Sinopsis:

Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com

sábado, 4 de agosto de 2018

Tiempo, envíos y Correos, Recordando a Gabriel Miró en "Años y leguas".

 Por Ramón Fernández Palmeral


  

Algunos estudios fisiológicos  se han empeñado en decir que Sigüenza no es Miró, por una parte tienen razón porque lo que escribe Miró sobre Sigüenza es imaginería lírica, y nada es verdad, no es biográfico, es como en las novelas, todo es inventado o ficción dramatizada. Escritos recordados, experiencias pasadas, que como Miró no tomaba notas a pie de obra, le salía todo poético. Las experiencias recordadas son siempre producto de otra realidad, como afirma Antonio Muñoz Molina. En este tema es interesante recordar también  los estudios de M. Carmen Díaz Bautista, Narración y comentario en Años y leguas, que fuera doctora en Filología Hispánica y catedrática de la Universidad de Murcia. Sí  Murcia, una de las universidades más  prestigiosas en Literatura castellana.
    Hay momentos en los que Miró se cree Sigüenza o piensa como él (los personajes de novelas tiene capacidad para pensar por sí solos). En un carta dirigida a su amigo Enrique Puigcerver de fecha 9 de agosto de 1921 (carta mecanografiada) en Masía del Molino, Benimantell (Alicante, 12 kilómetros al norte de Polop) cuando se despide de su amigo, y escribe los nombres de Oscar (Esplá) Bernácer (Germán) y Sigüenza. Este es el testimonio inequívoco de que, Miró usaba a Sigüenza para despedirse y tenía como moderno avatar de sus aventuras literarias de ficción  desde su novela  Del vivir de 1904, donde el joven Sigüenza iba montado es asno, jumento, o burro al pueblo alicantino de Parcent en el valle del Río Gorgos, el antiguo pueblo de los leprosos en el Sanatorio de Fontilles. Que hoy es un bellísimo pueblo. En Años y leguas, aparece en «La Llegada» (primer capítulo) el tal personaje Sigüenza montado en un jumento, recordando que había estado allí veinte años atrás. Los mironianos, se no  viene a la cabeza su novela Del vivir. Y no cuando Miró se fue a vivir a Barcelona.
   La cuestión es que ensimismado en mis pensamientos sonó el timbre de aviso y ya me tocaba a mí con  mis paquetes a la espalda, mostrador  número cuatro.  Los tres mes costaron 9.50 €.
                                                ***
    Al salir a la calle Asturias de la oficina de Correos eran las 10.05 horas, es decir que había tardado una hora completa entre llegar, esperar, enviar el paquete  y salir: tiempos muertos. Si no hubiera sido yo un jubilado, cuyo todo su tiempo, está pagado con mi  pensión, en otro caso, una persona asalariada hubiera cobrado le hubiera costado a este país, una hora de trabajo que está en 20 euros hora para un jornalero impuestos incluidos, es decir, que yo consumí una horas, que más los 9.50 de gastos de envío, supone,  o sea, 29.50 €.

    Esto es un ejemplo de tiempo que se pierde en las esperar enviado paquetes y que las empresas no tienen en cuenta los tiempos muertos; pero en mi caso valió la pena. Y pensé que Miró  en 1921 y en veranos sucesivos, hacía 8 kilómetros ida y vuelta desde su casa alquilada veraniega de Las Fons en Polop a Callosa por un camino o senda de arrieros (no por la carretera de hoy en día). Es decir que Miró para recoger el importe de algunos giros postales se pasaba más de mediodía de viaje, madrugando, seguramente más que yo, y yo, hoy me quejo por perder una hora. Los tiempos han mejorado, sin duda alguna.
     A pesar de todo, no he perdido una hora, porque  los destinatarios de mis paquetes recibirán una alegría por recibir mi novela Al este del Cabo de Gata. Pero además  he recuperado una hora de estudio recordando un tema para insertar en la preparación de mi ensayo sobre Miró y Años y Leguas que estoy preparando para el 140º aniversario del nacimiento del auto de El obispo leproso, que además haré ilustrado, por supuesto.
     A mí me gusta escribir a pie de obra, que es como hacían los pintores impresionistas, pintar del natural, porque escribir a distancias en el tiempo como hizo Miró en su libro de Años y leguas, da como resultado que en el capricho de la memoria, haga de las suyas: cometer errores. A mí particularmente no me gusta leer novelas porque sé que son mentiras, en cambio prefiero las biografías, los epistolarios y los libros testimoniales, como la obra del hispanista británico Gerald Brenan en Yegen (Las Alpujarras), que escribió Al sur de Granada. Por eso a  mí, el libro de Miró no me interesa, porque está compuesto de un 10% de testimonio y uno 90% de lirismo poético más imaginación, que es alimento, para aquellos lectores que le gusta leer poesía, pero a mí no me gusta perder el tiempo en entelequias imaginadas de otros.
     Miró no escribió el libro de Años y leguas, a pie de obra en Polop, sino dos o tres años después en su casa de Madrid situada en el barrio de Argüelles, en calle Rodríguez san Pedro, 46, 1º derecha, que escribía y enviaba a los periódicos, entre ellos a la La Nación de Buenos Aires y El Sol de Madrid, donde le debían pagar por sus trabajos. Años después cuando Biblioteca Nueva le propone reunir sus Obras Completas, es cuando decide publicar los artículos ya publicados y algunos más inéditos para componer su libro alicantino Años y leguas (1928), que no es más que una recopilación de los artículos o capítulos (17 en total), pero repito, su idea primera no era escribir un libro, sino un bucólico libros del ya famoso persona de Sigüenza. Por ello el libro de Años y Leguas, no tiene otra definición posible que libro u obra, no se escribió como gozo propio, sino como un producto mercantil folletinesco para la venta en periódicos, y no hay más. Porque cuando los filólogos tratan de estudiar este libro argumentando y haciéndonos creer lo contrario de lo que es, un libro lírico nada más, cercano a un poemario, justificando lo injustificables, son ganas de perder tiempo.
    Quien pretenda y desee saber sobre la vida real y cotidiana de  Miró y su familia en Polop debe leer el libro de Joaquin Fuster Pérez Gabriel Miró en Polop, Alicante, Caja de Ahorros del Mediterráneo-Instituto de Cultura «Juan Gil-Albert», 1996: el Epistolario, en la edición de los profesores Ian R. Macdonald y Frederic Barcerá publicados en 2009,  (libro del que yo tengo un ejemplar), o las biografías que escribieran Vicente Ramos, o del músico Oscar Esplá, en su conferencia Evocando a Gabriel Miró (dada en el casino de Alicante en 1961). Lo que hizo Miró en Polop fue escribir cartas a sus amigos y familiares, peón de campo y excursiones con Óscar Esplá, Germán Bernácer, su cuñado Enrique Falcó y con el médico José Amador Asín.
    Posterior a la publicación de Años y leguas en 1928, se hizo otra edición en 1949 con un seudo-prólogo del duque de Maura, (Gabriel Maura Gamazo, hijo de Antonio Maura), la edición que yo tengo es la de Salvat de 1970, con prólogo del catedrático de Literatura Mariano Baquero Goyanes, que lo fue de la Universidad de Murcia, cuya biografía la sabemos por un introito del también catedrático Francisco Javier días de Revenga. Los estudiosos de Años y leguas no deben dejar de consultar los ensayos del catedrático especialista en Miró, Miguel Ángel Lozano Marco, que se pueden ver en  Internet en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
   A las 12.28 horas dejo este artículo finalizado, porque mi mujer insiste en que yo me tome un zumo de frutas: Zanahorias, plátano y  manzana pasadas por la batidora, que no Turmix que es una marca. No tenemos tiempo, en este tiempo actual para leer: Años y leguas del indiscutible maestro de la prosa Gabriel Miró  Ferrer (1879-1930)

