Obra de Ramón PALMERAL seleccionada para la exposición en la Sala Emilio Valera de la Fundación CAM de Alicante. del 1 al 15 de junio. Calle Ramón y Cajal. Inauguración el día 1 a la 20 horas. Título: "Las alpargatas del poeta Migule Hernández", óleo de 80 x 90 cm.
Ramón Palmeral perteneció al Grupo Vanguardia 5 de Alicante.
................................. Texto del libro "Miguel Hernández, el poeta de la tres heridas" AMAZON, por 10,42 €........Fragmento de la obra:
3.4).- Viaje a Andalucía y preso en Rosal de
la Frontera
El 18 de abril de
1939 Miguel consigue un pasaporte de la Comandancia Militar de Orihuela para
trasladarse a Sevilla, Jerez y Cádiz, y no para Madrid como se suele escribir
reiteradamente por los biógrafos. Se encuentra “atado a la vida en
libertad” y sin recursos económicos y en la Vega Baja no puede trabajar de
escritor que es lo deseaba. Sale en tren desde Orihuela el 22 de abril
con 200 pesetas que de dio su hermano Vicente (ya que no se hablaba con su
padre), vestía un traje azul que tuvo que vender luego en Portugal, también
llevaba La destrucción o el amor de Vicente Aleixandre, y una carta de éste corrigiéndole un trabajo, mas un
ejemplar de el auto sacramental Quien
te ha visto y quien de ve y sombra de lo que eras (que le publicó
José Bergamín edición de la revistas Cruz y Raya,
Madrid, verano de 1934), ahora sí le interesaba parecer un autor religioso, además
llevaba el salvoconducto expedido por su cuñado en Alcoy y el pasaporte de la
Comandancia Militar de Orihuela.
Si hubiera ido a Madrid en tren, es muy probable que hubiera sido
detenido en el primer control franquista por no llevar pasaporte con ese
destino (en aquellos años no había libertad de movimientos). Además se lo
confirma a Cossío el 19 de abril “Salgo para Sevilla seguramente, y pronto.
Allí espero ver a Guillén y a otros amigos y espero hallar una buena acogida
entre ellos”. Y lo más evidente no hay cartas desde Madrid a Josefina.
El tren hacía
trasbordo en Alcázar de San Juan, donde escribe a su mujer donde le dice que ha
visitado a los tíos y unos primos de ella. Llega a la estación de Córdoba en Sevilla
y busca a Joaquín Romero Murube, director de palacio Alcázar, junto a la catedral y la
Giralda. Circula la leyenda urbana de que Murube le tuvo
oculto como jardinero en los Reales Alcázares de Sevilla, para
quitarlo de la vista de Franco que por esas fechas estaba allí. En esa fecha ni
Franco estaba en Sevilla, ni el general conocía a Miguel, ni éste fue
jardinero. De haber sido así, se lo hubiera contado a Josefina.
Pasa unos días
en Sevilla, manda una estampa de Jesús del Gran Poder (el Señor de
Sevilla) a los padres de Ramón Sijé. En otra carta le cuenta a su mujer que
Sevilla es el paraíso “yo he cogido una indigestión de pescado” (sería el típico
pescado frito adobado de los bulevares a la orilla del Guadalquivir en la
calle Betis). Parece ser que estuvo unos día en casa de Eduardo Llosent (este
estaba en Madrid), calle San Vicente nº 22, rodeado de criados. (Es la
dirección que le da a Josefina para que ella dirija las cartas allí).
Como no encuentra refugio seguro en Sevilla, estuvo marcha a Cádiz,
en busca de Pérez Clotet (que fue director de la revista Isla, y donde se publicó una reseña de Perito
en lunas y una octava real), pero no le encuentra ya que estaba en
su pueblo de Villaluenga del Rosario.
En Huelva está
el 29 de abril, escribe a su mujer y al consulado de Chile en Lisboa.
