marcha, estarán a disposición de los senderistas ofreciéndoles la información necesaria para que sea lo más agradable posible.

Etapas

  • Itinerario
  • 13 de abril de ORIHUELA - ALBATERA 
  • 14 de abril de ALBATERA - ELCHE
  • 15 de abril de ELCHE - ALICANTE

¿Quiénes pueden inscribirse?

  • Todos aquellos amantes de las actividades al aire libre, de la naturaleza, del senderismo y sobre todo de la poesía.
  • Los menores de edad tendrán que ir acompañados de una persona responsable.

Más información

Telf.: 966 478 103 - sendadelpoeta_ivaj@gva.es
Si necesitas alojarte en la ciudad de Alicante, te ofrecemos el alojamiento idóneo para ti, en la RESIDENCIA JUVENIL LA FLORIDA, en habitaciones individuales.
Precios tarifa individual desde 9,69 €. Precios tarifa grupo desde 8,08 €.
Teléfono residencia: 965 918 250 Teléfono central de reservas: 902 22 55 52

Organiza: Institut Valencià de la Joventut

 

Recomendaciones

  • Las pernoctaciones se llevarán a cabo en las instalaciones designadas por el IVAJ, siendo imprescindible que cada senderista lleve su propio saco de dormir y una esterilla para ponerla debajo.
  • La organización pondrá a disposición de los senderistas un vehículo, para el traslado del equipaje más voluminoso entre las localidades de salida y llegada de la senda del poeta Miguel Hernández, a fin de realizarla cómodamente, tan sólo con equipaje de mano.
  • El recorrido se realiza en su totalidad a pie por lo que se recomienda llevar al menos dos pares de calzado cómodo, calcetines de repuesto y un bastón para facilitar el camino.
  • Dado que los senderistas estarán a expensas de la climatología, es también recomendable llevar ropa cómoda y una pequeña mochila de mano con: protección solar, gafas y gorra para el sol, un chubasquero y una cantimplora con agua.
  • Es imprescindible también que los senderistas dispongan de barritas energéticas y bebidas isotónicas así como de un neceser individual que incluya utensilios de aseo personal.
  • Además sería conveniente que cada senderista llevase encima la tarjeta SIP (tarjeta sanitaria) y el DNI.
  • Solamente se aceptará el acompañamiento de perros guía.
  • La senda del poeta es una actividad de senderismo no competitiva por lo tanto los participantes no deben sobrepasar a la cabecera del grupo ya que en ese caso se estaría fuera de las condiciones que cubren la actividad.
  • Durante el trayecto, hay ciertos puntos que transcurren por vías abiertas al tráfico rodado. Para ello se contará con la colaboración de la Guardia Civil de Tráfico y de las Policías Locales de cada municipio. Por ello se solicita la máxima colaboración de los senderistas en la agilización del paso.
  • El senderista deberá seguir el recorrido oficial marcado por la organización, siendo cada uno individualmente el único responsable de sus errores. Por lo tanto la organización no se hará responsable de los posibles accidentes que puedan ocurrir en caso de imprudencia o por no seguir las indicaciones de los monitores-guía o de las fuerzas y cuerpos de seguridad y salvamento.
  • La senda discurre por entornos de gran valor medio ambiental, por este motivo, se hace un llamamiento a todos los participantes para mantener el máximo respeto por el entorno, así como la limpieza. La organización podrá expulsar de la actividad a cualquier persona que incumpla dichas prescripciones o mantenga conductas perjudiciales para el medio ambiente, así como a aquél que adopte conductas temerarias, peligrosas o que impidan el buen funcionamiento del evento. 
  • Durante la marcha se efectuarán diversas paradas técnicas para recobrar fuerzas.
  • Suspensión o modificación de la ruta. La organización podrá modificar, parcial o totalmente, el recorrido debido a causas meteorológicas adversas. Si se dieran causas de fuerza mayor que impidiesen la celebración de la senda, la actividad y sus eventos quedarían suspendidos.

jueves, 8 de marzo de 2018

La revitaliación del nacionalismo en España



Una parte de España asiste atónita al revival del nacionalcatolicismo en el país
La actitud del Estado español alentando la intolerancia religiosa y favoreciendo la persecución de la libertad de expresión causa estupor en buena parte de la sociedad.
14 de Febrero de 2018 (14:34 h.)
Firma

