Sinopsis:

Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com

martes, 2 de abril de 2019

El olvidado filólogo albaceteño Tomás Navarro Tomás, autor del prólogo de "Viento del pueblo"

 

 

Tomás Navarro Tomás

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Tomás Navarro Tomás
Información personal
Nacimiento12 de abril de 1884 Ver y modificar los datos en Wikidata
La Roda, España Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento16 de septiembre de 1979 Ver y modificar los datos en Wikidata (95 años)
Northampton, Estados Unidos Ver y modificar los datos en Wikidata
NacionalidadEspañola Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
OcupaciónLingüista, escritor, profesor universitario y romanista Ver y modificar los datos en Wikidata
Cargos ocupados
  • Secretario de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones científicas (desde 1936) Ver y modificar los datos en Wikidata
Empleador
EstudiantesRafael Lapesa Melgar Ver y modificar los datos en Wikidata
Miembro de
Tomás Navarro Tomás (La Roda, Albacete, España, 2 de abril de 1884 - Northampton, Massachusetts, EE. UU., 16 de septiembre de 1979) fue un filólogo, bibliotecario, ensayista y lingüista español. Académico y director de la Biblioteca Nacional de España, investigador en la JAE y científico de ideología republicana, se exilió en 1939, recalando en Estados Unidos, donde fue cofundador de la Academia Norteamericana de la Lengua Española.1

Biografía

Discípulo de Ramón Menéndez Pidal y de Miguel Asín Palacios,23​ se doctoró en Madrid en 1908 y entró en el Cuerpo Facultativo de Bibliotecarios y Archiveros.1​ Comenzó su tarea de investigación lingüística como editor de textos clásicos, como Las moradas de Teresa de Jesús y la obra poética de Garcilaso de la Vega, publicados primero en la colección La Lectura y luego Clásicos Castellanos de la editorial Espasa-Calpe. Entre 1912 y 1913 fue becado por la Junta para Ampliación de Estudios para estudiar fonética y dialectología en universidades francesas, alemanas y suizas.4​ Al su regreso comenzó a colaborar con Menéndez Pidal en la fundación de la Revista de Filología Española y fue elegido para dirigir el laboratorio de fonética del Centro de Estudios Históricos,5​ asociado a la JAE. En este campo se le debe la introducción en España de los métodos de investigación de esta rama de la Lingüística y su Manual de pronunciación española de 1918.
Como director del laboratorio de fonética experimental del Centro de Estudios Históricos (CEH), tuvo entre sus estudiantes a María Josefa Canellada y Alonso Zamora Vicente, ambos dialectólogos y que acabarían uniéndose también en matrimonio. Desde ese cargo, impulsó y coordinó los trabajos de investigación para la construcción del Atlas Lingüístico de la Península Ibérica (ALPI),67​ en cuyo equipo se encontraban Aurelio Espinosa (hijo), Lorenzo Rodríguez-Castellano, Manuel Sanchis Guarner, Francesc de Borja Moll, Aníbal Otero, además de los portugueses Rodrigo de Sá Nogueira, Armando Nobre de Gusmão y Luís Lindley Cintra.a
Con el musicólogo Eduardo Martínez Torner, y dentro de la tarea de recolección de la música tradicional española, compiló entre 1931 y 1933 el llamado Archivo de la Palabra, donde quedaron grabadas las voces de destacados personajes públicos de todas las esferas (grabaciones que fueron conservadas, y tras el paréntesis del franquismo editadas por la recuperada Residencia de Estudiantes).8
Ingresó en la Academia de la Lengua Española el 19 de mayo de 1935, para ocupar el sillón "n" minúscula, con un discurso sobre El acento castellano.b9​ Fue director de la Biblioteca Nacional de España entre 1936 y 1939, y se le considera uno de los principales responsables de salvar gran parte del tesoro bibliográfico español del bombardeo de Madrid, durante el largo asedio a que el bando sublevado sometió a la capital de España. En 1937 tomó parte activa en el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura. Es el autor del prólogo de Viento del pueblo de Miguel Hernández, Valencia septiembre 1937.

Exilio

En enero de 1939 abandonó España con otros intelectuales republicanos, entre ellos Antonio Machado, hacia Francia. Perdida la causa republicana, tras la Guerra Civil Española se exilió con su familia en Estados Unidos, donde ocupó la cátedra de Filología hispánica en la Universidad Columbia (Nueva York) hasta su jubilación (1939 y 1952).3​ En los años cuarenta su nombre fue tachado de algunos de sus libros por la censura franquista.[cita requerida]
En el exilio americano continuó desarrollando su trabajo de investigación. Así, en 1944 publicó el Manual de entonación española y en 1946 los Estudios de fonología española. En 1951 devolvió a España los materiales recogidos para el Atlas, que había llevado al exilio para salvaguardarlos. En 1962 apareció en Madrid el primer tomo del Atlas Lingüístico de la Península Ibérica.
Escribió también Métrica española. Reseña histórica y descriptiva (1956), un estudio ya clásico sobre versificación. Un epítome de este trabajo apareció dos años después con el título Arte del verso (1959).
Murió en el exilio a los 95 años.101

