«Miguel Hernández es una lección moral inseparable de este país»
José Carlos Rovira, catedrático de Literatura de la Universidad de Alicante, clausura el IV Congreso Internacional del poeta oriolano en una ponencia en la que destaca «las nuevas posibilidades de comprensión y de inmersión» del legado hernandiano
juanjo payá 19.11.2017 | 06:24 /Información
«Miguel Hernández es una lección moral inseparable de este país»
Así pues, bajo el título de «El tiempo amarillo y el cartón expresivo: Miguel Hernández en 2017», el catedrático de Literatura Española en la Universidad de Alicante desgranó algunos de los versos del poeta cabrero entre los conceptos vinculados a su biografía, a los momentos íntimos o cotidianos vividos por este. «Siempre me inquietó aquella bella metáfora de 'algún día se pondrá el tiempo amarillo sobre mi fotografía'... El tiempo amarillo es la afirmación de un tiempo físico que acaba. Pero el que amarillea no es el papel, es el tiempo, y esa constatación metafórica deja en la memoria esa sensación de hallazgo y creación», apuntó Rovira.
También destacó el profesor Rovira la permanencia de los versos de Miguel en la memoria de la persona, en el colectivo universal, lo que confiere a la obra del poeta oriolano un carácter excepcional y de prolongación. Un condición que aviva la obra de Miguel Hernández en cualquier rincón del planeta. «Afortunados los poetas que nos dejan sus versos en la memoria, y desdichados los que no lo logran. Pero entre los que sí lo hicieron está Miguel Hernández, porque sus versos deberían estar en los 'guinnes' de los versos más citados», afirmó.
De este modo, José Carlos Rovira fue hilvanando las distintas conexiones de Miguel Hernández con paisaje, lluvia o mujer descubriendo a los asistentes su valor semántico, descodificando sentimientos y reflexiones que el poeta fue cultivando y depositando en sus encendidos versos de amor, consuelo, tristeza o esperanza.
«El tiempo no solo no ha amarilleado las fotografías, sino que sobre todo no ha amarilleado la poesía de Miguel Hernández», agregó José Carlos Rovira, quien resaltó la fuente inagotable de significados que simboliza el legado literario del poeta de Orihuela en la actualidad, puesto que «hay nuevas posibilidades de comprensión y de inmersión» en Miguel Hernández.
A continuación, José Carlos Rovira, referencia absoluta para los estudios hernandianos, trazó unos breves notas sobre la producción de Miguel Hernández, desde Perito en lunas («un ejemplo riguroso contra la palabra y la métrica que emprendió el poeta») a El rayo que no cesa («la constatación de la pena hernandiana a través de la maestría del soneto»). Aunque, en este sentido, destacó muy especialmente Cancionero y romancero de ausencias, que calificó como «un libro esencial en la poética del siglo XX y de la literatura universal». «Es una lección de autobiografismo, de concentración máxima de las palabras, de trabajo cultural sobre la vida, el amor y la muerte», indicó.
Como hicieran Pablo Neruda o Buero Vallejo, José Carlos Rovira reivindicó a Miguel Hernández como un «poeta necesario», imprescindible, cuyos versos encierran la tragedia de la Historia de España. «Miguel Hernández es una lección moral inseparable de este país», señaló Rovira, puesto que sus versos, los de Miguel, son también los versos de la memoria histórica. «Su historia y su obra son la lucha por la libertad, por eso es tan esencial. Y de ahí un símbolo, el del viento, no solo vigente y necesario en su poesía, sino también vital en la actualidad», concluyó Rovira emocionado, interrumpido por los aplausos, y con la gente en pie a modo de homenaje para quien ha dedicado más de 50 años de su vida a rescatar, recuperar y comprender la producción de Miguel Hernández.