Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com
Se presentará hoy 29 de octubre en libreria Codex de Orihuela, pueblo natal de universal poeta por Francisco Javier Catalán Eugenio, abogado y destacado hernandiano, y por José Antonio López Vicaíno, gestor de ECU.
Y posteriormente en Alicante en la librerái Pyncho&Co. fecha por conceertar.
Letralia se publica en América, y se distribuye por las más importantes universidades de América y del mundo.
Antonio Machado, en la segunda fila, en la sesión inaugural del Congreso. A su izquierda, León Felipe.
Tras el levantamiento fascista del 18 de julio de 1936, muchos
intelectuales y artistas de todo el mundo, que habían constituido en
París, durante el Congreso de Escritores, la Asociación Internacional
de Escritores en Defensa de la Cultura, (la sección española se denominó Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura) se pusieron del lado de la Segunda República Española.
La Alianza organizó dos congresos internacionales: el primero, tan
solo un mes despues del golpe de estado, en agosto de 1936; y, el
segundo, que tuvo mayor repercusión, estuvo dividido en varias sesiones
(del 4 al 17 de julio de 1937: en Valencia y Madrid principalmente, pero
también en Barcelona y París. En València se celebró en la sala de
plenos del Ayuntamiento. Cartel de Ramón Gaya
Antonio Machado, presidente de honor del mismo –pues
la presidencia ejecutiva la ostentó José Bergamín–, dirigió un
discurso a los asistentes –en la sesión de clausura del Congreso en
Valencia, del día 10 de julio–, y se publico sen el número VIII de
Hora de España, de agosto de 1937, como uno más de la serie de Juan de
Mairena. Machado, de este modo, se convertía en una referencia del
apoyo de la intelectualidad española a la República.
Por su interés reproducimos integramente el discurso que Antonio
Machado leyera el 10 de julio, en la clausura de las jornadas del
Congreso en Valencia. Ilustrando el discurso, intercalamos algunas
imágenes y video significativos del Congreso, fundamentalmente en las
que aparece el poeta.
Sobre la defensa y la difusión de la cultura El poeta y el pueblo
Cuando alguien me preguntó, hace ya muchos años, ¿piensa usted que el
poeta debe escribir para el pueblo, o permanecer encerrado en su torre
de marfil –era el tópico al uso de aquellos días– consagrado a una
actividad aristocrática, en esferas de la cultura sólo accesibles a una
minoría selecta?, yo contesté con estas palabras, que a muchos
parecieron un tanto evasivas o ingenuas: «Escribir para el pueblo –decía
mi maestro– ¡qué más quisiera yo! Deseoso de escribir para el pueblo,
aprendí de él cuanto pude, mucho menos –claro está– de lo que él sabe.
Escribir para el pueblo es, por de pronto, [12] escribir para el hombre
de nuestra raza, de nuestra tierra, de nuestra habla, tres cosas de
inagotable contenido que no acabamos nunca de conocer. Y es mucho más,
porque escribir para el pueblo nos obliga a rebasar las fronteras de
nuestra patria, es escribir también para los hombres de otras razas, de
otras tierras y de otras lenguas. Escribir para el pueblo es llamarse
Cervantes, en España, Shakespeare, en Inglaterra, Tolstoi, en Rusia. Es
el milagro de los genios de la palabra. Tal vez alguno de ellos lo
realizó sin saberlo, sin haberlo deseado siquiera. Día llegará en que
sea la más consciente y suprema aspiración del poeta. En cuanto a mí,
mero aprendiz de gay-saber, no creo haber pasado de folk-lorista,
aprendiz, a mi modo, de saber popular.»