Escribe una carta a Lisboa, suponemos que escribe al Consulado de Chile
(Gabriela Mistral estaba en 1939 en el Consulado de Niza). Un
camión le lleva de Huelva a Aroche (sin parar en Valverde del Camino). Escribe
en su memorias Diego Romero Pérez, natural de Valverde del Camino (Huelva) según
su libro Miguel Hernández en mi recuerdo (Camas, 1992), era el contacto pensado
por Miguel para pasar a Portugal. Lo cual no pude ser cierto, ya que al
abogado lo conoció meses después cuando Miguel estaba preso en la prisión de
Torrijos, lo verá el 2 de agosto de 1939 y otra vez el 15 de septiembre de
1939, al salir de la prisión de Torrijos 65 cuando se entrevista con él, y es
quien redacta la solicitud del salvoconducto en el Gobierno Civil de Madrid
para ir a Cox. Caminando desde Aroche cruza el río Ribera de Chanza, llega
a Santo Aleixo, vende un traje y el reloj que le regaló Vicente Aleixandre para su boda, le dan unos escudos, este mismo
comprador lo debió denunciar a la policía.
El 3 de mayo
será detenido por la Policía Internacional Portuguesa,
salazarista, cerca del pueblo de Moura, porque “había pasado clandestinamente
la frontera por lugares no autorizados para hacerlo” que le pone a disposición
de la policía española (Cuerpo de Investigación y Vigilancia de Fronteras) en
Rosal de la Frontera (Huelva), según el atestado que se inició el día
siguiente. Será “estrechado a preguntas”, vejado y maltratado durante un
interrogatorio que duró diez horas seguidas, luego retornará al Depósito
Municipal del Ayuntamiento de Rosal donde estuvo 5 días. El alcalde recibe
orden del Gobernador Civil de Huelva para que el día 9 de mayo a las 6 de la
mañana lo entregue a una pareja de la Guardia Civil que lo traslada a la
Prisión de Huelva, con destino a la de Torrijos 65 de Madrid.
3.5).-Se le
instruye el sumario de urgencia 21.001
Los agentes del
Cuerpo de Investigación y Vigilancia de Rosal de la Frontera: Antonio
Márquez Bueno y Rafael Córdoba Collado,
instructores del atestado, lo ponen a disposición del Ilmo. Sr. Secretario de
Orden Público e Inspector y Fronteras de la Provincia (situado en el Gobierno
Civil de Huelva), éste envía al detenido y las diligencias, según escrito
del día 9 de mayo, se supone, a dos autoridades: al Gobernador Civil de Madrid y al Gobernador Militar de Madrid según el
telegrama de 28 de mayo. A los efectos de sanción gubernativa y a la vez
iniciar juicio penal por ser escritor al servicio de la República, delito según
la Ley de Responsabilidades Políticas. Puesto que el paso de frontera suponía
además una sanción administrativa y no penal, lo pena se derivaba del hecho de
ser escritor “rojo” (se citan revistas como El Ataque, El Mono Azul, Lucha, el Comisario y Occidente). Pero en el Sumario 21.001
no aparece el escrito del Gobernador Civil de Huelva dirigido al Gobernador
Civil de Madrid (Jefatura del Servicio Nacional de Seguridad.
Detenidos gubernativos), porque es lógico que no esté un expediente gubernativo. Sí aparecen en el
Sumario 4.487 (libro EL otros sumario contra Miguel Hernández de Enrique Cerdán Tato, 2010, Ayuntamiento de Elche).
Según se
desprende de los escritos cruzados entre el Jefe del Servicio Nacional de Seguridad y el
Comisario Jefe de Investigación y Vigilancia de fecha 3 de junio y 22 de junio,
las diligencias se extraviaron en el traslado del preso. O una vez en la
prisión de Torrijos 65 desaparecieron. Son dudas que surgen de los hechos de
sus puesta en libertad
El Gobernador
Militar de Madrid envía las diligencias, que ellos sí había recibido al Auditor
de Guerra del Ejército de Ocupación de Madrid, quien a su vez se los
remite al Juzgado Militar Permanente nº 5 de Madrid con fecha 9 de
junio, cuyo juez militar es el comandante Arsenio Rodricio Arias, por
providencia del 9 de junio de 1939 donde ya le ha puesto el número
21.001, se inhibe por ser Miguel escritor y lo vía al Juzgado Militar de
Prensa, sito la plaza de Collado, nº 4 (lugar donde estuvo la Asociación de
Prensa), de Madrid, por ser Miguel, un periodista y escritor, que lo
presidía capitán jurídico Manuel Martínez Gargallo, lo recibe según providencia el 4 de julio, el 6 le toma
la primera declaración indagatoria que es donde confirma y se ratifica que es
escritor (y se añade que es de ideas antifranquistas y revolucionarias) donde
da los nombres de personas que pueden confirmar su buena conducta mediante
avales (en esta época los avales tenían una importancia decisiva para los
penados): José María de Cossío, Juan Bellod Salmerón, Luis Almarcha, Ernesto Giménez Caballero y Rafael Sánchez Maza. También confirma que en marzo del 37 estuvo
tratando de reorganizar la extinta “Barraca” de Federico García Lorca.