Economista con larga trayectoria en el sector financiero, fue coordinador del área de Economía de MUNDIARIO, donde actualmente es columnista. También colabora en otros medios de comunicación y es autor de novelas como A trenza, Klásicos o Pallarega, en lengua gallega, y El Danubio no pasa por Buenos Aires, en lengua castellana.
El nacionalcatolicismo nació en la guerra civil y fue parte del ideario franquista.
Abundan los períodos de Restauración en la Historia. Son intervalos regresivos durante los cuales las fuerzas tradicionalistas consiguen recuperar antiguos privilegios y rescatar normas frecuentemente sectarias y restrictivas de las libertades individuales. Tales períodos producen un impacto demoledor en los segmentos de la sociedad próximos a una concepción de las relaciones humanas basadas en la igualdad, en la ecuanimidad y en la libertad de conciencia.

Libertad de conciencia
El artículo 16.1 de la Constitución Española dice: “Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley.” Y añade en su punto 3: “Ninguna confesión tendrá carácter estatal.” Así pues, España, por más que la ministra de Defensa coloque la bandera a media asta durante la Semana Santa, es un Estado aconfesional. En consecuencia, el Estado tiene la obligación de defender y fomentar la libertad de conciencia según la cual cada persona ha de ser libre para practicar una religión, para mantener una actitud religiosa disidente o para pronunciarse como agnóstico o ateo.
Debe entenderse, además, que la Iglesia –cada Iglesia– se constituye como una asociación de creyentes, una organización por tanto de seres humanos, no de entidades divinas, que ha de ser tratada por el Estado como una asociación civil más de acuerdo al derecho vigente sin que, por el mero hecho de existir, deba disfrutar de privilegios que únicamente se justificarían a partir de una concepción de la religión como emisora de valores dominantes de –o a imponer en– la sociedad.
El Estado español, en particular desde que el gobierno está en manos del Partido Popular, contradice burdamente la libertad de conciencia de los ciudadanos españoles y privilegia de manera grosera a una confesión concreta al más puro estilo nacionalcatólico. Conviene repasar la íntima relación entre Iglesia católica y franquismo para comprender el actual estado de estas cosas.
La Iglesia en el franquismo
Con la caída de Alfonso XIII, la Iglesia católica perdió sus privilegios y su posición preeminente en la sociedad española. La Iglesia vivió la llegada de la República como una auténtica condena. Con ello, la distancia existente entre los dos universos culturales antagónicos –católicos practicantes vs anticlericales convencidos– se hizo insalvable. La derecha reaccionó apiñándose en torno al catolicismo entendiendo que de esta manera podría reforzar los deseos de movilización colectiva, como así fue. La jerarquía eclesiástica se sumó de manera entusiasta a una estrategia que presentó como respuesta al “duro ultraje a los derechos divinos de la Iglesia”. Cuando el Ejército golpista se alzó en armas contra la República, la mayoría del clero se apresuró a apoyarlo, a darle su bendición como “defensores de la civilización cristiana frente al comunismo y el ateísmo”. La solución autoritaria necesitaba las masas católicas que podía proporcionar la Iglesia. La unión entre religión y patriotismo se reveló una de las claves esenciales para la legitimidad del exterminio que las fuerzas de Franco se disponían a infringir.
Franco fue tratado por la jerarquía de la Iglesia católica como un santo, el salvador de la España cristiana. Los obispos y la mayor parte del clero fueron cómplices, activos y pasivos, del terror fascista. Una vez terminada la guerra, las placas en honor de los “caídos por Dios y la Patria” proliferaron en iglesias y edificios civiles. Sin la contribución decidida e incondicional de la Iglesia católica, la dictadura de Franco no se habría podido mantener durante tantos años.
En ningún otro régimen dictatorial, la Iglesia jugó un papel tan decisivo. El Estado supo retribuir este apoyo restituyendo e incluso potenciando el papel hegemónico en la sociedad que la Iglesia había disfrutado en tiempos de la Monarquía.  No solo destinó alrededor de 300.000 millones de pesetas (¡en un país arruinado!) a la construcción de templos, seminarios y otros centros del culto, sino que delegó en la Iglesia las tareas de educación y enseñanza y permitió que el dogma católico fuese parte intrínseca del ritual político y social de la dictadura.

