Sinopsis:

Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com

domingo, 29 de marzo de 2015

Abierto e inaugurado en Quesada, el Museo Miguel Hernández-Josefina Manresa, en los bajos del Museo Zabaleta.






      La Junta de Andalucía y la Diputación de Jaén han culminado sobradamente el encargo de alojar en los bajos del Museo Zabaleta de Queda el legado del universal poeta Miguel Hernández que compró por tres millones de Euros a los herederos (inversión que se amortizará a lago plazo). Ayer,  al medio día sábado 28 de marzo de 2015, y a los 73 años de la muerte del poeta en la enfermería del Reformatorio de Adultos de Alicante se procedió a la inauguración con la asintencia de numero público y entusitas hernandianos con presetentes de la cutlura gienense.  Con la asistencia de Luciano  Alonso (Consejero en funciones de Cultura y Deportes de la Junta), Alonso Guerra (ex-vicepresidente del gobierno y presidente de la Fundación Pablo Iglesias), Francisco Reyes (presidente de la Diputación), Manuel Vallejo (Alcalde de Quesada) y Juan Antonio López Vílchez (Consejal del Cultura de Quesada), Lucía Izquierdo García (nuera del poeta), y gestor del legado Francisco Escudero Galán. No asistió Susana Díaz, presidenta en funciones de la Junta de Andalucía, por la cual el acto bajó el nivel informativo de la noticia, debido a evitar el viaje por su embarazo.
     Este nuevo espacio cultural en la Sierra de Cazorla incluye distintos objetos personales que forman parte del legado adquirido por Diputación: la máquina de escribir y su maleta tan características; otros enseres personales; y está dividido en cinco salas que se identifican con sus obras literarias y poemas más significativos. Para ello se vale de paneles expositivos que reproducen algunas de sus composiciones más importantes fotografías de gran tamaño; archivos sonoros de su voz y un rincón musical para los cantautores que han puesto voz y música a sus textos (Silvio Rodríguez, Serrat o Miguel Poveda, entre otros), elementos de atrezzo que recrean una trinchera, la cárcel o su casa de Orihuela; y audiovisuales sobre la vida, la obra y el contexto social en el que se desenvolvió este genio universal de las letras españolas.
     Francisco Reyes, indicó que Hernández y Zabaleta «van a conformar un tándem único, un binomio entre pintura y literatura que se va a convertir con total seguridad en un foco de atracción para los amantes del arte y la cultura en general, y también en un nuevo recurso turístico de gran nivel para la provincia de Jaén, hasta el punto de que el legado de Miguel Hernández y su museo en Quesada son ya una nueva bandera cultural y turística».
     El creador de «Aceituneros» (poema que fue cedido para convertirse en la letra del himno de Jaén), y que residió en calle La llana de la ciudad de Jaén en la primavera de 1937, en plenos bombardeos franquistas de esta ciudad.
    En el año 2013, tras llegar a un acuerdo con la familia de Hernández la Diputación compró el valioso legado del escritor, del que ya se puede ver una parte en las instalaciones que se han habilitado en el Museo Zabaleta de Quesada, localidad de la que era natural la mujer de Miguel Hernández, Josefina Manresa (1916), hija de un guardia civil destinado en esta localidad  de montaña en plena Sierra de Cazorla.
    Tras  una agitada semana de iniciativas y actividades relacionadas con la obra y la figura del poeta alicantino. una representación teatral, lecturas de poemas, un homenaje flamenco, el reconocimiento como hijo adoptivo de Quesada de Miguel Hernández y de hija predilecta a su mujer, Josefina Manresa, una exposición pictórica y una conferencia sobre el poeta a cargo del ex vicepresidente del Gobierno y presidente de la Fundación Pablo Iglesias, Alfonso Guerra.
    "Se cumplen 73 años de la muerte de Miguel Hernández, pero a partir de ahora esta fecha la recordaremos de una forma más alegre, porque no todos los días un artista renace, como lo va a hacer Miguel Hernández, en el museo que va a compartir con su mujer en Quesada", señalaba durante el acto inaugural Francisco Reyes, presidente de la Diputación Provincial de Jaén. Esta institución es la propietaria del legado del poeta después de haberle pagado a la familia tres millones de euros. El acuerdo se cerró a finales de 2013, pero el material llegó a territorio jiennense más de un año antes, en agosto de 2012, desde la caja fuerte donde permanecía después de que se rompieran relaciones entre los herederos y el Ayuntamiento de Elche.
    La Diputación compró el legado de Miguel Hernández en el año 2013 por tres millones de euros y desde entonces, para cumplir con  el compromiso que asumieron con los herederos del poeta, se han venido llevando a cabo numerosas iniciativas, como la digitalización y catalogación del ingente legado hernandiano realizada por el Instituto de Estudios Giennenses; la publicación de diferentes obras vinculadas a este autor, entre las que están el libro «Escritores aceituneros», editado recientemente con motivo del Día de la Provincia de Jaén, o una publicación que pronto verá la luz sobre el epistolario entre Vicente Aleixandre y Miguel Hernández
   
       
    Este nuevo espacio cultural incluye distintos objetos personales que forman parte del legado adquirido por Diputación: la máquina de escribir y su maleta tan características; otros enseres personales; y está dividido en cinco salas que se identifican con sus obras literarias y poemas más significativos. Para ello se vale de paneles expositivos que reproducen algunas de sus composiciones más importantes fotografías de gran tamaño; archivos sonoros de su voz y un rincón musical para los cantautores que han puesto voz y música a sus textos (Silvio Rodríguez, Serrat o Miguel Poveda, entre otros), elementos de atrezzo que recrean una trinchera, la cárcel o su casa de Orihuela; y audiovisuales sobre la vida, la obra y el contexto social en el que se desenvolvió este genio universal de las letras españolas.
Francisco Reyes, presidente de la Diputación, indicó que Hernández y Zabaleta «van a conformar un tándem único, un binomio entre pintura y literatura que se va a convertir con total seguridad en un foco de atracción para los amantes del arte y la cultura en general, y también en un nuevo recurso turístico de gran nivel para la provincia de Jaén, hasta el punto de que el legado de Miguel Hernández y su museo en Quesada son ya una nueva bandera cultural y turística».
    Se conocieron en Orihuela, pero Jaén fue clave en sus vidas. Miguel Hernández llegó a la capital del Santo Reino en marzo 1937 para dirigir el Altavoz del Frente Sur, un periódico republicano. Pocos días antes se había casado con Josefina Manresa, una costurera que conoció en la feria del pueblo alicantino, donde ambos vivían, pero que había venido al mundo en tierras jiennenses. "Quesada fue la tierra que me vio nacer, y de Jaén, andaluza, me consideré siempre", contaba la propia Manresa rememorando un pueblo que, casi un siglo después de su nacimiento, le ha regalado una casa.

