Por Ramón Fernández Palmeral, 25 de mayo de 2012
La polémica hernandiana suscitada en los años 1990 fue muy agresiva y muy interesada por adjudicarse una paternidad, me refiero al muy importante descubrimiento del Sumario 21.001 y la primacía del hallazgo entre la Comisión Técnica del Ayuntamiento de Alicante y el periodista franquista Juan Guerrero Zamora. Fue una paternidad muy discutida a brazo partido, que todavía colea, por la relevancia histórica de los documentos relativos al proceso contra el universal poeta Miguel Hernández.
Hechos ya históricos que he traído al recuerdo por haber encontrada la participación de Ramón Pérez Álvarez, gracias a los estudios de José Ruiz Cases “Sesca” sobre la biografía de Pérez Álvarez, 2011 (edición particular de escasa tirada, impropia de un libro tan importante, que debió contar con ayudas institucionales).
No debemos confundir el Sumario 21.001 (contiene 75 documentos), con el Expediente Carcelario del Reformatorio de Adultos (consta de 42 páginas no foliadas)
Por ello, lo saco a colación, pues mi interés es satisfacer la curiosidad de esta polémica y poner en orden los hechos, que deben juzgar los lectores.
(Portada del Procedimiento 21.001. pag, 11 del libro de Gerrero Zamora)
La primera noticia impresa sobre el descubrimiento del Procedimiento Sumarísimo de Urgencia nº 21.001, abierto contra al poeta Miguel Hernández, apareció publicado el domingo 30 de septiembre de 1990 en el diario “Información” de Alicante donde la Comisión Técnica de Alicante publicó un extenso cuadernillo (del que hablaremos más adelante), con artículos de los componentes de la misma y reproducción parcial de los texto originales. La comisión estaba compuesta por cuatro miembros, su presidente Enrique Cerdán Tato, cronista de la ciudad; Vocales José Carlos Rovira Soler, Miguel Gutiérrez Carbonell y Francisco Hellín Ortín. (cuadernillo que no hemos podido consultar).
Las primeras actuaciones para la recuperación del expediente carcelario se habían iniciado en los albores de 1986, a propuesta del Fiscal Miguel Gutiérrez Carbonell, conocido por el Fiscal Rojo, que había pertenecido al movimiento Justicia y Democracia, miembro de la Junta Directiva de la Asociación de Estudios Miguel Hernández de Alicante, ante la proximidad del Cincuentenario del la muerte de MH en marzo 1992. Quien encontró el “Expediente penal del Reformatorio de Adultos de Alicante”, en el Centro Penitenciario de Foncalent (Alicante), y los reflejó en su libro “Proceso y expediente contra Miguel Hernández”. (Ensayo Jurídico sobre Derecho Represor Franquista 1936-45), Alicante, Librería Compás, sita en la Universidad de Alicante, 1992.
También encontró el Procedimiento Sumario 21.001, en Madrid. Tiene una fotografía (pág. 26 de su libro ya citado) con el sumario, con un pie de foto sin fecha, que dice ”A la izquierda, Miguel Gutiérrez Carbonell autor del libro, acompañado de un representante del Ayuntamiento de Alicante, con el procedimiento 21.001 en la Secretaría del Tribunal Militar 1 (Madrid).
Por lo que sabemos los Tribunales Militares estaban en el mismo edificio el Gobierno Militar C/. Quintana nº 15. En el capítulo IV, hace un resumen comentado del proceso. En fecha 15 de abril de 2003, la Dirección General de Instituciones Penitenciarias facilitó el expediente carcelario de Miguel a la Fundación Cultural Miguel Hernández, que consta de 60 documentos.
Previamente para poder buscar e investigar el Sumario, el 12 diciembre de 1989, se publicó el Decreto del Alcalde don José Luis Lassaletta Cano (Alicante, 1933 - 2002) donde crea la referida Comisión Técnica para “el estudio del valor histórico de los documentos que se refieren a la vida y obra del poeta Miguel Hernández, símbolo y testimonio de una época, que murió víctima de la represión de posguerra, en esta ciudad”.
Estos miembros, pues a la vez pertenecía a la Junta Directiva de la Asociación de Estudios Miguel Hernández de Alicante, presidida por Julián Antonio Ramírez, eran personas de reconocido prestigio académico e ideológico, José Carlos Rovira Soler era y es profesor de la Universidad de Alicante el 13 de mayo de 1972, fue condenado por impartir propaganda ilegal por el tribunal de Orden Público. Enrique Cerdán Tato, profesor, había sido procesado por el Tribunal de Orden Público por sus crónica políticas en el periódico "Primera Página" y juzgado en septiembre de 1973, Francisco Hellín Ortín, había sido voluntario en los batallones de J.S.U. de Alicante, y Miguel Ángel Carbonell ya comentado.
