Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com
lunes, 19 de junio de 2017
Correspondencia de Miguel Hernández a Carlos Fenoll, por Ramón Fernández Palmeral en Ágora
Sobre el mito de la correspondencia de Miguel Hernández a Carlos Fenoll
EL TEXTO REPASA LAS CARTAS DE MIGUEL HERNÁNDEZ DIRIGIDAS A SU AMIGO CARLOS FENOLL O QUE CONTIENEN REFERENCIAS A ÉSTE. Damos
por sentado que nos encontramos ante un poeta desconocido que no se
sustenta por si solo sin el andamiaje mediático del autor de El rayo que no cesa. Sin
embargo, por desconocido no es un poeta menor. Fenoll es un caso
insólito, pues siendo cita obligada en las biografías hernandianas, no
aparece en las bibliografías, cuando en realidad fue el mejor biógrafo
posible, de haberse conservado la correspondencia cruzada y haber
escrito algún libro. Carlos renunció a ser su biógrafo en los años
juveniles. Que quizás, con el soporte de una buena editorial le hubiera
reportado cuantiosos beneficios; y, en cambio, se dejó llevar por la
sombra vencida al ver tenebrosa la vida, excusándose en que no quería
recordar el pasado, suplicaba que, por favor, no le hablaran más de
Miguel. Por la lógica de los sentimientos, pensamos que, si una persona
quiere olvidar los fantasmas del pasado es debido a que no le fueron
gratos, y uno de estas neuronas encendidas fue el recuerdo de Miguel.
¿Por qué? Prácticamente todos los biógrafos desde
Pérez Álvarez, Antonio García-Molina, Manuel Molina, José Guillén,
Muñoz Garrigós, Joaquín Ezcurra, Vicente Ramos, Martínez Marín, Moreiro,
Eutimio Martín, García Selma… coinciden en afirmar que quemó, como ya
hemos comentado, en el horno de la tahona, una supuesta maleta llena de
cartas y originales de poemas para la revista Silbo, de la que
era director; más ejemplares de la revista no vendidos que también se
convirtieron en pavesas como cometas. Jamás en la historia se han comido
panes más poéticos, más hernandianos y más feroces del fuego.Mucho
se ha especulado –sin pruebas documentales– sobre la desaparecida
correspondencia de M.H. en su poder y los originales de otros poetas que
le mandó Miguel desde Madrid para publicar en el número tres y posibles
sucesivos de la misma revista. No obstante, salvó ocho sonetos y varias
cartas, la de ¿mayo-junio? de 1936 O.C. 2404 y la de 12 de junio de 1936 O.C. 2423, y que Molina publicó en el libro Canto encadenado, Instituto de Estudios Alicantinos, nº 35, 1978, p.12, Molina escribe: "Del
aprecio y afecto de Miguel Hernández por el panadero hay innumerables
pruebas, muchas de ellas publicadas en libros y revistas interesadas en
la vida del genio oriolano, otras se perdieron en el fuego, en la
hoguera que de sus papeles íntimos hizo Carlos Fenoll, intentando
purificar su pasado, y algunas pocas pasaron al archivo de sus amigos
más próximos", Entre estos amigos más íntimos estaba el propio Molina que recibió dos cartas y ocho sonetos de MH. En carta a Vicente Ramos, tras recibir Carlos el libro Seis poemas inéditos, le hace una confesión que confirma la “negligencia” en la custodia del legado: "Me alegra -nos dice el 28 de agosto 1951- poder
guardar ahora estas cosas de Miguel, que he tenido tantas veces y otras
tantas las he perdido por mi incurable dejadez (...) Algo terrible, que
yo, menos que nadie, me perdono". No sabemos la fecha
de la inclemente incineración pero por el poema “Hora maldita” de 1943,
pudiera ser cierto. Las causas pudieron ser, entre otras, el temor a
conservar documentos que le pudieran llevar a la cárcel o fusilamiento,
si un registro de falangistas llegara a su casa. En la posguerra MH era
un amigo peligroso, no obstante, aparece en el homenaje del “ciprés
máximo” el domingo 26 abril del 42 junto a otros amigos y hernandianos,
ya nombrados anteriormente. ¿O que le remordía la conciencia ante
actuaciones y omisiones no reveladas?, aunque latentes y enmascaradas
en olvidos voluntarios y lapsus memoriae o amnesia espontánea.