    El fondo del legado, que está custodiado por el Instituto de Estudios Giennenses, está compuesto por unos 5.600 registros, entre los que se encuentra cerca de un millar de manuscritos literarios, unas 1.700 cartas (muchas, inéditas) y correspondencia del poeta con otros artistas coetáneos, además de prensa, folletos, fotografías, libros, cuadros y obras gráficas. Parte de ese material estará expuesto en el museo, que es uno de los proyectos que ha puesto en marcha la Administración Provincial desde que llegó el legado. Además, se ha puesto en marcha una página web asociada al centro y se ha convertido el poema 'Aceituneros' en la letra del himno de la provincia, entre otras iniciativas.
     Ubicado en los bajos del centro dedicado al pintor Rafael Zabaleta, este nuevo museo está dividido en cinco salas que se identifican con sus obras literarias y poemas más significativos: Perito en Lunas (entre 1910-1934); El Rayo que no cesa (1935-1936); Viento del pueblo (1936-1939); Romancero y cancionero de ausencias (1936-1939); y El legado del poeta (de 1943 a la actualidad). En él pueden encontrarse enseres personales, como su máquina de escribir, así como fotografías, recreaciones de su casa o de una trinchera, archivos sonoros de su voz o un rincón musical para los cantautores que han puesto voz y música a sus textos, desde Joan Manuel Serrat a Silvio Rodríguez, pasando entre otros por Miguel Poveda.

    Vinculación con la ciudad  de Quesada
    Josefina Manresa Marhuenda, que fue para Miguel además de novia, amante, esposa y madre de sus dos hijos (Manuel Ramón y Manuel Miguel), musa de inspiración poética y guardiana férrea de su legado en los duros años de la clandestinidad y persecición franquistas, nació en Quesada  el 2 de enero de 1916 porque su padre, guardia civil, estaba destinado allí, y a pesar de trasladarse muy joven a Orihuela, decía: «De Jaén, andaluza, me consideré siempre, durante toda mi vida».
       La pareja también vivió en Jaén capital, en plena Guerra Civil, ya que Miguel Hernández fue destinado como comisario de cultura para dirigir el periódico Altavoz del Frente Sur. Tras la muerte de Miguel Hernández en la cárcel de Alicante en 1942, Josefina dedicó toda su vida a velar por el recuerdo y la difusión de la obra de su marido, un legado que próximamente se podrá ver en el museo quesadeño.
Luciano Alonso ha señalado que el poeta de Orihuela no solo representa una de las mayores cumbres de la literatura española del siglo XX, sino que «es un símbolo de nuestra memoria histórica. En la inauguración estuvo Francisco Reyes, presidente de la Diputación de Jaén, que adquirió el legado del poeta en 2013 por tres millones.
    "Gracias a la labor de esta andaluza comprometida, de Josefina Manresa, este museo que inauguramos se convertirá en refugio del sueño eterno de aquel niño que escribía poemas mientras cuidaba del ganado", señalaba, por su parte, el consejero de Educación, Cultura y Deporte en funciones de la Junta de Andalucía, Luciano Alonso, haciendo referencia al trabajo de la quesadeña para mantener un legado que, gracias a su empeño y al asesoramiento de gente como Vicente Aleixandre, ha llegado hasta nuestros días.


     Josefina, que fue para Miguel además de novia, amante, esposa y madre de sus hijos, musa de inspiración poética y guardiana de su legado en los duros años de la clandestinidad, nació en Quesada porque su padre, guardia civil, estaba destinado allí, y a pesar de trasladarse muy joven a Orihuela, decía: "De Jaén, andaluza, me consideré siempre, durante toda mi vida".
La pareja también vivió en Jaén capital, en plena guerra civil, ya que Miguel Hernández fue destinado como comisario de cultura para dirigir el periódico Altavoz del Frente Sur.
Tras la muerte de Miguel Hernández en la cárcel de Alicante en 1942, Josefina dedicó toda su vida a velar por el recuerdo y la difusión de la obra de su marido, un legado que próximamente se podrá ver en el museo quesadeño.

     El museo, denominado "Miguel Hernández/Josefina Manresa", ha sido inaugurado por el consejero de Educación, Cultura y Deporte en funciones de la Junta de Andalucía, Luciano Alonso, que ha afirmado que "servirá para transmitir valores y principios a las nuevas generaciones, a la vez que nos ayudará a todos a no olvidar de dónde venimos y cuánto sufrimos".
    El museo comparte edificio con el dedicado al pintor quesadeño Rafael Zabaleta, en la localidad natal de la mujer de Miguel Hernández, Josefina Manresa.

     A partir de ahí el museo se divide en cinco salas temáticas que muestran los poemas manuscritos, mecanografiados, documentos de la época, correspondencia, libros, fotografías, prensa y objetos personales del poeta.
   Así, se encuentra la sala del poeta pastor, la del poeta enamorado, la del poeta soldado, la del poeta mártir y la del poeta mito.

Miguel Hernández Gilabert, el pastor-poeta de Orihuela, preso y muerto en una cárcel franquistas "es un símbolo de nuestra memoria histórica". Sin embargo, hoy día, judicialmente, sigue sentenciado a muerte, porque a pesar de los buenos auspiciso de la Ley 52/2007 de la Memoria Histórica, no he pa podido anular la condena a la pena capital.

29/03/2015

 A mediados de abril bajo el título 'Miguel Hernández: pasado, presente y futuro', se desarrollarán en Quesada una jornadas o semianrio en Quesada.


(Ver "Los procesos judiciales contra Miguel Hernández").


Recortes de Prensa Local y Nacional

Libro impreso con las últimas investigaciones hernandinas "Miguel Hernández, el poeta del pueblo", de Ramón Fernández Palmeral,  en Amazon.es 2015

Museo Miguel Hernández-Josefina Manresa en Quesada


Entrar en la página web del Museo Miguel Hernández-Josefina Manresa en Quesada

http://museomiguelhernandez.es/

LEGADO HERNANDIANO. 
                                                     

La obra de Miguel Hernández se ha consolidado como uno de los legados literarios más importantes de las letras españolas, según quedó reflejado en el III Congreso Internacional sobre la figura del poeta, celebrado del 26 al 30 de octubre de 2010 en Orihuela, Elche y Alicante. Tal afirmación fue corroborada por expertos en obra literaria, catedráticos de literatura e investigadores de la talla de Antonio Gamoneda (premio Cervantes), José Carlos Rovira (Universidad de Alicante), Carmen Alemany (Universidad de Alicante), José María Balcells (Universidad de León), Juan Cano Ballesta (Universidad de Virginia-EEUU), Francisco Javier Díez de Revenga (Universidad de Murcia), Mª Pía Lamberti (Universidad Nacional Autónoma de Méjico), Mercedes López Baralt (Universidad de Puerto Rico), Nuria Gregori (Instituto de Literatura de La Habana), o Eutimio Martín (Universidad de Aix en Provence-Francia), entre otros científicos expertos en la materia.

El premio Cervantes Antonio Gamoneda y la presidenta del III CongresoInternacional,
                                                            Carmen Alemany, en la inauguración del encuentro científico en octubre de 2010.