Mi respuesta era la de un español consciente de su hispanidad, que
sabe, que necesita saber cómo en España casi todo lo grande es obra del
pueblo o para el pueblo, cómo en España lo esencialmente aristocrático,
en cierto modo, es lo popular. En los primeros meses de la guerra que
hoy ensangrienta a España, cuando la contienda no había aún perdido su
aspecto de mera guerra civil, yo escribí estas palabras que pretenden
justificar mi fe democrática, mi creencia en la superioridad del pueblo
sobre las clases privilegiadas. Primera
página de la edición de Hora de España que recogía el discurso de
clausura del Congreso, en el número VIII de Hora de España, de agosto
de 1937, como uno más de la serie de Juan de Mairena. Haciendo clic en
la imagen, el documento facsímil del discurso.
Los milicianos de 1936
I
Después de puesta su vida
tantas veces por su ley
al tablero…
¿Por qué recuerdo yo esta frase de don Jorge Manrique, siempre que
veo, hojeando diarios y revistas, los retratos de [13] nuestros
milicianos? Tal vez será porque estos hombres, no precisamente soldados,
sino pueblo en armas, tienen en sus rostros el grave ceño y la
expresión concentrada o absorta en lo invisible de quienes, como dice el
poeta, «ponen al tablero su vida por su ley», se juegan esa moneda
única –si se pierde, no hay otra– por una causa hondamente sentida. La
verdad es que todos estos milicianos parecen capitanes, tanto es el
noble señorío de sus rostros.
II
Cuando una gran ciudad –como Madrid en estos días– vive una
experiencia trágica, cambia totalmente de fisonomía, y en ella
advertimos un extraño fenómeno, compensador de muchas amarguras: la
súbita desaparición del señorito. Y no es que el señorito, como algunos
piensan, huya o se esconda, sino que desaparece –literalmente–, se
borra, lo borra la tragedia humana, lo borra el hombre. La verdad es
que, como decía Juan de Mairena, no hay señoritos, sino más bien
«señoritismo», una forma, entre varias, de hombría degradada, un estilo
peculiar de no ser hombre, que puede observarse a veces en individuos de
diversas clases sociales, y que nada tiene que ver con los cuellos
planchados, las corbatas o el lustre de las botas. Dibujos de Ramón Gaya de Alberti, Fernando de los Rios, Teresa León y Antonio Machado, participantes en el Congreso.
III
Entre nosotros, españoles, nada señoritos por naturaleza, el
señoritismo es una enfermedad epidérmica, cuyo origen puede encontrarse,
acaso, en la educación jesuítica, profundamente anticristiana y
–digámoslo con orgullo– perfectamente antiespañola. Porque el
señoritismo lleva implícita una estimativa [14] errónea y servil, que
antepone los hechos sociales más de superficie –signos de clase, hábitos
e indumentos– a los valores propiamente dichos, religiosos y humanos.
El señoritismo ignora, se complace en ignorar –jesuíticamente– la
insuperable dignidad del hombre. El pueblo, en cambio, la conoce y la
afirma, en ella tiene su cimiento más firme la ética popular. «Nadie es
más que nadie», reza un adagio de Castilla. ¡Expresión perfecta de
modestia y orgullo! Sí, «nadie es más que nadie» porque a nadie le es
dado aventajarse a todos, pues a todo hay quien gane, en circunstancias
de lugar y de tiempo. «Nadie es más que nadie, porque –y éste es el más
hondo sentido de la frase–, por mucho que valga un hombre, nunca tendrá
valor más alto que el valor de ser hombre. Así habla Castilla, un pueblo
de señores, que siempre ha despreciado al señorito.