Por lo que hemos visto y estudiado existió un periodo de empatía entre
Carlos y Miguel Hernández desde los años 1928 a julio 1936, donde las
cartas –según el epistolario, fluyen-; a partir de esta fecha ya no hay
cartas ni alusiones a Carlos en el epistolario a Josefina Manresa -excepto la carta a la familia Fenoll del 3 de mayo de 1939. Quizás debido a desacuerdos entre ellos por el último número de Silbo, la separación física por inicio de la guerra o peticiones de favores no correspondidos.
Lo que no disponemos son de la cartas de Carlos a Miguel, que deben
encontrarse, hoy, en el Archivo de Miguel en cajas fuerte de algún banco
de Elche, después de haber salido del Centro de Estudios de
Investigación MH de Elche por desacuerdos entre los herederos y la nueva corporación municipal del PP. Veamos las cartas que poseemos con referencias o dirigidas a Carlos Fenoll, que obran en las Obras Completas RBA Tomo II, impresas en las páginas: 2291, 2293, 2294, 2297, 2367, 2389, 2404, 2423, 2545.1.- Cartas a Ramón Sijé donde hace referencias a Carlos
Cuando MH decide iniciar su primer viaje a Madrid, Carlos colaboró con
algunas pesetas de su bolsillo e incluso le acompañó a la despedida en
la estación de Orihuela el 30 de noviembre del 31 junto a Ramón Sijé.
Las primeras cartas de MH están dirigidas a Ramón Sijé -verdadero
corresponsal de esta época- no a Carlos. Con recaditos y recuerdos o
alusiones a Fenoll, son cuatro las referencias que tenemos: A).- Primer carta desde Madrid de 11 de enero de 1932, le escribe a Sije: ”A Fenoll, que no se aparte de mí” (O.C. II, 2291) B).-Segunda también desde Madrid a Sijé de 6 de marzo del 32. (O.C. p.2293) “Dile a Fenoll que cante y cante y cante… la teneseora” y que te ame mucho” C).- Tercera la carta desde Madrid a Sijé de 17 de marzo del 32. (O.C. p.2294) "(Que lea esto Fenoll)
Carlos: ¿Te acuerdas de la niña aquella que vi la última tarde de mi
estancia en Orihuela? Pienso en ella a todas horas. No te rías. Aunque
te parezca absurdo estoy como tú... Haz el favor de darle (lo más
discretamente que puedas y a solas si es posible) ese sobrecito.
Decidme si hay procesiones. Aquí ni se notará que es Semana de Pasión.
Ved a mi madre y preguntadle por qué no recibo carta suya. Saludad a
todos los amigos. Abrazos." D).- En carta a Sijé desde Madrid 5 de mayo de 1932 (O.C. 2297)
“Esta mañana he recibido carta de (¿Fenoll? ¿Poveda?)... y en cuyo
exterior me manda un bonito romance… más parece un madrigal. La
escribiré un día de (éstos, puede que ) tal vez mañana."2.- Cartas dirigidas a Carlos Fenoll Tras la muerte de Ramón Sijé en la Navidad
de 1935, Miguel tiene mucho interés en publicar el ensayo sobre el
romanticismo de Sijé, y escribe a Juan Guerrero Ruiz, a los padres de
Sijé, a José Ballester de LaVerdad de Murcia, lo intenta
con Manuel Altolaguirre, con José Bergamín, sin éxito. Escribe a Manuel
Manresa Pamies –padre de Josefina Manresa- para reiniciar su relación de
noviazgo epistolar con Josefina Manresa, y además con Fenoll, al que le
escribe directamente para sus intereses: A).- La primera desde Madrid es una larga carta, siempre interesado, es de febrero de 1936 (0.C. 2367-2370). Se inicia con una excusa:
“Nuevamente ocupada la tinta. Asuntos de imprenta y de mil demonios me
han tenido la mano sujeta para no poder escribirte. Recién editado mi
libro El rayo que no cesa [salió el 24 de enero de 1936 en la editorial Héroes], en cuanto me den ejemplares estará entre vosotros”…
La carta ocupa tres páginas, el resumen gravita en que necesita buscar
un apoyo financiero y también de recadero. Le habla sobre la edición de
su libro El rayo que no cesa, le anuncia que vendrá con libros para poder venderlos todos y poder pagar a Manuel Altolaguirre.
