Sinopsis:

Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com
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lunes, 23 de octubre de 2023

CELEBRARÁ EN ALICANTE UN HOMENAJE A PABLO NERUDA POR EL CINCUENTENARIO DE SU MUERTE. 27-10-2032. Sede Universitaria

 


ESTE PRÓXIMO VIERNES SE CELEBRARÁ EN ALICANTE UN HOMENAJE A PABLO NERUDA POR EL CINCUENTENARIO DE SU MUERTE

 

Orihuela, 23-10-23

 

Este próximo viernes día 27 de octubre se celebrará, a partir de las 18:30 horas, en la Sala Polivalente de la Sede Universitaria Ciudad de Alicante de la Universidad de Alicante (calle San Fernando, 40) el acto “A los cincuenta años de la muerte de Pablo Neruda: su relación con Miguel Hernández”, acto moderado y coordinado por José Luis Esparcia, presidente de la Asociación  de Amigos de Miguel Hernández.     

 

Intervendrán: Rodolfo Reyes, sobrino de Pablo Neruda (online); Carmen Alemany y José Carlos Rovira, ambos profesores de la Universidad de Alicante; José Luis Ferris, profesor de la Universidad Miguel Hernández y director de la Cátedra Miguel Hernández de la misma universidad; y Aitor Larrabide, director de la Fundación Cultural Miguel Hernández.

 

El acto, organizado la Sede Universitaria Ciudad de Alicante, la Asociación de Amigos de Miguel Hernández, la Fundación que lleva el nombre del universal poeta oriolano, y el Centro de Estudios Iberoamericanos Mario Benedetti (CeMab), concluirá con la actuación del cantautor Adolfo Celdrán.

 

La asistencia es libre hasta completar la capacidad de la sala.

También se podrá ver en directo a través del enlace: https://si.ua.es/es/videostreaming/polivalente.html   

 

El CeMaB conmemora los 50 años de la muerte de Pablo Neruda con un acto que ahonda en su relación con Miguel Hernández

Rodolfo Reyes, sobrino de Neruda, Aitor Larrabide, director de la Fundación Cultural Miguel Hernández, y José Luis Esparcia, presidente del Asociación Amigos de Miguel Hernández, participan en este encuentro junto a los catedráticos de la UA, Carmen Alemany y José Carlos Rovira, y el escritor y profesor de la UMH, José Luis Ferris

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Alicante. Martes 24 de octubre de 2023

El Centro de Estudios Literarios Iberoamericanos Mario Benedetti de la UA (CeMaB), en colaboración con la Asociación Amigos de Miguel Hernández, organiza la jornada “A los cincuenta años de la muerte de Pablo Neruda: su relación con Miguel Hernández”, un encuentro que tendrá lugar el próximo viernes 27 de octubre, a las 18:30 horas, en la Sede Ciudad de Alicante (San Fernando, 40). La jornada contará con las intervenciones de Rodolfo Reyes, sobrino de Pablo Neruda (online), los catedráticos de la UA Carmen Alemany Bay y José Carlos Rovira, el escritor y profesor de la UMH José Luis Ferris, y Aitor Larrabide, director de la Fundación Cultural Miguel Hernández. Modera el acto, José Luis Esparcia, presidente de la Asociación de Amigos de Miguel Hernández y coordinador de este encuentro.

Al término de las intervenciones, cerrará el acto el cantautor Adolfo Celdrán.
El acto se realizará de manera presencial hasta completar el aforo, y también podrá seguirse en directo.

jueves, 10 de marzo de 2016

Gabriele Morelli, ha publicado en Catedra "Cartas de amor" de Pablo Neruda

 

 

Neruda. Cartas de amor

Pablo Neruda

Edición de Gabriele Morelli. Ediciones Cátedra, Madrid, 2015. 316 págs. 12'50 €
LUIS ANTONIO DE VILLENA | 02/10/2015 |  Edición impresa /El Cultural

                                    (foto: Pablo Neruda y Matilde Urrutia en los años 50)


