Sinopsis:

Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com

domingo, 8 de febrero de 2015

Actividades de la Comisión Cívica de Alicante



Actividades de la Comisión Cívica de Alicante

La Comisión Cívica de Alicante para la Recuperación de la Memoria Histórica se constituyó como tal en 2001 y ha tratado básicamente –aunque también ha desarrollado algunas actividades paralelas– de dar a conocer y recordar los momentos finales de la guerra civil en esos días de marzo y abril de 1939 en que Alicante se convirtió en la esperanza de salvación de muchos republicanos amenazados por la represión franquista.
Los antecedentes de la Comisión Cívica hay que ponerlos en relación con el Homenaje de los Pueblos de España a Miguel Hernández, celebrado en plena transición a la democracia, en 1976, y el Homenaje Internacional a los Tres Poetas del Sacrificio –Miguel Hernández, García Lorca y Antonio Machado– que se llevó a efecto en 1985 . Después de varios años de reuniones en la Librería Compas, el 17 de febrero de 1990 se redactó el Acta Fundacional de la Asociación de Estudios Miguel Hernández, que realizó una serie de actividades entre 1985 y 1990, como la concentración todos los años, a finales de cada mes de marzo, ante la tumba de Miguel Hernández en el cementerio alicantino, en la que se depositaban flores y se recitaban poemas; la recuperación del expediente judicial y carcelario del poeta, que dio lugar a la edición del libro Proceso y Expediente contra Miguel Hernández. Un Ensayo Jurídico sobre el Derecho Represor Franquista, del fiscal Miguel Gutiérrez Carbonell; el Homenaje a las Brigadas Internacionales celebrado en 1986; la inauguración de un monumento a Miguel Hernández, obra de Agar Blasco, en el lugar donde estuvo la enfermería de la cárcel, hoy Juzgados de Alicante, donde murió; las Jornadas Internacionales por un referéndum limpio para el Sahara, celebradas en 1998, con la edición y presentación de una biografía sobre el fundador del Frente POLISARIO y de la República Saharaui Democrática «Luali»: Ahora o nunca la libertad, escrita por varios autores, etc.
En marzo y abril de 2001, coincidiendo con el LXX aniversario de la República y el LXII del final de la Guerra Civil, esta Comisión, en colaboración con diversos partidos, sindicatos y asociaciones, organizó una serie de actividades en los meses de marzo y abril, con el título genérico de «Recuperar la Memoria Histórica»: se representó la obra Mar de Almendros, de José Luis Mira, interpretada por el grupo Jácara; hubo conferencias y exposiciones en distintas sedes de partidos, y de sindicatos y entidades cívicas, sobre temas como la enseñanza en la Segunda República, las Casas del Pueblo, el maquis o los campos de exterminio nazis. Además, se entregaron en el Ayuntamiento las firmas de los ciudadanos y ciudadanas que solicitaban se rotulasen nuevas calles en Alicante con los nombres del barco «Stanbrook», Manuel Azaña y varios republicanos alicantinos. Para finalizar el programa, se organizó un acto en la Explanada del Puerto de Alicante, donde Adolfo Celdrán interpretó la Canción del Esposo Soldado, de Miguel Hernández, y se celebró un concierto a cargo de la banda de música l’Illa de Benidorm, dirigida por Josep Cano y Juan Enrique Canet.
En 2003, la Comisión presentó en el Club Información los libros Una juventud truncada. Memorias de un comunista, de Luis Villagarcía Higueras, que recogía sus vivencias desde que fue encarcelado por su militancia en la JSU al término de la Guerra Civil hasta su salida de la cárcel y su instalación en Alicante; e Ici París. Memorias de una voz de libertad, memorias de Julián Antonio Ramírez, con los recuerdos, desde su infancia hasta sus años en las emisiones en lengua española de la Radio Televisión francesa, de quien fuera fundador y hombre fundamental en la Comisión Cívica alicantina.
A partir de 2004, la Comisión Cívica de Alicante por la Recuperación de la Memoria Histórica dio un mayor impulso a sus proyectos, tendentes a restablecer la verdad histórica y a recuperar la memoria de los logros de la Segunda República, que el franquismo trató de borrar. Pretendía, sobre todo, levantar en el puerto de Alicante un monumento que recordase a cuantos se vieron atrapados en este mismo lugar en marzo de 1939, así como instalar un monolito en algún lugar del entonces denominado «Campo de Almendros» en memoria de quienes fueron encarcelados, juzgados, condenados y ejecutados sin las mínimas garantías jurídicas. Para financiar estos proyectos se editaron unos bonos de 5, 10 y 20 euros, con el logotipo diseñado por Alberto Corazón para la Comisión.
En noviembre de ese año, dicha Comisión Cívica presentó al Ayuntamiento un escrito apoyado por miles de firmas, recogidas en Alicante y México, en que se solicitaba, entre otras cosas –incluido el cambio de denominación de algunas calles que todavía recuerdan a la dictadura franquista y honran a quienes sirvieron a las órdenes del nazismo, en la División Azul–, la colaboración municipal para llevar a cabo esos dos objetivos fundamentales de la Comisión. Al mes siguiente, el Pleno Municipal aprobó por unanimidad crear una Comisión propia para estudiar «las iniciativas de la Comisión Cívica por la Recuperación de la Memoria Histórica… en materia de monumentos, actividades de investigación y divulgación, denominación de vías y espacios públicos y cuantas otras sean oportunas a la finalidad pretendida». Esta Comisión municipal se reunió sólo en dos ocasiones y no llegó a convocar a la Comisión Cívica con la que, según el acuerdo del Pleno, tendría que haber colaborado: los partidos de la oposición acabaron por abandonar esa Comisión Municipal, que devino totalmente inoperante.
Mientras tanto, la Comisión continuó su andadura y organizó muchas actividades, con las que hemos conseguido que la historia oculta de Alicante sobre la Guerra Civil y la posterior dictadura sea ampliamente conocida:
En noviembre de 2004, presentación en el Club Información del libro de Rafael Torres, Los náufragos del Stanbrook, y en abril de 2006, un acto de homenaje, en la Casa del Pueblo de Alicante, a algunos supervivientes de la tragedia del puerto de Alicante: tomaron parte Marcos Ana y Gabriel Aguilera, Ignacio Muñiz, Ángel Rubio, José García Villaba y Ángeles Espí.
Actos, celebrados en abril y noviembre de 2005, en el cementerio alicantino para recordar a las víctimas del franquismo allí enterradas. Después de varias vicisitudes debido a la actitud obstruccionista del Ayuntamiento, tuvo lugar la colocación de una lápida dedicada a Etelvino Vega y otros 26 republicanos de la provincia, de diversa ideología, fusilados el 15 de noviembre de 1939 y enterrados en una fosa común, en un acto en el que tomaron la palabra Enrique Cerdán Tato y Miguel Gutiérrez Carbonell .
Presentación a la Autoridad Portuaria del proyecto de monumento, consistente en la reproducción de una obra de Eusebio Sempere, en un lugar muy destacado en la entrada misma del puerto, que recuerde a cuantos tuvieron que abandonar en marzo de 1939 su patria y a cuantos no lo consiguieron. Tras numerosas reuniones, escritos y quejas a la Síndic de Greuges, la Autoridad Portuaria denegó la construcción de este monumento en junio de 2008. Atendiendo a la «asepsia política» que debe, en su opinión, caracterizar a los puertos, se rechazaba el monumento y su leyenda, que era la siguiente: «Aquí en el puerto de Alicante se perdieron las libertades y esperanzas de la II República Española y se consumó su sacrificio. Fue el 31 de marzo de 1939. En su memoria y en la de todos los republicanos levanta de nuevo el vuelo esta paloma». Recientemente, en junio de 2012, y tras la petición unánime de la corporación municipal, la Autoridad Portuaria ha reconsiderado su posición y se ha mostrado dispuesta a autorizar la instalación de este monumento.