No dudamos que Fenoll le comprará un ejemplar y que se lo dedicará.
Además le dice que ha hablado con José Bergamín para publicar el ensayo
de Sijé, se trata de La decadencia de la flauta y el reinado de los fantasmas,
que había recogido en el Ministerio de Instrucción Pública. Rechazado
por Altolaguirre con la excusa de no tener linotipia para una edición
unas 300 páginas. La verdad es que el original de Sijé es complejo y
árido de leer, texto que necesitó de una poda y un índice. (Ensayo Simbología secreta de “La decadencia de la flauta y el reinado de los fantasmas”, de Ramón Sijé, Ramón Fernández Palmeral, Ediciones Palmeral, Alicante, 2005)
Le dice que ha recibido un poema muy raro de Poveda “La choza del
ringorrango…” Le anuncia una segunda Elegía a Sijé dirigida a la novia y
hermana Josefina. También le comenta que ha recibido una carta de
Justino con unos trabajos. Le dice esa repetida frase de “Tú haces lo
mejor cantando hacia dentro de cuando en cuando y no hacia fuera. Pierde
la mitad del verso que se diga y gana doble el que se queda en la
garganta”. Le manda saludos para todos los amigos del
barrio: Rosendo, el Mella, Gavira, el Habichuela, Tafalla, José María,
el Moya… […] “Di a Poveda [Jesús] que ese deseo suyo que le acomete a
destiempo es tonto. Vale más hacer un pan que un periódico”, puede ser
el preludio de Silbo. Le dice que no escribe a su primo
[Antonio Gilabert Aguilar] ni a Molina [Podría ser Antonio García-Molina
o Manuel Molina Rodríguez], saludos a Bascuñana [José Murcia Bascuñana]… a tu madre [Monserrate], a Efrén, Josefina [Fenoll], a Carmen [hermana de Carlos]… Es decir, se aprecia en esta carta un deseo de emprender una relación epistolar. B).-La segunda, desde Puertollano de marzo del 36 (O.C. 2389), es una tarjeta postal, la escribe desde Puertollano, donde está en una de las Misiones Pedagógicas por la Mancha y Andalucía. Donde le dice que vendrá por Pascua, se está refiriendo a la Pascua de Resurrección, Semana Santa. La Josefina que nombra en esta carta “Di a Josefina que no se acongoje por mi llegada”, se refiere a Josefina Fenoll.Reproducción
del manuscrito de una tarjeta postal de Miguel Hernández enviada a
Carlos Fenoll desde Puertollano en marzo de 1936 C.- La tercera aunque aparece con fecha de mayo de 1936 (O.C.
pp.2404-2405), está comenzada en una fecha y terminada semanas después,
posiblemente a primeros de junio, en la que le habla de que ha recibido
el libro de Poemas, 1936. Le comenta que ha recogido 50 ejemplares de la revista Silbo. Se sorprende que saliera un segundo número. Se dirige a Carlos con “Señor director de Silbo”.
Lo cual indica el interés por la amistad para fiscalizar en la revista.
Le manda un recado a Poveda para que no imite el estilo de Pablo Neruda
y haga sus propios sonetos, con su propia voz. Ha recibido de Ramón
Pérez Álvarez un prospecto del Teatro Circo. Le dice que le manda dos
poemas, uno es un soneto de un poeta sevillano que empieza amigo suyo. Y
el otro es de un amigo de Aleixandre, que tenía interés en que se
publique. No dio el nombre suponemos que podría tratarse del poeta
antequerano José Antonio Muñoz Rojas (1909-2009). D.-La cuarta carta está fechada el 12 de junio 1936 (O.C.