No fue Pablo Neruda (1904-1973) sólo un poeta de amor o amores, al contrario, su obra lírica es caudalosa en casi todos los sentidos, pero como le ocurre a Vicente Aleixandre que fue su amigo en Madrid (y también Premio Nobel) Neruda aparece muy a menudo ligado al poema de amor, y en su caso al nombre de varias mujeres -musas de carne y hueso- quizá desde ese temprano, sencillo y archiclásico libro en nuestra lengua, que es Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924). Sí, abundoso en poemarios de amor parece lógico que Neruda tuviera una vida amorosa rica y una correspondencia que la testimonie, al menos parcialmente.

Así, el hispanista italiano Gabriele Morelli (siempre puntilloso y atento en sus trabajos) nos ofrece en Cartas de amor una rica gavilla de ese escribir ameno, fácil y lírico también de la prosa nerudiana - y más en la correspondencia- con una cuidada introducción en la que deslinda la vida amorosa de Pablo a través de las cartas a sus mujeres. Sólo faltan, pues esas cartas aún no están publicadas, las dirigidas a Alicia, el último y secreto amor de Pablo, que no por eso dejó a su última gran compañera, Matilde Urrutia. De hecho Alicia (a la que habría dedicado otro libro Álbum de Isla Negra, también inédito) era sobrina de Matilde -hija de su hermano Francisco- y Neruda traicionó a su gran amada con esta sobrina; consta que la tía lo sabía pues en una ocasión pilló a la pareja in fraganti. Morelli llama a esta relación, hasta ahora no muy divulgada (empieza a comienzos de los años 60) "el último amor del poeta anciano". La relación dura -siempre algo a escondidas- siete años. Respecto a Matilde, se acude a un comentario de García Márquez que sugiere que no se debe confundir en amor "la fidelidad con la lealtad". Es decir, Pablo fue siempre leal con Matilde (quien estuvo con él hasta el fin) pero no siempre le fue fiel... Cosas de hombres, dirán -o dirían- algunas mujeres.

También es generoso Morelli al iniciar la selección de mujeres amadas, pues comienza con dos cuyo amor es tan cierto como no erótico: su hermana Laura (a la que llama "Koneca", "conejita", siempre muy próxima) y su madrastra a la que nunca quiso dar ese nombre, pues la quiso mucho, Trinidad Candia, su "mamadre". Aunque las cartas a la hermana ni mucho menos carezcan de valor, el lector espera la relación de musas que se abre con Terusa -hacia 1921- la joven que inspira al bohemio con capa y morador de pensión, a ganar unos Juegos Florales en Santiago. Vendrán después las posibles musas (más de una) de los "Veinte poemas de amor..." -la propia Terusa, Albertina Rosa Azócar, el amor/desamor más duradero de la juventud del poeta, incluso cuando ya está en Birmania o en Ceilán y ella en Europa- para pasar a los que se tienen por los grandes amores de la madurez de Pablo y desde luego los que el gran público mejor conoce: la argentina, millonaria y comunista Delia del Carril, veinte años mayor que el poeta y a quien muchos afirman que debe su militancia política principal- y finalmente Matilde Urrutia (chilena y que había sido cantante de muy joven) y que fue, se ha dicho ya, el amor más definitivo de Pablo, la destinataria de otro de sus mejores libros amorosos, "Cien sonetos de amor". Claro que Morelli se encarga de decirnos que no fueron las únicas y acaso a lamentar que no exista o se conserve correspondencia con la extravagante millonaria británica Nancy Cunard (tan bien retratada por Man Ray) y con la que es seguro que Pablo tuvo algo más que un flirt, así como con otra ocasional (aquí sí hay cartas) Olga Margarita Burgos, estudiante de odontología y buena lectora de poesía...