IV
Cuando el Cid, el señor, por obra de una hombría que sus propios
enemigos proclaman, se apercibe, en el viejo poema, a romper el cerco
que los moros tienen puesto a Valencia, llama a su mujer, doña Jimena, y
a sus hijas Elvira y Sol, para que vean «cómo se gana el pan». Con tan
divina modestia habla Rodrigo de sus propias hazañas. Es el mismo,
empero, que sufre destierro por haberse erguido ante el rey Alfonso y
exigídole, de hombre a hombre, que jure sobre los Evangelios no deber la
corona al fratricidio. Y junto al Cid, gran señor de sí mismo, aparecen
en la gesta inmortal aquellos dos infantes de Carrión, cobardes,
vanidosos y vengativos; aquellos dos señoritos felones, estampas
definitivas de una aristocracia encanallada. Alguien ha señalado, con
certero tino, que el Poema [15] del Cid es la lucha entre una democracia
naciente y una aristocracia declinante. Yo diría, mejor, entre la
hombría castellana y el señoritismo leonés de aquella centuria. Portada de El Mono Azul
órgano de la Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de
la Cultura, en que se reseña el Congreso, ilustrado con una imagen de
Antonio Machado.
V
No faltará quien piense que las sombras de los yernos del Cid
acompañan hoy a los ejércitos facciosos y les aconsejan hazañas tan
lamentables como aquella del «robledo de Corpes». No afirmaré yo tanto,
porque no me gusta denigrar al adversario. Pero creo, con toda el alma,
que la sombra de Rodrigo acompaña a nuestros heroicos milicianos y que
en el Juicio de Dios que hoy, como entonces, tiene lugar a orillas del
Tajo, triunfarán otra vez los mejores. O habrá que faltarle al respeto a
la misma divinidad.
Madrid-Agosto 1936. Programa del Congreso. La delegación española estaba encabezada por Antonio Machado.
*
Entre españoles, lo esencial humano se encuentra con la mayor pureza y
el más acusado relieve en el alma popular. Yo no sé si puede decirse lo
mismo de otros países. Mi folk-lore no ha traspuesto las fronteras de
mi patria. Pero me atrevo a asegurar que, en España, el prejuicio
aristocrático, el de escribir exclusivamente para los mejores, pueda
aceptarse y aun convertirse en norma literaria, sólo con esta
advertencia: la aristocracia española está en el pueblo, escribiendo
para el pueblo se escribe para los mejores. Si quisiéramos,
piadosamente, no excluir del goce de una literatura popular a las
llamadas clases altas, tendríamos que rebajar el nivel humano y la
categoría estética de las obras que hizo suyas el pueblo y entreverarlas
con frivolidades y pedanterías. De un modo más o menos consciente, es
esto lo que muchas veces hicieron [16] nuestros clásicos. Todo cuanto
hay de superfluo en El Quijote no proviene de concesiones hechas al
gusto popular, o, como se decía entonces, a la necedad del vulgo, sino,
por el contrario, a la perversión estética de la corte. Alguien ha dicho
con frase desmesurada, inaceptable ad pedem litterae, pero con profundo
sentido de verdad: en nuestra gran literatura casi todo lo que no es
folk-lore es pedantería.
*
Pero dejando a un lado el aspecto español o, mejor, españolista de la
cuestión, que se encierra a mi juicio, en este claro dilema: o
escribimos sin olvidar al pueblo, o sólo escribiremos tonterías, y
volviendo al aspecto universal del problema, que es el de la difusión de
la cultura, y el de su defensa, voy a leeros palabras de Juan de
Mairena, un profesor apócrifo o hipotético, que proyectaba en nuestra
patria una Escuela Popular de Sabiduría superior.
*
La cultura vista desde fuera, como la ven quienes nunca contribuyeron
a crearla, puede aparecer como un caudal en numerario o mercancías, el
cual, repartido entre muchos, entre los más, no es suficiente para
enriquecer a nadie. La difusión de la cultura sería, para los que así
piensan –si esto es pensar–, un despilfarro o dilapidación de la
cultura, realmente lamentable. ¡Esto es tan lógico!… Pero es extraño que
sean, a veces, los antimarxistas, que combaten la interpretación
materialista de la historia, quienes expongan una concepción tan
materialista de la difusión cultural.