Conmemoración, desde 2005, del bombardeo del 25 de mayo de 1938 sobre el Mercado de Alicante, en el que se produjeron, como consecuencia de la actuación de la aviación fascista italiana, más de 300 muertos. En esa ocasión, la Comisión Cívica organizó un emotivo acto en que hablaron familiares de las víctimas y algunos de los alicantinos y alicantinas que sufrieron el bombardeo. Además, había presentado en el Ayuntamiento un escrito en el que solicitaba la instalación en la plaza del Mercado Central de una placa en recuerdo de «los que murieron durante aquel criminal bombardeo del 25 de mayo de 1938, que hizo la aviación franquista contra la población civil». La corporación municipal dio la callada por respuesta y la Comisión se vio sorprendida cuando el alcalde, Díaz Alperi, descubrió una lápida, en presencia de algunos concejales y escaso público, apenas dos horas antes de que comenzase el Homenaje convocado por la Comisión, al que asistieron muchísimos ciudadanos, que protestaron por el texto de la placa colocada, escasamente respetuosa con la verdad histórica, pues se limitaba a referirse a «las 311 victimas inocentes que perdieron la vida tras uno de los ataques que asolaron Alicante durante la guerra civil española», sin hacer la menor alusión a quienes fueron los agresores de la población civil alicantina.
La Comisión, a propuesta de la Plataforma de Iniciativas Ciudadanas, convocó posteriormente, en 2007, un concurso de ideas en «Homenaje a las víctimas del bombardeo del Mercado Central de Alicante». Resultó ganadora Elena Albajar, con su proyecto «Todos los días, a las doce». Hay que resaltar que en el jurado que decidió el concurso, compuesto por representantes de arquitectos y artistas plásticos, el Museo de la Universidad, la PIC y la Comisión, figuraba también un representante del Ayuntamiento. En 2008, la Comisión hizo llegar al Concejal de Cultura este proyecto y todo parecía indicar que se instalaría en el año 2010. Sin embargo, cuando ya estaban muy adelantadas las gestiones para ello, la alcaldesa de la ciudad, Sonia Castedo, se negó a que apareciese la palabra «fascista», en alusión a la aviación que bombardeó la ciudad en mayo de 1938, calificación totalmente respetuosa con la verdad histórica y que figuraba en el memorial aprobado. Sonia Castedo aseguraba no querer herir ninguna sensibilidad, suponemos que la de los autores de los bombardeos, pues con su actitud sí que hería la de los familiares de las víctimas.
Ante ello, la Comisión acusó a la alcaldesa de «censurar la historia y libertad de expresión» y celebró su acostumbrado homenaje, editando además un folleto con varios textos subrayando lo que realmente ocurrió en esa fecha. Poco después, el 25 de mayo de 2010, la alcaldesa inauguró la rotulación de la plaza como «Plaza del 25 de mayo», sin la menor alusión a lo que ocurrió en esa fecha en el Mercado alicantino: en su discurso, no se recató de citar a «la aviación fascista», pero siguió negándose a que figurase esa palabra en el Memorial realizado por Elena Albajar, que no se llevó a cabo.
Finalmente, el 25 de mayo de 2011 la alcaldesa de Alicante inauguró una lápida explicativa en la denominada «Plaza 25 de mayo», que decía: «El 25 de mayo de 1938, la ciudad de Alicante sufrió el bombardeo de la aviación fascista italiana con el resultado de más de 300 víctimas civiles. Esta plaza se dedica a su memoria». Y, contra toda evidencia, aseguró a la prensa que jamás el Grupo Popular del Ayuntamiento se había opuesto a incluir la palabra «fascista» en la lápida y habló de un posible monumento en la plaza, así como de otros en el Campo de los Almendros y en el Puerto, pero desligándose claramente de las propuestas de la Comisión Cívica, que celebró el 28 de mayo su acostumbrado homenaje a las víctimas del bombardeo.
En 2006 se presentó al Ayuntamiento, para su aprobación, el proyecto de «Memorial Campo de los Almendros», obra de Elena Albajar, Ruth Céspedes y Beatriz Candela. Se trataría de rebajar el terreno, plantar almendros y colocar alguna leyenda –tal vez las palabras de Max Aub– que recuerden ese lugar de la memoria. Este proyecto fue subvencionado con 28.950 euros por el Ministerio de la Presidencia, pero las dilaciones del consistorio municipal –revestidas de supuestos problemas técnicos– determinaron que se perdiese esa subvención. Es más, en diciembre de 2007 el Partido Popular rechazó en un Pleno Municipal debatir la propuesta de instalar este Memorial. En enero de 2008 se presentó la maqueta del Memorial a la prensa y se llevó a cabo un acto simbólico de plantar almendros en el Campo de los Almendros para reivindicar el Memorial que tendría que haberse levantado allí. De nuevo se plantó un almendro y se colocó un inscripción que decía: «En este lugar estuvo el “Campo de Almendros” y aquí estará su Memorial». La Comisión, además, presentó un recurso contra la decisión del Ayuntamiento de no entrar a debatir el tema, que fue elaborado por Miguel Gutiérrez. En febrero, fue arrancado el almendro plantado en enero y la inscripción cubierta con pintadas ultraderechistas y nazis.
Solicitud al Ayuntamiento para que se homenajease a José Jornet Navarro, el único alicantino superviviente del campo de exterminio de Mauthausen. El Pleno acordó por unanimidad de sus grupos, el PP, el PSOE y EU, hacerlo así en junio de 2005, cuando se cumplían sesenta años de su liberación del citado campo, y le dedicó una calle. Aunque no se nos invitó al acto, estuvimos presentes en el Pleno convocado a tal objeto y ofrecimos a Jornet nuestro reconocimiento y solidaridad, entre aplausos y un gran ramo de flores.
Organización, en la Sede de la Universidad, de una Semana de Recuperación de la Memoria Histórica, en el verano de 2005, titulada «Voces de la Memoria», con entrevistas a distintos protagonistas de los acontecimientos desarrollados durante la República, la Guerra Civil y el primer franquismo, con la intervención de Marina Olcina, concejala en el Ayuntamiento alicantino durante la Guerra Civil; el citado José Jornet; Julián Antonio Ramírez y Francisco Martínez, «Quico», que hablaron sobre sus experiencias con los maquis y guerrilleros antifranquistas; Francisco Navarro –uno de los «niños de la guerra» que marchó a la URSS desde Novelda en 1937– y Remedios Montero, que presentó su libro Historia de Celia. Recuerdos de una guerrillera antifranquista.
A través de Arcadio Blasco, que solicitó la colaboración de los artistas plásticos, conseguimos reunir obras donadas por más de 100 pintores y escultores. La exposición «Cien artistas solidarios», con obras de Andreu Alfaro, Arcadio Blasco, Juan Genovés, Toni Miró, Rafael Canogar, Mario Candela, Pepe Azorín, Sixto Marco, Alberto Corazón y otros muchos, trataba de recaudar fondos para erigir el monumento del puerto de Alicante. Mario Candela fue el comisario y quien se encargó de montar todas las exposiciones. La muestra se ha exhibido en el Colegio de Arquitectos de Alicante en noviembre de 2007, y después en Elx, Mutxamel, Petrer, Novelda, Altea, Calpe, San Isidro y Muro.
Celebración, en 2007 y 2008, de sendas Marchas Cívicas en recuerdo de los acontecimientos finales de la guerra civil en Alicante, como forma de denunciar la actitud del Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria que, con su silencio o sus respuestas dilatorias, hacían caso omiso a nuestra peticiones. La primera se llevó a cabo desde el puerto hasta el Campo de los Almendros; acudieron miles de alicantinos y alicantinas, y en los parlamentos finales intervinieron Miguel Gutiérrez, Francisco Moreno, Enrique Cerdán Tato, Mª Ángeles Espí y Rodolfo Llopis hijo, que recordó las gestiones de su padre para conseguir barcos que pudiesen evacuar a los republicanos amenazados por la represión franquista. Se recibieron más de cien adhesiones al acto, procedentes de España, Francia, Irlanda, Venezuela y México, y se recordaron las palabras escritas por Max Aub, en su famosa novela, Campo de Almendros: «Estos que ves ahora deshechos, maltrechos, furiosos, aplanados, sin afeitar, sin lavar, cochinos, sucios, cansados, mordiéndose, hechos un asco, destrozados, son, sin embargo, no lo olvides, hijo, no lo olvides nunca, pase lo que pase, lo mejor de España».