Como vemos -y probablemente sin llegar a la exhaustividad- la vida amorosa de Pablo Neruda fue ciertamente rica y los avatares (incluso geográficos o políticos) de cada caso están bien consignados en la introducción. Pero obviamente más allá de la biografía, aunque lo marque todo, han de estar las cartas mismas, que tienen tanto el signo nerudiano -su soltura y expresividad lírica muy frecuente, también dibujitos muy elementales- como el signo o sello propio de las cartas de amor. Pessoa dijo que no había nada más cursi que escribir cartas de amor, ni nadie más cursi (o desdichado) que quien no hubiera escrito cartas de amor en su vida. Algo de eso es verdad, pero en Neruda casi siempre suena bien: Los nombres íntimos, las expresiones amorosas o eróticas, la sombra de los celos o del desamor, todo ello pasa inevitablemente por la carta de amor como la ruptura o su fantasma. A Albertina la llama a menudo "mocosa" o "chiquilla"; Delia es ya la "hormiga" o la "hormiguita", apodo que no le puso Neruda (ella era bajita de estatura) pero que duró muchos años: "Mi querida Hormiga de mi alma..."; o Matilde -acaso la de más claro amor- que será por su pelo rojizo "Patoja mía" , la "Pelirroja" o la "Chascona", por lo intrincado de sus cabellos.

Naturalmente como en toda carta de buen amor abundarán los "amor mío", los "adorada" o los finales "te quiere", pero ahí está menos ese Neruda que juega y hace salmos y juegos líricos que es lo mejor de las cartas, junto al sentido de fluidez en la escritura, signo de verdad y facilidad. Una bonita carta a Olga (la última) dice: "Olga dulce, Olga loca, Olga de miel, Olga de fuego, Olga setiembre, Olga agua, Olga roja, Olga ardiendo, Olga sombra, Olga días (...) Olga entre Olgas". ¿No es ello Neruda poemático y puro? Pero asimismo hay muchos detalles personales, mucha sencilla intimidad, por ejemplo en las cartas a Matilde cuando ella no está con él: "Acabo de soñar que volvía, (Neruda está en Varsovia) que usted no tenía teléfono, yo me enredaba con unos alambres en casa y peleaba con la cortina. (...) Cuánto la eché de menos". Del lado de ellas queda un pequeño testimonio de Albertina, escrito en 1983 y reproducido al final del volumen y claro está -aquí sólo citado- el libro que Matilde escribió sobre Pablo, "Mi vida junto a Pablo Neruda" de 1986. Todas (a excepción de la silenciosa Alicia) han muerto ya, como el propio Pablo tras el golpe de Pinochet, la embajada de París y el Nobel en 1971.

¿Qué puede ser el epistolario de un poeta grande sino vida a velas desplegadas? Todo vida.

miércoles, 9 de marzo de 2016

Pablo Neruda abandonó a su hija Malva y a su mujer Maruca

Neruda y las mujeres que abandonó: Maruca y su hija Malva

En 1936 el poeta vio por última vez a su primera esposa y a su única hija. La pequeña, enferma de hidrocefalia, moriría siete años después en Holanda, invadida por los nazis. Es tan largo el olvido, una novela recién publicada en ese país, rescata este episodio.

por Andrés Gómez Bravo - 07/04/2010 - 12:02  CULTURA

Salió de Madrid entre bombas. La Guerra Civil había estallado en España y la lucha entre republicanos y nacionales era feroz. Pablo Neruda, entonces cónsul de Chile, viajó con su esposa, la holandesa María Antonieta Hagenaar, y su hija Malva Marina, a Francia. No sólo huía de la guerra: enamorado ya de la argentina Delia del Carril, había decidido terminar con su matrimonio. El 8 de diciembre de 1936 dejó a su mujer y a su pequeña hija enferma en Mónaco. Y partió a Marsella. Nunca más volvió a verlas.

