Sinopsis:

Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com

viernes, 28 de marzo de 2014

72 anversario de la muerte de Miguel Hernández.

              (El lápiz de Miguel, fragmento de un retrato al óleo de Migue Hernández por Ramón Palmeral, 2002)


Hoy 28 de marzo a las 5.30 se cumple el 72 aniversario de la muerte en Alicante del universal poeta Miguel Hernández. Se celebran recitales en Ambito Cultural de el Corte Inglés y en la Sede de la Universidad (canalejas), a las 19.30 y 20.15, respectivamente. La afición por la poesía en Alicante se debe en gran parte a este poeta y al ambiente creado alrededor de los muchos grupos que proliferaron sobre el año 2000 en las revistas: Esencias, Palmeral, Perito, Auca y Numen.


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28.- PROCESO, CÁRCELES Y MUERTE DE UN POETA
        (Por Ramón Fernández Palmeral)
                
      Proceso y cárceles.- Los trabajos más completos sobre el proceso contra Miguel Hernández Gilabert, se pueden consultar en los libros de Juan Guerrero Zamora, pionero en los estudios hernandianos,  y en el de Miguel Gutiérrez Carbonell, Teniente-Fiscal en la Audiencia de Alicante, el periodista Enrique Cerdán Tato,  los de Vicente Ramos y en el más reciente de José Luis Ferris .
  El libro de Juan Guerrero Zamora Proceso a Miguel Hernández, El Sumario 21.001, (Editorial Dossat, Madrid, 1990) es el más completo hasta la fecha, por los documentos aportados y las entrevistas que hizo a Josefina Manresa en Cox.  El libro del Fiscal Miguel Gutiérrez Carbonell aporta el Proceso  Expediente Penitenciario, y además una información jurídica muy clarificadora sobre la justicia durante el franquismo: «Uno de los posibles ensayos sobre el derecho represivo franquista (1936-1945)», p. 6 a 10 (Compás, Alicante, 1992), donde hace un ensayo al proceso contra Miguel Hernández que como escribe Carbonell: «vulneración al derecho a Recursos, garantías universales reconocidas, ahora y siempre». En septiembre de 1990, el diario Información publicó un artículo  sobre el hallazgo del Procedimiento Sumarísimo de Urgencia 21.001 por una Comisión Técnica nombrada en 1989 por del Ayuntamiento de Alicante donde estaba como presidente Enrique Cerdán Tato, y vocales José Carlos Rovira, Miguel Gutiérrez Carbonell y Francisco Hellín Otín.
 Es decir, a nuestro entender un juicio sumarísimo sin garantías y sin derechos a recurrir contra las sentencias sumariales, un juicio kafkiano, el abogado defensor había de ser militar como el Fiscal. El Presidente del Tribunal fue el comandante Pablo Alfaro Alfaro.  Lo inadmisible, escribe Gutiérrez Carbonell, los autos se ponen de manifiesto al defensor, que antes no ha intervenido, «por un término que nunca excederá de tres horas». Tres horas para preparar la defensa, inaudito, injusto.
 Al finalizar la guerra incivil, Miguel salió desde Cox para Sevilla, Jerez y Cádiz el 22 de abril de 1939, con un salvoconducto que le facilitó Ismael Terrés (cuñado, marido de su hermana Encarnación) en Alcoy (CRIM). Estuvo en Cádiz buscando a Pedro Pérez Clotet (natural de Villaluenga del Rosario y director de la revista Isla, se conocieron en el 33 con motivo de la publicación de Perito en lunas) pero Clotet estaba en Ronda, buscó al abogado Diego Romero Pérez en Valverde del Camino (Sevilla) según su libro M.H. en mi recuerdo (Camas ,1992), era el contacto pensado por Miguel  para pasar a Portugal, y como no le encontró, ni a Romero Murube por recomendación de Llosent, decidió pasar solo a Portugal y le detuvo la policía portuguesa de Salazar en Santo Aleixo, y  el día 4 de mayo de 1939 lo entregaron a la policía española (carabineros) en Rosal de la Frontera (Huelva). Se ha dicho, por algunos autores, que esta policía era la Benemérita, pero no es cierto, en aquellos años el Cuerpo de Investigación y Vigilancia de Fronteras dependía del Cuerpo de Carabineros del Reino [[i] ] que fue suprimido por la Ley de 15 de mayo de 1940 e integrado en la Guardia Civil. Y «estrechado a preguntas», según los informes, le interrogaron durante cinco días, ingresó en la prisión de Torrijos, Madrid, el 18 de mayo.
 Elvio Romero, escribe en el Prólogo de la Edición de Lautaro, MH Destino y Poesía, Buenos Aires de 1958: «Ocho días duraron las vejaciones y las interrogaciones infamantes en Rosal de la Frontera. Fuerte siempre, sin que haya sufrido suplantación su firmeza ni su pujanza, comienza a cobrar conciencia de lo que le esperaba; abarca con una sola mirada lo que la prisión tiene de sobrante tiniebla y de malos momentos».

