Sinopsis:

Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com

sábado, 23 de diciembre de 2017

Entrevista por la Medalla al Mérito Hernándiano a Gaspa Peral Baeza en 2006 para "El Eco Hernandiano"

MEDALLA AL MÉRITO HERNANDIANO 2006

“Para mí fue un descubrimiento,
ver que yo coincidía en él”

Nació en Alicante el 21 de diciembre de 1924. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Murcia. Se dedicó, en un principio, al mundo empresarial.
Fue fundador del Teatro de Cámara del Instituto de Estudios Alicantinos (1953). Fue teniente-alcalde y concejal de Cultura de la ciudad de Alicante (1961-1967). Miembro del Instituto de Estudios Alicantinos, del que fue presidente de la Sección de Publicaciones (1968-1973) y secretario técnico (1973-1974). Aficionado y conocedor del teatro español, ha escrito varias obras de este género: “Cartas en voz alta”, escrita en colaboración con Lorenzo Peral, y con la que consiguió el primer Premio de Teatro “Manuel Baeza” en 1955. En 1983 publicó “Un rincón donde dormir”.
Durante su etapa de subdirector de la revista del Instituto de Estudios Alicantinos, promovió la publicación de artículos, reseñas, etc., relacionadas con Miguel Hernández. Asimismo, fue el responsable de la edición de los “Cuentos” (1972) de Gabriel Sijé y del ensayo “La decadencia de la flauta y el reinado de los fantasmas” (1973), de Ramón Sijé. Ha ido formando una de las mejores bibliotecas y archivos temáticos hernandianos, que han servido a otros investigadores, aparte de colaborar generosamente con la Fundación Cultural Miguel Hernández y con la Sección Hernandiana de la Biblioteca Pública del Estado “Fernando de Loazes” de Orihuela. Forma también parte de la Asociación de Amigos de Miguel Hernández.
  1. En primer lugar, enhorabuena por el premio que ha recibido, la Medalla al Mérito Hernandiano. ¿Qué le ha parecido este homenaje a toda una vida dedicada al estudio del poeta oriolano más universal?

    Ante todo, he de rectificarle, yo no he estudiado al poeta más universal Miguel Hernández, lo he coleccionado. No me considero capaz de investigar, porque carezco de aptitudes críticas suficientes para hacer un estudio de tipo filológico, ni siquiera histórico ni biográfico, me he limitado a leerlo, a entusiasmarme con su poesía y volver a releerlo todos los días, casi.


  2. ¿En qué momento decidió acercarse a la figura de Miguel Hernández?

    Cuando años después de la muerte de Miguel, vamos a ponernos en los mediados años cuarenta, conocí a gente que en alguna forma se relacionó con Miguel o con su entorno, leí algún poema suyo publicado en alguna revista local y en alguna nacional; me entusiasmó, y cuando supe de la publicación de “El rayo que no cesa”, en la edición del año 49, que preparó José María de Cossío, conseguí un ejemplar; lo leí, me entusiasmó, probablemente, porque, fueron años en que yo estaba enamorado y este libro de poesía amorosa, pues, caló hondamente en mí.


  3. ¿Qué significa para usted este poeta?

    Para mí fue un descubrimiento, ver que yo coincidía en él, luego fui conociendo pasajes de su vida y su vida me entusiasmó tanto como su poesía. Me refiero a su vida dramática, trágica: desde sus primeros años de pastor, de cabrero, hasta los últimos años en ese viajar de prisión en prisión, hasta llegar el 28 de marzo del 42 con su muerte en una prisión de mi tierra, de mi pueblo, de Alicante.


  4. ¿Cuál sería la mejor manera de homenajear a este poeta?

    Leerlo, leerlo, no dejar de leerlo.


  5. ¿Qué le empujó a publicar la obra inédita de Ramón Sijé, “La decadencia de la flauta y el reinado de los fantasmas”?

    Pues me llevó el sentido de la amistad entre Miguel y Ramón, el deseo expresado por Miguel en una gran cantidad de momentos, de situaciones y de ocasiones, porque ese libro de su compañero del alma viera algún día la luz. Lo intentó.

    No es el momento de explicar las distintas circunstancias que impidieron que ese libro viera la luz. Se dejó de hablar ya de ese libro.

    Hubo algún intento por alguna institución local oriolana, no fraguó aquel intento, y yo, entonces, en un puesto que era el de presidente de la Sección de Publicaciones del Instituto de Estudios Alicantinos, tuve la oportunidad gracias a la colaboración de miembros de dicho instituto, oriolanos, que me lo pidieron; vi la ocasión óptima, que no podía dejar pasar que aquel deseo frustrado de Miguel en relación con la obra de Ramón no se pudiera llevar a cabo, y lo conseguí.


  6. ¿Cree que la figura de Ramón Sijé está reconocida en su ciudad natal?

    No, creo que no, ni en su ciudad natal ni en otros sitios, no. Yo pienso que a Ramón Sijé hay que estudiarlo olvidándose un poco de Miguel, estudiar a Ramón Sijé como Ramón Sijé.


  7. ¿Qué opina sobre la catalogación y digitalización de los fondos de Ramón Sijé, llevado a cabo por el III Taller de Empleo de la Fundación Cultural Miguel Hernández?

