Sinopsis:

Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com

martes, 12 de marzo de 2019

MIGUEL HERNÁNDEZ EN LA ERA DIGITAL, por Ramón Fernández Palmeral




Ramón Palmeral impartiendo su conferencia con Aitor L Larrabide como moderador (17 de noviembre 2017)



Comunicación de Ramón Fernández Palmeral para el IV Congreso Internacional “Miguel Hernández poeta en el mundo” 2017, en el bloque temático: “Difusión y tecnologías: Miguel Hernández en el siglo XXI”. Impartida en aula de la Sede de la Universidad de calle san Fernando Aitor L. Larrabide fue el mdoerador. 17 de noviembre en Sede Universitaria Ciudad de Alicante de la UA, C/San Fernando, 40


MIGUEL HERNÁNDEZ EN LA ERA DIGITAL



Introducción

  Acabamos de aterrizar en la llamada cuarta revolución industrial derivada por la convergencia de tecnologías digitales que anticipan un cambio en el mundo tal y como lo conocemos actualmente. Revolución que nos lleva o ya nos ha llevado como la globalización de los mercados, tecnología de la información, telecomunicaciones y demás elementos que usamos cada día como teléfonos inteligentes (smartphones), iPhones, tabletas, ordenadores y un sinfín de nuevas tecnologías que son oportunidades que se nos ofrecen para darnos a conocer en el mundo. Todo ello ha favorecido la difusión y divulgación en las últimas décadas de nuestro poeta universal Miguel Hernández, que ha superado para siempre la censura, a que su obra fue sometida durante el régimen franquista.
  La cuarta revolución industrial está ya iniciada, por ello quienes no se suban en este tren de alta velocidad se quedarán desfasados y apartados. La era digital acaba de empezar y no sabemos qué nos puede deparar. En el Foro Económico Mundial de Davos (20 de enero de 2017), uno de los cuatro desafíos claves era “prepararse para la cuarta Revolución Industrial”. Klaus Schwab, uno de los hombres más influyentes del mundo, escribe:

  "Estamos al borde de una revolución tecnológica que modificará fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. En su escala, alcance y complejidad, la transformación será distinta a cualquier cosa que el género humano haya experimentado antes".
        


  Centrándonos en la tecnología respecto a la divulgación de la obra de Miguel Hernández nos encontramos con que las posibilidades de su divulgación son infinitas como lo demuestra el código QR que encabeza esta comunicación. A través de este código podemos acceder desde nuestro smartphpone a páginas web, blogs o sitios de compras de libros antiguos como Iberlibro, Libro antiguo.com, Uniber o Mercalibros, o, por el contrario tener información puntual de los actos, concursos o premios relativos a Miguel Hernández.
  Además las nuevas tecnologías facilitan el acceso a la lectura e investigación en formato libro impreso y electrónico (ebook, Kindle Paperwhite) en Amazon, y otras versiones como Calaméo, o gratis como Free-ebooks.net.
  La presente comunicación pretende facilitar la búsqueda en Internet sobre la vida y obra de Hernández para un público diestro para a moverse en la Web, y podría considerarse un trabajo de semiótica.

 La presencia de los poetas, escritores o artistas en Internet como medio de comunicación divulgativo es imprescindible tanto para promocionarse como para divulgar su obra. Por fortuna la vida y obra de Miguel Hernández se incorporó a la Red desde los inicios de Internet en España cuyas primeras conexiones a Internet fue utilizando IXI, la red paneuropea de alta velocidad, que transmitía a 64 Kbps. La era digital ha facilitado que cualquier noticia se amplifique en los medios de comunicación nacional e internacional, y, prácticamente en todos los diarios digitales se publican noticias y actos tanto en español como en otros idiomas.



  Miguel en los medios digitales

  
   La presencia de nuestro poeta en los medios digitales es notoria y patente, y a su vez necesaria que continúe en todos los formatos digitales disponibles. Los dominios en lo que aparece son: .com, .org, .es, .net. Y en los  formatos: htm, html (sin diferencia entre ellos), blog o wordpress, y más de 120 para conversiones de imágenes. Para publicidad existen unos 15 formatos como Banner, Tex link, Skycraper, Layer… Entre ellos se encuentran los servidores de pago y los gratuitos, éstos últimos tienen menos divulgación en la Red. Internet proporciona visibilidad a Hernández en todos los idiomas cultos, cuestión que facilita a los investigadores un acceso directo que de otra manera no sería posible. Recientemente hemos tenido la fortuna de disponer del legado de Miguel Hernández en la Diputación de Jaén, por el Instituto Giennense,  en la siguiente dirección:

   Desde hace una década los medios de comunicación superan a las ediciones impresas, en favor de Internet, blogs, imágenes, videos de YouTube, prensa y revistas digitales, las cuales están sustituyendo inevitablemente al papel. El futuro de la información está en la Red y en la TV, esto es irreversible. Este hecho se basa en su velocidad y en la economía, cada vez más avanzan los sistemas ciberfísicos, que combinan infraestructura física con software, sensores, nanotecnología, tecnología digital de comunicaciones. Y porque a las nuevas tecnologías a las que no podemos sustraernos, y con ella afectará a los nuevos empleos y modelo de vida, he recopilado una serie de portales, páginas web y otros sistemas que anoto a continuación que podrían aportar conocimientos para enriquecer el bloque temático: “Difusión y tecnologías: Miguel Hernández en el siglo XXI”.
 