La Iglesia en la España del siglo XXI
Lo primero a significar es que el Concordato entre el Estado español y la Santa Sede, firmado en 1953 por iniciativa de Francisco Franco, está vigente a día de hoy, matizado por los Acuerdos de 1979 y la Ley Orgánica de Libertad Religiosa de 1980. Ese Concordato aún vigente establece, entre otros, los siguientes beneficios a favor de la Iglesia Católica: exenciones fiscales para los bienes y actividades eclesiásticos; subvenciones para la construcción de nuevos edificios y para el mantenimiento de su patrimonio; derecho a constituir universidades; derecho a operar estaciones de radio y publicación de periódicos y revistas; protección contra la intrusión policial sobre propiedades de la iglesia; monopolio católico sobre la enseñanza religiosa en las instituciones públicas educativas.
Tras unos años en los cuales el Estado español intentó, aun tímidamente, seguir el paso de secularización de la sociedad, el gobierno del Partido Popular ha conseguido paralizar ese proceso e incluso darle la vuelta de forma vigorosa. La Iglesia continúa gozando de vergonzantes exenciones tributarias; ha conseguido registrar a su nombre –inmatriculaciones– miles de bienes inmuebles sin abonar más que unos pocos euros; mantiene notables privilegios en materia de educación y prestación de servicios sociales; recibe un trato privilegiado respecto al resto de asociaciones civiles; y observa manifestaciones de trascendente valor simbólico como la inaudita condecoración de vírgenes, la consideración como fiesta laboral de fechas de valor exclusivamente litúrgico, o las ofrendas ante santos y otras figuras destacadas del cristianismo.
El contexto actual a favor de la restauración de la posición privilegiada de la Iglesia católica, nostálgica de aquel Estado español sometido a la ley de Dios por encima del derecho común, envalentona a los segmentos más recalcitrantes de la sociedad los cuales no se cortan a la hora de presentar denuncias ante cualquier acto que entiendan contrario a su fe cristiana. En buena lid, este tipo de comportamientos podrían dar lugar a otros similares de signo contrario. Un ciudadano podría entender que alguna manifestación pública de naturaleza religiosa hiere u ofende su posición de escepticismo o podría considerar, simplemente, que son contrarias a la ética aconfesional cuando no al decoro o al buen gusto.
El mismo artículo 16.3 de la Constitución española que establece la aconfesionalidad del Estado, apunta de un modo más bien contradictorio: “Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones”. Propongo una redacción diferente que ponga coto a las reinterpretaciones políticas y jurídicas. Algo así como "Nadie podrá ser perjudicado ni favorecido a causa de su sexo, su ascendencia, su raza, su idioma, su patria y su origen, sus creencias y sus concepciones religiosas o políticas". Está en la Constitución alemana de 1949. Para cuando se cambie la española; si es que algún día se cambia. @mundiario

domingo, 18 de febrero de 2018

Textos recuperado. La elegía a Ramón Sijé de Miguel hernández. Comentado por Ramón Palmeral