    A mí me parece una labor excelente. Todo lo que sea recoger material, documentos de cualquier orden que esté en relación con Ramón o con Miguel es una tarea importantísima. A mí como investigador, no, porque no soy investigador, pero, para otras personas que se consideren capacitadas para estudiarlos, es fundamental cuantos más datos puedan aportarse para el estudio de las obras de los dos.


  8. ¿Cómo conoció la Fundación Cultural Miguel Hernández?

    Pues, no lo sé, no lo recuerdo, parece que la conozco de siempre, en fin. Por establecer una fecha, yo diría que con motivo de la organización del primer Congreso hernandiano en el año 92, en el que tomé parte como congresista de base, cuando la idea estaba gestándose.


  9. Usted empezó a trabajar en el mundo empresarial, ¿qué le impulsó a dedicarse al teatro?

    Pues, tampoco lo sé, debe ser una cosa de familia. No sólo yo, otros familiares también hemos intentado hacer pinitos en el teatro, y, sobre todo, porque desde pequeño me acostumbré, porque me llevaba mi padre casi todos los domingos y, claro, pues, de ahí surgió esa afición mía al Arte Dramático. Luego, pues, intenté escribir alguna obra. Se han publicado dos, no he estrenado ninguna. Lo tuve que dejar porque no servía, por lo visto.


  10. Junto con el teatro, ¿cuál es su género predilecto?

    La poesía, por supuesto.


  11. Según su punto de vista, ¿cuáles son los problemas actuales del teatro español?

    Estoy completamente desconectado con el teatro. Me pasa como con Miguel Hernández.

    Tuve un autor predilecto, como alicantino, que fue don Carlos Arniches. También empecé a coleccionar, a formar una parte de archivo arnichesco y biblioteca teatral. Tengo más de 3.000 volúmenes. Hay quien ha dicho que es la biblioteca teatral privada alicantina más importante. Yo lo pongo en duda. Pero he ido poco a poco olvidándome del teatro con los años.


  12. De su colaboración con Lorenzo Peral, ¿cuál es la obra que recuerda con más afecto?

    “Cartas en voz alta”; fue una de las primeras que escribimos juntos y, además, consiguió un premio, el Premio “Manuel Baeza” de Teatro que se convocó sólo un año, y nos lo llevamos mi tío y yo. Otras que escribimos en colaboración no tuvieron tanto éxito, las presentábamos. Por avatares, circunstancias de uno y otro, se acabó la colaboración y, luego, seguí escribiendo yo solo, pero también sin éxito; solamente conseguí que se me publicara “Cartas en voz alta” en una revista que se llamaba “Revista Española”, que avalaba el famoso Rodríguez-Moñino. Luego, ya una escrita por mí solo, “Un rincón donde dormir”, que me la publicó la Caja de Ahorros Provincial.

    Ni una ni otra se han estrenado, aunque puedo considerar que “Cartas en voz alta” sí que se estrenó, porque se leyó, se hicieron lecturas dramáticas o lecturas dramatizadas en Alicante y en Elche.


  13. ¿Qué destacaría especialmente de su labor en el Instituto de Estudios Alicantinos?

    Mi entrega total a cualquier valor joven alicantino que acudiera con su obra y que fuera digna de publicarse


  14. ¿Está escribiendo actualmente?

    No. Escribo algún artículo que amigos que confían demasiado en mí me piden más bien locales incluso me pidió la Fundación un artículo, que vio la luz, me parece, en el número 9 de “El Eco Hernandiano” en su versión impresa, precisamente sobre la amistad de Miguel y Ramón


  15. ¿Tiene algún proyecto en mente?

    No, a mis años ya no.