  Si hoy en día escribimos "Miguel Hernández" en el cuadro de búsqueda de Google, nos salen 41.200.000 entradas, lo que evidencia el interés mundial por nuestro internacional poeta. En videos el cómputo es de 2.300.000. Se necesitarían varias vidas para escucharlos y verlos todos.
  Sobre el año 2000 me interesé por Internet, ya que intuí y reconocí que éste sería un gran instrumento para divulgar mis obras literarias, ensayos, dibujos, fotografías y demás elementos culturales de interés general.
  Existe en Google el sistema de ALERTAS donde nos pueden enviar a nuestro correo electrónico todas las noticias de prensa o blog que se publican, para insertarlo debes seguir los siguientes pasos:

  Si no lo queremos insertar, tenemos la opción de escribir diariamente el nombre de Miguel Hernández en la barra de Google que nos informa de la últimas noticias en prensa nacional e internacional, en lo que se llama “Noticias destacadas”.
  Una de las necesidades más prioritarias es la de destinar personal con conocimientos informáticos para mantener las páginas web bien oficiales o privadas, porque las noticias no se construyes solas.
  El legado de Miguel Hernández se ha digitalizado en la Diputación de Jaén (Instituto de Estudios Giennenses). En un reciente video de fecha 26 de enero del actual se pueden ver los archivos y los procesos de digitalización:




 Largometrajes

  En el cine existe una película o largometraje como “Viento del pueblo” con Silvia Abascal y Liberto Rabal de 2002 dirigida por José Ramón Larraz.
   En YouTube hay fragmentos como:

   El cine español debería filmar más películas y documentales sobre Miguel Hernández.

  Vídeos

  Los videos relacionados con Miguel Hernández y los que hacen referencia en YouTube en la barra de Google alcanzan los 872.000 resultados. Cuando se escribe "Miguel Hernández documental" alcanza los 20.900 resultados. Los videos relacionados con vida y obra alcanzan los 17.800. Miguel Hernández supera ampliamente y sobradamente los vídeos de Federico García Lorca, que alcanza los 148.000 resultados, y Antonio Machado con 157.000.
  La vida y muerte trágica de Miguel Hernández en el contexto de la guerra civil promete avanzar en el siglo XXI.

Monográfico on line

La revista digital “Studia Iberica et Americana” publicó en diciembre de 2015 un monográfico titulado: “De mi corazón a mis asuntos. Asedio crítico a Miguel Hernández”, lo coordinó por José María Balcells de la Universidad de León.


  Libros electrónicos (ebooks)

  La facilidad de autopublicación en Amazon o LULU favorece la publicación de libros impresos, por ejemplo, en el portal “Espacio ebook” se encuentra la lectura gratuita de las siguientes ofertas de Miguel Hernández: “Poemas sueltos V”, “Poemas últimos”, “El rayo que no cesa”, “Viento del pueblo”, “Imagen de tu huella”, “El hombre acecha” y “Poemas suelto IV”, en la siguiente dirección

  En el portal “Studylib” se puede leer la obra de Elvio Romero “Miguel Hernández, destino y poesía”, obra editada de Losada (Buenos Aires) de 1958:

  El portal del Amazon ofrece casi todos los libros impresos y versión Kindle (ebook de bajo coste para tablet) de Miguel Hernández

 El portal Calaméo, dispone de los libros electrónicos:
 Miguel Hernández, el poeta de las tres heridas

 Miguel Hernández, el poeta del pueblo en 40 artículos:

  La obra comentada e ilustrada de Perito en lunas:







  Portales, blogs y Facebook

  Cualquier investigador, sin necesidad de acudir a los archivos, puede consultar en la web, principalmente en la barra de Google, Firefox y otros. Aunque lo cierto es que no todo está en la web, aunque es plausible que las instituciones y universidades digitalicen en los posible sus bases de documentación.

 El más destacado de los portales es Miguel Hernández Virtual, que recoge las actividades, vida y obra del poeta. Está creado por la Fundación Cultural Miguel Hernández de Orihuela.