La Asociación de Estudios, logró que el grupo municipal de Izquierda Unida con 2 concejales, unidos al PSOE que tenía 12 concejales, presentara el 17 de diciembre de 1987, una moción en la tercera corporación democrática el Ayuntamiento de Alicante., la moción se aprobó el 21 de diciembre de 1987 por 17 votos a favor y 7 abstenciones. Como el acuerdo no se cumplía, IU tuvo que intervenir nuevamente, rogando a la alcaldía el cumplimiento del acuerdo adoptado.
Las investigaciones iniciadas en con el Director del establecimiento penitenciario de Foncalent, dieron sus frutos con el Expediente Carcelario, y a la vez orientación para hallar el Sumario en el Archivo de Campamento de Madrid.
Manuel Parra Pozuelo en su libro “Miguel Hernández una nueva visión”, escribió un epílogo en las páginas 179-198, titulado “ El Sumario 21.001 contra Miguel Hernández su polémica divulgación y su valoración, donde nos habla de los protagonistas de la confrontación”, y dice:.
“La Comisión Municipal publica en el Diario Información del domingo, 30 de septiembre de 1990, con una cabecera cuyo titulo era Informe y tenía como subtítulo "Habla Miguel Hernández, incluyendo una amplia reseña de los documentos del sumario y artículos del alcalde José Luis Lassaletta Cano (Un trabajo necesario), de Enrique Cerdán Tato (Itinerario de cárceles), de José Carlos Rovira (Versos sometidos al acoso) y de Miguel Gutiérrez Carbonell, que, con el título Documentos para la historia, analizaba en el suyo los aspectos jurídicos del proceso. El título general del resumen era "Pasión y muerte de un poeta", y llevaba un subtítulo más explicativo, que era ya un anticipo de su contenido, en el que podía leerse “Miguel Hernández defendió en tres interrogatorios sus ideales y su amistad con Lorca””.
Por otra vía, el periodista y escrito franquista Juan Guerreo Zamora, por información reservada que había obtenido de Ramón Pérez Álvarez, inició la búsqueda del Sumario por su cuenta y sus contactos, y escribe a Pérez Álvarez:
“El 22 de abril del presente año (1990) me dirigí al Coronel Presidente del Tribunal Militar Territorial Primero, sito en el Gobierno Militar de Madrid, en solicitud de consulta del que, según la ficha correspondiente, resultó ser legajo 6.047 de los muchos que se conservan en los archivos castrenses de Campamento y que, llevado ex profeso al mencionado Gobierno Militar, se me puso a entera disposición, procediendo los funcionarios responsables de su custodia a fotocopiármelo personal y cortésmente en su integridad. Días más tarde, procedí a su reproducción fotográfica.
Cosidos con cuerda, lo componen 1 hoja de portada, 65 documentos, 2 números del periódico LA VOZ con su correspondiente EL MONO AZUL y 1 oficio impreso sin cumplimentar, en un conjunto total de 81 hojas de diverso tamaño, desde el folio al dieciseisavo. Aunque 40 de ellas aparecen foliadas, al no estarlo las restantes se da una cierta preposteración de los documentos…” (Proceso a Miguel Hernández. El Sumario 21.001), Dossat, 1990, página).
Sabedor Guerrero Zamora de que la Comisión le pisaban los talones, escribió su libro “Proceso a Miguel Hernández. El Sumario 21.001, Madrid, Dossat, salió de los talleres de Gráfica Omagraf S.A.L. el 18 de noviembre 1990. Lo escribió en el verano de ese mismo años, según carta a Ramón Pérez Álvarez de 1 de diciembre 1990.
Un carrera en dar la primicia, sin embargo la Comisión se la adelantó por un mes y medio en el diario “Información” como ya se ha anotado con un cuadernillo del domingo 30 de septiembre 1990. Recorte de prensa que le dio Vicente Ramos a Guerrero, de hecho tenías buena amistad, pues el 14 de febrero de 1991, Guerrero presentó su libro en el Centro Cultural de la CAM, donde intervinieron Vicente Ramos, Jacinto López Gorgé (periodista, poeta y crítico literario fue director de la revista hispano-árabe Ketama en la década de los 50) y el propio autor. Presentación que resumió el entonces periodista de “La Verdad”, Juan José Sánchez Balaguer, con el titulo “Cerrar la llaga”. Por este artículos sabes que estuvieron presentes Jesús Poveda, Vicente Escudero, Antonio García-Molina, Cayetano López Noguera, Joaquín Mas Nieves, y otros Juan Bellod, (hijo), Vicente, (sobrino de Miguel), Ana hija de Enrique Lucas..
