Sinopsis:

Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com

domingo, 8 de noviembre de 2009

Recordando a Josefina Manresa



En este centenario o Año Hernandiano hemos de recordar a muchos poetas, escritores y amigos de Miguel, sin embargo, no hemos de olvidarnos de su viuda Josefina Manresa, que gracias al celo en conservar y custodiar la obra de su esposo, hoy en día podemos disfrutar de su conservación y estudio. Si Josefina hubiera sido de otra condición, hoy día no tendríamos nada del poeta, como ha ocurrido con otros autores. Era una mujer sencilla, llena de tragedia y trabajo. Una mujer que supo luchar contra los depredadores literarios que la acosaron en vida, en incluso llegó a perder algunos documentos por prestrarlo o fiarse de otras personas.
Hace unos anos viajé a Quesada (Jaén) el publo natal de Josefina, escribí "Buscando a Josefina Manresa" En los años 80 depositó el legado de Miguel en el Ayuntamiento de Elche, sin cobrar un duro.


Noticia de su fallecimiento en "El País", de 19-02-87
Josefina Manresa Marhuenda, viuda del poeta Miguel Hernández, falleció a las 17.15 de ayer [18-02-1987] en Elche (Alicante), a los 71 años de edad. En el momento de su muerte se encontraba rodeada de su nuera, Lucía Izquierdo García, y de sus tres hermanos, Manuel, Carmen. y Gertrudis. Sus restos mortales recibirán hoy sepultura en el cementerio de Alicante, en el panteón de hijos ilustres de la ciudad, junto a los de su marido y su hijo Miguel, fallecido hace tres años. De esta manera se cumplirá el expreso deseo manifestado por Josefina a sus familiares más directos.

Según Lucía Izquierdo, la viuda del poeta Miguel Hernández se encontraba inconsciente desde hacía 11 días como consecuencia del avanzado proceso de cáncer de mama que sufría desde mediados de 1985. "Su muerte ha sido dulce", comentó su nuera.Josefina Manresa nació el 2 de enero de 1916 en Quesada (Jaén). Con su padre, guardia Civil se traslada a Orihuela, donde, en 1933, conoce a Miguel Hernández, con el que contraería matrimonio civil el 9 de marzo de 1937, en plena guerra civil, trasladándose un tiempo al frente de Jaén, donde Miguel fue destinado como comisario de cultura.

Josefina inspiró a Miguel Hernández el libro de poemas El rayo que no cesa, uno de los libros más bellos de la lírica española. Asimismo, inspiró la mayor parte de sus poemas amorosos.

El 19 de diciembre de 1937 nace su primer hijo, Manuel Ramón, que murió el 19 de octubre de 1938. El 4 de enero de 1939 nace su segundo hijo, Manuel Miguel, fallecido en 1984.

Tras la muerte de Miguel Hernández, en 1942, Josefina, dedicó toda su vida a velar por el recuerdo y la difusión de la obra de su marido. Recientemente había sido condecorada con la Banda de Isabel la Católica.

Josefina Manresa apenas salía de su casa en los últimos años, y no pudo acudir meses atrás al. acto de presentación del último libro editado de su marido, 27 sonetos inéditos de Miguel Hernández, propiciado por la Diputación de Alicante.

El Ayuntamiento de Elche acordó recientemente con la viuda del poeta la cesión de los manuscritos de Miguel Hernández que ésta guardaba -celosamente en un baúl, y que han pasado al archivo municipal para su clasificación y catalogación. Los manuscritos volverán a propiedad de su nieto mayor, Miguel Hernández, cuando éste cumpla 25 años. El Ayuntamiento de Elche asignó el pasado verano una pensión vitalicia a Josefina Manresa de 50.000 pesetas mensuales, informa Gaspar Maciá.

En diciembre del año pasado fueron trasladados de forma discreta los restos de Miguel Hernández a una tumba en un terreno cedido por el Ayuntamiento de Alicante. Éste fue el último acto público en que participó la viuda.

SONETO DE MIGUEL A SU ESPOSA
A mi gran josefina adorada...
Tus cartas son un vino
que me trastorna y son
el único alimento para mi corazón.

Desde que estoy ausente
no sé sino soñar,
igual que el mar tu cuerpo,
amargo igual que el mar.

Tus cartas apaciento
metido en un rincón
y por redil y hierba
les doy mi corazón.

Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme, paloma,
que yo te escribiré.

Cuando me falte sangre
con zumo de clavel,
y encima de mis huesos
de amor cuando papel.