Sinopsis:
Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com
miércoles, 16 de mayo de 2012
Entrevista a Aitor Larrabide en Información
Aitor Larrabide: Nuevo director de la Fundación Miguel Hernández.
´El legado del poeta está en Orihuela porque para conocerle hay que venir´
Diario Información, 13 de mayo 2012
Aitor Larrabide (Bilbao, 1969) asume el reto de dirigir la fundación cultural del poeta de Orihuela tras la marcha de Juan José Sánchez Balaguer. Con un planteamiento continuista, ganas de trabajar en la difusión en internet y seguir publicando, este filólogo se confiesa enamorado del poeta. Su legado, más que manuscritos, es la emoción que se siente al ver la higuera.
e. g. brotons
¿Cómo afronta las primeras horas en el cargo?
Trabajando, preparando la presentación del martes ("Voces de la calle Arriba", de Tony Juan, a las 20 horas en el Casino de Orihuela). Tengo que estar agradecido al Patronato, a los anteriores directores y esencialmente a Juan José Sánchez Balaguer, eso en primer lugar. Es una responsabilidad por supuesto, la afronto con la normalidad del trabajo que llevamos realizando desde hace diez años para seguir la senda magníficamente trazada por Juan José.
¿Con intención continuista?
Seguimos con los proyectos y las publicaciones, naturalmente con los premios literarios... Vamos a contar con Juan José como patrono de la Fundación, su experiencia es fundamental. Son momentos de gran emotividad. Ahora recuerdo a un chaval de cuarto de Filología Hispánica que el 19 de septiembre de 1991 vino con su padre y su hermana a la Casa Museo por primera vez... Me impactó de tal manera que ya desde entonces tuve claro que quería hacer algo por Miguel Hernández. Siete años después hice mi tesis doctoral sobre él, y con trabajo humilde y modesto el poeta ha estado en toda mi vida, incluso en mi boda.
¿Cómo entra el poeta de Orihuela en la vida de alguien nacido en Bilbao, pese a la distancia?
La distancia no es tal. A los 16 años empecé a leerlo gracias a un profesor de Literatura del seminario donde estudié y esa llama volvió a avivarse cuando estudiaba en la Universidad de Deusto. Mis padres tenían un apartamento en Torrevieja y como no me gustaba la playa me venía a Orihuela a leer a la biblioteca pública. Ya en Bilbao promocioné la presentación de libros como las obras completas de Miguel Hernández en 1992, desde una asociación impulsé el mayor conocimiento de la figura del poeta y venía cuando podía, después en mis años de becario en el Ayuntamiento de Elche y cuando hice en Orihuela mi tesis doctoral. Lo primero que siento es un profundo agradecimiento a aquellas personas que han visto en este exótico hernandiano del norte a alguien que se siente profundamente enamorado de Miguel Hernández y, pese a los conocimientos que pueda tener, encantado de seguir aprendiendo y descubriendo.
Traspasada la línea roja del Centenario en 2010, ¿en qué horizonte fija la mirada ahora?
La mirada es seguir difundiendo la figura del poeta. El Centenario fue muy importante para recoger lo sembrado todos estos años. Nos dimos cuenta de la proyección de la Fundación gracias a los talleres de empleo pero también a las nuevas tecnologías, en las que Juan José ha tenido muy claro que con la página web y las redes sociales se consigue una difusión muy importante. También por el prestigio de los premios literarios, de las publicaciones... Son tiempos económicamente complicados, pero vamos a seguir con el mismo empeño para que esa llama de Miguel Hernández siga viva, para que Orihuela y la Vega Baja sigan estando orgullosas de que naciera aquí y de esta entidad. No olvidaré que a 50 metros tengo la higuera y la Casa Museo. Conocí a personas como José Guillén García, profesor que ya falleció que me apoyó muchísimo para sentirme como en casa. Es esencial recordar la fidelidad a las raíces y el cariño.
Económicamente no es el mejor momento, ¿Cómo lo llevará?
Doblando la ilusión. Las circunstancias no son las mejores ahora, pero tampoco lo fueron cuando la Fundación empezó a andar. Hay que aunar sinergias para seguir impulsando la figura de Miguel Hernández más allá de cuestiones presupuestarias. Afortunadamente la Fundación puede afrontar estos inconvenientes como lo hizo Juan José desde el principio, haciendo que todo el mundo sienta como suya esta entidad. Dicen que son malos tiempos para la lírica pero Miguel Hernández se convierte en el referente ético de que la poesía es necesaria hoy mucho más que nunca. Y hay redes sociales que son asequibles para emprender la labor.
El destino del legado sigue en el aire. ¿Qué opina?
Ojalá el legado pudiera venir a Orihuela, aunque parece que hay otras noticias que hablan de tierras andaluzas. Por encima de que ojalá estuviera aquí, si no están los manuscritos el legado sigue estando en Orihuela, fundamentalmente porque quienes quieran conocer a Miguel Hernández tienen que venir. Yo he visto los documentos después, pero cuando vine por primera vez y conocí la higuera... Esa emoción es indescriptible y es la que vienen buscando muchas personas. Tenemos la obligación de seguir difundiéndolo en colaboración con otras instituciones, como la Biblioteca pública y su sala hernandiana.
Entonces el legado no es para usted algo material o físico...
El legado es lo que significan anécdotas como que en el año 2002 vino una mujer de más de 90 años de Barcelona que antes de morir quería conocer la casa de Miguel Hernández. La acompañé en la visita y para mí ese es el legado, ese es el que Orihuela y toda la comarca tienen que agradecer.
¿Le ha dado Juan José Sánchez Balaguer algún consejo o a fuerza de trabajar tantos años juntos sobran las palabras?
Los consejos son siempre bienvenidos. En este caso el consejo es seguir trabajando. Sigo siendo la misma persona, seguiré trabajando por Miguel Hernández y contando con personas como Juan José o Víctor Sánchez. La línea marcada creo que es la adecuada.