Sinopsis:

Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com

domingo, 11 de abril de 2010

DEDICATORIA A VICENTE ALEIXANDRE


DEDICATORIA A VICENTE ALEIXANDRE
Por Ramón Fernández Palmeral

La dedicatoria de Miguel Hernández a Vicente Aleixandre en Viento del pueblo, (1937) tiene un compromiso a la vez que una nota de explicación de cual es la misión del poeta, de un poeta de guerra (Vicente Aleixandre, enfermo de riñón, se refugió en Miraflores de la Sierra (Madrid). Una dedicatoria forzada que como escribe Jorge Urrutia “es un texto programático que fija la función del poeta" (“El origen del verbo poético en Miguel Hernández”, Miguel Hernández Tradición y Vanguardias, Alicante 1996, pág. 189).

En mi artículo “Vicente Aleixandre y Miguel Hernández, una leal amistad”, que me permito recopilar:
“Vicente Aleixandre estaba enfermo después de la guerra civil, temía por su libertad pero no se exilió. En realidad su enfermedad le impidió ser un auténtico poeta de guerra al modo de Miguel. A pesar de ello, Vicente, perseguido y fichado, colabora en El Mono Azul con “El fusilado”, publicado en septiembre del 36; “El miliciano desconocido (Frente de Madrid)”, febrero del 37; Mundo Obrero (“Oda a los niños muertos por la metralla”, noviembre del 36), Hora de España y otras publicaciones militantemente republicanas. No sabemos si obligado por los republicanos par que le dejaran tranquilo".

Miguel le recuerda a Vicente que, ambos han nacido poetas entre todos los hombres que la vida les ha hecho poetas. Insiste con el pronombre nosotros “nosotros venimos brotando del manantial de las guitarras”. Hernández está pensando en García Lorca, asesinado un año antes por los fascistas, lo evidencia el verso vuelvo a llorar al pié de la guitarras (v.28, “Elegía Primera). Miguel se quiere comparar en igualdad poética a la altura literaria al autor de La destrucción o el amor, e indirectamente con el autor de el Romancero gitano, al evocar los versos batallones de flautas, panderos y gitanos /ráfaga de abejorros y violines, tormentas de guitarras y pianos/ irrupción de trompas y clarines (vv. 97-100, Elegía Primera) que nos recuerdan a los versos lorquianos …el jinete se acercaba/ tocando el tambor del llano, “tambor del llano” como símil de pandero” del poema “Romance de la luna luna” de Lorca. Este “manantial de las guitarras”, no es más que una evocación del duende que tienen las guitarras flamencas de los gitanos, como el de que, Lorca sabía tocar el piano.

En la frase de la dedicatoria “Ante la sombra de dos poetas nos levantamos otros dos…” Es evidente que “sombra” se refiera a la muerte, recordemos el poema “Hijo de la luz y de la sombra”, de Cancionero y romancero de ausencias, donde Hernández llora la muerte de su primogénito. El sentido poético es que la muerte no puede apagar una voz poética. Volvemos a creer que Hernández piensa en García Lorca, y lo evidencia los versos Muere un poeta y la creación se siente/ herida y moribunda en las entrañas (vv.75-76. “Elegía Primera”). Más adelante, escribe: “Aquel que se atreven a manchar esas manos, aquellos que se atreven a deshonrar esa sangre, son los traidores asesinos del pueblo y de la poesía…” Por ello, entiendo que la escritura de la dedicatoria a Aleixandre, coincide en tiempo de creación con la “Elegía primera (a Federico García Lorca)”.

Insiste Hernández en el “tú a tú poético”, cuando escribe “Tu voz y la mía irrumpen del mismo venero”. Sin embargo, le falta la voz aleixandrina, cuando escribe “Lo que echo de menos en mi guitarra lo hallo en la tuya”. Insiste en la figura simbólica de “guitarra”, como manantial de creación poética, cuerpo vivo que no proporciona música sino que como escribe Lorca, la guitarra llora por cosas/ lejanas. En la siguiente frase del la dedicatoria reconoce que tanto Aleixandre como Pablo Neruda le han dado “imborrables pruebas de poesía”. Recordemos que Hernández le dedicó, un año después, a Pablo Neruda, El hombre acecha. Es esta dedicatoria del 39 parece que hay como una reconciliación espiritual con García Lorca, cuando escribe “Oigo tus pasos hechos a cruzar la noche, que vuelven a sonar sobre las losas de Madrid, junto a Federico, a Vicente [Aleixandre], a Delia [del Carril] a mí mismo”.

Entiendo que es innecesario recordarle a Vicente el significado de ser poeta, cuando escribe “Los poetas somos viento del pueblo: nacemos para pasar soplados a través de sus poros y conducir sus ojos y sus sentimientos hacia las cumbres más hermosas”. Par continuar aludiendo a que en tiempos de “pasión” léase “guerra”, empuja a los poetas hacia el pueblo, que espera con la oreja aplicada a los poetas no solo en tiempos de muerte, sino “al pie de casa siglo”, lo que podría entenderse que el pueblo siempre está esperando la voz del poeta el manantial de las guitarras.

Texto incluido en el libro, aún inédito: "Simbología secreta de Viento del pueblo, de Miguel Hernández". Próximo a salir.

Alicante, 11 de abril 2010.

Referencias: "Vicente Aleixandre y Miguel Hernández, una leal amistad"