María Martínez Martínez
María Antonieta M. Lidón
Mayte Sánchez Gómez

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Buzón del Internauta

Un dulce hasta siempre por Gaspar Peral Baeza

Un dulce hasta siempre por Gaspar Peral

23.12.2017 | 04:46 Información
 
Gaspar Peral Baeza en su estudio.
Hoy, mientras en el camposanto de Alicante despedimos a Gaspar Peral Baeza con golpes de tierra y paladas de silencio, me esfuerzo en recordar cuándo, cómo y dónde nos conocimos; cuándo, cómo y dónde conocí a uno de los hombre que más he admirado en esta ciudad y que ha estado presente en cualquier manifestación cultural celebrada en los últimos 80 años en esta tierra. Les hablo de una presencia constante, leal y entusiasta. Y ese simple detalle de amor a la cultura dice mucho, casi todo, de un hombre al que comencé a querer sin darme cuenta; un hombre que supuso para mí, como para tantos otros, el apoyo más firme a la hora de realizar mis investigaciones sobre Miguel Hernández; de modo que, en buena medida, mis libros se deben a él y al prodigioso archivo que logró edificar sobre el poeta durante los últimos 68 años.
Pero Gaspar, para quienes le conozcan algo menos, no era solo un recolector de hojas hernandianas, de palabras y objetos del poeta o sobre el poeta, que lo fue. Gaspar Peral ha sido una parte clara, luminosa y viva de la cultura de esta ciudad, un referente sin el que la historia de Alicante quedaría incompleta y minusválida.
Nació en Alicante el 21 de diciembre de 1924. Se licenció en Derecho por la Universidad de Murcia y se dedicó al mundo empresarial, aunque pronto, en 1954, fundó el Teatro de Cámara del Instituto de Estudios Alicantinos y de la Tertulia Teatral de Alicante. Fue teniente alcalde y concejal de cultura de su ciudad entre 1961-1967, y miembro del Instituto de Estudios Alicantinos, ejerciendo de presidente de la Sección de Publicaciones (1968-1973) y de secretario técnico (1973-1974). Lo cierto es que, desde muy temprano, Gaspar sintió una verdadera pasión por la cultura y, en especial, por el teatro. Él mismo confiesa que de pequeño acompañaba a su padre al Teatro Principal todos los domingos y que, probablemente, ahí nació su afición; una afición que le llevó a escribir varias obras, entre ellas, Cartas en voz alta, creada en colaboración con su tío Lorenzo Peral, y con la que consiguió el primer Premio de Teatro Manuel Baeza en 1955. Más tarde publicó Un rincón donde dormir. La emisora La Voz de Alicante puso en antena su drama El reloj no vuelve atrás, escrito en colaboración también con Lorenzo Peral (1958). Participó en los coloquios que, en 1955 se celebraron en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, de Santander, sobre «Problemas actuales del teatro de España» y fue el encargado de los actos conmemorativos del I Centenario del nacimiento de Carlos Arniches en 1966.
También es bueno recordar que durante su etapa de subdirector de la revista del Instituto de Estudios Alicantinos, Gaspar Peral promovió la publicación de artículos, ensayos y reseñas relacionadas con Miguel Hernández; de hecho, la abundante correspondencia con reconocidos estudiosos hernandianos propició que en esa revista se avanzaran importantes estudios. Asimismo fue responsable de la edición de los Cuentos de Gabriel Sijé (1972) y, sobre todo, del ensayo La decadencia de la flauta y el reino de los fantasmas (1973), trabajo de Ramón Sijé que permanecía inédito. «Fue como una autoimposición –confesó alguna vez el propio Gaspar– (?). Me sentí obligado a cumplir lo que Miguel, desgraciadamente, no pudo llevar a cabo...»
No voy a insistir aquí en que Gaspar Peral llevaba muy adentro, desde su juventud, allá por 1949, la pasión por la obra y la vida del poeta de Orihuela. Ese mismo año se casó con Adela Ribelles en la concatedral de San Nicolás. Era un 30 de octubre (día en el que nació Miguel Hernández) y la ceremonia fue oficiada por el padre Vendrell (sacerdote que vigiló con celo los últimos días del poeta en la enfermería del Reformatorio de Adultos de Alicante). Ironías del destino. Desde esa fecha, su casa se fue convirtiendo en un santuario hernandiano donde era difícil no encontrar el más extraño libro o artículo sobre Hernández. Él, todo humildad, siempre se adelantaba a aclarar que su archivo era el producto de un enamorado de la obra del poeta, pero nada más: «Yo no he estudiado al poeta más universal Miguel Hernández, lo he coleccionado (?), me he limitado a leerlo, a entusiasmarme con su poesía y volver a releerlo todos los días, casi».
Gaspar Peral Baeza ha sido uno de los hombres más generosos que he podido conocer. Allí, en su casa, en La Torre de las Águilas, entre el asfalto y la leyenda, desde la muerte de su esposa en 1988, hizo de la soledad una de sus mejores compañeras de viaje. Además de sus tres hijos biológicos, Francisco, Gaspar y Adela, la vivienda de Gaspar ha sido hasta hace poco un punto de peregrinaje para esos otros hijos que con el pretexto de consultar algún documento hernandiano, nos alimentamos de su bondad, de su sabiduría, de su descomunal corazón.
Hace apenas cuatro años, la Universidad Miguel Hernández de Elche, a petición de su Cátedra Miguel Hernández, concedió a Gaspar el Premio Cátedra Institucionales del Consejo Social, convirtiéndose así en el primer especialista en el poeta en recibir este reconocimiento. También en 2013, el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert publicó un libro ya imprescindible para cualquier investigador hernandiano, El Archivo Miguel Hernández de Gaspar Peral Baeza, volumen de 400 páginas que detalla los miles de documentos que contienen sus fondos. El 24 de febrero de 2015, este mismo organismo, en colaboración con la Fundación Cultural Miguel Hernández, inauguraba una merecidísima exposición dedicada a él y a su vida: «Miguel Hernández y Alicante en el Archivo de Gaspar Peral Baeza»; una muestra que pudo disfrutar como un niño feliz.
Cuando el pasado 15 de noviembre inauguramos en Orihuela el IV Congreso Internacional Miguel Hernández, muchos sabíamos que algo no sería igual. Gaspar no había faltado nunca a esa cita, pero esta vez, la enfermedad y una fractura de cadera fatal e inesperada, impidió su presencia.
El pasado jueves 21 de diciembre, al tiempo que cumplía 93 años y a la hora exacta en que entraba el invierno, Gaspar Peral apagó definitivamente los ojos. Hoy (por ayer) le hemos dicho adiós (o hasta siempre) en el cementerio alicantino donde reposan también los restos del poeta de su devoción. Hemos escuchado el silencio; un silencio de respeto profundo. Y al final, los versos de Miguel han caído lentos, sedosos, leves (como un sudario) sobre la frente calla de Gaspar en la voz de Aitor Larrabide, con el susurro amigo de Francisco Esteve Ramírez, con el alma y el aliento de quienes tuvimos la suerte de tenerlo cerca, de sentir su abrazo:

Sigo en la sombra, lleno de luz; ¿existe el día?
¿Esto es mi tumba o es mi bóveda materna?
Pasa el latido contra mi piel como una fría
losa que germinara caliente, roja, tierna.
Es posible que no haya nacido todavía,
o que haya muerto siempre. La sombra me gobierna.
Si esto es vivir, morir no sé yo qué sería,
ni sé lo que persigo con ansia tan eterna.

viernes, 22 de diciembre de 2017

Ha fallecido un gran hernandiano y amigo Gaspar Peral Baeza.

                      (Retrato de Gaspar Peral Baeza, por Ramón Palmeral, realizado al óleo en 2006)


Ayer 21 de diciembre 2017 falleció mi amigo y hernandiano Gaspar Peral Baeza el día que cumplía exactamente noventa y tres años (93), por el propio peso de los  años, porque la vida llega un momento que se acaba. El mes pasado estuvo hablando por teléfono con él, me contó sus achaques porque a pesar de sus años mantenía una excelente memoria. Gaspar se había convertido para mi es un archivo viviente sobre los estudios hernandiano, y no solamente para mí, sino ante con otros muchos hernandianos que no puedo nombrar aquí, en esta esquela dolorosa. Yo sabía que este momento tenía que llegar debido a su avanzad  edad, su muerte no nos ha cogido de sorpresa, pero es siempre doloroso perder a un buen amigo, y buena persona, siempre atento, educado y dispuesto a ayudar a quienes llamaran a su casa de la Torre de las Águilas, donde se encontraba su oceánico archivo hernandiano, y su biblioteca especializada en teman alicantinos.   

Nació en Alicante el 21 de diciembre de 1924 de profesional como empresario del ramo agro-alimentario. Licenciado en Derecho. En los años cincuenta fundó Teatro de Cámara del Instituto de Estudios Alicantinos, y escribió varias obras dramáticas.  Desempeñó la tenencia de alcaldía de Cultura del Ayuntamiento de Alicante durante los años 1962 a 1967. En la segunda época del Instituto de Estudios Alicantinos (1968-1983) presidí la Sección de Publicaciones (1968-1973), Secretario Técnico del I.E.A. (1973-1974) y después Vocal Secretario de la citada Sección de Publicaciones. Era Miembro de Honor del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert desde 1984. La Fundación Cultural Miguel Hernández de Orihuela, me concedió la Medalla al Mérito Hernandiano  en enero del año 2006. Fue vocal del Patronato de la Fundación Cultural Miguel Hernández, de Orihuela, y miembro de la Asociación Amigos de Miguel Hernández. Su referente hernandiano titulado Archivo Miguel Hernández de Gaspar Peral Baeza, editado por el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert se presentó. En enero de 2013 se presentó la exposición del Archivo Hernandiano de Gaspar. La Universidad Miguel Hernández, de Elche, cuyo Consejo Social, a petición de su Cátedra Miguel Hernández, dirigida por el profesor Francisco Esteve, le concedió el Premio Cátedras UMH, Cátedras Institucionales, en otro mes de enero, el del año 2013.     El 24 de febrero de 2015 se hizo una exposición Miguel Hernández y Alicante en el Archivo de Gaspar Peral Baeza.


¡Descansa en paz, amigo!

Ramón Fernández Palmeral


(Entierro sábado día 23 de diciembre a las 11 horas en la Siempreviva)

Video:

miércoles, 20 de diciembre de 2017

Merecido homenaje a la pintora gallega Maruja Mallo


13 pintores socios de AGAEC inauguran en el centro cultural de Oroso una exposición-homenaje a Maruja Mallo, pintora a quien la Real Academia Gallega de Bellas Artes dedica este año.
Grupo de pintores que acudieron al acto de inauguración. / Mundiario.
Grupo de pintores que acudieron al acto de inauguración. / Mundiario.
Un total de 13 pintores gallegos socios de AGAEC inauguran una exposición con lo más granado de su quehacer artístico en el centro cultural de Oroso, el motivo de la muestra no es otro que rendir homenaje a la gran Maruja Mallo, pintora Gallega a quien la Real  Academia Gallega de B.B.A.A. dedica este año. Hizo la introducción el pintor Constantino Cuesta que cedió la palabra a la también pintora Beatriz Barcia, autora, a su vez, del cartel de la muestra. Nos introdujo esta sutilmente en el mundo que le tocó vivir a la homenajeada.
Nace Maruja en Viveiro, hija de un funcionario de Aduanas, muy joven se traslada con su familia a Madrid, donde comienza su formación artística en San Fernando, tomando contacto con los hombres y mujeres que constituyeron la famosa generación del 27, continuó su formación en París. Al cabo de unos años regresa a España y comienza a participar en exposiciones y en ilustraciones periodísticas. En el año 36 se va a la Argentina y continúa con sus exposiciones adquiriendo gran reconocimiento, exponiendo en Buenos Aires, Montevideo, Chile, Río de Janeiro, Nueva York, etc... no así cuando regresa a España, aquí, ni se la reconoció ni se le otorgó el reconocimiento merecido. Esto no sucedió solamente con Maruja Mallo, sus compañeras de la llamada generación del 27,  ni se las estudia ni se las tiene en cuenta en los libros de texto.
Son muchas las anécdotas que a lo largo de su vida jalonan la existencia de la Mallo. A estas mujeres se las denomina con el apelativo de, “Las sin sombrero”. ello es debido a que tanto ella como Margarita Manso acompañadas por Dalí y Lorca se atrevieron a pasear por la puerta del Sol en Madrid sin sombrero –signo de distinción, fue tal el impacto causado, que las insultaron y apedrearon.
Hoy es necesario dar voz y visibilidad no solo a Maruja Mallo sino a las Zambrano, Manso, Chacel, Santos, León y así un largo etc que nos precedieron desbrozando el camino y,que nunca obtuvieron el merecido reconocimiento a su valía, por el mero hecho de ser mujer. Hoy AGAEC y sus pintores lo hacen con Maruja Mallo, así podemos contemplar los trabajos de Ana F. Potel, Beatriz Barcia, Carmen Torres, Constantino Cuesta, Esther Molinero, Isabel Andrés, Lola Sanz, Mary Carmen Sampedro, Marina Cocós, Mary Carmen Calviño Iglesias, Mary Olivares, Pepa Mariño y Suly. Todos ellos con lo más granado de su trabajo, quieren rendir tributo y dar la visibilidad que merecen. Como asevera Beatriz, ”No habrá verdadera igualdad si no se reescribe la hisyoria con nuestros referentes femeninos". @mundiario

domingo, 10 de diciembre de 2017

Los amigos de Miguel Hernández. Documental

Los amigos de Miguel Hernández

Una serie documental sobre la Generación del 27 analiza la trascendencia de este grupo de intelectuales, incluido el poeta oriolano, con la participación del escritor e investigador alicantino José Luis Ferris

10.12.2017 | 01:19 /Información
Los amigos de Miguel Hernández
«Podría decir que la Generación del 27 es una parte de la historia de España del pasado siglo, pero no, es mucho más, es una parte que genera a la otra parte». Primer capítulo de la serie Generación del 27. La luz y la palabra. El escritor alicantino José Luis Ferris es uno de los investigadores que participa en este trabajo documental, dirigido por José Antonio Carmona, que en la actualidad emite Canal Sur y que trata de acercar a los poetas que coincidieron en el tiempo de forma brillante pero también a una época y a unas circunstancias que condicionaron su trabajo.
A lo largo de cuatro capítulos, el biógrafo de Miguel Hernández habla del poeta oriolano, pero también de Maruja Mallo y María Teresa de León, a las que ha dedicado sendos libros, y a la figura de Vicente Aleixandre, que fue el gran catalizador de este grupo de poetas en su casa madrileña de Velentonia.

La serie documental, que también ha dado origen a un largometraje de 75 minutos, con guion de Jorge Molina, trata en su primer capítulo de la España entre 1900 y 1927; el segundo, entre 1927 y 1931; el tercero, de 1931 al exilio, y el cuarto, de las mujeres de la Generación del 27.
«Sin ese grupo, sin ese periodo, no se entiende lo que pasó después. Ese momento es fundamental, esos primeros treinta años en los que se da el fenómeno de una dictadura, de una república y de una guerra civil son la seña de identidad del siglo XX. Y ellos vivieron esa época. Podemos decir que la historia de España está resumida en su primer tercio. Lo demás es una consecuencia de esa primera época», apunta Ferris.
García Lorca, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Pedro Salinas, Manuel Altolaguirre, Dámaso Alonso y también Miguel Hernández, y las Sinsombrero, apodo con el que se conocía a las mujeres que pertenecían a este grupo, son parte de esta lista de poetas. «Creo que está sobrevalorado el sentido de la amistad entre los miembros del 27; hay que relativizar eso de que se llevaban de maravilla y de que eran todos fenomenales», destaca Ferris en el documental que grabó en un gran hotel de Madrid en el mes de julio.

Miguel Hernández, según su biógrafo, coge relevancia especial en el capítulo tercero que es el que toca la Guerra Civil y el exilio. «Hablo del periodo carcelario de Miguel, su encarcelamiento y su muerte». También hace referencia a las visitas del poeta oriolano a la casa de Aleixandre. «Al principio era semanal y luego fue mucho más frecuente».
La serie documental, de la que ayer por la noche se emitió el segundo capítulo, se centra sobre todo en Andalucía. «Hay mucha Andalucía en la Generación del 27, incluso autores que no eran andaluces se empapan de ello; el propio Miguel Hernández hace una obra absolutamente andaluza cuando muere Ignacio Sánchez Mejías; el primero que escribe sobre ello es Miguel Hernández, antes que Federico García Lorca».
José Antonio Mesa, director del Centro de la Generación del 27; Elena Diego, hija de Gerardo Diego; Jacobo Cortines, escritor y poeta; Mercedes Blesa, catedrática de Literatura de la Universidad Complutense, o Pepa Merlo, autora de Antología de mujeres poetas del 27, son otros de los investigadores y autores que han participado en este trabajo documental.