Ramón Fernández Palmeral
Alicante, 4 de agosto de 2018
A 33.30 grados en el exterior de la Plaza de la Viña

Miguel Hernández gran admirador del alicantino, estuvo en la colocación del busto en homenaje a Gabriel Miró el 2 de octubre de 1932 en Orihuela, obra del escultor Seiquer Zanón.

martes, 31 de julio de 2018

La influencia estética de Gabriel Miró en Miguel Hernández



La influencia estética de Gabriel Miró en Miguel Hernández
Descripción: https://letralia.com/imagenes/marca.gifRamón Fernández Palmeral
 Pulicado en Latralia de venezuela

Introducción

Con este breve trabajo pretendo señalar y acortar la indudable influencia estética de Gabriel Miró en Miguel Hernández, tanto lírica como en prosa. Posiblemente, las lecturas mironianas se inician tras la muerte del llorado autor de Nuestro padre San Daniel (1921) y El obispo leproso (1926) el 27 de mayo de 1930, por recomendación de su mentor Ramón Sijé, que ya había pensado en hacerle un homenaje en Orihuela. Estudioso de la obra sijeniana y hernandiana como el profesor José Muñoz Garrigós,1 queda de acuerdo en señalar que aprecia una variación notable puesto que sus primeros poemas, hasta 1930, “tienen la sencillez, el primitivismo y la ingenuidad de un muchacho de unos veinte años”. Y es a partir de la lectura de Miró a mediados de 1930, tras su muerte, cuando se aprecia un cambio en su poesía, convirtiéndola en más barroca y culterana, y rica en adjetivos, y en adjetivos epítetos, que acentúan el carácter de las palabras, con enriquecimiento de sinestesias, metáforas y figuras del lenguaje, a las que también cabe añadir las de Góngora, Garcilaso... Es decir, que el rótulo de “prehistoria poética” debería quedar dividido en dos fases, la primera hasta mediados de 19302 y la segunda a partir de esta fecha hasta Viento del pueblo en 1937. Sin embargo, no me cabe duda alguna de que las influencias estéticas mironianas perduraron siempre en la sintaxis de Miguel. Además, el propio Miguel declaró en varias ocasiones la deuda contraída con Miró, que veremos más detenidamente.
El novelista y excepcional prosista Gabriel Miró es el inspirador o “maestro espiritual” de la llamada “Generación del 30 en Orihuela”;3 más adecuado sería llamarles Grupo literario de Orihuela del 30, donde se encuentra incluido el más conocido de ellos, Miguel Hernández. Un Grupo que vio en el alicantino una modernidad en el lenguaje que logró una dignidad literaria. Tanto los precursores como los integrantes del Grupo Literario escribieron, elogiaron y homenajearon al inventor y recreador de una Oleza literaria barroca y del sigüencismo (comunión mística y espiritual con la naturaleza y el medio), con quien contrajeron una deuda impagable al haberles aportado vanguardia y luz en un extraordinario ejercicio dinamizador poético y literario. Pues en Miró encontraron un lenguaje nuevo y portentoso, y, sobre todo, posibilidad de una creación renovadora, es decir, un modelo a seguir y un estímulo a imitar, con un estilo que ayudaba en suma a buscar la propia voz. No podían encontrar un entorno más propicio al neobarroquismo que la barroca ciudad de Orihuela.
Desde los años 20, Gabriel Miró ya gozaba de un merecido prestigio en Orihuela, le reconocían como paisano, puesto que había estudiado en el Colegio de Santo Domingo de la citada ciudad entre los años 1887 y 1892. En el mismo colegio estudió Miguel Hernández a partir de octubre de 1923 hasta marzo de 1925. Supongo que debió oír en dicho colegio algún comentario sobre la afamada figura de su antecesor compañero.
Para obtener una visión cronológica y ponderada de esta “influencia estética” o débito hernandiano hacia el inventor de Oleza y del Segral, esbozaré, en primer lugar, el origen oriolano de Miró, la incidencia de su obra y estilo en los seguidores o precursores del Grupo Literario del 30, el ambiente literario donde se editaban varias revistas literarias, además de la prensa local, y detenidamente las menciones y alusiones de Miguel Hernández a Miró.
Para la anotación de las reseñas de obras he seguido las Obras completas, 1992, reedición de RBA (2005).

