Sinopsis:

Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com

martes, 25 de junio de 2013

Buscando a Miguel Hernández por Cartagena, La Unión y Cabo de Palos.

Por Ramón Fernández Palmeral.

En junio de 2013 me acerqué por unos días a La Manga del Mar Menor (Murcia), aquí monté mi campamento de viajes literarios Hotel Spark. Y desde aquí fui a Cabo de Palos, La Unión y Cartagena buscando vestigios de Miguel Hernández. Me quedé sorprendido de la belleza del lugar entre dos mares como el propio Miguel debió quedar enmudecido, sobre todo en el ocaso, cuando el sol se pone sobre el Mar Menor. Y disfruté al comtemplar los mismo lugares que había visto y pisado nuestro poeta. Hernández hacía los viajes en tren desde Orihuela, Murcia, Cartagena y La Unión, en uno de ellos perdió el famoso cartelón que he había hecho Rafael González Sáenz donde a modo de auca recitaba sus poemas. Para la "Elegia media del toro",  éste lo pedió en el tren de regreso a orihuela, Paco Díez le hizo otro..
 Miguel Hernández era un gran usuario de trenes para sus desplazamientos. En estre breve trabajo pretendo buscar e identificar las estaciones y lugares de Miguel en Cartagena, La Unión y Cabo de Palos.
(Estación del tren de Cartagena)
                  

            (Estación del tren de Murcia)
                      (Estación del tren en la Unión)                   

  (Miguel Hernández en Cartagena con dos amigas). Cartagena le dedicó el Paseo Miguel Hernández, una importante artería junto a la costa.

El ferrocarril era el medio de transporte que utilizado por Miguel Hernández y Ramón Sijé para trasldarse a Murcia y a Cartagena. Fue a Murcia para visitar a Raimundo de los Reyes en 2 de enero de 1933 conoció a Federico García Lorca en casa de éste. Y a Cartagena para visitar a Carmen Conde y Antonio Oliver fundadores de la Universiad Popular y dar a allí sus conferencias. En Cartagena en el Centro Cultural Ramón Alonso Luzzy, se hizo una reproducción de la casa de Carmen Conde Abellán de Madrid.

                        (En el Centro Cultural Ramón Alonso Luzzy)


Historia del ferrocarril en esta zona.-
  La estación de Cartagena es una estación de ferrocarril de carácter terminal situada en la ciudad española de Cartagena. El ferrocarril llegó a Cartagena de la mano de la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante (M.Z.A.) el 24 de octubre de 1862 cuando la Reina Isabel II realizó un viaje inaugural entre Cartagena y Murcia.2 A pesar de ello el ferrocarril no se puso realmente en funcionamiento hasta el 1 de febrero de 1863 dando los primeros pasos de un trazado que pretendía enlazar en Albacete con la línea Madrid-Alicante. Cuenta con servicios de media y larga distancia operados por Renfe. El edificio para viajeros, de estilo modernista fue construido entre los años 1906 y 1907 por el arquitecto Víctor Beltrí, bajo planos del ingeniero civil Ramón Peironcely  con la colaboración del ceramista Daniel Zuloaga. Situación ferroviaria La estación se encuentra en el punto kilométrico 524,6 de la línea férrea 320 de la red ferroviaria española que une Chinchilla con Cartagena,1 a 5,22 metros de altitud. El elevado kilometraje se debe a que es Madrid la que se toma como kilómetro cero de la línea y no Chinchilla.
   No me caben dudas de que Miguel Hernández fue a La Unión en tren desde Cartagena, después de haber visitado de Carmen Conde y Antonio Oliver a finales de agosto de 1935, para ver a María Cegarra (según se desprende de las cartas).

Romería de los amigos de Cartagena a Orihuela

(Romería literaria a Oleza 2 de octubre 1932. En el centro vemos a María Cegarra, (vestida de negro) a su lado izquierdo Carmen Conde y Antonio Oliver)  Vinieron invitados por Ramón Sijé para la inauguración del busto dedicado a Gabriel Miro.



El tren de Cartagena a la Unión, llamado el tren Minero.