La figura de Miguel Hernández ha adquirido una dimensión universal que admite escasa comparación. El homenaje a Miguel Hernández realizado a lo largo de 2010 sirvió, entre otras cosas, para poner en valor la proyección internacional del poeta. Miguel Hernández es actualmente conocido y muy valorado en toda Latinoamérica, en USA, en toda Europa, en Rusia, en Filipinas e incluso en China, y hay colegios y bibliotecas en diversos países con el nombre de Miguel Hernández (por ejemplo en Moscú y en Manila). El legado del poeta, depositado actualmente en la sede del Instituto de Estudios Gienneses (IEG) de la Diputación de Jaén está compuesto por los siguientes elementos:

INVENTARIO GENERAL DEL LEGADO DE MIGUEL HERNÁNDEZ
(Instituto de Estudios Giennenses).
Detalle según naturaleza:

sábado, 28 de marzo de 2015

Hoy 28 de marzo se cumplen los 73 años de la muerte del universal poeta Miguel Hernández



      Miguel Hernández Gilabert fue  condenado a la pena de muerte  el 18 de enero de 1940,  por el Consejo de Guerra Permanente nº 5 de Madrid, por el delito de "adhesión a la rebelión militar", lo que llama Miguel Gutiérrez Carbonell «rebelión invertida (...) la calificación de estos casos como delito de rebelión militar es aberrante; además se aplicó retroactivamente». Entre lo hechos probados se le acusó de excitación contra las personas de orden y contra el Movimiento Nacional, haciéndose pasar por el «Poeta de la revolución». La Ley que se le aplicó a Miguel estaba recogida en el artículo 237  y 238-2, del Código de Justicia Militar de 1898, y en un Decreto modificación del 2 mayo de 1931, de la propia II República.  Es decir, le aplicaron  una ley anterior a la guerra civil. Increíble pero cierto.    

Sentencia de muerte a Miguel Hernández. Firmada por el comandante Pablo Alfaro Alfaro, y los capitanes vocales Francisco Pérez Muñoz, Ignacio Diaz Aguilar, Miguel Caballero y Celiz y Vidal Morales
      El Penal de Ocaña tenía una superpoblación de presos, la mayoría enfermos, en mayo sufre Miguel fuertes dolores de cabeza a consecuencia de una bronquitis, sueña con su traslado a Alicante, cerca de su familia, el 29 de junio de 1941 ingresa en el Reformatorio de Adultos de Alicante (actual edificio de los Juzgados de Benalúa). El oficial médico Dr. José María Pérez Miralles solicitó su traslado al Hospital Provincial de Alicante  para un examen radioscópico que fue realizado el 27 de enero 1942, los cuidados médicos fueron nulos. El Vicario General de del Obispado de Orihuela Luis Almarcha se interesó por la salud del poeta. Se solicitó su traslado al Sanatorio de antituberculosos de Porta Coeli, Valencia, el telegrama llegó el 21 de marzo.  El pintor alcoyano Abad Miró buscó al doctor Antonio Barbero y también un aparato de rayos X portátil para que poder ser reconocido en la enfermería. En ese mismo lugar se casó por la iglesia con Josefina el 4 de marzo de 1942. Cuenta Josefina Manresa que el día 3 estuvo en la Iglesia de San Nicolás y confesó con el padre Vendell al que le dijo en confesión «Lo único que puedo decirle es que mi marido se me está muriendo en la cárcel y estoy sufriendo mucho».

        Su muerte ocurrió el sábado Santo 28 de marzo de 1942, a la 5.30 de la mañana, en la enfermería  a causa de un cuadro de tuberculosis aguda y tifus –fimia pulmonar- (murió con los ojos abierto). Los versos  «Adiós hermanos, camaradas, amigos / despedidme del sol y de los trigos», atribuidos a Miguel son apócrifos, según Ramón Pérez Álvarez (suplemento Artes y Letras del diario Información, de 4 de junio1992).   Ramón Pérez estaba en la cárcel con Miguel, es un testigo excepcional, a la muerte de éste recogió dos bolsas y se las  entregó al oficial Antonio Illán los objetos personales. El informe médico de su fallecimiento se extendió el 31 de marzo.

       Los restos mortales del universal poeta descansan actualmente en el cementerio de Nuestra Señora de los Remedios de Alicante. Primero en el nicho número 1009, cuyo epitafio decía sólo: POETA. En 1952 cuando se cumplía el plazo para comprar el nicho, de lo contrario los restos mortales hubieran ido a la fosa común, una suscripción entre amigos reunió las 2.042 pesetas que costaba comprarlo en propiedad, entre los amigos promotores se  encontraba el poeta Gabriel Celaya, María de Gracia Ifach, Vicente Ramos y Manuel Molina, suscripción que enfadó a Josefina. Actualmente sepultura en tierra con lápida de mármol blanco, donde también están enterrados: su hijo Manuel Miguel fallecido en 1984 y Josefina Manresa en 1987.

Por Ramón Fernández Palmeral


(Certificado de defunción de Miguel Hernández, sumario 4.487)

Poema de José Antonio Charques dedicado a Miguel Hernández

(Miguel Hernández por María Dolores Barbeyto, 2010)

Estimadas amigas y amigos: quiero compartir con vosotros esta poesía que hoy cumple 13 años, y que fue la primera que le escribí a nuestro querido poeta Miguel Hernández Gilabert, del que hoy conmemoramos su 73 aniversario.

EN EL CEMENTERIO DE ALICANTE, A MIGUEL HERNÁNDEZ, EN EL SESENTA ANIVERSARIO DE SU MUERTE
(Del libro: “VELÁZQUEZ,18. POEMAS”)...
A la Asociación de Amigos de Miguel Hernández, y en especial a Paco y Pilar

AL POETA del amor,
un día como el de hoy:
veintiocho de marzo
de dos mil dos...
Al viento lanzan poemas,
muchos de ellos tuyos son,
emociones muy sinceras
¡qué salen del corazón!
Yo le escribí a la Tierra
y ella me dio la razón:
en la tumba sólo hay huesos
y los huesos ¡huesos son!
De ti tenemos tu poesía,
hoy más viva y con más pasión,
en este día; recuerdo de tu vida
¡aniversario de tu defunción!
Luchaste con sentimiento,
te llenaste de valor...,
venciste los contratiempos
¡por no quedarte en pastor!
Quisieron falsear tu poesía,
no lo pudieron lograr...,
¡y aquí está limpia y sencilla
cual tu honra y tu bondad !
¡¡Poeta de la vida!!
¡¡Poeta del dolor!!
¡¡Poeta de la libertad!!
¡¡Poeta del amor!!

José Antonio Charques

lunes, 23 de marzo de 2015

"Miguel Hernández, el poeta del pueblo (biografía en 40 artículos)", de Ramón Fernández Palmeral


 (Nueva edición impresa amplaida y corregida de la Editorial ECU de Alicante)
402 páginas, de 17 x 21 cm
"Miguel Hernández, el poeta del pueblo (biografía en 40 artículos)", de Ramón Fernández Palmeral


Insertos:
Universidad de Alicante
Universidad Miguel Hernández de Elche
Universidad de Jaén
Universidad Complutense de Madrid 
Centro Generación del 27, Málaga
Univerdidad de Orihuela (Las Salesas)

Actos de inauguración del Museo Miguel Hernández-Josefina Manresa en Quesada Jaén

El sábado 28 de marzo 2015, a las 12 horas, se celebra el acto inaugural del Museo Miguel Hernández-Josefina Manresa en Quesad Jaén. Conferencia inaugural a cargo de Alfonso Guerra. presidente de la Fundación pablo Iglesías. En la sala de conferen cia del museo.

