Sinopsis:

Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com

jueves, 2 de abril de 2015

POEMAS TACHADO EN CANCIONERO DE AUSENCIAS



    
(Caricatura de Miguel por un preso de Ocaña)
      

      Miguel Hernández es ejemplo y paradigma de todos los presos republicanos en la 
represión franquista de posguerra. Miguel como gran poeta supo espresar el sufrimiento
dolor, soledad y asuencia que todos y casa unos de los presos sentían, y tomamos
la palabra y la voz de Miguel para empresar como nadie estos sufrimiento individuales. 
estos bellos y tristes poelas son poco conoidos.




POEMAS TACHADO EN CANCIONERO DE AUSENCIAS
          
                      [1]

      Duérmete, pena.
      Déjame dormir.
      Pena de marzo.
      Dolor de abril.
      Ansia de mayo.
      De no tenerte aquí.

                    [2]

El hijo muerto no cierra las puertas.
El marido ausente, sí.
Ausentes del corazón,
Ausentes de mí.

                      [3]


Yo solo.
Entre estas cuatro paredes
yo solo y un volcán,
Nadie nos apagará.
Yo solo
Yo solo sobre este lecho
 escarcha, y mi volcán,
Nadie nos apagará.
Ausente, ausente,
Ausente lejano.
Dame desde lejos
carta de tu mano,
sangre de tu puño y letra,
calor de tu cuerpo humano.

          [5]
MI CUERPO

Mi cuerpo sin tu cuerpo,
canal que un palo seco,
rendido en uan sábana
de mármoles y desiertos

¡Qué triste un cuerpo solo!

Mi cuerpo sin el tuyo,
como un ojo sin otro,
brumoso de rocío,
temblando siempre otoño.

¡Qué triste un cuerpo solo!

   [6]

Encadena mis ojos,
clávame las manos
que detrás de tu sombra
se van clamando.

Átame con tu pelo,
clávame con los clavos
suaves de tus pestañas,
distantes que no alcanzo.



           [7]
¿Cuándo vas a volver?
¡Cuando sena gusanos
las manzanas de ayer!


           [8]

El hijo primero,
primera alegría.
primer desengaño.
primer ataúd
que estrecho en mis brazos,
que deja mi casa
sangrando.

               [9]

Se puso el sol.
pero tu temprano vientre
de nuevo se levantó
por el Oriente.


             [10]


Te escribo y el sol
palpita en la tinta.

¿Ausencia viva!

Te espero….La lluvia
se ciñe a mi espera.

¡Ausencia muerta!

 
                [11]

Nadie se da cuenta
De estos zapatos,
Junto a los que corro
Y caigo.

Nadie se da cuenta
de estas ropas
junto a las que vela
y llora.


                [12]

¿Qué aguardas, mesa?
¿Qué esperas, silla?
¿para quién seguís en pie?
para aquella lejanía.

          [13]

El sol y la luna quieren
que nunca nos separemos.
Nunca. Pero el tiempo.

¿Y de qué está el tiempo hecho
si no de soles y lunas?

Pero el tiempo…Nunca.



             [14]

Este molino donde
el árabe molía
parece un recuerdo
de la sangre mía,
dorado en la noche,
dorado en el día.



             [15]

Sobre el cuerpo de la luna
Nadie pone su calor.
frente a frente sol y luna
entre la luna y el sol
que se bsuca y no se hallan
tú y yo.
pero por fin se hallarán
Tú y yo.
Pero por fin se hallarán
nos halaremos, amor,
y el mundo será redondo
hacia nuestro corazón.

                  [16]

Me tendí en la arena
para que el mar me enterrara,
me dejara, me cogiera,
¡ay de la ausencia!


Miguel Hernández,  Obras Completas RBA, 2005, páginas 759-764

Se publicarán en mi próximo libro: "Miguel Hernández: poeta de las tres heridas", para Amazon.es