1. La huella oriolana en Gabriel Miró
Partiendo de este titular, hemos de remontarnos en el tiempo para analizar la influencia de Gabriel Miró en los escritores, novelistas y poetas oriolanos de los años 30. Hemos de recordar que Gabriel Miró Ferrer (1879-1930) tenía sangre oriolana, ya que su madre, Encarnación Ferrer Ons, era natural de Orihuela. Los hijos, Juan y Gabriel, estudiaron en el Colegio Santo Domingo de los jesuitas de Orihuela, Gabriel los cursos de 1887 a 1892. De estas vivencias dejará testimonio en El libro de Sigüenza, y en las novelas Nuestro padre San Daniel y El obispo leproso, que constituyen dos partes de una misma novela.
Para mejor atender a sus hijos, el señor ingeniero (don Juan Miró) tenía casa abierta en Orihuela, cuyos caseros eran Francisco Lidón y Manuela, su mujer, padres de Encarnación, Manolica y Marianico, con quienes los hermanos Juan y Gabriel jugaban a remedar actos de Semana Santa o de otras festividades religiosas (Gabriel Miró, Vicente Ramos, 1979, p. 30).
Su estancia en el colegio, cárcel para Gabriel, se tradujo en una profunda melancolía en su ánimo y en un inexplicable reuma de su rodilla izquierda. Uno de los episodios que más influyeron de forma decisiva en la prosa de Gabriel fue su estancia en la enfermería del colegio a causa de una enfermedad. Desde allí pudo contemplar el paisaje de la huerta oriolana, y sus costumbres y detalles, que posteriormente quedarían recogidas en su obra.
Debido al delicado estado de salud de Gabriel sus padres decidieron sacarle del colegio, contando él con doce años. Se traslada con su familia a Alicante, donde continúa sus estudios de bachillerato. La verdad estética se resume:
Es obvio que para un escritor la realidad estética reside en las palabras, y de ellas depende. Entre las fichas en las que Miró anotaba ideas que luego desarrollaría, encontré una con una escueta frase: “La palabra no ha de decirlo todo, sino contenerlo todo”. Es el germen de la que figura en el comienzo de El humo dormido (1919) a partir de la cual podemos contemplar un empeño literario fundamentado en la búsqueda de “la palabra creada para cada hervor de conceptos y emociones, la palabra que no lo dice todo, sino que lo contiene todo” (“Gabriel Miró”, Miguel Ángel Lozano, revista de creación Adamar, 1992).
Los recuerdos del ambiente oriolano en sus años infantiles son los que acudirán a su cabeza para recrear una Oleza barroca y lúgubre de finales del XIX, pero a la vez llena de poesía, olores, colores en pinceladas impresionistas, todo un placer leerlas.

2. Homenaje a Miró en Oleza
Tanto Vicente Ramos y Eutimio Martín como Manuel Roberto Leonís, son autores de trabajos sobre el homenaje a Miró en Orihuela en el 32. Vicente Ramos escribe:
“Los primeros pasos de aquel homenaje [a Gabriel Miró] se dieron en julio de 1931, al constituirse el primer comité, integrado por José María Olmedo, José María Pina Brotóns, José María Ballesteros y José Marín Gutiérrez (Ramón Sijé), a quien no tardaron en sumarse Augusto Pescador, Miguel Hernández y otros. Sus reuniones tenían lugar en el Palace Hotel oriolano” (pág. 29, 1976, Miguel Hernández en Alicante).
En septiembre se reparten invitaciones. Se invita a Azorín, que no responde; en ausencia de éste se invita a Marcelino Domingo.
En la Glorieta de Orihuela se inauguró el busto a Gabriel Miró, obra del escultor José Seiquer Zanón, el 2 de octubre de 1932. Ante la ausencia de Marcelino Domingo, lo inaugura Ernesto Giménez Caballero, director de La Gaceta Literaria de Madrid y uno de los teóricos del falangismo.
Al acto, llamado en su día “Romería lírica a Oleza”, acudieron, entre otras personalidades de la cultura, María Cegarra, Raimundo de los Reyes, Carmen Conde y su esposo Antonio Oliver, quien tuvo un enfrentamiento dialéctico con Ernesto Giménez Caballero, que además se presentó con camisa de falangista, otros aseguran que era un jersey azul, que no fue de lo más acertado; se armó tal algarabía que tuvo que presentarse la policía y terminaron en la Comisaría.
Para dejar constancia escrita de este homenaje, se publicó “El Clamor de la Verdad. Cuaderno de Oleza consagrado al poeta Gabriel Miró”, donde se recogen trabajos de los escritores y poetas oriolanos, además, más de Antonio Oliver y Carmen Conde, entre otros, así como de Miguel el poema “Limón” y en prosa “Yo. La madre mía”.

