EL MUCHACHO DRAMATURGO -VIRGILIO SOLER- QUE COMPARTIÓ PÁGINA CON EL CABRERO
POETA -MIGUEL HERNÁNDEZ-.
Por Gaspar Peral Baeza
En la revista
semanal madrileña ESTAMPA, año V, nº 215,
del sábado 20 de febrero de 1932, se publicó un reportaje titulado “Dos
jóvenes escritores levantinos: el cabrero poeta y el muchacho dramaturgo”. Su
autor lo firmaba con las iniciales F.M.C.,
que pertenecían al redactor de dicho semanario F. Martínez Corbalán.
El cabrero poeta entrevistado era Miguel Hernández. El muchacho
dramaturgo del que se hacía una semblanza era Virgilio Soler Pérez.
El renombre universal que con posterioridad alcanzó el poeta orcelitano provocó que tal reportaje -que ocupaba toda una página- haya venido
apareciendo, regularmente, en gran parte de los trabajos que se han dedicado a
estudiar su vida y su obra, siendo sólo
citado, trascrito en parte o reproduciéndose, incluso, la página entera. Y, por
tanto, acompañando al nombre de Miguel Hernández se cita, a menudo, también, el nombre del otro joven escritor, el
muchacho dramaturgo, Virgilio Soler, del que apenas se conoce el desenlace de su precoz empeño teatral ni
cualquier otra vicisitud literaria o personal.
En la revista madrileña, su redactor entrevista al pastor poeta, quien
responde a sus preguntas, y figura la conocida y extraña fotografía, firmada
por Llompart, de Miguel con gabán, chaqueta, corbata mal ajustada y zapatos,
sosteniendo en su mano izquierda la carpeta de sus poemas, además de otra del
poeta en la huerta oriholana [sic] rodeado de su rebaño, sin firma. Pero del
muchacho dramaturgo sólo aporta datos de su personalidad y del estreno de dos
de sus obras (aunque sin dar los títulos de las mismas ni otros detalles) y sin
que le formule cuestión alguna, por lo
que parece que el redactor se limita a transmitir una información que le ha
sido facilitada y a reproducir la foto, sin firma, del joven autor teatral que
le han proporcionado (cabeza, cuello, hombros, y jersey oscuro sobre el que se
destaca el amplio cuello blanco de la camisa).
Los datos que se ofrecen de Virgilio Soler Pérez en ESTAMPA son los siguientes: autor de
comedias más o menos astracanescas y en verso; que tiene quince años; que ha
estrenado dos comedias, con éxito, en su tierra natal, que es Alicante, y que
tiene escritas cuatro más; que le premiaron un cuento en un concurso de un
diario madrileño, siendo, pues, su primer éxito literario; que,
desgraciadamente, padece de paraplejia, lo que le impide salir con la
frecuencia deseada de su cuarto de estudio y trabajo, por lo que sólo ha podido
presenciar cinco o seis representaciones teatrales, y, con esta experiencia,
nada profunda, le ha bastado para escribir, con soltura y gracia, dos comedias
en verso, que han sido calurosamente aplaudidas por el público.
Nada más se refleja en esta nota informativa sobre la vida y obra de
Virgilio Soler Pérez.
En los biógrafos de Miguel Hernández solamente he encontrado en uno de
ellos, con referencia a Virgilio Soler, algo más que una simple cita.
Concretamente: en el libro Yo, Miguel, de Francisco Martínez Marín
(Editorial Félix, Orihuela, 1972, p. 67) se insinúa, a propósito del primer
viaje de Miguel a Madrid, que “En el andén, una gran multitud espera. Miguel,
solo o con un amigo de viaje -tal vez, Virgilio Soler Pérez- su compañero de la
entrevista de “Estampa” del 20 de febrero, 1932, de Alicante- coge su maleta y
se adentra...”.No resulta verosímil esa amistad de viaje entre ambos jóvenes:
por las circunstancias personales de uno (paraplejia) y por el silencio del otro sobre tan peculiar
acompañante en las cartas que remitía a sus amigos de Orihuela tras su llegada
a Madrid ni, tampoco, en las de dos
meses después, cuando apareció el reportaje.
