ENTREVISTA A LA POETA VERÓNICA ARANDA: PREMIO INTERNACIONAL DE POESÍA MIGUEL HERNÁNDEZ 2016
POR ANA PATRICIA SANTAELLA
A.P- ¿Desde cuándo escribe Verónica Aranda, provocó algún hecho o circunstancia su iniciación?
Escribo
desde los quince años. Encontré un gran refugio en la poesía y descubrí
que era la forma en que me podía expresar mejor. Varias circunstancias
lo provocaron: que mi madre en la infancia me leyera poemas infantiles
de Gloria Fuertes y Juan Ramón Jiménez, que tuviera un buen profesor de
lengua y literatura en el instituto y el descubrimiento en esa etapa del
Romancero Gitano de Lorca y de la poesía de Cernuda y San Juan de la
Cruz.
A.P- ¿Qué es lo que más fruición le causa durante el proceso creativo, tiene días esquivos o rachas complicadas?
Cuando de repente te dejas de pelear con
las palabras, te olvidas de la técnica y entras en un estado de lucidez
y, al mismo tiempo, de enajenación y ves que al final del proceso todo
encaja en el poema, es un disfrute. Pero es difícil llegar a ese estado o
escribir un poema del tirón. Suelo escribir los poemas en varios días, a
veces me puede llevar semanas encontrar una palabra o un verbo y acabar
de hilvanar los versos. Y también tengo rachas complicadas, claro. En
esos momentos, me ayuda refugiarme aún más en la lectura y en la
traducción poética, para volver a coger impulso, ideas y apetito de
escribir.
A.P- ¿Qué ha supuesto para usted recibir el Premio Miguel Hernández 2016?
Además de un honor, porque Miguel
Hernández es otro de mis poetas de cabecera, ha supuesto más difusión al
editar el libro en Devenir, que tiene buena distribución y una tirada
algo más grande de lo habitual para libros de poesía. Ha tenido
bastantes reseñas en periódicos y blogs, lo cual no deja de sorprenderme
y de las que estoy muy agradecida. También la oportunidad de poder
presentarlo en distintas ciudades e intercambiar más con lectores y
poetas, ya que ese feed back ayuda mucho, se aprende, y eso contrasta
con el proceso solitario de la escritura. Al final esos raíles del libro
me han regalado más viajes, casi siempre en tren, y experiencias
enriquecedoras.
A.P- Acaba de regresar del 9º
Festival Internacional de Poesía en Puerto Rico, en el que se ha rendido
homenaje al poeta puertorriqueño Clemente Soto Vélez, el cual ha
transcurrido en distintos municipios, centros culturales, universidades y
colegios de todo el país
Sí, vuelvo feliz y agradecida. Es el
segundo año que iba y ha sido una gran experiencia, tener la oportunidad
de participar de nuevo en el Festival, disfrutar de la hospitalidad
caribeña y del reencuentro con los amigos poetas y editores y poder
conocer más a fondo un país tan complejo y fascinante como Puerto Rico,
que tiene una gran riqueza poética y musical.
A.P-Ha vivido en lugares muy
diferentes entre sí: Bélgica, Portugal, India, Marruecos. ¿Cuál le ha
marcado de forma especial, le ha costado regresar?
Todos los lugares marcan de distintas
maneras y te aportan mucho, vivencias muy variadas, pero ninguno como la
India. Además de una experiencia muy curtidora y un reto constante, es
un mundo tan diferente y lejano, con otros códigos, costumbres,
religiones, múltiples contradicciones, donde te tienes también que
reinventar y vives experiencias muy intensas. Te enfrentas a muchas
cosas en el día a día y dificultades, y las ciudades indias pueden ser
una vorágine que te atrapa, para bien y para mal. Por tanto, cuesta
mucho regresar de allí. En mi poesía no deja de ser un tema inagotable,
que siempre vuelve, de alguna manera.