3. Generación olecense del 30 en Orihuela
3.1. Los precursores
De los intermediarios o precursores entre Gabriel Miró y el Grupo Literario olecense del 30, encontramos a tres oriolanos: Justo García Soriano (1884-1949), Juan Sansano Benisa (1887-1955) y José María Ballesteros Meseguer (1897-1939). Justo García contribuye a exaltar la figura de Gabriel Miró con su anti-mironianismo; a Juan Sansano se le considera incitador y Ballesteros, el más mironiano de los tres, mentor.
Justo García escribió un artículo destructor contra Miró, quizás por cuestiones personales “durísimo, injusto y destemplado. Ni siquiera el apasionado ‘cauvismo’ del señor García Soriano puede justificarlo...”,4 publicado en El Pueblo de Orihuela (21-09-27) con el seudónimo de Juan Oriol, donde comenta:
“Es, sin embargo, el estilo de El obispo leproso una taracea abigarrada y anacrónica de arcaísmos y neologismos modernistas, de voces culteranas y de vocablos vulgares y dialectales [...]. El fuerte, y aun el conato de originalidad del estilo barroco del Sr. Miró, es el abuso de las sinestesias o metáforas comprimidas, digámoslo así, cosa tan vieja, no obstante, como el padre Homero [...]. No tiene propiamente argumento la novela. Constituye una serie de descripciones y escenas incongruentes que quieren representar en cuadros caricaturescos la Orihuela de hace cuarenta años... (“El obispo leproso, sandeces, injurias y otros excesos”. El Pueblo de Orihuela, 21-09-27).
De alguna forma mezquina, toda fama de un escritor también se eleva con la crítica feroz y adversa de sus no-seguidores, ya que es la crítica destructiva la que tiene los pies más veloces en el boca a oreja; sin embargo, su animadversión no contagió a los jóvenes oriolanos, sino que por el contrario germinó y se consolidó en lo que sería la generación del 30 oriolana. Parece como si García Soriano se hubiera contagiado de la crítica de José Ortega y Gasset, que a comienzos del 27 comentó sobre El obispo leproso una “perfección estática, paralítica” que ha de ser asimilada “a sorbos”, y así quedó mermada en adelante.
Juan Sansano, periodista, autor de abundante bibliografía y poesía, entre ellas Canciones de amor (1931). Sansano reservó al final de su libro lo que llamaba “ofrendas” de otros poetas al estilo de los poetas áureos. A Miguel le corresponderá el honor de cerrar el libro al haberle reservado las tres páginas finales para que publicase tres sonetos. Además, Sansano le dedicó un artículo a Miguel; leemos la nota siguiente:
El olfato periodístico y la capacidad de anticipación de Sansano [director de El Día de Alicante], que ya en el primer texto en el que presenta a Miguel, y que publicó en el día 15 de octubre de 1930, en una sección titulada “Por las rutas humildes” y subtitulada “Miguel Hernández, el pastor poeta orcelitano”, le permiten utilizar la expresión que, acuñada por el periodista, fue la que designó a Miguel a lo largo de su vida. En el mismo recuadro se incluye un poema de Miguel titulado “La bendita tierra”, en el que el joven poeta corresponde al aprecio y la estimación que le muestra Juan Sansano, con la dedicatoria del poema en la que le llama “eminentísimo poeta”... (Manuel Parra, Información, 7-12-2007).
Tal como recogen Vicente Ramos y Manuel Molina en la página 17 de su libro Miguel Hernández en Alicante, 1976, Juan Sansano es el primero en hablar sobre Hernández en la ciudad de Alicante, el 13 de julio de 1930, en ocasión de alocución en homenaje al poeta alicantino Salvador Sellés Gozálbez, luego publicado el 14 de julio en El Día, periódico de su propiedad:
...Hermano y maestro: con su túnica de resplandores, ha hecho su aparición un nuevo poeta. Se llama Miguel. Tiene nombre de arcángel. Saludémosle con alborozo: tú, con tu prestigio de cantor inmortal: yo, con la humilde ofrenda de mi cariño...
Miguel, que lo agradece, le envía a Sansano un poema “La bendita tierra” con la cita “A don Juan Sansano, eminentísimo poeta de Orihuela...”, que lo publicará en El Día, 15 de octubre de 1930.
Los tres sonetos a don Juan Sansano, director del periódico El Día, de Alicante, son: primero, “Juan Sansano”; segundo, “A don Juan Sansano”, El Día, 24 abril de 1931, y tercero, “A Sansano por su libro Canciones de amor”, en El Día, 19 de junio de 1931.
En marzo de 1933 le escribió Miguel una carta pidiéndole sus libros, hemos de suponer que se trata de varios ejemplares de Perito en lunas, a vuelta de correo, para enviarlos a la Universidad Popular de Cartagena.
José María Ballesteros, novelista oriolano, es autor de Oriolanas (Cuadro de costumbres de mi tierra) (1930), novela que fue acogida favorablemente por la crítica. Manuel Ruiz-Funes Fernández5 considera “la sombra de Miró, a quien tanto admiraba”. Indudablemente Ballesteros es el precursor más mironiano de la generación del 30:
“Ballesteros quedó a mitad de camino entre la eficacia de los maestros realistas y naturalistas y la prosa exquisita de Miró, que no se atrevió a imitar abiertamente” (Antología de escritores oriolanos, pág. 104).
Miguel Hernández admiraba a Ballesteros y su estilo cuasi-mironiano, y le dedicó un poema titulado “Ofrenda”, escrito el 28 de mayo de 1930, publicado en Actualidad el 5 de junio de 1930, por “un libro magnífico: Oriolanas...” (O.C. 178-179). Diez días más tarde saldría en Voluntad (15-06-30) el artículo de José María, “Pastores poetas”, que luego aparecería otra vez en el tomo I de Mis crónicas, Murcia, 1932.