Se sobreentiende
que el Gobernador Civil de Huelva envió al detenido a la prisión de Torrijos
con una copia carbón de las diligencias; y a su vez, el original para
Gobernador Militar de Madrid.
Previamente el 6
mayo, Miguel había escrito a Josefina pidiéndole que recabara informes de
conducta a las personas antes citadas, incluso estaba Baldomero Jiménez (sic), Giménez
Giménez, entonces Alcalde de Orihuela.
El 30 de mayo le confirma en carta a Josefina que ha recibido el aval de Juan Bellod Salmerón desde Valencia y dice Miguel a su mujer que lo utilizará cuando le llamen a declarar. Este aval de Bellod que era secretario de la jefatura Provincial de la Milicia de F.E.T. y de la J.O.N.S. de Valencia, no aparece en el Sumario de urgencia 21.001. El abogado defensor Diego Romero Pérez no entregó el aval al Juez Instructor Gargallo. Diego Romero era Alférez Provisional de Infantería y perteneciente a la Auditoría de Ejército e Ocupación, ya que éste le devolvió el aval al salir de la Prisión de Torrijos 65, el 15 de septiembre, ¿por qué? Este aval sí aparecerá en el segundo Sumario, en el 4.487, del Juzgado Militar de Orihuela, porque Miguel que lo tenía en su poder lo entregó el 1 de octubre del 39 al Juzgado Militar de Orihuela, en las diligencias indagatorias. También llevaba consigo un certificado de buena conducta que le extendió su abogado defensor para solicitar salvoconducto en el Gobierno Civil de Madrid para poder venir a Cox. Ambos documentos: aval y certificado que el Juez de Orihuela no envió al Juzgado Militar de Prensa, a pesar que dos veces, el 23 y 27 de octubre del 39 le pidió que se inhibiera y le remitiera la totalidad de lo actuado, donde además le comunica que por “error material” (no sabemos qué es un error material) había sido puesto en libertad por la Dirección General de Seguridad.
El 6 de julio
del 39 presta la primera declaración indagatoria ante el Juez Militar de Prensa
Manuel Martínez Gargallo, donde manifiesta su oficio de escritor, reconoció sus
ideas antifascistas y revolucionarias, que perteneció a la 1º Brigada
Móvil, que trató de reorganizar "La Barraca", que es autor de Viento
del pueblo, libro al servicio de la cusa del pueblo, que recocía que
la Causa Nacionalista era una invasión, que Carlos Morla le aconsejó que se
marchara a Chile, asegura "que ni ha asesinado ni denunciado a persona
alguna", y da los nombres de personas que pueden avalar sus buen conducta.
El juez Gargallo pedirá informes al
Ayuntamiento de Orihuela, que remitirá firmado por el alcalde con fecha 14 de
julio, Baldomero Giménez, cuyo informe será desfavorable: “su actuación en esta
ciudad desde la proclamación de la República ha sido francamente izquierdista,
más aún marxista, con activísima propaganda comunista, con labor
comunistoide...
Tampoco se unió
al sumario la carta del vicario don Luis Almarcha, de la que habla Miguel en su epistolario de 22 de agosto
de 1939 “He recibido el certificado de don Luis Almarcha. No es gran cosa lo
que dice, pero servirá a mi abogado defensor probablemente...” ¿qué hizo el
alférez-abogado Diego Romero con la carta de don
Luis Almarcha? Aunque como se ha comentado ya, a don Luis le interesaba más un
trofeo de redención política y espiritual, que su cuerpo, por eso en el año 42
le obliga a un casamiento religioso “in extremis” o “in articulo mortis”,
en el Reformatorio, a modo de victoria personal.
