Sinopsis:

Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com

lunes, 14 de octubre de 2019

Miguel Hernández no fue entregado por la policía portuguesa a la Benemérita







Nota de prensa
Miguel Hernández no fue entregado por la policía portuguesa a la Benemérita

Algunos  investigadores  escriben, desde hace años que, Miguel Hernández fue entregado por la policía portuguesa a la Benemérita (Guardia Civil) el 3 de mayo de 1939, y este error se continúa escribiendo sin investigar el atestado que da inicio al Sumario 21.001. Si los investigadores y biógrafos no fueran tan obsesionado en incrementar  la leyenda negra de la Guardia Civil, y mirasen el atestado aludido que condenó a muerte a Miguel Hernández el 18 de enero de 1940, comprobarían que los guardiñas entregaron al poeta por una infracción administrativa por cruza la frontera portuguesa sin documentación  al Cuerpo de Investigación y Vigilancia de Fronteras, que era un Cuerpo policial propio de fronteras, y no a la Guardia Civil del Puesto de Rosal de la Fronteras (Huelva) como se suele insistir tozudamente.
Proclamada la II República  en 1931 el Gobierno  vio necesario reforzar los medios policiales y el Cuerpo de Vigilancia pasó a denominarse Cuerpo de Investigación y Vigilancia. Una vez Franco en el poder reorganiza los Servicios de Policía con motivo de la Ley de Policía de 8 de marzo de 1941 y se crea el Cuerpo General de Policía que sustituía al anterior Cuerpo de Investigación y Vigilancia, el cual fue suprimido.
Este error y otros muchos errores que aparecen en las actuales biografías son los que el investigador hernandiano Ramón Fernández Palmeral (Piedrabuena, 1947) amplia y rectifica en su libro Miguel Hernández, el poeta del pueblo (biografía en 40 artículos), Editorial ECU, de Alicante, 2019, que se presentará precisamente en Orihuela, el pueblo natal del autor de El rayo que no cesa, el 29 de octubre a la 19.30 horas en la librería Codex.
En cambio, sí es cierto que la  Benemérita detuvo a Miguel Hernández el 6 de enero de 1936 (día de los Reyes Magos) a la orilla del Jarama, por indocumentado cuando estaba con la pintora Maruja Mallo –a la que no detuvieron-) los guardias le golpearon con las culatas de los «fusiles camineros», amenazándole de muerte y conducido después a los calabozos cuartel de San Fernando del Jarama  (hoy San Fernando de Henares) donde los guardias seguirán maltratándolo (carta a Josefina Manresa de febrero –un mes después-. En el cuartel le dejaron llamar por teléfono al Pablo Neruda, por esa  época era encargado de negocios en la Embajada de Chile en Madrid.
El diario El Socialista publicará un manifiesto el 16 de enero de 1936 de protesta firmado por un grupo de intelectuales entre los que estaba Federico García Lorca,  a favor del poeta de las esparteñas –sin calcetines-, que le dio gran publicidad, y un buen empujón a su carrera poética. Una semana después apareció publicado en la Editorial Héroe de Manuel Altolaguirre y Concha Méndez su poemario El rayo que no cesa. Tras la detención Miguel se refugió  en casa de los Alberti, en calle Marqués de Urquijo nº 47. Tras este tropiezo benemérito se afilió al Partido Comunista de España. Meses después el 23 de septiembre ingresó en el Quinto Regimiento del PC en Madrid en primera línea de fuego cavando trincheras con los Zapadores.

Otra mítica bofetada al poeta oriolano, es el que le propina y cuenta María Teresa León en Memorias de la melancolía, Losada, 1970) tiene mucho de literatura y poca consistencia histórica. Rafael Albert como esposo de María Teresa,   tiene poca o ninguna  fiabilidad. Las versiones se contradicen. Y Antonio Aparicio y José Bergamín, como testigos, no dicen nada en sus memorándums. El supuesto hecho ocurre a finales de febrero de 1939, antes del Golpe de estado del coronel  Casado (5 de marzo), cuando Maria Teresa cuenta que Hernández llegó del frente lleno de barro y sangre (cuando ya no había frente) a la sede de la Alianza de Intelectuales Antifascista situada en el palacio incauta a los condes de Heredia-Spínola, en calle Marqués del Duero número 7 de Madrid (también conocido por Palacio de Zabálburu). Este fue el domicilio eventual de Hernández desde noviembre de 1936. Llegó de Valencia para ser testigo de boda de su amigo Antonio Aparicio (25 de febrero), quien luego se asiló en la embajada de Chile durante permaneció un año, aproximadamente.
Muchos y otros desmentidos son los que el escritor y hernandiano Fernández Palmeral relata en su nueva biografía de Miguel Hernández en el 109º aniversario de su nacimiento.

Se presenta el 29 de octubre en la librería Codex de Orihuela
Alicante, 14 de octubre de 2019


Se presenta el 29 de octubre en la librería Codex de Orihuela
Alicante, 14 de octubre de 2019
Correo: ramón.palmeral@gmail.com

 Invitación:

sábado, 12 de octubre de 2019

La amistad en medio de la tragedia. Miguel Hernéndez y José María de Cossío.

La amistad en medio de la tragedia

Itinerario de publicaciones y ediciones a partir de los tesoros bibliográficos y manuscritos de José María Cossío

