(José Antonio López Vicaíno, Ramón Fernández Palmeral y Francisco Javier Catalán. Izquierda derechas)
Presentación
Presentación de Ramón Fernández
Palmeral, por Francisco Javier Catalán por
la presentación de su libro
sobre la nueva biografía de Miguel Hernández
Ramón
Palmeral estaría pues encuadrado en el grupo o modalidad de acercamiento
popular y desinteresado al estudio de Miguel Hernández, junto a nombres como el
de Vicente Ramos, Ramón Pérez Álvarez, Gaspar Peral Baeza, Manuel-Roberto
Leonís, Antonio García-Molina o Francisco Martínez Marín, entre otros muchos y
cada uno de ellos en su justa dimensión.
Francisco Javier Catalán Eugenio
Ramón Fernández Palmeral es manchego de nacimiento y alicantino de
adopción. Artista polifacético -escritor y artista plástico- y para el caso que
nos ocupa, sincero y sentido admirador de Miguel Hernández. Hoy nos presenta en
la librería Codex su libro Miguel Hernández. Poeta del pueblo (biografía en
40 artículos) editado por ECU de Alicante.
Su acercamiento al
poeta a lo largo de toda su vida lo es desde el cariño y la honestidad, sin
mayor interés que el de honrar su memoria y honrarle contribuyendo a difundir
su conocimiento en el más amplio sentido del término. De entrada esto comporta
un cierto aval de credibilidad a su labor, al margen de cualquier otro tipo de
consideración.
Y es que a Miguel
Hernández, poeta controvertido, cabe acercarse desde distintas vertientes o con
distintos propósitos (hablamos de un poeta que, sin ninguna duda, trasciende lo
puramente literario):
- Acercamiento ideológico:
su afiliación al Partido Comunista, más coyuntural que filosófica según una
amplia corriente de investigación, ha provocado la clara y persistente
instrumentalización política de Hernández, lo que se traduce, desde esta
óptica, en una visión sesgada, parcial e interesada de su vida y obra que poco
contribuye a su justo posicionamiento.
-Acercamiento
académico: en este ámbito el estudio del poeta se aborda por profesionales del
mundo académico literario (filólogos, catedráticos y profesores de literatura
fundamentalmente).
Y en buena lógica se va a atender
esta empresa de un modo integrado en la actividad o el trabajo diario del
estudioso, que dispone de formación previa e instrumentos de trabajo a su
alcance en mayor medida que cualquier otro profesional, pues los posee por
razón de su oficio.
La agrupación de estos
profesionales de las letras en torno de un mismo objeto de estudio, viene a
constituir “de facto” una suerte de cuerpo de élite más o menos endogámico y
cerrado, lo que en la práctica se traduce en un cierto adueñamiento, también y
en este caso, del estudio de Miguel Hernández.
-Acercamiento popular:
éste es el que se produce por individuos sin ningún tipo de servidumbre
política ni obediencia debida a consigna ideológica alguna. Y lo hacen necesariamente
al margen de sus ocupaciones profesionales, que poco o nada tienen que ver con
la investigación biográfica y literaria.
De entrada y sólo por
esta única razón, este acercamiento podría presumirse (presunción “iuris
tantum” o salvo prueba en contrario) el más puro y honesto de todos ellos.
Y este razonamiento
personal se ilustra con claros ejemplos.
A nadie escapa el
interés partidista por mantener, alimentar y enarbolar el mito político de
Miguel Hernández, no tanto en cuanto luchador social con carácter
genérico (nada que objetar) sino como afiliado al partido comunista y por ello
paradigma excepcional y reivindicativo en la actualidad de los postulados
ideológicos marxistas (nada más lejos de la realidad).
El ejemplo más claro de coto
cerrado a nivel académico respecto al estudio de la vida y obra del poeta de
Orihuela, nos retrotrae al año 2002 cuando el escritor José Luis Ferris aborda
el estudio biográfico de Miguel Hernández, apuntando una serie de conclusiones
que en su día fueron meras conjeturas bien argumentadas y que despertaron la
ira (de lo que fui testigo presencial en el II Congreso Internacional
Miguel Hernández) en el seno de la ortodoxia académica hernandiana.
Conjeturas muchas de
las cuales con posterioridad han sido documentalmente confirmadas.
Y ejemplo muy válido
de aproximación popular al autor de “El rayo que no cesa” viene representado
por Fernández Palmeral.
De Miguel Hernández se
dice de modo impreciso que es un poeta autodidacta. De un modo preciso, sin
embargo, cabe definir a Palmeral como biógrafo completamente autodidacta.
Fernández Palmeral
estaría pues encuadrado en este tercer grupo o modalidad de acercamiento
popular y desinteresado al estudio de Miguel Hernández, junto a nombres como el
de Vicente Ramos, Ramón Pérez Álvarez, Gaspar Peral Baeza, Manuel-Roberto
Leonís, Antonio García-Molina o Francisco Martínez Marín, entre otros muchos y
cada uno de ellos en su justa dimensión.