La segunda marcha, en «Homenaje a los republicanos víctimas del franquismo», discurrió entre la Plaza de Toros –lugar donde fueron encerrados muchos republicanos y republicanas en los primeros días de la victoria franquista– y el Puerto, deteniéndose la comitiva en algunos de los «lugares de la memoria» de la Guerra Civil: el Mercado Central, el cine Ideal –lugar de detención en los primeros días de abril de 1939–, el Gobierno Militar –desde el que se presidió el primer desfile de las tropas fascistas italianas y españolas– y el Ayuntamiento –para protestar de la actitud del Partido Popular–. Nos fue vetada la entrada al recinto portuario, en una decisión que Cerdán Tato calificó, en declaraciones a la prensa, de «indecente e inmoral». Terminamos el acto junto a la pancarta «Homenaje a los republicanos víctimas de franquismo en el puerto de Alicante. Campo de los Almendros» y con los acordes a ritmo de tabalet i dolçaina entre decenas de banderas tricolores.
El 15 de abril de 2008 se realizó en la Sala Rafael Altamira de la Sede de la Universidad de Alicante una jornada bajo el título «La Ley de represión de la masonería», organizada por la Comisión junto el departamento de Derecho Procesal de la Universidad de Alicante y la Logia Constante Alona (GODF).
En noviembre de 2008, la Comisión hizo pública su opinión sobre el proyecto de Ley de la Memoria Histórica, que valoraba como un paso adelante, aunque «manifiestamente insuficiente», y pedía en concreto que se hiciera constar en la exposición de motivos «la condena expresa del llamado Alzamiento Nacional» y se reconociera como un deber de justicia de la actual sociedad democrática española «auspiciar el valor de la memoria histórica colectiva»; que se declarase la nulidad de las sentencias y sanciones dictadas por los tribunales franquistas por motivos políticos o ideológicos; que no se contemplase la omisión de referencias a la identidad de quienes intervinieron en las actuaciones jurídicas que dieron lugar a esas condenas o sanciones, y que se regulase de manera clara y eficiente el acceso a los archivos públicos.
En 2009, al cumplirse setenta años del final de la Guerra Civil, la Comisión organizó numerosas actividades bajo el título genérico de «Hace setenta años… En el puerto de Alicante». Se trataba de unas Jornadas internacionales en torno al final de la Guerra Civil en el Puerto de Alicante y de la pérdida de la Democracia en España, que presentamos en el Ateneo de Madrid y en la Universidad de Sevilla en el mes de febrero. Desde el 1 de septiembre del 2008 hasta enero del 2009 se celebró un concurso de poemas, para publicarlos en nuestra página web, dirigido por Harmonie Botella, sobre estos temas: se publicaron más de cincuenta poemas y participaron una gran cantidad de poetas y poetisas.
Además de publicarse un número especial, de 48 páginas, del diario Información sobre el final de la guerra en Alicante, con abundantes fotografías y textos inéditos, tuvieron lugar los siguientes actos: el 27 de marzo, recorrido por los lugares históricos de los últimos días de la República: el Campo de Albatera, el Campo de los Almendros y el Castillo de Santa Bárbara, donde también hubo presos republicanos que dejaron escritos en las piedras del Castillo sus nombres. Por la tarde, en el Club Información, se presentó el libro Decidme como es un árbol con la intervención de su autor, Marcos Ana, y se homenajeó a familiares y testigos presentes en el acto, Vicente Chavarri y Helia González, entre otros. El 28, visita a la comarca del Vinalopó Medio, donde se encontraban la posición Yuste, la posición Dakar y el aeródromo desde el que salió el Gobierno de la Segunda República. Antes se visitó la Exposición sobre las «Brigadas Internacionales» en Petrer. Por la tarde, en el auditorio de la CAM, Julio Aróstegui, director de la Cátedra «Memoria del siglo XX», habló sobre «Represión y exilio».
Finalmente, el domingo 29, concentración en el puerto en el acto de homenaje a los republicanos que lucharon por la libertad y al capitán del «Stanbrook», Archibald Dickson, que con su tripulación consiguió sacar en el barco a varios miles de republicanos hacia el exilio, evitando así que cayeran en las manos de los fascistas españoles que de seguro habrían exterminado a muchos de ellos. Presentó el acto la periodista Menchu Illán, e intervinieron, entre otros, Arcadio Blasco; Cerdán Tato; Eligio Hernández Gutiérrez, vicepresidente de la Fundación Juan Negrín; Elena Aub Barjau, presidenta de la Fundación Max Aub (hija del escritor); Ian Gibson, periodista, escritor e hispanista; y Aime Battaglia, del Gran Oriente de Francia. Terminó el acto con la actuación musical del Quinteto Akra Leuka, colaboración prestada por el Vicerrectorado de Extensión Universitaria de la UA, y la actuación en directo de Adolfo Celdrán.
Los hijos del capitán Dickson y las nietas de José Giral, junto a cientos de alicantinos, asistieron a este acto, que culminó con el lanzamiento de flores rojas, amarillas y moradas al mar en recuerdo de los que salieron en el «Stanbrook». Para sufragar los gastos de estas actividades se editaron 150 carpetas de serigrafías con dibujos de Forges, Peridis, Romeo y El Roto.
En mayo de 2010, la Comisión organizó, en el momento más duro del proceso abierto por el Tribunal Supremo contra el juez Baltasar Garzón por su investigación sobre los crímenes del franquismo, una charla del fiscal Carlos Jiménez Villarejo sobre la Ley de la Memoria Histórica y sus deficiencias. En el mismo acto, el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Alicante Glicerio Sánchez Recio informó sobre los trabajos de la Comisión Técnica creada por el Ministerio de Cultura para eliminar los vestigios de la dictadura franquista, comisión de la que formó parte. El acto se abrió con un sonoro aplauso al juez Garzón, suspendido cautelarmente por el Consejo general del Poder Judicial en «un día trágico para la democracia», en palabras de Jiménez Villarejo.
En el verano de 2009, la Comisión Cívica se puso en contacto con los herederos de Miguel Hernández para plantear, coincidiendo con el Año Hernandiano en 2010, el celebrar dos iniciativas conducentes a la reparación moral y reconocimiento personal de que habla la Ley de la Memoria Histórica y, sobre todo, la anulación de su condena a muerte, emitida por un Consejo de Guerra celebrado en enero de 1940. En octubre se presentó la documentación necesaria en la Subdelegación del Gobierno, al mismo tiempo que la Comisión procedía a la recogida de firmas e incitaba a centros de enseñanza, corporaciones municipales, entidades culturales y cívicas a adherirse a esa petición de nulidad de la sentencia contra el poeta oriolano. La Comisión entendió siempre que la anulación de la condena de Miguel Hernández era un primer paso para plantear la necesidad de anular todas las sentencias dictadas por los arbitrarios Consejos de Guerra franquistas.
Ya en 2010, Año Hernandiano, se dio el primer paso cuando el 26 de marzo el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, y la vicepresidenta del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, acudieron a Alicante a entregar a la familia de Miguel Hernández el documento de reparación moral del poeta en un acto que contó con la asistencia de Marcos Ana y en el que Lucía Izquierdo, nuera del poeta, agradeció los esfuerzos de la Comisión Cívica y recordó la necesidad de anular la sentencia dictada contra él, de manera que no acabase el Centenario de su nacimiento sin que se eliminase «esa losa tan grande» que pesaba sobre su memoria.
La Comisión no consideraba suficiente esa reparación moral y ya había comenzado la labor de búsqueda de documentación con la que argumentar la petición de nulidad de la sentencia contra Miguel Hernández. Trabajaron en esa búsqueda Enrique Cerdán Tato, Manuel Parra y Carlos Candela, que preparó un recurso en ese sentido ante la Sala Quinta del Tribunal Supremo, elaborado con la colaboración de varios juristas. En el mes de julio, la familia del poeta presentó ese recurso ante el Tribunal Supremo, junto a nuevas pruebas, entre ellas, la existencia de otro proceso sumarísimo de urgencia hasta ese momento desconocido, que sería recogido por Enrique Cerdán Tato en un libro titulado El otro sumarísimo contra Miguel Hernández. Esa presentación fue precedida de un acto celebrado en Madrid y organizado por la Asociación Internacional de la Prensa.
En diciembre, la Comisión presentó en la Subdelegación del Gobierno más de 1.400 firmas que solicitaban la anulación de la condena a Miguel Hernández; anulación que contó con el apoyo de las Cortes Valencianas, las Diputaciones de Alicante, Valencia y Almería, cerca de cuarenta ayuntamientos, y numerosos centros educativos y entidades cívicas.
En enero de 2011, la Fiscalía del Tribunal Supremo se opuso a la admisión a trámite de la petición de nulidad de la sentencia contra Miguel Hernández, aludiendo a la invalidez e inexistencia de la misma, de acuerdo con la Ley de la Memoria Histórica: en su opinión, no podía revocarse «una resolución inexistente». Y en marzo se conoció la sentencia de la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo que, en efecto, no admitía a trámite esta petición. Solo uno, Javier Juliani, de los ocho magistrados que componían la Sala era partidario de admitir el recurso. El Tribunal Supremo reiteraba su opinión, según la cual la sentencia contra Miguel Hernández, como todas las dictadas por los Consejos de guerra franquistas, «carece actualmente de cualquier vigencia jurídica», por ser fruto de una normativa «radicalmente injusta e ilegítima», de acuerdo con la Ley de la Memoria Histórica. Contra esta decisión del Tribunal Supremo, y de acuerdo con los familiares de Miguel Hernández, de nuevo se presentó un recurso en abril de 2011 que fue de nuevo rechazado, por lo que ha presentado un recurso ante el Tribunal Constitucional en 2012.
En marzo y abril de 2011, la Comisión celebró varias actividades: en Orihuela, la Exposición en Homenaje a Miguel Hernández con motivo del primer centenario de su nacimiento, con participación de 58 artistas, exposición que no pudo exhibirse, como estaba previsto en un primer momento, en la sala de la Lonja de Alicante por la negativa de la corporación municipal alicantina a que apareciese en los títulos de créditos la Comisión que era precisamente la que –por medio de Arcadio Blasco y Mario Candela– había organizado la muestra.
En Alicante, el 25 de marzo tuvo lugar, en la sede de CCOO, un acto sobre la reparación a las víctimas del franquismo: Javier Moreno Díaz, presidente de la Asociación Foro por la Memoria, habló sobre los trabajos que se están realizando para descubrir las fosas del franquismo y dignificar a los republicanos allí enterrados, y el fiscal Carlos Jiménez Villarejo, sobre la situación actual de la Ley de la Memoria Histórica y los derechos de los represaliados por el franquismo.
El domingo 27 de marzo de 2011, tuvo lugar en el cementerio de Alicante la instalación de una estela –diseñada por Elena Albajar– con los nombres de los más de setecientos republicanos fusilados por los franquistas entre 1939 y 1945, acto en el que tomaron parte algunos de los familiares de los ejecutados, hijos, nietos y bisnietos. Fue un acto sencillo y emotivo, en el que destacaron las intervenciones de Carlos Vega, hijo de Etelvino Vega, el último comandante militar republicano de Alicante, y Lucía Izquierdo, la nuera de Miguel Hernández. La Comisión repartió un folleto con el listado de las víctimas, la mayoría de las cuales se encuentran sepultadas en las fosas comunes de las parcelas 12 y 19 del cementerio alicantino, y cumplió así su propósito de que aquellos que murieron por defender la libertad y la democracia no sufrieran una segunda muerte, aún más cruel que aquella a la que fueron condenados: la del olvido.
El 30 de marzo, en la sede de CCOO la Comisión colaboró con el Homenaje a las víctimas del franquismo, simbolizado en la persona de Marcos Ana, que organizó la Fundació Institut d’Estudis Polítics de EUPV. Y el 1 de abril, en la Casa del Pueblo de UGT, la Comisión y los partidos y sindicatos de izquierdas que la integran celebraron un acto de reconocimiento a los Artistas Plásticos de toda España que, desde los años de la transición, han colaborado generosamente en decenas de iniciativas para ayudar a diversas causas y que desde su fundación está colaborando muy activamente con las tareas de la Comisión.
Finalmente, de manera sorpresiva y sin la menor publicidad, la alcaldesa inauguró la calle dedicada al buque «Stanbrook» que, tiempo atrás, había solicitado la Comisión Cívica, cuyo representante en ese acto recordó las numerosas peticiones que la Comisión tenía planteadas ante el Ayuntamiento, sin obtener respuesta positiva.