 De cuyo portal depende la revista hernandiana El ECO HERNANDIANO:

 La Asociación de Amigos de Miguel Hernández de Madrid:
http://www.amigosmiguelhernandez.org/biografia.htm


 Recientemente ha incorporado una página de noticias en Facebook:
https://www.facebook.com/FundacionCulturalMiguelHernandez/?fref=ts


  En la biblioteca virtual se encuentran las Actas de los Congresos I y II, siguiente dirección: http://www.miguelhernandezvirtual.es/new/index.php?option=com_content&view=article&id=608&Itemid=60


  La Cátedra Miguel Hernández de la Universidad M.H. de Elche con las actividades hernandianas y concursos de la universidad.

  El Instituto Miguel de Cervantes recoge una reseña biográfica de Miguel Hernández, además contiene 15 páginas con la bibliografía del poeta:

  En el Centro Virtual Miguel de Cervantes de la Universidad de Alicante se encuentra una cronología, bibliografía y artículos varios.

 Escribí varios libros de ediciones artesanales y tuve la suerte de que me publicaron cinco libros en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, uno de los portales con mayor posicionamiento en la difusión de los libros y artículos digitales y videoteca, cuya dirección es la siguiente:

   Artículos sobre Miguel Hernández, que se publicaron en  la revista impresa y digital PERITO (Literario-Artístico), publicada en Alicante entre los años 2005 a 2008 se puede consultar en versión PDF en la siguiente dirección:


  Orihuela Digital inició 2004 en la sección «Mi rincón oriolano» el autor de la presente comunicación donde publiqué 25 artículos. En la siguiente dirección:


  En agosto de 2009, un año antes del centenario del nacimiento de Miguel Hernández, abrí el blog Miguel Hernández Multimedia Centenario, que actualmente tiene unas 378.000 visitas.

    En 2012 abrí un blog por el Centenario del nacimiento de Carlos Fenoll:
   
  En 2013 abrí el blog Jesús Poveda, centenario de su nacimiento:
http://jesuspovedamellado.blogspot.com.es/


   En el año 2017 abrí el blog Manuel Molina, centenario de su nacimiento:

  –Museo Miguel Hernández Josefina Manresa en el edificio del Museo Zabaleta de Quesada (Jaén). La denominación del museo pretende dignificar y promocionar culturalmente las figuras tanto del poeta Miguel Hernández como de su esposa, Josefina Manresa, natural de Quesada, donde también se muestra el legado.
   La dirección es: http://museomiguelhernandez.es/

   –Legado de Miguel Hernández en el Instituto de Estudios Giennense dependiente de la Diputación Provincial de Jaén. Donde se ha digitalizado la obra del poeta

 En el portal “Narod.Ru” se recoge biografía, poemas, títulos de teatro y prosa testimonios, y poemas, en la siguiente dirección:


 –El Colegio bilingüe de Moscú o Escuela 110 de Moscú. Es una de las tres escuelas de Moscú donde se estudia español.

   La dirección es:

  
Prensa digital

 Como he expuesto anteriormente, la prensa impresa está en decadencia en favor de las ediciones digitales. A continuación recojo algunas direcciones que más se prodigan en la publicación de temas relacionados sobre nuestro poeta.

  El diario EL PAÍS, tiene una sección dedicada a Miguel Hernández, dirección:


  El diario ABC se hace eco de la noticia del IV Congreso Internacional:

  El diario INFORMACIÓN de Alicante se hace eco de las noticias, actos y entrevistas sobre nuestro poeta, indexando en la barra de Google cualquiera de las noticias buscadas.
  De igual modo LA VERDAD de Murcia y Alicante, y en la OPINIÓN DE MURCIA. LA VANGUARDIA de Barcelona.
  El diario NORTE DE CASTILLA, ha publicado artículos de gran interés hernandiano.
  Y también lo podemos leer en prensa digital de periódicos especialmente de América latina como LETRALIA, CUBA DEBTA o en LA NACIÓN de Argentina.
 


Poemas en revistas digitales

  En el portal “Poesia.as” se recoge prácticamente más de doscientos poemas:

  En el portal “Poemas del alma” recoge 22 poemas, cuya dirección web es la siguiente: http://www.poemas-del-alma.com/miguel-hernandez.htm
  En “Los poetas” se recogen 14 poemas: http://www.los-poetas.com/a/miguel1.htm




 Contemporáneos de Miguel Hernández

  Con Internet se han aumentado las posibilidades de publicaciones on-line y se ha posibilitado el acceso a las biografías de contemporáneos de Miguel Hernández, como el portal de la Fundación Amigos de Vicente Aleixandre:

  Fundación Pablo Neruda:

  Fundación Jorge Guillen patrocinada por Junta de Castilla León:

  Fundación Federico García Lorca:

  Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau:

  Poetas menos conocidos como el poeta-panadero como Carlos Fenoll:

  Acceso a la biografía del ensayista, y compañero del alma, Ramón Sijé:



Otros idiomas cultos

 He rastreado páginas sobre Miguel en otros idiomas cultos y puede conseguirse con el traductor de Google, he realizado unas incursiones en los siguientes:

En inglés Miguel tiene varias biografías y bibliografía en Wordpress.