A.P- Enumere sus pequeños placeres cotidianos. ¿Qué le aleja, por fortuna, de la cotidianidad?
La lectura, la música, el cine, poder
pasear por el campo o descalza por la playa, una buena conversación con
amigos al calor de un té, una siesta en una hamaca colombiana, nadar.
A.P- ¿Qué le pide a la literatura, a la poesía para juzgarla de calidad?
Que tenga musicalidad y que cale en el lector. Un buen poema debe transmitir emociones y también sensaciones.
A.P- ¿Cuáles son sus poetas favoritos y por qué los escoge?
Kavafis porque siempre encuentro algo nuevo en sus poemas, ese largo camino hacia Ítaca.
Lorca porque siempre me deslumbra y siento la intensidad de sus imágenes como la primera vez que lo leí.
Basho, Buson, Chiyo-ni y Li Po-porque
siempre que los leo, me encantaría quedarme dentro de alguno de sus
haikus o poemas y detenida en su contemplación.
Pessoa por lo sabio y poliédrico
Szymborska y Gloria Fuertes por su capacidad narrativa en el poema y el dominio absoluto de la ironía.
Eugénio de Andrade y Sophia de Mello porque me transmiten mucha luz.
Rubén Darío por su musicalidad hipnótica.
Baudelaire, César Vallejo y José Ángel Valente porque son ideales para releer y seguir descubriéndolos.
A.P- Dirige actualmente una colección de poesía que intuyo le depara satisfacciones y desvelos. ¿Cómo se llama y qué pretende?
Dirijo la colección “Toda la noche se
oyeron. Poesía latinoamericana de ahora”, dentro de la Editorial
Polibea. Pretende dar a conocer autores actuales latinoamericanos que
apenas se conocen en España dado el poco intercambio editorial, pero que
nos parecen voces fundamentales en sus respectivos países y que pueden
aportar mucho al lector español por sus poéticas novedosas y diferentes.
Otro objetivo es rescatar poemarios que ya estaban descatalogados en
los países de origen donde se editaron como es el caso de: Construcción de los sombreros encarnados/ música para una muerte inversa de Siomara España (Ecuador) o Las linternas flotantes
de Mercedes Roffé (Argentina). Por otro lado, también nos interesa ir
sacando antologías de países cuyas poéticas se conocen poco en nuestro
país, pero que son imprescindibles para entender hacia qué dirección va
la poesía latinoamericana actual, como es el caso de Puerto Rico con Vientos alisos, una pequeña muestra de autores puertorriqueños nacidos a partir de los 70, que acabamos de publicar.
A.P- Háblenos de alguna actividad cultural o evento que permanezca imborrable en su memoria.
El Encuentro internacional de mujeres
poetas de Cereté (Colombia). Nunca sentí tanta hermandad y complicidad
entre las poetas participantes y el contacto con el público de allí, tan
entregado y entusiasta de la poesía, también fue muy especial. Es
encomiable la labor que hace Lena Reza, la directora del festival, y
todo su equipo, año tras año, impulsando y difundiendo la poesía escrita
por mujeres, dándole la importancia y el lugar que merece.
A.P- Le pregunto lo mismo que he
preguntado en otras entrevistas, en otras ocasiones: ante la
espeluznante banalización del arte, de la poesía, de la cultura en
general. ¿Cuáles alternativas y propuestas defiende? ¿Le preocupa?
Me preocupa, por supuesto. Y que la gente cada vez lea menos y compre menos libros. Va todo muy rápido hoy en día,
y las redes sociales y el predominio de lo audiovisual quitan cada vez
más tiempo para leer y concentrarse en una sola cosa. Pero no queda otra
que seguir creando, editando y hacerlo con entusiasmo, siendo
conscientes de que seremos siempre una minoría. Está claro que la poesía
y el arte no pueden cambiar el mundo, pero sí ayudan a respirar en esta
sociedad banal y violenta que nos ha tocado vivir. Ayudan a detenerse,
reflexionar y conocernos mejor. Si no, nos faltaría oxígeno. La gestión
cultural también es fundamental para impulsar las artes, buscando
siempre nuevos espacios, formatos atractivos y públicos diversos.