En febrero de 2012, un año después de constituirse, se reunió la Comisión de Trabajo nombrada por la corporación municipal para estudiar la supresión de las calles alicantinas de los nombres de las personas relacionadas con la sublevación militar de 1936 y la dictadura franquista. Se acordó eliminar el nombre de seis calles dedicadas a los generales Millán Astray y Varela, al teniente coronel Chápuli, al teniente Robles y al capitán Meca, todos ellos golpistas en julio de 1936, y al 30 de marzo, fecha en que entraron en la ciudad las tropas franquistas. No se incluyó entre ellas la Plaza de la División Azul, por un voto de diferencia. Este acuerdo, sin embargo, no ha sido aún refrendado por el Pleno Municipal.
En mayo de 2012 se reunió de nuevo la Comisión de Trabajo y acordó levantar un monumento en recuerdo de las víctimas del bombardeo del 25 de mayo en el Mercado –aunque quedó pendiente, sin que hasta el momento se haya resuelto, dilucidar las características de este monumento– y colocar una plaza con el nombre de «Campo de los Almendros» en el lugar en que estuvo, dejando también para más delante de qué forma se recordaría lo allí sucedido. La placa se colocó el 11 de junio, en un acto en el que intervinieron la alcaldesa y un representante de la Comisión Cívica de Alicante.
La Comisión Cívica de Alicante por la Recuperación de la Memoria Histórica, desde sus comienzos, siempre ha estado formada por un grupo de personas individuales o en representantes de partidos, sindicatos y entidades cívicas, del cual surgían ideas y propuestas de actividades que eran discutidas, modificadas o matizadas por todos hasta llegar a un acuerdo. Siempre se ha trabajado por consenso, no tenemos presidencia ni cargos, y el portavoz de la Comisión puede ser cualquier miembro que se limita a comunicar lo acordado en las reuniones.
Francisco Moreno Sáez y Luis Pesquera Montalvo

Participan

  • Ministerio de presidencia
  • Universidad de Alicante
  • Comisión Cívica para la recuperación de la memoria histórica.

sábado, 7 de febrero de 2015

Antonio Machado y Federico García Lorca se conocieron en Baeza)

ANTONIO MACHADO EN BAEZA



La familia Machado, con Antonio y Manuel
EL OTRO ANTONIO MACHADO: HACIA SU REDESCUBRIMIENTO

Dedicado a la memoria de Antonio Machado Ruiz


Por Manuel Fernández Espinosa

 
Cuando conocí a Don Juan Montijano, a mediados de los años 80 del siglo XX, el ilustre canónigo y cronista oficial de Torredonjimeno era bastante anciano, sin embargo, pese a las mermas que la vejez produce en las naturalezas incluso más fuertes, recuerdo a un Don Juan Montijano afable que, a medida que se desplegaba la conversación, iba como recobrando vitalidad y memoria. Casi todos los sábados, durante meses y meses, me encaminaba a la calle Rabadán, con la ilusión de mantener aquellos gratos encuentros en su domicilio. A veces, algunos amigos de D. Juan se llegaban y aquello se convertía en una amena tertulia sabatina de mediodía.

Cuando joven D. Juan Montijano sintió la vocación sacerdotal, le vino de la mano del Siervo de Dios Padre Tarín que tanto predicó en Torredonjimeno y otras poblaciones de la comarca (Porcuna, Escañuela…). El padre de D. Juan, comerciante textil y secretario de la Comunión Tradicionalista de Torredonjimeno, fue reticente a consentir que su hijo se hiciera sacerdote, pensando que tal vez no fuese nada más que un capricho de mocedad; pero la perseverancia del hijo convenció al progenitor para que le diera la autorización y bendición paternas. Y así fue como D. Juan ingresó en el Seminario de Baeza, según sus memorias todo hace suponer que en el año 1913 que fue el año en que falleció D. Marcelino Menéndez y Pelayo, como así hace constar D. Juan en sus “Recuerdos de mi vida” (tuvimos el honor de publicar en primicia el manuscrito autobiográfico de D. Juan Montijano, "Recuerdos de mi vida (1899-1925)" en la Revista ÓRDAGO, nº 4, año 2000.)

El día 1º de noviembre de 1912, un profesor sevillano, viudo y melancólico, procedente de Soria, tomaba posesión de la cátedra de Lengua Francesa en el Instituto General y Técnico de Baeza. Aquel profesor se llamaba D. Antonio Machado Ruiz y ha pasado a la historia como uno de los poetas más grandes de la literatura española.

La formación académica de D. Juan Montijano Chica en Baeza coincidió, pues, con la presencia del gran poeta D. Antonio Machado Ruiz (1875-1939).

Cierto sábado en que me hallaba en casa de D. Juan Montijano , no recuerdo bien cómo vino a cuento, pero salió a relucir Antonio Machado en Baeza; es muy probable que por aquel entonces yo tuviera recién descubierta la poesía de Machado, en la que me sumergí gracias a mi profesor de Lengua y Literatura, D. José Juan López Altuna (q.e.p.d.), apasionado de Machado que contagiaba su entusiasmo por “Campos de Castilla”.

Al conjuro de su nombre, Don Juan Montijano sonrió condescendiente, como el anciano que acaricia sus recuerdos, y dijo algo así (compréndame el lector que han pasado muchos años como para recordar las palabras literales):

-Antonio Machado… Todavía lo recuerdo. Fue profesor de francés en Baeza, mientras estudiaba yo para cura. Machado era bastante conocido en Baeza; y no por poeta, sino por alguien estrafalario, un buen hombre, pero despistadísimo y muy descuidado en su vestir. Contaban que, en cierta ocasión, le tocó la lotería, pero no sabía en dónde había puesto el boleto… Y se quedó sin la fortuna. Y sus alumnos (que le tenían tomada la medida) bien que se aprovechaban de su descuido. ¡Hasta tortillas hacían en clase! Era un aula muy fría y se llevaban el infernillo y la sartén y, cuando menos acordaba el profesor, se estaban haciendo las tortillas los alumnos. Machado se desentendía y seguía dando su lección de francés.