Hay una semana cultural desde el marte 24 con diversos actos y plantación de un granado por parte de agricultores de Elche. Cantará Manuel Gerena. Concierto de Manuel Gerena, una exposición del pintor Joan Castejón.

domingo, 22 de marzo de 2015

Homenaje a Miguel Hernández, Lorca y Machado. Días 23 y 25 de marzo 2015


Marzo hernandiano. Homenaje a Miguel Hernández. Sede de la Universidad de Alicante (Canalejas) días 23 y 15 de marzo. El día 23 los grupos poéticos de Alicante recitarán poemas de Antonio Machado, Federico García Lorca y Miguel Hernández. El miércoles 25 a las 20 h. charla-coloquio de Ramón Fernández Palmeral y Manuel Parra Pozuelo sobre "Los avatares judiciales de Miguel Hernández".

sábado, 21 de marzo de 2015

LOS PROCESOS JUDICIALES CONTRA MIGUEL HERNÁNDEZ



("El lápiz de Miguel", óleo de Palmeral 2003)







Por Ramón Fernández Palmeral


Introducción

     Los historiadores somos ese grupo de personas molestas que tratamos empecinadamente de recuperar la memoria de lo que la gente, y algunos políticos quieren olvidar. A pesar de ello, el estudio de la Memoria Histórica es necesario enseñarlo a las juventudes venideras.
       Los procesos judiciales al universal poeta Miguel Hernández se toman como ejemplo o paradigma de la represión franquista de posguerra y cabeza de lista de los numerosos hombres y mujeres republicanas que sufrieron muerte, prisiones, vejaciones y juicios injustos e ilegales según el Derecho. Miguel, a pesar de los 75 años transcurridos desde su sentencia a muerte, judicialmente, sigue condenado.
       ¿Por donde empezar?, me pregunté al estructurar el presente y complejo estudio, pero a la vez interesante. He comentado que es complejo el tema de los procesos judiciales, porque se le instruyeron dos procedimientos sumarísimos paralelos el  21.001 en Madrid y el otro en Orihuela el 4.487-ALI (llenos de errores y omisiones, y tendentes a condenarlo sin una defensa justa), que acabó sobreseído definitivamente por el general Auditor el 27 de mayo 42. Cada sumario aportaba documentos diferentes y que, a pesar del cruce de oficios y exhortos, parece ser que no llegaron a unirse en un mar de legajos, Olivettis y Underwood, de jueces y defensores militares y secretarios incompetentes, que por al Ley 52/2007 de Memoria Histórica han sido declarados ilegales.
      He llegado a la conclusión que lo más comprensible y fácil para el lector sería exponerlo de una forma cronológica. Comenzando  por el final de la Guerra Civil.
      Miguel se halla en Cox (Alicante) a primeros de enero de 1939, el día 4 de enero nace su segundo hijo  Manuel Miguel, recordemos que su primer hijo Manuel Ramón había fallecido el 19 de octubre de 1938 con diez meses, que es el inspirador inicial de su obra personal y maestra Cancionero y romancero de ausencias. El de "Nanas de la cebolla" era su segundo hijo Manolillo.
     El 16 de febrero de 39 se traslada a Valencia, a la Academia ubicada en Alabalt des Sorells posiblemente buscando al capitán Esteban de la VI División para que le diera un dinero prometido en un carta. El Gobierno de la Republica ya no estaba allí, se había traslada a Barcelona en octubre del 38, después de perder Teruel (2 meses en manos republicanas) y que la fuerza Rebeldes de Franco llegaran a Vinaroz y dividieran la zona republicana en dos partes, con el consecuente corte de suministros y  comunicaciones.  El 24 de febrero Miguel se traslada a Madrid, y al día siguiente asistirá como padrino de la boda civil del  casamiento de su amigo el poeta sevillano Antonio Aparicio Herrero con Emilia Ardanuy Rodríguez celebrada en un juzgado madrileño (como escribe Miguel en una carta a Josefina) y no en la capilla de la embajada de Chile como han escrito otros biógrafos. (Antonio y Miguel pertenecieron al Quinto Regimiento, de la Brigada de el Campesino, y ambos fueron Comisarios Culturales. Se habían conocido en  casa de Pablo Neruda en Madrid).
     Fue detenido dos veces, la primera en Moura (Portugal), cerca Rosal de la Frontera (Huelva) que dió inicio al Sumario 21.001, y una segunda vez en Orihuela que da origen al Sumario 4.489-ALI, y que, paradógicamente, continuará instruyéndose después de muerto por fimia pulmonar el 28 de marzo de 1942, primero sobreseído provisionalmente, por si hubiera responsabilidades civiles para los herederos y luego definitivamente.
     Para el estudio actual de los procedimientos judiciales me he basado fundamentales cuatro piezas elementos de investigación: Lo dos sumarios, el expediente penitenciario y el epistolario hernandiano.  


Final de la guerra civil, el golpe de Casado

   Tras el nuevo fracaso republicano de la batalla del Ebro en noviembre de 1938 y la posterior caída de Cataluña, el coronel Casado se reafirmó en la idea de que "entre militares llegaremos a entendernos" e inició los contactos con la “quinta columna franquista” (del General Emilio Mola) en Madrid para negociar la rendición republicana, aunque era plenamente consciente de que para alcanzar ese objetivo previamente tenía que desalojar del poder al Presidente del Ejecutivo Juan Negrín y a los comunistas le apoyaban y que seguían apostando por el "resistir es ganar". En cambio, los “casadistas”, con una población que se moría de hambre, consideraron que si continuaba la costosa guerra era solamente en beneficio de la Unión Soviética.
         El día 4 de marzo de 1939  se sublevó la base naval de Cartagena que pretendía  entregar  la flota a Franco y gran parte de la guarnición de la ciudad, el almirante jefe de la flota Miguel Buiza puso rumbo a Bizerta en Túnez (bajo protectorado francés) con tres cruceros, ocho destructores y otras unidades menores. Y la noche del 4 al 5, el coronel Segismundo Casado (segoviano, militar de carrera formado en la Academia de Caballería de Valladolid y miembro de la masonería), Jefe del Ejército del Centro en Madrid, la unidad militar más importante de la zona el Ejército Popular del Centro-Sur, y recién nombrado general por Negrín (empleo que no aceptó), se subleva contra el gobierno socialista radical del Juan Negrín López (canario 19892-1956 médico en fisiología), apoyado por miembros del Partido Comunista (fue una rebelión entre los republicanos). Casado forma el Consejo de Defensa Nacional (presidido por el general Miaja y del que también formaba parte el socialista moderado Julián Besteiro, Wenceslao Carrillo, Val,) quiso negociar con Franco la rendición sobre todo para evitar las represalias contra los que habían luchado en el bando republicano pero no obtuvo ningún resultado ya que el gobierno de Franco en Burgos sólo aceptó la rendición incondicional.
 El Consejo Nacional de Defensa  estaba constituido por los siguientes miembros:
Presidente:
Consejero de Estado:
Julián Besteiro.
Defensa:
Gobernación:
Wenceslao Carrillo.
Comunicaciones y obras Públicas:
Eduardo Val.
Hacienda y Economia:
Manuel G. Marín.
Justicia:
Miguel San Andrés.
Instituciones Públicas:
José de Río.
Trabajo:
Antonio Pérez.
Secretario del Consejo:
Sánchez Requena.