MARIO CRESPO LÓPEZ
Carta. Miguel Hernández envió esta tarjeta postal, fechada en junio de 1939, a José María de Cossío desde la cárcel de Torrijos (Madrid), solicitándole ayuda. ::                             DM/
Carta. Miguel Hernández envió esta tarjeta postal, fechada en junio de 1939, a José María de Cossío desde la cárcel de Torrijos (Madrid), solicitándole ayuda. :: DM
A partir de los tesoros bibliográficos y manuscritos conservados por Cossío, desde la Casona de Tudanca se han podido editar obras como el conjunto autógrafo de 'El silbo vulnerado', del propio Miguel Hernández. De los manuscritos han surgido otro tipo de publicaciones como la colección facsimilar titulada Miguel Hernández: 'Las cartas a José María de Cossío' (con un estudio preliminar de Vicente Aleixandre y prólogo y notas de Rafael Gómez, Santander, 1985).
A las Ediciones de la Casona de Tudanca le han seguido otras publicaciones trascendentes, como 'El hombre acecha' (Santander, 1981), libro de la tragedia, entre el combate entusiasmado y el dolor afligido y latente. Se trata de un facsímil de la edición que quiso hacerse en 1939. Apunto las circunstancias terribles en que la primera tirada del libro fenece prácticamente entera: destruida por las tropas llamadas nacionales en la Tipografía Moderna de la calle Avellanas, 9, Valencia. Si pocos ejemplares («capillas», en puridad) se salvan de aquella, uno llega a las manos de José María de Cossío; otro, a las de Antonio Rodríguez Moñino.
El proyecto original de Hernández, que es supervisado por algunos amigos del poeta, como Ramón de Garciasol y Antonio Aparicio, va a contar con una portada de Eduardo Vicente de la que poco o nada se sabe. La guerra y la tristeza consecuente traslucen en estos versos; la llamada sincera a la lucha, pero también una reflexión profunda sobre este llanto constante y trágico.
Raimundo Reyes, poeta murciano, ha presentado a ambos, Miguel Hernández y José María de Cossío, seguramente a principios de 1935. Desde entonces, el poeta de Orihuela trabaja como secretario del erudito, ayudándole, entre otras cosas, en la redacción de la célebre enciclopedia Los Toros. Tratado técnico e histórico, que dirige Cossío para Espasa-Calpe. Pronto, no obstante, la correspondencia cruzada entre ellos tiene tintes cada vez más dramáticos. El joven poeta viaja de Madrid a Orihuela, pendiente de su trabajo pero sobre todo de su mujer, Josefina Manresa, de su familia... En 1936 escribe Félix Ros a Miguel Hernández una carta que se guarda en el archivo de Tudanca, porque Hernández sin duda se la entrega a Cossío, ya que Ros ha añadido una post data para él: espera que le envíe el libro Poesía española. Notas de asedio, que le servirán para las oposiciones a cátedras de secundaria (en septiembre de 1941 ya encabeza sus cartas desde Barcelona como 'catedrático').
Hernández recomienda a alguno de sus amigos (Jesús Poveda, por ejemplo) bajo la protección de Cossío, confía en él antes que en nadie.
Líneas desesperadas
Desde su ciudad natal, el 19 de septiembre de 1939, Hernández manda a Cossío estas líneas desesperadas: «Querido Cossío: Desde ayer en Cox, no me queda otro remedio que recurrir inmediatamente a nuestra vieja amistad y a sus no muy viejas proposiciones de resolución de la situación mía. Libre de aquella carga que pesaba sobre mí en Madrid, ahora me encuentro atado a la vida de mi libertad frente a mi indefensa familia. Como no me encuentro bien de salud, ya que mi cabeza se resiste a mejorar, no me será posible dedicarme a un trabajo como el que hacía en Espasa-Calpe a su lado. Pienso en su tierra de Tudanca, y estoy dispuesto a trabajar en ella, a pastorear sus vacas, a lo que sea un trabajo manual, con tal de sacar mi familia, numerosa y necesitada, adelante. Si puede enviarme algún anticipo, o como quiera llamarle, por mi futuro trabajo en su tierra, hágalo sin demora, porque el hambre apremia, y me he encontrado a mi familia bastante agotada de salud y de recursos».
Son varias las cartas entre ellos; un total de diecisiete se conservan de Hernández. Cossío interviene directamente en las negociaciones para la conmutación de la pena capital que pesa sobre Hernández en 1940 a través del General José Enrique Varela, ministro del Ejército. Y lo consigue. El libro de Juan Guerrero Zamora, Proceso a Miguel Hernández, lo deja bien claro, a raíz del descubrimiento del Sumario 21.001 del poeta.
Confesiones
En 1975 Cossío confesó: «Lo que nadie sabe es que me tuve que levantar una noche a las dos o las tres de la madrugada y hablar con (aquí el nombre de un ministro, el de un general...) para que no lo fusilaran al día siguiente... Pablo Neruda sí que pudo haber hecho algo por él, recogerlo en la Embajada de Chile...». Un informe privado de abril de 1939 ha recomendado que Hernández se asile en la Embajada. Dirá Cossío al periodista José María Doñate: «Miguel, al llegar de su Orihuela natal a Madrid solo, empezó a trabajar tranquilo en mi despacho. Podría contarle muchas cosas que prefiero callar. Lo lanzó inopinada y tristemente a la política Pablo Neruda».
La enfermedad aqueja al poeta, que muere en el penal de Alicante dos años más tarde. Otra pérdida más a consecuencia de la terrible contienda. Nunca olvidará Cossío a Hernández: en 1949 edita 'El rayo que no cesa' en la colección Austral; y en 1967 escribe para 'La Estafeta Literaria' una emocionada semblanza de su amistad.

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Nota. Este artículo ganó en 2011 em Premio Internacional de Periodismo Miguel Hernández en Orihuela. Dotado con 8.000 €

Este premio dejó de fallasrs por falta de fondos de la Generalitat Valenciaan por los recortes presupuestarios.

viernes, 11 de octubre de 2019

Clausurada la exposición 'Miguel Hernández, a plena luz". Manile Filipinas


Reyes viaja a Manila para clausurar la exposición 'Miguel Hernández, a plena luz'

La capital filipina es la octava parada de la muestra que ya ha visitado tres continentes y han visto más de 18.000 personas



De izquierda a derecha, el comisario de la muestra, Juan José Téllez; el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, y el presidente de la Diputación de Jaén, Francisco Reyes. /




El presidente de la Diputación de Jaén, Francisco Reyes, ha viajado hasta Filipinas para clausurar la exposición 'Miguel Hernández, a plena luz'. La muestra itinerante, organizada por la administración provincial, ha estado ya en tres continentes después de visitar ocho ciudades y ha sido vista por más de 18.000 personas.
Juan José Téllez es el organizador de esta iniciativa que se compone de unos 50 documentos, fotografías y objetos del poeta alicantino entre los que destaca el retrato que Buero Vallejo realizó del esposo de Josefina Manresa. También figuran las cartas que se intercambiaba con su esposa, Pablo Neruda o Vicente Aleixandre así como las primeras ediciones del poemario Vientos del Pueblo.
La sede del Instituto Cervantes en la capital filipina ha acogido la muestra en la que también se ha presentado el libro 'Una querencia tengo por tu acento. Cuatro escritores filipinos en busca de Miguel Hernández', escrito por Vicente García Groyon, Marjorie Evasco, Joselito Zulueta y Jessica Zafra.
'Miguel Hernández, a plena luz' viajará en los próximos meses a las sedes del Instituto Cervantes en Toulouse y París después de haber recalado en el Reino Unido, Nueva York, Chicago y Dublín. Además, ha visitado las ciudades españolas de Sevilla, Granada y Elche.