Con todo su inauguración fue posible el día 14 de Octubre de 1874,   aunque fueron suprimidos del proyecto inicial los ramales  a Escombreras y Portmán. La estacion de Cartagena se hizo en lugar cercano a las Puertas de San José, para salir por la muralla que rodeaba Cartagena.
El  proyecto inicial se hizo con un recorrido de 8.700 metros, distancia existente entre  la estación de Cartagena y la de "Herrerías" (estación Vieja de La Unión), que estaba situada al entrar a la ciudad minera, precisamente en el mismo lugar que actualmente ocupa el Parque de Educación Vial del Ayuntamiento de La Unión. La estación Vieja disponia de un edificio,de planta baja y techo plano. y otros servicios.


                  (Calle Miguel Hernández en La Unión)

Es muy posible, aunque no hay documentación, que la excursión o romería cultural de los amigos de  Miguel Hernández en Cartagena tomaran este tren para ir hasta La Unión, el pueblo de nacimiento de María Cegarra para aperase aquí, y luego tomar algún omnibus para diriguirse por carretera hasta el faro de Cabo de Palos, donde se hieron una fotografía. El 28 de agosto de 1935, con motivo del tricentenario de Lope de Vega. Leyeron "El caracol del faro" de Gabriel Miró.
 

Leer un trabajo sobre Miguel Hernández en Cartagena.

Breve reseña biográfica de MARÍA CEGARRA:


    b) Tres cartas a María Cegarra

    María Cegarra Salcedo (Ana María Otilia), nació en La Unión (Murcia) en 28 de noviembre 1899, en calle Mayor de la Unión. Tuvo dos hermanos Pepita y Andrés. Fue la primera mujer perito químico de España, ejerció la docencia durante 40 años en Cartagena, obtuvo la cátedra de Químicas en la Escuela de Peritos Industriales.  Además de poetisa, era amiga del matrimonio Antonio Oliver y Carmen Conde, fundadores de la Universidad Popular de Cartagena. María y Miguel se conocieron en el homenaje a Gabriel Miró Ferrer (Alicante,1879-Madrid, 1930) celebrado  en Orihuela el 2 de octubre 1932 y organizado por Ramón Sijé, alma del homenaje, cuyos primeros casos, según nos cuenta Vicente Ramos Pérez, se dieron en julio de 1931, el comité estuvo integrado por José María Olmedo, José María Pina Brotons, José María Ballesteros, a quienes se les unió más tarde Augusto Pescador, Miguel Hernández. Previamente Sijé le dedicó a María Cegarra su conferencia «Oleza, Pasional natividad estética de Gabriel Miró», que leyó el 30 de septiembre de 1932 en la Universidad Popular de Cartagena (antigua Escuela de Comercio).
      La vuelve a encontrar  a comienzos de 1933 cuando Miguel fue a la Universidad Popular de Cartagena a presentar Perito en lunas. María no le presta demasiada atención, no lo considera el hombre de su vida. María es unos años mayor que él. Hubo una amistad de tres años.
      Miguel, después de su ruptura sentimental con Josefina, se refugia en las cartas de María Cegarra, le hace una visita a La Unión, en tren desde Cartagena (26 y 27 de agosto 1935), donde le llevó unos sonetos ya escritos de El rayo que no cesa,  que da título al soneto número 2, «... con todo el fervor de Miguel».  En carta de primero de octubre de 1935, el vaije de Miguel a La Unión se confira en una frase donde escribe:  "Cuando me dijiste ahí [La Unión] que estabas contenta y eras feliz en ese reducido aire minero, no me lo creí. Adiviné que hablabas así porque sabías que yo venia de casa de Carmen [Conde] y me había dicho que llevabas una vida muy... no sé".
    Además Miguel le regaló  el manucristo de El rayo que no cesa a María.
    Por ello María Cegarra siempre creyó ser la destinataria de la dedicatoria del libro, y así se hace constar en algunas seudo-biografías.  Se inicia una relación epistolar o flirteo epistolar, ya que él necesita una musa donde desahogar sus pensamientos amorosos (el amor cortés). Jose´ Mª Rubio Paredes publicó tres cartas en 1988.  Ella es una mujer inteligente y comprensiva que le escucha, que le sabe entender.  María dejó de escribirle, y por ello se sintió muy dolido como se ve en la carta que escribiera al matrimonio Oliver en octubre de 1935: «Por lo visto, tampoco tiene interés conmigo...»
     Cuenta Pérez Álvarez (La Lucerna nº 29, 1994),  que  recibió una carta de María Cegarra de fecha 28 de enero 1979,  en la que le dice que poco puede aportar a la biografía de Miguel, «pues mi amistad fue breve, apenas iniciada la terminó la guerra, y ya no nos vimos más. Conservo de él el grato recuerdo de su inteligencia y bondad». Además le decía que guardaba sus cartas que eran para ella un gran tesoro pero decidió que no fueran del dominio público. Las cartas aparecieron a la muerte de María en la que había declaraciones de amor, un amor puro, y reproches de por qué ella no le contestaba a sus cartas.
 A María le agrada Miguel por su inteligencia pero no como posible enamorado o partido. María como poetisa pertenece  -como dice Carmelo Vera- a la llamada generación del 27, aunque por obra publicada a la del 36. Es autora de Cristales míos (1935), con prólogo de Ernesto Giménez Caballero, dedicados a su hermano Andrés (de larga y fatal muerte). En 1978 apareció su segundo libro Desvaríos y fórmulas, inspirado en sus años de docencia.  Y en 1987 publica  Cada día contigo.
      Tampoco creo en un amor platónico o petrarquista que se ha escrito, sino en una corta relación afectiva epistolar.
      Falleció el 26-03-93 en Cartagena. No hay constancia de que escribiera sus memorias, aunque la verdad ha sido una escritora injustamente olvidada.
Según leemos en la página web de la  Fundación Cultural Miguel hernández, encontrasmo las siguentes notas:

    EPISTOLARIO CEGARRIANO
   La escritora y química María Cegarra conservó tres cartas de Miguel Hernández, escritas con el membrete de Espasa-Calpe. Esto dio lugar a especulaciones sobre una posible relación sentimental entre Miguel y María, lo cual supuso una gran aportación a la biografía del poeta. Tres de estas cartas no fueron publciadas, se vendieron y las compró la Diputación de Alicante en 1997.
   Son unos textos que salieron en Madrid a subasta en dos millones y medio de pesetas. Posteriormente la Diputación Provincial de Alicante compró por un millón y medio de pesetas el Archivo completo de María Cegarra, de donde podemos destacar el legado epistolar que confirma la relación entre ambos poetas. Este archivo incluye el manuscrito inédito del soneto «El rayo que no cesa», que fue dedicado a María Cegarra en 1935. Ella también lo recordará en las últimas páginas de su libro de poemas «Cada día conmigo»:
  «Deseo que la lectura de este pequeño libro deje un grato recuerdo, terminándolo con los versos de ‘El rayo que no cesa’, en su versión original, a mí dedicada».
      Y en el colofón del citado poemario escribe:
«Si de pronto aparecieses...
El pasado tan lleno de ti estuvo
Que nunca fuiste ido».

Veamos fragmento de una carta manucrista de Miguel a María Cegarra de 7 de setiembre 1935, desde Madrid, mebrete de Espasa-Calpe, situada en Ríos Rosas, 26, Madrid.


Ana María Otilia nació en 1899. Su vida estuvo siempre ligada a la Ciudad Minera. Hermana del también escritor Andrés Cegarra. Fue profesora de Química siendo la primera mujer en España que obtuvo el título de Perito en dicha materia.
Gran aficionada a la pintura y a través de la poesía expresó sus sentimientos y emociones, como lo reflejan el gran número de obras que escribió.

Fue íntima amiga de Carmen Conde, la primera mujer que tomó asiento en la Real Academia de la Lengua Española, y de Miguel Hernández.
Entre sus nombramientos, distinciones y honores destacan:
  • Academia de la Real Academia de Alfonso X, el Sabio.
  • Primera concejala del Excmo. Ayuntamiento de La Unión.
  • Escritora 1991 del Gremio de Escritores de Murcia.
  • Hija Predilecta de La Unión.1992.

Muere en La Unión a los 94 años. La Capilla Ardiente fue instalada en el Instituto que lleva su nombre, declarándose dos días de luto oficial.

Colaboró en las revistas La Región, La Verdad, Tránsito, Levante Agrario, Títiro canta, Monteagudo, entre otras. Publicó su Poesía completa en 1987, con introducción de Santiago Delgado.