Sinopsis:

Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com

martes, 15 de marzo de 2016

Verónica Aranda gana el Premio Internacional de poesía Miguel Hernán, por una obra sensual y reflexisa

Un poemario sensual de Verónica Aranda gana el Miguel Hernández

La poeta madrileña, de 33 años, es la autora más joven en conquistar el certamen internacional, dotado con 15.000 euros, que se falló ayer en Orihuela

15.03.2016 | 01:10
Un poemario sensual de Verónica Aranda gana el Miguel Hernández
Un poemario sensual de Verónica Aranda gana el Miguel Hernández
La escritora madrileña Verónica Aranda se convirtió ayer, con 33 años, en la ganadora más joven del Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández, convocado cada año por la Fundación Cultural que lleva el nombre del poeta oriolano. Su poemario Épica de raíles, una obra «sensual y reflexiva», conquistó al jurado entre las 320 obras presentadas, lo que consolida este certamen como uno de los más codiciados entre los autores.

La «cohesión, la apertura de países gracias a los viajes de la autora y la representación de la existencia como una trashumancia permanente en la que se advierte una transformación de espacios como metáfora de la vida» fueron los ingredientes principales que hizo al jurado decantarse por esta propuesta, en palabras de su presidente, Javier Díez de Revenga, catedrático de la Universidad de Murcia y patrono de la Fundación Cultural Miguel Hernández.




«Vitalismo, existencia, multiplicidad de espacio y sensualidad son las características» que más atraen de la obra ganadora, según Díez de Revenga.

La editorial Devenir se hará cargo de la edición de la obra como parte del premio, que se completa con una dotación económica de 15.000 euros. El poemario se publicará el próximo otoño, cuando se haga efectiva la entrega del galardón.

Díez de Revenga comunicó de forma telefónica a la autora el fallo del concurso tras dar a conocer el mismo. Aranda no pudo ocultar su nerviosismo y satisfacción al conocer la noticia. No en vano, se trata del reconocimiento de un trabajo de más de tres años, que culminó el pasado verano, según apuntó ayer.

«Conocí el certamen a través de Ariadna García (la también madrileña ganadora del concurso en 2013), fue ella la que me animó a presentarme, así que estoy muy agradecida. Es un honor que se valore el trabajo al que se le ha dedicado tanto tiempo».

Lo cierto es que Verónica Aranda, licenciada en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid y doctorada por la Universidad Nehru de Nueva Delhi, en India, cuenta a sus espaldas con una larga trayectoria en el mundo de la poesía. Su primera obra, Poeta en India, data del año 2005, cuando también publicó Tatuaje. Cuatro años después, en 2009, retomó las publicaciones de poemarios con Alfama. En 2010 sumó otras dos obras, Postal de Olvido y Cortes de luz. Su sexta publicación llegaría en 2011 con Senda de Sauces, y el año siguiente añadió otro poemario más a la lista con Café Hafa. Su última obra salió a la luz en el año 2014, Lluvias continuas. Ciento un haikus.

Su vida profesional es todo un ejemplo de ese carácter internacional del certamen, pues ha residido en Italia, Bélgica, Portugal, India y Marruecos. El premio otorgado por la fundación se suma así a los diferentes títulos obtenidos, como el Joaquín Benito de Lucas, Antonio Carvajal de Poesía Joven, José Agustín Goytisolo, Arte Joven de la Comunidad de Madrid, Margarita Hierro, Fernando Quiñones, Antonio Oliver Belmás, El Buscón, y el Accésit del Adonáis en 2009.

El retrato de esta «gran experiencia espacial», apuntó el presidente del jurado, en Épica de raíles es lo que originó que el fallo recayera en su favor. Se trata de un poema dividido en cuatro sectores: selva, descrito como «la apertura del libro más brillante», épica de raíles, de donde toma su título la obra, canícula, que se desarrolla en La Habana y azul glacial. Cuatro partes completamente «articuladas, no estamos ante una yuxtaposición de poemas, y que hace justicia a su nombre: épica porque es un canto, y raíles a esa apuesta gráfica viajando» por cada uno de los versos, apuntó Arcadio López-Casanova, profesor y poeta que también formó parte de los miembros del jurado.