O sea, estos
dos avales, que eran decisivos, no aparecen en el sumario 21.001, que sin duba
hubieran servido de atenuantes para el Juicio de los dos Consejos de
Guerra, el fallido del 7 de octubre del 39 y el del 18 de enero del año
siguiente en que se le sentenció a muerte.
Sí está la carta de la
Editorial Espasa-Calpe informado de su conducta, o sea, hemos de entenderlo
como un informe indirecto de Cossío:
“Miguel Hernández Gilabert no prestaba sus servicios
directamente a esta empresa, sino a las órdenes de uno de nuestros directores
literarios, pero podemos manifestar que su conducta ha sido en todo momento
correcta, lo mismo para su jefe que para las demás personas de esta editorial.
Por Dios, por España y su Revolución Nacional-Sindicalista”. La misiva contenía
en su parte inferior una posdata: “Su jefe, D. José María de Cossío, se halla actualmente ausente y
oportunamente le daremos cuenta de este requerimiento, para que dé a usted su
informe”.
El 20 de julio
el Juzgado Militar de Prensa, Manuel Martínez Gargallo, y con la manifestación del poeta-pastor solicita sus
obras literarias Viento del pueblo y Teatro en la guerra.
El 6 de septiembre comparece de nuevo ante el Juez Martínez Gargallo para prestar nueva declaración y diligencias indagatorias, actuando como secretario Antonio Luis Baena Tocón. Donde vuelve a manifestar su oficio de escritor (en esto el Juez tenía mucho interés en que así se declarara, por ser delio de propaganda revolucionaria). Manifiesta que no fue Comisario Político en la 1º Brigada del Campesino, a pesar de que así se afirmaba en la Introducción de la obras "Teatro en la guerra", que estuvo en el Santuario de la Virgen de la Cabeza como agente de propaganda con el Comandante Carlos (Vittorio Vidali). Le preguntado si había presenciado la muerte del Capitán Cortes, manifestó que no, que éste había muerto en el hospital a consecuencia de las heridas en la lucha, y vuelve a dar los nombres de personas solventes, solo señala a dos: a Cossío y a Juan Bellod.
El 9 de septiembre el Juez pide ejemplares de a los diarios Arriba, El Sol y La Voz, donde Miguel publicó artículos y firmo el manifiesto de la Alianza de Intelectuales Antifascistas.
El 15 de septiembre Antonio Luis Baena Tocón, secretario de
Gargallo y alférez de cuerpo jurídico hace una transcripción del manifiesto de
los Intelectuales Antifascistas “A los intelectuales antifascistas de todo el
mundo”, donde figura Miguel entre otros intelectuales republicanos que se había
publicado en El Sol el 19 de
noviembre de 1936.
El 15 de septiembre es puesto en libertad por
el Gobernador Civil de Madrid.
El 28 de
septiembre el Fiscal del Ejército de Ocupación bajo la firma de Ramón Orbe,
solicita la pena de muerte, por un delito de adhesión a la rebelión militar
párrafo 2º de art. 238 de C.J.M. (La ley al revé) y otros delitos accesorios.
El 7 de octubre
del 39 se reúne el Consejo de Guerra Permanente nº 6 para juzgar a Miguel pero
tiene que suspenderlo por haber sido liberado el procesado como preso
gubernativo el pasado 15 de septiembre. El Presidente pide explicaciones por esta
libertad que “no parece legítima” y pide un procedimiento de esclarecimiento.
El 10 de octubre la
Auditoria de Guerra, remite el sumario otra vez al Juez Militar de Prensa y
ordena su captura e ingreso en prisión, sin saber que ya estaba detenido en los
sótanos del seminario de San Miguel de Orihuela.
El 20 de octubre el
Directo General de Seguridad tiene que dar explicaciones al Juez Gargallo,
donde le dice que había recibido el oficio nº 9.939, del Gobernador Civil de
Madrid. Ordenan al Agente Sr. García del Paso hacer un informa de los hechos, y
expide uno favorable sobre la conducta de Miguel y además se deduce que se
entrevistó con Cossío. Quien le expide otro informe también favorable, al que
considera una persona inofensiva que nunca se metió en Policía (sic, Política),
que observa una conducta intachable y que llevaba detenido mucho tiempo como
detenido gubernativo desde mayo. Y se argumentaba que las diligencias habían
sido extraviadas y nunca llevaron a la Auditoría.