Con el tiempo, mucho después de que D. Juan Montijano me contara esta anécdota, me encontré un pasaje de ese delicioso libro en prosa que nos dejó el poeta, me refiero a “Juan de Mairena. Sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo” (del año 1936, en vísperas de la tragedia bélica que terminaría llevándolo al exilio y a su muerte). Para entender bien lo que “apócrifo” significa para Machado, el mismo Juan de Mairena, su “alter ego”, nos lo dice:

“…os aconsejo una incursión en vuestro pasado vivo, que por sí mismo se modifica, y que vosotros debéis, con plena conciencia, corregir, aumentar, depurar, someter a nueva estructura, hasta convertirlo en una verdadera creación vuestra”.

O lo que es lo mismo: suplantar el yo histórico del profesor Antonio Machado Ruiz por el ente ficticio: el “apócrifo” Juan de Mairena.

Así es como, Juan de Mairena no ve a una pandilla de alumnos díscolos que, desafiando a su profesor, se hacen las tortillas en clase, sino que transforma la verdad histórica de la anécdota en una situación distinta. Y hete aquí que las tortillas de clase se tornan en un ejercicio didáctico que Juan de Mairena pone en clase a sus alumnos, donde se hace un elenco de todos los arreos que se necesitan para hacer “un huevo pasado por agua”: “infiernillo de alcohol con su llama azulada, la vasija de metal, el agua hirviente, el relojito de arena” (véase en “Juan de Mairena”, VIII)

Desde 1912 (cuando solicita el traslado a Baeza tras la defunción de Leonor Izquierdo Cuevas, su querida esposa) hasta el año 1919 Antonio Machado residió en Baeza. Después de vivir durante un tiempo en la fonda, toma un piso en la calle de Cárcel, con los balcones dando a la fachada de un palacio, diseñado por Andrés de Vandaelvira en 1559. Parece que bien temprano, la madre de Machado (Doña Ana Ruiz Hernández) se establecerá en Baeza y madre e hijo se darán mutua compañía hasta el fin de sus días en Colliure (Francia).

Cuentan que el primer día en que Machado se apeó del tren correo de Madrid, en la Estación-Baeza, el poeta con sus maletas creyó, a tenor de leer el rótulo ferroviario, que ponía pie en la misma ciudad de Baeza; pero la realidad era que Baeza estaba a 19 kilómetros de la Estación. Un alma caritativa, viéndole tan perdido, le invitó a subir al tranvía que lo llevaría a la ciudad de su destino.

No dejaron de sucederle anécdotas al forastero recién llegado. Ese mismo día, a primera hora de la tarde, Machado, tras instalarse en su habitación de la fonda, se asea y va a presentarse al Instituto para tomar posesión de su plaza docente y ponerse a disposición del centro. Llegado que fue al Instituto, se dirigió al bedel, presentándose y preguntando si podía ver al director. El conserje va y le responde:

-¿El señor director, dice usted? Pues el señor director está en la agonía…

Machado se queda boquiabierto: “En qué mala hora he llegado, que el director se está muriendo…” –piensa nuestro poeta y dice al portero:

-Hombre, pues lo siento mucho. Quisiera hacer algo por él o por lo menos ver a su familia. Pues sí que he llegado en mala hora.

El bedel las caza al vuelo y, comprendiendo el malentendido al que ha dado lugar su respuesta, sin contar con que aquel profesor es un forastero que no conoce los usos del lugar, se apresura a aclararle que no, que no se trata de lo que piensa; que el director no está en el lecho de muerte, agonizando, sino que hay un casino en la calle Barreras de Baeza, que es donde el director acostumbra a tener sus tertulias y que el pueblo llama “La Agonía”. ¿Y por qué le llaman así? Pues por estar muy concurrido de labradores que todo el día se lo pasan mirando al cielo y allí entonan sus lamentos, pues los labradores son como aquel “hombre del casino provinciano” que nos pinta Machado en su poema “Del pasado efímero”:

“Un poco labrador, del cielo aguarda

Y al cielo teme; alguna vez suspira,

Pensando en su olivar, y al cielo mira

Con ojo inquieto, si la lluvia tarda”.

Así vive el director y sus contertulianos del casino de Barreras, en una “agonía” por la cosecha y es por eso que los baezanos, con socarronería, le llaman a aquel lugar de encuentro “La Agonía”; pues los que allí se allegan viven en una “agonía” y todos son unos “agonías”.

Son muchos años los que Machado pasó en Baeza. Hizo buenas migas con algunos baezanos que siempre le guardaron lealtad: Don Rogelio Garrido Malo y Don Cristóbal Torres serán dos de esos amigos baezanos con los que intimará Machado. Cristóbal Torres era coronel de Caballería y abogado que no gusta de ejercer, confiando su manutención a sus rentas. A Baeza vendrá Manuel Machado Ruiz, el hermano también poeta, que es un torrente de optimismo y risas en contraste con Antonio, que siempre ha sido más tímido y altivo en su reservada introversión. Y en Baeza, el gran poeta sevillano conocerá al gran poeta granadino, Federico García Lorca. García Lorca era un estudiante de Filosofía y Letras, cuando su maestro Martín Domínguez Berrueta, profesor de Teoría de la Literatura y de las Artes y pionero en eso de los viajes de estudio, decida llevar a sus alumnos de excursión a Baeza, donde sabe que reside su amigo Antonio Machado y tanto arte hay por descubrir. En Baeza, Machado y García Lorca se encontrarán por vez primera, cuentan que García Lorca improvisó al piano haciendo una de sus magistrales interpretaciones pianísticas, pues no en balde había sido discípulo de Manuel de Falla.

Baeza será para Antonio Machado un recurrente motivo de inspiración poética: ahí están sus poemas para atestiguarlo. Cuando Machado abandone Baeza llevará en su ligero equipaje unos recuerdos inolvidables de todo lo vivido en aquella ciudad provinciana.

Durante un tiempo, Antonio Machado fue una figura poética que no sólo se reivindicó por su indudable calidad literaria, sino con propósitos ideológicos: Machado había tomado partido por la II República Española y había muerto en el exilio francés, tras la victoria de Francisco Franco. Sin embargo, muy pronto se desvaneció aquel bastardo entusiasmo por la figura del gran poeta. ¿Qué había pasado? ¿Qué ha pasado con Antonio Machado?

Como todos los grandes españoles, Antonio Machado es muy poco instrumentalizable por las ideologías más combativas que reclaman la “memoria histórica” de una sola España. Tal vez, por esa misma razón su “Juan de Mairena” haya sido una obra a la que muy pocos han querido aludir, pasándola por alto. Machado está lejos del sectarismo y su opinión sobre el marxismo es francamente negativa. Valga una cita de “Juan de Mairena” (hay muchas más) para ello:

“Carlos Marx, señores –ya lo decía mi maestro-, fue un judío alemán que interpretó a Hegel de una manera judaica, con su dialéctica materialista y su visión usuraria del futuro”

(“Juan de Mairena”, Antonio Machado).

Redescubrámoslo.


Fotografía de una de las expediciones didácticas de D. Martín Domínguez Berrueta

martes, 3 de febrero de 2015

Quesada estrena hoy un espectáculo escénico sobre los meses de vida de Miguel Hernández en Jaén

ja-miguel--575x323La representación tendrá lugar a las 19:00 horas.La Casa de la Cultura de Quesada (Jaén) acoge hoy el estreno de un espectáculo escénico que combina teatro, música y danza, y que recrea los aproximadamente tres meses de 1937 --de marzo a mayo-- en los que el poeta Miguel Hernández estuvo viviendo en la provincia jiennense, fundamentalmente en su capital.
La obra se titula 'Miguel Hernández y Jaén. Tres meses, cientos de versos', y la compañía Cía Vulanico la pondrá sobre el referido escenario de Quesada a partir de las 19,00 horas. El precio de las entradas es de cinco euros.