El elevado número de trabajos, que crece cada año, originó que el fallo tuviera que producirse mediante votación, al no haber consenso de todas las partes, ya que «el nivel es muy alto y esta mañana (por ayer) hubiéramos premiado a muchos». El jurado recibió propuestas de todos los puntos de España,así como de numerosos países de prácticamente los cinco continentes, como Alemania, Argentina, Bélgica, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Estados Unidos, Ecuador, Francia, Grecia, Israel, Italia, Marruecos, México, Portugal, Perú, Singapur, Uruguay, o Venezuela, entre otros lugares.

jueves, 10 de marzo de 2016

Video de la conferencia de Gabriele Morelli en la Sede de la Universidad

El hispanista Gabriele Morelli fue presentado por Manuel Parra Pozuelo. Habló sobre su libro "Cartas de amor de Pablo Neruda". Sede de la Univeridad de Alcante, 9 de marzo de 2016.


(Gabrielle Morelli y Manuel Parra Pozuelo)

(Gabriele Morelli, catedrático de Literatura en Bérgamo)

Gabriele Morelli, ha publicado en Catedra "Cartas de amor" de Pablo Neruda

 

 

Neruda. Cartas de amor

Pablo Neruda

Edición de Gabriele Morelli. Ediciones Cátedra, Madrid, 2015. 316 págs. 12'50 €
LUIS ANTONIO DE VILLENA | 02/10/2015 |  Edición impresa /El Cultural

                                    (foto: Pablo Neruda y Matilde Urrutia en los años 50)


No fue Pablo Neruda (1904-1973) sólo un poeta de amor o amores, al contrario, su obra lírica es caudalosa en casi todos los sentidos, pero como le ocurre a Vicente Aleixandre que fue su amigo en Madrid (y también Premio Nobel) Neruda aparece muy a menudo ligado al poema de amor, y en su caso al nombre de varias mujeres -musas de carne y hueso- quizá desde ese temprano, sencillo y archiclásico libro en nuestra lengua, que es Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924). Sí, abundoso en poemarios de amor parece lógico que Neruda tuviera una vida amorosa rica y una correspondencia que la testimonie, al menos parcialmente.

Así, el hispanista italiano Gabriele Morelli (siempre puntilloso y atento en sus trabajos) nos ofrece en Cartas de amor una rica gavilla de ese escribir ameno, fácil y lírico también de la prosa nerudiana - y más en la correspondencia- con una cuidada introducción en la que deslinda la vida amorosa de Pablo a través de las cartas a sus mujeres. Sólo faltan, pues esas cartas aún no están publicadas, las dirigidas a Alicia, el último y secreto amor de Pablo, que no por eso dejó a su última gran compañera, Matilde Urrutia. De hecho Alicia (a la que habría dedicado otro libro Álbum de Isla Negra, también inédito) era sobrina de Matilde -hija de su hermano Francisco- y Neruda traicionó a su gran amada con esta sobrina; consta que la tía lo sabía pues en una ocasión pilló a la pareja in fraganti. Morelli llama a esta relación, hasta ahora no muy divulgada (empieza a comienzos de los años 60) "el último amor del poeta anciano". La relación dura -siempre algo a escondidas- siete años. Respecto a Matilde, se acude a un comentario de García Márquez que sugiere que no se debe confundir en amor "la fidelidad con la lealtad". Es decir, Pablo fue siempre leal con Matilde (quien estuvo con él hasta el fin) pero no siempre le fue fiel... Cosas de hombres, dirán -o dirían- algunas mujeres.

También es generoso Morelli al iniciar la selección de mujeres amadas, pues comienza con dos cuyo amor es tan cierto como no erótico: su hermana Laura (a la que llama "Koneca", "conejita", siempre muy próxima) y su madrastra a la que nunca quiso dar ese nombre, pues la quiso mucho, Trinidad Candia, su "mamadre". Aunque las cartas a la hermana ni mucho menos carezcan de valor, el lector espera la relación de musas que se abre con Terusa -hacia 1921- la joven que inspira al bohemio con capa y morador de pensión, a ganar unos Juegos Florales en Santiago. Vendrán después las posibles musas (más de una) de los "Veinte poemas de amor..." -la propia Terusa, Albertina Rosa Azócar, el amor/desamor más duradero de la juventud del poeta, incluso cuando ya está en Birmania o en Ceilán y ella en Europa- para pasar a los que se tienen por los grandes amores de la madurez de Pablo y desde luego los que el gran público mejor conoce: la argentina, millonaria y comunista Delia del Carril, veinte años mayor que el poeta y a quien muchos afirman que debe su militancia política principal- y finalmente Matilde Urrutia (chilena y que había sido cantante de muy joven) y que fue, se ha dicho ya, el amor más definitivo de Pablo, la destinataria de otro de sus mejores libros amorosos, "Cien sonetos de amor". Claro que Morelli se encarga de decirnos que no fueron las únicas y acaso a lamentar que no exista o se conserve correspondencia con la extravagante millonaria británica Nancy Cunard (tan bien retratada por Man Ray) y con la que es seguro que Pablo tuvo algo más que un flirt, así como con otra ocasional (aquí sí hay cartas) Olga Margarita Burgos, estudiante de odontología y buena lectora de poesía...