viernes, 8 de diciembre de 2017

Miguel Hernández, afirmación intacta del ser poético, por Luis Ibáñez Lérida

A punto de finalizar la conmemoración del septuagésimo quinto aniversario de la muerte de Miguel Hernández, su caudal lírico de riqueza inagotable la convierte en palabra invicta en el tiempo.
Miguel Hernández. / RR SS.
Miguel Hernández. / RR SS.
Agravio histórico y literario nos encontramos ante Miguel Hernández. El interesado trasvase de legitimidad que ciñe su destino trágico a la de símbolo de la criminal represión fascista y mito de “poeta del pueblo”, es un apéndice secundario en su más profundo quehacer y vasta amplitud. Engendró con la determinación, convicción y pasión humana que le caracterizó, su propia y personal palabra poética, un verdadero arsenal de belleza en la lengua española.
En esa juntura de términos, su origen rural le confirió la germinal indumentaria de la frescura del signo y del rito que complementó con la obstinada afirmación del ser poético que contenía. Y que le empujó a encontrarse con otros horizontes humanos, traspasando los límites provincianos de Orihuela. “Miguel era tan campesino que llevaba un aura de tierra en torno a él. Tenía una cara de terrón o de papa que se saca de entre las raíces y conserva su frescura subterránea”. Un rostro marcado por las cicatrices de una explosión de carburo que sufrió en la infancia.
Pablo Neruda reconocía en él ese terruño cuya fértil sementera de almagre se convertiría en cosecha perenne. Condensar la dócil y simplona equivalencia del pastor aventajado o militante comunista en la insondable penetración anímica y psicológica del autor de El rayo que no cesa, es sencillamente desmerecer la intacta y poderosa huella que dejó tras de sí. En Miguel Hernández hay una esencialidad lírica solo comparable a su compromiso humano. Y en ambas alcanza cotas donde ninguna se desliga de la otra. Hasta tal punto que ese depurado, novedoso y expeditivo lenguaje acompañado de un ritmo tan rumoroso y quedo como enardecido y vigoroso, con resonancias clásicas y reflejos surrealistas, es cercado por el empuje atronador de su significación de justicia. @mundiario

Catálogo de la exposición de Manuel Molina

El 31 de octubre al 30 de noviembre en la sala Juana Francés de la Sede de la Universidad de Alicante.

El catálogo me ha llegado anónimamente.

Lamentablemente este catálogo ha llegado después de finalizar la exposición.

7 de diciembre de 2017

Pero ha merececido la pena esperar, porque el catálogo de 80 páginas, es una joya. Muy bien editado por el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil Albert.

jueves, 7 de diciembre de 2017

Felicitacion de Navidad con la que me distingue mi amigo Ramón Rodríguez. 2017

Mi amigo y tocayo el gran dibujante Ramón Rodríguez, me felicita y distingue con una original viñeta en la que ha incorporado un retrato de Miguel Hernández con el poema "Llegó con tres heridas".

miércoles, 6 de diciembre de 2017

Centenario del nacimiento de María Luisa Gómez-Mena, segunda mujer de Manuel Altolaguirre

María Luisa Gómez Mena: la mecenas olvidada del arte cubano

11 de julio de 2015 04:43 AM
ACTUALIZADO 12 de julio de 2015 11:33 AM

lunes, 4 de diciembre de 2017

Ángel Pascual Devesa, médico alicantino, atendió a Miguel Hernández en el Reformatorio

PASCUAL DEVESA, Ángel (Finestrat, 1890-Alicante, 1950). En la ciudad de Alicante, durante los años de la II República, predominaba en la política local un grupo de ciudadanos pertenecientes a una pequeña burguesía progresista, afiliados a partidos republicanos, miembros en muchos casos de la masonería, que se implicaron con entusiasmo en la labor modernizadora del nuevo régimen y abordaron una serie de cambios y mejoras urbanísticas –el desmonte de la Montañeta, la urbanización de la playa de San Juan–, así como la solución del problema de la enseñanza en la localidad, y participaron activamente en la vida cultural y en las fiestas de la ciudad. Eran, entre otros muchos, Lorenzo Carbonell, Franklin Albricias, Antonio Pérez Torreblanca, Eliseo Gómez Serrano, Jerónimo Gomáriz, Juan Estruch, Álvaro y Fermín Botella, Antonio Eulogio, Agustín Mora, etc. El triunfo del franquismo en la guerra civil dispersó a este grupo y destruyó esa labor iniciada el 14 de abril de 1931.

A esa burguesía progresista pertenecía Ángel Pascual Devesa. Su padre era farmacéutico y se instaló en Alicante, donde residió Ángel desde su infancia. Tuvo tres hermanos, Anita, Josefina –farmacéutica– y Andrés; éste último, médico como Ángel y también afiliado a IR y miembro de la masonería, murió el 25 de mayo de 1938, en el conocido como «bombardeo del mercado», que le sorprendió en su domicilio, en la calle San Francisco, donde estaba instalada la farmacia de su padre y en la que trabajaron Josefina y Anita. Casado con Vicenta Megías, Ángel Pascual tuvo cinco hijos, de los que llegaron a la edad adulta solo tres, Vicente, Ángel y Tomás, médicos también todos ellos. Tomás casó con Emma Gómez Martínez, hija de Eliseo Gómez Serrano, uno de los íntimos amigos y correligionario de Ángel Pascual.