                               Prisiones y turismo carcelario

      La cronología carcelaria se resume:
  1939
         3 de mayo detención en Maura por la policía portuguesa.
       4 de mayo, se le instruye atestado por la policía española, e ingresa en el Depósito Municipal de Rosal de la Frontera (Huelva)
        9 de mayo transeúnte en Huelva
      11 de mayo transeúnte en la prisión Sevilla
      13 de mayo ingresa en la prisión de Torrijos 65
      15 de septiembre sale en libertad de la prisión de Torrijos (Madrid)
       28 de septiembre es vuelto a detener en Orihuela, ingresado en  los sótanos seminario de san Miguel, convertido en prisión.
       3 de diciembre es trasladado desde Orihuela a la cárcel de Toreno (Madrid).

   1940.
      15 de septiembre es trasladado a la Prisión de Palencia
      24 de noviembre transeúnte en la Prisión de Yesería
       29 de noviembre ingresa en la Prisión de Ocaña

   1941
       29 de junio ingresa en el Reformatorio de Adultos de Alicante
       25 de noviembre ingresa en la enfermería del Reformatorio.6
       28 de marzo. Muere a las 5.30 horas del sábado santo al Domingo de Ramos.

      (Es de interés el libro de Miguel Gutiérrez Carbonell. Proceso y expediente contra Migue Hernández y ensayo jurídico con el Derecho Represor Franquista 1936-1945,  Compas, 1992), donde se recoge el Expediente Carcelario del Reformatorio de Adultos de Alicante, que se conserva en los Archivos del Centro Penitenciario de Foncalent (Alicante).
    He destacar el trabajo de Glicerio Sánchez Recio sobre "La institución de la represión en España. El proceso a Miguel Hernández" en las Actas del I Congreso sobre Miguel Hernández, 1992. 
     
                                       

NOTA.-LA INFORMACIÓN DE ESTE ARTÍCULO HA PASADO A  MI  LIBRO:
   
    

"Miguel Hernández, el poeta del pueblo (biografía en 40 artículos)", de Ramón Fernández Palmeral. Editorial ECU