1
Introducción a la Elegía a Ramon Sijé, de Miguel Hernández
(En el 70 aniversario de la muerte de Ramón).

Por Ramón Fernández Palmeral
Cuando se va a cumplir el 70
aniversario de la muerte de Ramón Sijé,
creo que es oportuno analizar la Elegía,
que le dedicó Miguel, joya de la literatura
española. (Al final de la introducción he
unido una curiosa traducción al rumano
de la Elegía por Elena Liliana Popescu).
La «Elegía a Ramón Sijé» es un poema de
remordimiento y de reconciliación espiritual
donde Miguel Hernández, como bien apuntó
José Muñoz Garrigós (Ínsula nº 544, pág. 3)
«reconoce su deuda, imposible de pagar». En
1935 Miguel había entrado en el círculo de la
«poesía sin pureza» de Pablo Neruda y
consideraba la amistad con Ramón Sijé un
«lastres» en su proyección poética, de aquí su
ruptura.
Pero la prematura muerte de Sijé impidió la posible reconciliación
futura entre ambos amigos, de aquí surge y siento más tu muerte que mi
vida (verso 15 de la Elegía), ya que el poeta no pudo reparar su deuda con
Sijé por cuanto le debía y había ayudado en sus primeros tiempos poéticos,
y además le ayudó a buscar editor en Murcia para publicar Perito en lunas
(1933), cuyo prólogo es de Sijé. Además Ramón Sijé dio una conferencia
en el Ateneo de Alicante el 29 de abril de 1933, titulada El sentido de la
danza. Desarrollo de un problema barroco en “Perito en lunas”, de Miguel
Hernández Giner, cuyo texto íntegro se desconoce. (Comentado por el
profesor José Muñoz Garrigós, “Los cuadernos del 27”, Murcia, 1987).
Dieron noticias de este acto Vicente Ramos-Manuel Molina en su libro
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Miguel Hernández en Alicante, Edición “Ifach” 1976 (p.37). Más los poemas
que Ramón le publicó a Miguel en todos los números de la revista El Gallo
Crisis. Por ello mi afirmación de la deuda que Miguel tenía con Ramón Sijé.
Ramón Sijé (un anagrama del nombre y del primer apellido) es el
seudónimo de José Ramón Marín Gutiérrez nació en Orihuela el 16 de
noviembre de 1913, a las 6 de la tarde, tuvo dos hermanos Justino
(Gabriel Sijé) y Mariola. Estudió Derecho en Murcia, fue Premio
Extraordinario de Licenciatura. Aunque Miguel Hernández y Ramón debían
conocerse de vista, su relación se estrechó con la presentación de la
revista Voluntad fundada por Sijé el 15 de marzo de 1930. Fundó y dirigió
más tarde la revista neocatólica El Gallo Crisis que duró un año. Escribió La
decadencia de la flauta y el reinado de los fantasmas (1935), inédito hasta
1973, editado por el Instituto de Estudios Alicantinos, así como múltiples
artículos y un ensayo Oleza, pasional natividad estética de Gabriel Miró,
publicado en varios números de Diario “República” de Cartagena, y más
tarde en Cuadernos de la revista “Batarro” nº 1 de Albox (Almería), 1990,
edición de José A. Sáez Fernández.
Esta «Elegía» se compuso precipitadamente a la muerte de su amigo
ocurrida el 24 de diciembre 1935, contaba 22 años, a causa de una
septicemia al corazón. Miguel se hallaba en Madrid cuando se enteró del
luctuoso hecho por Vicente Aleixandre el 26 de diciembre, que lo había
leído en una noticia de El Sol y, seguidamente escribió esta famosa elegía
en tan sólo 15 días, una de las más conmovedoras de la lengua española.
No escribió a los padres de Sijé hasta el 14 de enero del año siguiente,
Miguel leyó una alocución, encaramado a una escalera, en Orihuela el 14
de abril de 1936, al descubrir una placa en la plaza que se le dedicó a
Ramón Sijé:
«Quisiera que estas piedras y esta plaza llevaran para siempre el
nombre que les ha sido impuesto: Ramón Sijé. Bajo el sonido de este
nombre se me ha ido un compañero del alma, y Orihuela ha perdido
su más hondo escritor y su más despejado y varonil hombre…» (pág.
311. Miguel Hernández. Pasiones, cárcel y muerte de un poeta. José
Luis Ferris).
A raíz de su publicación en el número de diciembre de la Revista
Occidente junto a seis sonetos más a petición de José Ortega y Gasset,
antes de ser incluido en el libro definitivo de El rayo que no cesa (24 enero
1936), llamaron la atención del dulcísimo Juan Ramón Jiménez que escribió
en su «encasillada torre» -expresión de Arturo del Hoyo- Con la inmensa
mayoría del diario El Sol, febrero del 1936:
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«...En el último número de la Revista de Occidente, publica Miguel
Hernández, el extraordinario muchacho de Orihuela, una loca
elejía [g] a la muerte de su Ramón Sijé y 6 sonetos