En otros estudios distintos a los relacionados con Miguel Hernández
solamente encontré, hace ya algún tiempo,
referencias a Virgilio Soler en el libro Alicante, 1931, de
Fernando Gil, Francisco Aldeguer, Raúl Álvarez y Miguel Martínez-Mena
(Alicante, 1981), donde en la parte que firma este último se dice que estrenó
“En el Salón España, el 9 de diciembre, Virgilio Soler (hijo), en valenciano, No
es aixó lo que vull yo”, que, como se verá, es una cita incorrecta en la
fecha y en el título de la obra. Más recientemente he
vuelto a encontrarme con noticias sobre el joven autor en tres libros dedicados
al arte escénico en Alicante, escritos por Jaume Lloret i Esquerdo, El
teatre a Alacant. 1833-1936 (Valencia, Consell Valencia de Cultura, 1997,
pp. 266-267), Cent anys de teatre valencià a Alacant (1854-1962) (Alicante,
Instituto de Cultura Juan Gil-Albert, 1999, p. 243) y Personajes de la escena alicantina (Alicante,
Patronato Municipal de Cultura, Ayuntamiento de Alicante, 2002, p. 184), en los
que, sin mencionar el segundo apellido del joven, que “sembla ser alacantí”, y
sin hacer referencia alguna al reportaje de la revista madrileña ESTAMPA y a
Miguel Hernández, se da cuenta que con
catorce años el 8 de marzo de 1931 estrenó su primera comedia, en valenciano,
en el “Salón España”, S’ha perdut el foraster y que el 20 de diciembre
de ese mismo año, 1931, puso en escena también en el “Salón España”, otro
sainete, No es aixó lo que yo vullc, y que se publicaron en la
revista de Ediciones Carceller,
Valencia, “Nostre Teatro” nº 49 y nº 81, en 1931 y 1932, respectivamente, donde
explica su deseo de contribuir al progreso de la región y del teatro
valenciano, siendo el argumento de estas obras muy sencillo, que sólo persigue
poder intercalar situaciones cómicas y diálogos plagados de chistes, muchas
veces cogidos por los pelos. En nota, añade Lloret i Esquerdo en Cent
anys..., que sabe que escribió una
poesía a la “Bellesa del Foc” publicada en el diario EL LUCHADOR el 24 de abril
de 1934.
Por mi parte, he de señalar que en la portada de los dos números de
“Nostre Teatro” aparece idéntica fotografía de Virgilio Soler, la misma que
salió en ESTAMPA, pero recortada, ya que sólo figura la cabeza del joven autor.
Aclaro que el título correcto de su primera comedia lleva signos de admiración
(¡S´ha perdut el foraster!), escrita en valenciano, en un acto y en
verso, estando firmada por Virgilio Soler (Hijo). Fue estrenada en el lugar y
fecha arriba citados por la Compañía de Paco Hernández y Ángel Mas con la
primera actriz Lolita Millá. En las páginas iniciales de su texto editado se
hace constar lo siguiente, una vez traducido: “La presente comedia que publica
“NOSTRE TEATRO” es la primera que escribe el joven autor novel, Virgilio Soler,
natural de Alicante, nuestra provincia hermana. Virgilio Soler cuenta 14 años
de edad y eso es suficiente para
apreciar sus notables condiciones de autor que esperamos sabrá aprovechar para
hacer una labor teatral progresiva dando sin tardanza una obra definitiva que
le consagre”. Asimismo, en ellas, se le
hace una pregunta acerca de cuál sea su propósito al escribir esta obra y
responde que “...em proposi seguir l’eixemple d’alguns
autors moderns, posantli una pinsellá de superrealisme, per a vore d’introduir
este nou chénero en lo teatro valensiá, en el meu desix de contribuir al progrés
de la regió”. La dedicatoria dice así: “A mon pare vollgut, en un apretat
abrás, per ser ma primera comedia, en proba del entrañable cariño de son fill.
VIRGILIN”. En la crítica del estreno aparecida en el diario EL LUCHADOR de 9 de
marzo de 1931, sin firma, leemos que el
joven autor “Airoso ha salido en esta primera prueba, y, siguiendo esa afición,
lo que le aconsejamos, le afianzará en esa noble modalidad de teatro regional,
porque ello sirve para ensalzar la patria chica. El diálogo bien llevado y vivo
demuestra que Virgilio Soler puede conseguir éxitos más destacados”.