En carta a Ramón Pérez Alvarez, escribe Guerrero Zamora:
“Como ya le dije, solicité del Gobierno Militar permiso de consulta del sumario. A la vista de su silencio, me personé en dicho gobierno, armado de una nueva instancia un tanto indignada. No hubo lugar para que la entregara. Según los encargados me dijeron, al recibir mi primera instancia procedieron a buscar entre los once mil expedientes archivados en Campamento, el que me interesaba; fue llevado al Gobierno Militar para ponerlo a mi disposición; y, en esto, se presentaron allí varias personas procedentes de Alicante a quienes, al solicitar lo mismo, se les indicó que estaba pendiente de que lo consultara. Dichas personas -y lo cuento como me lo contaron- respondieron: “Sí, se trata de lo mismo”, ante lo cual los encargados creyeron entender -o se les indujo a que así lo entendieran- que tanto los recién llegados como yo estábamos colaborando en algo común. De ahí que no me contestaran, convencidos que la fotocopia del sumario estaba ya en mi poder. No deseo comentar lo que pudo ser un equivoco o un error incitado. El caso es que procedí a fotocopiar primero y a fotografiar después los documentos. Empecé a escribir. Y aquí está el libro”.
Eutimio Martín, gran amigo de Ramón Pérez Álvarez, así como Jesucristo Riquelme, y Vicente Ramos también estaban interesados en investigación del Sumario, sin lograr la información deseada. Por aquel encontonces era director del Instituto Alicantino Emlio La Parra, con quin mantivo tambien correspondencia.
Había utilizado como portada del libro en amarillo (llamaba mucho la atención) con retrato de Miguel que había pintado a la aguada Adolfo Pérez León realizado en 1939, propiedad de Antonio García Molina, y se olvida comentar que se lo había enviado Pérez Álvarez. Ramón estaba rebotado con este asunto del libro. Hizo saber a sus amigos hernandiano que los aspecto de su tesis habían sido manipulados por Guerrero Zamoras de quien dijo que no era "trigo limpio"
José Ruiz Cases “Sesca”, que ha escribo sobre el tema escribe:
“Lo que Ramón ignora es la carrera trepidante que en la espera de noticias se esta produciendo en torno a la localización, obtención y reproducción del Sumario entre Juan Guerrero Zamora y una comisión designada por el Ayuntamiento de Alicante para el estudio de los documentos que se refieran a la vida y obra del poeta Miguel Hernández integrada por Enrique Cerdán Tato, como presidente, y José Carlos Rovira Soler, Miguel Gutiérrez Carbonell y Francisco Hellín Ortín, como vocales. El periódico "Información" publica septiembre de 1990, con honores de primicia, un resumen de la copia del expediente del Proceso Sumarísimo 21.001. Ambos han solicitado casi simultáneamente sendas peticiones de consulta, accediendo casi simultáneamente a su consulta y publicación. En efecto, un mes y medio después de la publicación en Información de parte del Sumario —el 18 de noviembre - Juan Guerrero lo recoge en su totalidad en su libro Proceso a Miguel Hernández El Sumario 21.001, cuyo hilo biográfico e histórico hernandiano succiona literalmente de Ramón Pérez. En abril del 90 comunica a Ramón: Ya tengo localizado el expediente del juicio: está en Campamento. Espero respuesta a instancia que he debido dirigir al Coronel jefe de los Archivos, solicitando fotocopiar/o, o al menos, copiarlo. Ya le diré. "
Ramón Pérez Álvarez, se rebotó con Guerrero Zamora y le reprocha no hacer sido coautor, y coeditor con él, ya que la información de la biografía se la había suministrado Ramón, casi toda del proyecto de una biografía de Miguel que nunca llevó a publicar. Lo cierto es que la información de su libro la obtivo además de Pérez Álvarez, de Vicente Ramos, de Manuel Molina, de Francisco Javier Díez de Revenga, de Muñoz Garrigos, del poeta Francisco Salinas, y por supuesto de Josefina Manresa. Y en la vísperas de Reyes de 1991, y le escribe “ Solo tengo un pesar: su fata de confianza no teniéndome informado de sus gestiones. Yo animé a uste a esa labor, le incité y, cuando recibió la noticia por Ramón de la gestiones de los mafioso (1) le seguí animando, apremiándole a in desfallecer, dad la transcendencia de los documentos […] a mí me queda el requemor de su falta de lealtad
(Ramón llamaba mafiosos al grupo de hernandófilos de Alicante, esta muy enfadado con José Carlos Rovira, pues cuando Jesucristo Riquelme le preguntó a éste si iba a invitarle para alguna ponencia del Cincuentenario 1992, dijo que no, porque Ramón era “conflictivo”. Después templaron gaitas por meciaiñon de Emilio Laoarra, y así Rovira le invitó a participar, pero Ramón insistió en su negativa para "evitarme disgustos". Y mantuvieron una cordial correspondencia. Esto no lo aceptó nunca. En este grupo estaba Manuel Molina “el oriundo”, a quien Ramón no podía ver por los inventos en su libro “Miguel Hernández y sus amigos de Orihuela” 1969, además criticó fuertemente a Rovira por dejarse asesorar por Molina en “Cancionero y Romancero de Ausencias” edición El Bardo de 1978, por haber colado en la página 10, los versos apócrifos: "Adiós camaradas, amigos:/ despedidme del sol y de los trigos" que atribuye a Miguel, y que debió escribir en la pared antes de morir (no esta Miguel para escribir en la Enfermería), se ha demostrado que fue un invento obra del poeta paraguayo Elvio Romero, que en realidad son del poeta sevillano Antonio Aparicio, creo recodar en una publicación de la “Revista Guatemala” de 1953.