desconcertantes. Todos los amigos de la “poesía pura” deben
buscar y leer estos poemas...»
El rayo que no cesa se encontraba en la imprenta de Manuel
Altolaguirre y Concha Méndez cuando Miguel pidió que la incluyera en el
libro, y es la antepenúltima composición, la número 29 del libro, queda
antes del soneto final, puesto que el libro salió el 24 de enero de 36.
Tomando las notas de Agustín Sánchez Vidal, en estudio y prólogo del
libro Perito en lunas. El rayo que no cesa, (pág. 180). nos dice:
Ramón Sijé. Retrato al Óleo 46x38 cmt. Ramón Fernández
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«Sigo la primera edición (al igual que Losada). Cossío, sin
embargo, sigue la aparecida en Revista Occidente, agrupando, en
consecuencia, los tercetos 12 y 13 en una sola estrofa, e
igualmente los tercetos 14 y 15 en otra; también, pone coma al
final del verso 26, que suprimo siguiendo la primera edición».
Se dice que Miguel cabalga sobre el surrealismo.
Hemos de detenernos en la dedicatoria. En la edición de Losada con
prólogo de José María Ballcels, escribe: ...a quien tanto quería. En la de
Agustín Sánchez Vidal y otras sucesivas aparece “con quien tanto quería”.
Que en el original aparece con la preposición “con”, y el significado, a pesar
de que lo han explicado otros autores, que no son imprescindibles citar,
por ser obvio, que cuando el poeta escribe “con quien tanto quería”, nos
hace una bisemia o juego de dos significados entre: “con quien tanto
compartía” y “tanto quería”. Recursos estilísticos o juegos que ya había
empleado Miguel en la octava real III, o acertijo del toro, de Perito en
lunas, con “luna y cuarto de la tarde”. Entre cuarto de hora y cuarto de
luna.
Simbología.- La cosmovisión poética de Miguel, es la de un mundo
rural, donde se había criado y educado, un pueblo en la huerta del río
Segura, un pueblo de luz mediterránea y católico. Influido por el mundo
literario de Gabriel Miró a quien organizaron un homenaje.
La «Elegía» se compone de 15 tercetos en endecasílabos y un
serventesio final, en los que se aprecian diferentes estados de ánimo del
poeta que evoluciona hacia una locura o éxtasis místico momentáneo, o
una catarsis, para anunciar el deseo de que el amigo vuelva para
encontrarse de nuevo en su huerto y en su higuera, en las «aladas almas
de las rosas del almendro», ese es el lugar las flores que han tomado
forma humanas con alma como la idea tomista de que el hombre se
compone de cuerpo y de alma.
Por ello empieza: Yo quiero ser llorando el hortelano... El poeta quiere
ser el eterno hortelano de la parcela o sepultura donde está enterrado su
amigo. Y no quiere ser el hortelano por unas horas, sino eterno, ya que
dice y estercolas, evidentemente, hasta que su cuerpo se descomponga
como el estiércol, elementos de los corrales de las cabras, sometido a
cambios de temperatura y estados, porque el estiércol es un órgano vivo,
que alimenta a las plastas a través de su riqueza mineral y temperaturas.
La segunda estrofa: Alimentando lluvias, caracolas / y órganos mi dolor
sin instrumento... Se refiere a que el cadáver de su amigo sepultado será
objeto de las tormentas que caigan sobre su tierra-tumba, la caracola es
una concha marina que de antaño se usaba para llamar a los peones del
campo a la comida, de hecho García Lorca usa este nombre muy frecuente.
«ni nardos ni caracolas tienen el cutis tan fino», en una estrofa de “La
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casada infiel”. En órganos mi dolor sin instrumento, se refiere, creo, a
instrumentos musicales de una iglesia, como música religiosa que nos
elevan a un estado celestial. Quiere decir que ya no habrá órganos
celestiales, de iglesias que le resuciten. Invito a averiguar, si Ramón Sijé
tocaba el órgano en alguna iglesia.
A las desalentadas amapolas, en evidente que las flores silvestres de los
cementerios son las amapolas que se comerán a través de la savia el
corazón de su amigo: daré tu corazón por alimento. Aquí encontramos
cómo el corazón del amigo servirá de alimento-estiércol para las raíces de
las amapolas del cementerio.
Significaciones.- Son numerosos los estudios dedicados a la «Elegía»,
sin embargo, uno de los que más se acerca y he podido leer es el de Noelia
Bueno Gómez, en las Actas del II Congreso Internacional «Presencia y
futuro de Miguel Hernández (pág.567-582). Aquí, Noelia, estudiante de
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Filosofía de la Universidad de Oviedo, acierta en sus múltiples conclusiones,
