La casa de Vicente Aleixandre vuelve a abrir sus puertas a la memoria y la poesía del 27
Agotadas en minutos las entradas para las visitas guiadas a la mítica Velintonia 3, comprada por la Comunidad de Madrid por tres millones tras cuarenta años de abandono
COPE es la primera radio que se adentra en la casa de la poesía
Madrid - Publicado el
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A casa de Vicente Aleixandre se iba a pasarlo bien. Así recordaba, desde el exilio, la poeta Concha Méndez las visitas a Velintonia 3 donde cinco generaciones de la poesía española del siglo XX rindieron tributo en las famosas visitas al maestro, faro de modernidad y emblema del otro destierro, el exilio interior. Para todos, tenía Aleixandre una palabra amable, un gesto fraternal y una sonrisa abierta.
Aquejado desde joven de graves problemas de salud, incluida la extirpación de un riñón, Aleixandre salía poco de casa, convertida en refugio y lugar de encuentro con el mundo de la poesía y la cultura en general.
AMISTAD Y POESIA
Fue la casa de los encuentros y la amistad. Poetas de la generación del 27 como Federico García Lorca, Rafael Alberti, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Luis Cernuda o Dámaso Alonso pasaron por allí en los años treinta y cuarenta. En Velintonia, Lorca alegraba la tarde a Aleixandre tocando el piano y entre esas paredes leyó, por primera vez, versos de Poeta en Nueva York o los Sonetos del amor oscuro o las vanguardistas obras de teatro El público o Así que pasen cinco años.

El jardín desde el balcón con el cedro que plantó Aleixandre en 1940
Otro gran poeta amigo de Aleixandre, Miguel Hernández, llevaba sacos de naranjas al maestro a su casa en los tiempos de la penuria. El poeta chileno y premio Nobel Pablo Neruda también aterrizó más de una vez en Velintonia 3.
CINCO GENERACIONES DE POETAS
Después, los poetas de la posguerra, de los años cincuenta y sesenta, seguirían frecuentando la casa. Figuras fundamentales como Carlos Bousoño, Ángel González, Claudio Rodríguez, Francisco Brines o José Hierro. Posteriormente, los llamados novísimos, como Antonio Colinas, Pere Gimferrer, Luis Alberto de Cuenca, Vicente Molina Foix y Jaime Siles.
MÁS DE MEDIO SIGLO EN VELINTONIA
En Velintonia 3 vivió Aleixandre desde 1927 hasta su muerte en diciembre de 1984, salvo los tres años de guerra civil cuando la ubicación de la casa cerca del frente hacía poco recomendable permanecer allí. De hecho la casa fue bombardeada pero no destruida gracias a su recia estructura de acero.

El interior de la casa de Aleixandre a día de hoy
BIEN DE INTERÉS CULTURAL
Declarada Bien de Interés Patrimonial (BIP) en 2022, Velintonia 3 pasará a ser catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC) como reconocimiento a su valor histórico y cultural lo que garantiza al máximo su protección. El Gobierno regional madrileño prevé su apertura en 2027, tras las obras de rehabilitación, coincidiendo con el centenario de la Generación del 27 y el 50 aniversario de la concesión del Nobel a Vicente Aleixandre.
POEMARIOS ESCRITOS AQUÍ
En esta casa escribió Aleixandre la mayor parte de sus versos. También miles de cartas. Poemarios legendarios como Ámbito, La destrucción o el amor, Pasión de la tierra, Sombra del paraíso, Historia del corazón o Diálogos del conocimiento vieron la luz en Velintonia.

Poema manuscrito de Vicente Aleixandre a la muerte de Miguel Hernández, su amigo
El último poema, datado por Aleixandre el 27 de octubre de 1972, forma parte de Diálogos del conocimiento y lleva por titulo Yolas el navegante y Pedro el peregrino.
ARCHIVO ALEIXANDRE, EL SIGUIENTE PASO
La Comunidad de Madrid quiere adquirir el archivo Aleixandre, actualmente en manos privadas. Para ello mantiene conversaciones con la actual propietaria de ese archivo, Ruth Crespo, viuda de Carlos Bousoño, poeta e íntimo amigo de Aleixandre. Una tasación independiente marcará la temperatura de esas negociaciones.
El archivo, uno de los más importantes de la Generación del 27, está compuesto por 6500 documentos y 4000 libros, entre ellos muchas primeras ediciones dedicadas al maestro por otros poetas. Cuando se formalice la adquisición y tras ser catalogado y digitalizado en el Archivo regional, su destino sería la futura casa museo Vicente Aleixandre.
Cuenta en sus memorias Antonio Colinas, que en la última carta que le escribió Aleixandre tachó el Hasta Pronto del final y lo cambió por un Hasta Siempre. Días después, en la noche del 13 de diciembre de 1984, el poeta andaluz y premio Nobel falleció en Madrid en una clínica cercana a su casa.
Cuatro décadas después, el archivo Aleixandre y su mítica casa de Velintonia 3 iluminan con nuevos fulgores la literatura y la cultura del siglo XX.