Sinopsis:

Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com

domingo, 19 de febrero de 2017

Josefina Manresa, amistad con Rafael Moñino Pérez

EL “EXILIO” DEL LEGADO (de Miguel Hernández) . Por Rafael Moñino Pérez

Josefina Manresa y Bienvenida Perez (1)

EL “EXILIO” DEL LEGADO. Por  Rafael Moñino Pérez

COX 09-04-2015

            Querido Director de La Crónica Independiente:

            Hace pocos días, concretamente el lunes 30 de Marzo, lamentabas el exilio de la obra hernandiana desde la Comunidad Valenciana hacia Quesada (Jaén), ciudad natal de su mujer, Josefina Manresa. La casualidad hizo que Josefina naciera allí, como ocurre con tantos hijos de guardias civiles y otros funcionarios de ámbito estatal sujetos a traslados de residencia, sea voluntaria o forzosa. Sus hermanos, por dicha circunstancia, tampoco nacieron en Cox, el pueblo de sus padres.

            Para tu consuelo, si te sirve de algo, tengo más motivos de lamento que tú, aunque sea por proximidad, pues de más cerca me toca. A grandes rasgos te cuento que, por haber nacido y vivido en Cox, conocí a Josefina y sus hermanos, allí residentes. Soy  un par de años mayor de lo que sería, si hoy viviera, su segundo hijo, Miguel Hernández Manresa, muerto en 1984. Por vivir entonces en el mismo barrio, de niños compartimos muchas veces los juegos callejeros de entonces, hasta que Josefina se trasladó a Elche en 1950. Nos volvimos a ver su hijo y yo solo una vez en Cox, creo que a finales de la década de los sesenta del pasado siglo, cuando vino con su madre a mi casa a visitar a la mía, pues de jóvenes, recién casados ella y Miguel, fueron grandes amigas además de vecinas casa con casa en lo que hoy es la calle de San Francisco, calle a la que los cojenses hemos llamado siempre El Gurugú por alusión a dicho monte marroquí durante la guerra con Marruecos. Otra casualidad, en este caso intrascendente, es que Miguel y mi padre eran oriolanos además de vecinos.

Nota manuscrita de Josefina Manresa
Nota manuscrita de Josefina Manresa

            Josefina, pese a residir en Elche, también quiso tener casa en Cox, y hacia los años setenta se construyo una casita de una sola planta en la calle, entonces naciente, del Pilar, con un pequeño huerto-jardín y una verja frente a la puerta, donde además de flores crecía también un melocotonero. Mi padre, agricultor, se encargaba de combatir los frecuentes ataques de pulgones y otras plagas a las que este árbol es tan sensible. En ese huertecillo hice a ambas amigas las fotos que te envío (Josefina ya muestra en ellas su pelo blanco; mi madre, pese a ser unos años mayor, se lo teñía). Tiempo después vendió la casa a un carpintero local, que la sigue usando como vivienda.

            Cuando en 1980 publicó su libro “Recuerdos de la viuda de Miguel Hernández” le dio a su amiga Bienvenida, mi madre, un ejemplar dedicado a mi, acompañado de una nota manuscrita indicando que no lo enseñara a nadie del pueblo. Estaba plenamente justificada la advertencia entonces, pues Josefina relata con cierta crudeza en algunas de sus páginas hechos, lugares, nombres y apodos cuya proximidad en el tiempo era tan notoria que con solo nombrar el hecho se identificaba a los autores, y puedo asegurarte que decía fielmente la verdad sin exagerar lo más mínimo, por lo que, prudentemente y para molestar lo menos posible, prefirió dejar pasar un tiempo prudencial hasta que el libro se divulgara en Cox.

Carta de Josefina Manresa tras la muerte de su hijo
Carta de Josefina Manresa tras la muerte de su hijo

            Volviendo al tema principal, como sabes, el legado de su marido estuvo en Elche bastantes años. Como muchos, siempre pensé que la permanencia sería definitiva, dada la importancia de esta ciudad. Pero ya ves: Ni Elche, ni por supuesto Orihuela, cuna del poeta, han hecho lo que debían a la hora de la verdad. Pero mirando más arriba, ni Alicante, ni tampoco Valencia, capital en cuyo territorio comunitario se halla Orihuela, han puesto los medios para evitar que el importantísimo legado del universal poeta saliera de sus fronteras, así que cuando en uno de los subtítulos de tu artículo te quejas de que “Las administraciones valencianas han permitido el “exilio del legado del poeta” solo me estás recordando la histórica y bíblica cita de que, desgraciadamente -y entre españoles aún más- nadie es profeta en su tierra.

            Así que, querido Eduardo, añade mis lamentos a los tuyos. Y desde aquí, enviemos plácemes y felicidades a Quesada y resto de jiennenses, y por extensión a toda Andalucía. Nosotros, mientras, contemplaremos, lamiendo nuestras heridas, “mis abarcas vacías/ mis abarcas desiertas”, como dijera Miguel en sus versos.