  En chino tiene “Viento del pueblo” Poesía de guerra de Juan Cano Ballesta:

  En francés en Wikipedia:

  En alemán en y Wikulivre, y Planet Lykit
  En ruso en Wikipedia


   Prácticamente toda la obra poética de Miguel está publicada en Internet. Las páginas web y blog son innumerables, incluso las he hallado la Biblioteca Miguel Hernández en Manila (Filipinas).


 La Senda del Poeta

  Dispone de varias páginas entre ellas de Adrián Ballester Espinosa:

  También en la del IVAJ de Generalitat Valenciana:





 Sellos de Correos

 Los sellos de Correos privados que se pueden encargar en “Tu Sello”, se editaron cuatro sellos en 2010. El anterior de Miguel la primera estrofa de “El niño yuntero” es de 1995. Se prevé la publicación de un sello para este año 2017 con motivo del 75 aniversario de su muerte. La verdad es que Correos tiene muy olvidado a nuestro poeta.


El 15 de septiembre de 2017  Correos presentó un sello de 2 €

Conclusiones

La conclusión a la que he podido llegar es que actualmente Miguel Hernández está bien situado en la era digital; sin embargo, queda por digitalizar sus Obras Completas, y se ha de trabajar en largometraje y documentales, y quedan por digitalizar el epistolario de sus contemporáneos donde le citan. Unificar toda la información digital en un banco de datos. Debemos estar atentos  los nuevos avances y evolución de los modelos tecnológicos que se avecinan para incorporarnos inmediatamente a ellos, pues nos hallamos en una constante metamorfosis. Y los retos más inminentes son la integración de los escolares en la era digital.


Ramón Fernández Palmeral

16 de Abril de 2017
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domingo, 10 de marzo de 2019

El alicantino Manuel Valero Gómez, premio internacional de investigación literaria

El alicantino Manuel Valero Gómez, premio internacional de investigación literaria

El ensayo «Juan Gil-Albert y la poesía española del siglo XX», mejor trabajo de investigación en el certamen «Gerardo Diego»

22.06.2016 | 16:10
El alicantino Manuel Valero, premio internacional de investigación literaria
El poeta e investigador alicantino Manuel Valero Gómez, autor de «Seis sonetos para Samia» (2008) y «Café Montparnasse»(2012), ha sido galardonado con el Premio Internacional Gerardo Diego de Investigación Literaria gracias a su ensayo sobre la obra de Juan Gil-Albert, en un trabajo que, a razón de las normas del propio concurso, trata sobre temas relativos a la poesía española del siglo XX.
Sobre el ensayo Valero afirma que sirve para «aproximarse y conocer de cerca tanto la figura como la obra de Gil-Albert» y es que, pese a que hay un instituto cultural que lleva su nombre, le parece «necesario recalcar aún más su importancia, así que la publicación de este estudio es una gran oportunidad». El ensayo estuvo precedido por la que fue su tesis doctoral «La presencia de Juan Gil-Albert en la poesía española del siglo XX», defendida en la Universidad de Granada y realizada gracias al Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert.

Además, este periódico ha podido conocer que a raíz de esta última investigación la editorial Pre-Textos «está planteando la reedición de la obra completa de Gil-Albert», poesía que estudió y reunió María Paz Moreno en el año 2004, con motivo de su centenario, y que se encuentra agotada desde entonces. De la figura de Gil-Albert, Valero destaca que «es un ejemplo perfecto de todos los caminos que recorre la literatura española durante el siglo XX, y que al mismo tiempo supo reconstruirse una subjetividad literaria propia mediante un individualismo griego y mediterráneo€ En su escritura existe un pacto entre la ética y la moral».