sobre las reflexiones hernandianas en relación a la muerte, «el dolor que
se vuelve incontrolable, la lucha interna para aceptarlo, la inmortalidad en
la naturaleza, y el bellísimo canto a la amistad». Va más allá al darse
cuenta la autora que es una convocación para un reencuentro en el paraíso
que era le huerto y la higuera en casa de los padres del poeta en Orihuela.
La «Elegía» se compone de 15 tercetos encadenados y un serventesio
final. Los seis primeros de turbación personal que aparecen en primera
persona demostrados un gran dolor por la pérdida tan temprana del amigo,
«muerte violeta por no ser rapidez, por no ser esperada y menos
tratándose de una muerte en plena juventud».
Del séptimo al undécimo de un «dolor insoportable, una increpación a la
muerte que ha volado demasiado pronto». Donde el poeta no perdona a la
muerte que se ha enamorado del joven, que no ha atendido a una vida
larga, y no perdona a la tierra ni a la nada, en una idea de la tierra como
madre y a la nada como el cosmos. Tanta rabia tiene que puede levantar
«tormentas/ de piedras, rayos y hachas estridente» con sus manos, puede
levanta pirámides si cabe por la tremenda fuerza que le da el dolor. Luego
quiere desenterrar al amigo, con ese «…escarbar la tierra con los dientes» ,
socavar la tierra como sea, y aparta la tierra, y encontrar el cadáver, y
besar la noble clavera como Hamlet con el cráneo de Yago, y se preguntó
serenamente con flema anglosajona sobre «el ser o no». Pero el poeta aquí
no tiene tiempo para la reflexiones filosóficas, sino que quiere actuar para
cumplir la promesa que se habían hecho, años atrás, de que cada uno
cavaría la sepultura del otro, según Jesús Poveda, de aquí ese
«desamordazarte y regresarte» ya estudiado por Agustín Sánchez Vidal.
Los tercetos doce al quince, idealiza un regreso, un regreso espiritual,
convertido en ángel o como abejas que liban las flores del cementerio. Un
regreso al huerto convertido en paraíso idílico en el recuerdo del pasado.
Las abejas liban las flores que están en contacto con la tierra y esa tierra
forma parte del cuerpo de su amigo. «Pajareará tu alma colmenera», no es
más que volará tu alma ya de abeja, tu sangre está ya en las abejas.
Porque la muerte no es el final, sino un camino a la inmortalidad, si no ha
nacido jamás podrás ser inmortal y Sijé, que tenía miedo a la muerte
deseaba ser inmortal.
Cuando regreses y yo te vea, se alegrarán mis ojos, situados
precisamente «en la sombra de mis cejas». Sabida de la religiosidad de
Sijé, Miguel usa palabras religiosas como aladas, angélicas, alma. En el
serventesio, Noelia Bueno, ve en las «almas de las rosas», una visión
«panteísta: vive el alma del amigo en las almas de las flores». Libre son las
interpretaciones, sin embargo, se puede apuntar que las rosas son ángeles
alados con formas de rosas, quizás fantasma, y estas rosas son las flores
blancas del almendro de nata, y este es el lugar de la cita, te requiero en
las almas de las rosas, nos veremos en el otro mundo como almas
hermanas, que es lo que significa compañero del alma: hermanos del
alma, más que compañeros, porque lo de compañero más la dedicatoria
«con quien tanto quería», ha dado mucho que hablar entre tirios y
troyanos.
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Mis interpretaciones y consideraciones.- Esta «Elegía» es una de
las que yo llevo en mi repertorio como rapsoda, a veces, y la experiencia
me ha demostrado que ciertos ritmos, para ser recitados necesitan de
algunas puntualizaciones y arreglos técnicos.
Para recitarla la hemos agrupados por contenidos, es decir, no divida
necesariamente en tercetos. Como sucede en el segundo terceto, al cual
le he unido el verso 7, y por lo tanto se convierte en un cuarteto abab. Y el
siguiente terceto queda como un pareado, que es en realidad lo que es.
Miguel estaba muy preocupado por el metro en sus poemas, quería la
perfección y prefirió sacrificar el contenido ante lo estético, muy discutido
hoy por los poetas actuales, que hemos abandonado la rima y los metros a
favor del contenido.
Alimentando lluvias...
En el terceto quinto, he agregado una coma tras la “y” del último verso,
y nos queda [y, siento más tu muerte que mi vida].
Con el terceto 12 y 13 he hecho lo mismo que con el anterior convertido
en un cuarteto y en un pareado... queda así:
Volverás a mi huerto...
El terceto 11, que acaba con el verso y desamordazarte y regresarte, ha