Como vemos -y probablemente sin llegar a la exhaustividad- la vida amorosa de Pablo Neruda fue ciertamente rica y los avatares (incluso geográficos o políticos) de cada caso están bien consignados en la introducción. Pero obviamente más allá de la biografía, aunque lo marque todo, han de estar las cartas mismas, que tienen tanto el signo nerudiano -su soltura y expresividad lírica muy frecuente, también dibujitos muy elementales- como el signo o sello propio de las cartas de amor. Pessoa dijo que no había nada más cursi que escribir cartas de amor, ni nadie más cursi (o desdichado) que quien no hubiera escrito cartas de amor en su vida. Algo de eso es verdad, pero en Neruda casi siempre suena bien: Los nombres íntimos, las expresiones amorosas o eróticas, la sombra de los celos o del desamor, todo ello pasa inevitablemente por la carta de amor como la ruptura o su fantasma. A Albertina la llama a menudo "mocosa" o "chiquilla"; Delia es ya la "hormiga" o la "hormiguita", apodo que no le puso Neruda (ella era bajita de estatura) pero que duró muchos años: "Mi querida Hormiga de mi alma..."; o Matilde -acaso la de más claro amor- que será por su pelo rojizo "Patoja mía" , la "Pelirroja" o la "Chascona", por lo intrincado de sus cabellos.

Naturalmente como en toda carta de buen amor abundarán los "amor mío", los "adorada" o los finales "te quiere", pero ahí está menos ese Neruda que juega y hace salmos y juegos líricos que es lo mejor de las cartas, junto al sentido de fluidez en la escritura, signo de verdad y facilidad. Una bonita carta a Olga (la última) dice: "Olga dulce, Olga loca, Olga de miel, Olga de fuego, Olga setiembre, Olga agua, Olga roja, Olga ardiendo, Olga sombra, Olga días (...) Olga entre Olgas". ¿No es ello Neruda poemático y puro? Pero asimismo hay muchos detalles personales, mucha sencilla intimidad, por ejemplo en las cartas a Matilde cuando ella no está con él: "Acabo de soñar que volvía, (Neruda está en Varsovia) que usted no tenía teléfono, yo me enredaba con unos alambres en casa y peleaba con la cortina. (...) Cuánto la eché de menos". Del lado de ellas queda un pequeño testimonio de Albertina, escrito en 1983 y reproducido al final del volumen y claro está -aquí sólo citado- el libro que Matilde escribió sobre Pablo, "Mi vida junto a Pablo Neruda" de 1986. Todas (a excepción de la silenciosa Alicia) han muerto ya, como el propio Pablo tras el golpe de Pinochet, la embajada de París y el Nobel en 1971.

¿Qué puede ser el epistolario de un poeta grande sino vida a velas desplegadas? Todo vida.

miércoles, 9 de marzo de 2016

Pablo Neruda abandonó a su hija Malva y a su mujer Maruca

Neruda y las mujeres que abandonó: Maruca y su hija Malva

En 1936 el poeta vio por última vez a su primera esposa y a su única hija. La pequeña, enferma de hidrocefalia, moriría siete años después en Holanda, invadida por los nazis. Es tan largo el olvido, una novela recién publicada en ese país, rescata este episodio.

por Andrés Gómez Bravo - 07/04/2010 - 12:02  CULTURA

Salió de Madrid entre bombas. La Guerra Civil había estallado en España y la lucha entre republicanos y nacionales era feroz. Pablo Neruda, entonces cónsul de Chile, viajó con su esposa, la holandesa María Antonieta Hagenaar, y su hija Malva Marina, a Francia. No sólo huía de la guerra: enamorado ya de la argentina Delia del Carril, había decidido terminar con su matrimonio. El 8 de diciembre de 1936 dejó a su mujer y a su pequeña hija enferma en Mónaco. Y partió a Marsella. Nunca más volvió a verlas.

Días después, le escribía a Delia del Carril: "Yo no quiero sino que vengas, me siento solo, esta mañana me he cortado las uñas por primera vez solo, y a pesar de las dificultades qué bien estar sin Maruca: me sentía vivir de nuevo". Maruca, por su parte, tenía otras preocupaciones: sin dinero y en una Europa amenazada por la guerra, debe cuidar de su hija de dos años, enferma de hidrocefalia. Neruda se reunirá con Delia en París; Maruca y Malva Marina viajarán a Holanda, donde la niña morirá en 1943, durante la ocupación nazi.