Este premio, homenaje a Gerardo Diego y su labor como teórico y crítico, es el segundo galardón que recibe Manuel Valero este año; ya en abril fue galardonado con el primer premio del XV Certamen Internacional de Poesía Joven «Martín García Ramos» de Albox, por su poemario «Hijos del Cometa Halley».A pesar de los diversos reconocimientos (entre los que también se encuentran el Ateneo de Alicante y La Manzana Poética) el joven alicantino, de 30 años, reconoce no haber tenido oportunidades laborales y afirma seguir «buscando un lugar en la investigación».

sábado, 9 de marzo de 2019

Juan Gil-Alber iba al colegio de los ecolapios en valencia en carruaje.Manuel Vicent. El País

Poeta sentado en un sillón celeste

Juan Gil-Albert era un valenciano de zapato blanco y café, de pantalón color barquillo y polo azul claro

El escritor Juan Gil-Albert, en una imagen sin datar.
El escritor Juan Gil-Albert, en una imagen sin datar.
El poeta Juan Gil-Albert era un valenciano de zapato blanco y café, de pantalón color barquillo y polo azul claro, el bigote blanco de escobilla y la piel un poco encendida. Así lo recuerdo de una tarde de verano en su casa, sentado en el mismo sillón celeste en el que había esperado durante tantos años la gloria literaria.
—Ando un poco abatido estos días —me dijo—. Últimamente he caído en unas depresiones tremendas, tengo extraños mareos, me he hecho analizar por mi médico y parece que después de todo me ha traído una buena noticia. Me ha dicho que no pase cuidado, que la mía es una enfermedad elegantísima. Se trata de una alergia, tal vez de una alergia al polen de las rosas amarillas.
Su padre era un gran industrial de Alcoy. Gil-Albert se recuerda en los años veinte, camino de Alicante a tomar los baños, vestido de marinerito en un Hispano-Suiza color gris verdoso descapotable y a su lado las señoras con pamelas de frutas con gasas anudadas en la barbilla. Cuando la familia se trasladó a Valencia, Gil-Albert iba al colegio de los escolapios en un carruaje tirado por una yegua que se llamaba Clavellina y allí su primer éxito fue el ser designado para entregar el anillo al cardenal Benlloch, sufragado entre los colegiales con los duros de plata de sus padres. Primero recitó un poema que ensalzaba a aquella eminencia valenciana y luego colocó en su dedo inflado el anillo pastoral. El cardenal Benlloch era un huertano orondo, barroco, enjoyado de pectorales, que causaba gran admiración en las mujeres.
Juan Gil-Albert se matriculó en Filosofía y Letras cuando era un dandi aprendiz de poeta, cliente habitual del bar restaurante Ideal-Room, de última moda, donde tomaba refrescos de estética floral. Por aquel tiempo sufrió un leve vahído de amor y se hizo novio de la hija del rector de la universidad, aunque la alucinación femenina duró muy poco. Pero muy pronto fue inoculado literariamente por Gabriel Miró. El futuro escritor se propuso conocerlo y para ello se trasladó a Madrid.
—Yo tenía apenas veinte años. Me instalé en el Savoy. Llamé a Gabriel Miró por teléfono, oí su voz timbrada, ligeramente pastosa, de las que resuenan en la bóveda del paladar. La cita fue para la tarde. Yo llevaba sombrero duro, traje negro, abrigo inglés semientallado de color canela, botas de charol con suela de antílope, bastón claro y, colgado de una cintilla de moaré, un monóculo inservible montado en una circunferencia de oro.
En casa de Gabriel Miró había muebles robustos, nogales y caobas, nada espectacular ni atildado. Olía a sahumerio. Miró tenía el físico, el rostro natural de su prosa, los rasgos cincelados y la mirada azul, vestido de negro, la mano blanca, los dedos alargados pero no esqueléticos. Me acogió diciéndome: “¿Qué hace usted aquí? Váyase de Madrid, aquí se pierde el tiempo, váyase al campo, a su Alcoy y escriba”. Parecía un desplazado.
Gil-Albert rompió de pronto a escribir en prosa y luego, en 1934, publicó el primer libro de versos. Contra todo pronóstico, cuando llegó la República, aquel joven dandi tomó el partido del pueblo, de aquellos extraños seres que en su dorada niñez había visto moverse dentro de una nube de borra en Alcoy; siguió a su lado durante la revolución de Asturias y al llegar la guerra se alistó en la Alianza de Intelectuales Antifascistas, fue secretario de la revista Hora de España y salió saltando barrancos hacia el exilio.
—En México, un día, me crucé por la calle con el poeta León Felipe. Se detuvo a saludarme. “¿Cómo vas así. Pareces un mendigo?”, me dijo. “Ven mañana a casa”. Un grupo de escritores norteamericanos había girado fondos para remediar situaciones lastimosas entre los refugiados y León Felipe era el encargado de administrarlo. Me dio un cheque. Y, en seguida, con el hambre encima, me fui a una elegantísima tienda inglesa. Me armé de valor y entré. Elegí un suéter, y para llevarlo con él, una leve corbata de foulard, color humo, con pequeñas motas blancas; pedí también productos Yardley, jabón de afeitar, polvos de talco, loción y sales. Luego pagué las compras con un gesto desprendido que había olvidado.
De regreso a España, en 1947, después de ocho años exilio en México, de pronto se vio como el único varón vivo de toda la familia y tuvo que asumir la responsabilidad de dirigir el negocio de casa. Los amigos se echaron las manos a la cabeza. Un poeta hermético, de alma quebradiza como Gil-Albert, cortando el bacalao en el consejo de administración de un gran negocio de ferretería, era cosa de ver. Un esteta que iba por la vida de anarquista grecolatino, firmaba letras de cambio como endecasílabos. Y así hasta llegar a la quiebra en un rapto de inspiración. El poeta contempló la llegada de la ruina con impasibilidad estética.
Juan Gil-Albert se sentó, como si nada hubiera pasado, en este sillón celeste y siguió tejiendo un labrado de sensaciones esfumadas, de siluetas reflejadas en un cristal helado. Veinte años sumergido en el silencio y de pronto un día la nueva juventud descubrió a este dulce ácrata y el éxito llenó de júbilo su jubilación.