El legado hernandiano

Francisco Reyes ha explicado que con esta exposición "la Diputación cumple así con el compromiso que habíamos adquirido con la familia del poeta de hacer más universal a Miguel Hernández, a su vida y a su obra, marcada por unos valores que tienen total vigencia en la actualidad". Además, remarca que esta muestra "ha permitido al público comprobar que la figura de Miguel Hernández es un referente de la poesía no sólo a nivel nacional, sino también internacional".
Fue en 2012 cuando la administración que preside Reyes se hizo cargo del legado de Miguel Hernández. Desde entonces, se han realizado varias actividades como "la digitalización de su legado, con el que hemos contribuido a universalizar la obra de este poeta haciéndola accesible a todo el mundo a través de Internet" según ha explicado Reyes.

jueves, 10 de octubre de 2019

"La imagen de Miguel Hernández" de Juan Cano Ballesta

                   (Tesis doctoral de Juan Cano Ballesta. "La poesía de Miguel Hernández", 1962. Gredos

                            (Libro dedicado a Ramón Ferández Palmerak por Juan Cano Ballesta)


El 28 de septiembre de 2019 recibiño la Medalla el Mérito Hernandiano, pero ni pudo asistir,
Leer la biografía de Juan Cano Ballesta en la página de Miguel Hernández virtual.

http://www.miguelhernandezvirtual.es/new/index.php?option=com_content&view=article&id=1501&Itemid=92


       Juan cano Ballesta, Guillermo de la Toore,  Mercedes Alonso (esposa de Juan Cano Ballesta)


    Juan Cano Ballesta debio de haber entrado en al Real Academia de la Lengua.

miércoles, 9 de octubre de 2019

Portada, contraportada y solapas de "Miguel Hernández, el poeta del pueblo (biografía en 40 artículos)

           Ramón PALMERAL, con el retrato de Miguel Hernández que pintó en 2003. Colección privada del autor.
El libro se presentará en Orihuela el 29 de octubre de 2018, en la Librería Codex

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Activiades en Orihuela en homenaje a Miguel Hernández en el mes hernandiano, octubre 2019

Cultura llena de actividad para toda la familia la Biblioteca Municipal María Moliner

Cultura llena de actividad para toda la familia la Biblioteca Municipal María Moliner
La concejala de Cultura, Mar Ezcurra,


                    ... ha presentado hoy  la programación de la Biblioteca Municipal ‘María Moliner’ de este último trimestre del año 2019. Una programación variada que tiene como protagonista, como en ediciones pasadas, al público infantil, que podrá disfrutar de talleres, cuentacuentos, cine en familia y juegos en horario de tarde.
“Con esta programación continuamos ofreciendo actividades para que los más pequeños junto a sus familiares disfruten de la vida diaria de nuestra biblioteca municipal”, ha explicado  Mar Ezcurra, quien ha anunciado que todos los martes, a partir de las 18.00 horas, se desarrollarán talleres infantiles didácticos y educativos dirigidos a niños y niñas de edades comprendidas entre los 3 y 12 años. Los miércoles es el día elegido para el cine, que compaginará Cine en Familia con películas de animación para todos los públicos y Cine de Ciencia Ficción y Cine de Suspense para adultos.  Los jueves se dedicarán a los cuentos, ya que a partir de las 18.00 horas se llevarán a cabo narraciones orales de cuentos infantiles de humor, mágicos, tradiciones, fantásticos, etc. Así como talleres literarios y narrativos.
Esta última programación cultural del año en la biblioteca María Moliner cuenta con talleres y actividades dedicadas a la igualdad y señalizadas en la programación con el Punto Violeta “con el objetivo de ofrecer actividades educativas diferentes, desmitificadoras de roles, inclusivas y cercanas. Cuentos y talleres que permiten a los niños y niñas entenderse a sí mismos y a los demás de una manera más integradora”, como ha explicado la concejala.
También esta programación cuenta con actividades dedicadas al poeta Miguel Hernández, cuyo aniversario tendrá lugar el próximo 30 de octubre.
Esta programación se puede ya consultar en la página web de Cultura: www.cultura.orihuela.es y en las redes sociales de la concejalía.
Además, la biblioteca municipal María Moliner, y esta programación, estrena este trimestre nueva imagen con un folleto más cómodo y llamativo que recoge todas las actividades programadas por la concejalía de Cultura en la biblioteca municipal.

La amistad en medio de la tragedia. Miguel Hernández y José María Cossío, por Mario Crespo López

La amistad en medio de la tragedia

Itinerario de publicaciones y ediciones a partir de los tesoros bibliográficos y manuscritos de José María Cossío

MARIO CRESPO LÓPEZ
Carta. Miguel Hernández envió esta tarjeta postal, fechada en junio de 1939, a José María de Cossío desde la cárcel de Torrijos (Madrid), solicitándole ayuda. ::                             DM/
Carta. Miguel Hernández envió esta tarjeta postal, fechada en junio de 1939, a José María de Cossío desde la cárcel de Torrijos (Madrid), solicitándole ayuda. :: DM
A partir de los tesoros bibliográficos y manuscritos conservados por Cossío, desde la Casona de Tudanca se han podido editar obras como el conjunto autógrafo de 'El silbo vulnerado', del propio Miguel Hernández. De los manuscritos han surgido otro tipo de publicaciones como la colección facsimilar titulada Miguel Hernández: 'Las cartas a José María de Cossío' (con un estudio preliminar de Vicente Aleixandre y prólogo y notas de Rafael Gómez, Santander, 1985).
A las Ediciones de la Casona de Tudanca le han seguido otras publicaciones trascendentes, como 'El hombre acecha' (Santander, 1981), libro de la tragedia, entre el combate entusiasmado y el dolor afligido y latente. Se trata de un facsímil de la edición que quiso hacerse en 1939. Apunto las circunstancias terribles en que la primera tirada del libro fenece prácticamente entera: destruida por las tropas llamadas nacionales en la Tipografía Moderna de la calle Avellanas, 9, Valencia. Si pocos ejemplares («capillas», en puridad) se salvan de aquella, uno llega a las manos de José María de Cossío; otro, a las de Antonio Rodríguez Moñino.
El proyecto original de Hernández, que es supervisado por algunos amigos del poeta, como Ramón de Garciasol y Antonio Aparicio, va a contar con una portada de Eduardo Vicente de la que poco o nada se sabe. La guerra y la tristeza consecuente traslucen en estos versos; la llamada sincera a la lucha, pero también una reflexión profunda sobre este llanto constante y trágico.
Raimundo Reyes, poeta murciano, ha presentado a ambos, Miguel Hernández y José María de Cossío, seguramente a principios de 1935. Desde entonces, el poeta de Orihuela trabaja como secretario del erudito, ayudándole, entre otras cosas, en la redacción de la célebre enciclopedia Los Toros. Tratado técnico e histórico, que dirige Cossío para Espasa-Calpe. Pronto, no obstante, la correspondencia cruzada entre ellos tiene tintes cada vez más dramáticos. El joven poeta viaja de Madrid a Orihuela, pendiente de su trabajo pero sobre todo de su mujer, Josefina Manresa, de su familia... En 1936 escribe Félix Ros a Miguel Hernández una carta que se guarda en el archivo de Tudanca, porque Hernández sin duda se la entrega a Cossío, ya que Ros ha añadido una post data para él: espera que le envíe el libro Poesía española. Notas de asedio, que le servirán para las oposiciones a cátedras de secundaria (en septiembre de 1941 ya encabeza sus cartas desde Barcelona como 'catedrático').
Hernández recomienda a alguno de sus amigos (Jesús Poveda, por ejemplo) bajo la protección de Cossío, confía en él antes que en nadie.
Líneas desesperadas
Desde su ciudad natal, el 19 de septiembre de 1939, Hernández manda a Cossío estas líneas desesperadas: «Querido Cossío: Desde ayer en Cox, no me queda otro remedio que recurrir inmediatamente a nuestra vieja amistad y a sus no muy viejas proposiciones de resolución de la situación mía. Libre de aquella carga que pesaba sobre mí en Madrid, ahora me encuentro atado a la vida de mi libertad frente a mi indefensa familia. Como no me encuentro bien de salud, ya que mi cabeza se resiste a mejorar, no me será posible dedicarme a un trabajo como el que hacía en Espasa-Calpe a su lado. Pienso en su tierra de Tudanca, y estoy dispuesto a trabajar en ella, a pastorear sus vacas, a lo que sea un trabajo manual, con tal de sacar mi familia, numerosa y necesitada, adelante. Si puede enviarme algún anticipo, o como quiera llamarle, por mi futuro trabajo en su tierra, hágalo sin demora, porque el hambre apremia, y me he encontrado a mi familia bastante agotada de salud y de recursos».
Son varias las cartas entre ellos; un total de diecisiete se conservan de Hernández. Cossío interviene directamente en las negociaciones para la conmutación de la pena capital que pesa sobre Hernández en 1940 a través del General José Enrique Varela, ministro del Ejército. Y lo consigue. El libro de Juan Guerrero Zamora, Proceso a Miguel Hernández, lo deja bien claro, a raíz del descubrimiento del Sumario 21.001 del poeta.
Confesiones
En 1975 Cossío confesó: «Lo que nadie sabe es que me tuve que levantar una noche a las dos o las tres de la madrugada y hablar con (aquí el nombre de un ministro, el de un general...) para que no lo fusilaran al día siguiente... Pablo Neruda sí que pudo haber hecho algo por él, recogerlo en la Embajada de Chile...». Un informe privado de abril de 1939 ha recomendado que Hernández se asile en la Embajada. Dirá Cossío al periodista José María Doñate: «Miguel, al llegar de su Orihuela natal a Madrid solo, empezó a trabajar tranquilo en mi despacho. Podría contarle muchas cosas que prefiero callar. Lo lanzó inopinada y tristemente a la política Pablo Neruda».
La enfermedad aqueja al poeta, que muere en el penal de Alicante dos años más tarde. Otra pérdida más a consecuencia de la terrible contienda. Nunca olvidará Cossío a Hernández: en 1949 edita 'El rayo que no cesa' en la colección Austral; y en 1967 escribe para 'La Estafeta Literaria' una emocionada semblanza de su amistad.