El responsable de la dirección escénica y dramaturgia de la obra, Pedro Lendínez, ha explicado a Europa Press que este proyecto comenzó a gestarse hace año y medio, aproximadamente, si bien ha sido en torno a los dos últimos meses cuando se ha estado trabajando en él de forma más continuada. En el transcurso del espectáculo se recrea el capítulo de la vida del célebre escritor de Orihuela (Alicante) que transcurrió en Jaén capital, que aunque fue corto, de apenas unos tres meses, resultó "intenso" y "marcó el devenir de su vida", según ha abundado Lendínez. Así, fue en Jaén donde se casó con Josefina Manresa, natural de Quesada, el 9 de marzo de 1937, y donde pudo llevar con ella una vida de pareja, según ha explicado el director escénico de la obra, que recuerda que el poeta se encontraba en el territorio jiennense como comisario del frente republicano en el marco de la Guerra Civil.
Para el montaje de esta obra se ha usado como base un compendio de documentación relativa al autor de 'Perito en Lunas', tanto biografías como material existente en Internet, estudios que abarcan su figura o las memorias de la propia Josefina Manresa, según ha detallado Lendínez, que ha destacado además que se ha podido consultar parte del legado del escritor que conserva actualmente el Instituto de Estudios Giennenses (IEG).
La obra, de unos 65 minutos de duración, cuenta con la participación de la compañía de danza 'Kata Kanona' —con Eva Murcia, Carmela Reyes y Ana Herrera—, y la música que pondrán José Ortega 'Sitoh' y Sole Martínez, y con la que se ambientarán poemas de Hernández. Óscar Cabrera y Amanda Santos conforman el elenco de actores y Juan Ramón Canovaca se encarga de la producción. Con el estreno de esta obra, Quesada refuerza aún más los lazos que le unen a la figura del poeta, tanto por ser la localidad natal de su esposa como por albergar el Museo Miguel Hernández-Josefina Manresa, que se espera abrir en los próximos meses y donde podrán verse documentos y piezas pertenecientes al legado de este poeta adquirido a sus herederos por la Diputación Provincial.
 

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viernes, 30 de enero de 2015

"Elegía Primera" de Miguel Hernández a Federico García Lorca.



1.-   ELEGIA PRIMERA (A Federico García Lorca). 

      Miguel Hernández, Viento del pueblo 1937

       "Elegía Primera" no es, cronológicamente, la primera de las composiciones de Viento del pueblo, quizás, pienso con atrevimiento, que fue de los últimos, a la vez que se escribió la dedicatoria a Vicente Aleixandre, por la exposición de las proposiciones líricas coincidentes, como ya he comentado en el apartado propuesto a la dedicatoria a Vicente Aleixandre.

    Es indudable que la muerte de Federico García Lorca conmovió y preocupó a Miguel Hernández. El 12 de septiembre desde Orihuela preguntó a Cossío, si es cierto que a Lorca le han fusilado. Hecho criminal que ocurrió en la carretera entre Víznar  y Alfacar provincia de Granada, cerca de la Fuente Grande,  en la madrugada del 18-19 de agosto de 1936.
    Si Miguel hubiera escrito la elegía a Federico inmediatamente, la hubiera dado a la publicación tal y como hizo con el poema “Sentado sobre los muertos”, además la revista El Mono Azul, no se la hubiera rechazado, porque Rafael Alberti era el secretario de publicaciones.
    Miguel se lo piensa, al parecer no le sale nada espontáneamente tal y como ocurriera con la Elegía a la muerte de RamónSijé que se publicó en el número de diciembre del 35 en la Revista de Occidente. Miguel tiene la obligación literaria de escribir una “Elegía”, puesto que otros poetas ya habían dedicado poemas como el de Antonio Machado “El crimen fue en Granada”, publicado en Ayuda el 17-10-36, y en Poesía en la España Leal, 1937. Emilio Prados “Llegada”,  publicado en  Romancero de la Guerra civil Española, en noviembre de 1936. Francisco Salinas,  poeta de Callosa de Segura (Alicante), ganó el Premio Madrid en 1937, con un poema dedicado a la muerte de García Lorca “Por qué mataron al ruiseñor”.

  Leyendo detenidamente, las primeras siete estrofas, vemos que son como un comodín que vale para cualquier amigo muerto.

Atraviesa la muerte con herrumbrosas lanzas,
y en traje de cañón, las parameras
donde cultiva el hombre raíces y esperanzas,
y llueve sal, y esparce calaveras.

Verdura de las eras,
¿qué tiempo prevalece la alegría?
El sol pudre la sangre, la cubre de asechanzas
y hace brotar la sombra más sombría.



   He puesto en negrita lo de "herrumbrosas lanzas", para resaltar que Juan Benet lo tomó como título para uno de sus libros homónimo “Herrumbrosas lanzas”, Premio de narrativa Castellana 1983. Obra concebida a partir de una historia militar de la guerra civil; Juan Benet traslada al mítico territorio de Región el acontecimiento más importante de la historia española de este siglo. Este evento  nos demuestra que Juan Benet leyó a Miguel.
  Miguel Hernández y Federico se habían conocido en Murcia, el 2 de enero de 1933, en Murcia se lo presentó Raimundo de los Reyes, en su casa cuando Miguel fue a corregir pruebas de su Perito en lunas.  (“Federico García Lorca con la Barraca en Alicante” de Gaspar Peral Baeza,  revista Perito, nº 9, octubre 2006).  José Luis Ferris ha comentado, recientemente, que Raimundo de los Reyes pagó la edición de Perito en lunas, y no el vicario Luis Almarcha.
  Miguel le escribió cuatro cartas, en cuyo discurso se nota el reproche. Federico le escribió una, compadeciéndole, ya que Miguel se había situado al borde de la mendicidad junto a sus padres, e incluso le insulta. Como escribe Eutimio Martín “… mete la pata hasta el corvejón tratándole de «calorré [gitanismo de gitano] de nacimiento» (carta de fecha 30-05-33). Si algo detestaba Lorca era que lo consideraran o lo trataran de gitano. En realidad el medio gitano era Hernández, puesto que su madre pertenecía a la familia de los “Mansebos”.
    En Madrid se vieron unas cuantas veces. Aunque las simpatías entre Federico y Miguel no era para ir cogidos del brazo, como le gustaba a Lorca fotografiarse con sus amigos, si vemos las fotos con Dalí, Buñuel o con  Oscar Esplá. Miguel reconoce que recordar a Lorca era necesario y oportuno para el éxito del libro.  Puesto que su asesinato estaba en el recuerdo de los poetas y milicianos.   Dijo María Zambrano que el autor de Bodas de Sangre, le tenía "alergia" a Miguel, y desde luego que tenía sus motivos, pues en una de las cartas que le escribiera Miguel le insultó de una forma descarada,  le increpó con arrogancia "la tarde aquella murciana, que he maldecido las putas horas y malas en que le di a leer un verso a nadie" (carta de fecha 10-04-1933). Y luego le acosaba con reproches para que le estrenara El torero más valiente.
    Miguel  volverá a nombrar a Federico en el poema “Llamo a los poetas” de El hombre acecha, 1939.
    Fusilaron al poeta de Fuente Vaqueros en la madrugada del 18 al 19 de agosto de 1936 en el Barranco de Víznar: Los Pozos, (Granada), donde también fusilaron  a otros muchos granadinos, entre ellos, a los banderilleros de la CNT Joaquín Arcollas y Francisco Galadí Melgar; aquí en Los Pozos se cree que hay un millar de muertos. A pesar de las excavaciones que se han hecho en Víznar y Alfacar, de acuerdo a la Ley de Recuperación de la Memoria Histórica, sus huesos no han sido hallados. ¿Por qué no le perdonaron la vida a Federico durante los días que estuvo preso en el gobierno civil de Granada entre los días 16 y 18 de agosto, a pesar de las insistentes peticiones de indulto por parte de influyentes amigos falangistas y familiares?, ¿acaso  le interrogaron, le torturaron y tan mal lo dejaron que ya no le podían ponerle en libertad?  Lo más seguro es que le sometieran a un duro interrogatorio, preguntas tales como dónde estaban sus amigos, entre ellos Fernando de los Ríos a quien los falangistas y cedistas odiaban a muerte.  Si Angelina Cordobilla, la mujer que le llevaba la comida al gobierno civil y le vio vivo, en la entrevista que se le hizo el equipo de Ideal, en marzo de 1975, no dijo nada de esta hipótesis, ella sólo vio encima de una mesa  un tintero, papel y una pluma, pruebas que confirman que lo tenían allí para que denunciara a otros camaradas o amigos, hacer "la lista negra" y además para que escribiera de puño y letra su propia confesión, es la única explicación lógica al recado de escribir, y si esta  lista de nombres, siempre sacados bajo amenazas y presión, y si los datos no eran satisfactorios, lo más seguro es que le torturaran como hicieron con otros muchos detenidos.  Lo mismo que hacen hoy en día con los prisioneros en Guantánamo o en otras cárceles secretas.  Ahora hay que preguntarse ¿quién torturó a Federico, dónde está su confesión?
    “Elegía primera” consta de 114 versos. No aprecio un llanto como aquella elegía a la muerte de su amigo del alma Ramón Sijé. En esta “Elegía primera”, aprecio abundante retórica metafórica en las primeras siete estrofas. Es en la octava  estrofa  cuando empieza a nombrar a Federico, sin lágrimas, cuando se  aprecian ciertos aires de reproches en: ¡Tanto fue! ¡Tanto fuiste y ya no eres!  (v. 36).  Miguel no puede olvidar ciertos desplantes de Federico, en casa de Vicente Aleixandre y otros codazos, como el comentado por María Zambrano. La estrofa siguiente suena a desquite y regaño.
¡Tanto fue! ¡Tanto fuiste y ya no eres!
Tu agitada alegría,
que agitaba columnas y alfileres,
de tus dientes arrancas y sacudes,
y ya te pones triste, y sólo quieres
ya el paraíso de los ataúdes.