jueves, 19 de marzo de 2015

Sumario 21.001 contra Miguel Hernández



EL SUMARIO CONTRA EL POETA EN SU CENTENARIO/ 1 El Confindencial

El Gobierno ha iniciado los trámites para reparar la memoria del poeta Miguel Hernández, muerto en la prisión de Alicante en marzo de 1942, cuando se cumple el centenario de su nacimiento. La familia del autor de ‘Vientos del pueblo’ reclamó en octubre del año pasado al Ejecutivo que “repare y reconozca” públicamente que fue condenado de manera injusta. El Confidencial ha indagado en las causas que los tribunales militares instruyeron contra él al final de la guerra civil, para reconstruir en dos entregas su periplo por las cárceles franquistas.
Antonio Márquez Bueno, agente de segunda clase del Cuerpo de Investigación y Vigilancia, y a la sazón jefe del puesto de Rosal de la Frontera (Huelva), supo desde un principio que iba a prestar un valioso servicio a la patria y ordenó a Rafael Córdoba, agente auxiliar interino, que se pusiera a la máquina de escribir. Tenía ante sí a un joven asustado que acababa de entregarle la policía portuguesa por haber cruzado la frontera de manera clandestina. Llevaba poco consigo: un billete de veinte escudos, una moneda de cinco centavos y cuatro más de diez; el libro “La destrucción o el amor” con una carta de su autor, Vicente Aleixandre, y un auto sacramental titulado “Quién te ha visto y quién te ve, y sombra de lo que eras” del que él mismo era autor.
Rafael Córdoba comenzó a teclear: “En la villa de Rosal de la Frontera, siendo las doce horas del día 4 de mayo de 1939, Año de la Victoria, comparece el que dice ser y llamarse Miguel Hernández Gilabert, de 28 años de edad, casado en la que fue zona roja, de profesión escritor, e hijo de Miguel y de Concepción, natural de Orihuela (Alicante) y con domicilio en Cox (Alicante), quien convenientemente interrogado manifiesta”. Dos puntos.
Relato de una huida
Miguel escapaba de la España de Franco a la desesperada, tras rechazar la oferta del encargado de negocios de la embajada de Chile en Madrid, Carlos Morla, que a principios de 1939, cuando la guerra se daba por perdida, le había ofrecido refugiarse en la sede diplomática a la espera de marchar al exilio con la ayuda del también poeta Pablo Neruda, con el que le unía una sincera amistad. Miguel quería llevar consigo a su mujer, Josefina Manresa, y a su hijo, y dejar resuelto el futuro de los cinco hermanos de su esposa, huérfanos tras el asesinato de su suegro, guardia civil. En marzo, con las tropas rebeldes a las puertas de la capital, el poeta marchó a Cox al encuentro de su familia. Convencido del riesgo que corría, decidió huir en solitario para reencontrarse más adelante con su mujer y su hijo en un lugar seguro. Marchó a Madrid y después a Sevilla, donde tomó la decisión de huir a Portugal.
El poeta relató a sus captores que un camión le había dejado a cuatro kilómetros de Aroche (Huelva), donde merendó y se compró unas alpargatas. A las nueve de la noche se puso a caminar con la intención de cruzar la frontera con Portugal sin tener muy claro el terreno que pisaba, y  a las cuatro de la tarde del día siguiente se encontró sin proponérselo en el pueblo portugués de Santo Aleixo, desde el que se trasladó a Moura, donde fue detenido.
Dos puntos. El agente auxiliar interino Rafael Córdoba, continuó con el relato del detenido. “Manifiesta que le sorprendió el Movimiento Nacional en Madrid, donde se encontraba trabajando en la casa Espasa-Calpe en la confección de una enciclopedia taurina bajo la dirección de don José María de Cossío, marchándose a Orihuela, su pueblo natal, a finales de julio para disfrutar el permiso de verano concedido (…) De vuelta de nuevo a su trabajo, en septiembre de 1936 movilizaron a su quinta y se incorporó a un Batallón de Zapadores con destino en Madrid (…) pasando después al 1er. Batallón Móvil como soldado. Quedó incorporado a las oficinas donde, además de trabajar en la parte burocrática, escribía versos para el periódico ‘Al Ataque’ que eran reproducidos en el periódico “El Mono Azul” (…) versos que están recopilados en un libro llamado ‘Vientos del pueblo’, editado en Valencia en 1937”.
Un hombre solo
El primer testimonio del poeta tras su detención muestra a un hombre abatido, que teme ser asesinado en una cuneta y miente para intentar salvar la vida. La comparecencia incorporada al procedimiento sumarísimo de urgencia 21.001 que se instruyó contra él dice textualmente: “Manifiesta que es apolítico por completo, no votó nunca por ningún partido ni está afiliado a ninguno, ni tampoco hizo por pasarse a nuestras filas por ignorar por completo la causa de nuestro Alzamiento, ni darse cuenta de nada de lo que ocurría en Madrid ya que él, dedicado al trabajo, salía poco a la calle por este motivo”.
La diligencia añade que “estrechado a preguntas por quienes suscriben, todo nervioso se encerraba en un círculo vicioso diciendo ‘yo no sé, les digo a ustedes la verdad, hagan de mí lo que quieran (…) Sobre sus amistades literarias manifesta que Federico García Lorca era un hombre de mucha más espiritualidad que Azaña, que no desconoce que era pederasta, y que a pesar de esto era uno de los hombres de gran espiritualidad de España, y que después del teatro clásico él ha sido una de sus mejores figuras; advirtiendo a los agentes que suscriben tengan cuidado no sea se repita el caso de García Lorca, que fue ejecutado rápidamente, y según tiene entendido el mismo Franco (nuestro inmortal Caudillo) sentó mano dura sobre sus ejecutores”.
En busca de avales
Miguel Hernández, comenzaba así, en un destartalado depósito municipal, un triste transitar que habría de llevarle de prisión a prisión. El 17 de mayo fue ingresado en la de Huelva; el día 11 trasladado a la de Sevilla, y el 15 conducido a la cárcel madrileña de Torrijos, desde la que escribió a su mujer para que buscara avales que le ayudasen a salir de la cárcel. Uno de ellos se lo facilitó su amigo Juan Bellod Salmerón, convertido entonces en secretario de la Jefatura Provincial de Falange en Valencia. En un folio con membrete de la misma, fechado el 24 de mayo, que figura incorporada a la causa, escribe:
“Certifico que conozco desde su niñez a Miguel Hernández Gilabert (…) constándome ser persona de inmejorables antecedentes, generosos sentimientos y honda formación religiosa y humana, pero cuya excesiva sensibilidad y temperamento poético le ha hecho actuar atendiendo más a los dictados del apasionamiento momentáneo que a una voluntad firme y serena, fácilmente influenciable por acontecimientos y personas (…) Que garantizo plenamente su conducta y actuación, así como su fervor patriótico y religioso, que se revela por lo demás en la lectura de su producción literaria, singularmente en la de su magnífico auto sacramental ‘Quién te ha visto y quién te ve, y sombra de lo que era”.
Bellod relataba que Miguel Hernández le había visitado en repetidas veces en la cárcel de Jesús y María, en la que fue ingresado por los ‘rojos’ al inicio de la guerra, “constándome que hizo cuanto estuvo en su mano para evitar que fuese paseado”.  El jefe de Falange  añadía que posteriormente había perdido el contacto con él, pero que le consideraba incapaz de haber intervenido en ningún hecho delictivo.
“Estimando que su producción literaria en las publicaciones rojas obedecía a coacciones, e incluso a imperativos de su pasión, cambiada de signo por la falaz propaganda marxista, pero no a la maldad y falta de espíritu nacional y religioso que caracterizó a las fuerzas de la anti-España. No le creo pues, en lo fundamental, enemigo de nuestro Glorioso Movimiento, con cuyos principios, una vez conocidos en la reveladora verdad de nuestra Doctrina hecha actuación gloriosa, le considero identificado por su formación y por su temperamento”.
También desde la editorial Espasa Calpe avalaron su conducta, según consta en otra carta incorporada a la causa:
“Miguel Hernández Gilabert no prestaba sus servicios directamente a esta empresa, sino a las órdenes de uno de nuestros directores literarios, pero podemos manifestar que su conducta ha sido en todo momento correcta, lo mismo para su jefe que para las demás personas de esta editorial. Por Dios, por España y su Revolución Nacional-Sindicalista”. La misiva contenía en su parte inferior una posdata: “Su jefe, D. José María de Cossío, se halla actualmente ausente y oportunamente le daremos cuenta de este requerimiento, para que dé a usted su informe”.
Ante el Tribunal Especial de Prensa
Tras dos meses de estancia en prisión, el 6 de julio de 1939 Miguel Hernández prestó su primera declaración ante el juez del Tribunal Especial de Prensa, Manuel Martínez Gargallo, ante el que ya no ocultó su apoyo a la causa republicana. Lo vivido en Torrijos con otros presos republicanos le había marcado profundamente y no estaba dispuesto a renegar de sus ideales. Su testimonio fue recogido a mano por un escribiente.
Que reconoce sus ideales antifascistas y revolucionarios, no estando identificado con la Causa Nacional, creyendo que el Movimiento Nacional no puede hacer feliz a España (…) Que su libro ‘Vientos del pueblo’ es una compilación de toda la labor que como escritor antifascista y al servicio de la causa del pueblo ha desarrollado el dicente durante la guerra, su identificación a la causa roja recomendando la resistencia a la invasión, y conteniendo exaltaciones, dice el dicente, de los rasgos nobles de la causa marxista” (…) “Preguntado si con su labor como escritor antifascista reconocía la labor delictiva que realizaba recomendando la resistencia a la Causa Nacional, contesta el dicente: ‘reconocía esta labor delictiva en contra de la invasión”.
Días después, llegaba a manos del juez una carta del alcalde de Orihuela que, contra lo que el propio poeta esperaba, no sólo no avalaba su conducta, sino que vertía contra él serias acusaciones.
“He de manifestar que su actuación en esta ciudad desde la proclamación de la República ha sido francamente izquierdista, más aún marxista, incapaz por temperamento de acción directa en ningún aspecto, pero sí de activísima conducta comunistoide. Se sabe que durante la revolución ha publicado numerosos trabajos en toda clase de periódicos y publicaciones, y que estuvo agregado al Estado Mayor de la Brigada de ‘El Campesino’. Hace bastantes años se le conocía como ‘el pastor poeta’, y últimamente por ‘el poeta de la revolución’, lo que comunico a los efectos que estime oportunos. Dios, que salvó a España, guarde a usted muchos años”. Firmado en Orihuela el 14 de julio de 1939.
Su pertenencia a la brigada de Valentín González, conocido como ‘el Campesino’, que los primeros días de la guerra había contenido a las tropas rebeldes en Somosierra y evitado con ello la caída de Madrid, era una prueba irrefutable de su plena y trascendente identificación con la causa “roja”.
Dos meses más tarde, el 6 de septiembre, volvió a prestar declaración ante el juez Martínez Gargallo, y lejos de desdecirse de sus anteriores manifestaciones las ratificó, aunque negó haber luchado con ‘El Campesino’. El día 18 del mismo mes, el juez instructor resumió en quince escuetas líneas sus conclusiones:
“Está plenamente acreditado que dicho individuo, de tendencias notoriamente contrarias al Movimiento Nacional, desarrolló apenas iniciado éste una activísima labor literaria en contra de los ideales como de sus figuras más prestigiosas, apareciendo como firmante de varios manifiestos destinados a sembrar en España y en el extranjero la idea de que tan Glorioso Movimiento no era sino una vulgar invasión plagada de crímenes, y alentar al mismo tiempo a la resistencia armada contra las fuerzas nacionales; habiendo intervenido como animador, en unión de las fuerzas rojas, en el asalto y toma del Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza y existiendo, además, indicios muy racionales de haber sido comisario político de una brigada de choque”.
Versión que ratificaría el fiscal del autodenominado “Ejército de Ocupación”, que en su escrito de acusación consideró los hechos constitutivos de un delito de “adhesión a la rebelión militar, con las agravantes de perversidad y trascendencia de los hechos cometidos. Pena que se pide: MUERTE”.

Cárcel de Miguel Hernández en Huelva





Descripción

    La última etapa de la vida de Miguel Hernandez fue un cúmulo de despropósitos que convirtió su existencia en un auténtico calvario. Al desánimo personal (su primer hijo, Manuel Ramón, había muerto en otoño de 1938) se unía el desánimo colectivo (la guerra estaba prácticamente perdida, y el miedo a la muerte y a la represión era más que patente). Es una época de amargura, tan sólo aliviada por la noticia del nacimiento de su segundo hijo Manuel Miguel. Su via crucis personal comienza cuando, finalizada la guerra, intenta escapar a pie por la frontera portuguesa.

