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Página multimedia virtual sobre la vida, obra y acontecimientos del universal poeta Miguel Hernández -que murió por servir una idea- con motivo del I Centenario de su nacimiento (1910-2010). Administrada por Ramón Fernández Palmeral. ALICANTE (España). Esta página no es responsable de los comentarios de sus colaboradores. Contacto: ramon.palmeral@gmail.com

jueves, 14 de marzo de 2019

Carta de Lorca a Miguel Hernández: "Sé que sufres con esas gentes puercas que te rodean"

Carta de Lorca a Miguel Hernández: "Sé que sufres con esas gentes puercas que te rodean"

Cultura


Cuatro cartas envió Miguel Hernández a Lorca pero sólo recibió una de él. Ahora se edita por primera vez junto a textos perdidos del poeta de Orihuela
Federico García Lorca y Miguel Hernández se vieron por primera vez el 2 de enero de 1933 en Murcia. Federico está de gira con La Barraca, aquel grupo de teatro universitario que dirigía junto a Eduardo Ugarte y que llevaba por pueblos y ciudades obras clásicas. En Murcia representaban La vida es sueño, de Calderón, y Los dos habladores, de Cervantes. Miguel está nervioso pues no acaban de publicarle su primer libro de poemas, Perito en lunas.
Coincidieron en el domicilio de Raimundo de los Reyes, el editor que acabará ocupándose de los 42 poemas, con un prólogo de Ramón Sijé, de Perito. El libro será sufragado por Luis Almarcha, que desembolsará 425 pesetas por los 300 ejemplares de la tirada, según cuenta José Luis Ferris en su ensayo Miguel Hernández. Pasiones, cárcel y muerte de un poeta (Temas de Hoy). Federico está corrigiendo Bodas de sangre. Ya ha publicado Poema del cante jondo, Romancero gitano, ha terminado La zapatera prodigiosa.. Miguel apenas tiene 22 años; Federico, 34.
Miguel recita algunos poemas que son aplaudidos con fervor por Federico.
-Claro... ¡conque ya soy el primer poeta de España! -responde el poeta de Orihuela.
-¡Hombre, no tanto, no tanto...! -sale al quite Federico, según la reconstrucción del periodista Santiago Delgado a tenor de lo que en su momento dijo Raimundo de los Reyes.
No gustó a Federico esa salida de Miguel. Pero tampoco fue a más. O sí. Miguel Hernández escribirá a Federico García Lorca cuatro cartas, una de ellas en abril de ese año (1933), otra un mes después, la tercera en las Navidades de 1934 y la cuarta en febrero de 1935, todas ellas fechadas en Orihuela. Federico sólo contestará a la primera, en la segunda quincena de abril de 1933.
La primera carta de Miguel Hernández es un lamento. Su libro ya está en la calle desde el 20 de enero pero apenas ha tenido eco en el periódico La verdad de Murcia, en el Informaciones de Madrid (firmado por Alfredo Marqueríe)... No es lo que esperaba, así que escribe a su idolatrado Federico: «He pensado ante su silencio, que usted me tomó el pelo a lo andaluz en Murcia -¿recuerdaaa?-, que para usted fuimos, o fui, lo que recuerdo que nos dijo cuando le preguntamos quién era uno que le saludó. 'Ese -dijo- uno de los de: ¡adiós!, cuando les vemos'. Y luego: 'Me escriben muchas cartas a las que yo no contesto'. ¿Puedo estar ofendido contigo?».

Federico le contesta: «No te he olvidado. Pero vivo mucho y la pluma de las cartas se me va de las manos. Me acuerdo mucho de ti porque sé que sufres con esas gentes puercas que te rodean y me apeno de ver tu fuerza vital y luminosa encerrada en el corral y dándose topetazos por las paredes».
Qué lejos están ya uno del otro. Miguel le escribe desde Orihuela, donde sigue ayudando a sus padres en el campo, de pastor. Federico vive en la calle de Alcalá de Madrid, junto al Retiro. Asiste a cenas, es un hombre popular y requierido aquí y allá. Como escribirá su amigo Carlos Morla Lynch, de la embajada de Chile, «Federico es en general actor y raras veces público».
Casualidades de entonces: Morla Lynch le ofrecerá asilo a Miguel años después, durante la Guerra Civil, como a tantos otros intelectuales u hombres de letras comprometidos con la República, pero Miguel lo rechazará. Federico y Miguel morirán; el primero fusilado en Granada el 28 de agosto de 1936 y Miguel de tuberculosis en la cárcel de Alicante el 28 de marzo de 1942, tras pasar por más de una decena de prisiones.
La reproducción física de la carta de Federico, con ser importante, no debe ocultar el trabajo que Jesucristo Riquelme, doctor en Filología, catedrático de Literatura Española y autor de otros trabajos sobre el poeta alicantino, como Miguel Hernández, un poeta del amor, la libertad y la juventud, además de la recopilación y estudio que realizó sobre las cartas que mantuvo Vicente Aleixandre con Miguel y su mujer, Josefina Manresa (De Nobel a novel, Espasa).
Y qué distinto el tono entre ellos si lo comparamos al de Federico, como esta carta del futuro Premio Nobel a Josefina el 10 de junio de 1940: «Querida Josefina: en el día de hoy le he enviado por giro postal 125 pesetas, que recibirá V. uno de estos [días]. Me alegraré [de que] estén Vds. bien. De Miguel recibo noticias con frecuencia; le envío paquetes de alimentos para ayudarle en la alimentación. Él me escribe siempre animado».
Con naranjas alimentaba y regalaba Miguel Hernández a sus amigos, a sus deudores, naranjas que iba repartiendo desde la estación de Atocha cuando él mismo las traía desde Alicante o se las mandaban por tren.

