En la muerte de Miguel
La tierra al recibirte habrá sentido
todo el calor del trigo más granado;
todo el amor de un hombre inacabado;
la gloria de un poeta conseguido.
todo el calor del trigo más granado;
todo el amor de un hombre inacabado;
la gloria de un poeta conseguido.
El surco que tu sangre ha redimido
sembrando injustamente tu truncado
sembrando injustamente tu truncado
destino pedirá justicia airado
a Dios desde unos olmos sin olvido.
a Dios desde unos olmos sin olvido.
Tu estirpe campesina quiso un día
salvar al hombre fértil del secano
monstruoso en que brotó tu voz lograda.
salvar al hombre fértil del secano
monstruoso en que brotó tu voz lograda.
Y Dios perpetuará tu lozanía,
tu corazón sin muerte, fiel hermano,
en troncos como tu alma destrozada.
tu corazón sin muerte, fiel hermano,
en troncos como tu alma destrozada.
Soneto de Enrique Azcoaga, publicado en España, es de1943, "Adonais", VI. Editorial Hispánica.
(Archivo de Gaspar Peral Baeza)