Distinciones académicas

Miembro fundador de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, fue asimismo miembro de la Hispanic Society de Nueva York, de la «American Academy of Arts and Sciences» y del «Hispanic Institute in the United States»; miembro honorario de la «American Association of Teachers of Spanish», y presidente honorario de la Sociedad Nacional Honoraria Hispánica Sigma Delta Pi, de California. De la selección de otras distinciones puede anotarse doctor honoris causa por el Middlebury College de Vermont, en 1940.9

Reconocimientos

En 2008 se le dio su nombre a la Biblioteca Tomás Navarro Tomás,11​ declarada Bien de Interés Cultural y perteneciente al Centro de Ciencias Humanas y Sociales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España. También ha dado nombre a algunos centros e instituciones de enseñanza.12

Selección de obras

Además de su cualificada edición de la obra de Garcilaso de la Vega y su estudio de Las moradas de Santa Teresa,5​ se han valorado en especial manuales y estudios monográficos como
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Prólogo (en cursiva) a "Viento de puebl" de Miguel Hernández. 1939, Imprenta Durá Valencia



Miguel Hernández, nacido en Orihuela (Alicante), tiene veinticinco años. Es hijo de unos humildes pasto­res de cabras. Desde niño ha trabajado en el cuidado del ganado y en el cultivo de 1a tierra. Aprendió las primeras letras en una escuela de Orihuela. Pasaron primeramente por sus manos algunas de las mediocres novelas por entregas que las editoriales de este género de literatura sembraban por los pueblos. En un círculo obrero de su ciudad natal encontró libros de nuestros autores clásicos. Un amigo, estudiante, le proporcionó obras de Antonio Machado, de Juan Ramón Jiménez y de otros poetas contemporáneos.

Publicó sus primeras poesías en un periódico local. En 1932 dió (sic) conocer en un librito unas octavas rea­les nacidas bajo la fascinación del POLIFEMO, de Góngora [42 octavas de Perito en lunas]. Cruz y Raya le publicó en 1934 un auto sa­cramental. En 1936 ha reunido una serie de sonetos en un nuevo librito titulado «E1 rayo que no cesa». Tiene, además, una obra de teatro inédita, «E1 labrador de más aire», drama manchego, en verso, en que, bajo la forma clásica, presenta un trozo de vida popular, cam­pesina, con sus luchas y afanes modernos.

Al estallar 1a guerra, Miguel Hernández se inscribió en el 5º Regimiento. Primeramente trabajó en la cons­trucción de fortificaciones. Después, destinado a Infan­tería, ha luchado como miliciano en la brigada del « Campesino». Sus últimas composiciones, poesías de guerra, escritas en el campo, en las trincheras, ante el enemigo, han aparecido en el periódico de milicianos «A1 Ataque», y se han reproducido en numerosos perió­dicos murales. En muchos casos, sus recitaciones exal­tando los ánimos de sus camaradas han hecho vibrar los campos con aplausos enardecidos.

Sus veinticinco años cargados de experiencia, fe­cundados con las enseñanzas de la vida pobre, áspera y difícil, han madurado su figura varón, 1 y su alma de pastor, poeta y miliciano. Siente con amplitud y pro­fundidad la tragedia de España, el sacrifico del pueblo y 1a misión de la juventud. Sirve a su pueblo como poe­ta y como soldado. Su espíritu, encendido en un puro ideal de justicia y libertad, se vierte generosamente en sus composiciones poéticas y en su vida militar. El caudal de sus sentimientos lucha con la dificultad de palabra y del verso, sin encontrar siempre ha forma de expresión justa y adecuada. Se percibe la pugna interna entre el ímpetu de una vigorosa inspiración resistencia de un instrumento expresivo insuficientemente dominado. Pero esta misma forma, labrada con visible esfuerzo y tenacidad, contribuye en cambio a reforzar la impresión de honda y cálida sinceridad emocional que sus composiciones reflejan.

En el efecto de sus recitaciones, las cualidades de su estilo hallan perfecto complemento en las firmes in­flexiones de su voz, en su cara curtida por el aire Y el sol en su traje de recia pana, en su justillo de velluda piel  de cordero y hasta en el carácter de su dicción "fuertemente marcada con el sello fonético del acento regional. Sus ademanes son sobrios y contenidos y su expresión enérgica, grave y concentrada. Hay una ardiente exaltación en el recogimiento de su gesto y en la fijeza e intensidad de su mirada. No es de extrañar que, como él mismo dice, su espíritu se sienta ^"Pe­netrado con el aliento de los campos de Castilla que con el de los huertos levantinos. La dignidad del tono, del ritmo y del concepto, hacen revivir en sus labios en muchos pasajes las resonancias épicas del Romancero.