Ángel estudió el bachillerato en Alicante y se licenció en Medicina en Valencia, a los 21 años de edad. Opositó a la Beneficencia Municipal y se especializó en puericultura, siendo también médico de la RENFE y del Reformatorio de Adultos. Entre 1932 y 1935, fue Decano del Colegio de Médicos, colaborando en las sesiones científicas de la Sociedad Médico-Quirúrgica.

En 1930, era vicepresidente primero del Ateneo de Alicante, lugar de encuentro de las personas de clara filiación progresista y republicana, que desarrolló su actividad durante la Dictadura de Primo de Rivera y la II República en paz, y que al estallar la guerra civil, trasladó sus instalaciones a la mansión de los Marqueses del Bosch, en la calle de Villavieja, siendo entonces dirigidas sus actividades, mucho más comprometidas, por la Alianza de Intelectuales Antifascistas, que desarrolló el programa cultural «Altavoz del Frente», para movilizar a la retaguardia en la defensa de la República. Entre los animadores del Ateneo estuvieron José Guardiola Ortiz, Franklin Albricias, Álvaro Botella, Óscar Esplá, Eduardo Irles, Juan Vidal Ramos, Francisco Figueras Pacheco, Julio y Germán Bernácer, José Juan Pérez, Rodríguez Albert, Juan Guerrero Ruiz, Ángel y Josefina Pascual Devesa, Eliseo Gómez Serrano, Miguel López González, José Ramón Clemente, Antonio Blanca, Rafael Millá, todos ellos destacados personajes de la vida cultural, social y política alicantina en los años treinta.

Muchos de estos intelectuales dieron conferencias en el Ateneo sobre temas de su especialidad y así se trataron en su sede cuestiones de gran actualidad en esos momentos: la teoría de la relatividad, la eutanasia y la eugenesia, la teosofía, el feminismo y el divorcio, la educación sexual, la influencia del ambiente sobre el delincuente, etc. Además, el Ateneo organizó homenajes diversos y ciclos dedicados a Beethoven, Jacinto Benavente, los hermanos Quintero, Gabriel Miró, Óscar Esplá, Goya, etc. Asimismo, pasaban por el Ateneo cuantos intelectuales de reconocido prestigio visitaban, por unas u otras razones, Alicante: la actriz Margarita Xirgu, Miguel de Unamuno, Rafael Alberti y Mª Teresa de León, Miguel Hernández y Ramón Sijé, Margarita Nelken, Luis Jiménez de Asua, Carmen Conde, Augusto Barcia, Mariano Ruiz Funes, Hildegart Rodríguez, el dirigente republicano Marcelino Domingo y el socialista Rodolfo Llopis. Asimismo, colaboraron constantemente con el Ateneo Rafael Altamira y Óscar Esplá que, junto a Gabriel Miró, eran los alicantinos más destacados en el terreno cultural.

Charla de Hernández Catá en el Ateneo de Alicante. A la izquierda, Ángel Pascual Devesa y Eliseo Gómez Serrano; a la derecha, el músico José Juan Pérez.

El Ateneo contaba con una sala de exposiciones, donde Emilio Varela fue desarrollando toda su trayectoria pictórica, con muestras casi anuales de su producción, sus retratos y autorretratos, sus paisajes de Aitana, la Marina y la ciudad de Alicante, y su visión del barrio antiguo y del puerto y el Paseo de los Mártires de la Libertad, captados estos últimos desde la terraza del propio Ateneo. Junto a él, expusieron en el Ateneo pintores y escultores ya reconocidos, como Lorenzo Aguirre, Heliodoro Guillén, Adelardo Parrilla o Fernando Cabrera, junto a quienes entonces comenzaban a despuntar en el ambiente artístico alicantino: Gastón Castelló, Manuel Baeza, González Santana, Adrián Carrillo, Melchor Aracil, José Pérezgil y el fotógrafo Ángel Custodio, La actividad musical era también muy destacada y por el Ateneo pasaron los pianistas Rodríguez Albert, Rafael Casasempere y Gonzalo Soriano, el violinista Telmo Vela, Joaquín Rodrigo o Agapito Marazuela. Precisamente desde el Ateneo surgió, en 1927, la Orquesta de Cámara de Alicante que dirigía José Juan Pérez y que debutó al año siguiente en el Teatro Principal. Asimismo se gestó allí el primer cine-club, impulsado por Antonia Blanca y José Ramón Clemente, que dedicó sesiones a Charles Chaplin y W.G. Pabst.