Evidentemente esta triple
división apuntada no alude a compartimentos estancos, sino permeables entre sí.
Tampoco se trata aquí
de ir repartiendo carnés de pureza hernandiana. Así, se puede abordar la
vertiente política (comunista) de Miguel Hernández con total honestidad, aún a
riesgo de errar en el planteamiento y conclusiones. Del mismo modo se puede ser
profesional de las letras (vivir de esto) y entregarse al estudio de este poeta
con absoluta devoción. Y desde luego los hay que se acercan a nivel popular al
estudio de Miguel Hernández, sin mayor aspiración que la vanagloria personal
del “personaje” en cuestión.
La dilatada
trayectoria de Fernández Palmeral en el ámbito que nos ocupa, el fruto
editorial de ese ingente trabajo, así como la discreción y dignidad con las que
ha transitado por este fascinante universo hernandiano, unido al carácter firme
y directo del autor de este estudio monográfico, le hacen acometer este reto
con total solvencia.
Palmeral se toma muy
en serio la empresa autoimpuesta y la lleva a niveles merecedores de gran
consideración.
Realiza un estudio
cruzado y exegético sobre la base de lo ya escrito acerca del poeta de
Orihuela, enriquecido con los propios conocimientos adquiridos fruto del trato
con personas relevantes en la cosmogonía hernandiana, en ese universo popular hernandiano
que fundamentalmente y en buena lógica irradia de Orihuela.
Así, Palmeral pone en
valor los conocimientos del oriolano Ramón Pérez Álvarez, gran amigo de Miguel
hasta los últimos instantes de su vida (de hecho fue una de las personas que
amortajó el cuerpo sin vida de Miguel y recogió los escasos enseres personales
del poeta).
Conocimientos de Pérez
Álvarez recopilados por la Fundación Cultural Miguel Hernández en el libro
“Hacia Miguel Hernández”, a partir de las colaboraciones de Ramón Pérez en la
revista oriolana La Lucerna.
Reconoce asimismo
Ramón los conocimientos de Manuel-Roberto Leonís Ruíz, otro abnegado oriolano y
estudioso hernandiano, con quien mantiene una estrecha relación de amistad.
Y es que, aunque
algunos lo pretendan, no es posible escribir sobre Miguel Hernández con la
suficiente credibilidad sin “pisar” Orihuela al nivel que lo hace Palmeral.
Y ello a pesar del
estigma recaído durante tantos años (con razón) sobre la ciudad natal del
poeta; pues como es habitual en todos los lugares y en épocas de conflicto
bélico con las personas que se significan tanto políticamente como hizo Miguel,
en esta tierra necesariamente habría de encontrar el poeta a sus peores
enemigos, fruto de la envidia y el resentimiento amplificados por la relación
de vecindad, así como también y por la misma razón a sus más leales amigos y
defensores.
La sorprendente e
inesperada ingenuidad de Miguel Hernández, que nada tiene que ver con la
integridad de sus ideales, fue lo que le impidió percatarse a tiempo de este
gran peligro cuando decidió volver a Orihuela tras el fin de la guerra.
Hace especial hincapié
Ramón Fernández en su estrecha relación con el alicantino Gaspar Peral Baeza,
poseedor del mayor archivo documental privado sobre Miguel Hernández; personaje
éste imprescindible para cualquier estudioso hernandiano que aspire a ser
reconocido como tal.
Con la lectura de este
libro constatamos que hay un minucioso estudio de campo realizado y mucho
material documentado leído por su autor.
El formato de
artículos monográficos le permite abordar los temas hernandianos con mayor
detenimiento y con un resultado que resulta no obstante ameno para el lector.
La sensación cuando se
acomete la lectura de este libro es la de estar conociendo determinados
aspectos relevantes de la obra y especialmente de la vida de Miguel Hernández
de un modo directo, del modo más natural, cercano y auténtico que uno puede
aspirar a encontrar en un estudio biográfico sobre el poeta de Orihuela. Esto
lo convierte en una obra doblemente atractiva.
Atractiva por lo coloquial que
resulta su lectura y atractiva también por el magnetismo que provoca en el
lector.
Al tratar este libro
aspectos muy concretizados de la vida y obra del autor de “Perito en lunas”,
ello se traduce a su vez en un trabajo de carácter abierto. No es una biografía
circular o cerrada, sino lineal. Y deja al lector a expensas de la energía y
propósito de su autor de abordar nuevos aspectos relacionados con la figura de
su admirado Miguel Hernández, que den lugar a sucesivas publicaciones en
formato libro.
La edición llevada a
cabo por ECU (Editorial Club Universitario), una vez más y tras más de 25 años
en el panorama editorial español, está claramente a la altura de la empresa
acometida y resuelta satisfactoriamente por Fernández Palmeral.
Mención aparte merece
el detalle final del álbum de dibujos a plumilla, obra del propio Palmeral,
alusivos a Miguel Hernández y que son una obra de arte en sí misma.
Francisco Javier Catalán Eugenio
Abogado y hernandiano