3.2. El Grupo Literario olecense del 30
El nombre de Generación Olecense del 30 lo acuña por primera vez Vicente Ramos,6 al exponer las características literarias de “La Escuela de Orihuela”, cap. VII, de su libro Literatura alicantina (1839-1939), donde nombra a los precursores: Juan Sansano y José María Ballesteros Meseguer, aunque opino que debería incluirse entre los precursores a otro oriolano, Justo García Soriano, como ya he comentado antes. El grupo lo forman Ramón Sijé, Miguel Hernández, Carlos Fenoll, Justino Marín (Gabriel Sijé), Jesús Poveda y Manuel Molina (p. 266) —el benjamín y último testigo, según carta de Carlos Fenoll. Ramos escribe que los factores olecenses de la oriolanidad son: “El barroquismo..., su clima litúrgico, el olor vegetal, su extraño sonido de bronce, su vivir en morado silencio de oración...” (pp. 248, 1966).
Hablar de Escuela o Generación Olecense parece excesivo, pienso que hablar de grupo literario sería más atinado. El despertar, el origen de este grupo literario del 30 oriolano, como apunta Miguel Ángel Lozano, “lo constituye la aparición de la novela de Gabriel Miró centrada sobre esa Oleza literaria en la que se reconoce el modelo de Orihuela. El impacto de El obispo leproso fue decisivo” (Ínsula, 544, 1992, p. 2).
Las lecturas iniciales de este grupo literario son, según Reig Sempere (p. 13, 1981):
“Casi todos leen a Gabriel y Galán, Villaespesa, Bécquer, Salvador Rueda, Campoamor, Vicente Mediana, Juan Ramón Jiménez, Juan Sansano, Rubén Darío, Gabriel Miró, Antonio Machado y algunos otros”.
Vemos cómo se transmite esta “miromanía” literaria al Grupo Orcelitano del 30, el trabajo de Ana M. Reig Sempere, autora de La Generación del 30 en Orihuela (1981), siguiendo al pie de la letra las exposiciones de Vicente Ramos, divide el grupo en dos: uno en torno a la revista El Gallo Crisis (mayo de 1934 a primavera de 1935), encabezado por el capuchino Fray Buenaventura de Puzol, Ramón Sijé, Tomás López Galindo, Juan Bellod Salmerón y José María Quilez y Sanz, más los profesores Juan Coloma y Jesús Alda Tesán.
El otro grupo, más humilde, es el de la tahona de la calle de Arriba, entre 1930 y 1936. Aunque el mito de la tertulia de la tahona de los Fenoll fue echada abajo por Ramón Pérez Álvarez (1918-1998), quien asegura que nunca existió dicha tertulia,7 a cuya aseveración se unieron Jesús Poveda, y esposa Josefina Fenoll. Por ello la idea de una tertulia formal queda desbaratada, la única posibilidad es una reunión informal y esporádica. Oigamos el argumento de Pérez Álvarez:
“...Esa tertulia es una elucubración mental, generada por la mente calenturienta de Molina [Manuel],8 Efrén [Fenoll hermano de Carlos], al alimón, y a su mayor gloria. No existió esa tertulia, Jesús [Poveda] estaba por Barcelona, una vez cumplido el servicio militar [que hizo en Submarino de Cartagena]... (Hacia Miguel Hernández, p. 43).
En Orihuela en los años treinta se publicaban varios periódicos y revistas, que servían como eje dinamizador del ambiente literario: El Pueblo de Orihuela, Actualidad, Destellos, Renacer, La Lectura Popular, Destellos, Voluntad, El Gallo Crisis (1934-35), Silbo (1936). En Alicante, El Día. En Murcia, La Verdad de Murcia, donde publican oriolanos.
Lo cierto es que, entre acuñaciones, especulaciones, mitos y verdad, el llamado Grupo Olecense del 30 es como un espejismo, a la espera de un riguroso análisis y diagnóstico.

3.3. Lecturas mironianas de Miguel Hernández
No hay duda de que Miguel, tras sus estudios de asignaturas en el Colegio de Santo Domingo con los jesuitas, en el periodo de su autoeducación literaria (1925-1931), frecuenta las bibliotecas públicas oriolanas y entabla relación con el canónigo Luis Almarcha, quien le pone en contacto con los clásicos Miguel de Cervantes, Lope de Vega, Pedro Calderón de la Barca, Garcilaso de la Vega y, sobre todo, Luis de Góngora, Virgilio y, de la poesía mística, San Juan de la Cruz.
Posteriormente conocerá a su segundo mentor, Ramón Sijé; es a partir del 15 de abril de 1930 cuando aparece publicado el soneto “Nazareno” en Voluntad, revista que dirigen Sijé y Jesús Poveda, quien seguramente le guía hacia lecturas de las novelas de Gabriel Miró. Además, es posible, que la lectura de Oriolanas (1930) de Ballesteros, de influencia mironiana, le afianzara o indujera hacia esta tendencia como según se muestra en el cuento largo o novela breve La tragedia de Calisto (1932).
Ramón Sijé, estudiante de derecho y el más intelectual del grupo, ejercerá labores de mentor y mecenazgo con Miguel Hernández; su adicción mironiana, posiblemente, se debe a su maestro Ballesteros, el primero de los mironianos orcelitanos, quien conocerá a los poetas del quincenal Voluntad, y además participará en la organización al homenaje a Miró. Es Ballesteros el primero en preocuparse por Hernández.
Parece muy probable que, tras el fallecimiento de Miró el 27 de mayo de 1930, es Ramón Sijé quien enaltece y recomienda la obra mironiana a sus amigos-poetas y colaboradores, y de quien parte la iniciativa del homenaje en Orihuela que culminaría en el 2-10-32, y es, creo, quien echa “la levadura estética” a Miguel del rico estilo prosístico del autor de El obispo leproso como maná vital e imprescindible, para alimento y noviciado hacia un estilo poético propio, ya que habían descubierto a uno de los prosistas más originales y renovadores de la lengua española.
Y como Ramón Sijé es conocedor eficaz de que la semilla mironiana había prendido en el novel Miguel, es por ello que adelantará esta influencia estética al publicarlo en Diario de Alicante el 9 de diciembre de 1931, en su artículo de despedida “Valores levantinos. Miguel Hernández”, y escribe: “Radioscopia de la poesía de Miguel Hernández: [...] Gabriel Miró 100, poetas españoles (Juan Ramón Jiménez y Jorge Guillén) 60 y de Rubén Darío 40...”.

sábado, 28 de julio de 2018

Hoy 28 de julio se cumplen los 139 años del nacimiento de Gabriel Miró Ferrer

Un día como hoy del 28 de julio de 1879 nació el escritor y estilista Gabriel Miró Ferrer en la calle Castaños 14,2º a la sesi de la tarde en Alicante. Tuvo una gran influencia entre los poetas oriolanos como Miguel Hernández, Carlos Fenoll, Ramón Sije o José María Ballester Meseguer, quien fue mentor de Ramón Si je. Hace hoy 139 años.
Su madre Encarnación  Ferrer Ons natural de Orihuela, y de Juan Miró natura de Alcoy, ingeniero de caminos.



