Robert Quereda
El legado de Miguel Hernández /Elchedigital
La pasada semana, de la mano del escritor Enrique Cerdán Tato, cronista irreemplazable a pesar del PP, Miguel Hernández obtenía a título póstumo su carné de periodista; mientras tanto su legado iba a parar a la sombría caja fuerte de una entidad bancaria.
Parece que los verdugos se apropian frecuentemente de la obra de sus víctimas, pero muy rara vez están dispuestos a pagar un alquiler por ella. En un gobierno municipal que rinde homenaje al último alcalde franquista, el palmericida Quiles, es obvio que el rojo Miguel Hernández supone un estorbo, y más si cabe cuando hay que pagar por su legado.
Con la renuncia por parte del equipo de Alonso a mantener en Elx el legado del poeta lo que la ciudad pierde no es sólo ese legado, lo que perdemos es un patrimonio que va a ser muy difícil recuperar.
Desde Esquerra Unida consideramos que la cifra a pagar por el Ayuntamiento era considerable, sobre todo a causa de que sus anteriores inquilinos, tanto como los actuales están demostrando, el erario público se pierde en obras caprichosas que revierten en intereses privados.
Pero en el actual gobierno del PP se nota la ausencia absoluta de un perfil negociador con los herederos de Hernández, que podría haber conseguido mantener su legado en ésta que es su segunda ciudad y la de sus familiares y donde, además la Universidad lleva su nombre. Aquí ha quedado también patente la ineptitud del concejal de “cultura”.
Desde Esquerra Unida pensamos que es posible otro modelo, que con menos nepotismo, menos revanchismo, menos despilfarro del erario público y mayor capacidad negociadora..., se puede hacer más cultura, se puede hacer más ciudad.
La Sra. Alonso pasará a la historia de Elx como la clausuradora de bibliotecas públicas y la que impidió que el legado de un poeta y escritor de la magnitud de Miguel Hernández se quedara en la ciudad.
Con el PP, “Elx cultura 0,0”