Jesucristo Riquelme considera claro que a Lorca le «molestaba la presencia y la insistencia de Miguel. María Zambrano habla de 'alergia' y Aleixandre lo corrobora cuando Lorca repudió su presencia el día que iba a leer La casa de Bernarda Alba en su casa, Velintonia, 3».
- Pero, ¿le respetaban como poeta?
- Cronológicamente, en Orihuela, Carlos Fenoll y Ramón Sijé. En Madrid, una vez acogido por José Bergamín, Aleixandre y Neruda (desde 1935). Cuando publica el anticipo de El rayo que no cesa, el mismísimo Juan Ramón Jiménez lo ensalza, aunque para apropiárselo.
Jesucristo Riquelme ha logrado saber que el reloj que Aleixandre obsequió a Miguel con motivo de su boda fue un MAX, según el documento de garantía del regalo. Y se incluye en este voluminoso tomo de la editorial Edaf, en colaboración con C.R. Talamás, varias cartas no incluidas en las obras completas de Espasa, como la dirigida al embajador de Chile en España, Aurelio Núñez Morgado, en la que el poeta en mayo de 1939 le pide ayuda tras haber declinado semanas antes la que le ofreció el común amigo Morla Lynch. Jesucristo Riquelme vivió dos años en Chile urgando archivos que agradece a Mario Amorós, estudioso de Pablo Neruda
«En relación con la recopilación de las Obras Completas de Espasa de 1992, hay 46 cartas y notas de Miguel que no figuran en el tomo segundo de aquella edición. De esas 46, algunas cartas, cedulillas y notas fueron publicadas en libros de escasa difusión (29 en total). Diecisiete son inéditas en su formato completo», afirma a EL MUNDO Riquelme.
- Asombra el número de cartas que escribió Miguel.
- Tenemos recogidas 488 cartas, tarjetas, cedulillas y notas entre 1930 a 1942. Era un medio de comunicación importantísimo. En su relación con Josefina son imprescindibles. Aunque no hay restos de misivas a Maruja Mallo, ni a María Zambrano.
- Miguel, en los 32 años que vivió, escribió lo suyo.
- Si tenemos en cuenta su producción teatral, sus colaboraciones en prensa, junto a su creación poética y a su epistolario, escribió mucho.
- Tuvo muy mala suerte...
- Siempre le acompañó un «sino sangriento». Su vida osciló entre momentos de euforia y alegría y momentos de desgracia y tragedia. Se le conoce por ser un hombre digno y honrado, que defendió sus ideas con nobleza y que luchó contra las adversidades con un lema: «Solo con Educación y Cultura se logra el progreso de los pueblos». Y con un eslogan: «Sólo por amor».

'Tu libro es fuerte, pero no tiene más cojones...'

Mi querido poeta:
No te he olvidado. Pero vivo mucho y la pluma de las cartas se me va de las manos.
Me acuerdo mucho de ti porque sé que sufres con esas gentes puercas que te rodean y me apeno de ver tu fuerza vital y luminosa encerrada en el corral y dándose topetazos por las paredes.
Pero así aprendes. Así aprendes a superarte, en ese terrible aprendizaje que te está dando la vida. Tu libro está en el silencio, como todos los primeros libros, como mi primer libro que tanto encanto y tanta fuerza tenía. Escribe, lee, estudia. ¡Lucha! No seas vanidoso de tu obra. Tu libro es fuerte, tiene muchas cosas de interés y revela a los buenos ojos pasión de hombre, pero no tiene más cojones, como tú dices, que los de casi todos los poetas consagrados. Cálmate. Hoy se hace en España la más hermosa poesía de Europa. Pero, por otra parte, [añadimos las dos comas] la gente es injusta. No se merece 'Perito en lunas' un silencio estúpido, no. Merece la atención y el estímulo y el amor de los buenos. Ése lo tienes y lo tendrás porque tienes la sangre de poeta y, hasta cuando en tu carta protestas, tienes en medio de cosas brutales (que me gustan) la ternura de tu luminoso y atormentado corazón.
Yo quisiera que pudieras superarte de la obsesión de esa obsesión de poeta incomprendido por otra obsesión más generosa política y poética.
Escríbeme. Yo quiero hablar con algunos amigos para ver si se ocupan de 'Perito en lunas'.
Los libros de versos, querido Miguel, caminan muy lentamente.
Yo te comprendo perfectamente y te mando un abrazo mío fraternal lleno de cariño y de camaradería.
Federico.