                                            Dibujo a lápiz realizado por Ramón Palmeral, 2015




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Gabriel Miró y Benidorm


 Miguel Ángel Lozano, es catedrático de Literatura y un estudioso de Gabriel Miró, nos ilustra sobre la génesis de la última novela del escritor oriolano “Años y leguas”.
“El libro fue creciendo a lo largo de siete años, desde su concepción en 1921 hasta su publicación en 1928; y sus capítulos fueron viendo la luz, en diferente estadio y con diferente orden, en un par de periódicos”.
La novela es un magnífico retrato de la época relatando lo que un tal Sigüenza va encontrándose en su caminar. Uno de sus capítulos se titula “Benidorm. Un extranjero. Callosa” y es oportuno, como el resto del libro, para leer mientras se descansa, por ejemplo, en el Hotel Centro Mar, junto a la piscina.
Escribe Miró:Benidorm sumergido entre azules perfectos mediterráneos. Una gracia, una felicidad inocente de claridades que, como la felicidad y la inocencia de los hombres, daba miedo de que se rompiesen. Azules nuevos, como recién cortados; azules calientes, azules de pureza. Esa pastosidad y esa levedad de la luz se originaban de la armonía de todo lo que constituye y es Benidorm, aun antes, mucho antes de serlo. Lejos, en el fondo, se estampan las grandes montañas, y desde allí hasta el pueblo nada contiene ya el vuelo combo del espacio”.
Es verdad que Benidorm se ha transformado en casi un siglo que ha transcurrido desde que las evocaciones del escritor se trasladaban al papel prensa, pero no es menos verdad que hay conceptos que permanecen inalterables: azules perfectos, felicidad inocente, levedad de la luz, las grandes montañas…
La vieja aldea de pescadores es hoy capital del turismo y alrededor del pueblo claro y recogido” que retrataba Miró hoy florece una oferta de ocio y descanso incomparable. Sus hoteles, entre ellos el Carlos I y el Centro Mar, son un ejemplo de posibilidades múltiples adaptadas a las diferentes necesidades de los viajeros, sea un anglosajón que viene sin compañía, como el amigo del protagonista de la novela, sean una familia, una pareja o un grupo de amigos. Y dice el tal Sigüenza que “Ese varón británico todavía trae ropas de invierno con unos rasgos de benignidad de primavera…”, evidencia de la diferencia climática entre su origen y su destino, como les ocurre a muchos visitantes que desde el centro o norte de España y de Europa confluyen en Benidorm.
En este caso novelesco el viajero amplía su recorrido hasta Callosa de Ensarriá: “…un pueblo moreno, acortezado, encima de una hoyada verde, como si fuese toda una mata inmensa de calabazar maduro, que cuelga en la peña el montón de fruto carnoso”, un ejemplo mas de las visitas que cualquier viajero inquieto que se aloje en los hoteles Carlos I y Centro Mar puede programarse, si lo desea, alquilándose un coche en su recepción y disponer así a su libre albedrío. El capítulo acaba cuando Sigüenza encuentra, en el portal de una venta, dormido relajado al caballero inglés y sentencia:
 “¡Levante! Levante era más poderoso que la sabiduría británica…”


 La obra completa se puede descargar desde aquí. Biblioteca Virtual Miguel de Cervnate. Universidad de Alicante.

martes, 24 de julio de 2018

Reunión Anual de Directores del Instituto Cervantes en Orihuela


Arranca en Orihuela la Reunión Anual de Directores del Instituto Cervantes con el apoyo de la Diputación de Alicante

Más de 70 responsables en España y en 60 centros en el extranjero se dan cita en esta cumbre, con la que se respaldan los actos conmemorativos del 75 aniversario de la muerte del poeta oriolano Miguel Hernández.

El Colegio Diocesano Santo Domingo de Orihuela ha acogido esta mañana la inauguración de la Reunión Anual de Directores del Instituto Cervantes que por primera vez se celebra en la Comunitat Valenciana y que cuenta con el apoyo de la Diputación de Alicante, del Ayuntamiento oriolano y de Casa Mediterráneo, entre otras instituciones.
El presidente de la institución provincial, César Sánchez, ha participado en la apertura de este evento junto al nuevo director del Instituto, Luis García Montero, el secretario de Estado de Cooperación Internacional, Juan Pablo de Laiglesia, y el alcalde, Emilio Bascuñana.
Sánchez ha destacado “la importante labor que desarrolla este ente como eje fundamental de la acción cultural de nuestro país y uno de los nexos más potentes entre las naciones que comparten el uso del castellano”.
Asimismo, ha coincidido con el primer edil en que esta Reunión consolidará Orihuela como capital cultural de la Costa Blanca, municipio que ha impulsado con diferentes actividades la celebración Año Hernandiano.
Por otra parte, el presidente de la Diputación ha defendido el  interés de la Diputación por fomentar el turismo idiomático en la provincia, “una estrategia que está dando buenos réditos: en 2017 más de 50.000 alumnos extranjeros de español estudiaron el idioma en las universidades de Alicante y Miguel Hernández”.
Precisamente el turismo idiomático y cultural centrará la última de las sesiones de trabajo de hoy que se celebran en el Colegio de Santo Domingo. En total, el cónclave cervantino se organiza en nueve sesiones a puerta cerrada en las que se examina en profundidad el funcionamiento, trabajo, problemas y retos del organismo. Las conclusiones se darán a conocer el próximo jueves.
Desde hoy y hasta el próximo jueves, esta cumbre anual reúne en Orihuela y en Alicante a más de 70 directivos en España y en 60 centros en el extranjero. La memoria imborrable de Miguel Hernández en el 75º aniversario de su muerte, y de quien Luis García Montero es un experto, planeó sobre una sesión de apertura en la que hubo repetidas referencias a otros dos grandes escritores de la Comunidad Valenciana: Azorín y Gabriel Miró.

