Un inédito de Miguel Hernández
El investigador Francisco Escudero descubre el borrador de un poema desconocido del autor oriolano, escrito en una hoja con membrete de las Juventudes Socialistas de Elche, que pudo elaborar en plena Guerra Civil
El legado de Miguel Hernández continúa descubriendo joyas y aportando novedades a la obra del poeta, de cuyo nacimiento en Orihuela se cumplen hoy, exactamente, 109 años. A pesar de los numerosos estudios que se siguen realizando sobre su literatura, el investigador, periodista y gestor cultural Francisco Escudero, quien dirigió hasta hace unos meses la Fundación Legado Literario de Miguel Hernández en Jaén, halló el pasado mes de agosto un poema inédito de su paisano o, como matiza, «un borrador de un poema desconocido hasta ahora» mientras investigaba en su legado para preparar un álbum biográfico del poeta.
El poema está encabezado por la frase «Y nos peleamos por un hueso» y describe «un contundente texto de contenido trágico» que al investigador le llevó días descifrar -parcialmente, ya que está lleno de tachaduras y hay palabras ininteligibles-, y se encuentra escrito en ambas caras de un papel que lleva el membrete del Comité Provincial de la Federación de Juventudes Socialistas Unificadas de Elche, lo que añade una importancia adicional al hallazgo, no ya solo por el contenido poético del texto sino también por el contexto histórico.
«Miguel Hernández escribía así, donde podía y tenía a mano. Tachaba mucho porque trabajaba mucho los poemas, no eran fruto de la improvisación», explica Escudero, que asegura que en numerosas ocasiones a lo largo de su trayectoria literaria Miguel Hernández utilizó como soporte la papelería de aquellos lugares con los que tuvo alguna relación o entidades con las que colaboró alguna vez.
Así lo hizo, según detalla Escudero, en las cartas dirigidas al empresario editorial José Mª de Cossío en papel con membrete de Espasa-Calpe, en el año1935. También utilizó papel con el sello de los hoteles donde estuvo hospedado en la antigua URSS cuando formó parte de la delegación cultural española que visitó este país en 1937 con motivo del Festival de Teatro Soviético (hoteles National de Moscú, Astoria de Leningrado, Continental de Kiev) o con el membrete del Socorro Rojo Internacional cuando escribió cartas a Josefina desde el Congreso de Escritores Intelectuales Antifascistas celebrado ese mismo año en Valencia.
«Usaba el papel de donde estuviera o con quien tuviera alguna relación profesional o de colaboración», indica el investigador, que en este caso desconoce si hubo vinculación con las Juventudes Socialistas de Elche, ya que con quien el poeta sí mantuvo relación política fue con las de Orihuela, en junio de 1931, recién instaurada la República Española, por su conexión intelectual con Augusto Pescador, referente del socialismo oriolano.
«De hecho, el poeta llegó a ser presidente de las Juventudes Socialistas de Orihuela, pero duró muy poco tiempo, unos meses de verano, porque Miguel no era un joven que se sintiera cómodo en cargos políticos ni administrativo», destaca el descubridor del poema, que no obstante apunta que el contenido del poema «hace pensar en una época muy posterior a 1931, allí era muy joven aún».
Los horrores de la guerra
«La dureza de su texto, su sentido trágico y su aroma épico invitan a pensar en un poema de la Guerra Civil española, posiblemente de 1938 relacionado con la etapa del poemario El hombre acecha, momento en el que Miguel Hernández habla de los horrores de la guerra y de la conversión del hombre en fiera al estar cegado por el odio», considera Francisco Escudero, ya que la parte más épica sobre la contienda de Miguel Hernández son los años 36 y 37 con el poemario Viento del pueblo pero «aquí el tono es distinto, más oscuro, crudo y trágico» y aunque el poema no presenta fecha, por el estilo y la temática «invita a pensar que fue escrito en el año 1938 o principios de 1939, cuando ya se veía que se perdía la guerra» y se utilizan palabras como «sangre» o «muerte».
El texto
En la parte frontal del papel, Miguel Hernández escribe: «Y nos peleamos por un hueso, cuando nosotros nos lamentamos más como animales carniceros, cuando los submarinos se sumergen siniestros [...no legible...] y mueren encendiendo la mecha, la sonrisa, la muerte y el cigarro, prisa de pies descalzos, descalzos los pies para pisar la tierra de la sangre, orgullosos de caer sin cadenas».
En el reverso, según ha podido descifrar Francisco Escudero, el poeta continúa: «España está en un pozo, la han tirado a un pozo. Estos hombres que antes de entregarse al verdugo prefieren enterrarse por sus manos, echarse los puñados de la arena en la boca. La arena tiene sed, la sangre se reseca, y mientras nuestros labios se abren blandos de peticiones y lamentos, apretarán la boca como una piedra brava, apretarán la vida como un siglo de puños cerrados y esprimidos llenos de espuma y lava [...] Escoged la piedra para grabar sus nombres, su eternidad, su vida, su [...no legible...]. Escoged bien la mano y el cincel que la ataque hasta volverla carne de siglos y hermosura, puñados decisivos en piedra definitiva».
El investigador afirma que sintió «una satisfacción muy grande» cuando apareció este texto mientras preparaba una recopilación gráfica, a modo de álbum biográfico del poeta con alrededor de 600 fotografías, ya que «es muy difícil aportar novedades sobre Miguel Hernández cuando se ha trabajado tanto sobre su figura, y este texto tiene interés literario e histórico», señala Escudero, que primero buscó sin éxito este poema en La obra completa de Miguel Hernández (2017) de Jesucristo Riquelme, «el mayor experto» en su figura y acto seguido le comunicó el hallazgo, al igual que a la familia del poeta.
«Es una sorpresa compartida porque este hombre no se termina nunca y a veces merece la pena seguir buscando», apunta quien descubrió también la primera imagen en movimiento de Miguel Hernández, hace dos años, unos segundos en los que aparece el poeta en el Congreso de Intelectuales de Valencia de 1937.
«Seguro que hay más imágenes»
«Estoy seguro de que hay más imágenes tomadas por el aparato de propaganda soviético, que era descomunal, cuando Miguel Hernández viajó a la URSS en septiembre de 1937 porque tuvo que salir en muchas entrevistas allí. Yo les escribí hace tiempo preguntando, pero no me han contestado», lamenta Escudero.
La intención del autor es consensuar con la Diputación de Jaén, propietaria del legado hernandiano, y con la familia del poeta, que este poema inédito forme parte del trabajo que prepara para que vea la luz el próximo año.