En cuanto a su segunda pieza teatral (No es aixó lo que yo vullc)
he de aclarar que la denomina comedia – y no sainete-, en un acto y escrita en
prosa –y no en verso-. Firmada por Virgili Soler (fill). Estrenada, con gran
éxito, en la fecha y escenario antes mencionados, por la Compañía de Ángel Mas
y Manolo Álvarez. También se le hace por el editor una pregunta al autor sobre
su propósito al escribir esta obra y
éste responde que “...fou escríurela-que
ya es prou ferla un poquet millor que l’anterior, per lo manco sense tantes
faltes; y, per últim, que fora del agrado del públic, per a que este, al vórela
representar pase el rato lo millor posible. A asó se reduixen les meues aspirasións;
sols me falta saber si hu he conseguit. El públic dirá...”. La obra está
dedicada así: “A mon chermá
idolatrat.Yas, ahí tens esta comedia. Poc val, pero es una obreta de ton gust y
perqué no dedicártela? Prenla, qu’en ella va tot l’inmens cariño de VIRGILI”.
En la crítica del diario EL LUCHADOR, 21 diciembre 1931, además de decir que la
comedia “agradó algo al público que la aplaudió en varios pasajes de la misma”
y que “todas las partes que integran la compañía, se lucieron en sus papeles”
se reseña la anécdota luctuosa de que “El conocido actor Antulio Sanjuán no
pudo trabajar debido al fallecimiento de su madre acaecido en este día,
habiéndose notado su falta”.
Agradezco a don César Moreno, Director de la Biblioteca Pública Fernando
de Loazes, de Orihuela, sus indicaciones acerca de Virgilio Soler y los fondos que sobre el mismo se conservan en
dicha Biblioteca, a los que he tenido acceso: los dos textos teatrales editados
y unos folios mecanoescritos, sin numerar, donde se recogen un conjunto de
poesías, tanto en valenciano como en castellano, fechadas unas en Alicante (o
Alacant), otras en Litero (topónimo que supongo se trata del barranco del
pueblo alicantino de Benigembla), y las dos últimas sin fecha ni lugar, en los
años que van de 1932 a 1935, y sin firma, aunque no cabe duda alguna acerca de
su autoría, ya que en una de ellas (la titulada “Nit sanjuanera”,
fechada el 17 maig 1932) se hace constar que fue “Publicada en EL TIO CUC d’Alacant, el 18 de Juny de 1932”,
y otra (la que lleva por título “La
Bellea del Fòc”, en dos partes ,‘Preludi’ y ‘A la Bellea del Fòc’, fechada el
22 abril 1934), se publicó, firmada por VIRGILI SOLER (fill), en el diario EL
LUCHADOR dos días después.
Estos folios, apaisados, llaman la atención por el exquisito cuidado, la destreza y el gusto que
tuvo el mecanógrafo que pasó a limpio los poemas. Con las letras y demás signos
de la máquina de escribir realizó una serie de dibujos, cenefas y otros
alardes, que son un verdadero primor.
Es de suponer que el mecanógrafo-artista fue, asimismo, el adolescente autor
teatral y poeta.
Las composiciones poéticas incluidas en los sesenta y tres folios
mecanoescritos son inéditas, que se sepa, salvo las dos citadas antes. Llevan
los siguientes títulos: “Pregaria a la Verge de la Soletat”, “Nit sanjuanera”,
“Amad a los niños”, “Poesía”, “Al Hércules”, “Fogueres...”, “La Bellea del
Fòc”, “La rialla”, “Fòc y carn”, “¿¡Felicidades!?”, “A...” y “Pasodoble”. La
dedicada al equipo de fútbol alicantino, un soneto, fechada en Alicante el 28
de enero de 1933, creo que la compuso con motivo de que el “Hércules F.C.” quedó campeón del Sexto Grupo
de la Tercera División.
He respetado la ortografía de los originales de Virgilio Soler. La
normalización del valenciano todavía no había comenzado.
Confío en que alguien se interese por seguir investigando sobre aquel
joven, casi un niño, dramaturgo y poeta, que sigue siendo un desconocido,
Virgilio Soler Pérez, y que en febrero
de 1932 apareció ante los lectores españoles compartiendo toda una página del
semanario madrileño ESTAMPA con otro joven poeta, Miguel Hernández, pastor de cabras, que sí alcanzó, al correr del tiempo, proyección
universal con su obra poética y
dramatúrgica, de desgraciada vida y muerte temprana y trágica.
Gaspar Peral Baeza – Alicante, marzo 2005