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Bascuñana: “La reunión anual de directores del Instituto Cervantes posiciona a Orihuela como capital cultural de la Costa Blanca”

El alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, inauguró este lunes en el Colegio Diocesano Santo Domingo la Reunión Anual de Directores del Instituto Cervantes, que se desarrollará en el municipio durante los días 23 y 24 de julio, y en la ciudad de Alicante durante los dos días siguientes, en colaboración con la Diputación de Alicante y Casa Mediterráneo.
El alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, inauguró este lunes en el Colegio Diocesano Santo Domingo la Reunión Anual de Directores del Instituto Cervantes, que se desarrollará en el municipio durante los días 23 y 24 de julio, y en la ciudad de Alicante durante los dos días siguientes, en colaboración con la Diputación de Alicante y Casa Mediterráneo.
“Orihuela acoge con emoción este encuentro, que se celebra por primera vez en la Comunidad Valenciana, y que une el nombre de la ciudad del poeta Miguel Hernández a la cultura internacional y a la promoción de la lengua castellana, haciendo llegar su obra y a nuestro municipio a todos los rincones del mundo”, manifestó Bascuñana.
El primer edil dio la bienvenida a los 70 directores de centros del Instituto Cervantes de toda España y del mundo congregados en Orihuela y encabezados por el Director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, en su primer acto desde su toma de posesión del cargo, y al que también asistieron el secretario general del Instituto Cervantes, Rafael Rodríguez-Ponga, el presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, y el secretario de Estado de Cooperación Internacional para Iberoamérica y el Caribe, Juan Pablo de la Iglesia.
Bascuñana destacó “la estrecha colaboración del Instituto Cervantes con el Ayuntamiento de Orihuela, con el que hemos trabajado codo con codo con motivo de la efeméride del 75º aniversario de la muerte de Miguel Hernández” en el pasado año, y con cuya colaboración los versos del poeta se ha traducido a nuevos idiomas y se han repartido sus obras completas a los centros repartidos en todo el mundo, además de entregar en la Caja de las Letras un ejemplar de “Perito en Lunas” cedido por el director de la Fundación Cultural Miguel Hernández, Aitor Larrabide.
Bascuñana agradeció al Instituto Cervantes “que haya elegido nuestra ciudad para su reunión anual”, así como “la ayuda que nos han brindado en la promoción de la obra de nuestro poeta más universal”.


Luis García Montero promete “máxima transparencia” en su gestión como director del Cervantes
Comenzó ayer en Orihuela la Reunión Anual de Directores del Instituto Cervantes, en la que el escritor y catedrático Luis García Montero se estrena como máximo responsable de la institución. Y lo hizo con un firme compromiso –máxima transparencia– y una actitud prudente y abierta: antes de tomar cualquier decisión, desea conocer por dentro el Cervantes: “Yo vengo aquí a escuchar más que a hablar, prefiero pensar las cosas antes de decirlas”.
La ocasión para ver por dentro el funcionamiento del organismo que promueve el español y su cultura es inmejorable, toda vez que desde hoy y hasta el próximo jueves, esta cumbre anual reúne en Orihuela y en Alicante a más de 70 directivos en España y en 60 centros en el extranjero. La memoria imborrable de Miguel Hernández en el 75º aniversario de su muerte, y de quien Luis García Montero es un experto, planeó sobre una sesión de apertura en la que hubo repetidas referencias a otros dos grandes escritores de la Comunidad Valenciana: Azorín y Gabriel Miró.
En la inauguración intervinieron también el secretario de Estado de Cooperación Internacional, Juan Pablo de Laiglesia; el alcalde oriolano, Emilio Bascuñana, y el presidente de la Diputación Provincial de Alicante, César Sánchez.
García Montero afirmó que el idioma español y su cultura son “seña de identidad fundamental de nuestra presencia en el exterior” y un soporte esencial de la imagen de España en todo el mundo. Declaró que defenderá “el español y todas las culturas del Estado y de las nacionalidades que se integran en la nación”.
Agradeció al presidente del Gobierno, la vicepresidenta y los ministros su nombramiento el pasado viernes y auguró que “podemos hacerlo bien, como se ha hecho en otras situaciones más difíciles”. Conocedor del Cervantes, donde ha participado en diversos actos culturales tanto en la sede central como en diversos centros, García Montero insistió en que afrontará su gestión con total transparencia, con la confianza de “hacerlo lo mejor posible”,
En un discurso improvisado y sin papeles, el poeta, novelista, ensayista y catedrático granadino mostró su disposición a escuchar a todos los directores: os pido que me digáis la verdad “a media voz y con educación”, dijo, para conocer lo que se está haciendo y estudiar los problemas que haya que solucionar. “Tenemos por delante un reto muy grande y me ofrezco a ayudaros”, concluyó.