En efecto, la cultura vista desde fuera, como si dijéramos desde la
ignorancia o, también, desde la pedantería, puede aparecer como un
tesoro cuya posesión y custodia sean el privilegio [17] de unos pocos; y
el ansia de cultura que siente el pueblo, y que nosotros quisiéramos
contribuir a aumentar en el pueblo, aparecería como la amenaza a un
sagrado depósito. Pero nosotros, que vemos la cultura desde dentro,
quiero decir desde el hombre mismo, no pensamos ni en el caudal, ni el
tesoro, ni el despósito de la cultura, como en fondos o existencias que
puedan acapararse, por un lado, o, por otro, repartirse a voleo, mucho
menos que puedan ser entrados a saco por las turbas. Para nosotros,
defender y difundir la cultura es una misma cosa: aumentar en el mundo
el humano tesoro de conciencia vigilante. ¿Cómo? Despertando al dormido.
Y mientras mayor sea el número de despiertos… Para mí –decía Juan de
Mairena– sólo habría una razón atendible contra una gran difusión de la
cultura –o tránsito de la cultura concentrada en un estrecho círculo de
elegidos o privilegiados a otros ámbitos más extensos– si averiguásemos
que el principio de Carnot, rige también pare esa clase de energía
espiritual que despierta al durmiente. En ese caso, habríamos de
proceder con sumo tiento; porque una excesiva difusión de la cultura
implicaría, a fin de cuentas, una degradación de la misma que la hiciese
prácticamente inútil. Pero nada hay averiguado, a mi juicio, sobre este
particular. Nada serio podríamos oponer a una tesis contraria que, de
acuerdo con la más acusada apariencia, afirmase la constante
reversibilidad de la energía espiritual que produce la cultura.
*
Para nosotros, la cultura ni proviene de energía que se degrada al
propagarse, ni es caudal que se aminore al repartirse; su defensa, obra
será de actividad generosa que lleva implícitas las dos más hondas
paradojas de la ética: sólo se pierde lo que se guarda, sólo se gana lo
que se da. [18] Portada de ABC del 5 de julio de 1937, en que aparecen dos imagenes de Antonio Machado en sendas fotografias
Enseñad al que no sabe; despertad al dormido; llamad a la puerta de
todos los corazones, de todas las conciencias. Y como tampoco es el
hombre para la cultura, sino la cultura para el hombre, para todos los
hombres, para cada hombre, de ningún modo un fardo ingente para
levantado en vilo por todos los hombres, de tal suerte que sólo el peso
de la cultura pueda repartirse entre todos, si mañana un vendaval de
cinismo, de elementalidad humana, sacude el árbol de la cultura y se
lleva algo más que sus hojas secas, no os asustéis. Los árboles
demasiado espesos, necesitan perder algunas de sus ramas, en beneficio
de sus frutos. Y a falta de una poda sabia y consciente, pudiera ser
bueno el huracán.
*
Cuando a Juan de Mairena se le preguntó si el poeta y, en general, el
escritor debía escribir para las masas, contestó: Cuidado, amigos míos.
Existe un hombre del pueblo, que es, en España al menos, el hombre
elemental y fundamental, y el que está más cerca del hombre universal y
eterno. El hombre masa, no existe; las masas humanas son una invención
de la burguesía, una degradación de las muchedumbres de hombres, basada
en una descualificación del hombre que pretende dejarle reducido a
aquello que el hombre tiene de común con los objetos del mundo físico:
la propiedad de poder ser medido con relación a unidad de volumen.
Desconfiad del tópico «masas humanas». Muchas gentes de buena fe,
nuestros mejores amigos, lo emplean hoy, sin reparar en que el tópico
proviene del campo enemigo: de la burguesía capitalista que explota al
hombre, y necesita degradarlo; algo también de la iglesia, órgano de
poder, que más de una vez se ha proclamado instituto supremo para la
salvación de las masas. Mucho [19] cuidado; a las masas no las salva
nadie; en cambio, siempre se podrá disparar sobre ellas. ¡Ojo!