El 18 de enero
de 1940, se reúne de nuevo el Consejo de Guerra Permanente, esta vez es el
nº 5 y no el nº 6, el presidente del Tribunal era el comandante
Pablo Alfaro Alfaro, asesorado por 4 vocales capitanes, junto a 28 detenidos
más le condenan a muerte. El abogado defensor militar Diego Romero no se presentó al
juicio porque se había trasladado a Valverde del Camino (Huelva) para preparar
oposiciones a Notaría. O sea, Miguel quedó en total indefensión en el juicio
oral. Porque todo era una pantomima, esta prejuzgado. Deduzco que Miguel ya
estaba condenado a muerte, incluso antes del juicio político más que delictivo
infundado. Ahora la ejecución de la sentencia a muerte la tiene que firmar
el Caudillo.
Texto de la condena
dice literalmente:
RESULTADO: probado y así lo declara el Consejo
que el procesado MIGUEL HERNÁNDEZ GILABERT, de antecedentes izquierdistas se
incorporó voluntariamente en los primeros días del Alzamiento Nacional al 5º
Regimiento de choque e intervino entro otros hechos en la acción contra el
Santuario de Santa maría de la Cabeza. Dedicado a actividades literarias era
miembro activo de la Alianza de Intelectuales Antifascistas habiendo publicado
numerosas poesías y crónicas, y folletos, de propaganda revolucionaria y de
excitación contra los procesos de orden y contra el Movimiento Nacional,
haciéndose pasar por “el poeta de la revolución”.
El 19 de junio
del mismo año, en la prisión de Torrijos recibió la visita de José María Cossío y de José María
Alfaro, falangista, que le prometen hacer
gestiones al más alto nivel con el ministro sin cartera Rafael Sánchez Maza y con Dionisio
Ridruejo, si hace un gesto y escribe favorable
sobe el nuevo régimen. De hecho, Cossío se lo comenta a Rafael Sánchez Mazas,
Vicesecretario de F.E.T y de las J.O.N.S; y éste a su vez al general Emilio
Varela.
Por otro orden de
actuaciones, el Sr. Dionisio Ridruejo, a la sazón Director General de Propaganda, escribió
al ministro de Educación Nacional José Ibáñez Martín, para que mediara también en el indulto
de la pena de muerte, y no se repitiera el caso Lorca. Extrañamente José
Ibáñez, responde a Ridruejo el 7 de enero de 1040, antes del 18 de enero del
aquel año, cuando fue su condenado a muerte.
El 24 de
junio del 40 Varela le comunica a Mazas que el Generalísimo que le han
concedido el indulto de la pena de muerte y conmutado por la pena inmediata
inferior, fecha 24 de junio de 1940. Cossío recibe la misma información de
Carlos Santís de fecha 27 de junio mismo año.
José María Cossío acudió al
Reformatorio de Adultos de Ocaña para entrevistarse con Miguel otra vez más,
quien le ofrece la libertad a cambio de colaborar con el Régimen. Propuesta que
Miguel rechazó de lleno y se enfadó notoriamente, él era el autor de Viento
del pueblo (poemario de 1937 al servicio del pueblo) y no podía traiciona
sus ideales, y a los lectores de sus poemas, entendidos por la Justicia como
marxista y revolucionarios.
(He
de destacar que la información ha sido tomada del libro de Juan Guerrero Zamora Proceso a Miguel
Hernández. El Sumario 21.001, Editorial Dossat. S.A. 1990).
3.6).- Puesta en libertad. El otro
sumario a Miguel Hernández el nº 4.487
Como
he comentado fue puesto en libertad el 15 de septiembre de 1939 junto a otro
detenido llamado Andrés García del Valle, se supone
que por error administrativo (la Prisión de Torrijos informó que los pusieron
en libertad por mandato del Juzgado Militar de Distrito de
Buenavista y del Excm. Sr. Director de Seguridad. Sin duda, como ya se ha dicho,
por el extravío de las diligencias, basado en el informe positivo del agente
García del Paso y de José María de
Cossío ante la autoridad gubernativa (Gobierno Civil de Madrid ya descrito), no
judicial, y por llevar mucho tiempo como preso preventivo. Por la Dirección de
Seguridad de Madrid. El Gobernador Civil le extiende un salvoconducto con el
certificado expedido por el abogado Diego Romero para viaje a Cox
(figura en el Sumario 4.487).
