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viernes, 22 de julio de 2011

Las Misiones Pedagógicas en León


(Teatro en los Pueblos de las Misiones Pedagóginas durante la II Republica española)

Las Misiones Pedagógicas en León
octubre 21, 2009
Tomado de la web Orexis

La primera misión pedagógica en la provincia de León se celebró en el Valle de Valdeón del 9 al 15 de mayo de 1932. Fue dirigida por Alejandro Casona y en ella participaron los inspectores Salvador Ferrer, Vicente Valls y José Ruiz Galán, el maestro Valeriano Enríquez, Santos Ovejero (de la sección provincial de Higiene Pecuaria) y, como colaboradores espontáneos, los señores Segoviano y Barrallo, maestros de Riaño y Uña respectivamente.

Meses después, del 23 al 30 de julio, se realizó la primera misión a La Cabrera, también dirigida por Alejandro Casona y acompañada de nuevo por Ferrer y Ruiz Galán. Esta misión contó con la presencia de Gonzalo Menéndez Pidal, quien hizo la célebre fotografía de una sesión de cine que puede verse entera y con detalles recortados y aumentados en esta exposición. Según puede leerse en la memoria de esta misión, todos los pueblos visitados «desconocían en absoluto el cinematógrafo, y muchos de ellos el gramófono». En La Baña lograron reunir a más de mil personas en una sesión nocturna de cine al aire libre.

Ese mismo año la delegación provincial de Misiones, constituida por impulso del inspector Rafael Álvarez García, realizaría varias misiones más: del 3 al 7 de julio fueron a San Emiliano, donde participaron Rafael Álvarez, Vicente Valls, José Ruiz, Benito Valbuena y Valeriano Enríquez, y, en noviembre, a la zona de Murias de Paredes y Valle Gordo, con el mismo grupo de inspectores, esta vez acompañados por Teresa Álvarez y los maestros Fidel Blanco y Valeriano Enríquez.

Entre las diversas misiones que se llevaron a cabo en León durante el año 1934, como la que Alejandro Casona realizó en Canales en agosto, cabe destacar la misión de Fornela, organizada en el verano por los inspectores Luis Vega y Julián Sánchez Vázquez, a los que se unió el inspector de Madrid Modesto Medina Bravo para hacer el reportaje fotográfico, así como la segunda visita a La Cabrera, que en esta ocasión dirigió Rafael Álvarez y que contó con la colaboración del médico Pablo Cortés Reyes, Modesto Medina y el estudiante de Pedagogía Francisco García Mochales.

En 1935 se realizaron dos misiones: una primera en los pueblos de Valduenza y Los Barrios de Salas, entre el 14 y el 25 de febrero, en la que participaron el inspector Luis Vega y los maestros Laurentino Pérez y Luis Santos; otra en varios pueblos de Campo de la Loma y Valdesamario, organizada del 24 de abril al 2 de mayo por la inspectora Felisa de las Cuevas junto a Luis Vega y al maestro de Almanza Benjamín Rodríguez.

La provincia de León fue una de las más favorecidas en la distribución de las bibliotecas de las Misiones Pedagógicas (se crearon 157 hasta diciembre de 1934), y también una de las seleccionadas para establecer una delegación del servicio de música. En los pueblos del valle de Valdeón el servicio de música estuvo dos veces durante quince días y, en Posada, según dice la memoria, «los oyentes no habrán sido nunca menos de ciento, alcanzando a veces hasta cerca de trescientos».

El guiñol de Misiones actuó en diciembre de 1933 en los pueblos de San Román y Nistal de la Vega, Valdespino y el Hospicio de Astorga, con los muñecos y decorados que días antes habían sido construidos en A Fonsagrada (Lugo) por Rafael Dieste y Ramón Gaya. Sobre esta experiencia se puede leer en la memoria de las Misiones: «La gente aldeana de aquellos pueblecitos acreditó con su atención y comentarios la eficacia espectacular del guiñol.Aquí señalaban y percibían especialmente los momentos más dinámicos y vitales de las farsas, que jaleaban con exclamaciones y consejos a los personajes en pugna —frases breves, a las que seguía un silencio de expectación—. La farsa del avaro y el mendigo se complicó con nuevos tipos y peripecias que sería prolijo describir. Se hicieron también improvisaciones circenses para niños y se representó la primera farsa escrita expresamente para este guiñol: El dragón y su paloma. Por ser escrita y previamente calculada en sus efectos, permitió a los guiñolistas brindar al público rural un espectáculo de plena coherencia».