Miguel Hernández: DOS BOFETADAS A CAMBIO DE PUBLICIDAD



Miguel Hernández: BOFETADAS A CAMBIO DE PUBLICIDAD


    Ya se las dieron a Miguel Hernández una bofetadas, la Guardia Civil el día de los Reyes del 1936 (menduo regalo), en el campo de San Fernando del Jarama paseando Miguel con Maruja Mallo, La Benemérita le pidió la documentación y como no la llevaba encima salió corriendo y lo detuvieron por sospechoso.  Nada más entrar en la casa-cuartel de San Fernando el Cabo Comandante de Puesto el arreó un par de bofetadas, y los guardias  le dieron golpes y le amenazaron con la culata de los fusiles –contó Mª Teresa León- por resistirse.
    La Benemérita de aquella época actuó como era su costumbre proteger a los señoritos y apalear a los jornaleros, gitanos y gente de mal vivir,  es decir, como cuenta el chiste cuartelero: primo disparar y luego preguntar.
    Diez días después se publicó un manifiesto de protesta en El Socialista a favor del poeta oriolano, firmada por los intelectuales más destacados de la época. Lo cual supuso una importante dosis de publicidad, días después, el 24 de enero.  Apareció publicado su poemario “El rayo que no cesa”, publicado en la colección “Héroes” de Manuel Antolaguirre y Concha Méndez.
    En enero la Revista Occidente de Ortega y Gasset, le publica 6 sonetos y la “Elegía a Ramón Sijé”. El 15 de enero de 1936 Juan Ramón Jiménez le concede una entrevista en su domicilio, quien el 23 de febrero elogia a Miguel en “El Sol”, por su “Elegía a Ramón Sijé”.   El 30 de enero publica  en “La Verdad” de Murcia un escrito en  prosa “Ramón Sijé”.
    El “Heraldo de Madrid”,  dirigido Alfredo Cabanillas que, a pesar de declararse “Independiente”, defendía las causas republicanas y frentepopulistas, le hizo una breve reseña el 12 de marzo de 1936, en la decimotercera página de la sección de “Literatura”, por el periodista especializado Miguel Pérez Ferrero.  Este periodista lo presentará en Unión Radio (dirigida por Urgoiti), donde Miguel recitó “Sino sangriento” y “Égloga” a Garcilaso, cobro 1o pesetas.
    Es decir, que lo que quiero sintetizar es que aquellas bofetadas de la Benemérita sirvieron para que “El Socialista” publicara un manifiesto de protesta a favor del poeta de las esparteñas, que le dio gran publicidad, y un buen empujón a su carrera poética.
    En esto meses de otoño de 2011, Miguel recibe nuevas bofetadas, cuando su legado sale del Centro Hernandiano, y nuevamente salta a las páginas del periódico. Legado entregado en depósito por Josefina Manresa en 1985.
   En 1936, Miguel había roto con Josefina,  y se fue al calor de la artista vanguardista Maruja Mallo (8 años mayor que Migue) de la  llamada «Escuela de Vallecas» la que le había presentado en Madrid su paisano y amigo pintor Paco Die. Un 6 de enero salieron Miguel y Maruja en tren a los campos de San Fernando de Jarama, (hoy de Henares).  Y ocurrió lo ya contacto. Una vez Miguel en Madrid acudió a Alberti, a María Teresa León. A raíz de esta ayuda, Miguel Hernández a través de ellos se afilia al Partido Comunista. Sus palabras fueron: “Estoy con vosotros. Lo he comprendido todo. También intercede Pablo Neruda, por entonces cónsul de Chile en Madrid, y demás  amigo poetas, que firmaron el siguiente manifiesto:

En el diario El Socialista, de gran tirada donde se publicaba el siguiente Manifiesto, el 16 de Enero de 1936.   “Protesta a favor del poeta Miguel Hernández”
  “El lunes, día 7 de este mes de enero, estando el poeta murciano (sic) Miguel Hernández pasando el día en las orillas del Jarama, fue detenido por la guardia civil, y preguntado, primero, qué hacía por aquellos lugares. Miguel Hernández contestó, sonriente, que era escritor y que estaba allí por gusto. El traje humilde, modesto, de nuestro amigo, llevó a la guardia civil a tratarle con violencia, conduciéndole al cuartelillo de San Fernando. Durante el trayecto, para ocultar la vergüenza que provocaba en él la detención, Miguel Hernández, de rabia, fue dándoles con el pie a las piedras. Entonces, le amenazaron de muerte, diciéndole: “Si no por aquella mujer que viene andando detrás de nosotros, te dejamos seco.” [La mujer era Maruja Mallo]
   Al entrar en el cuartelillo, y sin más explicación, el cabo le abofeteó. Siguieron los golpes, hasta con unas llaves que le quitaron después de un registro minucioso, en el que encontraron además, como terrible prueba, una cuartilla encabezada con este nombre: “Juan de Ocón.” Los guardias civiles de aquel puesto no podían comprender que un hombre con aire campesino escribiese un título para una obra de teatro. “Este es un cómplice. Anda. Confiesa.” Así, golpeado, insultado, vejado, permaneció varias horas en el cuartelillo, hasta que pudo telefonear a un amigo de Madrid, que respondió de su persona.
Enterados de este atropello, lo denunciamos al ministro de la Gobernación, y protestamos, no de que la guardia civil exija sus documentos a un ciudadano que le parezca sospechoso, sino la forma brutal de hacerlo, pues en vez de limitarse a comprobar su identidad, le golpease (sic) maltratándole y hasta amenazándole de muerte. Protestamos de la vejación que representa el abofetear a un hombre indefenso. Protestamos de esta clasificación entre señoritos y hombres del pueblo que la guardia civil hace constantemente. En este caso que denunciamos, Miguel Hernández es uno de nuestros poetas jóvenes de más valor. Pero, ¡cuántas arbitrariedades tan estúpidas y crueles como ésta se cometen a diario en toda España sin que nadie se entere! Protestamos, en fin, de esta falta de garantías que desde hace tiempo venimos sufriendo los ciudadanos españoles.
Encabezaba la protesta Federico García Lorca y seguían las firmas de José Bergamín, José María de Cossío, Ramón J. Sender, Antonio Espina, Arturo Serrano Plaja, César M. Arconada, Pablo Neruda, Maria Teresa León, Rosa Chacel, Miguel Pérez Ferrero (que en estos momentos trabaja en su biografía de Antonio y Manuel Machado), José Díaz Fernández, Rafael Alberti, Manuel Altolaguirre, Concha Méndez, Luis Cernuda, Luis Lacasa y Luis Salinas.”

LA CONTROVERSIA DE LA BOFETADA DE MARÍA TERESA LEÓN:
A primeros de marzo de 1939, en la sede de la Alican de Intelectuales Antifascistas C/. Marqués del Duero 5 (palacio abandonado e incautado a los marqueses de Heredia-Spínola), Maria Teresa León esposa de Rafael Alberti, cuenta ens liro Memroai de la melancolia, 1970, que le dio una bofetada a Miguel que lo tiró al suelo, por unos insultos que profirió el poeta contra los asistentes a aun fiesta que se organzaba en la Alianza, porque según dice, dijo "Aquí hay mucha puta y mucho hijo de puta" (insultos que yo considero que no los dijo Miguel porque no estaba en su vocabulario).  
Los testigos eran Rafael Alberti, que no vale como testigo y Antonio Aparicio, que no ha contó nada que yo separa de este incidente.

EXPEDIENTE MILITAR DE MANUEL MANRESA PAMIES, SUEGRO DE MIGUEL HERNÁNDEZ

 

 