No se cree que fue puesto en libertad por la
intercesión de Pablo Neruda ya en París con el
cardenal francés Baudrillart, éste se limitó a enviar una nota al embajador
de España en París, José Félix Lequerica, y ésta a su vez lo envió al
Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid, donde quedó archivado hasta su
reciente descubrimiento por Eutimio Martín.
Una vez libre
en Madrid se refugiará otra vez en el taller del escultor Víctor González de calle Garcilaso
10, visita a Eduardo Llosent que vivía cerca del taller
(según carta a Cossío de 19 de septiembre, no sabe por qué le han puesto en
libertad) Y con su abogado Diego Romero que le devuelve el
aval de Bellod (se ve que no lo había entregado al Juzgado). Acude por segunda
vez a la Embajada de Chile (ahora está Germán Vergara Donoso, a Carlos Morla Linch le habían destinado
forzosamente a Alemania).
El hallazgo del
segundo Sumario 4.487, se lo debemos al periodista, escritor y
hernandiano Enrique Cerdán Tato (1930-2013), que
publicó El otro sumarísimo contra Miguel Hernández, septiembre 2010, por el Ayuntamiento de Elche gracias a su
alcalde Alejandro Soler.
Miguel fue detenido el 28
de septiembre en la calle Mayor de Orihuela cuando salía de la casa de los
padres de Ramón Sijé, por el oficial de Juzgado Municipal,
José María Martínez Pacheco, alias “El
Patagorda” que lo entrega a la Guardia Municipal. El atestado que da
origen a la detención lo instruye el Inspector de la Guardia Municipal, Manuel
Morell Roger, actuando como auxiliar el subinspector
Hermenegildo Riquelme García (que curiosamente aparece como
testigo en la declaración ante el Juez Militar de Orihuela de fecha 12 de
diciembre de 1939, y aparece como empleado, de 31 años de edad, vecino de la
calle San Juan, curiosamente la misma calle donde había nacido Miguel en el
número 80 ¿Y como es que el agente Riquelme aparece luego con oficio de empleado? El atestado municipal se lo
remiten al Juez Instructor Militar de Orihuela, presidido por Lucas
Girona y
secretario un tal Ricardo Moné, que inicia el procedimiento sumarial. El
día 1 de octubre le toman declaración indagatoria. Lucas Girona será sustituido por Padrón
Quevedo.
Manuel Martínez Gargallo ofició al Juez
Militar de Orihuela con fecha 23 y 27 de octubre 1939, comunicándole que
la puesta en libertad de Miguel fue un «error material», y el 6 de noviembre le
pide el traslado del detenido y la remisión de las diligencias actuadas por
segunda vez. Miguel fue trasladó como preso a la prisión de Conde de Toreno, en
tren (no hay constancia documental de que fuera transeúnte por la de Alicante).
Al salir de la prisión de San Miguel (sótanos del seminario de Orihuela)
iba esposado a otro preso, era el 3 de diciembre. Josefina Manresa, escribe en su libro Recuerdos de la viuda de Miguel
Hernández, Ediciones de la Torre, Madrid, 1980,
que un guardia civil, Pepe Fuente, de la edad de su padre, soltó a Miguel para
que pudiera tener a su hijo Manolillo en brazos.
El 13 de diciembre de 1939 se le tomó declaración al segundo testigo
Luis Tormo Fons de 33 años de edad,
vecino de Orihuela, escribiente, domicilio en calle Masquefa nº 4 ante Padrón
Quevedo y
por el secretario Ricardo Moné, donde declara contra Miguel.
El Juez Militar de
Orihuela pide informes de conducta a las autoridades locales. Al Comandante de Puesto de la Guardia
Civil de Orihuela, Manuel Salgeno o Salgeño Delgado, dio, como era de esperar, un
informe desfavorable sobre Miguel, «Cuando los rojos tomaron el Santuario de la
Cabeza, iva (sic por iba), él arengando a las fuerzas, trayendo (sic por
sustrayendo), a este algunos libros cogidos en este Santuario», firmado el 2 de
diciembre de 1939. Puesto que en el cuartel debía estar su ficha personal con
las detenciones habidas antes.