   En la nota a pie de página 79, del Tomo I, estudio de José Carlos Rovira y Carmen Alemany, comentan que hay semejanzas de Coplas de Jorge Manrique, y rasgos quevedescos, según el estudio de José María Balcells “De Quevedo a Miguel Hernández”, Revista del I.E.A., núm. 36, 1982. por los versos finales “Tú sabes Federico García Lorca,/ que soy de los que gozan una muerte diaria”.
    La muerte es un recurso muy usado en el Barroco. Vemos el verso de Quevedo “las grandes almas que la muerte ausenta” (v.9 “Gustoso el autor con la soledad y sus estudios”). Miguel leyó con fruición a Quevedo, Góngora, y a los dos Vega (Garcilaso y Lope).

   Juan Cano Ballesta en el estudio de Viento del pueblo, Edición Cátedra, 308, página 57, nos recuerda: “Así fue la evocación del amigo que hizo Miguel en las palabras que pronunció en [21] agosto de 1937 en el Ateneo de Alicante: “La desaparición de F.G. Lorca es la pérdida más grande que sufre el pueblo de España. Él solo era una nación de poesía. Es su sombra… la que me empuja irresistiblemente contra sus asesinos en un violento deseo de venganza” (Ramos, 41). Cano Ballesta se refiere al libro de Vicente Ramos y Manuel Molina Miguel Hernández en Alicante, Colección Ifach, 1976.
   Palabras que tienen relación con los versos (75-76):

   Muere un poeta y la creación se siente
   herida y moribunda en las entrañas.

   Miguel había leído poemas de F. G. Lorca, en el Ateneo de Alicante, el 29 de abril de 1933, cuando vino con Ramón Sijé a presentar su libro Perito en lunas, y recitó “Elegía media del toro” con el cartel de Paco de Díe, porque el primer cartel que le hizo Rafael González Sáez para la Universidad Popular de Cartagena el 28 de enero de 1933,  se perdió en el tren.  El cartel de Paco de Díe, parece ser que se lo dejó en Madrid, en carta a José Bergamín de fecha junio de  1934 leemos: “En la siesta de ayer tarde y en mi rinconcito de mi huerto junto a la sierra achicharrada, lo leímos Sijé, Díe (el del cartel ese que me dejé ahí) y yo mismo…”  Leyeron los últimos capítulos de Auto sacramental.
  Para tener un mayor acercamiento a la relación entre ambos poemas debemos consultar  el artículo “Miguel Hernández y Federico García Lorca”, Francisco Esteve, revista Perito, número 9, de octubre 2006, (págs. 6-7).

    Dibujo que ilustra este poema. La lámina se divide en cuatro viñetas, presento una silueta del poeta granadino. Abajo las herrumbrosas lanzas, aquí rotas. Calaveras y granadas rotas y sangrantes, rociadas  bajo una llorosa guitarra. Porque dos veces nombra el poeta la guitarra.


(Articulo de Ramón Fernández Palmeral, pertenece al libro "Simbología secreta de Viento del pueblo".
Formará parte de mi conferencia-recital "Los poetas del sacrificio de mi carpeta roja". Ámbito Cultural de El Corte Inglés, 2015)

Libro editado en LULU
http://www.lulu.com/shop/ramon-fernandez-palmeral/simbolog%C3%ADa-secreta-de-viento-del-pueblo/paperback/product-22588214.html

martes, 27 de enero de 2015

Conferencia-recital "Los poetas del sacrificio de mi carpeta roja"



Conferencia-Recital con proyeccion de diapositivas de las biografías de los poetas llamados del "Sacrificio": Antonio Machado, Federico García Lorca y Miguel Hernández, así como comentarios y recitación de los poeas más significativos de estos poetas.
Ofrecida por el escritor, poeta y pintor Ramón Fernández Palmeral, acompañado a la guitarra por Elena de la Romana.



Conferencia-recital 9 de febrero 2015


                   Los poetas del sacrifico de mi carpeta Roja (Ramón Palmeral)


    Buenas tarde a todos, amigos y amigas, gracias por venir. Primero  queremos agradecer al Corte Inglés y a Cutillas que nos ceda una vez más Ámbito Cultural. Elena y yo nos vamos a autopresentar, hemos prescindido de presentador para empezar la conferencia sin dilación. Elena de la Romana nació en Cuevas de san Antón (La Romana), es ceramista y concertista de guitarra, y es una excelente amiga y persona, Yo colaborador de la Fundación Miguel Hernánde de Orihuela. Nuestros curriculum están en Internet.

     Hace 30 años, septiembre de 1985 hubo un  homenaje nacional a Antonio Machado, Federico García Lorca y Miguel Hernández, tres figuras que fueron definidas como "poetas del sacrificio" por ser victimas directa o indirectas de la guerra incivil, término acuñado  por Rafael Alberti en el acto de presentación del mismo en Madrid. Puesto que los tres fueron víctimas de la guerra civil.

   Hemos elegido este mes de febrero porque además el 22, hace 76 años que murió Antonio Machado en el exilio en una pensión Madame Quintana, en el pueblo Colliure de Francia, dos días después falleció su madre Ana Ruiz Hernández. Su cadáver sigue allí y el gobierno francés no ha consentido nunca su traslado a Soria donde está su esposa Leonor Izquierdo.

   Voy a ir mostrando diapositivas de los momentos más significativos de las biografías de estos poetas, defensores de la II Republica, y considerados como los más importantes del siglo XX, y más queridos por el público,  a la vez iré recitando una serie de poemas que tengo seleccionado en una carpeta roja, y para amenizar los poemas Elena tiene la difícil tarea musical de acompañarme a la guitarra improvisando. Lamento no poder profundizar por falta de tiempo, tenemos tan sólo hora y media. Ha final dejaré unos minutos para ruegos y preguntas. A las 21 horas esto se cierra.

    Empezaremos por orden de nacimiento, o sea de antigüedad, primero Antonio Machado, luego Federico García Lorca y Miguel Hernández. La conferencia está acota sobre la interrelación de los 3 poetas y su tiempo. Para mí, hablar de estos tres poetas es una tarea agradable,  a los que les tengo mucho respeto, y no es la primera vez que lo hago, puesto que he dado varias conferencias individualmente, pero es la primera vez que me encierro con estos tres “Miuras de la poesía”.

    Antonio nació en Sevilla, palacio de las Dueñas, propiedad de lo duques de Alba el 26 de julio de 1875. Federico García Lorca en Fuente Vaqueros (GR) el 5 de junio de 1898, y Miguel el 30 de octubre de 1910 en Orihuela. Federico fue asesinado el 19 de agosto de 1936  (38 años) entre Viznar y Alfacar Granada: Antonio murió el 22 de febrero de 1939 (64 año) en el exilio de Francia, y Miguel  en a enfermería de Reformatorio de Adultos de Alicante, el 28 de marzo de 1942 de tuberculosis  (32 años) en Alicante. Son poetas republicanos unidos por un destino trágico.

lunes, 5 de enero de 2015

"Las desiertas abarcas", Poema de Miguel Hernández para los niños que no reciben juguetes

(Composición digital de Palmeral)



Con esta postal os deseo que los Reyes Magos os traigan muchos regalos el 6 de enero 2015.

Debéis llevar a los niños a la cabalgata, ellos se los pasan muy bien, la ingenuidad los hace felices. 

Un día como hoy  cinco de enero, víspera de Reyes, no podemos olvidarnos de los niños que no reciben juguetes. "Las desiertas abarcas" es un poema de Miguel Hernández que no habla de ello.