Poesía completa de Juan Gil-Albert. Edición de María Paz Moreno

La dicha de contemplar

Pre-Textos, Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, Valencia, 996 págs.
Ed. de María Paz Moreno; introd. de Ángel Luis Prieto
 
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Juan Gil-Albert fue un solitario o, como él mismo gustaba llamarse, un poeta-isla. Desde que en 1947 regresa a España de su exilio mexicano, puede decirse que sólo a partir de la publicación en la prestigiosa colección Ocnos de la antología Las fuentes dela constancia (1972) su obra empieza a tener cierto eco. El panorama poético español, que empezaba a estar dominado por el canon novísimo, era entonces más propicio que nunca.
Los primeros libros de Gil-Albert, Fascinación de lo irreal y Variacióndel estío, son de prosa, y lo aproximan a modelos modernistas y fin-dusiècle –Valle y Huysmans– al tiempo que lo distancian de la estética del 27, a la que pertenecía por edad. Contábamos ya con una Obra poéticacompleta de Gil-Albert, editada en tres volúmenes por la Institución Alfonso el Magnánimo en 1981, pero que en realidad no hacía honor a su nombre: faltaban allí Siete romancesde guerra y Variaciones sobre un tema inextinguible, numerosos poemas aparecidos en revistas y, sobre todo, un buen puñado de inéditos. La cuidada edición crítica de María Paz Moreno tiene ahora el mérito de ofrecernos en casi mil páginas la edición más inclusiva, rescatando del archivo personal del poeta unas ochenta composiciones nunca antes publicadas.
En 1936, en la colección Héroe de Manuel Altolaguirre, aparece Misteriosa presencia, un conjunto de sonetos eróticos repujados de aliento neogongorino. La fulguración del cuerpo se canta con los módulos expresivos propios del petrarquismo y de la mística, con abundantes hipérbatos y cultismos léxicos, enmarcado en un paisaje idílico de la égloga que va a ser una constante en entregas posteriores. Se trata de una aventura formalista comparable a la de Perito enlunas de Miguel Hernández, pero con una imaginería mucho menos atrevida, con demasiado sabor a pastiche para que el verso alzara el vuelo.
Declarada la guerra, el denso esteticismo se disuelve en el hermanamiento con el dolor colectivo que patentiza Candente horror. El poeta se rebela contra el mundo cruel, sórdido e inhumano de la guerra, contra un mundo de represión y de sicarios. La acidez de la invectiva estalla en poemas como «Los diplomáticos» o «Vuestras mentiras», que tienen su contrapartida en otros como «Radio central Moscú», exaltación de la ideología comunista con la que Gil-Albert estaba comprometido (recordemos que participa en la fundación de Hora de España y en las actividades de la Alianza de Intelectuales Antifascistas). Se ha escrito que el poemario representa la momentánea incursión en el surrealismo del autor, aunque creo que sería más exacto hablar de expresionismo –«Derrotados los muertos, y espesa todavía la victoria de los infames, / otra vez el cuartel despide su olor inmundo, / su filosofía de ratas y de rameras a la sombra benigna de una cruz» (pág. 113)– y de una innegable deuda con la poesía desarraigada y aluvional de Pablo Neruda. Fuertemente marcados por la circunstancia histórica están también los Siete romances de guerra (1937), una suerte de juglaría bélica que, aun respondiendo a la gramática urgente de la propaganda, muestra una notable maestría en el empleo de los resortes narrativos y de la oralidad. Aunque en Son nombres ignorados (1938) se agrupan poemas que bien hubieran podido tener acomodo en libros anteriores, es indudable que la voz gil-albertiana adquiere aquí su timbre genuino. El tono elegíaco y existencial de «Despedida de un año (1936)» y «Palabras a los muertos» contrasta con composiciones de corte hedonista, donde el sujeto lírico contempla con arrobo una naturaleza feraz, en continua renovación, emblematizada en el mito de Deméter. El endecasílabo y el alejandrino armonizan una dicción que a mi modo de ver está muy emparentada con la raíz hímnica de Hölderlin en poemas como «A la vid» y «El otoño».