2423). Se inicia con cierta frescura: “El tiempo que no es oro para
mí, sino cosas más amargas que el metal, me hace escribirte a máquina
estas cartas por la prisa que me da para muchas cosas…”
Responde a una carta de Carlos, -cuyo original no sabemos donde se
encuentra actualmente- en la que le dice MH que se la ha leído a
Aleixandre, antes de irse para Miraflores de la Sierra… Le comenta su
deseo de que Aleixandre vaya a Orihuela, a Neruda también se lo ha
propuesto y no sabe si irá alguna vez. Aleixandre piensa escribirle a
Fenoll y a Ramón Pérez Álvarez, y que ellos dos le escriban porque está
enfermo (le falta un riñón) y muy solo. Le enuncia una buena nueva: “Se
habla mucho del movimiento Silbo. Desde ahí parece que nadie se
entera de nada, pero los mejores hombres de letras de Madrid se
interesan más de lo que uno se cree”. El
11 de junio se organizó una despedida en casa de Aleixandre calle
Velintonia nº 3, donde acudieron Neruda, Altolaguirre, Concha Méndez, el
pintor Rodriguez Luna y Miguel Hernández. Le comenta que tiene escrito dos actos de El labrador de más aire,
cuando vaya a Orihuela les leerá todo lo que tiene. Le aconseja a
Carlos que no se precipite en sacar el tercer número, que cuando él
llegue a Orihuela sacan juntos el tercer número, “Quiero -en tono
imperativo- que vaya en primera página Vicente Aleixandre”. Le dice que
tiene en la Revista de Occidente la Elegía a Garcilaso de la Vega
y “Sino sangriento”. Por esta carta sabemos que el 13 de junio recitó
en Unión Radio de Madrid. Una vez más pide dinero para ir a Orihuela,
“por eso lo he enviado a la revista” se ha a entender que los ha tomado a
cuenta de lo que había cobrado de la venta de algunos ejemplares de la
revista. De ser cierto debió enfadar a Carlos y al Grupo, lo que
suponemos es que Silbo, como cualquier revista poética de aquella o de esta época, debía
ser una ruina económica. Para contentarle le manda una foto del torero
Lagartijo, sabedor de su afición taurina. Piensa escribir a Ramón Pérez
Álvarez pero renuncia por el agotamiento de un día ajetreado. E).- La quinta y última carta enviada desde la cárcel de Torrijos de Madrid, de fecha 31 de mayo de 1939 (O.C.
2545), pero dirigida a la familia Fenoll como hermanos y primos, puesto
que los presos no podían escribirle a los amigos, sólo a la familia.
Por puras ansias de libertad necesita que los amigos le escriban, les
dice: “Josefina escríbeme y dime de Poveda[…] Escribidme Carlos,
Ascensión y decidme muchas cosas para sentirme más acompañado aquí.
Habladme de vuestros hijos, del horno, Efrén: de Orihuela, de Justino, del río ese que nos sigue arrollando desde lejos”.
No tenemos constancia, hoy por hoy, si esas esperadas cartas de la
familia Fenoll llegaron o no a manos de Miguel. Lo cierto es que, en el
epistolario de Obras Completas, no aparecen más referencias a la familia Fenoll.
A partir de esta fecha no tenemos cartas de MH, bien por que se han
perdido o por que no se escribieron por diferentes razones, que si no
apuntadas sí latentes. 3.- En septiembre del 39 Carlos estaba escondido en su casa
Cuando ponen a MH en libertad de forma inesperada en la cárcel de
Torrijos el 15 de septiembre del 39, bien por un error burocrático
entre la jurisdicción civil y militar, o bien por una Orden de Franco
que instaba a poner en libertad a todos los presos que todavía no
hubiesen sido juzgados, como fue el caso revelado del humorista Miguel
Gila, se viene a Cox. Otras versiones oficiosas apuntan que ante la
imposibilidad del régimen franquista de alimentar a cientos de miles de
presos republicanos tuvieron que excarcelarlos, pues se les morían de
hambre. Transcribo unos datos biógraficos de dudosa verosimilitud, cómo
Manuel Molina y Carlos visitan a MH en Cox: "Nuestro
último encuentro fue al principio del otoño del año 1939. Mi hermana
mayor me dijo que Miguel había estado en mi casa preguntando por mí y
que tenía prisa por llegar a Cox, donde estaban su mujer y su hijo. Al
día siguiente, a primera hora, salí para Orihuela, donde comuniqué a
Carlos Fenoll la noticia. Nos pusimos de acuerdo y partimos al mediodía
para Cox. Cuando llegamos, Miguel dormía, la siesta. Después de los
abrazos de rigor, de unas ensaladas y unos vinos, le preguntamos a
Miguel qué era lo que pensaba hacer. Nos dijo que había estado más de
cuatro meses en una cárcel de Madrid y que había salido libre y sin
ninguna denuncia, que ahora pensaba dedicarse a trabajar la tierra. "Por
lo pronto—nos dijo—, mañana voy a Orihuela a ver a mis padres de la
calle de Arriba y a los de la calle Mayor” (Miguel Hernández y sus amigos de Orihuela,1969:72-73)
En una conversación coloquial es innecesario decir que voy a visitar a
mis padres de la calle de Arriba y luego a los de la calle Mayor, con
decir voy a visitar a mis padres y a los de Sijé ya es comprensible.