Al alcalde de
Orihuela que era Baldomero Giménez Giménez. Éste remitió dos informes desfavorable contra Miguel, el
primero a petición de Gargallo el 14 de julio de 1939, diciendo que «ha sido
francamente izquierdista, más aún, marxista, incapaz por temperamento de acción
directa […] últimamente se lo conoce por «Poeta de a revolución», y el segundo
informe el 4 de diciembre de mismo año.
Al Jefe del Servicio de Información e
Investigación de F.E.T y de las J.O.N.S. del Distrito Local de Orihuela (cuyo
nombre no entendemos en la firma), también dio un informe desfavorable diciendo
que era un «elemento peligrosísimo y despreciable”. Firmado el 7 de diciembre
1937, basado en los informe de los testigos de la cusa Hermenegildo
Riquelme y Luis Tormo Barrio Nuevo (sic por Barrionuevo).
El 15 de agosto de 1941,
El procedimiento de urgencia 4.487, se remite desde Orihuela al Juzgado Militar de Elche según
providencia del Sr. Luis García López. Desconocemos por qué se remitió a Elche
¿Quizás vivía Josefina ya en Elche? Y el 31 de diciembre se lo remite al Juez Militar
de Prensa.
El 5 de enero de 1942 se
hace cargo del procedimiento el Juez José Niñoles Manzanares de
Alicante, por haber cesado el teniente coronel auditor Adolfo Canencia de la Cuesta. Actuaba como secretario el soldado
Manuel Torres Valero.
El 4 de mayo de 1942, fue
sobreseído provisionalmente, tras haber
fallecido Miguel. El Juez Militar de Orihuela y da cuenta al de Elche, con la
coletilla “por si hubiera la posibilidad responsabilidades civiles de los
herederos. Y Auditor de Guerra de Alicante
Vicente Navarro Flores, el 19 de junio de 1942, da cuenta a la
superioridad, y es el General Auditor de la Jurisdicción Militar Exenta de
Alicante, Murcia y Albacete, quien decreta el “SOBRESEO DEFINITVAMENTE” el 27
de mayo. El Sumario fue archivo al
Gobierno Militar de Alicante el 6 de agosto de 1949, es decir, siete años y medio
después de muerto Miguel.
No cabe duda, como escribe
Enrique Cerdán Tato, que Miguel era un apreciado trofeo en disputa que podía
dar prestigio profesional y movimiento en el escalafón a quienes la juzgaban y
condenaban. Cayó en manos del engranaje burocrático judicial y no había forma
posible de que saliera de él. A Miguel iban a condenar a muerte fuere como
fuere. Esta fue también la idea de los dos Consejos de Guerra y del Juez
Instructor Gargallo. Porque el autor de Viento del pueblo había sido una
pieza clave en la propaganda republicana y amigo El Campesino, el Comandante
Carlos, Enrique Líster que lo utilizaron a su antojo hasta enfermar.
El descubrimiento del
Sumario de urgencia 4.487, iniciado en el Jugado Militar de Orihuela, evidencia
la animadversión que había en Orihuela contra el pastor- poeta, por las
declaraciones desfavorables los testigos ya mencionados, y la no remisión de
documentos y avales que le sirvieran de atenuantes ante el Jugado Militar de
Prensa, que no fue fueron unidos al primer Sumario 21.001 –según Francisco
Escudero Galante, p. 138, Actas del III Congreso
Internacional- abierto por el Juzgado Militar de Prensa de Plaza
del Callao, 4 de Madrid, en un el juicio colectivo junto a otros 28 reclusos en
el Consejo de Guerra, han servido para que actualmente los herederos de Miguel
Hernández, a través del abogado Carlos Candel Ochotorena, hayan
pedido la nulidad de la sentencia a pena capital por defecto de forma. Recursos
que se han sido denegados... (sigue)
Ramón Fernández Palmeral.
En este libro se incluye completo el " Cancioenro y romancero de ausencias"