  Pasaron las primeras diligencias al Juzgado Militar permanente nº 5, Rodicio Arias, se inhibe, según Gutiérrez Carbonell (pg.14), al Juzgado Especial de Prensa, presidido por Manuel Martínez Gargallo, que toma bajo su cargo el Sumario de MH, por tratarse de un periodista. Ante la falta de libertad de expresión había un Juzgado Especial de Prensa para estos temas llamados de imprenta. Se le instruye:  «procedimiento sumarísimo de urgencia nº 21.001, constará de unas 75 páginas.»  Nos dice Carbonell que este tipo de procedimientos sumarísimos se amparaban en el Código Penal Militar, artículo 649 y Decreto 11-04-1931, que se volvió a regular en 1936, y se amplió a todos los delitos derivados del Movimiento Nacional.
  El procesado permanecía preso (art. 653-1º). Este procedimiento sumarísimo vulneraba el derecho de defensa, porque era secreto, el defensor era militar  y no intervenía en el previo al Juicio Oral. El mismo Instructor es quien realiza el Auto resumen  de calificación. El Tribunal no tenía independencia.    
  Pide Miguel a Josefina que tome su defensa el abogado oriolano Juan Bellod Salmerón, que no se hizo cargo de su defensa, aunque sí le avaló con una carta «generosos sentimientos y honda formación religiosa» desde Valencia. Luego a través de Eduardo Llosent, le puso en contacto con el abogado sevillano Diego Romero Pérez empezó a preparar los autos de la defensa, y empezó a buscar los avales o documentos de buena conducta, según la declaración indagatoria de Miguel ante el Juez Especial de Prensa, entre los que nombró, figuran: Cossío, Bellod, Luis Almarcha, Ernesto Giménez  y Rafael Sánchez Mazas. El 14 de julio la alcaldía de Orihuela envía un informe negativo de Miguel «tendencias izquierdistas». El 15 de septiembre del 39, de forma inexplicable, es puesto en libertad en la Prisión de Torrijos, quizá por la mediación de Cossío, y poco probable  lo de la intermediación del cardenal francés Baudrillart con Franco.  En Madrid estuvo en  casa del escultor Víctor González Gil y se entrevista con Eduardo Llosent (director de la revista Mediodía, al que había conocido en Misiones Pedagógicas,  quería prepararle un refugio en la Dehesa del Hornill), acude también a la Embajada de Chile, Carlos Morla Lynch le ofreció asilo, pero Miguel no aceptó y  regresa a Cox a ver a su mujer y a su segundo hijo Manuel Miguel que por entonces tenía nueve meses, y el día 29, día de San Miguel, es detenido otra vez en Orihuela por el «Patagorda» y encarcelado en el Seminario de esa ciudad, su padre no subió a verle,  pasó a la prisión del Conde de Toreno el 3 de diciembre. El 18 de enero 40 el Consejo de Guerra le pide pena de muerte. El 15 de septiembre del 40 ingresó en la prisión de Palencia, pide  a su mujer que vaya a visitarle, allí sufrió una neumonía, ingresa en la prisión de Yesería, el 29 de noviembre ingresa en la prisión de Ocaña, donde escribe a Josefina Sigo haciendo turismo...
   
Miguel, ya enfermo, y después de más de un año de «turismo carcelario», logró que le enviaran al Reformatorio de Adultos de Alicante (hoy Juzgados de Benalúa), ingresó el 29 de junio de 1941, procedente de  Ocaña con escala en Albacete. Escribe cuatro cuentos para su hijo Manolillo (para cuando sepa leer), dos de ellos han permanecido inéditos hasta 2010.
Recibe varias visitas de su hermano  mayor Vicente. Una de las autorizaciones para entrar en la Prisión, es de fecha 3 de febrero de 1942. En carta a Vicente Escudero Esquer de 1975, le dice «en aquella enfermería donde habían 90-100 hombres tendidos, quitándose las puses los unos a los otros con trapos sucios, pues allí no entraba un médico o un practicante en siete u ocho días. Aquello era inhumano […] yo llegué a entrar allí era terrible. La cabida del Reformatorio es de 2.000 personas y había 9.000»




 Páginas de mi libro inédito "Miguel Hernández, poeta del pueblo" en 40 artículos. 2013