La historia de su primer matrimonio y su única hija es uno de los episodios más amargos y menos investigados en la biografía de Neruda. María Antonieta Hagenaar, con quien se casó en 1930 en Java (Indonesia), es apenas una sombra en la historia oficial del vate. Con Malva ocurría lo mismo: omitida por el poeta en sus memorias, el destino de la niña se conoció gracias a un reportaje de Alejandra Gajardo y Antonio Reynaldos en 2004: Hagenaar confió su cuidado a una familia de Gouda, los Julsing. Una vez al mes la visitaba. Su padre (ocupado con el viaje del Winnipeg primero y nombrado luego cónsul en México) no fue nunca.

Bernardo Reyes tocó el tema en "El enigma de Malva Marina". Y ahora es rescatado en una novela recién publicada en Holanda, Es tan largo el olvido. El título está tomado del Poema 20, uno de los más populares de Neruda, y su autora es Pauline Slot (1960). La novela narra la historia desde la perspectiva de María Antonieta Hagenaar y le da voz por primera vez a la mujer que Neruda llamaba "la carabinero" [o la Vaca].


DESTINOS OPUESTOS

 
Pablo Neruda y María Antonieta Hagenaar se concieron en 1930 en Java. Neruda oficiaba de cónsul con su nombre civil: Neftalí Reyes. Había terminado una relación destructiva con Jossie Bliss y se sentía solo y deprimido. Durante un partido de tenis conoció a Hagenaar, una "mujer alta y suave, extraña totalmente al mundo de las artes y las letras", como recordaría. Se casaron al poco tiempo y al principio las cosas anduvieron bien. Solían pasear e ir de picnic a la  playa como unos perfectos enamorados. Pero Neruda debía volver a Chile y la relación comienza a naufragar.

En Santiago, Maruca descubre la otra faceta del cónsul: bohemio y mujeriego. Sin dominar el idioma y con un carácter retraído, la holandesa queda fuera del entorno nerudiano. Con la excepción de María Luisa Bombal, sus amigos no la aprecian.

La pareja viaja a Buenos Aires y luego a España. La crisis es cada vez más profunda. Cuando Neruda visita  a Rafael Alberti, le dice: "Allá abajo está mi mujer, te la voy a presentar. Es casi una giganta". Pero entonces Maruca queda embarazada y una esperanza se enciende. Dura poco: Malva Marina nace en 1934 con hidrocefalia. La alegría de Neruda se transforma en amargura. Mi hija, escribe, es "un ser perfectamente ridículo, una especie de punto y coma".

Malva creció con su familia adoptiva mientras su madre trabajaba en La Haya. En marzo de 1943 murió. Neruda se enteró por un telegrama. No se conoce ninguna reacción del poeta ante la noticia. Holanda estaba invadida por los nazis y Hagenaar pidió a la Cancillería ser repatriada a Chile. Neruda se opuso frontalmente.

Los últimos años de Maruca son patéticos: pobre, sola y adicta al opio,  Gabriel González Videla la trae a Chile para difamar a Neruda. Al poco tiempo se olvida de ella. Maruca no tiene residencia fija. Es detenida por Investigaciones. Al parecer, por drogas. En 1957 vuelve a Holanda, con 300 mil pesos por el divorcio con el poeta. Muere en La Haya en 1965 y es enterrada en una fosa común, el mismo año en que Neruda es nombrado doctor honoris causa en Oxford. El vate se cubría de gloria. A su hija y su ex mujer, las cubría el olvido.


....................
[Luego se casó  con Delia del Carril, (1884-1989)  a la que dejó en 1949. Luego se casó con Matilde Urrutia (1912-1985), a la que dejó en 1955] 





 

Sede de la Universida de Alicante. Conferencia "El amor en Pablo Neruda", por Gabriele Morelli

(Gabriele Morelli, Manuel Parra y Ramón Palmeral, 2010 en Elche)

EL AMOR EN PABLO NERUDA09/03/2016, miércoles 20:15 h.


Lugar: Sede Universitaria Ciudad de Alicante, C/ Ramón y Cajal, 4.
Conferencia "El amor en Pablo Neruda" a cargo de Gabriele Morelli, Catedrático de Lengua y Literatura española en la Universidad de Bergamo (Italia), Presidente de la Asociación de Hispanistas Italianos y editor de las obras "Cartas de amor" y "Veinte poemas de amor y una canción desesperada" de Pablo Neruda. Presenta: Manuel Parra, coordinador del grupo literario Auca. Organiza: Cátedra Miguel Hernández (UMH), Comisión Cívica de Alicante para la Recuperación de la Memoria Histórica, Fundación Cultural Miguel Hernández y Sede Universitaria Ciudad de Alicante.

martes, 8 de marzo de 2016

Presentación de "Recuerdos de la viuda de Miguel Hernández". Nueva edición.