EXPEDIENTE MILITAR DE MANUEL MANRESA PAMIES, SUEGRO DE MIGUEL HERNÁNDEZ

El autor de este artículo es Ramón Fernández Palmeral
 
 
La vida del universal poeta oriolano Miguel Hernández no sólo nos interesa a los hernandianos a través de su obra, sino que también nos es aprovechable la vida de sus familiares directos o afines, amigos y allegados.
Todo ello sirve al propósito de ampliar diferentes puntos de vista que nos acerquen a conocer zonas oscuras, dudosas o circunstancias aleatorias que enriquezcan la vida del poeta/miliciano. En este caso, la aclaración de diversos errores que algunos críticos han cometido con el suegro del poeta, de quien poco o nada se conoce y, por lo general, aluden a él despectivamente como el padre de Josefina o el padre de la novia.
Con este artículo pretendo aclarar documentalmente los malentendidos existentes en torno a la identidad de este importante personaje que influyó decisivamente en el cambio de parecer de su hija en lo concerniente a las relaciones de ésta con el poeta. En definitiva, llevar la investigación a un razonamiento objetivo, sin tomar partido por ninguno de los dos personajes: suegro y yerno.
Quiero aproximarme al expediente militar del guardia civil de segunda clase MANUEL MANRESA PAMIES (con acento átono en la a), suegro de Miguel Hernández, por los documentos que me han llegado gracias a la generosa aportación del Jefe de los Servicios de Estudios Históricos de la Guardia Civil, así como indagar en la filiación de Manuel y en las razones que llevaron a Josefina a negar la pertenencia de Miguel al Partido Comunista, según los artículos de Ramón Pérez Álvarez recientemente publicados por la Fundación Cultural Miguel Hernández y Asociación Cultural Empireuma (Hacia Miguel Hernández, edición, prólogo y notas de Aitor L. Larrabide y José Luis Zerón, epílogo de César Moreno, 2003). De este modo, podremos razonar los frecuentes viajes de Miguel Hernández al pueblo de Cox.
Manuel Manresa Pamies nació en Cox (Alicante) el 6 de julio de 1889. Hijo de Juan Manresa Almarcha y de Gertrudis Pamies Berná, que sepamos tenía dos hermanos José y Juan, y una hermana, Gertrudis. Cuando fue filiado como quinto por el cupo de Cox en el reemplazo de 1910 para servir como soldado durante un tiempo de doce años. En la ficha correspondiente figura como jornalero, y en el pertinente acto de entrar en Caja o «ser medido» el 1 de agosto de 1910 se le leyeron las leyes penales según las ordenanzas militares. Como testigo figura el Alcalde constitucional de Cox, Manuel Cuenca.
Ingresó como soldado en el Regimiento de Infantería San Fernando número 11 de Alicante el 5 de marzo de 1911. Fue destinado a Melilla y sirvió durante tres años en el Protectorado español de Marruecos en el Rif, donde se llevaron a cabo encarnizadas luchas contra las cábilas del temido jefe rifeño Ahmed Rasuni. Por su muestras de probado valor recibió la Medalla de la Campaña de Melilla, creada por Real Orden de 20 de Mayo de 1910 (después de la visita que Alfonso XIII realizó a Melilla en enero de 1910). Por ese periodo de guerra, y como premio, le fueron abonados un año, dos meses y siete días de servicio en campaña (recordemos que estos tiempos abonados servían para acumularlos a la hora del retiro). Es decir, nos encontramos ante un héroe de guerra. El 1 de marzo de 1914 pasó a la situación administrativa de reserva activa, situación en la que permaneció un año y cinco meses.
El 4 de marzo de 1915 se casó con Josefa Marhuenda Ruiz natural de Cox. El 1 de agosto de 1915 ingresó como guardia 2º en el Instituto General de la Guardia Civil, estuvo destinado en Quesada (Jaén) donde nació Josefina el 2 de enero de 1916, en calle Ángel, casa-cuartel de la Guardia Civil de Quesada. Después fue destinado a San Miguel de las Salinas (donde nació el hijo Manuel), a Dolores (nacieron tres hembras, salió unos meses concentrado para Melilla porque se ganaba 50% más de paga) y a Orihuela (estuvo nueve años). En el año 1935 llevaba veinte años de servicio, por lo que se le concedió la gratificación de efectividad del 4º quinquenio y el uso de los tres galones de distinción, ya que con los abonos acumulados se le consideró como si llevara 25 años de servicios efectivos. Hallándose destinado en Orihuela figura en su ficha la siguiente anotación: «El día 29 de diciembre de 1935 salió para Cox con permiso urgente por enfermedad grave de su padre, y regresó el 2 de enero del año siguiente». La casa familiar estaba situada en la calle Santa Teresa número 15, de Cox, donde tantas carta mandara Miguel a Josefina.
El 7 de febrero de 1936 le fue otorgado por el Ministerio de la Guerra un abono de tiempo de servicio efectivo de 3 meses y 19 días el estado de guerra declarado en la provincia de Alicante desde el 6 de octubre de 1934 al 24 de enero de 1935.
El 12 de abril de 1936 hicieron el traslado a Elda. Hallándose ya destinado en Elda, el día 13 de agosto de 1936, fue muerto, así lo recoge la ficha personal: “fue muerto este guardia como igualmente un Cabo y cinco guardias más...”. No nos dice por quién o quiénes, ya que la anotación fue escrita el 31 de diciembre de 1936 en el 15º Tercio de la Guardia Nacional Republicana (nuevo nombre dado a la Guardia Civil en la zona gubernamental o republicana), en Murcia. El crimen sucedió: «En las proximidades del Cine Coliseo, cerca de la carretera de Madrid a Alicante», según anota Odón Betanzos en su tesis doctoral, bloque 3, capítulo IV: El soldado poeta, y que pertenece, según este autor, a Manuel Muñoz Hidalgo. Le pegaron un tiro en la cabeza que lo dejó desfigurado.
Estas muertes resultan un tanto extrañas. Puesto que tanto la Guardia Civil de Alicante como los Carabineros y Regimientos no se sublevaron sino que estuvieron siempre al lado de la República hasta el fin de la guerra civil, incluso a las órdenes del Gobernador Civil Valdés Casas y del diputado Vicente Sol, llegando a cercar, atacar y apresar a sus propios compañeros sublevados en la provincia de Albacete en los cargueros fondeados en el puerto de Alicante, con trágico final. Josefina Manresa en su muy de agradecer libro Recuerdos de mi vida con Miguel Hernández (Ediciones de la Torre, Madrid, 1980, p. 64) apunta las causas:
«Contaban que ese día, 13 de agosto de 1936, tuvo orden la guardia civil del puesto de Elda, más los concentrados que se encontraban esos días allí, de marchar al frente de Madrid. En la calle se encontraban cuatro guardias, y un cabo. (El cabo Marcos, concentrado, que era de Callosa de Segura). Un tal Esteve, de Albatera (guardia civil de caballería, también concentrado allí) le dijo a los milicianos que la guardia civil de Elda, al llegar a no sé que punto, se iba a sublevar (...) Mi padre había salido a poner un telegrama a un hermano suyo [José], empleado electricista en la estación de Alcázar de San Juan...»
Manuel Manresa dejó esposa y cinco hijos (cuatro hembras y un varón). Cuenta Josefina (1980,78) «Mi padre le dijo a mi madre: “No seas desconfiada, que son gente buena”. Se refería a los milicianos, que hacían vida en el cuartel junto con los guardias civiles en aquellos primeros días de la guerra». Entre los huérfanos quedaba Josefina, la mayor, tenía 20 años, y que se casaría por lo civil con Miguel Hernández el día 9 de marzo de 1937 en Orihuela. Según Josefina, «no había forma de celebrarlo por la Iglesia», actuando como testigos dos grandes amigos del poeta: Carlos Fenoll y Jesús Poveda.
El 5 de marzo de 1937 el ya difunto Manuel obtuvo un ascenso póstumo al empleo de Cabo en atención a las circunstancias de su fatal desenlace, como puede leerse en su Hoja de Servicios. El sueldo mensual era de 258 pesetas más los complementos de antigüedad. La familia no cobró indemnización alguna, tan sólo les fueron pagados los meses correspondientes hasta finalizar el año 1936, es decir, un total de 1.540 pesetas con 37 céntimos. A la muerte de Manuel, su esposa y huérfanos se trasladan a Cox, donde vivían los tíos paternos que podían ayudarles, al verse obligados a abandonar la Casa- Cuartel. Por eso, cuando Miguel Hernández fue puesto en libertad en Madrid sin explicación ni cargos el 17 de septiembre de 1939, se trasladó a Cox a ver a su mujer e hijo, aunque tuvo la fatalidad de ir a ver a los padres de Ramón Sijé en Orihuela el día 29 de su onomástica, según me contó una tarde mi amigo Manuel- Roberto Leonís. La suegra de Miguel falleció el 22 de abril del 37 en Cox, vinieron él y Josefina desde Jaén al entierro, él compró un ataúd que le costó 40 pesetas. «La familia criticó la pobreza del ataúd» según cuenta Josefina Manresa ya mencionado libro, injustamente, llamado por Guerrero Zamora: «desmemoriados Recuerdos de la viuda de Miguel Hernández, p.66). Libro que ha servido para completar en este artículo.