El entronque romántico de esta cosmovisión se intensifica en Las ilusiones con los poemas del convaleciente (1944). Las personificaciones de los elementos cósmicos, el ánimo contemplativo y los apóstrofes conforman géneros clásicos como la oda o la égloga, en las que se percibe un panteísmo semejante al de los grandes románticos ingleses o alemanes. En este sentido, el «Himno al ocio» me parece programático: la indolencia –el otium pagano– permite la atención del espíritu hacia lo bello, libera la pupila de cualquier otra tarea que la distraiga de la embriaguez de los sentidos y del goce melancólico. El intertexto me parece evidente: la «Ode on indolence» de John Keats, que también dejó huella en poemas en prosa de Luis Cernuda como «El indolente» y «Ocio». La mención a Cernuda no es casual, ya que comparte con nuestro autor, además de las citadas lecturas (la deidad enamorada de su obra está presente en «Los viñedos» de Gil-Albert y en «El águila» de Cernuda, siendo también un tema muy hölderliniano), la tendencia a la meditación, la temática del jardín epicúreo y, sobre todo, la concepción de la poesía como fuego sagrado. En ambos, la exaltación del estado contemplativo corre paralela a la condena del ambiente urbano, en la línea horaciana del beatus ille.
Las atmósferas suntuosas y el culturalismo contribuyen a fijar un espacio mítico esencial en esta poética. Gil-Albert lee e interpreta su biografía bajo la especie mítica. No se trata de un friso culturalista amortajado, sino de que los mitos operan como correlatos objetivos de una conciencia anhelante de belleza. Luminosidad helénica y un sujeto lírico emancipado en su soledad son las notas más destacadas de El existir medita su corriente (1949). Con el interludio de los sonetos de Concertar es amor (1951), la poesía de Gil-Albert avanza con los años hacia un mayor despojamiento y se asienta sobre un centro de indagación metafísica y de pindárica celebración: «Todo es dichoso: hasta el dolor consciente» (pág. 491). Los poemas de La meta-física (1974), más contenidos, creo que representan una de las cumbres de su obra. Ética y estética son aquí un núcleo indisoluble. Menos logrados me parecen la mayoría de monólogos dramáticos que integran libros como Homenajes e inpromptus (1976) y El ocioso y las profesiones (1979), que, junto con el homenaje a su tierra alicantina como inmenso locus amoenus de Variacionessobre un tema inextinguible (1981), componen sus tres últimos libros.
La sección de poemas no recogidos en libro la integran textos muy heterogéneos, aparecidos en revistas suramericanas y españolas entre los años treinta y sesenta: poemas de guerra, alguna traducción, homenajes, tentativas de epopeya como La siesta... El vitalismo esencial gil-albertiano convive en «Sobresalto» con la herida del tiempo y cuaja en sentimiento de unidad con lo creado en «La noche», tan cerca de fray Luis como de Novalis. Los textos inéditos que se exhuman no hacen sino resaltar una temática ya conocida: el amor, el bucolismo, la música, el registro anacreóntico... El comienzo de «Estado», uno de los poemas de los bellísimos Diálogos elementales (1952), sintetiza bien a las claras la cosmovisión contemplativa que atraviesa toda esta obra: «Desde este sitio donde estoy sentado / bajo los pinos verdes, / como un hombre frente a la Creación, veo el paisaje de mis mayores, veo la armonía / de lo creado» (pág. 863).
El valor histórico de la poesía de Gil-Albert me parece incuestionable, por cuanto anticipa la escritura del grupo cordobés de «Cántico» y la de algunos novísimos. No obstante, considero que su peso específico sólo se incrementa cuando la pasión telúrica y la hondura de la intuición no se hallan lastradas en demasía por un monótono clasicismo de escayola, por el efecto de una imitatio desmesurada, o por el énfasis proustiano en el análisis de sensaciones y percepciones, que el lector ve crecer a manera de estalactita, lentamente, con el auxilio de un verso que fluye sin cesar.

Gil-Albert sigue sin calle en Alicante

Gil-Albert sigue sin calle en Alicante

03.08.2018 | 00:52  Diario Información
 
Que el cambio de nombre de unas vías públicas de Alicante contente a todos, suena a utopía; que las juntas de distrito acuerden con el actual Consistorio las nuevas denominaciones, puede parecer cabal pero no ha de ser una vía exclusiva de selección.