La colaboración suma, no resta
Por su parte, el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica y el Caribe se mostró dispuesto a “abrir una nueva y fecunda etapa” en el Cervantes. En su primer acto oficial como presidente del Consejo de Administración del Instituto, Juan Pablo de Laiglesia avanzó algunas líneas de actuación, como la firme apuesta por la iberoamericanización: “el español es el gran activo de nuestra diplomacia, con el valor añadido de que lo compartimos con Hispanoamérica”. Por eso, desea reforzar la cooperación con los países hispanohablantes, ya que “es un valor que suma, no resta”.
La cultura, dijo, “es una prioridad absoluta de nuestra acción exterior”, y la diplomacia cultural debe ser uno de sus vectores principales. La crisis, agregó, “ha afectado seriamente a nuestra imagen en el exterior, y por ello debemos incorporar la proyección cultural como elemento definidor de nuestra presencia en el exterior”.
El Instituto, como buque insignia de la diplomacia cultural desde su creación hace 27 años, tiene además el reto de ampliar su red de centros y adaptarla a “las exigencias de los nuevos tiempos”. Mientras se avanza en la apertura de nuevos centros en Senegal, Suiza y Corea del Sur y un Aula Cervantes en Costa de Marfil, el Instituto debe hacer una “apuesta decidida por la sostenibilidad y la calidad”, reforzar la defensa de la riqueza patrimonial, cultural y lingüística de España y estrechar la coordinación con otros organismos de la acción exterior, como las consejerías culturales de las embajadas de España. Con esos mimbres, dijo el secretario de Estado, se abre “una nueva etapa llena de éxitos”.
El secretario general del Instituto Cervantes destacó su alto nivel de autofinanciación. En la rueda de prensa previa a la inauguración, Rafael Rodríguez-Ponga afirmó que el Cervantes es un organismo “cien por cien estatal que le sale muy barato al contribuyente”, ya que más del 46 por ciento de su presupuesto lo obtiene con ingresos por matrículas, patrocinio y diversos productos y servicios.
El alcalde oriolano y el presidente de la Diputación de Alicante coincidieron en que la Reunión Anual de Directores consolidará Orihuela como capital cultural de la Costa Blanca. Emilio Bascuñana agradeció al Instituto su pleno apoyo al Año Hernandiano y su contribución para divulgar por el mundo el rico patrimonio histórico y cultural de la natal ciudad del autor de "Perito en lunas".
Por su parte, César Sánchez defendió el interés de la Diputación por fomentar el turismo idiomático en la provincia, una estrategia que está dando buenos réditos: en 2017 más de 50.000 alumnos extranjeros de español estudiaron el idioma en las universidades de Alicante y Miguel Hernández.
Precisamente el turismo idiomático y cultural centrará la última de las sesiones de trabajo de hoy que se celebran en el Colegio de Santo Domingo. En total, el cónclave cervantino se organiza en nueve sesiones a puerta cerrada en las que se examina en profundidad el funcionamiento, trabajo, problemas y retos del organismo. Las conclusiones se darán a conocer el próximo jueves.

lunes, 23 de julio de 2018

La palmera que cantó Miguel Hernández, perdió la copa, por no limpiarla.

  Noticia del 17 de julio de 2018, Vega Baja (Orihuela)

Palmera.




Octava V
Anda, columna, ten un desenlace
de surtidor. Principia por espuela.
Pon a la luna un tirabuzón. Hace
el camello más alto de canela.
Resuelta en claustro, viento esbelto pace,
oasis de beldad a toda vela
con gargantillas de oro en la garganta:
fundada en ti se iza la sierpe, y canta. 
Octava real de Perito en lunas de Miguel Hernández.

 Fotografia de la palmera en 2008 (Ramón Palmeral)
 

El nuevo director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, inaugura hoy en Orihuela (Alicante) la Reunión Anual de Directores de la institución

García Montero celebra hoy su primer acto como director del Cervantes






García Montero celebra hoy su primer acto como director del Cervantes
García Montero celebra hoy su primer acto como director del Cervantes
El nuevo director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, inaugura hoy en Orihuela (Alicante) la Reunión Anual de Directores de la institución, donde se marcarán las líneas estratégicas del próximo curso de cara a la promoción internacional de la lengua española y de la cultura en español.
Este será el primer acto público del poeta y ensayista tras su nombramiento como máximo responsable del Cervantes el pasado viernes en el Consejo de Ministros.
La reunión, que será abierta a los medios informativos y comenzará con una rueda de prensa, contará también con la participación del secretario de Estado de Cooperación Internacional, Juan Pablo de Laiglesia.
La Reunión Anual de Directores, que congregará a más de 70 directivos del Instituto Cervantes de España y de 60 centros repartidos por el mundo, será clausurada por el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, el jueves 26 de julio en Alicante (Casa Mediterráneo).
La cita, que se celebra por primera vez en la Comunidad Valenciana, tendrá una doble sede: Orihuela, localidad natal del poeta Miguel Hernández, que este año celebra el 76 aniversario de su muerte, los días 23 y 24, y en la capital alicantina los dos días siguientes.
Según ha informado el organismo público creado para la defensa y promoción del idioma español, los directores del Cervantes tienen previsto discutir el Plan de Acción Cultural, que incluye la "igualdad y visibilidad de las mujeres creadoras".
El cónclave abordará también la "iberoamericanización" de la programación, la agenda digital y la transformación de las bibliotecas como punto de fomento de la lectura y del consumo cultural.


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El poeta Luis García Montero, nuevo director del Instituto Cervantes

El granadino sustituirá a Juan Manuel Bonet y señaló la financiación como uno de los puntos claves de su gestión
Viernes, 20 de Julio de 2018 - Actualizado a las 06:02h




Luis García Montero, en imagen de archivo.
Luis García Montero, en imagen de archivo. (Foto: Efe)
madrid- El Consejo de Ministros tiene previsto aprobar hoy el nombramiento del poeta y político Luis García Montero (Granada, 1958) como nuevo director del Instituto Cervantes, en el que sustituirá a Juan Manuel Bonet, que ocupa el puesto desde febrero del año pasado, han informaron ayer fuentes del Gobierno.
 La preparación de Montero está más que contrastada, ya que es catedrático de Literatura Española en la Universidad de Granada y poeta, autor de once poemarios y libros de ensayo. Su trayectoria le ha llevado aganar premios como el Adonáis, el Loewe, el Nacional de Poesía 1995, el Nacional de la Crítica o ser candidato de Izquierda Unida para las elecciones autonómicas de la Comunidad de Madrid en mayo de 2015.
Tiene como su primer cometido presidir la reunión de los máximos responsables del Cervantes en España y de los 60 centros repartidos por los cinco continentes, que se celebrará en Orihuela y Alicante, entre los días 23 y 26.
La financiación, punto claveLuis García Montero admitió ayer que la financiación será uno de los puntos clave de su gestión, porque “tras muchos años en la universidad, uno se da cuenta de que lo más poético que hay son los números y las cuentas. Para hacer cosas hace falta dinero y la inversión en cultura es uno de los grandes retos”, aseveró el escritor.
García Montero explicó que recibió la llamada del Gobierno hace “unos días” y pidió tiempo para consultarlo con su familia. Tras dar el sí y “aceptar con gusto” este cargo, finalmente se hizo oficial ayer. “Es un cargo que acepto con mucha responsabilidad y soy consciente de la exigencia del puesto”, añadió.