En un certificado del Comisario de Guerra de Alicante firmado por Federico Montero, de 25 de octubre de 1939, aparece la siguiente nota literal: «Que de los antecedentes que obran en esta Oficina, resulta que el Guardia que fué (sic) de esta Comandancia, MANUEL MANRESA PAMIES, falleció en Elda de esta Provincia el día 13 de Agosto de mil novecientos treinta y seis, asesinado por elementos marxistas de aquella localidad y sus herederos percibieron hasta Diciembre de dicho año, únicamente, los devengos de aquel...», es decir, los devengos se refiere al salario hasta final de la partida presupuestaria de ese año. Por ello desde enero de 1937 a marzo de 1939, la viuda no cobró salario ni indemnización de la República, sino que fue dado de baja sin más trámites al final de diciembre de 1936.
En copia de una instancia que obra en mi poder, cedida por el Servicio Histórico de la Guardia Civil, Juan Manresa Pamies, hermano mayor del difunto Manuel, nombrado tutor de los huérfanos por la muerte de su cuñada el 22 de abril de 1937, solicitó el 10 de octubre de 1939 al Ministro de la Gobernación que le fueran abonados los devengos no percibidos en la fecha ya citada (entre enero de 1937 a marzo de 1939). (Se adjunta fragmento de la instancia). Esta precariedad económica debió afectar, sin duda alguna, a la familia Manresa. Así se explicaría el lamentable suceso del fallecimiento de Manuel Ramón el 19 de octubre de 1938, primogénito de Miguel Hernández y Josefina, por falta de alimentos y medicinas. O que en enero de 1939 naciera el segundo hijo en un ambiente familiar falto de recursos económicos, en el que recordamos las célebres «Nanas de la cebolla», que escribiera Miguel «al recibir una carta de su mujer en que le decía que no comía más que pan y cebolla. Miguel, desde la prisión de Torrijos (Madrid), le envía en respuesta el 12 de septiembre de 1939», según la nota de Juan Cano Ballesta pág. 218, Cátedra, El hombre y su poesía, Madrid, 1991. La primera estrofa dice así:
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre:
escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla:
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
(Fragmento de «Nana de la cebolla» de M.H.)
Esta peculiar y hermosa nana ha sido considerada por Concha Zardoya, recientemente fallecida, como la más trágica canción de cuna de la historia de la poesía española.
A la muerte de Juan Manresa, hermano de Manuel, fue Gertrudis la que se hizo cargo de la tutoría de los cinco huérfanos. El 7 de mayo de 1941 se expidió certificado por el jefe del Detall de Murcia para documentar instancia destinada al ingreso de los huérfanos menores en el Colegio de Huérfanos de la Guardia Civil. Como nos narra Carmen Manresa, según entrevista de Nuria Illescas en El Eco Hernandiano (nº 6, septiembre 2003): «Cuando Miguel murió estábamos nosotras [se refiere a otra hermanas, no a Josefina] en Valdemoro en un colegio que tenían allí» [la Guardia Civil, debe añadirse al artículo]. También cuenta Carmen que a la muerte de Miguel Hernández salieron del colegio de Valdemoro y marcharon a vivir a Elda. Al año siguiente, 13 de mayo de 1942, se extiende un certificado para documentar las Clases Pasivas del Estado, es decir, una pensión de orfandad.
Esta nueva situación económica, sin duda alguna, mínima y precaria de la tutora Gertrudis y de Josefina, que ganaba algún dinero cosiendo de día y de noche, debió influir en el ánimo de esta última para negar la afiliación de su marido al Partido Comunista y la destrucción del carné, como dejó escrito Ramón Pérez Álvarez: «Miguel era un activo comunista. Josefina Manresa lo ha negado y ello, según creía, había motivado la enemistad que me profesaba (...) ordené sus papeles entre los cuales estaba El torero más valiente cuya existencia negó durante años Josefina (...) de ahí la insistencia de Josefina en negar la militancia de Miguel» (Hacia Miguel Hernández, cit., pp.25-26).
Llego a la conclusión de que resulta razonable el hecho de que Josefina negara la pertenencia de Miguel al Partido Comunista por temor a que le retiraran o denegaran la pensión del padre en el nuevo régimen franquista, en 1942 cobraba una pensión de orfandad concedida y, además, tenía a dos hermanas en el Colegio de Huérfanos (Valdemoro, El Juncarejo).
Josefina fue una mujer fiel a la memoria de su padre y a la de su esposo. Dentro de su corazón debía de existir un conflicto interno por ser hija de un asesinado por milicianos, milicianos como su esposo y padre de su hijo. Aitor L. Larrabide recoge en su tesis doctoral (Miguel Hernández y la crítica, Universidad de León, 1999, p.294) lo siguiente: «pregunta cómo se haría perdonar MH aquel hecho [él no tuvo nada que ver, los responsables fueron unos milicianos exaltados, afirmamos nosotros]».
Conclusiones:
Me quedan algunas preguntas en el tintero: ¿quería Manuel Manresa a Miguel como yerno, un hombre de dudoso porvenir que no aseguraba el bienestar de su hija casadera y además había sido detenido en enero de 1936 en San Fernando del Jarama cuando contemplaba los toros con Maruja Mallo?. Como guardia civil debió tener constancia de este hecho porque todos los hechos delictivos de un individuo se vertían a la ficha policial obrante en el pueblo de nacimiento. Los novios se casaron a la muerte del padre. Durante el noviazgo hubo entre ellos épocas de distanciamiento o desamor, era «de una castidad pueblerina», según apunta José Luis Ferris. Yo creo que era un mujer recatada como la mayoría en aquellos años. Y me pregunto: ¿se dejaba llevar Josefina por el desfavorable parecer de padre?, ¿qué relación tenía Miguel con el padre de su novia? ¿se lamentó de su muerte? Durante el mes de agosto de 1936 Miguel Hernández estaba en Orihuela, ¿asistió al entierro en Elda, la de manicomio como solía llamar a esta localidad?
Fragmento de 'Doce artículos hernandianos y uno más'.
Nota.- Con fecha 9 de agosto 2007 hemos recibido desde Quesada, por parte de Juan Antonio López Vílchez, Concejal del Cultura de esta localidad Acta de Nacimiento de Josefina Manresa, por este documento nº 14.082 sabemos que era nieta por línea paterna de Juan Manresa Almarcha y Gertrudis Pamies Berná: línea materna de Carmelo Marhuenda Zambrana y de Josefa Ruiz Marín, los testigos fueron Víctor Fernández Torrrecilla y Francisco Ruiz Corral. Por este documento sabemos que con fecha 6 de octubre de 1936, se pidió una certificación para casamiento, es decir, que Miguel y Josefina en octubre del 36, ya pensaban casarse.
Nuevos datos sobre el suegro de Miguel Hernández
Llegan nuevos documentos, una anotación de los guardias y nombre del cabo que fueron asesinados por los marxistas en Elda (Alicante). Todo es relavante para la Memoria Histórica.
La anotación hecha por el 15º Tercio de la Guardia Nacional Republicana (nombre que se le dio a la Guardia Civil en el bando republicano), es la siguiente, se refieren a Manuel Manresa.
Sin título-2 copia
Anotación en Hoja de Servicios del guardia civil Manuel Manresa Pamies..
Transcripción del texto manuscrito:
1936.- En igual situación.- En 2 de enero regresó del permiso urgente expresado en la nota anterior (se refiere a enfermedad grave de su padre). Por orden del Ministerio de la Guerra de la 7 ... se le concede 3 meses y 19 días de abono para todo los efectos, por el tiempo abarcado en estado de guerra en la provincia de Alicante, desde el 6 de octubre de 1934, al 24 de enero de 1935,. En los sucesos ocurridos en Elda el día 13 de agosto, fue muerto este guardia, como igualmente un Cabo y cinco guardias más, quedando unido a continuación copia de la ... (comunicación) del Señor Jefe de la Comandancia de Alicante, en que participaba dicho suceso, por cuyo motivo y según relación de alta y baja emitida por el primer Jefe de la Comandancia...
Durante los años de la guerra civil fallecieron en la provincia de Alicante por distintas razones unos cuarenta guardias civiles cuya relación adjunto tomadas del Boletín Oficial de la G.C. de 1 de agosto de 1940.
Sin título-3 copia
Uno de los guardias asesinados junto Manuel Manresa, se llamaba Manuel Morales León.

