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Carlos Llano no sólo fue un gran filósofo, teórico de la organización de la empresa, sino que también tuvo un gran afecto por la literatura. A muy temprana edad leyó muchos libros de novela y de poesía. Su afición por la poesía deriva de su conocimiento de la obra del poeta Miguel Hernández.
El día 30 de abril del año 2010 Carlos Llano dio su última clase de seminario de Metafísica, la cual impartió casi por 40 años en la Universidad Panamericana. Carlos Llano señalaba que en la obra de Miguel Hernández, el amor de concurrencia es una manifestación superior del amor ya que menciona no tanto que los amantes se amen el uno al otro, sino que amen lo mismo.
Hay muchas otras referencias literarias en la obra de Carlos Llano, como Virginia Wolf, Dostoievski, Tolstoi y Antonio Machado, que era su poeta favorito. Hay un libro en particular donde abundan estas referencias, una de sus últimas obras, escrito con ocasión de su tesis doctoral a final de los años cuarenta. Esta tesis la fue publicando hacia el final de su vida, titulada: Etiología de la idea de la nada.
En este libro vuelve a hacer referencia a Miguel Hernández con un poema muy metafísico que se llama “Casi nada” y que alude al carácter contingente de las realidades que conocemos. Hay mucha riqueza en todas las referencias literarias de Carlos Llano, pero quien quiere adentrarse en esta veta de su filosofía y pensamiento no puede prescindir esta obra del filósofo y empresario.