    Como Miguel Hernández no encuentra refugio seguro ni trabajo en Sevilla, se marcha a Cádiz y Jerez, buscando a Pedro Pérez Clotet (natural de Villaluenga del Rosario y director de la revista Isla, se conocieron en el 33 con motivo de la publicación de Perito en lunas) pero no lo encontró, por lo que decidió seguir su camino hacia Huelva para buscar al abogado Diego Romero Pérez en Valverde del Camino (Huelva) según su libro M.H. en mi recuerdo (Camas, 1992), quien era el contacto pensado por Miguel para pasar a Portugal. Un camión le lleva de Huelva a Aroche, allí cruza el río Rivera de Chanza, llega a Santo Aleixo, vende un traje y el reloj que le regaló Vicente Aleixandre para su boda, le dan unos escudos, este mismo comprador lo debió denunciar a la policía. Se interna hacia Moura y aquí es donde comienza la historia común del Rosal de la Frontera y Miguel Hernández, cuando el 4 de mayo de 1939 tras ser detenido en esta localidad portuguesa por la policía salazarista, fue trasladado al calabozo del puesto fronterizo de Rosal de la Frontera (Huelva).

    Antonio Márquez Bueno, agente de segunda clase del Cuerpo de Investigación y Vigilancia, y a la sazón jefe del puesto de Rosal de la Frontera (Huelva), supo desde un principio que iba a prestar un valioso servicio a la patria y ordenó a Rafael Córdoba, agente auxiliar interino, que se pusiera a la máquina de escribir. Tenía ante sí a un joven asustado que acababa de entregarle la policía portuguesa por haber cruzado la frontera de manera clandestina. Llevaba poco consigo: un billete de veinte escudos, una moneda de cinco centavos y cuatro más de diez; el libro “La destrucción o el amor” con una carta de su autor, Vicente Aleixandre, y un auto sacramental titulado “Quién te ha visto y quién te ve, y sombra de lo que eras” del que él mismo era autor.

     Rafael Córdoba comenzó a teclear: “En la villa de Rosal de la Frontera, siendo las doce horas del día 4 de mayo de 1939, Año de la Victoria, comparece el que dice ser y llamarse Miguel Hernández Gilabert, de 28 años de edad, casado en la que fue zona roja, de profesión escritor, e hijo de Miguel y de Concepción, natural de Orihuela (Alicante) y con domicilio en Cox (Alicante)”.
Llevaba Miguel en su poder 20 escudos y unos centavos, dos salvoconductos, el libro de poesía de Aleixandre La destrucción o el amor y una carta del propio Vicente, más un ejemplar de el Auto Sacramental “Quien te ha visto y quien te ve, y sombra de lo que eras”. El día 6 de mayo escribe a Josefina notificándole su detención, quitando hierro al asunto ya que fue maltratado por sus guardianes.
El 9 de mayo está en la prisión Provincial de Huelva y le conducen a Madrid, según el documento del Gobernador Civil de Huelva.
    En Rosal de la Frontera estuvo cinco días, le pegan y le torturan hasta orinar sangre. Según Enrique Cerdán Tato, hubo un testigo Francisco Guapo que comparte celda con Miguel, preso por contrabando, y gracias a la mujer de éste, Miguel recibió comida y le lavó la ropa, Miguel le dedicó un poema "Hombre encarcelado" en un papel de estraza con un dibujo del barco que pensaba coger en Lisboa, actualmente éste se encuentra inédito y en paradero desconocido.De allí es trasladado a la Prisión de Huelva, de Huelva a la prisión de Sevilla como transeúnte, unos días, y de Sevilla a la cárcel de Torrijos, a la que llegó el 18 de mayo de 1939.
     Por una serie de descoordinación gubernamental y judicial lo ponen en libertad de 15 de septiembre 1939, no se ha demostrado documentalmente lo que María Teresa León y Pablo Neruda contaron sobre la mediación del cardenal Baudrellat con Franco. Puesto que de haber sido cierto, la segunda detención, una semana después no se hubiera llevado a efecto.
   En aquellos años, acabada la guerra, la Fuerzas del Orden actuaban como verdaderos Fiscales, y con suma dureza interrogaban a los detenidos, amparados por la leyes franquistas, y estaba bien visto ante los jueces que el detenido fuera interrogado a conciencia y sin presencia de abogados, ya que la presencia del abogado en la primeras diligencias, aparece ya en España a partir de la Constitución de 1978. Sin abogados presentes, las declaración de los detenidos eran “durísimas” y los jueces las iban a tomar como verdaderos testimonios sin lugar a dudas.

   La prisión en la que estuvo el poeta es ahora la Casa de la Cultura "Miguel Hernández", donde está recreada la celda y también se ha instalado un centro de interpretación de su vida y obra.
El 12 de junio de 2010, la nuera del poeta, Lucía Izquierdo y la Presidenta del Parlamento Andaluz, Fuensanta Coves y el alcalde de Rosal de la Frontera, Ramón Márquez, descubrieron un monolito en granito gris custodiado por dos olivos. Y en segundo lugar una escultura con el busto del poeta realizado y donado al pueblo de Rosal por el joven escultor aracenense Alberto Germán Franco, con la presencia de dos alas rotas como símbolo de la libertad.