Por el cinco de enero,
cada enero ponia
mi calzado cabrero
a la ventana fria.
-
Y encontraba los dias
que derriban las puertas,
mis abarcas vacias,
mis abarcas desiertas.
-
Nunca tuve zapatos,
ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos,
siempre penas y  cabras.
-
Me vistio la pobreza,
me lamio el cuerpo el rio
y del pie a la cabeza
pasto fui del rocio.
-
Por el cinco de enero,
para el seis, yo queria
que fuera el mundo entero
una juguetería.
-
Y al andar la alborada
removiendo las huertas,
mis abarcas sin nada,
mis abarcas desiertas.
-
Ningun rey coronado
tuvo pie, tuvo gana
para ver el calzado
de mi pobre ventana.
-
Toda gente de trono,
toda gente de botas
se rio con encono
de mis abarcas rotas.
-
Rabie de llanto, hasta
cubrir de sal mi piel,
por un mundo de pasta
y unos hombres de miel.
-
Por el cinco de enero
de la majada mia
mi calzado cabrero
a la escarcha salia.
-
Y hacia el seis, mis miradas
hallaban en sus puertas
mis abarcas heladas,
mis abarcas desiertas.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

79 años del fallecimiento de Ramón Sijé

Un día como hoy el 24 de diciembre de 1935 fallecía en su casa de Orihuela de filósofo y pensador Ramón Sijé seudónimo de José Ramón Marín Gutierrez. Hoy nuesto recuerdo. Ir al libro Ramón Sijé, el Estigmatizado



viernes, 19 de diciembre de 2014

Transcripción del acta de matrimonio canónico de Miguel Hernández y Josefina Manresa




Copia literal del acta de matrimonio canónico de Miguel Hernández y Josefina Manresa. Expedido por el Juez Municipal nº 1 de Alicante en agosto de 1942, seguramente a petición de Josefina Manresa.

                 
                                                       TEXTO
Miguel Hernández Gilabert con Josefa Manresa Marhuenda.- En Alicante a quince de Agosto de mil novecientos cuarenta y dos ante D. Anselmo Cutayar y Mauricio, Juez municipal de ejercicios anteriores en funciones, y D. Rafael Martínez Bernabeu, Secretario, se procede a transcribir  el acta de matrimonio canónico: In articulo mortis que copiado literalmente dice así: Reformatorio de Adultos de Alicante: Capellán Don Salvador Pérez Lledó: Capellán del Reformatorio de Adultos de Alicante, del que es director Don Manuel Guerrero Blanco.- Certifico: Que el día cuatro de marzo de mil novecientos cuarenta y dos se celebró en a Capilla de esta prisión: In arto-mortis el matrimonio canónico del recluso Miguel Hernández Gilabert de treinta y un años de edad, natural de Orihuela hijo de Miguel y de Concepción con doña Josefa Manresa Marhuenda de veintiséis años de edad, natural de Quesada (Jaén), hija de a Manuel y de Josefa: fueron testigos presenciales Faustino Tornero Castillo y Teodomiro López Mena.- Y para que conste y surta sus efectos en donde estimen oportunos, expido el presente con el Vº Bª del Sr. director en Alicante a seis de abril de mil novecientos cuarenta y dos. Vº Bº el director M. Guerrero.- Salvador Pérez: Rubricado.- Hay un sello que dice Reformatorio de Adultos: dirección. Alicante. El acta transcrita queda archivada en el registro Civil en el legajo correspondiente de la sección de matrimonios y firma la presente el señor Juez que certifica. [Hay dos firmas que corresponden al Juez municipal y al Secretario].

 

   
   NOTA
 La fotocopia que muestro me ha sido facilitado por D. Julio Calvet Botella, Magistrado-Juez Encargado del Registro Civil nº Uno de Alicante. La copia por dos caras ha sido tomada de la Sección 2º del libro 19-1 página 233 de este registro Civil. Ha sido expedido según lo dispuesto al artículo 26 del reglamento del registro Civil de fecha 12-12-2014.- Al pie rubrica del Magistrado y sello en color violeta.

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Anselmo Cutayar Mauricio, nació en Alicante el 15 de noviembre de 1887. En 1935 era Juez Municipal.

jueves, 18 de diciembre de 2014

FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO 2015

Con todo mi corazón abierto en canal por donde entran las corrientes y estos fríosssssssssssss de diciembre, os deseo al calor de esta acuarela, a todos mis amigos físicos y virtuales de esta vida en libertad que es Facebook: PAZ Y FELICIDAD EN NAVIDAD y por supuesto un PRÓXIMO 2015, lleno de fortuna y suerte para todos.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

La huida fallida de Miguel Hernández en Portugal




  • SERPA (Ciudad Portiguesa)



      En abril de 1939, acabada la Guerra Civil, el poeta Miguel Hernández...,  intenta escapar de la represión del régimen de Franco. Pretende refugiarse en la Embajada de Chile, pero fracasa en su intento de que el diplomático Carlos Morla, contertulio de los poetas del 27, le facilite asilo y debe escapar de Madrid.
     Miguel Hernández viaja hasta la Raya. Unos kilómetros al sur de Extremadura, intenta cruzar desde el pueblo onubense de Rosal de la Frontera hasta la villa alentejana de Serpa. Pero no lo consigue. La policía del régimen de Oliveira Salazar en Serpa entrega al poeta al Cuerpo de Investigación de Vigilancia de Fronteras de Rosal de la Frontera [Que hizo el atestado].
     Si Miguel Hernández hubiera conocido mejor la idiosincrasia de la Raya, hubiera cruzado a Portugal un poco más al norte, de Valencia del Mombuey a Barrancos, hospitalario pueblo alentejano donde incluso la casa del médico, el doctor Fernandes, cercana a la iglesia, era lugar de refugio de huidos republicanos y donde el cura párroco, el padre Antonio Almeida, dejaba abierto el postigo de su puerta para que se escondieran en su casa los «rojos» que necesitaran auxilio y protección.
     Pero el poeta escogió mal, cruzó la frontera más al sur y comenzó así un calvario por varias cárceles españolas que acabó con su salud y con su vida el 28 de marzo de 1942. Es cierto que en 1939 fue liberado, pero volvió a equivocarse: en lugar de escapar, regresó con su familia y llegó la detención definitiva.


      Rosal de la Frontera es un pueblo blanco y grande de la Raya Seca. Hace ya muchos kilómetros, en concreto desde Cheles, que el Guadiana ha dejado de ser frontera para adentrarse en Portugal. Rosal es un pueblo relativamente moderno. Se creó hacia 1860 y mantiene la tónica demográfica rayana: 3.500 habitantes en 1950-60 y la mitad hoy.
   Rosal tiene una plaza bonita, un dolmen monumental y una casa de cultura que honra la figura del poeta cautivo: está instalada en la cárcel donde pasó sus primeros días preso Miguel Hernández, se reproduce la celda donde estuvo encerrado y se pueden conocer diversas facetas de su vida y de su obra.
Más interesante resulta, al otro lado de la frontera, la villa de Serpa, uno de los pueblos sorpresa de la Raya. Serpa llegó a ser un emporio artesanal y mercantil. Pero eso fue en el siglo XVI, cuando en el Alentejo se concentraba el mayor número de centros urbanos de Portugal y la región contribuía con el 27% de los impuestos a la monarquía portuguesa. En ese tiempo, Serpa destacaba por su agricultura, su ganadería, su artesanía y su comercio.
     Como en el resto del Alentejo, las guerras de Restauración de la independencia portuguesa, de Sucesión de España y napoleónica, acabaron, entre 1640 y 1814, con el desarrollo de la región. Los terratenientes se trasladaron a la Corte, se implantó el monocultivo del trigo y se acabó el equilibrio económico. Serpa llegó a tener 32.000 habitantes en 1960. Hoy, para no ser menos que Rosal y los pueblos vecinos, tiene exactamente la mitad: 16.000 en el municipio y 6.000 en la villa.
Serpa no goza de la misma fama que Monsanto, Monsaraz o Marvao, pero gracias a ello casi no hay contaminación turística y su visita es una admiración continua: no te esperas nada de lo que ves y la sorpresa gratifica mucho más que tantas postales repetidas.
    En Serpa, se conservan tres monumentos nacionales portugueses: el palacio de Ficalho, las murallas y la iglesia de San Francisco. Se puede pasear por la Rua da Figueira, declarada la calle más blanca de Portugal en 1987. Y, en fin, su casco viejo es un laberinto encalado de callejas preciosas donde salen al paso una plaza magnífica con su típico Café Alentejano y un hogar de la tercera edad donde «é estritamente proibido a permanéncia de pessoas alcoolizadas». Merece la pena ir a Rosal y a Serpa y rememorar la huida fallida de Miguel Hernández.


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 "Miguel Hernández, el poeta del pueblo (biografía en 40 artículos)", de Ramón Fernández Palmeral
Editorial ECU