Muchos de los problemas de más difícil solución que plantea la poesía
futura –la continuación de un arte eterno en nuevas circunstancias de
lugar y tiempo– y el fracaso de algunas tentativas bien intencionadas
provienen, en parte, de esto: escribir para las masas no es escribir
para nadie, menos que nada para el hombre actual, para esos millones de
conciencias humanas, esparcidas por el mundo entero, y que luchan –como
en España– heroica y denodadamente por destruir cuantos obstáculos se
oponen a su hombría integral, por conquistar los medios que les permita
incorporarse a ella. Si os dirigís a las masas, el hombre, el cada
hombre que os escuche no se sentirá aludido y necesariamente os volverá
la espalda.
He aquí la malicia que lleva implícita la falsedad de un tópico que
nosotros, demófilos incorregibles y enemigos de todo señoritismo
cultural, no emplearemos nunca de buen grado, por un respeto y un amor
al pueblo que nuestros adversarios no sentirán jamás.
Imagenes
del fotógrafo alemán Walter Reuter, pertenecientes al Fondo Guillermo
Fernández Zúñiga, en la que se puede ver a Miguel Hernández y a la
fotógrafa Gerda Taro, en la sesión inaugural del Congreso.Imagen
general del Congreso celebrado en el salón de plenos del Ayuntamientto
de Valencia. Antonio Machado aparece en el angulo inferior izquierda. En
la primera fila aparece, vestida de blanco Gerda Taro. Fotografía de
Luis Vidal Corella, Biblioteca nacional. Fuente: abelmartin.comFotografía de Luis Vidal Corella, Biblioteca nacional. Fuente: abelmartin.com
Videos
Documental soviético. Antonio Machado aparece en la grabación en los
minutos 0.23, 4.00, 4.30, 5,10 y 5,48 (aplaudiendo). Es relevante porque
es uno de los pocos documentos cinematográficos en los que aparece el
poeta.
(Video realizado por Manuel Alvarez Machado, en antoniomachado.com) Documentos:
El alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, y las concejalas de
Cultura, Grandes Proyectos y Protocolo, Mar Ezcurra, Sabina-Goretti
Galindo, y Mariola Rocamora, respectivamente, asistieron este sábado al
recital poético solidario celebrado en el Auditorio de la Fundación Caja
Mediterráneo, donde una treintena de escritores se dieron cita
mostrando su apoyo a la candidatura de Orihuela como Ciudad Creativa de
la Literatura de la Unesco.
El encuentro sirvió para recaudar fondos destinados a las zonas
afectadas por las inundaciones del pasado mes de septiembre, mediante
las entradas al evento de carácter solidario, cuyos beneficios ha
recibido Cruz Roja Española.
La edil de Cultura fue la encargada de dar la bienvenida a los
asistentes y destacó que en estos momentos “es cuando la cultura se hace
más necesaria, cuando tiene que estar más presente en nuestro día a
día, y tras el caos que hemos vivido, hoy estamos en torno a las letras
para ayudarnos”. Asimismo, la concejala tuvo palabras para recordar al
poeta oriolano Miguel Hernández, ante la conmemoración del aniversario
de su nacimiento el próximo miércoles, compartiendo que “siempre nos
quedará algo de ese barro que es tierra y agua de Orihuela, de ese mismo
barro que era el nombre verdadero de Miguel Hernández”.
Seguidamente, la presidenta de la Asociación de España Creativa y
coordinadora de la candidatura de Orihuela a Ciudad Creativa Unesco,
Belén Diaz, explicó la importancia de apostar por esta candidatura que
ha recogido importantes apoyos de personas tan relevantes en el mundo de
la cultura como el director del Instituto Cervantes, Luis García
Montero o el exdirector general de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza,
entre otros, al tiempo que insistió en que Orihuela “tiene muchas
posibilidades de alcanzar el reconocimiento y esta noche estos treinta
escritores se suman a esta candidatura con sus versos”.
