EL MANUSCRITO DE « NANAS DE LA CEBOLLA » NO LLEVA LETRA DE MIGUEL HERNÁNDEZ
El diario Información ha anunciado el viernes 11 de junio, a bombo y platillo, desde Elche: « El papel manuscrito de Miguel Hernández, con uno de sus poemas más universales, ‘Las nanas de la cebolla’ (sic) se prepara para viajar a Madrid y lucir en lugar destacado en la exposición que, con el nombre de ‘La sombra vencida’, se inaugurará en la Biblioteca Nacional a mediados de setiembre ».
He aquí un farol informativo que cobra una dimensión grotesca cuando se especifica en el cuerpo del artículo: «El documento muestra la letra a lápiz de Miguel Hernández, aparece sin título y está marcado por las coordenadas de la fecha de creación, desde la cárcel ». Craso error : en este manuscrito nada proviene de la mano del poeta. El texto del poema lo dictó Miguel Hernandez a su compañero de celda Luis Rodríguez Isern. Todo lo que allí figura ha sido escrito por Luis Rodríguez Isern.
El «despiste» es tanto más sorprendente cuanto que fue el propio Luis Rodríguez Isern quien, en las paginas mismas de Información, se ha explicado hace tiempo, amplia y detalladamente, sobre su intervención personal en el manuscrito de marras.
Luis Rodríguez Isern fue invitado a participar en el I Congreso Internacional sobre Miguel Hernández que se celebró a los cincuenta años de cuando «lo fallecieron». Francisco Esteve aprovechó –profesor de periodismo- la oportunidad que se le brindaba para publicar en «El dominical» del 22 de marzo de 1992 una entrevista en la que le interrogó sobre su relación con Miguel Hernández e insistió sobre la composición de «Nanas de la cebolla».
Por otra parte, en ABC (15-III-1992) Luis Rodríguez Isern había declarado : «Una mañana, en el patio nos leyó Miguel Hernández unas ‘coplas’ o ‘coplillas’ como él las llamaba, que se las había inspirado una carta de Josefina, su mujer, en la que le contaba que sólo comía pan y cebolla. No es que comiera cebolla cruda, como algunos creen, sino un guiso pobre de patata y cebolla. Yo hice una transcripción de aquellas ‘coplillas ‘ y de otros poemas.
Después, cuando le internaron en Conde de Toreno y yo había salido libre, iba de vez en cuando a comunicar con él, y luego visitaba a Vicente Aleixandre para darle noticias del amigo preso. Un día le llevé algunos poemas entre los que estaban aquellas ‘coplillas’ que no tenían título. Las puse ‘Nanas de la cebolla’ y añadí esa nota que aparece en todas las ediciones y que explica por qué Miguel las había compuesto. Parece que a Vicente Aleixandre uno y otra le parecieron bien »
Este es el manuscrito, en poder de la familia Rodríguez Isern, que Rafael Navarro adquirió, por mediación mía, tras el fallecimiento de Luis. A este respecto es necesario deshacer el equívo que el autor del desdichado artículo pone en boca de Carmen Gutierrez cuando ésta señora afirma que los documentos que adquirió la municipalidad de Elche los tenía la familia Ridríguez Isern porque «en la cárcel sólo dejaban visitas de familiares y Josefina Manresa, su mujer, no era considerada como tal al no haberse casado por la iglesia». ¿Se insinúa estúpidamente que estos documentos (cartas personales, tanto de Miguel como de Josefina, la primera edición de Viento del pueblo y el dichoso manuscrito de « Nanas de la cebolla ») se los habían apropiado indebidamente Luis y su familia? Preferimos pensar que se trata de una torpeza de estilo en la redaccion del artículo. En la revista malagueña El maquinista de la generación tuvimos ocasión de explicitar el generoso (por no decir : heroico) comportamiento de Luis y su familia para con su buen amigo Miguel. Que el lector nos perdone esta cita de autobombo. También puede ganar tiempo e ir derecho al grano, leyendo la propia correspondencia de Miguel Hernández a propósito de los Rodríguez Isern.
Eutimio Martín. Autor de la biografia : El oficio de poeta. Miguel Hernández.
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