Ángel Pascual estaba muy ligado al mundo de les Fogueres, a cuya gestora perteneció en los años de la República y presidió en 1936: colaboró en muchos «llibrets», actuó como mantenedor en la elección de la Bellea del Foc y participó en otras numerosas actividades de la fiesta alicantina. Escribió poesía y estrenó algunas obras de teatro, y fue asiduo colaborador de varios periódicos alicantinos: Letras Levantinas, El Luchador, El Tío Cuc, Lucentum y Diario de Alicante, que contribuyó a adquirir en 1930.
Fundador en Alicante de Acción Republicana, en 1930 fue elegido vicepresidente de la Junta provincial de Alianza Republicana y se incorporó en octubre a la Junta Nacional de dicha organización. En marzo de 1931, fue nombrado presidente de Alianza Republicana en Alicante. Propuesto como candidato de Acción Republicana en las elecciones a Cortes Constituyentes de 1931, no resultó elegido. Se incorporó después a Izquierda Republicana, de la que fue presidente de la Junta municipal de Alicante. En 1936, fue el candidato que obtuvo mas votos para compromisario en la elección del presidente de la República.
Miembro de la Logia «Constante Alona», con el nombre simbólico de Asclepiades. Fue Presidente de la Agrupación Regionalista Alicantina, que se constituyó en 1933 como una para «entidad de carácter apolítico, que ha de encaminar sus actividades a la exaltación del País Valenciano» y cuyo objetivo era «la reivindicación del regionalismo, que, por serlo, ya es eminentemente español». Esta asociación se impulsó desde el semanario El Tío Cuc y en su directiva figuraban también otros miembros de la burguesía alicantina, republicanos y masones en muchos casos.

Ángel Pascual fue detenido a los tres días de terminar la guerra civil y encarcelado en el Reformatorio de Adultos, donde trabajaba anteriormente, y donde continuó desarrollando su labor, atendiendo a muchos reclusos, entre ellos a Miguel Hernández. Fue depurado en el Ayuntamiento alicantino y separado de su puesto de médico municipal «por apoyar a los gobiernos marxistas y masones». El Tribunal especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo le condenó a 12 años de reclusión menor. Al salir de la cárcel, fue desterrado a Valencia, desde donde envió alguna colaboración, con pseudónimo, a Radio Londres.

Fue detenido de nuevo en 1947 bajo la acusación de intentar recomponer Izquierda Republicana en Alicante, y condenado de nuevo, por el delito de rebelión, a la pena de un año y seis meses de reclusión, siendo encarcelado en Chinchilla y Ocaña. En su informe al Gobierno Civil, la policía recordaba la constante vigilancia que se ejercía sobre «este individuo», que hacía frecuentes viajes a Madrid que se creía estaban en relación con su condena por el Tribunal de Represión de la Masonería y el Comunismo, pero que en realidad le daban la oportunidad de ponerse en contacto con una organización clandestina existente en esa ciudad, «Alianza Republicana», que fue descubierta y en consecuencia, Ángel Pascual detenido en Alicante junto a Rafael Pagán Navarro. Desde mayo de 1947, y «en reiteradas ocasiones», se ordenó su traslado desde el Reformatorio de Alicante a la Dirección general de Seguridad, a disposición del Tribunal de Represión de la Masonería y el Comunismo, pero el traslado no se efectuó por encontrarse ya enfermo. Finalmente, el 26 de junio de 1948, y en atención a la gravedad de su enfermedad, la Dirección General de Prisiones autorizó su puesta en libertad condicional Poco después, en junio de 1950, moría en Alicante en su finca «Villa Vicenta», a los sesenta años.

Francisco Moreno Sáez
 La memoria recuperada represaliados del franquismo en la provincia de Alicante

Presentación del libro "Miguel Hernández en las Misiones Pedagógicas" de José Luis Puerto

Portada de libro

El próximo día 3 de febrero de 2011, tendrá lugar en el Centro Documental de la Memoria Histórica, a las 19,00 h., la presentación del libro “Miguel Hernández en las Misiones Pedagógicas” de José Luis Puerto.
Las Misiones Pedagógicas constituyen una de las más significativas realizaciones culturales de la II República española. Entre los días 20 y 25 de abril de 1935, una de tales misiones se desarrolló en varios pueblos salmantinos de la comarca de La Ramajería, en el área de Vitigudino: Iruelos de Mesonuevo, Ahigal de Villarino, Brincones y Puertas. Participaron en la misma el poeta Miguel Hernández, Enrique Azcoaga, José Antonio Maravall (eminente historiador y padre del ministro de educación José María Maravall), así como el inspector de primera enseñanza de la zona Juan Francisco García y García.

El programa de todos aquellos inolvidables días consistió en charlas y explicaciones, proyecciones de documentales y películas de cine, audiciones de discos de música popular española, recitaciones de poemas y romances (fue en esta tarea donde Miguel Hernández tuvo un especial protagonismo), así como explicaciones y desarrollo de juegos con los niños de las escuelas.
La presencia del gran poeta Miguel Hernández (del que en el pasado 2010 se conmemoró el centenario de su nacimiento) en tierras de Salamanca, como participante en una de las Misiones Pedagógicas, no estaba lo suficientemente documentada. Hoy ya, gracias a este libro de José Luis Puerto, Miguel Hernández en las Misiones Pedagógicas, editado por el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, en la Colección Beltenebros Minor, 6, Burgos, 2010, podemos conocer con no poco detalle cómo transcurrieron aquellas jornadas.
Lugar: Centro documental de la Memoria Histórica. C/ El Expolio nº 2. Salamanca
Fecha y hora: 3 de febrero de 2011 a las 19,00 h.
Entrada libre hasta completar aforo