La cuestión de esta interesante polémica es que Guerrero se quedó con el apelativo de autor franquista por hacer colaborado en “El Alcázar” y director de producción de Radio Televión Española, además por decir que la represión franquista estaba justificada por la victoria militar. Y el otro grupo litigante quedaron en palabras de Ramón Pérez Álvarze, apodado “el Espino” como “los mafiosos alicantinos”, en una lucha por ser los primeros en sacar a la luz el tema del Sumario .
Como muy bien expone Manuel Parra Pozuelo en su ya citado libro, a la salida del libro hubo un debata en la Prensa Alicantina. El día 7 de febrero de 191, en el suplemento “Arte y Letras” del periódico “Información”, se publicó un articulo titulado “Los límites de un falseamiento”, firmado por los cuatro miembros de la Comisión Técnica, donde se hace una devastadora acusación contra Guerrero Zamora, por intentar “falseamiento interpretativo de la información”, es decir, una manipulación adrede de la verdadera ideología de Miguel, donde aparece como hacer sido inducido a un error quienes le condujeron a pertenece a la república y al Partido Comunista.
La respuesta de Guerreo apareció el domingo 3 de marzo de 1991 también en el diario “Información”, titulado “La insidia carece de límites”, con el subtitulo “Juan Guerreo defiende su obra sobre Miguel Hernández frente a los ataques recibido, acusado de comunistas a los miembros de la Comisión Técnica” y donde argumenta que la única razón de haberse interesado por Miguel fue por el amor. Que la polémica había surgido por la disputa de la primacía en el hallazgo y descubrimiento de la documentación en ligio, pues esta se encontraba ya en el Gobierno Militar de Madrid, porque previamente él la había solicitado. Aunque según José Carlos Rovira, la Comisión de la formaba parte, fotocopió el Sumario en el cuartel de Campamento de Madrid, y fotografiados por un profesional designado por el Ayuntamiento de Alicante.
Hay que decir que Guerrero es autor de dos libros anteriores “Noticias sobre Miguel Hernández” Cuadernos de Política y Literatura, Madrid 1951, y de “Miguel Hernández, poeta” 1955.
En esta polémica continuaron enfrentados José Carlos Rovira, el 21 de marzo en “Información”, publicó “Un individuo parece no tener límites” contra Guerreo. A la que seguirá respondiendo Guerrero el 2 de abril con el artículo “El amnésico insolente”…
Conclusiones:
Es decir, de todo ello podemos concluir que la comisión para buscar el Sumario se inició con un Decrteto de 12 -12- 1989. Información que debió filtrarse a Ramón Pérez Alvarez , “el Espino” y éste se lo comunicó a Guerrero Zamora que gracias a sus contacto en Madrid lo localizó, a mismo tiempo que lo hizo la Comisión Técnica de Alicante, pero estos fueron lo que dieron en Prensa las primera noticias del Sumario y del Expediente Carcelario, el domingo 30 de septiembre de 1990, mes y medio antes de la publicación del “Proceso a Miguel Hernández…” Dossat, 18 de noviembre de 1990 de Guerrero Zamora, cuyo libro escribió ferozmente durante el verano. Quizás si lo hubiera anticipado a la Prensa en los meses del estío, se hubiera adelantado.
Por otra parte a la Comisión le falto publicar un libro biográfico al modo de Guerrero Zamora, con sus puntos de vista, pero no se hizo por circunstancias ajenas a si voluntas.
Sin embargo, a estas alturas, lo importante no el la polémica, sino tener el Sumario y el Expediente carcelario como documentos transcendentales en la biografía del gtenial poeta Miguel Hernández Gilabert (1910-1942).