El acto se desarrolló con el recital de poesía de los diferentes
escritores asistentes, cuyos versos fueron alternados con los videos de
apoyo a la candidatura oriolana.
Tras finalizar el recital, los poetas Rafael Soler (vicepresidente de
la Asociación Colegial de Escritores ACE) y Miguel Losada, fueron los
encargados de realizar una donación de libros a la Biblioteca Municipal
‘María Moliner’, que los escritores fueron dejando tras la lectura de
sus versos en el escenario, y que fueron recogidos por el alcalde de
Orihuela y por la concejal de Cultura.
Bascuñana clausuró el acto agradeciendo “la solidaridad que sigue
llegando a Orihuela, esta vez, de grandes poetas y escritores de
diferentes puntos de España que no han dudado en mostrar su apoyo a
Orihuela, tanto en su candidatura como Ciudad Creativa de la Literatura
Unesco, como para su recuperación tras los daños de la DANA”. En este
sentido, el regidor oriolano quiso destacar que Orihuela “tiene una gran
historia cultural y literaria, encabezada por nuestro poeta universal
Miguel Hernández, y tenemos mucho que ofrecer al resto del mundo si
conseguimos el reconocimiento de Ciudad Creativa de la Literatura
Unesco, y es un proyecto en el que tenemos puesta nuestra ilusión”.
El domigno se presentaron libros en la libreria de Codex de Vicente Pina.
Una treintena de poetas participantes en el recital
Los poetas nacionales participantes en este acto de apoyo a la
candidatura y de carácter solidario fueron Beatriz Russo, José Cereijo,
Ada Soriano, Balbina Prior, Antonio Fuentes, Rafael Soler, Mª Jesús
Fuentes, José Luiz Zerón, Carlos d’Ors, Francisco Javier Catalán, José
Eliecer Pardo, José Antonio Sabater, Pepa Nieto, Jon Andión, Antonio
Galiano Correa, Juana Vázquez, Miguel Losada, Alejandro López, Manuel
Neila, Socorro Mármol, Nerea Sánchez y Nuria de Pablo, Manuela García,
Elena Tabachkova, Sandi García, Alberto Caride, Gloria Díez, Engracia
Sigüenza, Jesús del Real, y Javier Lostalé.
En el 109 aniversario del nacimiento del
universal poeta Miguel Hernández, el escritor Ramón Fernández Palmeral, presenta, a lo largo de 40 artículos
monográficos, un estudio biográfico de la vida y obra del poeta
oriolano. El presente libro incluye las últimas investigaciones
publicadas sobre Hernández, siguiendo un planteamiento cronológico, y
pretende exponer los aspectos biográficos de modo objetivo, eludiendo
los mitos y tópicos creados en torno al llamado «poeta del pueblo» y
condenado a muerte por ser escritor y periodista, declarado «poeta de
la revolución».
Gracias al formato de artículos
monográficos es posible profundizar con más detalle y rigor en los
temas que más interese al lector: su infancia y adolescencia, amistades
madrileñas, época de miliciano, amores, viajes a Rusia, obra, consejo
de guerra y muerte por una negligente atención sanitaria penitenciaria.
La obra de Hernández fue censurada en la posguerra e incluso entre los
años 60 y 70 estaba bajo vigilancia por Ministerio de Turismo, por
considerar que atentaba contra la religión y contra por principios de
Movimiento Nacional.
Todo ello desde una crítica objetiva y
actual, a la vez que honesta, y desde el punto de vista del contexto
histórico y la realidad social de la época. Algunos de los artículos de
este libro han sido ya publicados por prestigiosas revistas como en Letralia de escritores hispanoamericanos, El Eco Hernandiano, Anthropos, Auca… otros artículos son en cambio, son artículos inéditos.
