La nuera del poeta oriolano lamenta que padres y docentes asuman el icónico retrato del autor para rechazar la ley de Plurilingüismo
d. pamies 02.03.2020 | 23:21
Presentación de los cubrebalcones de padres y docentes.
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Las plataformas tienen autorización del hijo de
Buero Vallejo y subrayan que cuestionan la imposición de la ley, no la
lengua valenciana
«Soy manchega, los nietos de Miguel Hernández hablan valenciano,
y en la Comunidad Valencia se habla valenciano y castellano. El
aprendizaje de ambas lenguas es cultura y diversidad». Lucía Izquierdo,
nuera del poeta Miguel Hernández rechaza de
plano que plataformas de docentes y de Asociaciones de Padres de la
Vega Baja hayan escogido la imagen del poeta oriolano para difundir su mensaje contra la ley de Plurilingüismo
en la comarca y la provincia. Con ese objetivo las plataformas están
empleando el conocido retrato que el dramaturgo y pintor Antonio Buero
Vallejo realizó al poeta en la cárcel poco después de terminar la Guerra
Civil.Cuestión sobre la que Izquierdo puntualizó: «No nos han pedido permiso; parece que sí se lo han solicitado al hijo (de Buero Vallejo), pero no me parece bien lo que están haciendo. Es mi opinión personal. Cogen a Miguel solo para lo que les interesa en un momento, cuando no les conviene, se olvidan», indicó en declaraciones a INFORMACIÓN. La nuera del poeta oriolano concretó que «la utilización de la imagen de Miguel Hernández jamás la hubiera autorizado la familia para este uso. Si me hubieran pedido el permiso a mí, yo no lo doy. Se han saltado a la familia y han ido donde se han ido».
Quiso aclarar que en la propia familia del poeta «sus nietos hablan en valenciano, y yo que soy manchega, castellana, entiendo el valenciano perfectamente. Miguel escribió en castellano. Pero hay dos lenguas oficiales y te expreses en una u otra, fenomenal. Mis hijos opinan lo mismo. Las lenguas siempre enriquecen. No hay derecho que usen al poeta en estos asuntos», sentenció. Recordó además que tanto la imagen como la firma de Miguel Hernández «no prescriben y no se pueden utilizar, no tienen nada que ver con los derechos de autor».
Las plataformas que engloban a las Ampas de la Vega Baja y la de docentes por la Libertad Lingüística presentaron el pasado 21 de febrero el estandarte que pretenden que ubiquen en sus balcones los vecinos de la comarca que, como ellos, estén en contra de la ley 4/2018 de Plurilingüismo de la Conselleria de Educación. En el mismo aparece la icónica imagen de Miguel Hernández acompañada del lema «queremos aprender en la lengua de Miguel», así como un enorme sol «que representa un rayo de esperanza», explicaron los representantes de las plataformas. El nombre completo de Miguel Hernández sin embargo no aparece en estos estandartes, y su firma, tampoco.
Lucía Izquierdo, nuera de Miguel Hernández, junto al mural de uno de sus poemas más populares
Miguel
Ángel Robles, docente en un IES y uno de los portavoces de la
Plataforma, confirmó ayer que cuentan con el permiso de la familia de
Buero Vallejo para utilizar el retrato y aclaró que no están obligados a
pedírselo a la familia de Miguel Hernández. «El legado del poeta es del
Ayuntamiento de Quesada (Jaén)», recordó.Robles lamentó que «algunos medios de comunicación comarcales y provinciales quieren acusarnos de estar en contra del valenciano. Usan esa muletilla constantemente y no es así. Mis hijos también hablan valenciano y el director del IES Antonio Sequeros, miembro la plataforma, es autor de libros de formación en valenciano». La misma fuente indicó que los padres y docentes se han movilizado en contra de lo que consideran «un proyecto de ingeniería civil» para «erradicar el castellano» en la Vega Baja y no contra el valenciano.
Con el estandarte quieren «expresar el sentimiento que nos une ante el atropello a nuestra cultura perpetrado por el gobierno de la Generalitat», explicaron en su anuncio Robles, Graciela García, del AMPA de Rafal, y José Antonio Giménez, director del IES Antonio Sequeros de Almoradí. «No solo es un problema educativo que tengamos que atender profesores y padres, la sociedad debe implicarse en la lucha para la erradicación del decreto de Plurilingüismo», señaló Robles. La aplicación de la ley de Plurilungüismo en secundaria desde el próximo mes de septiembre ha logrado en la Vega Baja una movilización inédita de la comunidad de padres y madres -normalmente muy poco activa en secundaria-, además de un numeroso grupo de docentes que, con nombre y apellidos, han dado la cara esta vez como funcionarios para reclamar la retirada de la legislación.
Tal movilización, que convocó en torno a 20.000 personas en una manifestación en Orihuela, no se logró, ni de lejos en otras ocasiones, como las reivindicaciones que pedían infraestructuras educativas dignas en la peor época de los centros en barracones. Los padres critican que la ley, aprobada por mayoría absoluta de las Cortes y que no fue recurrida, «acabe -según interpretan- con el derecho» de los padres a elegir la lengua vehicular «y elimina el concepto de lengua materna». El decreto contempla que el estudio de hasta un 50% de las asignaturas en valenciano y un 25% en inglés.
Empatía cero
La Generalitat ha desarrollado una catastrófica estrategia de comunicación sobre este asunto en la Vega Baja -la directora general de Innovación Educativa negó que lo fuera para evitar a los medios de comunicación en una reciente reunión con profesores en el IES Mare Nostrum de Torrevieja-. Y nula empatía hacia miles de vecinos castellanohablantes y extranjeros con un conocimiento residual del valenciano.El Consell lleva meses insistiendo que en la comarca la ley se implantará de forma gradual -solo en Primero de la ESO-, y con porcentajes de valenciano del 25% y el 19% de inglés, que se van a resolver con una ampliación de una hora de clases en valenciano oral y proyectos alternativos como teatro o exposiciones en valenciano. Los alumnos podrán escoger la lengua en la que realizan los exámenes aunque la lengua vehicular sea la valenciana o el inglés.