dado origen a comentarios sobre la locura de Miguel, puesto que está
decidido a desenterrar el cuerpo del amigo fallecido para besarle la noble
calavera.
Más adelante hay una ensoñación o un recuerdo de cuando ambos
meditaban en su huerto bajo la famosa higuera que todavía se puede ver
en la casa de la calle de Arriba. El terceto 15 lo resumo como que el
recuerdo alegrará sus ojos y tu sangre dulce será disputada entre él (el
poeta) contra su novia que habrán acudido sobre tu tumba a llorar y las
abejas a libar el néctar de las amapolas a las que, ya el poeta dio su
corazón por alimento.
El serventesio final, creo entender que cita o requiere al alma de su
amigo en las flores-rosas del almendro de nata-florecido, para hablar de
muchas cosas de las que debieron hablar y no hablaron. Firma con la fecha
10 de enero de 1936, fecha en que debió darlo por acabado.
La ilustración representa a unas grandes amapolas alimentándose del
corazón de Ramón Sijé, y las raíces de estas abrazan la cruz iluminada de
su tumba, que siempre estará encendida en la inmortalidad de esta
incomparable elegía, hija de la inspiración y no del trabajo ni de la
arquitectura poética…
A CONTINUACIÓN LA TRADUCCIÓNA AL RUMANO:
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Elegía a Ramón Sijé de Miguel Hernández con la
traducción simultanea al rumano por Liliana
Popescu y Joaquín Garrigós.
ELEGÍA
Por Miguel Hernández
(En Orihuela, su pueblo y el mío,
se me ha muerto como del rayo
Ramón Sijé, con quien tanto quería.)
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
ELEGIE
de Miguel Hernández
(La Orihuela, satul lui i al meu,
a murit ca lovit de fulger Ramón Sijé,
împreun" cu care iubeam atât de mult.)
Vreau s? fiu, plângând, gr?dinarul
brazdei sub care te afli Ai pe care o îngraAi,
prietene drag al inimii mele, atât de devreme.
Hr?nind ploile, scoicile Ai orgile
cu durerea mea f?r? de instrument,
macilor dezn?d?jduiCi
le voi da inima ta, drept hran?.
Atâta durere se adun? în trupul meu
încât m? doare chiar Ai r?suflarea.
Un pumn puternic, o lovitur? îngheCat?
de secure nev?zut?, Ai ucigaA?,
o-mbrâncitur? brutal? te-a doborât.
Nu poate exista vreo ran? mai adânc?,
îmi plâng nefericirea Ai toate ce-o-nsoCesc
c?ci moartea ta o simt mai mult decât viaCa.
P?Aesc prin miriAti de morCi, Ai
f?r? s? simt c?ldura sau alinarea cuiva,
plec de la inima-mi spre cele ce m-aAteapt?.
Devreme Ai-a ridicat moartea zborul,
devreme s-au trezit Ai zorile,
devreme te rostogoleAti pe p?mânt.
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No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.
En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofe y hambrienta
Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.
Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera
de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.
Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irá a cada lado
disputando tu novia y las abejas.
Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.
A las aladas almas de las rosas
de almendro de nata te requiero,
que tenernos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.
(10 de enero de 1936)
Nu iert moartea îndr?gostit?,
nu iert viaCa ingrat?,
nu iert p?mântul, Ai nici neantul.
În mâinile mele dezl?nCui o furtun?
de pietre, fulgere Ai de securi stridente
înfometat? de catastrofe, Ai-nsetat?.
P?mântul, vreau s?-l scormonesc cu dinCii,
vreau s?-l desfac bucat? cu bucat?
cu muAc?turi uscate Ai fierbinCi.
Vreau s? minez p?mântul pân? te voi afla
ca s?-Ci s?rut nobila Ceast?,
c?luAul s?-Ci dezleg Ai s? revii din moarte.
Te vei întoarce la gr?dina mea Ai la smochin:
peste înaltul eAafodaj al florilor
va hoin?ri în zbor sufletul t?u culeg?tor
al cerilor îngereAti Ai al faptelor.
Te vei întoarce la murmurul br?zdarelor
plugarilor îndr?gostiCi.
Ki îmi vei bucura umbra sprâncenelor,
iar pentru sângele t?u, CâAnind în toate p?rCile,
se vor certa logodnica ta Ai albinele.
Inima ta, deja catifea ponosit?,
cheam? pe un câmp de migdale spumoase
vocea mea zgârcit? de îndr?gostit.
Te cer sufletelor înaripate ale florilor
de migdal, albe ca smântâna,
c?ci avem de vorbit despre multe lucruri,
prietene drag al inimii mele, prietene.
(10 februarie 2003)
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COMO EL RAYO. Elegía a Ramón Sijé.
Los derechos de publicación son de:
Texto: Ramón Fernández Palmeral
Poema traducido: Elena Liniana Popescu
Alicante, diciembre 2005