El libro Miguel Hernández. El poeta del pueblo (biografía en 40 artículos)
de Ramón Fernández Palmeral lo ha editado por la Editorial Club
Universitario (ECU), de Alicante) de venta en Amazon y en la Librería
Códex de Orihuela. Se presentará el martes 9 de octubre, a las 19.30 h.
Próximamente se presentará en la librería Pynchon&Co de Alicante
donde se celebrará un recital dedicado a Miguel. Así como en Ámbito
Cultural de El Corte Inglés donde también está a la venta.
El libro consta de 402 páginas,
formato 17 x 21 cm, y se estructura dividido en 5 partes: I Nacimiento
infancia y juventud (1910.1931). II Miguel Hernández, primeros libros
(1932-1936). III Época de la Guerra Civil (1936-1939). IV Proceso y
muerte de un poeta (1939-1942). V Estudios de un poeta universal. Al
final del libro se muestra un índice onomástico e ilustraciones de 4
libros de Hernández: Perito en lunas, El Rayo que no cesa, Viento del pueblo y El hombre acecha, realizada por el autor del libro.
Breve biografía del autor: Ramón Fernández
«Palmeral» (1947), es un escritor español, que ha desarrollado su obra
como ensayista, escritor y editor. Además es artista plástico. Manchego
de nacimiento, andaluz de origen y alicantino de adopción, su obra
literaria y plástica tiene múltiples referencias a Castilla, Andalucía y
el Levante, así como a sus personajes ilustres de culto: Miguel
Hernández, Antonio Machado, Federico García Lorca, Azorín, Gabriel
Miró, Juan Gil-Albert y Vicente Ramos.
Es colaborador de la Fundación Cultural
Miguel Hernández de Orihuela, autor de varios libros sobre Hernández,
Ramón Sijé, Carlos Fenoll y Manuel Molina. Participó en el IV
Congreso Internacional Miguel Hernández con la comunicación: “Miguel
Hernández en la Era Digital” en septiembre de 2017. En el Seminario en
Homenaje a Vicente Ramos, marzo 2019; y en el Congreso Internacional
Juan Gil-Albert, abril 2019. Es socio de honor de Espejo de Alicante y
miembro del Ateneo Blasco Ibáñez de Valencia. Ha dado múltiples
conferencias sobre escritores alicantinos. Colabora en varios medios de
comunicación y prensa como en Diario de Alicante, El Confidencial Digital y en la revistas El Monárquico con
temas sobre autoayuda y liderazgo. Ha publicado unos 40 libros en
Amazon y en LULU, y en varios ayuntamientos, es poseedor de varios
premios y reconocimientos.
Las jornadas Viento del Pueblo que se desarrollan en Orihuela cada
año, organizadas por el Ateneo Republicano y que tiene en la figura de
Miguel Hernández su principal motivo, celebraron ayer 26 de octubre una nueva
actividad. En el monumento al poeta, frente a la Estación Intermodal del ferrocarril, se
dio lectura al mediodía a un manifiesto que dio paso a un recital de
poesía, con la actuación de los cantautores Roman LC y Arón Dubh. La
última actividad, que cerrará estas jornadas, tendrá lugar el día 9 de
noviembre en el Cementerio de Orihuela, donde se rendirá un homenaje a
los fusilados en el camposanto entre octubre y noviembre de 1939, al
término de la Guerra Civil. El próximo miércoles, en la Lonja, habrá un
recital de José Miguel Arraz y Old Folks y el jueves (20 horas), una
conferencia sobre la posguerra en la sede del Ateneo (20 horas).
El Aula de la CAM, en Orihuela, acogió ayer un Encuentro Solidario de
Escritores por la Orihuela Inundada, que incluyó un recital poético.
Hoy domingo las actividades continuará con una visita y un recita en la
Casa del Miguel Hernández y la firma de libros en la Librería Codex de Vicente Pina (librería especializada en temas sobre Miguel Hernández, y muy buen catñalo por internet). El
Recital se dividió en tres partes con la intervención de 30 escritores
de diferentes lugares de España, intercalándose videos de apoyo a la
candidatura de Orihuela a Ciudad Creativa de la Literatura por parte de
la Unesco.