Tomado de Huelvapedia

Migue Hernández en la Prisión de Palencia

MIGUEL HERNÁNDEZ EN PALENCIA

El famoso preso de la celda 23

01.11.10 - 01:19 -


El sábado se conmemoró el primer centenario del nacimiento de Miguel Hernández (Orihuela, 1910-Alicante, 1942). Dos años antes, pasó por la cárcel de Palencia. El poeta pisó por vez primera suelo palentino el día 23 de septiembre de 1940. En la cárcel de Palencia permaneció durante dos meses cumpliendo una pequeñísima parte de la condena a treinta años de prisión que un juzgado militar le había impuesto por su participación en el bando republicano durante la guerra civil. Y fue en Palencia donde cumplió los treinta años de edad, su penúltimo cumpleaños.
   La cárcel de Palencia fue un eslabón en la cadena de presidios que el poeta oriolano conoció tras la guerra civil. Temeroso de la represión franquista, Miguel Hernández huyó a Portugal con la intención de llegar hasta Lisboa para solicitar asilo político en la embajada chilena. Pero nada más cruzar la frontera por Rosal de la Frontera, fue capturado por la policía portuguesa y entregado a las autoridades franquistas. Fue aquí donde comenzó el final trágico del poeta. Rosal de la Frontera, Huelva, Sevilla, Orihuela, Madrid, Palencia, Ocaña y Alicante fueron las ciudades y prisiones por las que Miguel Hernández fue arrastrando su pena y dejando su salud.
   El traslado de Miguel Hernández a la antigua Prisión Provincial de Palencia se produjo entre la noche y la mañana de los días 22 y 23 de septiembre de 1940 en vagones de mercancías, en un penoso viaje que duró más de dieciséis horas.
   En este destino a una ciudad tan distante de su tierra natal, algún biógrafo del poeta ha querido encontrar una falsa justificación atribuyendo el traslado a una equivocación del funcionario que tramitó el mismo y que presumiblemente cambió el nombre de Palencia por Valencia, ciudad esta última mucho más cercana a su tierra natal y a su familia.
   El poeta fue enviado a la capital palentina junto con otros 244 presos, entre los cuales, al igual que el propio Miguel, también había muchos condenados a penas de treinta años de prisión. Una parte de aquellos reclusos fueron ingresados en el antiguo manicomio, habilitado como prisión provisional, mientras que el resto, entre ellos Miguel Hernández, fueron internados en la Prisión Provincial de la avenida de Valladolid.
    La llegada al nuevo destino carcelario coincidió con la celebración de la fiesta de la Merced. Las guirnaldas, cadenetas y demás elementos ornamentales de la prisión de Palencia infundieron una falsa imagen a los recién llegados. Era una cárcel celular concebida para una población reclusa inferior a cien presos. Pero con la llegada de esta expedición, el número de reclusos sobrepasó el millar. El hacinamiento era total y Miguel Hernández, que fue destinado a la celda número 23, tuvo que compartir su reducido espacio de seis metros cuadrados con otros nueve reclusos.
   A las duras normas carcelarias se sumaron el frío y la pésima alimentación. Miguel Hernández comenzó a sentirse solo y necesitó buscar refugio en algunos de sus compañeros de presidio. En Palencia, a diferencia con Madrid, no tenía amigos que le visitasen en la cárcel o que le llevasen comida. Su consuelo estuvo en la tarjeta postal que cada semana podía escribir a su familia y en la espera de poder recibir noticias de su mujer.
    Durante los dos meses que Miguel Hernández estuvo preso en la cárcel palentina escribió a su mujer en nueve ocasiones. Del contenido de las cartas del poeta se entreven algunos aspectos sobre cómo fue su estancia en Palencia. El régimen disciplinario de la cárcel le impidió escribir a su esposa unas cartas tan extensas como las que le enviaba cuando estaba preso en Madrid, y Miguel Hernández tuvo que aprovechar al máximo el reducido espacio de esas tarjetas postales.
En la relación epistolar mantenida desde Palencia, Miguel Hernández y su esposa se mintieron mutuamente para eludir sufrimientos y preocupaciones, pero los dos sabían que la realidad era otra muy distinta. En el análisis del contenido de esta correspondencia se ven los encubrimientos consoladores a los que recurre el poeta. En un intento de evitar sufrimientos a su esposa, Miguel Hernández pocas veces le contó la verdad. Casi siempre intentaba convencerla de que su situación era buena, pero la realidad era todo lo contraria. Un claro ejemplo de esos engaños a su esposa es que cuando fue trasladado a Palencia, aún no le había comunicado que estaba condenado a treinta años de cárcel, ni tan siquiera antes le había dicho que había estado condenado a la pena de muerte.
    Las tres primeras semanas de estancia en la cárcel de Palencia fueron muy angustiosas para el poeta por la falta de noticias de los suyos. Los días de las semanas transcurrieron esperando ansiosamente noticias de su esposa. La melancolía por la ausencia de sus seres queridos intentó ser mitigada mediante la contemplación de una fotografía de su hijo, «a la que doy mi repaso diario», según le decía a su mujer en la tarjeta escrita el 14 de noviembre.
    A su estado de preocupación por el alejamiento de sus seres más queridos, Miguel Hernández tuvo que enfrentarse a otros dos serios problemas en la prisión palentina: el frío y el hambre.
La alimentación de los reclusos en la cárcel de Palencia fue pésima. Miguel Hernández palió aquella situación comprando alguna vez alimentos en el economato de la prisión, gracias a la ayuda económica que ocasionalmente recibió de sus padres. En otras ocasiones, fue la solidaridad de los propios reclusos, sobre todo los que tenían familia en Palencia y les llevaban alimentos a la cárcel, los que contribuyeron a mitigar el hambre del poeta. 
    El otoño de 1940 fue extremadamente frío en Palencia. Miguel Hernández esperó ansiosamente la ropa de abrigo que había pedido a su esposa. Una cazadora, unos pantalones, ropa interior y unas botas, porque las alpargatas que calzaba no impedían que se le congelasen los pies. En una de sus tarjetas, Miguel Hernández describió a su esposa cómo era aquel gélido otoño palentino: «Hace frío de verdad aquí. Al que le da por reírse, le queda cuajada la risa en la boca, y al que le da por llorar, le queda el llanto hecho hielo en los ojos».
    Convencido de que en su nuevo destino carcelario debía pasar una larga estancia, Miguel Hernández intentó convencer a su mujer para que se trasladase a vivir a Palencia, donde, según le decía, «no falta el pan y podrás trabajar como modista (…), y el frío, acostumbrándose a él, es saludable, y nuestro hijo se criará más fuerte, porque esto es muy sano».
     Durante su estancia en Palencia, la producción poética de Miguel Hernández fue prácticamente nula. En alguna ocasión, encargó comprar tinta y papel a la familia de un compañero de presidio. Solo quedan los recuerdos de algunos compañeros de cárcel que en su día poseyeron algún poema escrito y dedicado por Miguel Hernández y que el tiempo y el exilio hicieron desaparecer.
    Dos meses después de su llegada a Palencia, en la madrugada del día 24 de noviembre, Miguel Hernández fue entregado, a las dos de la madrugada, a una pareja de guardias civiles cuya misión era la de custodiar al poeta hasta su nuevo destino en la prisión de Ocaña. Atrás dejaba la ciudad de las mantas y el frío tan intenso que, presumiblemente, pudo llegar a afectarle gravemente.
     El deterioro de la salud del poeta durante su estancia en Palencia ha supuesto todo tipo de conjeturas. Han sido varios los biógrafos que, sin testimonio alguno, han afirmado con total seguridad que Miguel Hernández enfermó de neumonía en esta cárcel. El frío extremo de aquel otoño palentino, el hambre o las malas condiciones de higiene de la prisión fueron circunstancias en las que cualquier recluso podía contraer todo tipo de enfermedades. Pero ninguno de los compañeros de Miguel Hernández en la cárcel palentina recordaba que aquí enfermase o que se le llegase a prestar atención en la enfermería de la prisión.

martes, 17 de marzo de 2015

Exposición pictórica de Ximo Canet "Una palabra, una imagen. Homenaje a Miguel Hernández"

 

Exposición pictórica de Ximo Canet "Una palabra, una imagen. Homenaje a Miguel Hernández"

MARZO HERNANDIANO 2015


Esta exposición nace como homenaje a Miguel Hernández en el 73º aniversario de su fallecimiento, como un despertar, un canto a la naturaleza y a la solidaridad, que tan bien supo trasladarnos con sus poemas.
Basándome en algunos de ellos, como una pequeña antología creada con pinceladas, intento reflejar en mis cuadros algunos de los problemas actuales que estamos viviendo: como la sobreexplotación de los recursos naturales y los graves recortes sociales y de derechos, siendo necesaria su reivindicación y solución. Para que el trabajo realizado por muchos no quede atrás, perdido. Como un canto a la libertad, la esperanza y la naturaleza.
Ximo Canet

Sala Museo san Juan de Dios (Orihuela) del 4 al 22 de marzo de 2015.