Días después, le escribía a Delia del Carril: "Yo no quiero sino que vengas, me siento solo, esta mañana me he cortado las uñas por primera vez solo, y a pesar de las dificultades qué bien estar sin Maruca: me sentía vivir de nuevo". Maruca, por su parte, tenía otras preocupaciones: sin dinero y en una Europa amenazada por la guerra, debe cuidar de su hija de dos años, enferma de hidrocefalia. Neruda se reunirá con Delia en París; Maruca y Malva Marina viajarán a Holanda, donde la niña morirá en 1943, durante la ocupación nazi.

La historia de su primer matrimonio y su única hija es uno de los episodios más amargos y menos investigados en la biografía de Neruda. María Antonieta Hagenaar, con quien se casó en 1930 en Java (Indonesia), es apenas una sombra en la historia oficial del vate. Con Malva ocurría lo mismo: omitida por el poeta en sus memorias, el destino de la niña se conoció gracias a un reportaje de Alejandra Gajardo y Antonio Reynaldos en 2004: Hagenaar confió su cuidado a una familia de Gouda, los Julsing. Una vez al mes la visitaba. Su padre (ocupado con el viaje del Winnipeg primero y nombrado luego cónsul en México) no fue nunca.

Bernardo Reyes tocó el tema en "El enigma de Malva Marina". Y ahora es rescatado en una novela recién publicada en Holanda, Es tan largo el olvido. El título está tomado del Poema 20, uno de los más populares de Neruda, y su autora es Pauline Slot (1960). La novela narra la historia desde la perspectiva de María Antonieta Hagenaar y le da voz por primera vez a la mujer que Neruda llamaba "la carabinero" [o la Vaca].


DESTINOS OPUESTOS

 
Pablo Neruda y María Antonieta Hagenaar se concieron en 1930 en Java. Neruda oficiaba de cónsul con su nombre civil: Neftalí Reyes. Había terminado una relación destructiva con Jossie Bliss y se sentía solo y deprimido. Durante un partido de tenis conoció a Hagenaar, una "mujer alta y suave, extraña totalmente al mundo de las artes y las letras", como recordaría. Se casaron al poco tiempo y al principio las cosas anduvieron bien. Solían pasear e ir de picnic a la  playa como unos perfectos enamorados. Pero Neruda debía volver a Chile y la relación comienza a naufragar.

En Santiago, Maruca descubre la otra faceta del cónsul: bohemio y mujeriego. Sin dominar el idioma y con un carácter retraído, la holandesa queda fuera del entorno nerudiano. Con la excepción de María Luisa Bombal, sus amigos no la aprecian.

La pareja viaja a Buenos Aires y luego a España. La crisis es cada vez más profunda. Cuando Neruda visita  a Rafael Alberti, le dice: "Allá abajo está mi mujer, te la voy a presentar. Es casi una giganta". Pero entonces Maruca queda embarazada y una esperanza se enciende. Dura poco: Malva Marina nace en 1934 con hidrocefalia. La alegría de Neruda se transforma en amargura. Mi hija, escribe, es "un ser perfectamente ridículo, una especie de punto y coma".

Malva creció con su familia adoptiva mientras su madre trabajaba en La Haya. En marzo de 1943 murió. Neruda se enteró por un telegrama. No se conoce ninguna reacción del poeta ante la noticia. Holanda estaba invadida por los nazis y Hagenaar pidió a la Cancillería ser repatriada a Chile. Neruda se opuso frontalmente.

Los últimos años de Maruca son patéticos: pobre, sola y adicta al opio,  Gabriel González Videla la trae a Chile para difamar a Neruda. Al poco tiempo se olvida de ella. Maruca no tiene residencia fija. Es detenida por Investigaciones. Al parecer, por drogas. En 1957 vuelve a Holanda, con 300 mil pesos por el divorcio con el poeta. Muere en La Haya en 1965 y es enterrada en una fosa común, el mismo año en que Neruda es nombrado doctor honoris causa en Oxford. El vate se cubría de gloria. A su hija y su ex mujer, las cubría el olvido.


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[Luego se casó  con Delia del Carril, (1884-1989)  a la que dejó en 1949. Luego se casó con Matilde Urrutia (1912-1985), a la que dejó en 1955]