Como ya he comentado desde el golpe de Casado, marzo del 39, el
miliciano Carlos Fenoll, que había servido en el frente republicano,
regresó a Orihuela estuvo escondido en su casa sin poder dar señales de
vida, pues de lo contrario sería detenido y enviado a la cárcel o a los
campos de concentración hasta depurar sus responsabilidades ante los
franquistas. La mañana del 28 de
septiembre, Miguel, que nunca dejó de ser un ingenuo y se creía inmune
porque no tenía delitos de sangre, sino como agente de propaganda y
periodista, fue desde Cox a Orihuela a visitar a sus padres y a los
padres de los Sijé en la calle Mayor 27; al terminar esta visita, por la
tarde, sale con Justino Marín y en la puerta de Eusebio Escolano,
diputado de la CEDA, es insultado por José María Martínez el Patagorda, oficial
del Juzgado Municipal, que se la tenía jurada y llevaba tiempo
buscándole, y había estado en Cox con tal motivo, éste le denunció al
inspector de la Guardia Municipal Manuel Morell Rogel,
que fue quien le detuvo y lo llevó a Comisaría. Justino le acompañó y
se quedó esperándole en la puertas pero ya Miguel no salió más, sino que
le llevaron al Juzgado Militar nº 2 ante el alférez Lucas Girona
(podría tratarse de Francisco Lucas Girona, luego alcalde de Orihuela
desde 11 de marzo de 1943), desde aquí a la Prisión Central (Edificio
del Seminario Diocesano de San Miguel), en el seminario que había sido
convertido en Campo de Trabajo por los republicanos desde junio de 1937,
desde que expropiaron todos los edificios religiosos oriolanos, que
ejercían funciones de diferentes usos y alojamientos de refugiados,
cuarteles de tropas y Academias de Oficiales de Carabineros (“Orihuela y
la Guerra Civil”, hermanos Agustín y Ricardo Castaño Martínez, 2011) Durante los dos meses de detención en el sótano del seminario, Miguel escribió, según consta en el Tomo II de las Obras Completas,
siete cartas a Josefina, dos a José María de Cossío y una a los padres
de Ramón Sijé, sin fechar, posiblemente en la primera semana de octubre
del 39 (pero con la dirección de calle Arriba 73). En la que increpa a
Justino de su poco ánimo y estado enfermizo que sigue bajo la falta de
sus padres, y que parece ser le dejó solo en la puerta de la Comisaría:
"Justino: No creo [que] estés esperándome a la puerta de la Comisaría
todavía. Dime cómo se desenvuelve tu juventud, expuesta a muchos
peligros y devaneos, a muchas frivolidades que luego pueden acarrear
consecuencias graves. Mírate en mi espejo, y no quieras que te suceda
nunca cosa parecida. ¿Escribes?, ¿tienes novia? Estás excesivamente
animado de calor materno. Siempre te lo he dicho. Tu salud y tu reposo
serán sabrosos y mejores el día que empieces a decidirte a vivir más
independientemente del cariño paterno y fraterno, sin que quiera decirte
que los menoscabes y los abandones. Marilola, ¿cómo
te va? Seguramente mejor que toda la familia, y eso es bueno. Muchos
abrazos y recuerdos para todos y hasta pronto o hasta tarde". (“Últimas
cartas inéditas de Miguel Hernández”. Aitor L. Larrabide, Letras de
Deusto, nº 86, enero-marzo 2000). (Según
Aitor, se trata de una fotocopia del original pues éste se perdió hace
tiempo. Es una cuartilla escrita por las dos caras, de difícil lectura).
Como suponemos, que los Fenoll no
respondieron a las cartas de Miguel de 31 de mayo del 39 desde su
primera detención en Torrijos. La relación se ha roto, y por ello no es
lógico que exista un encuentro en Orihuela entre MH y Carlos o con Efrén
durante la segunda quincena de septiembre de este mismo año. Como hemos
repetido varias veces Carlos está oculto como topo de guerra.