Acto de presentación de la memorias de Josefina Manresa, esposa del poeta Miguel Hernández, que tendrá lugar el próximo 1 de abril, a las 19,00 horas, en el Ateneo de Madrid.

Editorial de la Torre.  Madrid 2016

Presentan:
Diputación de Jaén
Ayuntamiewnto de Quesada
Herederos del poeta Miguel hernández.

lunes, 7 de marzo de 2016

miércoles, 2 de marzo de 2016

Ramón Palmeral recitó la "Elegía a Ramón Sijé", en Ámbito Cultural de El Corte Inglés.

(Ramón Palmeral recitando al "Elegía a Ramón Sijé" de Miguel Hernández, en la presentación del libro del escritor oriolano Julio Calvet, "Miscelanea en el Otoño", en Ámbito Cultural de El Corte Inglés, el 1 de marzo de 2016.

martes, 1 de marzo de 2016

Ramón Sijé, pro-republicano.



He de destacar un artículo que no disponía para publicar en la primera edición de Ramón Sijé, el Estigmaticado 2013, pero que gracias al archivo de mi amigo Gaspar Peral Baeza, he encontrado y  publico seguidamente. En contra de todas la opiniones que se tenían de filofascista de Sijé, con este artículo firmado con uno de sus seudónimod: Babbitt, lo vemos pro-republicano: leemos:

                       REPÚBLICA ESPAÑOLA
14 de Abril de 1931. Jamás podrá borrarse de las páginas de la Historia, los refulgentes destellos que esta fecha memorable despide rápidamente por las cinco partes del mundo, como ejemplo digno de las más unánimes alabanzas, por significar, aparte del triunfo rotundo de las libertad y del civismo, el triunfo indiscutible de la cultura ciudadana.
Ni en la historia de las naciones europeas, ni americanas, ni orientales, se ha dado el caso ejemplarísimo de España, al pasar de una manera tan mesurada, tan llena de cordura en todos los ciudadanos españoles, que sin duda llamará la atención del mundo. La proclamación de la República Española, viene a resucitar abiertamente, el temperamento heroico y altamente generoso del noble pueblo español. La proclamación de la República Española, en la forma en que se ha desarrollado e im­plantado es, la lección más hermosa que esta Nación, que siempre ha figurado y destacado en el transcurso de los tiem­pos como madre de civilizaciones, ha dado al mundo.
Hoy que la libertad de las ideas es un hecho; hoy que la Nación conmocionada por el triunfo de la República ha sabido desterrar algo de ese apasionamiento que la ha caracterizado hasta hoy sustituyéndola por la serenidad; hoy que el trabajo corporal e intelectual entrañablemente abrazados dan a luz un pueblo nuevo y sensato; hoy que ondea en todos los mástiles la flamante bandera tricolor, España, nuestra Patria, recordando las gestas gloriosas de sus antepasados, da un salto, y de él, se coloca a la cabeza de la civilización y de la intelectualidad del Mundo.

NUEVA EDICIÓN: "Simbología secreta de Viento del Pueblo", segunda edición impresa en LULU, pedidos on-line

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LULU, es una prestigiosa editorial on-lin, bajo demanda de los Estos Unidos,  imprime unos trabajos excepciones:

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"Viento del pueblo" (1937) es la obra emblemática de Miguel Hernández, su obra más conocida, leída y recitada en el periodo de guerra, es un canto a la esperanza de la victoria del Ejército Republicano. El significado de viento no queda del todo evidente, a pesar de los esfuerzos de Miguel por explicarlo en el prólogo a Vicente Aleixandre: “Los poetas somos viento del pueblo: nacemos para pasar soplados a través de sus poros y conducir sus ojos y sus sentimiento hacia cumbres más hermosas”. Durante la guerra civil este libro de “poesía de trincheras” fue uno de los más conocidos; en cambio, durante la posguerra, este libro fue proscrito, perseguido y olvidado, no sólo por el contenido de los poemas sino por las fotografías que denuncian una España agrícola y mísera. El investigador hernandiano Ramón Fernández Palmeral ha ahondado en los más recónditos secretos de "Viento del pueblo" y ha realizado comentarios de los significados de los 25 poemas y, además los ha ilustrado.