ELCHE
Miguel Hernández, un vecino más
07.06.10 - 01:14 -
GASPAR MACIÀ | ELCHE. La Verdad.
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La federación vecinal Dama de Elche dedica al poeta oriolano su jornada anual de convivencia
Representantes de las asociaciones del término municipal celebran el Día del Veí en el colegio El Palmeral.
Miguel Hernández se convirtió ayer en el protagonista del Día del Veí, la jornada anual de convivencia que organiza la Federación de Asociaciones de Vecinos Dama de Elche, en el colegio público El Palmeral. El acto se convirtió en una evidencia más del calado popular que está teniendo en el municipio la celebración del centenario del poeta oriolano, que traspasa los recintos académicos y culturales para conectar con la calle y los ciudadanos.
El Día del Veí es una jornada de convivencia que celebra anualmente la federación y en la que participan directivos y miembros de las 40 asociaciones de vecinos de la ciudad y de las pedanías. Además de compartir mesa y actividades lúdicas, este encuentro es un motivo para debatir en torno a la situación del movimiento vecinal.
A ello se refirieron en sus palabras de apertura tanto la presidenta de la federación, Marisa Bartolomé, como el alcalde, Alejandro Soler. La vinculación de la jornada al Año Hernandiano es una forma de implicar a los vecinos en actividades culturales, y de fomentar al mismo tiempo el asociacionismo, representado por una federación que ha cumplido 30 años, según destacó Soler.
A continuación, el coordinador del Centenario en Elche, Francisco Escudero, pronunció la conferencia 'Miguel Hernández, el poeta soldado'. El escritor y periodista explicó la evolución del poeta oriolano desde su llegada a Madrid, el estallido de la guerra civil, su ingreso en el 5ª Regimiento de El Campesino, la labor en el frente y cómo esa transformación personal se va reflejando en su poesía, que se vuelve combativa, heroica y épica, en defensa de los valores de la libertad y la República.
El conferenciante destacó que al contrario que otros escritores y poetas, que vivieron la contienda desde la retaguardia, Miguel Hernández estuvo en el frente, en las mismas trincheras, donde arengaba a los milicianos, y donde escribía sus poemas y crónicas de guerra.
Y cómo hacia el final de la contienda va cayendo en el pesimismo por la muerte de su hijo y la evolución adversa de la contienda. Escudero se apoyó en imágenes para hacer más amena su charla, que fue seguida con mucho interés por el público.