Durante sus dos meses de cautiverio en los sótanos del seminario nadie,
ni padres, ni amigos, le visitan, sí acude varias veces su esposa con
Manolillo, a llevarle ropa o comidas (sobre todo huevos). Su hermano
Vicente pidió una vez permiso para visitarlo pero no se lo dieron. Había
que sacar un permiso de visitas. La única destinataria de las cartas
será Josefina Manresa, son cartas agónicas y desesperadas, pregunta por los amigos pero sin especificar nombres :
"…y dime si hay noticias de alguien de los que esperaba contestación…
Con que venga un día mi padre basta " [no fue que sepamos]. (O.C. 2571)
En otra carta de octubre del 39 desde el seminario a Josefina, le
pregunta si alguno de los amigos a los que ha escrito le ha contestado: "Quiero saber si algún amigo ha tenido la ocurrencia de contestar a mis cartas y a mi petición..." (O.C. 2571.) En otra carta de octubre:
"…Voy a tener que escribir otra vez para que nuestros amigos se
acuerden una vez más de nosotros. No me gusta pedir, me agrada y me
alegra dar".(O.C. 2572) Otra carta de octubre:
"No me has mandado ni una nota tuya ni esas cartas de los amigos.. Mira
que me hacen falta noticias vuestras con que matar el tiempo, aquí más
largo que en ninguna otra parte…."(O.C., 2573) El
poeta encarcelado no nombra ni a Justino, ni a Bascuñana, ni al primo,
ni a Carlos, ni a Manuel Molina, ni a Josefina Fenoll, ni a Poveda
éstos ya estaban en el exilio. No fue posible la ayuda humanitaria de
los amigos. Es posible que estos amigos reclamados en cartas fueran
otros: José María de Cossío o Vicente Aleixandre o Germán Vergara en Madrid. Otra carta de octubre: "Nada. No aparecen por aquí esas cartas que te he pedido. ¿Qué pasa? Tú no sabes el tiempo que tengo para aburrirme aquí. (O.C.2575)…"
Estuvo más de dos meses en el seminario-prisión y no hay testimonios de
que aparecieran por allí cartas ni sus amigos de Orihuela. Por ello,
Miguel ni le nombra ni le nombrará desde entonces. La última carta
dirigida directamente a Carlos es la ya mencionada del 12 de junio de
1936 (O.C. 2423). Además de a
Josefina, escribió a Cossío, seguramente a Germán Vergara, a Vicente
Aleixandre a y a todos sus amigos de Orihuela: Justino Marín se lleva
sus ironías. Quizás también escribió a Bellod, a Bascuñana, a Lizón.
Durante sus años en las cárceles: Torrijos 65, Conde de Toreno, Palencia y penal de Ocaña nunca tuvo visitas de los padres ni de su mujer. Ya en Alicante
recibió las visitas casi diarias de su mujer y de su hermana Elvira,
casada con Francisco Moreno Soriano, empleado de banca, nunca de sus
padres. Su hermano Vicente estuvo tres veces. En el mes de marzo de 1942
fue a verle don Luis Almarcha, acompañado del director del
Reformatorio, de Gabriel Sijé, Antonio Fantucci y Alfonso Ortuño para
darle “consuelo espiritual”, cuando lo que necesitaba Miguel era un
sanatorio para tuberculosos.Cuando murió Miguel,
al día siguiente los amigos Eladio Belda, Mariano Cremades y Justino
Marín fueron a ver al padre para darle el pésame, dijo en la puerta de
su casa “Él se lo ha buscado”. No tenemos constancia de que ningún
Fenoll fuera a darle el pésame. Tampoco se conoce ninguna elegía de
Carlos “publicada” dedicada a MH. Sí estuvo en el homenaje en el ciprés
máximo de 29 de abril del 42. Existe una fotografía –sin fechar- de
Carlos con el padre de Miguel realizada por Antonio García-Molina
Martínez, en el huerto de la higuera. Es decir, hoy en día no se conocen
ni las causas, ni los motivos, ni la fecha del quebrantamiento de esta
amistad, que en este trabajo hemos tratado simplemente de exponer sin
aventurarnos en conclusiones. Ramón Fernández PalmeralArtículo cedido y autorizado para su publicación por Ramón Fernández Palmeral, autor del libro Carlos Fenoll: trayectoria vital y poética, Editorial Palmeral, Alicante 2012, año del centenario nacimiento del poeta oriolano Carlos Fenoll Felices.