Josefina Manresa Marhurenda, esposa musa y custodia del legado de Miguel Hernández

JOSEFINA MANRESA, BREVE BIOGRAFÍA


JOSEFINA MANRESA MARHUENDA. La mujer necesaria. (Quesada, Jaén, 2-1-1916 – Elche, 18-2-1987).
    Josefina Manresa falleció, en Elx (Alacant) el 18 de febrero de 1987, había nacido en el bello pueblo andaluz de Quesada (Jaén), rodeada de olivos. Sus padres Josefina Marhuenda Ruiz y Manolo Manresa Pàmies,  habían llegado allí en 1915, procedentes de Cox (Alacant), el padre guardia civil estaba allí destinado.
    El 21 de abril de 1927 la familia llega a Orihuela, residiendo en el cuartel de la Casa del Paso. Allí conoce a Miguel Hernández en el verano de1933, y se inicia su noviazgo en 1934, rompe las relaciones por seis meses, entre 1935 y 1936, y el 1 de febrero de 1936 lo reanudan hasta su matrimonio por lo civil, en Orihuela, el 9 de marzo de 1937. Fue la compañera, la musa del oriolano y la destinataria de decenas de poemas y más de cuatrocientas cartas.
    Su padre tiene un nuevo destino en Elda (Alacant) y allí se traslada la familia, el  21 de abril de 1936 y en esta ciudad es asesinado su padre el 13 de agosto de 1936. Y la familia se traslada a Cox, casa de la abuela de Josefina.
    El 19 de diciembre de 1937 nace en Cox el primer hijo de Miguel y Josefina, Manuel Ramón, quien fallece a los diez meses a causa de unas infecciones intestinales. El segundo hijo, Manuel Miguel nacería el 4 de enero de 1939. En enero de 1950 se traslada, con su hijo Manolillo, a la ciudad de las palmeras, la dama y el Misteri , después de la muerte del escritor, en Alacant el 28 de marzo de 1942.
    De no haber existido Josefina Manresa, no sabemos que habría pasado con el legado del poeta oriolano, pero si que podemos afirmar, que gracias a ella se ha podido recuperar la vida y obra de su compañero del alma. En 1987 fuimos atravesados por su ausencia pero queda en nuestra memoria las conversaciones con  ella y con  los compañeros de prisión, guerra y literatura de Miguel Hernández. Constantemente pasaban por su casa ilicitana todos estos testigos hernandianos y se recibían saludos de aquellos que recordaban con cariño al poeta universal:   Vicente Aleixandre, José María de Cossio... Josefina vivió en Orihuela, desde 1927 a 1936 los  años más felices de su vida; sus primeras amigas, su noviazgo. Tuvo una niñez difícil trabajando  en la fábrica de la seda,  en varios talleres como sastresa, modista. Su juventud fue trágica rodeada de la muerte de sus seres queridos, abuelos, padre (asesinado en Elda) y madre, después de una larga enfermedad. La muerte de su primer hijo y el fallecimiento por desidia de su marido, Miguel Hernández.
    Vivió la soledad, el abandono, la represión de la Dictadura. Después de muchos años viviendo con carencias y sufriendo presiones de todo tipo, en sus últimos años de vida, la imagen de Josefina, la amante y musa inmortal, va cobrando la fortaleza de los elegidos. La herencia del dolor hernandiano -dolor capaz de hundir a muchas personas- fue fielmente recogida por esta mujer, caminando con ella, sus trabajos y sus días, sin desertar jamás del destino.   marido.
    En su libro "Recuerdos de la viuda de Miguel Hernández"  escribe con amor y dolor detalles desconocidos para los biógrafos del poeta. Nos informa de los seres humanos y del ambiente de Orihuela, y esas aportaciones las hace desde dentro, pues ella lo ha vivido sola y con su Miguel y no desde fuera como lo escriben otros autores. Gracias a Josefina conocemos también anécdotas, historias y relatos que se contaban en Orihuela y podemos recorrer las costumbres, las fiestas, las prácticas religiosas, las formas de hablar, la política, lo social, la gastronomía, el mundo laboral, las viviendas, los vestidos, las calles de Orihuela, cómo era la casa de Miguel de la calle de arriba, en la que vivió el poeta a partir de los tres años.   Sus recuerdos han sido de gran valor para que podamos ubicar en aquel tiempo y espacio la biografía y la obra de Miguel Hernández. 
Por los amigos de Miguel y por él mismo sabemos que éste empezó a interesarse por Josefina antes del primer viaje (1931) a Madrid, en cambio ella nos cuenta en sus memorias que le estuvo pretendiendo desde el año 1933 hasta el 27 de septiembre de 1934. El 20 de enero de 1933 publicó, el oriolano universal, su primer libro "Perito en lunas". Nos cuenta Josefina que "pasaba varias veces por la puerta del taller de la calle Mayor, en Orihuela, donde yo trabajaba de modista... la costumbre que había entonces era no admitir a un chico en seguida". El primer mensaje del enamorado no se lo entregó Fenoll a Josefina, pero el segundo escrito se lo dio el poeta "doblado dos veces y se fue de prisa" contenía la poesía "ser onda, oficio, niña, es de tu pelo" la había escrito a máquina y con la dedicatoria a mano "para ti". Josefina nos va describiendo por donde paseaban en Orihuela, sus conversaciones, sus juegos de palabras, como su noviazgo, su boda de 9 de marzo de 1937, su viaje a Jaén y el sufrimiento en la guerra, su matrimonio, el embarazo y parto de sus dos hijos, la alegría del poeta y la tristeza compartida con la muerte de su primer hijo en 1938, con diez meses. Josefina, gracias a su gran memoria, narra las vivencias del poeta, sus rincones oriolanos, sus lecturas, sus pasiones, sus amistades como dice Concha Zardoya es un "documento vivencial e intrahistórico". Fue la acompañante del poeta y en consecuencia percibió directamente en su propio ser los cambios de pensamiento de Miguel, y antes y después de la muerte del poeta Josefina desarrolló una actividad constante para recuperar los escritos y la memoria de su marido, obteniendo el rico legado hernandiano. Fue una mujer necesaria para que hoy se conozca la vida y obra de nuestro universal paisano.