A.P- Canta fado también.
Cuéntenos que es el fado y qué provoca entre el público, me refiero a
los conciertos que haya tenido la oportunidad de asistir y vivenciar.
El fado es una música popular que nace
en Lisboa en los albores del siglo XIX, fruto del mestizaje y de tantos
viajes. Es un género musical que exige mucha entrega. En las tascas y
casas de fado se canta solo con dos guitarras (portuguesa y española) y
sin micrófono. Se pide silencio, se apagan las luces. Es todo un ritual y
el público también lo vive intensamente e interacciona con los
fadistas. Impresiona escucharlo e interpretarlo en directo. Además, las
letras son muy líricas, hablan de emociones, de la saudade, y se
impregna de esa melancolía atlántica. Pero también hay fados alegres,
que hablan de los barrios de Lisboa, de las vivencias de sus gentes y
son una celebración.
A.P- Usted también traduce. ¿Hay
buenos traductores y traductoras? ¿Se puede reflejar con precisión y
fidelidad los textos originales, sobre todo, hablando de poesía?
Sí, hay buenos traductores y traductoras
en España y he tenido buenos maestros de los que he aprendido mucho
como Carlos Clementson, Vicente Haya o José Luis Reina Palazón. Aunque, a
veces, se da el caso de que cuanto más cercano al español es el idioma
del que se traduce, peor es el resultado. Creo que ante todo hay que
dominar el idioma, haberlo estudiado durante años y también la cultura
de ese idioma para poder traducir con rigor. En la traducción, no solo
de poesía, siempre se pierden cosas, no se puede reproducir con
fidelidad total el texto, su música original, pero se puede traducir con
precisión y a la vez permitirse licencias para que el estilo suene bien
en español y tenga sentido lingüística y sintácticamente, recrear al
texto de alguna manera. Creo que es importante encontrar un equilibrio
entre ambos
A.P- ¿Qué valoración hace de la amistad en tiempos de un uso abusivo de las redes sociales?
Para mí la amistad es un pilar
fundamental, y más en estos tiempos. Cada vez valoro más el bis a bis,
el poder tomar un café tranquilamente con un amigo y conversar o dar un
paseo. Las redes sociales hacen que nos aislemos y ensimismemos cada día
más. Paradójicamente, crean más incomunicación. No tiene sentido pasar
tanto tiempo chateando con amigos que viven en tu misma ciudad, si
puedes verlos en persona y pasar tiempo de calidad con ellos.
A.P- ¿Le inquieta el porvenir, la desigualdad que gana cotas indignantes?
Claro que me inquieta cada día y me
resulta desolador que se hable ya de una generación perdida por la falta
de oportunidades laborales para la gente joven, a pesar de ser la
generación mejor preparada, que abunden los empleos basura, y que haya,
muchas veces, que emigrar para tener un sueldo y una calidad de vida
dignas.
A.P- He seleccionado un poema,
de su poemario “Épica de raíles” que a modo de cierre, resume creo, la
intencionalidad del libro, la intencionalidad del hecho de viajar. Pero
honestamente creo que debe ser usted quién tenga la palabra.
MAPAS
Consultaba los mapas
con un bosque lluvioso en la retina
y dejaba su huella en las contraventanas.
Si fallaban las brújulas,
si en un ardor de cal le cegaba la luz,
ella asumía el riesgo de quedarse atrapada
en una ciudad ajena.
Sí, creo que ese poema es de los más
representativos del libro. Es en el viaje cuando rozamos lo eterno de lo
transitorio e invocamos al misterio.
ENLACES A RESEÑAS:
Vídeo leyendo poemas de “Épica de raíles”:
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y Luz Cultural
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