Miguel Hernández, retales poéticos en el 80 aniversario de su muerte
- Recordamos al poeta oriolano cuando se cumple ocho décadas de su muerte
- Te proponemos recorrer distintas etapas de su vida a través de fragmentos de sus poemas
- Disfruta en RTVE Play de la miniserie que relata su vida: Viento del pueblo
He poblado tu vientre de amor y sementera,
he prolongado el eco de sangre a que respondo
y espero sobre el surco como el arado espera:
he llegado hasta el fondo.
Morena de altas torres, alta luz y ojos altos,
esposa de mi piel, gran trago de mi vida,
tus pechos locos crecen hacia mí dando saltos
de cierva concebida.
Esta es un fragmento de la "Canción del esposo soldado" que escribió el poeta Miguel Hernández en 1937 con tan solo 27 años a su mujer Josefina durante la guerra civil española. "Desde su puesto en el batallón de zapadores, eleva su palabra entre el sonido de las balas y el silencio azul de los muertos y arenga a los combatientes con la fuerza de su voz crecida desde un fondo de tierra”, describe el también poeta Javier Lostalé en un programa monográfico dedicado al pastor de Orihuela en Documentos RNE y que sitúa al oyente en el contexto donde la creó. Piensa en ella y en su hijo que "está a punto de nacer".
Este poema "desnuda y honda expresión de la existencia de un poeta que en apenas 32 años fue ejemplo de virtudes cívicas y de una literatura abierta siempre como una herida. Vida, amor y muerte que más allá del temblor íntimo es biografía de un pueblo, pues lo personal y lo colectivo tuvieron en Miguel Hernández una respiración común", destacaba Lostalé.
Nació el 30 de octubre de 1910 en Orihuela. Creció entre la huerta de oriolana y el rebaño de cabras de su padre. Estudió en centros religiosos y siguió su formación devorando las palabras de Virgilio, Cervantes, Lope de Vega o Gabriel Miró. Fallece el 28 de marzo de 1942 en el reformatorio de adultos de Alicante por una tuberculosis. En 2022 se cumplen 80 años de su muerte. Aprovechamos para recordar algunos fragmentos de sus poesías, algunos datos biográficos junto a algunos programas especiales y espacios que se han escuchado en RNE.
"Hasta el eterno abril de las persianas"
El año 1933 publica el libro Perito en Lunas que "es de una vanguardia barroca lleno de retórica gongorina", destacan en Documentos RNE. Unos versos que no tuvieron "la acogida esperada y se desilusiona".
Luz comba, y no, creada por el mozo,
talludo espulgador de los racimos:
no a fuerza, y sí, de bronces en rebozo,
sí a fuerza, y no, de esparto y tiempos opimos.
Por el domingo más brillante fuimos
con la luz, enarcada de alborozo,
en ristre, bajo un claustro de mañanas
hasta el eterno abril de las persianas.
"Compañero del alma"
Ramón Sijé, amigo de Miguel Hernández, fallece con tan solo 22 años en 1935. El poeta le escribió la popular elegía que forma parte del libro El rayo que no cesa.
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
Alimentando lluvias, caracoles
Y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas.
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
"La flor de la Mejilla"
"Miguel no es platónico" es un poeta “realista”, destacaba el poeta Leopoldo de Luis. "Toca directamente el amor, pero no lo idealiza". "Su amada es una joven trabajadora de su pueblo a la que conoce y que va a ser su novia, como a tantísimas otras parejas en España" y "lo sublimiza y lo eleva a la categoría poética".
Te me mueres de casta y de sencilla:
estoy convicto, amor, estoy confeso
de que, raptor intrépido de un beso,
yo te libé la flor de la mejilla.
"No en fría ni aplaca tu figura"
El 18 de julio de 1936 se produce la sublevación militar que desembocará en la Guerra Civil que durará hasta 1939. El Guardia Civil Manuel Manresa, padre de su novia Josefina, es asesinado en Elda por unos milicianos con los que él simpatiza, pese a esta contradicción se alista como voluntario en el Quinto Regimiento de Milicias Populares. El 9 de marzo de 1937 se casa con Josefina. Recita poemas a combatientes y a los que están en retaguardia. Publica Viento del pueblo donde habla del dolor de la guerra y de su amor.
Sobre los ataúdes feroces en acecho,
sobre los mismos muertos sin remedio y sin fosa
te quiero, y te quisiera besar con todo el pecho
hasta en el polvo, esposa.
Cuando junto a los campos de combate te piensa
mi frente que no enfría ni aplaca tu figura,
te acercas hacia mí como una boca inmensa
de hambrienta dentadura.
"Tres heridas"
Señalaba Nieves Concostrina en No es un día cualquiera que "a Miguel Hernández lo murieron" el 28 de marzo de 2022. "Pasó por 13 cárceles y sobre todo las tres últimas le fue poniendo una banderilla de muerte. La cárcel de Palencia le dejó una neumonía. En la siguiente, la de Ocaña, se cebó en él una bronquitis. Cuando llegó al reformatorio de adultos de Alicante, le estaba esperando un tifus y luego la tuberculosis".
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
"Tu risa me hace libre, me pone alas"
Las últimas horas de Miguel Hernández fueron durísimas, tras no aceptar "el chantaje" de la censura del libro Viento del pueblo para que llevarán al hospital de tuberculosos de València. Josefina visitó el 27 de marzo a su marido en la cárcel, falleció "a las cinco y media de la madrugada del 28 de marzo de 1942". "No le querían atender ni médicos ni enfermeros. Estaba perdidito de llagas y ya no soportaban el mal olor. Se ocuparon del poeta los compañeros reclusos".
"Sin que nadie les viera, José María Torregrosa hizo a carboncillo el último retrato de Miguel Hernández". El artista, que también estaba preso, lo hizo en las duchas de la cárcel, "que era donde se dejaban los cadáveres a la espera del entierro". 14 personas fueron al entierro. No les dejaron velar al cuerpo en el mismo cementerio porque en “las tapias había fusilamientos".
Lo enterraron en el nicho 1009 "casi a ras de suelo". "Fue un amigo, el pintor Miguel Abad Miró el que se gastó las 700 pesetas en una lápida en la que solo ponía "Miguel Hernández, poeta" y con un par de erratas": Hernández no llevaba tilde y "la fecha de nacimiento figuraba 1911 y no 1910.
"En 1984 murió Manuel Miguel, el hijo. Esta vez el Ayuntamiento de Alicante quiso enterrar al hijo de Miguel Hernández en un nicho aparte para que no se tocara la tumba del poeta. Josefina, la viuda , dijo que su hijo tenía que ser enterrado con su padre en el mismo nicho", es decir, autor y protagonista de "Las nanas de la cebolla":
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.
[...]
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
Josefina murió en 1987 y "exigió ser enterrada con sus dos amores". "Allí están los tres en Alicante a la sombra de tres palmeras y siempre con flores. No están en el nicho 1009, sino en una sepultura en tierra en el centro del cementerio en un cruce de caminos bajo una losa de mármol blanco”. En la parte de abajo los dos últimos versos de su poema "Besos soy, sombra con sombra":
Libre soy, siénteme libre.
Solo por amor.
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