No voy a criticar ciertas decisiones respecto a la entidad de algunas personas para perpetuar su memoria en el nomenclátor, pero echo en falta que gentes del mundo de la ciencia, el arte y las letras vinculadas con la capital lucentina sigan estando ausentes del callejero. En numerosas ocasiones en estas mismas páginas como en informes particulares remitidos a diversos partidos políticos desde hace años, he dado sugerencias, reconociendo que alguna ha sido últimamente admitida. La relación de otros nombres muy destacados del mundo de la cultura alicantina sigue durmiendo el sueño de los justos.

Uno de esos casos es el del escritor alcoyano Juan Gil-Albert. El Instituto Alicantino de Cultura que lleva su nombre ha anunciado la organización de un Congreso Internacional sobre su figura en colaboración con el Centro de Estudios Literarios Iberoamericanos Mario Benedetti de la UA que se llevará a cabo entre el 3 y el 6 de abril de 2019, año en que se cumple el vigésimo quinto aniversario de su muerte, acaecida en Valencia un tres de julio.

José Ferrándiz Lozano, director cultural del IACJGA, ya ha venido dando a conocer puntualmente la efeméride. Por mi parte, comuniqué hace unas fechas verbalmente al presidente y secretario del Consell Valencià de Cultura, Santiago Grisolía y Jesús Huguet respectivamente, mi deseo de proponer formalmente que esta prestigiosa institución se involucre en los actos conmemorativos ya que Juan Gil-Albert fue el primer presidente de la misma y falleció ocupando tal puesto.

La figura de este poeta y novelista comprovinciano ya merece por sí sola el que la capital le hubiera rotulado tiempo atrás un espacio público relevante. Pero es que su vínculo con esta tierra fue intenso aun viviendo tanto tiempo fuera de ella e incluso de España. Gabriel Miró se convirtió en su primer referente literario; viajó a Madrid con solo veinte años para conocerlo, recibió el consejo del que definió «triste en azul» por la expresión y color de sus ojos, de retornar a Alcoy, al campo y escribir. Así lo hizo.

Lo mismo le diría más de veinte años después en México León Felipe: «Debes irte a tu tierra, a la tuya, a la costa marítima de tus griegos y moros. Meterte en ese rincón que te pertenece y escribir versos».
Recordemos el amor de Gil-Albert por la cultura griega como manifestó en el Salón de Sesiones del Ayuntamiento de Elche el 9 de abril de 1981, diciendo literalmente que «le pertenecía como su mismo rincón alicantino». Treinta y siete años atrás ya había expresado en Buenos Aires que «Alicante es un caso aparte, es una deliciosa región de aire helenizado, en cuyas sierras y caletas parecen vivir unos semitas refinados y modestos».

Retornó a España en 1947 para vivir entre Valencia y Alcoy ese que se llamó «exilio interior». No debía suponer un peligro para la rígida dictadura franquista del momento; había pertenecido a la Alianza de Intelectuales Antifascistas y se definía como «un anarquista casi en la medida de que soy un místico y un místico en la medida en que soy un anarquista». Para él no era el anarquismo el desorden ni el misticismo la beatería, sino la suma libertad y la suma entrega.

Carente de filiación política alguna, me ha sorprendido leer recientemente en un ensayo biográfico referente a otra persona, que Gil-Albert era miembro del Partido Comunista. Precisamente sufrió de este su talante en 1938. Veamos. Un jurado en el que estaba Rosa Chacel, le concede el Premio Nacional de Poesía por su libro Son nombres ignorados donde leeremos: «Nadie acierta a vivir mientras no cumple la pavorosa deuda contraída». Como subsecretario de Estado llevaba entonces las competencias de Propaganda, cuyo ministerio con ese nombre había ocupado hasta 1937, el alicantino Carlos Esplá mientras Wenceslao Roces ocupaba la subsecretaría de Instrucción Pública; y fue este último el que, enterado que nuestro escritor no había querido afiliarse al Partido Comunista, le retiró el premio de manera arbitraria e intolerante para dárselo a dedo a un militante del mismo y de mucha menor entidad, el salmantino Pedro Garfias.

Pero hay algo más rotundo y elocuente salido de la pluma del propio Gil-Albert: «En el capitalismo el hombre se convierte en mercancía, en el comunismo, en una ficha obediente sobre el tablero estatal. En ambas situaciones es más objeto que sujeto, más cosa que hombre».

Volviendo al motivo de este artículo y no siendo necesario extenderme en su grandeza literaria tanto en prosa como en verso, hasta he llegado a pensar que si se ha decidido no ponerle nombre a la céntrica y corta calle del Teniente Coronel Chápuli y prolongar hasta la Rambla la de Gerona, con lo que supone tener que alterar toda la numeración actual, bien se podría rotular como de Juan Gil-Albert. Sería un gesto tan acertado como justo del Ayuntamiento de Alicante que añadir a los actos que con motivo del veinticinco aniversario de su muerte se le van a organizar.