(Certificado de nacimiento de Miguel Hernández Sánchez)
El padre de Miguel Hernández: un ejemplo de cacique Era un animal en su comportamiento más
que persona, no tenía
ninguna empató ni con su mujer, ni con hijo poeta, nuera ni nieto.
Ramón Palmeral
El 24 de abril actual he buscado el libro "Recuerdos de la
viuda de Miguel Hernández" de Josefina Manresa, de la Edición de la Torre
de 1980, y me he encontrado un certifico de nacimiento del padre de Miguel
Hernández, un certificado que me regaló un vecino de Redován.
El padre del universal poeta se llamaba Miguel Hernández Sánchez nació en la calle Travesía Mayor (sin
número de Redován- Alicante) el 24 de octubre de 1878, a las 9 de la mañana. Le
pusieron por nombres: Miguel, Rafael, Ramón (como figura en el margen izquierdo
del certificado de nacimiento), era hijo de Vicente Hernández Escudero y de Vicenta Sánchez Paredes. Del nombre de los padres: Vicente y Vicenta,
le venía el apodo familiar de "Vicenterre". Era nieto por línea
paterna de Francisco Hernández Villena,
y de Inés Escudero Melgar. Y
por línea materna de José Sánchez Pacheco y de Josefa paredes Sánchez. Falleció
el diciembre de 1952.
La opinión que este investigador tiene del padre de Hernández. “Era
un animal más que un padre, no tenía ninguna empatía ni con su mujer, ni
con el hijo poeta, nuera ni nietos”. Al mozo Miguel lo sacó del colegio cuando
tenía 14 años y medio, y lo puso de pastor y a vender leche de cabra por las
calles. Tenía una buena casa, además era tratante de ganado asociado con su
suegro Antonio Gilabert Berná de la
familia de LosMansebos, y ambos
abastecían a las plazas de toros de caballos cuando no tenían petos en la
suerte de varas (los pusieron en 1928). No le dinero cuando a los 21 años Miguel
decidió probar fortuna como poeta en Madrid, no le regaló nada cuando se casó con
Josefina Manresa Marhuenda el 9 de
marzo de 1937 en Orihuela. La madre de Miguel hizo un arroz con contras en la
casa familiar de Orihuela. Se casaron por lo civil. No había curas en Orihuela.
Cuando Miguel estuvo preso nunca fue a visitarlo ni siquiera cuando estuvo en
la cárcel-seminario de Orihuela, ni cuando vino al Reformatorio de Adultos de
Alicante el 29 de junio de 1941 (no movió un dedo por sacarlo), ni procuró
médicos cuando estuvo en la enfermería para morirse, no asistió ni al entierro
en el cementerio de Alicante el 29 de marzo de 1942. Cuando le dijeron que Miguel
había muerto respondió: "Él se lo ha buscado".
No puedo entender la actitud del padre de Miguel respecto a su
hijo poeta. Comprendo que los padres de aquel tiempo gozaban de una autoridad
familiar absoluta e incluso había que hablarle de usted. El padre de Miguel no
era un pobre jornalero, era ganadero enviaja aganado por tren a Barcelona donde
estaba su hermano Francisco, el Corro (deformación de Curro), tenía amistad con
el director del Banco Central de Orihuela, porque tenía ahí una importante cuenta
corriente. Porque en 1904 había comprado la casa de la calle de Arriba, con patio
pozo, corral y huerto, que es la actual Casa-Museo. Entiendo que el padre
de nuestro más universal poeta era un cacique familiar, como si fuera un todopoderoso
jefe en una tribu africana, que no admitía hijos desobedientes y menos aún
poetas.
Pero no todos los padres de esa época eran así, porque por
ejemplo, mis abuelos agricultores sí ayudaron en lo que pudieron a mis padres.